Agrupaciones Argentinas
Agrupaciones Argentinas
Agrupaciones Argentinas
Fernando Fader “La vida de un día” 1917-18 Serie compuesta de ocho óleos del
mismo rancho enmarcado por el paisaje de las sierras cordobesas. De una a otra
los colores van cambiando con la luz
típica secuencia Impresionista.
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La obra de Fernando Fader presenta claramente dos etapas. Fader había
estudiado en Munich, Alemania, con Frederic Von Zügel, pintor alemán de
técnica de plein air. A su retorno al país, en 1904, se instaló en su
Mendoza natal. La pintura de esa época no es Impresionista. Esta
tendencia aparecería, en colorido y factura, en los paisajes cordobeses de
la última época de Fader. Su pintura, principalmente la de características
impresionistas, influyó en forma notable en muchos jóvenes pintores
argentinos y significó el reencuentro con el paisaje nacional. Entre los que
Fernando Fader “En el potrero”
1922 acusaron la influencia de Fader debemos anotar varios integrantes de la
Fader, al igual que Martín Agrupación Nexus, que surgió en 1907.
Malharro, consideraba que las El grupo Nexus: la tradición nacional
posibilidades de desarrollar un
En la primera década del siglo XX diversas exposiciones y acontecimientos
arte nacional, radicaba en la
institucionales acompañaron a una perspectiva diferente. Varios artistas
representación de sus paisajes. A
que retornaron a Buenos Aires, finalizados sus estudios en academias o
través de ellos, pretendía
talleres europeos, se inclinaron hacia una pintura que valoraba de manera
cristalizar la “esencia” de la explícita los rasgos regionales. Estos pintores apuntaban al regionalismo,
Nación. al costumbrismo folklórico, a las virtudes tradicionales, a un pasado que se
suponía idílico y heroico, que en esa época desaparecía frente a sus ojos.
Quizá con ingenuidad apoyaban la actitud nacionalista de ciertos grupos
políticos e intelectuales.
En este contexto se formó el grupo Nexus. Integrado por Pío Collivadino,
Fernando Fader, Cesáreo Bernaldo de Quirós, Arturo Dresco, Alberto
Rossi, Justo Lynch y Carlos Pablo Ripamonte.
Desde los primeros tiempos del Ateneo, se discutió el tema del
nacionalismo en el arte (Rafael Obligado por una parte, Eduardo Schiaffino
y Calixto Oyuela por la otra). En “La muerte del payador”, Obligado
advierte que para el gaucho el progreso es diabólico. Juan Sin Ropa –el
Pío Collivadino “Humo de trenes o forastero, el diablo- es el gringo, inútil para las tareas del campo, que
Máquinas en movimiento” 1910 arrasará la pampa y terminará con las tradiciones criollas. Es el precio del
progreso.
Inicios del
Al comenzar el siglo XX Martín Malharro manifestaba sus preocupaciones
por la identidad en el arte. Para fundamentar la pintura nacional –escribió-
, “es necesario que olvidemos casi lo que podamos haber aprendido en las
escuelas europeas. Es preciso que, frente a la naturaleza de nuestro país,
indaguemos sus misterios, explorando el signo, el medio apropiado a su
interpretación, aunque nos separemos de todos los preceptos, conocidos o
adquiridos de tales o cuales maestros, de estas o aquellas maneras.
Aunque estudiando y asimilando todo lo que haya de mejor en las escuelas
europeas, deberá nuestro arte tener sus raíces en el país, adaptándose en
un todo a sus condiciones, a sus principios naturales, históricos y sociales”.
En 1907 Fernando Fader pronunció la conferencia “Posibilidades de un
arte nacional y sus probables caracteres”, en la que dirigiéndose a los
pintores, advirtió: “Abrid vuestros ojos y ved vuestra patria. Eso yo lo llamo
gran arte. Sed tan fuertes que vuestras obras representen sólo aquello que
puede ser nuestra patria. Eso es arte”. Para el pintor, representar los
Cesáreo Bernaldo de Quirós “El paisajes del país, transponerlos a la tela, en definitiva, era una manera de
muchacho de los arreos” 1925 expresar la “esencia” de lo nacional.
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Grupo de Florida: la diversidad moderna
El periódico Martín Fierro fue la tribuna más importante del arte vivo
entre 1924 y 1927; muchos escritores y poetas escribieron sobre arte
contemporáneo y sobre algunas exposiciones, por lo general guiados por
la amistad. El nombre que siempre aparece como guía en este tema es el
de Alberto Prebisch.
En 1928 tuvo lugar el Primer Nuevo Salón, que se llevó a cabo en las salas
de Amigos del Arte. Este Nuevo Salón significaba la firme voluntad de los
artistas de vanguardia de no ceder en la lucha. Aparecieron en sus
muestras los nombres de Basaldúa, Butler, Figari, Forner, Guttero, Norah
Borges, Morera, Pettoruti, Xul Solar y otros.
El arte nuevo, la nueva sensibilidad, había ganado un periódico: Martín
Fierro, y una asociación: Amigos del Arte, en las salas de Van Riel, y a
Emilio Pettoruti “Dinamica medida que volvían al país los integrantes de la generación joven contaba
spaziale” 1914 en Italia conoció a con nuevos propulsores.
los futuristas y en 1914 participó
de la Prima Esposizione Invernale En los primeros años del siglo XX, una nueva generación comenzó a viajar
Toscana. Cuando hizo estos al Viejo Continente. Entre los últimos que viajaron antes de la Primera
dibujos al carboncillo ya había Guerra Mundial, algunos se encontraron, casi por casualidad, con las
comprendido la problemática vanguardias del siglo XX. Xul Xolar conoció la ruta abierta por Wassily
EL JINETE AZUL
futurista de la representación Kandisnky y por Der Blaue Reiter, Pettoruti descubrió el futurismo, el
abstracta del movimiento. Energía
cubismo y la abstracción. La idea de “lo nuevo” que animó a estos artistas
y movimiento eran sus temas
se enfrentaba con el naturalismo, el impresionismo, el tradicionalismo, el
centrales.
regionalismo, el nacionalismo y todo el legado del siglo XIX.
Las obras expuestas en Florencia
fueron las primeras abstracciones Xul Solar y Pettoruti retornaron a la Argentina en 1924, y unos días
de un artista latinoamericano. después visitaron a Evar Méndez, director del periódico Martín Fierro. El
La etapa abstracta de Pettoruti 13 de octubre de 1924, Pettoruti inauguró su exposición individual en el
finalizó pronto. La pintura, según
Salón Witcomb de la calle Florida. Frente al artista de avanzada que
sus propósitos, debía ser
llegaba inesperadamente de Europa, con su “futurocubismo”, la crítica y el
“construcción y color”.
público se dividieron en dos sectores. Algunos, con hostilidad, afirmaron
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que afectaba
que la exposición “constituía una grave ofensa inferida a la dignidad del
país”. En cambio, Pedro Blake, en Martín Fierro del 20 de septiembre de
1924, expresaba: “Nunca había llegado a Buenos Aires una obra de arte de
las modernas escuelas de vanguardia. Cabe a un argentino el coraje de
iniciar la fatigosa cruzada en pro de las nuevas formas plásticas”.
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La mayor parte de ellos apenas había finalizado sus estudios elementales y
su educación se había realizado en las bibliotecas socialistas y anarquistas,
o en las sociedades obreras de resistencia. Los cinco artistas dedicaron la
mayor parte de su obra a la crítica social. En sus trabajos, los personajes
de las clases bajas están caracterizados en oposición a las clases altas, de
cuyo poder resultan sus miserias y sufrimientos.
Las actitudes públicas más tempranas que revelan la posición del grupo se
produjeron en 1914, con la organización del Primer Salón de los Recusados
en un establecimiento comercial dedicado a la venta de artículos de dibujo
y a la fabricación de marcos. Este Salón, coincidió con el Salón Nacional de
Buenos Aires, imputado de seleccionar los premios entre las obras más
académicas y anacrónicas.
Revista Claridad N° 7 - 1927 En 1919 el Grupo de los Cinco expuso sus trabajos en los sindicatos y a la
salida de los obreros de las fábricas, en la calle o en camiones. En su mayor
parte, las obras de estos artistas eran grabados. “la voz del grabado –
señala Hebequer- es hoy la voz que llega a todos los rincones del mundo.
La facilidad de su reproducción (…) facilita la multiplicación fantástica de la
estampa, conservando lo mismo su nobleza artística y espiritual”.
Después de 1918, con motivo de la mudanza de Facio Hebequer a un taller
de Parque Patricios, el grupo se relacionó con los escritores del llamado
Grupo de Boedo, reunidos en torno a la Editorial Claridad, que publicaba la
revista del mismo nombre. Desde entonces, en muchas oportunidades los
trabajos de la editorial fueron ilustrados con grabados y dibujos de los
Artistas del Pueblo.
Álvaro Yunque explicó la situación de esos años desde su óptica ideológica.
Adolfo Bellocq “El que no llora no Dos grupos dominaban la escena, “Los de Boedo –escribió- querían
mama” 1927 La temática transformar el mundo, y los de Florida se conformaban con transformar la
reiterada de sus grabados son los literatura. Aquéllos eran revolucionarios. Éstos, vanguardistas”. Leónidas
atorrantes, los vagos, los
Barletta, por su parte, agregaba: “Los de Martín Fierro querían la
mendigos, las prostitutas, los
conventillos y, en particular, la revolución para el arte, y los de Claridad, el arte para la revolución”.
miseria. Sus obras más difundidas
Lógico era que la calle de Boedo, el barrio, el sector humilde y laborioso de
fueron las 169 xilografías con las
que ilustró el Martín Fierro de
la ciudad, enfrentara a la calle Florida, tradicional elegante punto de
José Hernández, en 1930. reunión de la elite. En Florida tenía su sede Amigos del Arte, y cerca de
Asimismo, realizó las 70 Florida, en la calle Tucumán, la editorial de Martín Fierro. La batalla se
ilustraciones xilográficas para denominó Florida-Boedo. Pero en realidad eran dos visiones, dos formas
Historia de Arrabal (1922), de
de vida, las que se enfrentaban. Si por un lado se practicaba un arte por el
Manuel Gálvez, una narración principios estéticos
sobre la prostitución, la mala vida
arte mismo y se discutían sólo premisas estéticas, por el otro era un arte
y el drama de las clases obreras como medio para reivindicar una posición social menospreciada por las
de Buenos Aires, en la época de la clases elevadas. El arte debía ser una protesta y una denuncia, un látigo
expansión a causa de la que fustigara injusticias y vicios.
inmigración europea. En 1963
ilustró con 25 xilografías El
Matadero de Esteban Echeverría.
5
Los pintores de La Boca: escenas que enaltecen el trabajo en el Riachuelo
6
El grupo Orión: el surrealismo lírico
Bibliografía
López Anaya, J. (2005). Arte argentino. Cuatro siglos de Historia (1600-2000).
Buenos Aires: Emecé Editores S.A.
San Martín, M. (2007). La pintura en la Argentina. Buenos Aires: Editorial Claridad
S.6A.