El documento describe la investigación-acción como una metodología que combina investigación y acción para abordar problemas reales mediante la colaboración entre investigadores y participantes, con el objetivo de generar un cambio positivo. El documento también explica los orígenes y características clave de esta metodología.
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El documento describe la investigación-acción como una metodología que combina investigación y acción para abordar problemas reales mediante la colaboración entre investigadores y participantes, con el objetivo de generar un cambio positivo. El documento también explica los orígenes y características clave de esta metodología.
El documento describe la investigación-acción como una metodología que combina investigación y acción para abordar problemas reales mediante la colaboración entre investigadores y participantes, con el objetivo de generar un cambio positivo. El documento también explica los orígenes y características clave de esta metodología.
El documento describe la investigación-acción como una metodología que combina investigación y acción para abordar problemas reales mediante la colaboración entre investigadores y participantes, con el objetivo de generar un cambio positivo. El documento también explica los orígenes y características clave de esta metodología.
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“Año del Bicentenario, de la consolidación de nuestra Independencia, y de la
conmemoración de las heroicas batallas de Junín y Ayacucho”
Gobierno Regional Gerencia de Desarrollo Social
Dirección Regional de Educación de Piura
Escuela de Educación Superior Pedagógica Pública “Piura”
Programa de Estudios: Educación Inicial.
Semestre: 2024-I. CICLO: V.
Curso: Práctica e Investigación V.
Docente Formador: Mg. Cecilia Collantes Cupén.
Alumna:
Chávez Calle Angie Pamela.
La investigación acción
Piura - Perú
2024 Introducción
La investigación acción es una herramienta que combina la
investigación y la acción para abordar problemas concretos en contextos reales.
Esta metodología se basa en la premisa de que la investigación
debe tener un impacto directo en la realidad y generar resultados concretos y tangibles. Por lo tanto, la investigación-acción es una estrategia de trabajo valiosa para abordar problemas complejos y urgentes en diferentes ámbitos, como la educación, la salud, el medio ambiente, entre otros.
Además, esta es una forma innovadora de integrar la teoría y la
práctica para encontrar soluciones efectivas a los problemas cotidianos. Mediante la colaboración y la acción conjunta, se puede lograr un cambio positivo y significativo en la sociedad.
Aquella se centra en la colaboración entre investigadores y
participantes para generar conocimientos útiles y aplicables en la práctica. A través de este enfoque, se busca mejorar la calidad de vida de las personas, resolver conflictos y promover el cambio social. La expresión “Investigación- acción” fue utilizado por primera vez hace muchos años por el psicólogo e investigador alemán Kunt Lewis en 1944, éste usó dicho término para referirse a un tipo de investigación con un enfoque experimental o con otra perspectiva, ello dependerá del contexto social o la problemática que se quiera tratar o evaluar para luego poder dar respuesta a ella.
Fue tan eficaz esta metodología que, en 1953, Stephen Corey la
introduce en el mundo educativo destacando su importancia como una herramienta para el desarrollo profesional de los educadores, ya que ésta les permite reflexionar sobre su práctica, mejorar la calidad de la enseñanza, generar conocimiento contextualizado y relevante y al fortalecimiento de las comunidades educativas.
Del mismo modo en la década de los 70’, Elliot define la
investigación-acción como «un estudio de una situación social con el fin de mejorar la calidad de la acción dentro de la misma». La entiende como una reflexión sobre las acciones humanas y las situaciones sociales vividas por el profesorado que tiene como objetivo ampliar la comprensión (diagnóstico) de los docentes de sus problemas prácticos; por esos años también Stenhouse plantea que el currículo debe ser un proceso dinámico y activo, que se construya a través de la interacción entre docentes, estudiantes y conocimientos. En esta visión, el currículo se concibe como un proceso de reflexión y acción constante, donde la investigación y la práctica se retroalimentan mutuamente. Este autor propone una visión del currículo como un proceso participativo, donde la investigación y la acción se entrelazan para promover un aprendizaje significativo y transformador, pues su enfoque coloca al estudiante en el centro del proceso educativo, reconociendo su potencial y su capacidad de ser agente de su propio aprendizaje.
Según Lomax en 1990, se refiere a intervenir en la práctica
profesional con el objetivo de generar mejoras. Desde esos años autores como Stephen Kemmis y Wilfred Carr han buscado reconceptualizar este término.
Esta metodología se basa en la idea de que la investigación y la
acción pueden ser complementarias, ya que, al investigar un problema específico en un contexto determinado, se pueden identificar soluciones prácticas y concretas que puedan ser implementadas a través de programas de acción social.
Además de ello, esta estrategia de trabajo centra su idea en que
el conocimiento se construye de manera colectiva y que la investigación debe tener un impacto positivo en la realidad social en la que se desarrolla, buscando siempre la transformación de dicha realidad.
La investigación-acción se caracteriza por ser participativa, ya
que involucra a los distintos actores sociales en la identificación y resolución de problemas. Esto permite que las soluciones propuestas sean más efectivas, ya que parten de la experiencia y el conocimiento de las personas que viven en ese contexto, asimismo aquella combina la reflexión teórica con la acción práctica, permitiendo a los investigadores y a los sujetos implicados en la investigación colaborar de manera activa en la búsqueda de soluciones a problemas concretos, contribuyendo así al desarrollo y al cambio social.
En la actualidad, el término investigación-acción se ha
popularizado en el ámbito de la educación, siendo utilizada como una metodología de investigación que pretende generar un cambio o una mejora en una determinada situación a través de la reflexión y la acción conjunta de los investigadores y los actores involucrados en dicha situación, del mismo modo se entiende que más que una herramienta de investigación es un manera de comprender el proceso de enseñanza es decir, entender el rol del docente o pedagogo como un componente fundamental para este proceso incorporando el trabajo autónomo y la reflexión en ello.
Es importante poner en pie este tipo de investigación en el ámbito
educativo ya que favorece la comprensión y transformación de las prácticas pedagógicas puesto que con ello los docentes pueden mejorar su desempeño y adaptarse a las necesidades y expectativas de los estudiantes, además promueve la resolución de problemas y la toma de decisiones basadas en evidencias y estimula la construcción de conocimiento al interior de las comunidades educativas lo cual fomenta un ambiente colaborativo y de aprendizaje mutuo, donde tanto los alumnos como los docentes pueden aportar sus conocimientos y experiencias para enriquecer el aprendizaje de todos. De acuerdo con Kemmis y McTaggart (1988) señalan que las características de esta metodología es que esta herramienta de trabajo es de origen participativo, es decir, todas las personas que la practiquen lo hacen con el fin de mejorar en el campo de prácticas, esta investigación sigue un patrón que se repite una y otra vez como es la planificación, acción, observación para dar paso a la reflexión del mismo modo, es un proceso dinamico de aprendizaje, orientado a la reflexión.
A estas particularidades hay que incluir que esta también sirve
como para que el profesorado pueda reconstruir su conocimiento y reflexión profesional que se trabaja de manera colaborativa entre ellos. Conclusiones
La investigación-acción combina la reflexión teórica con la acción
práctica, permitiendo a los investigadores y a los sujetos implicados en la investigación colaborar de manera activa en la búsqueda de soluciones a problemas concretos, contribuyendo así al desarrollo y al cambio social.
La investigación-acción se basa en la idea de que los profesores
son los más indicados para identificar los problemas y desafíos que enfrentan en su trabajo diario, y que tienen la capacidad de reflexionar sobre su práctica y tomar decisiones informadas para mejorarla.