Tarea 2 La Comunicación Educativa
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2. Elementos de la comunicación.
Los diferentes elementos que componen la comunicación son los siguientes:
Los ruidos. Son todas las alteraciones de origen físico que se producen durante
la trasmisión del mensaje.
Los filtros. Son las barreras mentales, que surgen de los valores, experiencias,
conocimientos, expectativas, prejuicios, etc. de emisor y receptor.
Y nada está más lejos de lo que debería ser el momento de exponer una idea ante
una multitud. Pues el sentimiento debería ser de poder, seguridad y confianza.
Haciendo un pequeño análisis de la situación, todos los individuos que se
encuentran frente a ti, esperan que emitas un mensaje, el que sea, pero toda la
atención se centra en tu persona. Así que, ¿por qué no? Es tu momento de brillar,
de impactar, de influenciar o empoderar.
Para gestionar y sacar el máximo partido a la propia voz, de forma eficaz y con
impacto en un mensaje hay que entrenarla y controlar:
Es muy importante tener en cuenta que voz, cuerpo y mente van de la mano y
trabajan conjuntamente. Si trabajan independientemente, es imposible dominar y
proyectar una voz creíble y segura. Por ello hace falta dominar:
Relajación activa. Antes de pronunciar una palabra o hablar, hay que saber
relajar cualquier parte del cuerpo y evitar tensión. Gran enemigo de la voz.
Conocimiento del cuerpo. Para transferir una voz enérgica, hay que saber
utilizar la voz a través del cuerpo.
Reglas
Un buen discurso es aquel que transmite una idea concreta, concisa y efectiva.
"Trabajo con oradores de todo el mundo ayudándolos a desarrollar contenido e,
invariablemente, veo que muchos de ellos caen en la misma trampa: intentan
meter demasiados asuntos en un discurso, pues temen dejar algo fuera", explica
Barbosa. Cuenta una historia.
Los buenos discursos son como la buena literatura: prestan atención a los
detalles. Las descripciones son especialmente efectivas, en la medida en que
pueden transmitir una idea de forma emocional y, por tanto, más contundente.
"No existe una ley suprema de la redacción de discursos, pero si hubiera una,
sería probablemente esta: un discurso está hecho para ser hablado, no leído",
asegura Frankel. Parece una obviedad, pero es uno de los errores más comunes
de los principiantes. El lenguaje escrito es muy distinto al lenguaje hablado y,
como los discursos se escriben antes de leerse en alto, es muy común utilizar
expresiones y frases que no funcionan.