Política Ferroviaria y Crisis Fiscal

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Política ferroviaria y crisis fiscal

Un ferrocarril es un sistema de
transporte que utiliza trenes sobre
rieles para mover pasajeros y
mercancías. Está compuesto por
dos elementos principales: la
infraestructura ferroviaria, que
incluye los rieles, estaciones y
señales, y los vehículos
ferroviarios, que son los trenes
propiamente dichos. Los trenes
pueden ser impulsados por diversas
fuentes de energía, como vapor,
electricidad o diésel.
El primer tren de la Sudamérica hispana, el Lima-Callao

Entre 1852 y 1869, el Perú experimentó una revolución económica


caracterizada por un incremento en la circulación de capital y el alza del
costo de vida. Factores como la consolidación de la deuda interna, la
abolición de la esclavitud, el aumento de salarios, y el crecimiento de
sectores agrícolas e industriales impulsaron la economía, aunque también
generaron inflación. Los precios de bienes básicos como carne, leche,
semillas y vivienda se dispararon, afectando especialmente a la población.
A pesar de las mejoras en infraestructura, el costo de vida aumentó de
forma continua hasta 1870. Tuvo varias causas, según un informe de 1870
liderado por Manuel Pardo. El aumento de la población, que pasó de 70-
80 mil en 1840 a 140 mil en 1869, y la mejora en el nivel de vida,
incrementaron el consumo, especialmente de carne.

Durante el gobierno de Balta, en 1869, se promulgó una ley que autorizaba


la construcción de varios ferrocarriles en el Perú, incluyendo rutas como
Henry Meiggs Williams, también
llamado Enrique Meiggs fue un Arequipa-Puno-Cusco y Lima-Jauja. Para financiar estos proyectos, se
empresario estadounidense de permitía la emisión de bonos con un interés del 6%. El enfoque difería de
origen inglés, que se dedicó a la las propuestas de Manuel Pardo en 1860.
construcción de ferrocarriles en Perú Enrique Meiggs, un contratista estadounidense, se convirtió en una figura
y en Chile. El gobierno peruano clave en la política y economía peruana por su trabajo en la construcción
pactó con Meiggs, por decreto del 31
de ferrocarriles. Meiggs había huido de San Francisco en 1854 tras
de diciembre de 1869, la
cometer un fraude financiero, pero se estableció en América del Sur y
construcción de los ferrocarriles
logró rehabilitar su reputación al pagar sus deudas en 1873. Aunque murió
Lima-La Oroya y Arequipa-Puno.
en 1877, su rehabilitación fue oficialmente reconocida en 1977 por un juez
en California, quien afirmó que Meiggs había enfrentado su castigo en un
"tribunal más alto."
Ferrocarriles y obras públicas durante el gobierno de Prado
Se continuaron las obras ferroviarias iniciadas durante el gobierno de
Balta, completándose tramos como Arequipa a Puno, Ilo a Moquegua,
Pacasmayo a La Viña, Salaverry a Ascope, y el túnel de La Oroya.

Se construyeron 798 kilómetros de vías férreas, principalmente en los


Andes, alcanzando un total de 2,000 kilómetros en todo el país, de los
cuales 1,388 pertenecían al Gobierno.

También se inauguraron otros proyectos de infraestructura como


muelles, aduanas, puentes, iglesias, y represas.

Crisis política
La crisis económica y política que enfrentó el Perú durante el gobierno
Manuel Pardo y Lavalle nació en de Manuel Pardo (1872-1876). Al asumir la presidencia, Pardo tuvo
Lima, en 1834. Fue reconocido que lidiar con las secuelas de la depresión mundial de 1873, que redujo
como un hombre de acción tanto en drásticamente las exportaciones peruanas, especialmente de algodón,
los negocios como en la política. mientras los ingresos por el guano, principal recurso económico del
Fue alcalde de Lima y fundó un país, también disminuyeron debido al agotamiento de las reservas.
partido político: El Partido Civil. Esto llevó al Perú a una situación de bancarrota.
Fue elegido presidente del Perú y
asumió el cargo entre 1872 y 1876. Para enfrentar la crisis, Pardo implementó un programa de austeridad
Hacia mediados del siglo XIX, el que incluyó la reducción del tamaño de las fuerzas armadas y la
ferrocarril se convirtió en el burocracia, así como la introducción de nuevos impuestos. Además,
símbolo del progreso para el mundo intentó sustituir los ingresos del guano con los provenientes de los
occidental. Las naciones nitratos, un fertilizante producido en la provincia de Tarapacá. Sin
industriales unificaron y embargo, los resultados fueron decepcionantes, lo que agravó la
expandieron sus mercados gracias a
situación económica. El endeudamiento externo creció, mientras el
la velocidad y capacidad de carga
desempleo y los impagos a empleados públicos aumentaban.
que los ferrocarriles ofrecían.
La política de austeridad y el anticlericalismo de Pardo le generaron
conflictos con instituciones poderosas como la Iglesia y las fuerzas armadas. A lo largo de su mandato, enfrentó
varias rebeliones militares, muchas instigadas por su antiguo rival Nicolás de Piérola. En 1876, la situación
financiera del país se volvió insostenible, y Perú se declaró en bancarrota.

Su sucesor, Mariano Ignacio Prado, logró renegociar la deuda externa mediante el "Contrato Rafael", que
permitió a acreedores extranjeros gestionar los ingresos del guano. Sin embargo, la recuperación fue efímera,
ya que la Guerra del Pacífico estalló en 1879, lo que llevó al colapso económico total. La guerra, junto con el
acuerdo con la Peruvian Guano Company, privó al Perú de los ingresos del guano y aceleró el colapso del
sistema bancario.

La mala administración de la bonanza del guano, la corrupción, la ausencia de una mentalidad burguesa y el
racismo hacia la población indígena impidieron que el Perú aprovechara esta oportunidad para industrializarse
y desarrollarse. Al final, el legado concreto de la era del guano, los ferrocarriles, terminó en manos de
propietarios extranjeros tras la guerra, lo que perpetuó el subdesarrollo del país.
Actividad
1. Lee con atención el siguiente texto.
Acerca del ferrocarril
“Crear retornos que suplan el guano, crear rentas fiscales que reemplacen las del guano: he aquí el problema.
Fomentar la producción nacional; he aquí la resolución: ella nos dará retornos para el comercio; ella nos dará
rentas para el Estado. En la producción nacional, en la riqueza pública será donde encontremos las entradas de
nuestro Tesoro, cuando la actual renta desaparezca. El aumento de valores en todas las ramas de la actividad
nacional permitirá el aumento de las contribuciones sobre la tierra que sólo pueden pagarse cuando la tierra
produce, sobre la industria, que solo se obtiene cuando la industria florece, sobre la propiedad urbana,
consecuencia del aumento de la población y por último y más que todo de las contribuciones indirectas, como
las de aduanas, que crecen solo donde hay movimiento industrial y comercial.

Y qué medio más fácil, más rápido y más poderoso de aumentar con la producción nacional a un mismo tiempo
la riqueza de los particulares y del Estado ¡Qué medio más expedito y más sencillo que las vías de
comunicación! Ya hemos dicho: si en las naciones europeas el papel de un camino de hierro se reduce a facilitar
y activar las comunicaciones entre dos puntos del territorio, en el Perú su misión es de crear esas relaciones
que no existen entre lugares que están incomunicados unos de otros; en Europa ellos facilitan el tráfico y el
comercio, fomentan así la industria y dan mayor valor a la propiedad; en el Perú lo crearán todo: comercio,
industria y hasta la propiedad, porque darán valor a lo que hoy no tiene.

De otra parte, el aumento de la riqueza material que los ferrocarriles producen se traduce también en un
verdadero aumento de la civilización en la mejora moral e intelectual de la nación cuyos territorios han sido
enriquecidos por la locomotiva” (Pardo, como se cita en Contreras y Cueto, 2013, p. 149).

El desarrollo ferroviario
Recién a partir del año de 1868,- que, además, coincide con la llegada de José Balta a la presidencia-, se inicia
el verdadero expansionismo ferrocarrilero en el Perú. Se dio inicio ese año al Ferrocarril de Pisco a Ica, se
inició el de Mollendo- Arequipa, que fue contratado por el tres veces presidente Diez Canseco- quien, en su
tercer y también fugaz paso por la presidencia, se dio maña suficiente para lograr concretar el contrato de ese
ferrocarril para su tierra natal y además logró que dicho ferrocarril fuera construido por Don Enrique Meiggs,
el Pizarro yanqui, que por esa época se encontraba en Chile realizando obras de construcción ferroviaria-.
Cabe resaltarse en este momento que la mayor parte de los ferrocarriles que se contrataron al iniciarse este
período son por lo general de la zona sur o centro del Perú, reflejando hasta cierto punto la correlación de
fuerzas de las distintas oligarquías regionales en ese momento. Es importante señalar, además, que una serie
de proyectos previos, como por ejemplo el Ferrocarril de Lima-Junín, se tuvieron que posponer en su momento
por problemas de inestabilidad política.
La llegada de Meiggs al Perú en los mejores momentos de riqueza guanera, la fuerte presión de los liberales -
futuro partido civilista- a través de la Revista de Lima, que trataba de mostrar cuán necesarios eran los
ferrocarriles para la república (…), la incipiente pero alentadora política del general Pezet, y los ya concretados
proyectos, ayudan a comprender más claramente por qué a Balta se le conoció como el presidente de los
ferrocarriles. No es que él impusiera la idea del desarrollo ferroviario como parte de su proyecto de gobierno,
sino que más bien le vino impuesta por la sociedad peruana de la época, que estaba totalmente enceguecida
por la riqueza del guano y la fama y prestancia del gran constructor ferroviario.

No bien establecido Meiggs en el Perú, y al momento mismo del inicio del Ferrocarril de Mollendo-Arequipa,
se presentó una serie de reclamaciones con relación a dicho contrato, se esgrimieron una serie de razones para
anularlo: se hablaba de costo excesivo, ilegal proceso de adjudicación, etc. Pero sus grandes dotes de
negociador y su fama de gran empresario le permitieron, después de perfeccionado el contrato del Ferrocarril
de Mollendo-Arequipa, obtener los contratos de otros seis proyectos ferroviarios (véase el Cuadro 2). El
mencionado Ferrocarril de Mollendo-Arequipa fue el último gran impulso que necesitó el Perú para terminar
de enloquecer con la fiebre ferroviaria: el movimiento económico, comercial y de recursos que su construcción
generó -no hay que olvidar que 10,000 extranjeros, especialmente chilenos, fueron traídos para la construcción
del Ferrocarril de Mollendo- fue suficiente para la explosión posterior. (Pennano, 1979, p. 138).

Información útil

2. A partir del texto presentado, respondan en grupos las siguientes preguntas en una hoja aparte.

 ¿Cuál es el problema que planteaba Manuel Pardo? ¿Cómo pensaba resolverlo?


 ¿Cuál es la tesis de Manuel Pardo respecto del papel de los ferrocarriles para el Perú? ¿Estás de acuerdo
con su planteamiento? Justifica tu respuesta.
 ¿Cuáles fueron las críticas a los contratos que suscribió el Estado para la construcción de los
ferrocarriles?
 ¿Cuáles fueron los ferrocarriles construidos de mayor extensión? ¿Cuáles fueron sus costos? ¿Crees
que fue necesaria esta inversión? ¿Por qué?
 ¿Qué problemas identificas entre el costo y el exceso frente al costo promedio? ¿A qué crees se debió
dicha situación?
 Utiliza fuentes confiables para indagar el uso del sistema ferroviario en el Perú actual. ¿En qué
actividades económicas se hace uso del sistema ferroviario? ¿Qué cambios se han producido respecto
al periodo señalado en las fuentes?
Material consultado

 Ministerio de Educación. (2021). Cuaderno de fichas, fuentes históricas, cuarto grado. Ministerio de Educación del
Perú.
 Basadre, J. (2005). Historia de la República del Perú (Tomo 8). Editorial La República.
 Klarén, P. (2004). Nación y sociedad en la historia del Perú. Instituto de Estudios Peruanos.
3. Elabora un editorial de opinión sobre el tema presentado.
Instrucciones para elaborar una editorial de opinión sobre la política ferroviaria en el Perú:

i. Título: Elige un título atractivo que resuma tu opinión sobre la política ferroviaria en el Perú. Ejemplo: " El
legado ferroviario de José Balta: ¿Visión o desastre?".
ii. Introducción: Presenta una breve descripción de la política ferroviaria en el Perú. Menciona los principales
personajes y acontecimientos históricos, como el presidente José Balta y el empresario Enrique Meiggs o el
presidente Manuel Pardo. Explica por qué este tema es importante para el desarrollo del país.
iii. Desarrollo:
a. Opinión informada: Describe los sucesos que marcaron la política ferroviaria, como las leyes para la
construcción de ferrocarriles (Ley de 1869), la influencia de Balta, el papel de Meiggs y cómo las obras
públicas buscaban aprovechar el auge del guano.
b. Análisis crítico: Reflexiona sobre las consecuencias económicas y sociales, tanto positivas como
negativas. ¿Crees que fue una política acertada o con fallas significativas? ¿Qué impacto tuvo en la
crisis política que se desató?
iv. Conclusión: Resume tu opinión personal sobre la importancia de la política ferroviaria de la época. ¿Crees que
se priorizó el desarrollo económico sobre la estabilidad política? ¿Qué lecciones podemos aprender hoy de estos
hechos históricos?
v. Firma: Finaliza tu editorial con tu nombre o seudónimo, como lo haría un periodista de opinión.

Por ejemplo.

El legado ferroviario de José Balta: ¿Visión o desastre?

El gobierno de José Balta, que buscaba modernizar el Perú a través de la construcción de ferrocarriles, sigue
siendo un tema de debate. La Ley de Ferrocarriles de 1869 marcó un intento audaz por conectar las regiones del
país y promover el desarrollo económico. Sin embargo, la enorme deuda que esto generó y la crisis política que
le siguió han dejado una marca oscura en su legado.

Por un lado, la visión de Balta era ambiciosa y moderna. Él comprendía que


el Perú necesitaba infraestructura para explotar sus riquezas, como el guano
y los minerales. Pero, por otro lado, las malas decisiones financieras y la
dependencia en contratistas como Enrique Meiggs, un empresario polémico,
llevaron al país a una crisis insostenible.
Es indudable que Balta buscó
el progreso, pero ¿a qué costo?
La construcción de
ferrocarriles, aunque
beneficiosa en ciertos
aspectos, no resolvió los
problemas de fondo y sumió al
país en una deuda que afectaría a futuras generaciones. Hoy, es necesario
preguntarse si su enfoque fue el adecuado o si se trató de una apuesta
demasiado arriesgada para un país en desarrollo.

En conclusión, mientras que los ferrocarriles trajeron avances, la manera en que se manejaron los recursos y la
economía bajo su gobierno dejó un legado de crisis que no podemos ignorar. Tal vez, con una mejor planificación
y un control más estricto del gasto, el sueño de José Balta habría sido recordado de manera más favorable.

Manuela Collantes

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