Trabajo Final Delgado - César-2022
Trabajo Final Delgado - César-2022
Trabajo Final Delgado - César-2022
A mi Director de tesis, Juan Martín Brussino Kain, por todo los consejos y
enseñanzas brindadas en esta etapa de investigación.
A mis tíos y primos, que a pesar de la distancia siempre pude contar con ellos.
A mis abuelos Rafael, Roque y Violeta, estoy seguro de que desde donde se
encuentren están orgullosos de mí.
Índice
INTRODUCCIÓN 5
Objetivos de investigación 9
Tipo de investigación 10
Diseño de investigación 10
Fuentes de datos 10
1.1Internet 12
Motores de búsqueda 14
Redes sociales 15
2.1 Conceptualización 16
3.1 Conceptualización 26
3.5 ¿Cómo abordar jurídicamente a las Fake News? Estándares del sistema
interamericano de derechos humanos 35
CAPITULO IV. DERECHO AL OLVIDO DIGITAL COMO RESPUESTA DEL
ORDENAMIENTO JURÍDICO 39
4.1 Concepto 39
CONCLUSIONES 59
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA 62
INTRODUCCIÓN
Es un hecho que como sociedad nos encontramos inmersos dentro de una era de
globalización de la información y del conocimiento debido al desarrollo de Internet
y de las nuevas tecnologías de la información y comunicación. Este desarrollo y
proliferación de las nuevas tecnologías ha proporcionado una verdadera
revolución en nuestra vida cotidiana y, sin lugar a dudas, el modo en que nos
informamos también ha evolucionado.
Las fake news fueron creadas para desinformar al público en general y para
manipular su toma de decisiones. Como así también, para inducir a error,
desprestigiar o enaltecer a las personas, instituciones o servicios, con el fin de
obtener beneficios económicos y/o rédito político.
Como señalan De Luca y Luzza (2019) las noticias falsas en Internet se pusieron
de moda, pero no son algo nuevo. “Siempre existieron, transmisibles de boca en
1
Fuente: https://dictionary.cambridge.org/es/diccionario/ingles/fake-news
5
boca o mediante anónimos, a través de la prensa, de las novelas, posteriormente
por la radio y la televisión, hasta llegar a la actual revolución digital”.
Al igual que en el resto del mundo, en Argentina las fake news en Internet se
difunden rápidamente y provocan diversos daños sociales, atentan contra la
democracia, impactan en las políticas públicas, en los procesos electorales, son
un peligro para el periodismo de calidad y los poderes públicos. Muchas veces
esta difusión de fake news a través de las redes sociales o los motores de
búsqueda también provocan daños a los particulares, vulnerando su derecho al
honor, imagen y/o intimidad.
6
eximía en gran medida de la responsabilidad por el contenido transmitido a través
de sus sistemas. A medida que los motores de búsqueda se convirtieron en la
ventana al mundo para muchos de nosotros, y las plataformas de redes sociales
superaron a la televisión en términos de tiempo de visualización, se ha vuelto más
difícil para las grandes empresas tecnológicas afirmar que sólo se dedican al
desarrollo de estas tecnologías.
7
seguridad social. Las deudas se habían resuelto hacía mucho tiempo, pero los
artículos conservaban una posición destacada en los resultados de las búsquedas
de su nombre.
8
- ¿Qué parámetros se deben tener en cuenta a la hora de regular este tipo
de contenido ilícito sin caer en la censura considerando la amplia
protección de los derechos a la libertad de expresión y a la libertad de
prensa que ampara nuestro bloque de constitucionalidad?
Objetivos de investigación
Es por eso que este Trabajo Final de Grado tiene como objetivo principal
analizar y problematizar si la utilización del “Derecho al olvido” en nuestro régimen
jurídico es una herramienta legal suficiente para combatir la propagación de fake
news que atenten contra el derecho al honor, imagen y/o intimidad de una
persona y qué otras alternativas más eficaces existen actualmente.
9
Metodología y tipos de estudios que se desarrollarán.
El método puede entenderse como un camino al conocimiento o un conjunto de
procedimientos de investigación de las ciencias. En la investigación no existe un
método único, universal e incontrovertible. Por otra parte, cuando hacemos
mención al diseño de investigación, se entiende que su objeto es proporcionar un
modelo de verificación que permita contrastar hechos con teorías, y su forma es
la de una estrategia o plan general que determina las operaciones necesarias
para hacerlo.2
- Tipo de investigación
La investigación realizada será aplicada, ya que se otorga primacía a la
sistematización de los conceptos de carácter jurídico. Se utilizará un enfoque
cualitativo donde a partir de la interpretación se intentará explicar si el Derecho al
olvido es la mejor herramienta jurídica para evitar la propagación de fake news en
Internet, que otras alternativas nos ofrece actualmente nuestro ordenamiento
jurídico y problematizar sobre la necesidad o no de una regulación más eficaz.
- Diseño de investigación
El presente trabajo se enmarca en el diseño doctrinal de tipo jurídico descriptivo,
ya que lo que se realiza consiste en aplicar “de manera pura” el método analítico
a un tema jurídico, es decir, consiste en descomponerlo en tantas partes como
sea posible3.
- Fuentes de datos
Los datos que se recolectarán para el análisis provendrán principalmente de la
normativa, jurisprudencia y doctrina en relación al tema seleccionado.
2
Sabino, C. (1996). El proceso de investigación. Recuperado el 17 de 06 de 2021, de
http://paginas.ufm.edu/sabino/word/proceso_investigacion.pdf
3
Tantaleán Odar, R. (2016). Tipologías de las investigaciones jurídicas. Recuperado el 25 de 06 de 2021, de
https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/5456267.pdf
10
jurisprudencia dentro de la temática, teniendo como fuente principalmente lo
establecido por la Corte Suprema de Justicia de la Nación y la Cámara Nacional
de Apelaciones en lo Civil y Comercial.
11
CAPITULO I. PRECISIONES TERMINOLÓGICAS
1.1Internet
Internet puede ser definido como aquella red que permite la intercomunicación y
transmisión de datos entre diferentes personas de diferentes partes del mundo,
posibilitando el intercambio de información entre los dispositivos conectados a
esas redes. Internet es un “medio de acceso a la información que permite a
diversos actores interactuar con diversos fines” (Ferández Delpech 2014).
4
Fuente: https://ap.ohchr.org/documents/S/HRC/d_res_dec/A_HRC_32_L20.pdf
12
cumplen los intermediarios de internet y cuál es su importancia, para así poder
analizar qué tipo de responsabilidad les corresponde por el contenido ilícito que
difunden, en el caso del presente trabajo, por la difusión de fake news.
13
1.3 Proveedores intermediarios
Una vez analizado el concepto de Internet y haber distinguido a los diferentes
actores que lo conforman, a los fines de este trabajo, nos concentramos en uno
de estos actores, que son los proveedores intermediarios.
- Motores de búsqueda
Estos permiten al usuario ingresar a bases de datos con programas de búsqueda
de lo solicitado mediante hipervínculos. Empresas como Google, Yahoo!, etc.,
permiten al usuario localizar automáticamente la información solicitada a través de
un sistema de algoritmos.
5
Informe sobre la Responsabilidad de intermediarios de Internet en América Latina: Hacia una regulación inteligente de la
economía digital realizado por el Centro de Estudios en Tecnología y Sociedad de la Universidad de San Andrés (CETyS)
en marzo de 2021. Recuperado de:
https://publications.iadb.org/publications/spanish/document/Responsabilidad-de-intermediarios-de-internet-en-Am%C3%A9r
ica-Latina-Hacia-una-regulacion-inteligente-de-la-econom%C3%ADa-digital.pdf
14
Dicho de otro modo, el motor de búsqueda “indexa” información alojada en sitios
creados por terceros. El usuario escribe la palabra o frase que pretende buscar y
es este “buscador” el que indica (indexa) de forma automática una lista de los
sitios de Internet vinculados con la palabra o frase buscada.
Además, Frene agrega que: 1) los “buscadores” brindan este servicio a través de
sistemas informáticos automáticos de actualización constante que rastrean la
información que se va agregando a Internet; y 2) el “buscador” no provee el
contenido de los sitios “encontrados” mediante su servicio de búsqueda, respecto
de los cuales es un tercero ajeno.
- Redes sociales
Las redes sociales pueden ser definidas como aquellas “plataformas de
comunicación en Internet que permiten a los usuarios interactuar a través del
intercambio de datos personales comunes que facilitan la creación de redes”
(Fernández Delpech 2014).
Aquino Britos (2021) entiende que las redes sociales son “sitios de Internet
(plataformas informáticas) que permiten a los usuarios mostrar su perfil, subir
fotos, contar experiencias personales, chatear con sus amigos y, en general,
compartir e intercambiar contenidos de todo tipo (información, opiniones,
comentarios, noticias, fotos y videos)”.
15
CAPITULO II. LIBERTAD DE EXPRESIÓN
2.1 Conceptualización
El derecho a la libertad de expresión es uno de los primeros y más relevantes
logros del constitucionalismo clásico. Este derecho ampara la manifestación del
pensamiento, cualquiera sea el medio empleado para difundirlo. Tanto la palabra
oral como la escrita, la imagen, el gesto y la actitud están protegidos por esta
libertad (Ziulu, 2014).
El derecho a la libertad de expresión puede ser vista desde dos puntos de vista:
uno social y otro individual.
16
definitiva, el medio que permite a la comunidad, en el ejercicio de sus opciones,
estar suficientemente informada. En consecuencia, se puede decir que una
sociedad que no está bien informada no es una sociedad verdaderamente libre”6.
Por otro lado, la libertad de expresión puede considerarse como un medio para
mejorar la autonomía individual (Scioscioli, 2013). La expresión de opiniones
permite al individuo expresar su personalidad. Al mismo tiempo, la libertad de
expresión fomenta la autonomía del receptor porque la exposición a todo tipo de
opiniones es necesaria para permitir que el individuo desarrolle una identidad
propia.
6
Corte Interamericana de Derechos Humanos, La Colegiación Obligatoria de Periodistas (Arts. 13 y 19 Convención
Americana sobre Derechos Humanos), Opinión Consultiva OC-5/85 del 13 de noviembre de 1985
17
de la integridad moral, el respeto debido a las personas, su derecho a no ser
intimidados o insultados públicamente. La historia del nazismo tiene un peso
considerable en esta diferencia en la cultura jurídica.
● Además, a través del debate público, los ciudadanos con opiniones sobre
un tema determinado pueden presentar al gobierno ideas, innovaciones de
las que puede aprender. El debate libre sobre nuevas leyes también ayuda
a garantizar que estas leyes cuenten con el apoyo de la población y, por lo
tanto, es probable que sean más respetadas. Por el contrario, la legislación
que sólo encuentra ecos negativos en la población puede eventualmente
ser derogada por el gobierno.
18
humanos. También permiten a los periodistas y activistas destacar
cuestiones de derechos humanos y abusos de derechos humanos y
convencer al gobierno de que actúe.
Internet es una red de redes que trasciende las fronteras geográficas y políticas,
sin lugar a dudas puede considerarse como un momento sin precedentes para el
ejercicio de la libertad de expresión, en la que uno puede comunicarse libre e
instantáneamente de un extremo al otro del mundo.
Rico Carrillo (2012) explica que “a través de las redes sociales, blogs o páginas
web se producen y comparten una gran cantidad de contenidos e información que
toman un enorme impacto y viralidad. El funcionamiento de las redes sociales
permite la difusión de información personal por parte de terceros y la pérdida de
control de la información suministrada por el propio usuario. En muchos casos los
usuarios publican información de otras personas (usuarios o no) sin el
19
consentimiento de los afectados y sin tomar conciencia de los resultados de sus
acciones”.
20
los habitantes de publicar sus ideas mediante los medios de comunicación,
diarios, revistas, televisión, radio, etc., sin un previo control que elimine palabras
y/o ideas de su idea original (Risso, 2018).
21
La Declaración Universal de Derechos Humanos también protege a la libertad de
expresión en su artículo 18º donde determina que “Toda persona tiene derecho a
la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la
libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar
su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en
privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia.”; Ampliando su
protección en el artículo 19 “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y
de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus
opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas,
sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”.
22
constitucional como los tratados internacionales reconocen que el derecho a la
libertad de expresión no es un derecho absoluto y requiere para su limitación el
cumplimiento de determinados requisitos. En el marco jurídico internacional, los
límites al ejercicio del derecho a la libertad se definen en diversos instrumentos
internacionales de Derechos Humanos.
7
Botero Catalina (2009). Marco jurídico interamericano sobre el derecho a la libertad de expresión.
Recuperado el 15 de 08 de 2021, de
http://www.cidh.org/pdf%20files/Marco%20Juridico%20Interamericano%20estandares.pdf
23
derecho no puede ser objeto de medidas de control preventivo o previo,
sino de la imposición de responsabilidades posteriores para quien haya
abusado de su ejercicio, es a través de este mecanismo que se deben
establecer las restricciones admisibles a la libertad de expresión.
● Prohibición de la censura indirecta. Art. 13.3 de la Convención Americana:
No se puede restringir el derecho de expresión por vías o medios
indirectos, tales como el abuso de controles oficiales o particulares de
papel para periódicos, de frecuencias radioeléctricas, o de enseres y
aparatos usados en la difusión de información o por cualesquiera otros
medios encaminados a impedir la comunicación y la circulación de ideas y
opiniones.
● En delitos de difamación debe prevalecer el uso de leyes civiles y no
penales: Dado el carácter fundamental de la libertad de expresión en una
sociedad democrática, las responsabilidades ulteriores que se impongan
por expresiones sobre asuntos de interés público deben ser, en lo posible,
de naturaleza civil y no penal, pues este último tiene por efecto
desincentivar el ejercicio libre del derecho a expresar opiniones y difundir
información de relevancia pública.
25
CAPITULO III. FAKE NEWS.
3.1 Conceptualización
Para comenzar este capítulo es importante aclarar que el concepto de fake news
y su traducción es cuestionado por muchos expertos. Diogo Rais entiende que la
traducción de fake news no debe ser simplemente “noticias falsas”, sino “noticias
fraudulentas, sabiamente mentirosas, pero producidas con la intención de
provocar daño”8.
Los autores relacionan a las fake news con la llamada “posverdad”, la cual es
definida por el Diccionario de la Real Academia Española como “distorsión
deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de
influir en la opinión pública y en actitudes sociales”10.
Si bien tanto diccionarios como autores vinculan el término fake news con la
manipulación de una noticia auténtica con un afán humorístico,
Rodríguez-Ferrándiz (2019) entienden que hay que “distinguirlas de aquellas que
también imitan la apariencia de géneros conocidos como noticias, reportajes,
entrevistas, pero que tienen una finalidad maliciosa de desinformar sobre asuntos
políticos, porque piran a ser tomadas por fidedignas o al menos plausibles. Y que
pueden reportar, por otra parte, cuantiosos ingresos”.
McNair, citado por Rodríguez-Ferrándiz (2019), nos explica que “es importante
distinguirlas cuidadosamente no sólo de las parodias explícitas, sino también del
8
Rais, Diogo. Entrevista para site Conjur, 12 de agosto de 2018. Recuperado el 29 de 08 de 2021 en:
https://www.conjur.com.br/2018-ago-12/entrevistadiogo-rais-professor-direito-eleitoral
9
Fuente: https://dictionary.cambridge.org/dictionary/english/fake-news
10
Fuente: https://dle.rae.es/posverdad?m=form
26
sesgo político partidista”. Para este autor las fake news son “desinformación
intencionada (invención o falsificación de hechos conocidos) con fines políticos
y/o comerciales, presentada como noticias reales”.
Aquino Britos (2021) citando a Vaninetti clasifica a las noticias falsas en diferentes
categorías:
Es cierto que, de una forma u otra, la difusión de noticias falsas es tan antiguo
como el propio idioma, aunque el tema ha cobrado especial importancia como
consecuencia de la inmediatez que permite Internet, especialmente en el entorno
de las redes sociales, ya que estas permiten a los usuarios producir y consumir
contenidos a la vez, lo que facilita la difusión sin control de contenido engañoso o
falso.
27
La proliferación de estos contenidos permite el acceso a los ingresos publicitarios
debido a que se busca generar un tráfico a partir de contenidos falsos y, sobre
todo, titulares sensacionalistas para que la gente acceda a una información que
no es relevante; y por otro lado, desde el aumento de la polarización
político-electoral, con posibilidades reales de que la práctica influya
indebidamente en las elecciones de un país (De Luca-Luzza, 2019).
11
IFLA, How To Spot Fake News, Recuperado el 13 de 09 de 2021 en: https://repository.ifla.org/handle/123456789/195
28
evitar que sean los gobiernos quienes limiten los derechos de libertad de
expresión e información en la web.
Esta sencilla infografía recomienda ocho pasos a seguir para identificar una
noticia falsa: “1) verificar la fuente: investigar más allá del sitio web dónde está
publicada la noticia, objetivo e información de contacto; 2) leer más allá: Un titular
impactante puede querer captar la atención, ¿Cuál es la historia completa?; 3)
¿quién es el autor?, hacer una búsqueda rápida para verificar si es fiable o real; 4)
buscar fuentes adicionales: verificar que haya datos que avalen la información; 5)
comprobar la fecha: publicar noticias viejas no significa que sean relevantes para
hechos actuales; 6) asegurarse que no se trate de una sátira; 7) considerar su
sesgo: tener en cuenta que las creencias personales pueden alterar la opinión; 8)
preguntar a un experto o sitio web de verificación”.
El método que utiliza para detectar fakes news consiste en ocho pasos: 1)
Seleccionar una frase del ámbito público; 2) Ponderar su relevancia; 3) Consultar
a la fuente original; 4) Consultar a la fuente oficial para corroborar su validez; 5)
Consultar a fuentes alternativas; 6) Ubicar en contexto; 7) Confirmar, relativizar o
desmentir la afirmación; y 8) Calificar como verdadero, engañoso, exagerado o
falso12.
12
Fuente: https://chequeado.com/metodo/
29
reforzar la capacidad de los usuarios a leer críticamente las noticias, pudiendo
distinguir más fácilmente entre noticias falsas y verdaderas.
Aquino Britos (2021) entiende que “las fake news buscan eminentemente la
desinformación, aunque también son el canal idóneo para crear opiniones
sectarias, infundadas, intolerantes y destructivas que pueden socavar incluso la
paz social de un Estado; cuando no afectar actividades económicas, financieras o
incluso los derechos personalísimos de las personas”.
30
Por otro lado, esta difusión de fake news a través de las redes sociales o los
motores de búsqueda también provocan daños a los derechos personalísimos de
los usuarios, tanto en su desarrollo personal y/o profesional generando una lesión
en su derecho al honor, imagen y/o intimidad o instigar la violencia, la
discriminación o la hostilidad hacia personas o grupos identificables de la
sociedad.
En este trabajo nos concentramos en estos últimos, en aquellos usuarios que ven
vulnerados sus derechos personalísimos como son el derecho al honor, imagen
y/o intimidad por la viralización de fake news a través de Internet.
13
OEA, Libertad de expresión e Internet, Informe de la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión, CIDH,
OEA/Ser.L/V/II. CIDH/RELE/INF. 11/13, 31 de diciembre de 2013, párr. 92. Recuperado el 28 de 08 de 2021 en:
https://bit.ly/1WHr6cD
31
- Régimen de responsabilidad de los Intermediarios de Internet:
Argentina actualmente no cuenta con una regulación general ni específica sobre
la responsabilidad que le cabe a los intermediarios de Internet por el contenido
ilícito que difunden. Sin embargo, la doctrina y la jurisprudencia ha ido
construyendo un marco normativo aplicable. En nuestro país, para determinar la
responsabilidad de los intermediarios de Internet, resultan de aplicación las
normas generales sobre responsabilidad civil.
Como bien señalan De Lucca y Luzza (2019), siguiendo a Molina Quiroga, puede
observarse que en materia de responsabilidad existen tres grandes grupos que
dividen la doctrina y la jurisprudencia:
33
● Asimismo, se estableció que los gobiernos también deben adoptar y aplicar
leyes y políticas que protejan el desarrollo del sector privado y el desarrollo
de medidas técnicas, productos y servicios que promuevan la libertad de
expresión. Deben asegurar la adopción de medidas legislativas, la
formulación de políticas y otros procesos de establecimiento de normas
relativas a los derechos y las restricciones de Internet para proporcionar al
sector privado, la sociedad civil, la comunidad técnica y el mundo
académico oportunidades significativas para participar y realizar
aportaciones.
En el caso “Rodríguez, María Belén c. Google Inc. y otro s/Daños y perjuicios” del
28 de octubre de 2014, nuestro más alto Tribunal de justicia entendió que la
responsabilidad de los motores de búsqueda es subjetivo, ya que “estos son
meros intermediarios que se limitan a mostrar contenidos generados por terceros
que se encuentran dentro de otras páginas web y que la responsabilidad de estos
surge, excepcionalmente, cuando no actuaran con la debida diligencia una vez
que estos toman efectivo conocimiento de la ilicitud de estos contenidos”.
De esta forma, a partir del caso “Rodríguez, María Belén” se ha cerrado el debate
en torno al tipo de responsabilidad que le cabe a los proveedores intermediarios
por indexar contenido ilícito de terceros. Este precedente se ha mantenido en
otras sentencias contra los motores de búsqueda (Por ejemplo en el caso
“Gimbutas CSJN-Fallos 340:1236”).
34
3.5 ¿Cómo abordar jurídicamente a las Fake News? Estándares del sistema
interamericano de derechos humanos
A la par de la responsabilidad civil que les cabe a los proveedores intermediarios
de Internet por el contenido ilícito que difunden (entre ellos las fake news) y el
daño que provocaron con esa difusión, hay que tener en cuenta que es necesario
implementar un mecanismo legal que evite que estas se sigan difundiendo en el
tráfico de Internet.
35
Algunos de estos principios que pueden servir de base para abordar jurídicamente
a las fake news sin vulnerar el derecho a la libertad de expresión deben ser
tomados de la “Declaración Conjunta Sobre Libertad De Expresión Y “Noticias
Falsas" (“Fake News”), Desinformación Y Propaganda” establecidos por expertos
en libertad de expresión de la ONU, OSCE, CIDH y Comisión Africana de
Derechos Humanos y de los Pueblos, el 3 de marzo de 2017.
36
● El bloqueo de sitios web enteros, direcciones IP, puertos o protocolos de
red dispuesto por el Estado es una medida extrema que sólo podrá estar
justificada cuando se estipule por ley y resulte necesaria para proteger un
derecho humano u otro interés público legítimo, lo que incluye que sea
proporcionada, no haya medidas alternativas menos invasivas que podrían
preservar ese interés y que respete garantías mínimas de debido proceso.
● Los sistemas de filtrado de contenidos impuestos por un gobierno que no
sean controlados por el usuario final no representan una restricción
justificada a la libertad de expresión”.
37
información confiable y fidedigna, incluido en temas de interés público,
como la economía, la salud pública, la seguridad y el medioambiente.
Por lo analizado hasta acá, resulta evidente que en nuestro país el uso del
derecho penal para este tipo de ilícitos resultaría una reacción desproporcionada
por parte del aparato estatal, ya que este puede tener un efecto disuasivo y
provocar la autocensura.
38
CAPITULO IV. DERECHO AL OLVIDO DIGITAL COMO RESPUESTA DEL
ORDENAMIENTO JURÍDICO
4.1 Concepto
Como señala Hugo Vanetti (2021), el derecho al olvido tiene su origen en la era
digital con la finalidad de corregir un “desajuste entre el dato publicado y la
realidad actual”.
Fernández Delpech (2015) lo define como un “derecho que tiene toda persona
física o jurídica de exigir a los sitios web motores de búsqueda, la supresión de
información o datos personales que ya no son necesarios para la finalidad por la
que fueron tratados o por el tiempo transcurrido o por ser inapropiados
irrelevantes o desactualizados”.
39
protección de datos personales. Se puede definir como el derecho que tiene el
titular de un dato personal a borrar, bloquear o suprimir información personal que
se considera obsoleta por el transcurso del tiempo o que de alguna manera afecta
el libre desarrollo de alguno de sus derechos fundamentales, salvo que en el caso
concreto prevalezca un interés público”14.
14
“XXV Jornadas Nacionales de Derecho Civil”, Universidad Nacional del Sur, 1 a 3 de octubre de
2015. Conclusiones. Comisión 10, “Derecho comparado. Daños derivados de la actividad de
Internet".
40
derecho a la información y a la libertad de expresión con el derecho al honor,
imagen e intimidad de los particulares.
En nuestro país, podemos ver mencionado este derecho por primera vez en la ley
25.326 sobre Protección de Datos Personales, sancionada en el año 2000, donde
en el artículo 26 inc 4º de dicha ley se establece el principio de la limitación en el
tiempo en que los datos deben ser destruidos una vez que han dejado de ser
necesarios o pertinentes para los fines a los cuales hubieran sido recolectados.
En dicha sentencia se decidió que los motores de búsqueda son responsables por
el tratamiento de los datos personales que se encuentran alojados en los sitios
web y que los particulares que son afectados por el tratamiento de estos datos
pueden pedir que determinada información personal, “inadecuada, no pertinente,
desactualizada o excesiva en relación con los fines para los que se recolectó”,
41
sea eliminada de los resultados de búsqueda “siempre que no exista interés
público”.
Los hechos comienzan cuando el abogado español Mario Costeja reclamó contra
Google la supresión de datos personales ante la Agencia Española de Protección
de Datos. Esta remite el caso al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE)
con la finalidad de que se expida sobre la interpretación de algunos artículos de la
Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo referida a la protección de las
personas humanas en lo relativo al tratamiento de datos personales y la libre
circulación de estos.
42
De esta forma, la sentencia del TJEU nos dejó, por un lado, la responsabilidad de
los intermediarios de Internet por el tratamiento de datos, y por otro, el nacimiento
de Derecho al Olvido digital, entendido este como la facultad del usuario de
solicitar la desindexación de los resultados de búsqueda de aquellos enlaces
dañosos (sean lícitos o ilícitos) primero solicitando al buscador y luego a la
autoridad judicial competente.
43
“Carrió, Elisa s/medida cautelar”
En el año 2019 circulaba en diferentes portales de noticias que el hijo de Elisa
Carrió, Enrique Santos, había sido detenido en México por tenencia de armas y
tráfico de drogas, e identificado a su vez como uno de los cinco líderes del Cártel
de Jalisco. Sin embargo, el medio digital argentino “Chequeado” consultó a la
justicia mexicana al respecto y la respuesta fue que “no se registra ninguna causa
en su contra, ni tampoco existen registros”15.
En primera instancia, la parte actora solicitó una medida cautelar para detener la
potencialidad dañosa de las fake news. Se hizo lugar y se obligó a Google Inc. el
retiro de los resultados de los motores de búsqueda de todas aquellas URL
relacionadas a la información falsa.
En cuanto a la medida cautelar cuestionada expresó que “no sólo se han reunido
los requisitos relativos al peligro en la demora y la verosimilitud del derecho de
quien la pretende sino también, como uno de los pilares centrales, la falsedad de
la noticia reproducida que, por consiguiente, generó la notificación al buscador
como paso previo ineludible para el surgimiento de la responsabilidad subjetiva
correspondiente, vinculada a las publicaciones efectuadas por terceros”.
Se argumentó que la medida cautelar solicitada refleja “su capacidad para detener
la potencialidad dañosa de la noticia, sin perjuicio de la necesidad de su extensión
15
Fuente: No, el hijo de Carrió no fue detenido en México con armas y un cargamento de drogas
44
hacia cada uno de los sitios originantes de ella que, pese a no haber sido creados
por el buscador, sin embargo son reproducidos por él con conocimiento de la
falsedad de su contenido, sin que se verificara previamente un comportamiento
diligente a fin de corroborar su verosimilitud”.
Esta solicitaba que se aplique el instituto del derecho al olvido digital en relación a
información vinculada al “caso Cóppola” a la cual consideraba “perjudicial,
antigua, irrelevante e innecesaria” y que esta ya no era de interés público.
En esta oportunidad, el juez de primera instancia Hernán Pagés del Juzgado Civil
nº 78 definió al derecho al olvido como la “potestad de exigir a los buscadores de
Internet que se suprima la conexión automática que se da entre nombres propios
y sitios que exhiben información personal acerca de esos sujetos, con
independencia de que los datos puedan ser correctos y veraces (...) y
permanezcan luego publicados en la página web en la que aparecen” (cons VII).
45
estos sean desindexados. Sin embargo, con respecto de ciertos contenidos
periodísticos de la prensa escrita señaló que “no ha sido suficientemente
demostrado en la causa que tal información esté asociada derechamente más al
morbo o a la excentricidad de su mensaje que a la relevancia pública del caso
‘Cóppola’, por lo que no hallo reunidos los presupuestos que permitan habilitar la
aplicación del derecho al olvido en su respecto” (Cons. IX)
En la sentencia se entendió que los hechos “no deja de ser una información
incorporada al patrimonio del consumo televisivo de una época”, y por lo tanto no
existe derecho “a privar de manera indiscriminada a todo internauta de la
posibilidad del acceso irrestricto a los contenidos así publicados a pesar de que
hayan transcurrido más de veinte años”, sin embargo, en este caso se reconoce
que al introducir en el buscador de Google los términos “Natalia Denegri” o
“Natalia Denegri caso Cóppola” aparecen videos e imágenes que “habrían
logrado alguna notoriedad a raíz de la procacidad o chabacanería propiciada por
el espacio televisivo del momento” y que dichos contenidos “no hacen al interés
general que pudo revestir el caso Cóppola”, con lo cual se concluyó que “si
alguien puede verse perjudicado por su reedición limitar su difusión en aras de
propiciar que tales episodios sean olvidados, pues su presencia no contribuye en
absoluto a finalidad valiosa alguna” (cons IX).
46
Se concluyó entonces que Google debe “suprimir toda vinculación de sus
buscadores (...) entre las palabras “Natalia Denegri”, “Natalia Ruth Denegri” o
“Natalia Denegri caso Cóppola” y cualquier eventual imagen o video, obtenidos
hace veinte años o más, que exhiban eventuales escenas que pudo haber
protagonizado la peticionaria cuyo contenido pueda mostrar agresiones verbales
o físicas, insultos, discusiones en tono elevado, escenas de canto y/o baile, así
como también, eventuales videos de posibles reportajes televisivos en los que la
actora hubiera brindado información de su vida privada”.
El juez Claudio Kiper de la Sala H mencionó con respecto a las fake news que “el
derecho al olvido tiene el efecto de limitar la difusión y circulación de noticias, lo
cual, si bien no suprime la información en sí misma, se restringe u obstaculiza su
acceso por parte de los medios tradicionales de búsqueda”.
Por esto se reconoció que la actriz De Negri tiene derecho a “que dejen de
reproducirse sus grotescas peleas en televisión con otros personajes que
cobraron notoriedad en su época por protagonizar escándalos televisivos”.
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En la sentencia se argumenta que no puede hablarse de censura “ya que se trata
de noticias y difusiones que fueron reproducidas por aproximadamente 24 años.
Tiempo por demás razonable”. Sin embargo, y al igual que en primera instancia,
la Cámara decidió mantener los vínculos periodísticos relacionados al caso
“Cóppola”, pero no los relativos a las peleas “grotescas” en programas televisivos.
Sobre esta última cuestión, la sentencia entendió que el caso “Cóppola” fue de
interés público.
La Cámara consideró que “de ninguna manera se puede permitir que el derecho
al olvido implique otorgarles a las personas la facultad de poder reescribir su
pasado, ni que sea ejercido abusivamente tal que pueda afectar a la libertad de
información”.
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Fuente:
https://www.clarin.com/deportes/familia-ex-presidente-boca-pedro-pompilio-gano-juicio-mediatico-jacobo-winograd-falsa-not
icia_0_cWRSTZv5X.html
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aportado a la causa ciertos elementos tendientes a demostrar la falsedad de la
información, en particular las declaraciones de tres testigos y la copia de la
sentencia obtenida (...) en orden a la determinación de la procedencia de la
medida pretendida por la actora, se considera que los elementos obrantes en las
actuaciones autorizan, al menos, a presumir fundadamente que las circunstancias
que precedieron a la muerte de P. P. difirieron sustancialmente de los relatos que
efectúan los contenidos cuestionados”.
En este caso se entendió que también debe aplicarse el derecho al olvido el cual
“se constituye en una herramienta eficaz para conciliar los derechos
fundamentales en puja -por un lado, el derecho a la información y la libertad de
expresión, y, por otro lado, el derecho a la intimidad y el honor- aportando la
alternativa de desvincular de los motores de búsqueda el nombre del sujeto con
relación a la noticia que se pretende suprimir, sin resultar trascendente si ésta
resultaba ser veraz, siempre que la información objeto de tratamiento haya
perdido actualidad, resulte irrelevante, sin ningún tipo de importancia informativa o
periodística, y se encuentre privada de interés público, histórico o científico”.
Por último se hace referencia al efecto potenciador que generan los motores de
búsqueda al mencionar que “resulta un hecho notorio que los enlaces que realiza
un motor de búsqueda a partir del nombre de la persona afectada son un vehículo
fundamental para la difusión de la información generada por los titulares de los
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sitios, y constituyen en consecuencia un factor multiplicador que contribuye al
agravamiento de los daños”.
Es por eso que se concluye que en este caso es pertinente aplicar, además de la
acción de habeas data y la acción preventiva de daños del art. 1710 del CCyC, el
derecho al olvido como herramienta para desindexar aquellos resultados del
motor de búsqueda pretendida por la parte actora.
Por otro lado, y con respecto al punto anterior, sólo serán desindexados por el
motor de búsqueda aquellos vínculos, enlaces o resultados de búsqueda
específicos que el damnificado presenta en la demanda. No serán desindexados
aquellos contenidos similares o reproducidos en otros sitios web.
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El tercer límite o requisito tiene que ver con los derechos de libertad de expresión
y de información de los usuarios de Internet, ya que para que esta herramienta
sea viable se necesita que la noticia afectada no sea de interés público, ya sea
por el transcurso de un tiempo razonable del evento o que éste simplemente haya
agotado la relevancia informativa o periodística.
Podemos concluir que existe una enorme dificultad para la utilización del derecho
al olvido digital para contrarrestar la divulgación de fake news en Internet, por
todo lo visto hasta aquí, se destaca por la velocidad e inmediatez en la
diseminación de contenidos, por lo tanto, mi conclusión en este punto es que esta
herramienta puede que sea efectiva pero no es eficaz para evitar que las fake
news se dispersen a gran velocidad por Internet, ya que tiene la finalidad de
dificultar la accesibilidad a esa noticia falsa, pero estas seguirán alojadas en
diferentes bases de datos y plataformas disponibles en internet sin ser
modificados.
Si bien es cierto que actualmente nuestro país no cuenta con una regulación
específica o eficaz en la materia, el derecho al olvido digital no logra ser una
herramienta fuerte ni de rápida ejecución para solucionar el problema de las fake
news.
Este derecho al olvido digital, así utilizado, tiene un alcance limitado y restringido
para ciertas y puntuales situaciones, por lo tanto resulta insuficiente para evitar
que una fake news siga vulnerando los derechos personalísimos del usuario
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afectado, ya que, si bien permite la posibilidad de que el motor de búsqueda -en
algunos casos- quite la accesibilidad a cierto contenido que, por el transcurso del
tiempo, han perdido interés y relevancia pública, esta herramienta no elimina la
fuente donde se encuentra aquella información ilícita.
Por lo tanto, este derecho otorga a los usuarios de Internet afectados la potestad
de exigir a los buscadores de Internet a suprimir la vinculación automática que se
da entre sus nombres y los sitios que exhiben información personal (sean falsos o
no) acerca de estos sujetos a los que les causa un daño, no a suprimir el dato el
cual seguirá existiendo en la fuente original, no será cambiado y seguirá
existiendo en Internet.
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encontrar cualquier tipo de datos de una persona, o noticias fuera de contexto
-sean o no falsas-.
Tampoco es una herramienta práctica para proteger a las personas afectadas por
una fake news, ya que esta no puede ser utilizada si no ha pasado un plazo
razonable donde se haya agotado el interés público. Si bien, como veremos más
adelante, otras herramientas que ya existen en nuestro ordenamiento jurídico
tampoco son inmediatas, el derecho al olvido digital tampoco viene a solucionar
esta ineficiencia jurídica.
Es por estos puntos que no resulta eficaz esta herramienta para contrarrestar la
divulgación de fake news en el entorno de Internet. Sí resulta práctico este
derecho para la desindexación de datos o noticias -sean verdaderas o falsas-
que forman parte de un pasado que ya no queremos que se recuerde tanto al
afectar nuestro honor o reputación en el presente.
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derecho constitucional de réplica o rectificación, y por el otro, la acción de habeas
data.
Si bien existe la posibilidad que una persona afectada por una fake news pueda
expresarse a través de internet gratuitamente, por ejemplo por medio de sus
redes sociales, el ejercicio del derecho a réplica a través del buscador o la red
social es un modo más simple y efectivo de rectificar una expresión ya que el
mismo intermediario por el que se dispersó la noticia falsa es quien publica la
rectificación.
Esta herramienta parece ser práctica para aquellos casos donde la fake news se
encuentre en un portal de noticias tradicional, pero la dificultad se encontraría al
intentar aplicarla en todas aquellas páginas, blogs, redes sociales, etc., donde el
funcionamiento es diferente a la de un diario digital.
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Por otro lado, esta herramienta no permite la eliminación, modificación o la
desindexación de los contenidos falsos, sólo una réplica posterior en una página
diferente.
Es por eso que la persona afectada que no encuentre a través de esta vía una
solución a sus intereses por la gravedad del daño tendrá otra vía incorporada en
la Ley de Protección de Datos Personales.
En relación a las fake news, podría decirse que la ley, en su artículo 16, inciso 1º,
dispone que “toda persona tiene derecho a que sean rectificados, actualizados y,
cuando corresponda, suprimidos o sometidos a confidencialidad los datos
personales de los que sea titular, que estén incluidos en un banco de datos”.
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un sujeto responsable de una base de datos y por esto lo obligó a suprimir o
bloquear el acceso a cualquier resultado del buscador relativo a los enlaces
denunciados por el titular del dato.
Sin embargo, la acción de hábeas data, al igual que el derecho al olvido digital,
presenta ciertas limitaciones que también dificultan su procedencia para evitar la
propagación de fake news.
Como señala Aquino Brito (2021), si bien esta herramienta está garantizada por el
artículo 43 de la Constitución Nacional y la Ley de datos personales, “la praxis
está presidida por la restricción del mismo, y no pocos observadores pusieron su
mirada en esta situación; se suma a ello la restricción en las medidas cautelares y
su dificultad, y más aún cuando la legislación adjetiva es restrictiva”.
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En primer lugar, podemos mencionar que uno de los límites al derecho a la
privacidad y a la protección de datos personales es el derecho constitucional a la
libertad de expresión y el derecho a la libertad de prensa, consagrados en los
artículos 14 y 32 de la Constitución Nacional y en varios tratados internacionales
como vimos hasta este momento. Esta acción no puede restringir la investigación
y difusión de información que son de interés público.
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En los casos vistos anteriormente, como por ejemplo en el caso “Pompilio,
Natalia”, para que proceda la acción de derecho al olvido se necesitó acreditar la
falsedad de la noticia a través de una sentencia judicial firme. Y para el caso de
“Carrió, Elisa” se necesitó probar la falsedad a través de una investigación en
organismos jurisdiccionales de México.
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CONCLUSIONES
Este trabajo final de grado tuvo como finalidad analizar los diversos mecanismos
que el ordenamiento jurídico ofrece para contrarrestar, minimizar o eliminar el
impacto que genera la divulgación de fake news en Internet que dañan los
derechos personalísimos al honor, imagen y/o intimidad de una persona.
Por otro lado, se han analizado otros mecanismos que ya existían en nuestro
ordenamiento jurídico que suelen utilizarse para proteger los datos personales de
una persona, dentro de los cuales se observó que ya existe una acción que
permite suprimir o modificar una noticia falsa, esta es la acción de Habeas Data.
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Se comprobó con relación a esta acción que los requisitos de “verosimilitud del
derecho” y “peligro en la demora” de la medida cautelar requerida para frenar la
viralización del daño en la web a causa de las fake news, es un remedio poco ágil,
quedando desfasado con los derechos personalísimos que se pretenden proteger
en este tipo de situaciones.
El derecho avanza, pero es muy difícil que esté por delante o a la par de los
avances tecnológicos, es importante remarcar cuando existen situaciones no
claramente previstas como es el caso de las fake news en Internet para que
puedan adoptarse decisiones normativas pertinentes.
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de grado, no debo dejar de mencionar que estas nuevas reglas no deben
desconocer los parámetros constitucionales y convencionales de protección al
derecho a la libertad de expresión, y tal como sostuvo la Corte Suprema de
Justicia en el caso “Rodríguez, María Belén c. Google Inc. s. daños y perjuicios”,
“toda restricción, sanción o limitación a la libertad de expresión debe ser de
interpretación restrictiva y toda censura previa que sobre ella se ejerza padece
una fuerte presunción de inconstitucionalidad”.
Puede que mientras no se halle una solución mejor, la respuesta, por ahora, se
encuentra, no en “olvidar”, sino simplemente en “no indexar”.
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