Cirugia
Cirugia
Cirugia
1 Evaluación prequirúrgica
Orientación REM
Este tema fue tenido en cuenta en los últimos exámenes, es importante abordar las características del procedimiento, como así también las parti-
cularidades en cada caso.
2. Evaluación inicial
Todo paciente que se va a operar debe recibir una “evalua-
1. Conceptos generales ción básica o inicial”. El objetivo de esta evaluación inicial es
detectar los pacientes que presentan riesgo, para que sean eva-
El objetivo de la evaluación prequirúrgica en pacientes sanos luados más profundamente. Involucra varios aspectos, la ma-
es detectar algún factor no conocido, que aumente los riesgos yoría relacionados con el paciente y otros relacionados con el
asociados a procedimientos y que permita implementar estra- tipo de cirugía.
tegias para reducirlos. Para cumplir con este objetivo es nece-
sario:
3. Historia Clínica
1. Mejorar la condición física del paciente a través de la detec-
ción y tratamiento preoperatorio de condiciones que podrí- Se debe tener en cuenta que más importante que una “com-
an incrementar su morbimortalidad pleta” historia clínica y examen físico, es una historia clínica
2. Recomendar la complejidad de los cuidados perioperatorios adecuada. De la misma forma, que una prueba diagnóstica tiene
(tipo de monitorización intraoperatoria, técnica anestésica, su aplicación, sensibilidad y especificidad (eficacia), una pre-
internación en la Unidad de Cuidados Intensivos o en la gunta del interrogatorio o una maniobra en el examen físico,
Unidad Coronaria). también la tiene.
3. Proveer un completo perfil del riesgo clínico. A los efectos de la evaluación del riesgo operatorio, un cues-
4. Brindar información al paciente. tionario útil, diseñado para establecer el estado preoperatorio,
es el que se describe en la tabla. Tabla 1-1
Sin embargo, la gran mayoría de los pacientes a quienes se Este es un ejemplo de un cuestionario básico prequirúrgico,
les realiza una intervención quirúrgica no tienen otra enferme- si alguna de las preguntas es positiva, deberá indagarse más
dad, además de la que motiva la cirugía. profundamente. Si este interrogatorio es negativo, no es nece-
En estos pacientes, el riesgo de muerte relacionado con la sario realizar más preguntas en los pacientes asintomáticos.
cirugía es del orden de, 1 por cada 3000 operaciones y hasta 1
por cada 10 000; cuando se trata de cirugías simples como her-
nioplastias o legrados. Tabla 1-1. Cuestionario básico para la evaluación prequirúrgica
Debido a la baja sensibilidad y especificidad de las pruebas
comúnmente utilizadas (electrocardiograma, radiografía de tó- 1- ¿Se siente mal?
rax, KPTT, entre otros.), estas muertes, en su gran mayoría; no
serían prevenibles y en consecuencia evitables, mediante una 2- ¿Ha tenido alguna enfermedad seria?
Los pacientes de más de 60 años deben ser evaluados con más besos, antecedentes familiares de diabetes, uso de corticoides).
profundidad en la búsqueda de riesgo cardiovascular (enferme- Por lo tanto, se recomienda solicitar glucemia en pacientes con
dad coronaria, insuficiencia cardíaca, diabetes, entre otras.). alto riesgo para diabetes y en pacientes mayores de 60 años que
También es de fundamental importancia interrogar acerca de serán sometidos a una cirugía mayor.
la medicación consumida por los pacientes. El médico debe poner
especial énfasis, en las medicaciones de venta libre o que puedan
no ser tenidas en cuenta por el paciente (aspirina, antiinflamato- 5.3. Hepatograma
rios no esteroides, anticonceptivos, psicofármacos); ya que mu-
chas de estas drogas, modifican el riesgo intraoperatorio. Tal es el No se recomienda realizar hepatograma de rutina en la po-
caso de la aspirina, que aumenta el riesgo de sangrado. blación general antes de la cirugía. Solo debería indicarse este
análisis, ante la sospecha de enfermedad hepática o por el uso
de medicación que pueda comprometer la función hepática.
4. Examen físico
El examen físico en la evaluación prequirúrgica, se rige por las 5.4. Electrolitos
mismas normas, que las del examen físico en el paciente asinto-
mático; además de las maniobras que estén indicadas por la en- Las determinaciones de rutina de electrolitos no se reco-
fermedad que motiva la cirugía. Si surgen datos positivos del miendan, a menos que el paciente tenga una historia que au-
cuestionario, el paciente es mayor de 60 años o recibirá una ciru- mente la probabilidad de una anormalidad.
gía mayor, debe realizarse además un examen físico para evaluar
tórax y abdomen, con énfasis en la detección de indicadores de
riesgo cardiovascular. 5.5. Función renal
Determinación de la capacidad funcional o física. La capacidad
funcional o física es un parámetro indirecto del bienestar cardio- Se recomienda solicitar función renal (creatininemia) en pa-
vascular y, por lo tanto, una parte fundamental de la evaluación cientes mayores de 50 años que van a cirugía electiva, y en to-
inicial. Para determinar la capacidad funcional, se evalúa la acti- dos aquellos pacientes que tengan alguna condición clínica
vidad física de los pacientes. La capacidad de caminar dos cuadras preexistente, que pueda alterar su función renal (hipertensión
(sin pendiente) o subir un piso por escalera con una bolsa de arterial, enfermedad vascular, uso de medicación nefrotóxica,
compras sin agitarse, equivale a un esfuerzo de 4 MET (equiva- entre otras.).
lentes energéticos metabólicos). En un estudio que evaluó la rela-
ción entre estas actividades y el riesgo de complicaciones posope-
ratorias, los pacientes con capacidad funcional pobre (menos de 4 5.6. Recuento de plaquetas y prueba de
MET) tuvieron el doble de complicaciones que aquellos con ma- coagulación
yor capacidad, estos pacientes deben recibir una evaluación car-
diovascular más profunda. No se recomienda la determinación del recuento plaquetario
y de coagulación en aquellos pacientes que no presenten ante-
cedentes de sangrados anormales y que presenten un examen
5. Estudios de laboratorio físico normal. La mejor estrategia es la realización del cuestio-
nario de Rapaport, para seleccionar aquellos pacientes que se
La probabilidad de encontrar enfermedades desconocidas en beneficiarían con esta solicitud.
individuos sanos, es baja y depende de las características epide- A los pacientes que serán sometidos a cirugía mayor se debe
miológicas de cada paciente (edad, sexo, antecedentes familiares, solicitar KPTT, tiempo de protrombina y recuento de plaquetas.
entra otras.). (REM MSAL 2014, P519)
A continuación, haremos una breve reseña de la utilidad de las
pruebas bioquímicas más comúnmente solicitados en la evalua-
ción prequirúrgica. 5.7. Serología para virus de la
inmunodeficiencia humana
5.2. Glucemia
El pedido de rutina de glucemia no está recomendado, excepto
para pacientes con riesgo de diabetes (DBT) no diagnosticada (o-
Las ventajas de detectar la cardiopatía en un prequirúrgico, Angina crónica estable clase funcional (CF) I, II.
Infarto agudo de miocardio (IAM) previo determinado por
es evitar que lleguen a una cirugía, pacientes que presentan un
Predictores ECG o por la historia clínica.
alto riesgo de eventos cardiovasculares en el período periqui-
intermedios Insuficiencia cardíaca compensada.
rúrgico.
Diabetes (especial la insulinodependiente).
Los pacientes con enfermedad cardiovascular subyacente (p. Insuficiencia renal.
ej., enfermedad de la arteria periférica, accidente cerebrovas-
cular), tienen un mayor riesgo de complicaciones cardíacas pe- Angina crónica CF III, IV.
rioperatorias por dos razones: constituyen una población con IAM reciente (menos de un mes).
una alta incidencia de enfermedad coronaria significativa y, Predictores Insuficiencia cardíaca descompensada.
además, la disfunción sistólica ventricular izquierda (fracción mayores Arritmia ventricular.
de eyección del ventrículo izquierdo ≤ 40%), es cinco veces Arritmia supraventricular con alta respuesta ventricular.
más común en pacientes con enfermedad cerebrovascular o con Valvulopatías severas.
8. Evaluación pulmonar
10. Esquemas terapéuticos para
8.1. Radiografía de tórax profilaxis de trombosis venosa profunda
La RxTx no está rutinariamente indicada en la evaluación En los pacientes que van a ser operados, se pueden definir
prequirúrgica. Los pacientes a quienes se les solicita deben ser el esquema con heparina sódica y con heparina de bajo peso
identificados por la historia clínica y el examen físico. molecular.
11. Vacunación
9. Profilaxis de trombosis venosa
profunda Las personas adultas deben recibir una refuerzo de vacuna
Td (tétanos, difteria) cada diez años, según el esquema reco-
La incidencia de eventos trombóticos durante la cirugía or- mendado por el Ministerio de Salud de la República Argentina.
topédica ha sido claramente documentada. La trombosis venosa En la evaluación prequirúrgica, se debe corroborar que el pa-
profunda (TVP) se produce en el 40 a 50% de los reemplazos ciente tenga la profilaxis antitetánica adecuada correspondien-
totales de cadera, en el 45 a 50% de las fracturas de cadera y en te a su edad. (REM CABA 2018, P1298)
el 72% de los reemplazos totales de rodilla. Del 1 al 5% de estos Es recomendable tener presente el siguiente esquema que
pacientes presentan tromboembolismo pulmonar (TEP) fatal. sintetiza el examen prequirúrgico Fig. 1-1
La TVP es una entidad frecuente en pacientes operados, es-
pecialmente en las cirugías ortopédicas de miembros inferiores.
La realización de profilaxis de TVP ha demostrado prevenir su
aparición y la del TEP y, de esta manera, reducir el riesgo de
muerte comparada con la realización de tratamiento; una vez
aparecida la entidad. Todos los procedimientos ortopédicos de
miembros inferiores corresponden al grupo de alto riesgo de
TVP/TEP.
Habitualmente, para la mayoría de las cirugías, la profilaxis
de TVP comienza antes de que el paciente sea intervenido y
continúa hasta que el paciente comience a deambular. Sin em-
bargo, en los casos de cirugía de cadera, la profilaxis posterior
con heparina o con warfarina; debe continuarse por lo menos
por siete a diez días luego de la cirugía y por más tiempo, si se
utiliza heparina de bajo peso molecular
Recapitulando
El “examen prequirúrgico extensivo” no reemplaza a un adecuado interrogatorio y examen físico, y no solo es inaceptable, sino que frecuentemen-
te incurre en omisiones serias (una angina inestable se diagnostica por interrogatorio y el ECG puede ser normal, si el paciente no ha tenido IAM
previo y no tiene dolor en el momento de la prueba).
La evaluación prequirúrgica en el paciente sano debe incluir lo siguiente:
Cuestionario sobre antecedentes y estado de salud actual.
Control de signos vitales, peso, talla y auscultación cardíaca.
Determinación de la capacidad funcional del paciente.
Si alguno de los ítems anteriores presenta anormalidades, el paciente tiene más de 60 años, o cirugía mayor; realizar examen f ísico
para buscar soplos, auscultación abdominal, edemas y hepatomegalia.
Determinación de hemoglobina en pacientes que se realizarán intervenciones con riesgo de sangrado mayor.
Glucemia en pacientes mayores de 60 años o con alto riesgo de diabetes.
Creatininemia en mayores de 50 años o con enfermedades que afecten la función renal o que consuman medicación nefrotóxica.
Cuestionario para valorar el riesgo de sangrado.
ECG en hombres sanos mayores de 40 años o mujeres sanas mayores de 50 años o a cualquier edad con historia o hallazgos físicos
compatibles con enfermedad cardiovascular o con uso de medicación cardiotóxica.
Todos las pruebas recomendadas que surjan de los antecedentes o del examen físico.
Examen de embarazo en mujeres que podrían estar embarazadas.
Vacunación antitetánica en aquellos pacientes que lo requieran.
Evaluación del riesgo cardiovascular.
Evaluación del riesgo pulmonar.
Evaluación del riesgo de trombosis.
2 Quemaduras
Orientación REM
Es importante tener presente la regla de los 9 y la clasificación sobre los grados de las quemaduras.
Anterior Posterior
Heridas limpias: herida quirúrgica no infectada en la que no importante de material desde el tracto gastrointestinal al
se observan signos de inflamación, no se penetra en tracto campo quirúrgico, incisiones en la que se encuentra inflama-
respiratorio, digestivo, genital o urinario. Además, las heridas ción aguda, no purulenta, incluido tejido necrótico sin eviden-
se cierran por primera intención y si es necesario, drenan me- cia de drenaje purulento. Las tasas de infección oscilan entre 3
diante un sistema cerrado. Las heridas quirúrgicas incisiona- y 13%, aún con antibióticos preventivos y otras estrategias.
les consecuencia de un traumatismo sin penetración deben Heridas sucias o infectadas: heridas producidas por un
incluirse en esta categoría. La reparación electiva de una her- traumatismo penetrante antiguo, con tejido desvitalizado y
nia inguinal es un ejemplo de herida limpia. El riesgo de in- con hallazgo de una infección clínica o perforación de una
fección de la herida quirúrgica es mínimo y se debe a conta- víscera. Esta definición sugiere que los microorganismos
minantes del quirófano o del equipo quirúrgico o, con mayor causantes de la infección de localización quirúrgica estaban
frecuencia, de la colonización de la piel. Las tasas de infección ya presentes en el campo quirúrgico antes de la interven-
en esta clase de procedimientos debería ser del 2% o menores. ción.
Heridas limpias-contaminadas: cuando el procedimiento
operatorio entra en un órgano o cavidad del cuerpo coloniza- (REM UBA 2019, P1763)
do, pero bajo circunstancias electivas y controladas. Los con-
taminantes más frecuentes son bacterias endógenas del pa-
ciente. Por ejemplo, las heridas de colectomías suelen conte- 5. Colgajo e Injerto
ner gérmenes gramnegativos y anaerobios. Las resecciones
intestinales electivas, la apendicectomía, la colecistectomía, Cuando no se posee tejido para poder reparar heridas de
las resecciones pulmonares, los procedimientos ginecológicos grandes extensiones se realizan intervenciones quirúrgicas con
y las operaciones para el cáncer de cabeza y cuello que involu- el objetivo de disminuir el sector descubierto. Se pueden reali-
cran la orofaringe son ejemplos de procedimientos limpios- zar injertos o colgajos, es importante conocer la diferencia en-
contaminados. Las tasas de infección para esos procedimien- tre ambos términos.
tos oscilan entre 2% y 10% y pueden disminuir con estrategias Injerto: El injerto de piel consiste en separar quirúrgicamen-
específicas de prevención. te láminas de piel de extensión variable y con un espesor que
Heridas contaminadas: ocurren cuando ocurre una contami- involucra la epidermis y porciones variables de la dermis. Sin
nación franca del sitio quirúrgico en ausencia de infección su fuente circulatoria, el injerto necesita de la zona receptora o
evidente, como la contaminación no controlada al abrir la luz lecho para sobrevivir.
intestinal o en una perforación de una vesícula litiásica du- Colgajo: Un colgajo es una unidad de tejido transferida desde
rante una colecistectomía. Además se incluyen en esta catego- una zona dadora a otra receptora manteniendo su aporte circu-
ría, las intervenciones con alteración importante de la técnica latorio. (REM CABA 2013, P33)
estéril (por ejemplo, masaje cardiaco abierto) o con vertido
Recapitulando
Quemaduras: recuerde la regla del 9.
Grados de las quemaduras:
1. Epidermis.
2. Dermis: duelen y curan solas ya que no se afecta la capa basal germinal de la piel.
3. Toda la piel: no duelen por destrucción de los nervios cutáneos y no curan solas.
Todo paciente con lesión de quemadura que comprometa más del 10% de la superficie corporal quemada (SCQ) tiene indicación de
rehidratación intravenosa y si la lesión compromete más del 20 % de la SCQ esta se realizará por una vía central
Las heridas quirúrgicas se clasifican según su grado de contaminación en limpias, limpias-contaminadas, contaminadas y sucias.
Definición de colgajo e injerto.
La cirugía mínimamente invasiva (CMI) es la cirugía con obtener un adecuado campo quirúrgico. El gas más utilizado en la
muy poca invasión y muy poca agresión a los tejidos del pa- cirugía laparoscópica, es el anhídrido carbónico, porque es seguro
ciente, en comparación con la alternativa de la cirugía abierta. en la cavidad abdominal y; porque la parte del gas que se absorbe
Es importante recalcar que lo que se hace mediante cirugía puede ser eliminado aumentando la ventilación del paciente. El
abierta y por CMI es lo mismo, solo cambia el acceso al lugar neumoperitoneo instalado, sumado a la posición del paciente (por
del problema a resolver. ejemplo Trendelemburg invertida), favorecen la aparición de al-
Ejemplos de CMI son: laparoscopia (Fig. 3-1), artroscopia, ac- teraciones hemodinámicas, cambios en el ECG por el ascenso del
ceso intravascular para colocación de prótesis, cirugía endoscópi- diafragma, aumento de la tensión arterial y de la presión venosa
ca transanal, NOTES (natural orifice transluminal endoscopic surge- central. Suele utilizarse una presión para el neumoperitoneo entre
ry: cirugía a través de orificios naturales), entre otras. 10 a 15 mmHg, por sobre estas cifras puede observarse disminu-
ción del retorno venoso, hipoventilación, arritmias y alteración
en los gases sanguíneos (acidosis, hipercapnia e hipoxia).
1. Laparoscopia El objetivo es que se obtengan los mismos resultados que
en la cirugía abierta, pero con algunas ventajas: menor esta-
Para realizar una cirugía laparoscópica, el paciente debe estar día hospitalaria, menos infecciones, tiempo de posoperatorio
estable clínica y hemodinámicamente. Dependiendo de la cirugía reducido, mejor manejo del dolor posoperatorio y mejor re-
a realizar, variará la cantidad y colocación de los puertos de in- sultado estético.
greso o trocares. En concordancia con la CMI, está la cirugía mayor ambu-
latoria, que incluye todos los procedimientos quirúrgicos
que se realizan en un día; dándose el alta al paciente al día
A modo de ejemplo, en una colecistectomía laparoscópica, se
siguiente de la intervención. La mayoría de estos actos qui-
utilizan cuatro trocares; de los cuales uno se coloca en región
rúrgicos se realizan mediante CMI, y el objetivo es reducir
umbilical donde generalmente se utiliza la cámara, uno se co-
la estancia hospitalaria, ser más eficientes (reducir gasto
loca en epigastrio y dos en hipocondrio derecho. En cambio, en
sanitario y listas de espera) y disminuir las complicaciones
un abordaje laparoscópico para una apendicitis, se utilizan tres
derivadas del ingreso; como las infecciones, desnutrición,
trocares; de los cuales, se coloca uno en región umbilical don-
entre otras.
de se coloca la cámara, uno en región suprapúbica y otro en
fosa ilíaca izquierda.
2. Endoscopías
Para la realización de una cirugía laparoscópica, es necesaria la
creación de un neumoperitoneo, el cual debe ser controlado para La utilidad de la endoscopía terapéutica es amplia, desde
que se han desarrollado y mejorado los procedimientos pre-
vios. Con ella, se pueden realizar actuaciones que antes re-
querían una intervención quirúrgica, disminuyendo los ries-
gos, el dolor y el tiempo de permanencia en el hospital. Den-
tro de estos procedimientos podemos citar:
3. Cirugía percutánea
La cirugía percutánea se define como los procedimientos
diagnósticos y terapéuticos que se realizan a través de incisio-
nes mínimas con catéteres y guías, balones y stents controla-
dos guiados mediante radioscopia, ecografía, tomografía o re-
sonancia magnética.
Recapitulando
La cirugía mínimamente invasiva (CMI) es la cirugía con muy poca invasión y muy poca agresión a los tejidos del paciente.
Laparoscopia: el objetivo es que se obtengan los mismos resultados que en la cirugía abierta, pero con algunas ventajas: menor estadía hospita-
laria, menos infecciones, tiempo de posoperatorio reducido, mejor manejo del dolor posoperatorio y mejor resultado estético; disminuyendo las
complicaciones derivadas del ingreso, como las infecciones, la desnutrición, entre otras.
Endoscopía: se pueden realizar actuaciones que antes requerían una intervención quirúrgica, disminuyendo los riesgos, el dolor y el tiempo de per-
manencia en el hospital.
Cirugía percutánea: procedimientos diagnósticos y terapéuticos que se realizan a través de incisiones mínimas con guías y catéteres controla-
dos mediante radioscopia, ecografía, tomografía o resonancia magnética.
2.4. Sialolitiasis
Clínica. Tumefacción más o menos intensa de la glándula
afecta, frecuentemente dolorosa, en relación con la ingesta o
Fig. 4-2 | TC axial con imagen de un cálculo en el conducto de Wharton iz-
estímulos gustativos psíquicos (cólico por litiasis salival). quierdo.
0,9
0,8 Benignos
0,7 Malignos
0,6
0,5
0,4
0,3
0,2
0,1
0
Parótida Submaxilares Sublinguales
y menores
Fig. 4-4 | Distribución de los tumores según las glándulas en que asientan.
0,8
Fig. 4-3 | Drenaje de pus y salida del cálculo por la carúncula en una sialolitia- 0,6
sis submandibular izquierda.
se asienta el tumor, más probable es que sea maligno. En la pa-
0,4
rótida predominan los tumores benignos (85%), en cambio en
la glándula submaxilar un 50% de los tumores son ampliamen-
0,2
te malignos.
Hemangiomas Cáncer metastásico Adenoma pleomórfico o tumor mixto benigno: tumor benig-
no más frecuente. Asienta preferentemente en la glándula pa-
Malformaciones vasculares Sarcoma rótida (más del 80% de los casos) y es más frecuente en mu-
jeres. Casi siempre es unilateral, de crecimiento lento, consis-
Malformaciones linfáticas
tencia dura y normalmente indoloro. El nervio fácil no se
afecta, incluso en los muy grandes (no en los malignizados: El tratamiento de prácticamente todos los tumores de glán-
pueden malignizar un 10%, sobre todo con las recidivas). El dulas salivales es quirúrgico. Cuando se localizan en la parótida
pronóstico es muy bueno. se realiza parotidectomía superficial en los benignos y malig-
Tumor de Warthin o cistoadenolinfoma: es el siguiente en nos de bajo grado; y parotidectomía total en los malignos de
frecuencia, luego del adenoma pleomorfo. Se relaciona con alto grado, intentando preservar el nervio facial, si es posible .
el hábito tabáquico. Casi el 10% son bilaterales, manifes- En el resto de las glándulas se hace una extirpación completa
tándose como una tumoración de consistencia elástica, de la glándula afecta. La radioterapia posoperatoria mejora el
desplazable e indolora. Es más frecuente en varones, entre control locorregional de la enfermedad y, está indicada, cuando
los 60-70 años. Capta tecnecio 99 en la gammagrafía. El hay tumores malignos de alto grado, afectación de márgenes o
pronóstico es muy bueno y la degeneración maligna muy del nervio facial, extensión perineural, metástasis gangliona-
rara. res, entre otros.
(REM UBA 2016, P842) (REM CABA 2010, P2154)
3.2. Maligna
4. Masas cervicales
El 25-30% de todos los tumores de glándulas salivales son
malignos. De mayor a menor frecuencia los principales son: En la Fig. 4-7 se muestra el algoritmo diagnóstico-terapéu-
tico ante una masa cervical.
Carcinoma mucoepidermoide: es el tumor más frecuente
dentro de los malignos, y es el más frecuente en mujeres.
Las localizaciones más habituales son la parótida y las 4.1. Mediales
glándulas salivales menores del velo del paladar. Los tu-
mores de bajo grado de malignidad crecen muy lentamen- El quiste o fístula del conducto tirogloso es la masa medial
te, mientras que los de elevada malignidad lo hacen rápi- más frecuente. Se presenta como un abombamiento en la línea
damente y se acompañan de dolores y/o parálisis facial; y media del cuello, a la altura del cuerpo del hueso hioides, por
en un 40-50% de los casos de metástasis linfáticas regio- encima o por debajo de este, de tamaño variable y que caracte-
nales. Con frecuencia se producen metástasis hematógenas rísticamente se desplaza con los movimientos del hioides; du-
a distancia. rante la deglución. Se estudia mediante TC, ecografía, PAAF y
Carcinoma adenoide quístico o cilindroma: son relativa- gammagrafía para descartar tejido tiroideo ectópico. El trata-
mente frecuentes en las glándulas salivales menores y so- miento es quirúrgico, resecando todo el quiste e incluyendo el
bre todo en las del velo del paladar. Le siguen en frecuencia cuerpo del hioides (para evitar recidivas).
la glándula sublingual, la glándula submandibular y la
glándula parótida (más frecuente cuanto más pequeña es
la glándula). La edad media oscila alrededor de los 55 4.2. Laterales
(+/-10) años. Su crecimiento es lento, siendo raras las for-
mas con evolución rápida, y cursan con dolores y pareste- El quiste o fístula branquial es la patología congénita más
sias, parálisis facial en un 25 % de los casos (es típico su frecuente en el cuello. Se manifiestan en la infancia o juven-
tendencia a la invasión perineural), síntomas de pares cra- tud como masas de consistencia elástica y fluctuantes, de
neales (pares V-VII, IX-XII), metástasis en ganglios linfá- unos 5 cm, en la región lateral del cuello. El tratamiento es la
ticos regionales (> 15 %). Las metástasis hematógenas a exéresis quirúrgica.
distancia (pulmón, esqueleto) son frecuentes (20%).
Adenocarcinoma: afecta fundamentalmente a la parótida y
glándulas salivales menores.
Carcinomas en adenomas pleomórficos o tumor mixto
maligno: con historia previa muy típica, la mayor parte de Masa cervical
• Inflamación
que infiltran precozmente y que afectan sobre todo a la pruebas complementarias primario
• Angiorresonancia
• Arteriografía
Línea Lateral
4.3. Tumoral
Recapitulando
En las sialolitiasis, más frecuente en la submaxilar, se produce una tumefacción de la glándula con la ingesta así como dolor. Se trata
con hidratación abundante, antibioterapia, sialogogos y espasmolíticos.
El adenoma pleomorfo o tumor mixto es el tumor más frecuente en las glándulas salivales, de naturaleza benigna. Su localización más
frecuente es la parótida. Su tratamiento es la parotidectomia superficial.
El carcinoma mucoepideromide es el tumor maligno más frecuente. Se localiza en parótida y glándulas salivales menores del velo del
paladar. El tratamiento es quirúrgico: parotidectomía total preservando el nervio facial. Indican malignidad: crecimiento rápido, dolor, fi-
jación a piel o planos profundos o parálisis facial.
Tumores benignos: adenoma pleomorfo (parótida), tumor de Wharthin.
Tumores malignos: mucoepidermoide (parótida, salivales menores), adenoide quístico (salivales menores).
Cuanto más pequeña es la glándula, mayor probabilidad de malignidad (80% en salivales menores). La glándula que se afecta en ma-
yor proporción es la parótida.
Quiste del conducto tirogloso: masa cervical en línea media que se desplaza con los movimientos de deglución. Su tratamiento es la
exéresis junto con cuerpo del hioides.
Los carcinomas epidermoides que producen afectación ganglionar con mayor frecuencia son los de: cavum, seno piriforme (hipofarin-
ge), orofaringe (amígdala palatina y base de lengua), cavidad oral, supraglotis y subglotis. Raramente encontramos afectación ganglio-
nar en: glotis, labio inferior, senos paranasales y fosas nasales.
1. Hernias
Comprende las hernias, el hematoma de la vaina de los rectos
y el tumor desmoide.
Ligamento
inguinal
1.1. Anatomía
Dos paredes:
Vena Tubérculo
Anterior: aponeurosis del oblicuo externo (o mayor) y el ilíaca externa Conducto del pubis
femoral
oblicuo menor.
Posterior: aponeurosis del transverso del abdomen y la Fig. 5-1 | Conducto inguinal.
fascia transversalis. Vasos Vena
epigástricos ilíca externa Arteria
Dos bordes: inferiores ilíca externa
Superior: músculo transverso y aponeurosis del oblicuo Músculo recto
del abdomen
menor.
Inferior: ligamento inguinal que va desde la espina ilíaca
anterosuperior al pubis. El ligamento inguinal está consti-
tuido por la parte inferior de la aponeurosis del músculo
oblicuo mayor o externo del abdomen.
Dos anillos:
Anillo inguinal superficial o externo: es el anillo más me-
dial por el que salen las estructuras, y está formado por la
aponeurosis del oblicuo mayor.
Anillo inguinal profundo o interno: es el más lateral y es
por donde entran las estructuras desde el interior del ab-
domen. Está formado por la fascia transversalis. Ligamento
inguinal
Una hernia es la salida al exterior de forma completa o parcial Todo lo que aumente la presión dentro del abdomen (obe-
de un órgano abdominal (frecuentemente asas intestinales) a sidad, tos, estreñimiento) u origine deficiencias en la pared
través de una zona o intersticio débil de la pared abdominal (o- abdomen (defectos congénitos, cicatrices) aumenta el riesgo
rificio inguinal) (Fig. 5-3). Son muy frecuentes, y la más común de hernia.
1.2.4. Localizaciones
(Fig. 5-4)
herniario, originando un síndrome de obstrucción abdo- Fig. 5-4 | Principales hernias abdominales.
Intestino
orificio inguinal profundo y se introduce en el conducto in- delgado
guinal acompañando al cordón espermático en el hombre o Mesentéreo
al ligamento redondo en la mujer. Si llega al testículo se de-
nomina hernia inguinoescrotal. Debido a que el orificio in-
guinal profundo es estrechito, hay más riesgo de complica-
ciones que en las directas. Se pueden estrangular. Presen-
tan una alta tasa de recurrencia. (REM OTR 2017, P2561)
(REM UBA 2018, P1324)
Directa: es más frecuente en mujeres. El saco herniario
entra en el conducto inguinal rompiendo la fascia trans-
versalis, la cual está debilidada, a través del triángulo de
Hesselbach, protruyendo medialmente a los vasos epi-
gástricos. Por ello también se denomina hernia oblicua Pared
abdominal
interna. Tienen menos complicaciones que las indirec-
tas.
1.2.5. Diagnóstico
La mayoría de las veces el examen físico, es concluyente y La hernioplastia (técnica preferida) consiste en introducir la
debe cumplir en forma sistemática y con el paciente desnudo hernia en el interior de la cavidad abdominal y colocar una
desde el ombligo hasta los muslos. Se recomienda evaluación malla quirúrgica en la zona del defecto anatómico que dio
con el paciente de pie. La maniobra de Valsalva permite la lugar a la hernia: es como tapar el orificio herniario. La téc-
exteriorización de pequeñas hernias. nica más extendida es la técnica de Lichtenstein con coloca-
La utilización de estudios por imágenes (ecografías y TC) ción de malla.
tienen alguna indicación, como en el caso del paciente con
dolor inguinal y ausencia de tumor herniario en el exámen En general, lo más recomendado hoy en día es la realización
físico; y para realizar diagnósticos diferenciales. de una hernioplastia con malla quirúrgica, ya que el índice de
recidiva en mucho menor en aquellos pacientes donde se coloca
malla que en aquellos pacientes donde se realiza una repara-
1.2.6. Tratamiento ción anatómica del defecto herniario. En la técnica de Lichtens-
tein la malla se coloca por delante de la fascia transversalis y de
Toda hernia hay que tratarlas con cirugía, bien mediante la inserción del oblicuo menor y transverso pero por detrás del
herniorrafia o hernioplastia: (REM MSAL 2013, P1133) oblicuo mayor. (REM BA 2013, P1410)
Las indicaciones son las siguientes:
La herniorrafia consiste en introducir la hernia en la cavi-
dad abdominal y suturar los planos afectados por el anillo De urgencia: si la hernia está complicada, bien por estar es-
herniario para que el asa intestinal quede contenida en el trangulada o por compromiso del flujo vascular. (REM
interior del abdomen. MSAL 2021, P2685)
Electiva o programada: está indicado operarlas cuando la her- del orificio inguinal interno y se coloca una prótesis que cubre to-
nia cursa con dolor o molestias que interfieren con la vida do el canal, el triángulo de Hesselbach, con una ranura por donde
diaria. En general se recomienda intervenir la mayoría de her- pasa el cordón.
nias para evitar que se compliquen, pero se debe individuali- (REM UBA 2018, P1325) (REM OTR 2018, P1705)
zar: en pacientes con mucha comorbilidad y con hernias que
no estén causando problemas, se puede esperar dado el alto
La técnica de la Roque esta destinada a la reparación de her-
riesgo quirúrgico.
nias deslizadas de gran magnitud sobre todo si posee el colon
sigmoides desplazado, en caso que el paciente posea la vejiga
Los niños de menos de 3-4 años con hernia umbilical no se de- desplazada se recomienda la utilización de la técnica de Zimer-
ben operar antes de esa edad, ya que la hernia tiende a solucio- man. (REM BA 2016, P1016)
narse espontáneamente, a no ser que esté incarcerada o es-
trangulada, caso que sí tendría indicación quirúrgica.
2. Eventración
1.3. Principios generales del tratamiento Una eventración se define como un defecto de pared abdomi-
quirúrgico de la hernia nal adquirido posteriormente a una intervención quirúrgica. Alre-
dedor del 5 y el 15% de las laparotomías presentan eventraciones,
El tratamiento básico de la hernia consiste en la reducción del con mayor probabilidad en procedimientos de urgencia, en pre-
contenido de la hernia, el tratamiento del saco y por último la re- sencia de comorbilidades que afectan la cicatrización o aumentan
paración de la pared abdominal. El tratamiento del saco peritone- la presión intraabdominal o cuando ocurre infección de la herida.
al y su contenido consiste en la reintroducción del contenido del La eventración está constituida por tres elementos:
saco herniario a la cavidad abdominal nuevamente. La recons-
trucción de la pared abdominal consiste en distintas técnicas para 1. El anillo está formado por bordes musculares o aponeuróticos
la reparación de la función anatómica de la pared abdominal. resultantes de la dehiscencia de la herida quirúrgica.
Existen técnicas de abodaje por via anterior: 2. El saco se forma por la presión abdominal que propulsa al pe-
ritoneo a través del defecto aponeurótico mientras éste se va
Técnica de Bassini: Tras la disección y resección del saco en formando.
las hernias indirectas se expone bien la región, abriendo la 3. El contenido del saco. Que puede estar habitado por epiplón,
fascia transversalis para unirlo con puntos, abarcando por un intestino delgado o, menos frecuentemente, algún segmento
lado el músculo oblicuo menor y el transverso (tendón con- del colon. Cuando el contenido puede ser reintegrado a la ca-
junto), la fascia transversalis y, por otro, cogiendo el ligamen- vidad durante el reposo, el decúbito dorsal o con la ayuda de
to inguinal. Se verticaliza la salida del cordón y se constituye maniobras manuales se dice que la eventración es reductible,
una barrera a la salida de la hernia. Las tasas de recidiva con lo que asegura que no existe complicación visceral; en algún
seguimiento mayor de cinco años oscilan entre el 3,2% de Ka- momento de la evolución, la presencia de adherencias entre
pral, el 10% de Pelissiery y los porcentajes mayores que al- las vísceras y el saco o el aumento de la presión abdominal
canzan los estudios multicéntricos (tos, distensión posprandial, esfuerzo miccional o defecatorio)
Reparación del ligamento de Cooper o técnica de Lotheissen- pueden impedir la reducción; si, además, el anillo aponeuróti-
McVay: Muy similar a la anterior solo que tiene la fijación de co ejerce presión sobre el contenido, puede ocurrir obstruc-
los tres primeros puntos del cierre del canal anclados al liga- ción intestinal (eventración atascada) o, incluso, daño vascu-
mento de Cooper y posteriormente al ligamento inguinal lar del intestino con necrosis (eventración estrangulada).
Reparación canadiense o técnica de Shouldice
Condiciones predisponentes del paciente:
Técnicas por via posterior:
Aumento de la presion intrabdominal como en obesidad,
La reparación preperitoneal de Nyhus: Llegando por vía pre- constipación, prostatismo
peritoneal al orificio inguinal interno, de la misma manera Procesos que alteran el metabolismo cicatrizal (neoplasias,
que tras la consolidación de las técnicas laparoscópicas, se co- diabetes mellitus, colagenopatías, deficiencias vitamínicas,
loca una malla en ese espacio tratamiento crónico con corticoides).
Infecciones que suelen desarrollarse en zonas de pliegues cu-
Estas técnicas de reparación anatómica se nombran a modo táneos (micosis, estafilococcias)
histórico ya que la reparación de defectos de la pared abdominal Enfermedades respiratorias
actualmente se realiza con materiales protesicos (mallas) que
disminuyeron el número de recidivas. Entre las técnicas de repa-
ración de la pared abdominal con malla la más utilizada es la téc- 2.1. Intervención quirúrgica
nica de Lichtenstein.
Técnica de Lichtenstein: Tambien es una tecnica de abodaje Tradicionalmente las eventraciones fueron reparadas con el
anterior. Los pasos son los mismos que para reparar una hernia cierre de la aponeurosis lo que generaba gran tensión en los teji-
según la técnica de Bassini: se diseca el saco, y se reintroduce, dos y predisponia a la recidiva de las mismas.
tras disecar y reintroducir el saco herniario sin resecarlo a través
Las técnicas fueron evolucionando y actualmente se recomien- plásticas (en la cara anterior)
da la utilicación de malla, la colocación más frecuentemente uti-
lizada es la supraaponeurótica aunque la más recomendada es la 2. Dehisencia completa y evisceración grado 2 y 3:
subaponeurótica por presentar menor índice de complicaciones.
En caso que se evidencie aumento de tensión en el cierre se Lo indicado es la reoperación (lo mismo si hay obstrucción in-
pueden realizar descargas de las cuales la más utilizada es la des- testinal u otra complicación).
carga de Albanese que se realiza sobre la aponeurosis del oblicuo Limpieza de la herida y nueva sutura de los bordes parietales.
mayor. En caso de eventraciones grandes donde la reintroducción Si es posible se suturan los planos por separado.
del contenido a la cavidad abdominal pudiera generar síntomas Si no es posible (lo más común), se suturan los planos muscu-
respiratorios en el postoperatorio, se recomienda la utilización lares y peritoneales con material no reabosorbible.
del neumoperitoneo de Iván Goñi Moreno, quién ideó el “neumo- Para refuerzo de la pared abdominal: puntos capitonados, que
peritoneo progresivo preoperatorio”, que consiste en la insufla- consiste en dar puntos sobre un tubo de goma cada 3-4 cm
ción de aire en la cavidad abdominal en sesiones sucesivas. Perió- que abarquen desde el plano cutáneo hasta el peritoneal. Son
dicamente se evalúa la relajación de los flancos y la capacidad de uso controvertido.
respiratoria, que disminuye durante las primeras sesiones para Si no se puede cerrar la pared: mallas para cerrar el defecto,
incrementarse luego a expensas de la mayor elasticidad de la pa- que mejoran la respiración y función intestinal. Se recorta la
red abdominal y de la recuperación del tono del diafragma. malla de tamaño adecuado y se fija con puntos en U. Se suele
(REM CABA 2012, P2007) interponer epiplón entre las asa y la malla.
Curas locales
Sistema para evitar otro grado de evisceración
Faja elástica
Faja de Montgomery: tiras de tela adhesiva de longitud similar Fig. 5-6 |
que se van entrecruzando, desde el borde subcostal hasta la Hematoma de la vaina de los rectos.
espina ilíaca. En los extremos se lo refuerza con ojales y tiras Radiología Esencial. SERAM Sociedad Española de Radiología Mé-
dica. © 2010 Editorial Médica Panamericana.
minal. Diagnóstico: TC y biopsia. Tratamiento: cirugía radical y coccus, ya que lo habitual es que provengan de la flora del propio
radioterapia si es irresecable. paciente. Cuanto más profunda es la infección, más grave es, ya
que suele deberse a gérmenes más agresivos, entre los que se in-
cluyen anaerobios (Bacteroides, Clostridium), enterobacterias (Es-
En el síndrome de Gardner (síndrome de poliposis) son fre-
cherichia coli, Enterobacter, Proteus, Klebsiella) y gérmenes del gru-
cuentes los tumores desmoides.
po estreptococo (Streptococcus pyogenes).
Una forma muy grave de infección de herida quirúrgica es la
fascitis necrotizante (en la que suele aislarse Clostridium perfrin-
6. Complicaciones de la cirugía gens). Una variante de fascitis necrotizante que afecta a la zona
del periné y genital se denomina gangrena de Fournier (causada
Antes de cualquier cirugía se realiza en la consulta de preanes- por S. pyogenes). (REM UBA 2019, P1762)
tesia una evaluación de las patologías del paciente para estimar el El diagnóstico de infección de herida quirúrgica es clínico, con
riesgo quirúrgico y de la medicación habitual que toma (especial presencia de eritema, dolor, tumoración, edema, secreción y for-
atención a los antiagregantes y anticoagulantes, ya que aumenta- mación de colecciones.
rían el riesgo de sangrado de la intervención), se le informa sobre El tratamiento consiste en antibióticos y desbridamiento en las
los riesgos del procedimiento anestésico y sobre la programación formas leves y superficiales, y de drenaje de las colecciones en las
de la medicación previa a la intervención en caso de que la re- formas más graves.
quiera. Esta evaluación se denomina evaluación preanestésica y Para prevenir las infecciones se puede administrar una única
clasifica a los pacientes en cinco tipos según la clasificación ASA dosis de antibiótico profiláctico (monodosis) antes de comenzar
(American Association of Anestesiology) (Tabla 5-1). la cirugía: se recomienda administrarlo en la inducción anestési-
Ante cualquier acto quirúrgico hay riesgo de que aparezcan ca. El objetivo de esta profilaxis es reducir la tasa de infecciones
complicaciones como las infecciones, problemas con la cicatriza- postoperatorias de las heridas quirúrgicas. Cada cirugía tiene su
ción, fiebre u otras complicaciones sistémicas. riesgo de infección y se debe administrar el antibiótico adecuado
en cada situación.
6.1. Infecciones
6.2. Problemas con la cicatrización
Se define sitio quirúrgico como el lugar anatómico que involu-
cra la intervención quirúrgica desde la incisión en la piel hasta el En la cicatrización influyen multitud de células y citocinas. Las
órgano y los tejidos vecinos donde se efectúa la cirugía propia- más importantes son el factor de crecimiento derivado de las
mente dicha. La infección del sitio quirúrgico es aquella que ocu- plaquetas (PDGF), liberado por los macrófagos de la herida, que
rre en los 30 días posteriores a la cirugía, o en el plazo de un año tiene un importante papel en la síntesis de colágeno a través de
si se dejó un implante; afecta la piel y el tejido celular subcutáneo los fibroblastos, y el factor de crecimiento del endotelio vascular
(infección insicional superficial), o tejidos blandos profundos de (VEGF), que estimula la formación de vasos sanguíneos.
la incisión (infección incisional profunda) y/o algún órgano o es- Son problemas de cicatrización:
pacio manipulado durante la intervención (infección de órganos y
espacios). Estos cuadros tienen diferente gravedad dependiendo Cicatriz queloidea. Es una cicatriz más grande de lo normal e
del microorganismo invoucrado y de las condiciones del huésped. hipertrófica. Es más frecuente en la espalda o en el tórax.
Estas situaciones pueden, en algunos casos, prevenibles y casi Dehiscencia de suturas. Es la apertura de los bordes de la he-
siempre pasibles de tratamiento médico y/o quirúrgico. (REM rida quirúrgica por fallo en la sutura. Es más frecuente en pa-
OTR 2019, P1716) cientes con malnutrición, hipoproteinemia, diabetes mellitus,
La infección de la herida quirúrgica es una complicación fre- insuficiencia renal y hepática, uso concomitante de esteroides
cuente y puede afectar a planos superficiales (celulitis) o a planos o inmunosupresores, etc. Se debe tratar quirúrgicamente. Una
más profundos de la herida (miofascitis). El germen que con más forma muy grave de dehiscencia de suturas se puede producir
frecuencia causa infecciones de la herida quirúrgica es Staphylo- en las anastomosis digestivas en sigma o recto, lo que puede
Enfermedad sistémica grave que amenaza la vida en cualquier momento. Ejemplo: angina inestable, ictus
ASA 4
reciente
originar una perforación y una peritonitis fecaloidea. Cuando prevenibles, potencialmente tratables y, en ocasiones, no son
se produce una dehiscencia de suturas, el aire contenido den- diagnosticadas puesto que se confunden con otros procesos pato-
tro de la víscera hueca (estómago, intestino, colon) sale a la lógicos con los que comparten manifestaciones clínicas similares.
cavidad abdominal y provoca un neumoperitoneo. Un factor El valor normal de la presión intraabdominal en pacientes críticos
de riesgo muy importante en la dehiscencia de suturas diges- adultos es de aproximadamente 5-7 mm Hg, es mayor en pacien-
tivas es la anastomosis en un primer tiempo. Por ello, en ci- tes obesos y en embarazadas (9-14 mm Hg) y menor en la pobla-
rugías de cáncer colorrectal se suele dejar una colostomía y ción pediátrica. El síndrome compartimental agudo se define co-
posteriormente reconstruir el tránsito. mo la presencia de una presión intraabdominal > 20 mm Hg aso-
ciada a una nueva disfunción o fracaso de órganos. Se clasifica en
primario, secundario y recurrente. Aparecen en situaciones clíni-
6.3. Fiebre cas que reducen la distensibilidad de la pared abdominal, como en
una insuficiencia respiratoria aguda, un hematoma de la pared
Tras la cirugía puede aparecer fiebre. abdominal, una cirugía abdominal con cierre primario o a ten-
La fiebre en las primeras 24-48 horas tras la cirugía suele ser sión, que aumentan el volumen intraabdominal (gastroparesia,
debida a la liberación de citocinas proinflamatorias justo en el distensión gástrica, íleo, ascitis) o ambas situaciones (sepsis gra-
momento de la operación y suele ser autolimitada. ve, shock séptico, pancreatitis aguda grave).
La presencia de fiebre durante la primera semana debe hacer (REM UBA 2019, P1770)
descartar una infección sistémica en el postoperatorio, como una Las medidas terapéuticas no quirúrgicas incluyen:
infección urinaria, respiratoria o una flebitis, o bien una infección
en relación con el acto quirúrgico, como una infección o absceso Disminuir el contenido intraluminal, en los pacientes some-
de la herida quirúrgica. tidos a cirugía abdominal, que experimentaron traumatis-
mos abdominales graves o peritonitis o que recibieron una
reposición hídrica masiva suele ocurrir íleo paralítico que
6.4. Complicaciones sistémicas favorece el desarrollo de síndrome compartimental. Por lo
tanto todos estos factores deben evitarse.
Por el mero acto quirúrgico y la anestesia acompañante au- El aumento del contenido gastrointestinal intraluminal (lí-
menta el riesgo de: quido o gaseoso) puede aumentar la presión intraabdomi-
nal. Las medidas que reducen esta presión incluyen: 1) co-
Tromboembolismo pulmonar: por la inmovilidad; se debe rregir las alteraciones electrolíticas que favorecen el íleo
prevenir con medias de compresión, heparina de bajo peso paralítico (hipopotasemia, hipomagnesemia o hipofosfate-
molecular y movimiento de las piernas. mia); 2) colocar sondas nasogástricas o rectales; 3) admi-
Neumonía: por varios motivos: el encamamiento y la medica- nistrar enemas; 4) usar fármacos gastroprocinéticos o colo-
ción analgésica (a veces con cierto efecto sedante) favorecen procinéticos (eritromicina, metoclopramida o neostigmina);
las broncoaspiraciones, y la escasa movilidad respiratoria di- 5) reducir o suspender el aporte de nutrición enteral, y 6) si
ficulta la movilización de secreciones respiratorias promo- estas medidas no son efectivas, se debe considerar la colo-
viendo su infección. noscopia descompresiva.
Atelectasia pulmonar: es muy frecuente; se debe tratar con Evacuar lesiones ocupantes de espacio intraabdominales,
antibióticos y, si no responde, se debe realizar una broncosco- como hemoperitoneo, hematoma retroperitoneal, ascitis,
pia. Se previene con fisioterapia respiratoria en el postopera- abscesos o, incluso, aire libre. En un principio se debe in-
torio. tentar el drenaje por vía percutánea, como con paracentesis
Otros: el tiempo prolongado en cama aumenta el riesgo de evacuadora, aspiración por punción o colocación de drena-
depresión, atrofia muscular y úlceras por decúbito. Por otro jes guiado por ecografía-TC. La extracción de pequeñas
lado aumenta la posibilidad de constipación. cantidades de líquido intraabdominal puede reducir en for-
ma significativa la presión intraabdominal en pacientes con
disminución de la distensibilidad de la pared abdominal. Es-
7. Síndrome compartimental abdominal tas técnicas redujeron en gran medida la aplicación de des-
compresión quirúrgica y la morbimortalidad asociada. (REM
La hipertensión intraabdominal y su eventual progresión al CABA 2011, P2062)
síndrome compartimental abdominal son complicaciones fre- El fracaso de estas medidas, con una presión intraabdomi-
cuentes que aparecen en pacientes graves sometidos a cirugía, nal > 25 mm Hg persistente y una nueva disfunción o fraca-
durante la reanimación posquirúrgica y en unidades de cuidados so de órganos, obliga a considerar la descompresión quirúr-
intensivos (UCI). Ambas entidades son fácilmente identificables, gica abdominal inmediata.
Recapitulando
Es importante diferenciar entre hernia incoercible (recidiva tras reducirla), irreductible (no se puede reintroducir), estrangulada (no se
reintroducir y muestra sufrimiento vascular; es mucho más dolorosa).
Hernia inguinal indirecta: es la más frecuente, se debe a la persistencia del conducto peritoneo-vaginal, y presenta más riesgo de com-
plicaciones que la directa.
La causa más frecuente de infecciones de la herida quirúrgica es S. aureus. La profilaxis antibiótica tiene que realizarse justo antes de
iniciar la cirugía, en el momento de la inducción anestésica. Si la cirugía se prolonga por más de 3 horas es recomendable realizar una
nueva dosis de antibiótico como profilaxis. Objetivo: disminuir las infecciones de la herida quirúrgica.
La hipertensión intraabdominal y su eventual progresión al síndrome compartimental abdominal son complicaciones frecuentes que
aparecen en pacientes graves sometidos a cirugía, durante la reanimación posquirúrgica y en unidades de cuidados intensivos (UCI).
Ambas entidades son fácilmente identificables, prevenibles, potencialmente tratables.
La norma tiene por objeto la regulación de las actividades Neoplasias: Los siguientes tumores del SNC representan
vinculadas a la obtención y utilización de órganos, tejidos y una contraindicación para la donación de órganos: astroci-
células de origen humano (incluyendo la investigación, pro- toma anaplásico (grado III), glioblastoma multiforme, me-
moción, donación, extracción, preparación, distribución, el duloblastoma, oligodendroglioma anaplásico, ependimomas
trasplante y su seguimiento). Ley de trasplante de órganos, te- malignos, pineoblastomas, meningiomas anaplásicos y ma-
jidos y célulasReglamentación lignos, sarcomas intracraneales, tumores de células germi-
nativas (excepto teratomas bien diferenciados), cordomas,
linfomas cerebrales primarios. Se excluirá como donante a
Esta ley mantiene el concepto de donante presunto por el cual
todo aquel que haya padecido o padezca una enfermedad
considera donante a toda persona capaz, mayor de 18 años,
neoplásica con tratamiento y sin criterios de curación.
que no haya dejado constancia expresa de su oposición a la
Infecciones: Son contraindicaciones absolutas la infección
donación.
por HIV, la infección por virus de la hepatitis B y C y por
HTLV I y II, tuberculosis activa, enfermedades virales agu-
das como causa o complicación de la enfermedad actual,
5. El diagnóstico de muerte enfermedades neurodegenerativas familiares y por priones,
infección con disfunción orgánica múltiple o por gérmenes
El diagnóstico de muerte, según la ley 27447, queda sujeto al multirresistentes.
protocolo establecido por el Ministerio de Salud de la Nación Legales: Embarazo en curso, antecedentes de internación
con el asesoramiento del INCUCAI. Se dispone como hora del psiquiátrica, anencefálicos.
fallecimiento del paciente aquel en que se completó el diagnós- Criterios de exclusión pediátricos específicos: Cualquier
tico de muerte. donante pediátrico que esté incluido en los apartados ante-
Criterios de exclusión de la donación de órganos riores deberá ser excluido. Los niños nacidos de madres con
Existen criterios que motivan la exclusión de la donación de infección con HIV o madres que cumplen con los criterios de
órganos. Éstos se refieren a donantes fallecidos que presenten exclusión anteriormente citados deberán ser rechazados co-
alguna de las patologías que se resumen a continuación: mo donantes, hasta que el riesgo de transmisión de la in-
fección pueda ser definitivamente excluido en el niño. (REM
CABA 2017, P410) (REM OTR 2013, P35)
Recapitulando
La comunidad debe tomar conciencia de que la única forma de salvar la vida de muchas personas en lista de espera es la donación de
órganos y tejidos. Una ablación multiorgánica exitosa culmina en numerosos receptores de órganos y tejidos.
En la Ley 27447, toda persona mayor de 18 años es considerada donante, con excepción de quienes manifiesten su voluntad en
contrario.
Toda vez que se ha certificado la muerte bajo criterios neurológicos y no habiéndose realizado la ablación de los órganos, se deben
suspender las medidas de soporte artificial.
La muerte se diagnostica cuando se verifica por métodos clínicos e instrumentales el cese irreversible y permanente de todas las fun-
ciones encefálicas, aunque exista actividad cardiocirculatoria.