Factores de Riesgo

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Factores de riesgo

La comprensión de los contextos clínicos que predisponen a la presentación


pelviana puede ayudar tempranamente a su reconocimiento. Además de la edad
gestacional pretérmino, los factores de riesgo incluyen volumen de líquido
amniótico extremos, embarazo múltiple, hidrocefalia, anencefalia, anomalías
estructurales uterinas, placenta previa, tumores pélvicos y partos pelvianos
previos. Un estudio encontró que después de un parto pelviano, la tasa de
recurrencia para una segunda presentación pelviana fue de 100%, y para una
tercera presentación pelviana fue de 28% (Ford, 2010).
Evaluación
Las maniobras de Leopold para determinar la presentación fetal
Con la primera maniobra, más difícil, la cabeza fetal redonda ocupa el fondo
uterino. La segunda maniobra identifica la espalda en un lado del abdomen y las
pequeñas partes en el otro lado. Con la tercera maniobra, si no están ajustadas,
las nalgas son movibles más suavemente por encima de la entrada pélvica.
Presentación pelviana incompleta. Después del ajuste, la cuarta maniobra muestra
que las nalgas están por debajo de la sínfisis.
La exactitud de esta palpación varía (Lydon-Rochelle, 1993; Nassar, 2006). De
esta manera cuando se sospecha presentación pelviana o cualquier presentación
además de la cefálica— es indicada la evaluación sonográfica.
Durante el examen cervical con una presentación pelviana franca, no se
aprecian los pies, pero las tuberosidades isquiáticas fetales, el sacro y el ano son
regularmente palpables.
Después del descenso fetal posterior, los genitales externos pueden ser
distinguidos. Cuando el trabajo de parto es prolongado, las nalgas fetales pueden
inflamarse marcadamente, lo que da lugar a que la diferenciación digital de cara y
nalgas sea difícil.
En algunos casos, el ano puede confundirse con la boca y las tuberosidades
isquiáticas con las eminencias malares. Con un examen cuidadoso, sin embargo,
el dedo encuentra resistencia muscular con el ano, mientras que las mandíbulas
se sienten duras, menos flexibles a través de la boca.
El dedo a partir del movimiento del ano, puede estar teñido con meconio. La boca
y las eminencias malares forman una forma triangular, mientras que las
tuberosidades isquiáticas y el ano se encuentran en línea recta.
Con una presentación pelviana completa, los pies se pueden sentir a lo largo
de las nalgas. En la presentación de pie, uno o ambos pies están más abajo de las
nalgas. El sacro fetal y sus protuberancias espinales se palpan para identificar la
posición.
Al igual que con las presentaciones cefálicas, la posición fetal está diseñada para
reflejar las relaciones del sacro fetal con la pelvis materna. Las posiciones incluyen
sacro izquierdo anterior (LSA, left sacrum anterior), sacro derecho anterior (RSA,
right sacrum anterior), sacro izquierdo posterior (LSP, left sacrum posterior), sacro
derecho posterior (RSP, right sacrum posterior), y sacro transversal (ST, sacrum
transverse).
Via de parto
Actualmente el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos. (2016b)
recomienda que “la decisión sobre la modalidad de parto debe depender de la
experiencia del especialista de atención médica” y que “el parto vaginal planificado
de un feto único a término con presentación pelviana puede ser razonable bajo las
pautas de protocolo específicas del hospital”. Estas pautas han sido asumidas por
otras organizaciones obstétricas (Kotaska, 2009; Royal College of Obstetricians
and Gynaecologists, 2006). Los riesgos versus los beneficios se pesan y se
analizan con la paciente.
Para un resultado favorable con cualquier parto pelviano, como mínimo, el canal
de parto debe ser lo suficientemente grande para permitir el paso del feto sin
trauma. El cuello uterino debe estar completamente dilatado, y si no es así,
entonces un parto por cesárea casi siempre es el método de parto más apropiado
si se sospecha desarrollo de compromiso fetal.
Parto pelviano espontáneo
Con el parto pelviano espontáneo, el feto es expulsado por completo sin
ningún tipo de tracción o manipulación distinta del soporte del neonato.
Claro, aquí tienes un resumen más sencillo:
Cuando un bebé está en posición pelviana (sentado), su salida durante el parto
sigue movimientos específicos. Primero, las nalgas descienden hacia abajo y se
ajustan al espacio de la pelvis, con la parte delantera de la cadera bajando
primero. Luego, el bebé rota un poco hacia adentro para acomodarse mejor.
Después, las nalgas continúan bajando hasta que el área entre el ano y la vagina
se estira lo suficiente, y la parte delantera de la cadera se asoma por la vagina.
Cuando el bebé está casi afuera, su cuerpo se endereza un poco y la parte
delantera de la cadera sale primero.
Luego, los hombros del bebé se deslizan hacia abajo y giran un poco hacia
adentro para pasar a través de la pelvis. Finalmente, la cabeza del bebé entra en
la pelvis, gira para acomodarse debajo del hueso púbico y sale hacia afuera,
flexionada hacia el pecho. En resumen, durante el parto de un bebé sentado,
primero salen las nalgas, luego los hombros y finalmente la cabeza, siguiendo un
proceso que permite que el bebé pase a través de la pelvis de la madre de manera
segura.
Extracción pelviana parcial
Con la extracción pelviana parcial, el feto es liberado espontáneamente
hasta el ombligo, pero el resto del cuerpo es liberado por la tracción del
médico y maniobras asistidas, con o sin esfuerzos de expulsión materna
Primeramente, en todos los partos pelvianos, a menos que el perineo esté relajado
de modo total, se realiza una episiotomía, lo que es un importante recurso para el
parto.
Para facilitar este proceso, a menudo se realiza una episiotomía, un corte
controlado en el área entre la vagina y el ano (perineo), especialmente si el
perineo no está lo suficientemente relajado para permitir el paso del bebé de
manera segura.
Idealmente, las nalgas del bebé pueden salir del canal de parto hasta el ombligo
sin ayuda adicional. Después de este punto, es crucial liberar rápidamente el
abdomen, el tórax, los brazos y la cabeza del bebé. Esto se logra aplicando
presión y tracción adecuadas para ayudar al bebé a pasar por el canal de parto de
manera segura y eficiente.
Una vez que las nalgas del bebé han pasado más allá de la entrada de la vagina,
es fundamental liberar el abdomen, el tórax y los brazos tan pronto como sea
posible para evitar complicaciones. Esto se hace aplicando presión y tracción de
manera cuidadosa y controlada para guiar al bebé a través del canal de parto de
manera segura.
Posteriormente, se liberan las piernas del bebé de manera secuencial, seguidas
de la pelvis, que se sujeta con ambas manos para facilitar la expulsión. Es
importante mantener una tracción constante pero suave para evitar lesiones tanto
en el bebé como en la madre.
Una vez que la parte inferior del cuerpo del bebé está libre, se procede a liberar
los hombros y los brazos. Esto se realiza utilizando diferentes técnicas según sea
necesario, con el objetivo de garantizar que los hombros del bebé pasen de
manera segura por el canal de parto sin causar daño.
Después de que los hombros y los brazos estén libres, se puede proceder a liberar
la cabeza del bebé con cuidado para evitar lesiones. Esto puede requerir
maniobras específicas para asegurar una salida segura y suave.
Una vez que la cabeza del bebé está libre, el parto está completo y el bebé puede
ser entregado cuidadosamente a la madre para su evaluación y cuidado posterior.
Es importante recordar que cada parto pelviano es único y puede requerir
diferentes enfoques según la situación específica.
Liberación posterior de la cabeza
Maniobra de Mauriceau.

La Maniobra de Mauriceau es una técnica obstétrica utilizada para ayudar en el parto


cuando la cabeza del bebé está retenida en la vagina debido a la compresión del cordón
umbilical o a otras circunstancias que dificultan su salida. Fue desarrollada por François
Mauriceau, un médico francés del siglo XVII conocido por sus contribuciones a la
obstetricia.

La técnica consiste en colocar los dedos del médico alrededor de la cabeza del
bebé dentro de la vagina y aplicar una presión suave y controlada para
descomprimir el cordón umbilical y permitir que la cabeza del bebé pase más
fácilmente a través de la pelvis materna. La presión se aplica cuidadosamente en
dirección opuesta a la dirección de la presión que ejerce el hueso del pubis sobre
la cabeza del bebé.
La Maniobra de Mauriceau puede ser útil en situaciones en las que el cordón
umbilical está comprimido o cuando se requiere una intervención adicional para
facilitar la salida del bebé. Es importante que esta maniobra sea realizada por un
profesional médico capacitado y con experiencia para evitar lesiones tanto en la
madre como en el bebé.

La Maniobra de Mauriceau es una técnica utilizada para ayudar a sacar la cabeza


del bebé durante el parto. En lugar de usar fórceps u otras maniobras, esta técnica
se centra en evitar que el cuello del bebé se estire demasiado.
Para realizar la maniobra de Mauriceau, el médico usa una mano para sujetar la
cabeza del bebé por debajo del mentón, con los dedos índice y medio en el
maxilar y el cuerpo del bebé apoyado en la palma de la mano y el antebrazo. Las
piernas del bebé quedan a ambos lados del antebrazo.
Con la otra mano, el médico sujeta los hombros del bebé. Luego, se ejerce una
tracción suave hacia abajo mientras se equilibran las fuerzas entre el cuello y el
maxilar del bebé para evitar que el cuello se estire demasiado.
Al mismo tiempo, un asistente puede aplicar una ligera presión sobre el abdomen
de la madre para ayudar en el proceso. Esta técnica permite que la cabeza del
bebé se vaya flexionando gradualmente y salga de forma controlada sobre el
perineo, sin que el cuello se extienda demasiado.
En resumen, la Maniobra de Mauriceau implica el uso cuidadoso de ambas manos
para guiar la cabeza del bebé durante el parto, asegurándose de que el cuello no
se estire demasiado y evitando lesiones tanto en el bebé como en la madre

Forceps
Para usar los fórceps de Piper, primero se suspende el cuerpo del bebé con una
toalla para mantenerlo en posición y mantener los brazos y el cordón umbilical
fuera del camino. Luego, las paletillas de los fórceps se colocan en la vagina
materna y alrededor del hueso parietal del bebé con cuidado.
Una vez que las paletillas están en su lugar, se ejerce una tracción suave hacia
afuera mientras se levanta ligeramente el mango de los fórceps. Esto ayuda a que
la cabeza del bebé se deslice suavemente hacia afuera, con la cara girando sobre
el perineo y el occipital permaneciendo debajo de la sínfisis hasta que la frente del
bebé cede.
Es importante que la cabeza y el cuerpo del bebé se muevan juntos de manera
sincronizada para evitar la hiperextensión del cuello del bebé. Esta técnica
requiere habilidad y experiencia por parte del médico para garantizar la seguridad
tanto del bebé como de la madre durante el parto.
En situaciones donde la cabeza del bebé queda atrapada, lo cual puede ocurrir
debido a un cuello uterino incompletamente dilatado o a una desproporción
cefalopélvica, es crucial actuar rápidamente. Primero, si el cuello uterino está
contraído alrededor del cuello del bebé, se puede intentar deslizar manualmente el
cuello uterino sobre el occipucio del bebé. Si esto no tiene éxito, se pueden
realizar incisiones de Dührssen en el cuello uterino para permitir la liberación de la
cabeza del bebé.
En casos extremos, como cuando hay una desproporción cefalopélvica grave y la
cabeza del bebé no puede ser liberada, se pueden considerar opciones como la
maniobra de Zavanelli. La maniobra de Zavanelli implica llevar al bebé hacia arriba
dentro de la vagina y el útero, seguido por un parto por cesárea.

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