Ciberviolencia

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Ciber violencia

Millones de personas son víctimas de violencia digital en el mundo. De manera especial,


niñas, mujeres, adolescentes y jóvenes. Quienes la padecen suelen sufrir daños emocionales
y psicológicos. Por ello es fundamental conocer los tipos de ciber violencia, saber cuáles
son sus consecuencias y poner en práctica una serie de consejos para prevenirlas.
La ciber violencia es toda acción dolosa, llevada a cabo mediante el uso de tecnologías
de la información y la comunicación (TIC), por la que se exponga, distribuya, difunda,
exhiba, transmita, comercialice, oferte, intercambie o comparta imágenes, audios o vídeos
reales o simulados de contenido íntimo sexual de una persona sin su consentimiento,
aprobación y autorización. Y que le cause daño psicológico o emocional en cualquier
ámbito de su vida privada o en su imagen propia.
De igual manera, la violencia cibernética son aquellos actos dolosos que se cometen por
medio de las TIC y causan daño a la intimidad, privacidad y/o dignidad de las mujeres.
Toda acción que se realiza en medios digitales con la intención de hacer daño o causar
sufrimiento.
Generalmente, se practica mediante aplicaciones de mensajería instantánea, redes sociales,
foros o salas de chat por Internet, correo electrónico o comunidades de juego.

¿Que consecuencias tiene la Ciber violencia en las personas afectadas?

Por lo que respecta a las consecuencias de la violencia cibernética, Infoem hace referencia a
daños emocionales y psicológicos. Y también a los relacionados con la dignidad, intimidad
y privacidad. De manera especial, afecta a niñas, mujeres, adolescentes y jóvenes, aunque
cualquier usuario de las TIC puede ser víctima de la Ciber violencia.
Veamos de forma más detallada qué consecuencias tiene la violencia digital para las
personas que la sufren:

Impacto emocional y psicológico. La Ciber violencia se traduce en ansiedad, baja


autoestima, depresión, estrés y traumas emocionales.
Deterioro de la salud mental. Del mismo modo, puede ocasionar pensamientos suicidas y
distintas clases de trastornos: de alimentación, de estrés postraumático (TEPT) y de sueño.
Aislamiento social. La violencia en el ciberespacio causa aislamiento físico y emocional,
rechazo a participar en actividades sociales y, por ende, pérdida de amigos o contactos.
Daño a la reputación y autoimagen. No menos relevante: la ciberviolencia está vinculada a
la difamación y humillación pública de personas. Víctimas que desarrollan una identidad
virtual negativa y pierden confianza en sí mismas.
Problemas laborales y educativos. Además, las personas afectadas por la violencia digital
pueden perder su empleo o tener dificultades para encontrar trabajo. Y también ver
disminuido su rendimiento académico e incluso interrumpir sus estudios.
Riesgo de comportamientos autodestructivos. De igual manera, este tipo de violencia se
asocia al abuso de sustancias, autolesiones y conductas de riesgo por parte de las víctimas.
Desconfianza en la tecnología y las relaciones en línea. Sin duda, quienes padecen la
violencia digital evitan el uso de Internet y las redes sociales, tienen dificultades para
establecer relaciones virtuales y les da miedo la intimidad en línea.
Impacto económico. Por último, la ciberviolencia motiva que las víctimas inviertan en
medidas de seguridad en línea. Y, en casos extremos, que también deban gastar dinero en
abogados para afrontar procesos judiciales.

las redes sociales como medio de violencia


El acoso sufrido en redes sociales, también conocido como ciberacoso o acoso virtual,
puede ser definido como la perpetración reiterada y prolongada de comportamientos de
violencia psicológica por parte de una persona hacia otra, que puede ejecutarse en forma de
amenazas, críticas o persecuciones, así́ como por conductas que infieran en la persona
atacada estados emocionales desagradables.
Estos comportamientos pueden llegar a interferir con el estado mental y las dinámicas
relacionales de quien lo sufre, dificultar el desempeño de sus tareas cotidianas y generar un
malestar psicológico perdurable tras el impacto.

La violencia en los medios representa una amenaza para la salud pública en la medida en
que conduce a un aumento de la violencia y la agresión en el mundo real. Las
investigaciones muestran que la violencia ficticia en la televisión y el cine contribuye a un
aumento tanto a corto como a largo plazo de la agresión y la violencia entre los
espectadores jóvenes. La violencia en las noticias televisivas también contribuye al
aumento de la violencia, principalmente en forma de suicidios imitativos y actos de
agresión.
Los videojuegos son claramente capaces de producir un aumento de la agresividad y la
violencia a corto plazo, aunque no se han realizado estudios longitudinales a largo plazo
capaces de demostrar efectos a largo plazo. La relación entre la violencia en los medios y la
violencia y agresión en el mundo real es moderada por la naturaleza del contenido de los
medios y las características e influencias sociales sobre el individuo expuesto a ese
contenido.
Aun así, el tamaño promedio general del efecto es lo suficientemente grande como para
ubicarlo en la categoría de amenazas conocidas a la salud pública.

¿En qué es distinto el acoso sufrido en redes sociales?

Además, de la diferencia en la fenomenología asociada al formato virtual del ciberacoso,


existen particularidades que hacen del acoso sufrido en redes sociales un tipo de acoso
especialmente peligroso, difícil de identificar y de consecuencias potencialmente graves. Se
citan las siguientes formas:
Puede ocurrir en cualquier entorno: este tipo de acoso no se limita al entorno completo,
puede ser acoso escolar o acoso laboral.
Debido a la presencia cibernética que hoy por hoy tienen niños, adolescentes y adultos, el
acoso virtual se lleva en el bolsillo y se puede perpetrar o recibir en y desde cualquier lugar.

Puede ocurrir en cualquier momento: de manera similar a la premisa anterior, también


puede que no haya algún tipo de descanso. Si bien otros tipos de acoso se circunscriben en
una jornada laboral o escolar de la víctima y puede librarse del mismo durante el resto del
día, en el ciberacoso, la exposición continua y no entiende de horarios.
Una persona puede acostarse recibiendo mensajes violentos y en la mañana despertarse con
otra tanda de estos.

Acoso en redes sociales


Se trata de un fenómeno de alta complejidad, en el que intervienen multitud de variables y
factores. Existe una gran cantidad de consecuencias, mencionaré tres que considero de las
más importantes:
Aislamiento: Teniendo en cuenta el espacio individual en el que se reciben los ataques y
lo desapercibido que puede pasar, la víctima puede aislarse de sus familiares y amigos, que
son su red de apoyo principal
El miedo perpetrado por el acosador, debido a las amenazas sobre lo que le pudiera llegar a
ocurrir si el victimario lo acusa o busca ayuda, también dificultan el contacto con otras
figuras de apoyo. Tras este aislamiento, a la persona se le dificulta obtener otra perspectiva
de lo que está ocurriendo, se puede sentir culpable y, por lo tanto, debe aguantar la
situación.

Ataque a la autoestima: Recibir ataques contra la propia valía, insultos, críticas y


amenazas, mina el autoconcepto y deja al individuo en una situación vulnerable en la que es
probable que aparezca una autoidentificación con lo que se le está́ diciendo, lo que
propiciará invariablemente, una baja autoestima.
Niños y adolescentes son perfiles mucho más vulnerables ante este tipo de acoso porque
todavía están en un período auto emocional. La adolescencia es la etapa en la que el
individuo forja y construye su identidad; recibir ataques de este tipo dificultan la formación
de la personalidad de una persona.

Desconfianza: Dificultades en la búsqueda del apoyo; la baja autoestima recién


mencionada, puede verse acompañada por una falta de confianza en otros. Las víctimas de
acoso están siendo atacadas a través de sus propias redes sociales, esto puede generar
desconfianza tanto en uno mismo, como de sus vínculos personales.

En internet que se han dado en el mundo, cabe resaltar que la mayoría de los delitos de esta
índole han ocurrido de Estados Unidos.
Nicola es un hombre que descubrió́ que su hija estaba acosando e intimidando a otras
personas en línea y cuando descubrió́ todo se horrorizo por lo que hacía con la gente desde
la virtualidad.

Caso de Lindsay Gold Rick:


En 2004, una mujer británica llamada Lindsay Gold Rick conoció́ a Paul en Soulmates,
una página web para encontrar pareja en internet; fue ahí cuando Paul comenzó́ a acosarla
por internet, usurpó incluso la identidad de Lindsay para realizar compras a su nombre por
internet y empezó́ también a colgar fotos de ella sin su permiso, en diversos sitios de la
web.
Caso de Rebecca Ann Sedgwick:
En Florida, una adolescente de tan solo 12 años llamada Rebecca Ann Sedgwick, originaria
de Lakeland, se suicidó́ tras ser acosada por compañeras vía internet que le ponían
mensajes hirientes. A consecuencia de esto y el dolor que le ocasionaba, se quitó́ la vida
lanzándose en una cementera.

Caso de Amanda Todd:


Amanda Todd, otra víctima de este tipo de acoso, era una joven canadiense que también se
suicidó a la edad de 16 años.
En México, la mayoría de las víctimas son mujeres y jóvenes que se pueden observar en
redes sociales, se estima que la mayoría de los acosadores son hombres, y en un alto
porcentaje, provenientes de nuestros vecinos del norte: Estados Unidos y Canadá́.

Prevención
El Servicio de Protección de la Violencia da los siguientes consejos:
Tener la responsabilidad de tus dispositivos electrónicos.
Cuidar a quien le prestas tus dispositivos.
Utilizar contraseñas seguras y no compartirlas con desconocidos.
No agregar ni chatear con personas que no conozcas en redes sociales.
Cuidar tu seguridad mientras navegas por internet.
No publicar información de los lugares en donde has estado.
Instalar antivirus a tus computadoras.
Configurar tu perfil como privado.
Evitar aplicaciones que puedan ser controladas por hackers.
No instalar aplicaciones móviles que desconoces.
No tolerar faltas de respeto, insultos o amenazas en redes.
Reportar cualquier anomalía en una publicación.

Con estas medidas es posible reforzar la prevención ante cualquier situación de violencia
digital y no ser víctimas de acoso por parte de algún desconocido o personas que apenas
conozcamos.
En conclusión, las redes sociales pueden ser una buena compañía para nosotros en la época
moderna, ya que está a todo dar hacer publicaciones en línea sobre viajes con nuestros
amigos y familiares, pero debemos tener cuidado porque en ocasiones podemos hasta ser
víctimas de espionaje.
Si una persona nos está llamando o nos está violentando por internet debemos reportarla,
porque siempre es mejor prevenir que lamentar. Cabe señalar que muchas desapariciones
de personas están ligadas a las redes sociales. Por eso es tan importante denunciar; ten en
cuenta que existe una policía cibernética, se pueden revisar las líneas y dar con los
infractores o quienes puedan buscar perjudicarnos.

Niños víctimas de violencia


En todo el mundo, una tercera parte de los estudiantes de entre 11 y 15 años han sido
víctimas de intimidación por parte de sus compañeros en el último mes.
Que la violencia esté presente en la vida de al menos 1 000 millones de niñas y niños
genera un importante desgaste en su bienestar físico, emocional y en su estado de salud
mental. No siempre se hace visible, por creer que muchos de ellos que ser víctimas de la
violencia son parte de la vida cotidiana.
Las personas que presencian violencia en su entorno familiar, en la escuela, en la
comunidad y en las redes sociales tienen una mayor probabilidad de involucrarse en actos
violentos, tanto dentro como fuera de su hogar. Además, aquellos que han sido víctimas de
violencia en el pasado son más propensos a perpetuarla y reproducir los patrones que
experimentaron anteriormente.
De esta manera, la violencia se convierte en un fenómeno que se transmite, similar a una
enfermedad. La exposición a la violencia o estar rodeado de personas que han vivido
experiencias violentas y tienen comportamientos agresivos nos puede llevar a forjar un
aprendizaje basado en formas de interacción negativas y transgresoras. Medios de
comunicación y redes
Las redes sociales se han convertido en un elemento que integra nuestra cultura y son
herramientas muy potentes que permiten la difusión de información, la comunicación y la
interacción social. En estos espacios se manifiesta el poder de la influencia social, tanto a
nivel individual como colectivo.
La facilidad para acceder a las redes sociales y el gran número de personas que las utilizan
han ayudado a garantizar el derecho al acceso a la información. Sin embargo, es importante
considerar el incremento de la violencia digital dentro de estas plataformas.

Las personas experimentamos una necesidad innata de ser aceptadas y obtener aprobación,
especialmente por parte de los miembros de nuestra comunidad. Esta necesidad se
intensifica en la adolescencia, cuando la mayoría de los jóvenes anhelan pertenecer a un
grupo y al mismo tiempo buscar su independencia. Durante esta etapa, la interacción social
juega un papel crucial en el desarrollo de su autopercepción y autoestima.
Es precisamente en este contexto donde el comportamiento social y el uso de las redes
sociales adquieren un gran impacto en la vida de los adolescentes. Estas plataformas se
convierten en una herramienta para buscar aprobación y sentirse parte de un grupo

¿CUÁNTOS TIPOS DE VIOLENCIA VIRAL EXISTEN?


Hemos identificado las principales formas de violencia a las que niños, niñas y
adolescentes pueden exponerse utilizando internet a través de todo tipo de
dispositivos. En su vida diaria, es inevitable cierto nivel de exposición a contenidos
digitales y redes sociales. Pero existen formas de violencia que pueden afectar a su
desarrollo y que derivan especialmente del uso que hacen de internet para relacionarse.

1. SEXTING SIN CONSENTIMIENTO


El término sexting es el resultado de la contracción de sex (sexo) y texting (envío de
mensajes), y se utiliza para denominar el intercambio de mensajes o material online con
contenido sexual. En España, casi un 20 % de los jóvenes entre 18 y 20 años ha participa do
alguna vez en el sexting y la media de edad en la que se hace por primera vez está entre
los 14 y 16 años.

2. SEXTORSIÓN
El término sextorsión se refiere a la contracción de las palabras sexo y extorsión. Como su
nombre indica, ocurre cuando una persona chantajea a un niño, niña o adolescente con la
amenaza de publicar contenido audiovisual o información personal de carácter sexual que
le involucra. De este modo, se entra en la dimensión online del chantaje que puede durar
horas, meses o años y que puede llevar a cabo una persona tanto conocida como
desconocida por la víctima. En un 25 % de los casos (1 de cada 4) la persona responsable es
la pareja o expareja y suele ocurrir por primera vez entre los 14 y los 15 años.

3. VIOLENCIA ONLINE EN LA PAREJA O EXPAREJA


Esta violencia se define como el conjunto de comportamientos repetidos que pretenden
controlar, menoscabar o causar daño a la pareja o expareja. Es muy probable que quien
sufra o provoque violencia en el mundo físico lo haga también en el virtual.

Se suele llevar a cabo mediante mensajes, control de las redes sociales, apropiación de las
contraseñas, difusión de secretos o información comprometida, amenazas e insultos. Se
puede vigilar a la pareja controlando su ubicación, conversaciones, comentarios online,
enviando correos, mensajes o comentarios humillantes, groseros o degradantes, o
publicando fotos con la misma intención. Es fácil entender que la violencia online en la
pareja o expareja puede nutrirse de los otros tipos de violencia online que analizamos en
este artículo y habitualmente tiene su origen en la desigualdad de género.
4. CIBERACOSO O CYBERBULLYING
El ciberacoso o ciber Bull ying es una forma de acoso entre menores de edad, que
consiste en comportamientos repetitivos de hostigamiento, intimidación y exclusión social
hacia una víctima a través de mensajes, imágenes o vídeos, que pretenden dañar, insultar,
humillar o difamar.

5. HAPPY SLAPPING
El happy slapping (bofetada feliz, en español) es un término que nace en Reino Unido y
que se ha ido extendiendo alrededor del mundo durante los últimos años.
Este término, aparentemente inocente, define la violencia que consiste en la grabación de
una agresión, física, verbal o sexual hacia una persona, que se difunde posteriormente
mediante las tecnologías de comunicación. La agresión puede ser publicada en una página
web, una red social, una conversación a través del teléfono móvil (WhatsApp, Messenger,
etc.). En el 61 % de los casos, los agresores son amigos o compañeros. Lo que se percibe
cómo un juego por parte del agresor es una grave forma de violencia física y
posteriormente online.

6. ONLINE GROOMING O CIBEREMBAUCAMIENTO


El online grooming (acoso y abuso sexual online) es un delito por el cual una persona
adulta contacta con un niño, niña o adolescente a través de internet, ganándose poco a poco
su confianza con el propósito de involucrarle en una actividad sexual. Suele sufrirse por
primera vez a los 15 años. Está puede ir desde hablar de sexo y obtener material del mismo
tipo, hasta mantener un encuentro sexual. Aun cuando no se alcance este objetivo, también
son considerados online grooming todos los actos materiales encaminados a conseguirlo.
El proceso en el que se establece el vínculo de confianza es muy parecido al abuso
sexual infantil físico.

7. EXPOSICIÓN INVOLUNTARIA A MATERIAL SEXUAL Y/O


VIOLENTO
Hoy en día muchísimos niñas, niños y adolescentes tienen acceso ilimitado a la red. Al usar
internet, realizar búsquedas o descargar archivos en principio completamente inocentes, se
encuentran con material de escenas sexuales o violentas. Nos consta que en nuestro país
uno de cada dos menores de edad recibe este contenido de forma totalmente involuntaria.
También es posible que el contenido sea enviado a la niña o niño por una persona
desconocida, familiar, amigo o amiga, bien mediante un chat de conversación, o que utilice
algún dispositivo para obligarle a mirar. En este caso, estaríamos ante una forma de
exposición que denominamos exhibicionismo.

8. INCITACIÓN A CONDUCTAS DAÑINAS


Niñas, niños y adolescentes pueden verse realmente afectados por ciertos contenidos que
descubren a través de internet, y esta exposición puede afectar a su salud e integridad física.
Existen plataformas que promocionan comportamientos como la autolesión o los trastornos
alimenticios, por ejemplo, dando consejos sobre cómo llevarlos a cabo.

9. SHARENTING, LA SOBREEXPOSICIÓN DE MENORES EN


INTERNET
Por último, pese a que no es un tipo de violencia, es una práctica de alto riesgo.
El sharenting que proviene de la fusión de share (compartir) y parenting (crianza), es
la práctica cada vez más habitual de madres y padres, en la que exponen pública y
constantemente la vida de sus hijas e hijos en la red. En principio, puede parecer una
costumbre inofensiva, pero debemos ser conscientes de las consecuencias que puede tener
para las vidas de las niñas y los niños.

Robo de identidad;

El robo de identidad o usurpación de identidad es la apropiación de la identidad de


una persona: hacerse pasar por esa persona, asumir su identidad ante otras personas en
público o en privado, en general para acceder a ciertos recursos o para la obtención de
créditos y otros beneficios en nombre de esa persona.
El robo de bolsos o carteras con documentos como el DNI, el carné de conducir, o las
tarjetas de crédito, y/o el robo de datos confidenciales en los teléfonos móviles o en Internet
(claves de acceso a los bancos u otros servicios especiales), permite suplantar la identidad
de otra persona y son situaciones más o poco frecuentes que pueden llevar a consecuencias
graves si no se sabe cómo actuar a tiempo en estos casos.
Por otro lado, el robo de identidad también es utilizado con el fin de perjudicar a otra
persona, a efectos de en algún sentido conseguir calumniar o desacreditar su vida
profesional o familiar, o a efectos de sembrar dudas sobre su salud o la mala atención que le
dispensa a sus padres, etc.
El caso más común hoy en día se da cuando un atacante, por medios informáticos o
personales, obtiene su información personal y la utiliza ilegítimamente.
El robo de identidad es el delito de más rápido crecimiento en el mundo. Hasta no hace
mucho tiempo, cuando un ladrón robaba una billetera o una porta documentos, el dinero no
era lo único que pretendía. Con el tiempo, los datos de los documentos de identidad como
por ejemplo, la tarjeta de crédito, la tarjeta de débito, los cheques, o cualquier otro
documento que contenga datos personales, han pasado a ser el objetivo de muchos
timadores.
En el transcurso de pocas horas, esta información a veces se divulga al hacer transacciones
en persona, por teléfono y en línea, al efectuar la compra de productos y de servicios. Si
esta información confidencial es simplemente escuchada por un delincuente u obtenida por
cualquier otro procedimiento, podría utilizarse para suplantar la identidad financiera de esa
persona, y realizar muchas operaciones perjudiciales para el titular.
Nadie está a salvo de este delito ni puede tenerse la certeza de que nunca le ocurrirá. Lo
importante es conocer los métodos existentes para reducir las probabilidades de que esto
ocurra, y saber las medidas a tomar en caso de que sí ocurra.
Con el desarrollo de las nuevas tecnologías, el robo de identidad se ha convertido en la
modalidad delictiva que más ha crecido en los últimos años. España, de hecho, se sitúa
como el país de la Unión Europea en el que se producen más delitos de robo de identidad.1
Existen varios métodos para obtener datos de la información personal:
Correos falsos: esta técnica permite pasar a un atacante por una organización, banco o
empresa verdaderas para obtener información que garantice acceso a algún recurso que
usted utilice en esa organización, banco o empresa.
Personal: cualquier persona maliciosa podría obtener información que escuchó o vio de
parte suya que le garantice acceso a algún recurso valioso.
Ataque organizado: cualquier atacante podría intentar superar la seguridad de un banco,
empresa u organización para obtener información personal de los clientes para luego
acceder a algún recurso de esa empresa.
Ataque a servidores de almacenamiento de información en línea: el atacante puede tratar de
obtener datos de un servidor de almacenamiento de datos en la nube; obteniendo
contraseñas, DNI, cuentas bancarias, etc.

LSSI: La legislación española2 LSSI, artículo 10) obliga a cualquier autónomo que tenga
una página web, o cualquier persona con página web que ponga adósense o
recomendaciones de libros de Amazon, a poner su nombre y apellidos completo, su DNI y
la dirección de su domicilio personal 3 frente a multas que superan los 30001 euros por
infracción grave. Con esos datos, es razonablemente fácil el robo de identidad, y dar de baja
la línea fija, el ADSL, o modificar aspectos del recibo de la luz o del agua al particular al
que la ley le ha obligado a poner sus datos en Internet.

Doxeo: Se utiliza el Doxeo o Doxxing para obtener los datos de un individuo, como su
Nombre Completo, Dirección IP, Datos Personales, etc... Se puede hacer un "doxxing" para
suplantar la identidad de alguien.

Formas de prevenirlo
Según lo mencionado anteriormente, para intentar prevenir este tipo de delito es necesario
tener en cuenta las siguientes medidas4:

Blindaje de equipos. Consiste en instalar en el ordenador y teléfono inteligente un


firewall y antivirus, actualizándolos constantemente. A su vez, evitar descargar programas
y apps gratuitos de sitios no seguros.
Contraseñas. Para que esta sea segura, debería contener como mínimo 8 caracteres e
incluir cifras, letras y números de forma aleatoria. Asimismo, crear una contraseña
diferente para cada cuenta. Evita que tengan relación con tus datos personales, como fechas
de nacimiento o teléfonos. Nunca las envíes por correo electrónico ni a terceras personas.

Documentos. Consérvalos en lugares seguros. Destruye aquellos que contengan


información personal, financiera o sensitiva, así como las tarjetas bancarias vencidas.

Correos electrónicos. No abras mensajes de origen sospechoso, elimínalos de tu


servidor.

Conexión a sitios web. Actualmente podemos acceder a redes Wifi de acceso


abierto en lugares como aeropuertos, cafés o bibliotecas; en estas redes públicas los datos e
información circulan en abierto, por lo que corren un alto riesgo de ser interceptados por
terceros. Es por esto que siempre se recomienda, en caso de usar este tipo de redes para
navegar por Internet, usar el Protocolo seguro de transferencia “HTTPS” cuando se
introduzca una dirección, así como activar la conexión segura cuando se envíen correos
electrónicos. Ingresa directamente a los portales oficiales de las instituciones financieras,
evitando hacerlo a través de ligas encontradas en correos o mensajes electrónicos

Correspondencia a domicilio. No aceptes invitaciones de instituciones financieras,


establecimientos o comercios que te exijan proporcionar datos personales para recibir
beneficios o promociones, así como tarjetas de crédito o préstamos “preaprobados”.

Estados de cuenta. Evita recibirlos por correo. Consúltalos en línea y verifícalos de


manera constante.

Compras por Internet. Siempre hay que asegurarse que el sitio que visitas sea seguro y
confiable, observando la privacidad, las políticas de venta, la ubicación física, la
denominación legal, así como la información del proveedor.

Redes sociales. Mucho cuidado con lo que publicas en tus redes sociales. Trata de evitar
datos personales, nombres, cuentas de correo... Mantén privacidad en los sitios públicos.

Evitar los recolectores de datos en Internet . Antes de abonarse a un boletín de


noticias o registrarse en una página de servicios, echa un vistazo a las Condiciones de uso y
Términos Generales, a las Declaraciones de Protección de Datos y al Aviso Legal de las
páginas webs correspondientes para desechar sospechas.

¿Qué puede hacer una víctima que sufre un robo de identidad en Internet?
A pesar de la gran cantidad de medidas preventivas que se pueden llevar a cabo, es
imposible garantizar la seguridad absoluta en Internet. Dicho esto, si eres víctima de un
delito de robo de identidad hay que reaccionar lo más pronto posible, especialmente si el
delito incluye transacciones financieras. Generalmente, se recomienda lo siguiente 5:
Cambiar todas las contraseñas, incluidas las de cuentas no afectadas
Comunicar el suceso a las personas correspondientes
Bloquear las cuentas y accesos
Avisar a amigos y conocidos de lo sucedido
Revisar el ordenador, incluidos los antivirus y demás programas instalados
Controlar de manera constante los movimientos bancarios
Denúncialo a la propia red social. Si no se soluciona el problema se puede interponer una
denuncia ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE).
El robo de identidad es un delito y sucede cuando alguien usa su información financiera o
personal sin autorización, para cometer fraude o un acto ilegal. Sepa qué hacer.
El robo de identidad puede estropear su crédito, costarle tiempo y dinero.
A continuación encuentre información sobre qué es robo de identidad cómo saber si alguien
está usando su identidad, qué hacen los estafadores para robar su información, cómo
protegerse y dónde poner la denuncia.

Cómo saber si le robaron su identidad: identifique las señales de alerta


Probablemente usted no se dé cuenta inmediatamente que alguien robó su identidad. Pero
debería sospechar, si le ocurre alguna de estas situaciones:
Recibe facturas de productos que no compró.
Llaman para cobrarle deudas de cuentas que no abrió.
Aparece una información en su informe de crédito que no le resulta familiar.
Rechazaron sus solicitudes de préstamo.
Deja de recibir el correo con sus cuentas o no lo encuentra en su buzón.
Tan pronto identifique que alguien está usando su identidad, haga la denuncia.

Cómo ocurre el robo de identidad: ejemplos comunes


Los estafadores pueden robar su identidad en persona, a través de las redes sociales, correos
electrónicos, mensajería (chat), por teléfono (llamadas o mensajes de textos), entre otras
formas.
Estos son algunos ejemplos de métodos usados para robar la identidad:
Llamar por teléfono para decirle que se ganó un premio o que debe pagar una
deuda, o de lo contrario tendrá problemas graves.
Robar su billetera o cartera para obtener su identificación, tarjetas de crédito o débito,
número de Seguro Social, o dirección de su hogar.
Revisar su papelera o depósito de la basura para robarle los estados de cuentas
bancarias, documentos fiscales, u otros papeles importantes.
Instalar dispositivos en los cajeros automáticos, cajas registradoras y en las máquinas de
pago de las estaciones de gas para robar la información de su tarjeta de crédito o débito.
Obtener información personal a través de su teléfono móvil cuando usa redes de Wi-Fi
público (red inalámbrica de internet) que no son seguras. Esta práctica de robo de identidad
también se conoce como "Wi-Fi Jacking”.
Enviar correos electrónicos o mensajes de textos que parecen de compañías
legítimas para obtener su información o pedirle que descargue programas (software)
maliciosos.
Espiar sus cuentas de redes sociales y grupos (Facebook, Twitter, Instagram, WhatsApp,
etc.) para encontrar su información personal en publicaciones o fotos.
Enviar cuestionarios y encuestas en línea que parecen de compañías legítimas para
pedirle su información o dinero.

Cómo evitar el robo de identidad: proteja su información


La mejor forma para evitar el robo de identidad es protegiendo su información personal y
no compartir sus datos personales. Por ejemplo:
No responda las llamadas telefónicas, mensajes de texto o correos electrónicos de números
o personas que no conozca.
No comparta su información personal, como números de cuentas bancarias, de tarjetas de
crédito o débito, número de Seguro Social o fecha de nacimiento.
Recoja su correo del buzón todos los días y solicite que se retenga su
correspondencia cuando vaya a estar de vacaciones o fuera de su casa.
Examine los estados de cuenta de sus tarjetas de crédito y cuentas bancarias y reporte las
transacciones no autorizadas o sospechosas.
Guarde en un lugar seguro su información personal, como su tarjeta de Seguro Social (evite
llevarla en su billetera o cartera), pasaporte, certificado de nacimiento, papeles financieros
o de su casa.
Use redes de “Wi-Fi” públicas seguras.
El robo de identidad o usurpación de identidad, es cuando una persona obtiene, transfiere,
utiliza o se apropia de manera indebida, de los datos personales de otra sin la autorización
de ésta última, usualmente para cometer un fraude o delito.
La identidad la constituyen los datos personales: nombre, teléfono, domicilio, fotografías,
huellas dactilares, números de licencia y de seguridad social, incluyendo información
financiera o médica, así como cualquier otro dato que permita identificar a una persona.
En muchos casos el ladrón de identidad utiliza la información ilegalmente adquirida para
contratar productos y servicios financieros a nombre de la víctima.
Consejos para prevenir el Robo de Identidad

· Estado de cuenta o consulta de movimientos: Verificarlos constantemente para


identificar movimientos que no se recuerde haber efectuado, en cuyo caso será necesario
acudir a la CONDUSEF o a la institución financiera para descartar un robo de identidad.
· Contraseñas: Utilizar claves que no se relacionen con datos personales como fechas
de nacimiento, números telefónicos o nombres de familiares; utiliza letras mayúsculas,
minúsculas y números combinados.
· Eliminación de documentos: Al deshacerte de los documentos que contengan
información personal o financiera, o tarjetas de crédito o débito vencidas, destrúyelos
perfectamente.
· Resguardo de Documentos: Todos los documentos personales o archivos electrónicos,
así como NIP, password y claves dinámicas deben conservarse en lugar seguro para evitar
que personas extrañas tengan acceso a ellos.
· Correos electrónicos: Se debe eliminar cualquier mensaje de origen sospechoso o que
solicite información personal o financiera. Es mejor no abrirlos, e informa a tu proveedor
de Internet, para ayudar a erradicarlos.
· Conexión a sitios web: Nunca ingreses tus contraseñas, sobre todo bancarias, a algún
sitio al que se llegó por un correo electrónico o chat. Ingresa directamente a la dirección
oficial de la institución financiera.
· Uso de contraseñas: Nunca envíes tus claves y NIP por correo electrónico y jamás las
compartas con nadie.

Introducción
A Continuación presento mi investigación sobre los subtemas de violencia cibernética.
Dada la omnipresencia de internet y los medios de comunicación tecnológica en la vida de
inicios del siglo XXI, este tipos de acosos
En la presente investigación desgloso mis subtemas tratando de dar una idea más clara
sobre el acoso psicológico y ciberacoso en la presente explico más sobre estos temas tan
importantes hoy en dia.

Mediante la información que proporcionó a continuación, trato de brindar la información


más clara para que la personas sepan qué es esto y como identificarlo.

Ciberacoso

¿Qué es?

Dada la omnipresencia de internet y los medios de comunicación tecnológica en la vida de


inicios del siglo XXI, este tipo de acoso causa a la víctima importantes márgenes de
angustia, estrés, humillación y otras formas más o menos graves de sufrimiento emocional,
que perfectamente pueden conducirlo a dolencias mayores. Por esta razón el
ciberbullying(ciberacoso) puede constituir un delito en algunos casos y algunas
legislaciones.

El acoso cibernético (o ciberacoso) consiste en utilizar la tecnología para amenazar,


avergonzar, intimidar o criticar a otra persona. Amenazas en línea, textos groseros,
agresivos o despectivos enviados por Twitter, comentarios publicados en internet o
mensajes, todo cuenta. Y también cuenta el hecho de colgar en internet información,
fotografías o vídeos de carácter personal para herir o avergonzar a otra persona. El
acoso cibernético también incluye aquellas fotografías, mensajes o páginas publicadas
en internet que no se eliminan o que no dan de baja, incluso después de que se le haya
pedido que lo haga a la persona que las haya publicado. En otras palabras, es todo
aquello que se publica en línea con la intención de hacer daño, avergonzar o molestar a
otra persona.
La intimidación o los comentarios despectivos que se centran en aspectos como el género,
la religión, la orientación sexual, la raza o las diferencias físicas de las personas se
consideran formas de discriminación, y van en contra de la ley en muchos estados. Esto
implica que las fuerzas del orden público podrían intervenir, y los acosadores podrían tener
que afrontar graves sanciones.

El acoso en línea puede ser especialmente doloroso y ofensivo porque suele ser de carácter
anónimo y es muy difícil identificar al acosador. También es difícil de controlar, y la
persona que lo recibe no tiene ni idea de cuántas personas (o cuántos cientos de personas)
han visto los mensajes o las publicaciones. La gente puede sufrir sin parar, cada vez que
consulta el teléfono o la computadora.

El acoso cibernético puede ser más fácil de cometer que otros tipos de acoso, porque el
acosador no tiene que enfrentarse cara a cara con su víctima.

Tipos de ciberacoso

Existen diversos modos de ciberacoso, muchos de los cuales han recibido un neologismo
como nombre, en un intento por tipificarlos y hacerlos más reconocibles.
Nos referimos a:

Acoso psicológico:

Consiste en la descalificación pública, constante y malintencionada de una persona,


exponiendo y/o exagerando sus debilidades y defectos, o censurando sistemáticamente sus
comentarios e intervenciones en las plataformas de socialización en línea. El propósito de
esta práctica es humillar al otro y perjudicar su autoestima, al hacerlo sentir expuesto o
injustamente agredido frente a los demás.

Cyberstalking:

Se conoce así a la práctica de indagar en la información digital de la víctima, con el


propósito de hallar información antigua, confidencial o personal que sirva para agredir en la
actualidad, exponerlo, ridiculizarlo, etc.
Acoso pederasta o grooming:

En este caso, se trata de una serie de conductas llevadas a cabo por un adulto, con el fin de
ganarse la confianza de un menor de edad, con fines de seducirlo sexualmente. Esto puede
ocurrir abiertamente, o a través de disfraces y artimañas que buscan confundir al menor y
hacerle creer que se comunica con alguien de su misma edad o cercano.

Sextorsión:

Suele consistir en el chantaje, la intimidación o la extorsión de una persona a manos de uno


o varios individuos que de alguna manera se han hecho con material íntimo de su propiedad
(fotografías, videos, mensajes, etc.). A menudo suele darse a manos de antiguas parejas,
que divulgan contenido íntimo a modo de venganza, y puede ser considerado un tipo de
violencia de género, dado que en la abrumadora mayoría de casos, la víctima es una mujer.
Difamación en redes sociales:

A través de instrumentos digitales y de cuentas falsas, muchos acosadores emprender


campañas de difamación, caricaturización o incitación al linchamiento en contra de una
persona, ya sea haciéndose pasar por ella, acusándola falsamente o divulgando datos
confidenciales (direcciones, números de teléfono) para que reciba llamadas o mensajes no
solicitados.
Bombardeo comunicacional. Se trata en este caso de llamadas, mensajes u otro tipo de
comunicaciones que se dan de manera masiva, insistente y abrumadora en redes sociales,
videojuegos o servicios de videollamadas, mensajería y correo electrónico. Estos mensajes
no tienen ningún otro fin que el de insultar, agredir y torturar a la víctima, a menudo como
una dinámica de venganza o de supuesto castigo.

Consecuencias

A veces, recibir acoso cibernético, como cualquier otro tipo de acoso, puede conducir a
problemas graves y duraderos. El estrés provocado por vivir en un constante estado de
alerta y de miedo puede crear problemas en el estado de ánimo, el nivel de energía, el sueño
y el apetito. También puede hacer que la víctima se sienta inquieta, ansiosa y/o triste. Si
una persona ya estaba deprimida o ansiosa antes del acoso, el hecho de recibirlo puede
empeorar todavía más las cosas. Los estudiantes que reciben acoso cibernético pueden tener
dificultades para concentrarse en la escuela, lo que puede afectar negativamente a su
rendimiento académico.
No solo es la persona acosada quien sufre. El castigo que reciben los acosadores
cibernéticos puede llegar a ser importante. Cada vez hay más centros de estudios y de
actividades extraescolares que crean sistemas para responder al acoso cibernético. Hay
centros de enseñanza que expulsan a los acosadores de los equipos deportivos e, incluso,
del centro. Hay algunos tipos de acoso cibernético que violan los códigos de los centros de
estudio y/o que incluso incumplen las leyes contra la discriminación o contra el acoso
sexual. Por lo tanto, el acosador puede tener que afrontar importantes problemas legales.

¿Por qué sucede?

¿Por qué la gente comete acoso cibernético? Probablemente hay tantas razones como
acosadores.

A veces, lo que parece ser acoso cibernético puede ocurrir de forma accidental. El carácter
impersonal de los mensajes de texto, los comentarios que se publican y otras formas de
comunicación en línea pueden hacer difícil distinguir entre un chiste y algo que no lo es.
De todos modos, la mayoría de la gente sabe cuándo la están acosando, porque el acoso
implica el uso de amenazas y/o insultos repetidos. La gente que acosa en línea sabe que se
ha pasado de la raya. No se trata de una broma o de un insulto de carácter aislado, sino de
insultos y/o de amenazas constantes que van más allá del típico pique o comentario
desagradable como resultado de un enfado puntual.

¿Qué puedo hacer si recibo acoso cibernético?

Explicaselo a alguien.

Aléjate.
No caigas en la tentación de responder o de contraatacar.

Informar sobre el acoso.

Bloquea al acosador.

Mantén la seguridad en línea.

A veces la gente tiene miedo o no está segura de si la están acosando. Y no hace nada para
detenerlo. Si te están acosando, si alguien se está metiendo contigo utilizando comentarios
hirientes o si conoces a alguien que está siendo objeto de este tipo de comportamiento, no
hay ningún motivo para sufrirlo en silencio. De hecho, deberías informar sobre cualquier
mensaje de texto, publicación o correo electrónico de carácter ofensivo que recibas o leas.

¿Cómo prevenir el ciberacoso?

Si bien nadie está exento de los riesgos del ciberacoso, sus riesgos suelen ser mayores en el
caso de niños y jóvenes, más dependientes de los instrumentos tecnológicos para su vida
emocional y menos preparados para afrontar los riesgos que entrañan. Así pues, la
información y la educación sobre el uso responsable de las llamadas tics será siempre la
principal estrategia para combatir el ciberacoso. Esto implica:

En el caso de víctimas infantiles o juveniles, una estrecha comunicación entre padres e


hijos permitirá que los segundos acudan a los primeros en caso de emergencia o de duda.
Es clave que los padres sepan con quién y cómo se comunican sus hijos, tal y como lo
harían en la calle.
Aprender sobre las plataformas tecnológicas usadas: sus riesgos, perfiles de privacidad y
opciones, para configurar las cuentas de la manera más segura y respetuosa de nuestra
individualidad y privacidad. En caso de un menor, esta labor debe corresponder a sus
padres o guardianes.
Diseñar estrategias de seguridad para las cuentas y dispositivos tecnológicos, tal y como se
diseñan para salvaguardar la casa o los bienes personales: contraseñas seguras, programas
antivirus y un criterio informado respecto de cómo se corren riesgos en línea. Evitar el
malware y las páginas perniciosas es clave.
Acudir a las autoridades apropiadas en caso de darse el acoso virtual, y suspender de
inmediato el contacto con los abusivos: bloquear, silenciar, denunciar la mala conducta a
los administradores de la web o, en el peor de los casos, suspender temporalmente la cuenta
y la participación de la víctima en el espacio digital.
Evitar la difusión voluntaria de material delicado, confidencial o comprometedor en redes
sociales. Esto aplica para material erótico (especialmente si revela el rostro u otros rasgos
identificables), números de teléfono, direcciones de correo electrónico, direcciones
postales, etcétera. Nada que no le daríamos a un desconocido en la calle debería estar
divulgado en nuestras redes sociales.

Acoso psicologico

¿Qué es?

El acoso psicológico es un conjunto de conductas abusivas en forma de actos, palabras,


escritos o gestos que vulneran y hacen daño a la identidad y/o la dignidad física y
psicológica de la persona que lo sufre. Es un problema en ocasiones difícil de detectar que
puede causar daños de forma progresiva, ya que, para hablar de acoso psicológico las
conductas deben producirse de forma insistente y no aislada. En este artículo de Psicología-
Online explicaremos qué es el acoso psicológico, tratando tanto el concepto, como los
tipos, las causas y las consecuencias.

En la práctica, el término acoso psicológico, acoso moral y mobbing son intercambiables.


Sin embargo, hay matices entre ellos que los diferencian. En este artículo nos centraremos
en definir qué es exactamente el acoso psicológico.
El acoso psicológico, según el catedrático en psicología y psiquiatría José Luis González de
Rivera, se entiende como el mantenimiento persistente e intencional de pautas de maltrato
psicológico que se concretan en determinadas acciones. Por ejemplo:

Amenazar, ridiculizar, acechar, criticar, perseguir a una persona...

 Inducir en ella sentimientos negativos como miedo, confusión, inseguridad.

 Interferir en sus dinámicas mentales, dificultar la realización de sus tareas, sobrecarga

de exigencias y expectativas que la persona no puede cumplir.

Tipos de acoso psicológico

Los tipos de acoso psicológico son los siguientes:

Acoso escolar o bullying


El acoso escolar consiste en cualquier tipo de maltrato o agresión psicológica, física
o verbal llevada a cabo dentro del ámbito escolar, pero no necesariamente dentro de
las aulas. El acosador intimida de forma reiterada a la víctima que conoce de su
ámbito escolar ya sea solo o en grupo.

Acoso sexual
Conductas intimidantes o de coacción de naturaleza sexual, ya sean físicas, no-
verbales o como en el caso concreto que estamos viendo, psicológicas. Todas las
distintas conductas que se engloban aquí pueden darse en distintos grados, pasando
de ser leves y molestas a peligrosas.

Acoso laboral o mobbing


Esta forma de acoso se caracteriza por darse dentro del entorno laboral. Suele ser el
que en mayor grado se da de forma psicológica, mediante mofas, amenazas,
propagación de rumores... Existe la posibilidad de que estas conductas acaban en
violencia pero no siempre ocurre. La característica habitual es que el entorno de
trabajo se convierte en una potente fuente de estrés.
Ciberacoso
Acoso virtual. El acosador se sirve de medios digitales para perpetrar sus ofensas o
hacer sentir incómodo a la víctima. La principal motivación del acosador es crearle
malestar psicológico y emocional a la víctima en cuestión.

Ciberacoso escolar
Modalidad del ciberacoso, ya mencionado, más frecuente. Se da en el ambiente
escolar y también entra dentro del bullying ya que normalmente es una forma más
perpetuar el acoso (a través del mundo virtual).

Acoso físico o stalking


Consiste en perseguir de forma invasiva y reiterada a la víctima con la finalidad de
establecer un contacto contra la voluntad de ésta. Es un tipo de acoso realmente
incómodo.

Acoso inmobiliario
Conductas llevadas a cabo por los propietarios de una vivienda o inmueble para

conseguir que los inquilinos decidan abandonar el edificio o cancelar el contrato

de alquiler en contra de su voluntad. Se caracterizan las conductas por generar un


entorno hostil ya sea en el plano material como el social y pueden ir desde a cortar
el gas, luz o agua hasta efectuar deterioros en la vivienda o negarse a efectuar
reparaciones.

Acoso familiar
Comportamientos y conductas de acoso que se llevan a cabo dentro de un mismo
ambiente familiar.

Causas del acoso psicológico


Las causas del acoso psicológico pueden ser diversas. Las más frecuentes son los
sentimientos de celos y envidia que los acosadores sienten hacia la víctima así como
la percepción que estos tienen hacia el otro por alguna característica distintiva, ya
sea la raza, la clase social... Existen también factores ambientales que generan
conflictos y que pueden ser los generadores de futuros acosos.
En el caso específico del mobbing, que es una tipología muy común dentro del acoso
psicológico, también se da como causa el hecho de que la víctima no se deje manipular e
intente no someterse al acoso. Cuando una persona no se somete al statu quo de la
organización a menudo puede dar lugar de un mayor acoso psicológico. La demostración
de poder por parte del acosador es también un factor clave, sobre todo
en el ámbito laboral.

Consecuencias del acoso psicológico


Las consecuencias psicológicas derivadas de este tipo de acoso pueden llegar a ser
devastadoras. Un factor clave de este tipo de acoso es la baja autoestima, ya que puede ser
no sólo una consecuencia sino una de las causas por las que la persona no se defiende.
Entre los problemas más comunes derivados del acoso psicológico encontramos: ansiedad,
estrés, aislamiento, cambios de humor, irritabilidad, adicciones, insomnio, depresión...
Además, a menudo las víctimas pueden tardar tiempo en darse cuenta de que están
sufriendo este tipo de acoso.

En algunos casos es común que entre las consecuencias aparezca:

Trastorno de estrés postraumático. Conductas estresantes que se repiten


durante tanto tiempo que la víctima siente alerta y estrés no solo psicológico sino
también físico.

Trastorno adapatativo. Mostrar un malestar mayor de lo esperable en respuesta


a una situación estresante y un deterioro significativo de la actividad social y
laboral.

Trastorno de ansiedad generalizada. Preocupación y ansiedad excesiva


sobre una amplia cantidad de actividades en al menos una prolongación de seis
meses que provoca en el individuo un estado constante de inseguridad.

Trastornos del estado de ánimo. Sentimientos y estados depresivos,


insomnio, sentimientos de inutilidad o culpa, disminución de la capacidad de
concentración.

¿Qué hacer si eres víctima de acoso psicológico?


Si eres víctima de acoso, te invitamos a seguir las recomendaciones que te
presentamos a continuación:
Establece una comunicación directa
No uses intermediarios, aunque si bien puedes solicitarle a un amigo o familiar estar
presente en la conversación, comunícate directamente con el acosador.
Exige un trato respetuoso, y no justifiques ni aceptes justificación deben

ningún tipo de maltrato verbal, no verbal o físico.

Exprésate con asertividad


Habla con claridad y firmeza, enfócate en lograr resultados positivos. Ahora bien,
no le temas al conflicto, con esto nos referimos a que no guardes silencio si el
acosador insiste en neutralizar tu comunicación.
Asegúrate de obtener un compromiso de parte de esa persona de no ridiculizarte o
violentarte con palabras, gestos o comportamientos.

Evita culparte
El acoso psicológico, como ya hemos mencionado en la lista de señales que podrían
reflejar que estás siendo víctima de este tipo de acoso, puede generar
sentimientos de culpa en ti.
Es importante que te hagas consciente de que no mereces maltrato verbal o no
verbal, que no has hecho nada para merecerlo y que es responsabilidad del acosador
cambiar sus actitudes y comportamientos hacia ti.
Si persiste en el acoso psicológico, entonces toma distancia y aléjalo de ti.

No te aísles de tus amigos o familiares

En el segmento anterior te hemos aconsejado tomar distancia del acosador, y esto es


necesario si comienza a comprometer tu bienestar físico, mental y emocional.
Sin embargo, que no haya confusiones: de tus amigos y familiares no debes aislarte.
De hecho, apóyate en ellos.

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