Teorias y Modelos

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TEORÍAS Y MODELOS

Experiencia y observación son dos palabras


que acompañaron la vida de Florence
Nightingale, pues gracias al trabajo diario que
realizó con los enfermos pudo darse cuenta
de cuáles eran las verdaderas causas por las
que enfermaban o morían. Es decir, la base
de todo su trabajo estuvo acompañada de
una aguda observación, que posteriormente
tradujo en la implementación de distintas
medidas de salud que mejoraron las
condiciones de los enfermos en los hospitales
y en sus propios hogares.
Nació en Florencia, Italia, aunque vivió casi
toda su vida en Inglaterra. Su preparación
como enfermera la tuvo en Londres, Francia y
Alemania, y es en este último país en donde consideró que logró la mejor
formación, en un colegio dirigido por Hermanas de la Caridad francesa,
quienes le enseñaron las bases fundamentales para ejercer la enfermería.
Uno de los trabajos que le permitió desarrollar sus primeras ideas fue cuando
acudió como enfermera a la Guerra de Crimea, entre 1853 y 1856, y en la
cual participó el Reino Unido. Más allá de las cuestiones políticas y sociales
de la guerra, lo que a Nightingale le interesó de este hecho fue que llegaban
noticias de la alta mortalidad de soldados ingleses.
A su llegada al territorio de Crimea constató cuáles eran las condiciones por
las que morían los soldados ingleses. Observó que los hospitales no contaban
con agua potable, los pisos y las instalaciones estaban sucios, había un
número de soldados mayor al que el propio hospital podía permitir y estaban
muriendo más de enfermedades epidémicas como la tifoidea, la disentería
y el cólera, que de las heridas de guerra.
Asimismo, guiaba a las enfermeras que la acompañaban para que
pudieran asumir que su función era el cuidado del enfermo y no ser
ayudantes de los médicos.
Aunque a Nightingale se le conoce como la promotora de
la enfermería moderna, esto no significa que antes de ella
no existieran escuelas de enfermería, sin embargo, en aquel
entonces no se tenía una clara definición de hacia dónde
estaba dirigida su formación.

Por sus aportaciones a Nightingale se le conoce como la primera teórica del


cuidado. Una de las características que la identificaba es que reconocía que
nunca le habían enseñado nada sobre la naturaleza de la enfermedad, todo
lo había aprendido a través de la experiencia, la observación y la reflexión, por
lo tanto, al intentar educar a sus alumnas quiso reproducir las condiciones en
las que ella había aprendido la realidad de la enfermedad.

Además, propuso la teoría de enfermería, que posteriormente


sería conocida como la teoría del entorno y que consistía en
identificar esos elementos que debía controlar la enfermera
del ambiente, tales como la luz, el ruido, la ventilación, el aire
fresco, agua limpia y potable y la correcta eliminación de
excretas, que eran benéficos para la salud.

Se consideraba positivista y creía en el conocimiento de la ciencia a partir del


método experimental. Por tal motivo pensaba que el aprendizaje y la formación
estaban basados en la experiencia, la cual estaba mediada por la observación
fina y la observación física, así como por la estadística para analizar y reflexionar
sobre los datos y sacar conclusiones.

Entre las aportaciones de Nightingale que aún siguen vigentes, está que
procuró que la enfermería se enseñara de manera laica, no religiosa. Asimismo,
decía que las enfermeras no debían de estar asiladas en los hospitales, sino que
debían acudir a las universidades.
Así, disposiciones que en la actualidad son casi ley en materia de salud (el
lavado de manos, la separación de las camas en los hospitales, el consumo de
agua potable) fueron impulsadas desde hace dos siglos por la enfermera
Florence Nightingale y hoy salvan miles de vidas en todo el mundo.

“Nightingale definió a la enfermería como una profesión ética, así como las
prácticas éticas integradas en esta disciplina. Presentó pautas para la relación
profesional con los pacientes, como el principio de confidencialidad y la toma
de decisiones que potencialmente pudieran afectarlo; ideas que hoy tienen
vigencia en la práctica profesional de la enfermería contemporánea”.
Virginia Henderson nació en 1897 en
Kansas y falleció el 19 de marzo de 1996 a
la edad de 98 años. Desarrolló su interés por
enfermería a partir de la Mundial. Es ahí
donde se destacó por asistir a sus
semejantes. Estudió en ([[Washington D. C.
en 1918 a la edad de 21 años inicia sus
estudios de enfermería en la Escuela de
enfermería del ejército y Se graduó en 1921
y trabajó en Henry Street Visiting Nurse
Service de Nueva York como enfermera
visitadora. Interesada en la docencia e
investigación profesional, realizó un máster
y luego la especialización. Recibió nueve
títulos doctorales honoríficos dentro de las
universidades en las que estudio,

En 1955 revisó un libro de enfermería escrito por Bertha


Harmer que había definido la enfermería en 1922 diciendo
que la enfermería estaba para ayudar a la humanidad. Es en
este año que Virginia Henderson Formuló una definición
propia de la Enfermería. Esta definición fue un punto de
partida esencial para que surgiera la enfermería como una Disciplina
separada de la medicina. Es decir, trabajó en definir la profesión y qué eran
los cuidados de enfermería.

Para ella la enfermería es: “Ayudar al individuo sano o enfermo


en la realización de actividades que contribuyan a su salud,
recuperación o a lograr una muerte digna. Actividades que
realizaría por sí mismo si tuviera la fuerza, voluntad y
conocimientos necesarios. Hacerle que ayude a lograr su
independencia a la mayor brevedad posible”. Por lo tanto, la enfermera es
dueña de la atención. En los postulados que sostienen el modelo,
descubrimos el punto de vista del paciente que recibe los cuidados de la
enfermera.
Para Henderson, la enfermería es una profesión independiente cuya función
principal es ayudar, pero esa labor no la hace en solitario sino formando
parte del equipo sanitario. Es una profesión que precisa y posee
conocimientos biológicos y en ciencias sociales. La enfermera también sabe
hacer frente a las nuevas necesidades de salud pública y sabe evaluar las
necesidades humanas.

Revolucionó el mundo de la enfermería redefiniendo el concepto de esta y


catalogando las 14 necesidades básicas, con las cuales hoy en día aún se
trabaja, tratando cubrir completamente las necesidades del paciente en el
modo en que sea posible; necesidades que serían comunes a toda persona,
enferma o sana. Las primeras nueve necesidades se refieren al plano
fisiológico. La décima y decimocuarta son aspectos psicológicos de la
comunicación y el aprendizaje. La undécima necesidad está en el plano
moral y espiritual. Finalmente, las necesidades duodécima y decimotercera
están orientadas sociológicamente al plano ocupacional y recreativo. Para
Henderson es básica y fundamental la independencia del paciente en la
medida de lo posible, y orienta sus cuidados a que este la consiga del modo
más rápido posible. El paciente, según Virginia tiene que ser ayudado en las
funciones que él mismo realizaría si tuviera fuerza, voluntad y conocimientos.

• Respiración.
• Nutrición e hidratación.
• Eliminación de los productos de desecho del organismo.
• Moverse y mantener una postura adecuada.
• Sueño y descanso.
• Vestirse y desvestirse. Usar prendas de vestir adecuadas.
• Termorregulación.
• Mantenimiento de la higiene personal y protección de la piel.
• Evitar los peligros del entorno y evitar dañar a los demás.
• Comunicarse con otras personas siendo capaz de expresarse.
• Creencias y valores personales.
• Trabajar y sentirse realizado.
• Participar en actividades recreativas.
• Aprender, descubrir y satisfacer la curiosidad.
Dorothea Orem (1914-2007) fue una enfermera
teórica, creadora de un modelo de atención
que ha servido de fundamento a la enfermería
moderna y que puede ser aplicado también
por todas aquellas personas que tengan un
enfermo a su cuidado. Su propuesta se conoce
como la «teoría de déficit del autocuidado».
Dicha teoría se basa en la premisa de que los
individuos pueden participar en su propio
cuidado cuando están en una circunstancia de
enfermedad. Lo que se propone es ofrecer
pautas para que una persona pueda velar por
sí misma o tramitar la ayuda que requiere,
cuando su condición le impide una autonomía
plena.
Este modelo señala que, en condiciones normales, una persona debe
aprender el autocuidado , ya que no se trata de una conducta innata.
Cuando alguien está enfermo o presenta alguna limitación, es importante
identificar hasta qué punto puede proveerse tal autocuidado. De esto
nacen los principios de la teoría en cuestión.

Hay algunas circunstancias que resultan necesarias para que una persona
pueda mantener su vida y su salud en buenas condiciones. A estas se les
conoce en esta teoría como «requisitos del autocuidado» y son de los tipos
que veremos enseguida.
Se trata de las condiciones con las que todo ser humano debe contar para
garantizar su vida y su salud. En la teoría de déficit del autocuidado se
contemplan cinco:
1. Prevención de los peligros.
2. Posibilidad de eliminar desechos.
3. Acceso a respiración, agua y alimentos.
4. Desarrollo de acuerdo con el potencial individual.
5. Equilibrio entre la actividad y el descanso, y entre la soledad y la vida
social.

Corresponde a las condiciones necesarias para mantener la vida y la buena


salud en momentos específicos del desarrollo vital. Comprende la
posibilidad de brindar soporte y acompañamiento en procesos como el
embarazo, el nacimiento, la lactancia, la vejez, etc. Asimismo, incluye el
soporte que debe brindarse en condiciones como las siguientes:
• Carencias educativas.
• Problemas de estatus.
• Desadaptación social.
• Enfermedad terminal.
• Cambios de ambiente.
• Calidad de vida deficiente.
• Pérdida de la familia, amigos, posesiones o seguridad.

Hace referencia a las condiciones necesarias para mantener la vida y la


salud cuando una persona está enferma o presenta algún tipo de limitación,
bien sea temporal o permanente. En estos casos, se requiere de ayuda o
asistencia en los ámbitos listados a continuación:
• Asistencia médica.
• Efectos del estado patológico.
• Acceso a terapias y tratamientos.
• Aprender a convivir con la patología.
• Atención a los efectos adversos del tratamiento o terapia.
• Adaptaciones para aceptar los cuidados, según sea necesario.
Hildegard E. Peplau nació el 31 de
septiembre de 1909 en Reading,
Pensilvania. Se graduó de la Escuela de
Enfermería Pottstown en 1931 y obtuvo una
licenciatura en Enfermería de la Escuela de
Enfermería del Hospital Bellevue en New
York en 1943.
Peplau mostró un profundo interés por
la enfermería psiquiátrica desde el inicio de
su carrera. Su primer trabajo después
de graduarse como enfermera fue en el
Centro Psiquiátrico Friends Asylum en
Pensilvania. Allí Peplau desarrolló nuevas
habilidades para comunicarse
efectivamente con los pacientes
psiquiátricos, sentando las bases para su futura Teoría de las Relaciones
Interpersonales.

La «Teoría de las Relaciones Interpersonales en Enfermería» de Peplau se


publicó por primera vez en su libro de 1952 «Relaciones Interpersonales en
Enfermería». Esta teoría innovadora centra la práctica de la enfermería
psiquiátrica en la relación terapéutica entre el enfermero y el paciente.

La teoría de Peplau se basa en varios conceptos clave:


• Relación enfermera-paciente: Esta relación interpersonal única es
crucial para los resultados positivos. Los enfermeros deben
comprender sus propias necesidades y las de los pacientes para
fomentar el crecimiento y desarrollo.

• Comunicación: Escuchar, entender e identificarse con los


sentimientos y significados del paciente es vital. La enfermera utiliza
la comunicación terapéutica para promover la salud.
• Roles cambiantes: Tanto los enfermeros como los pacientes adoptan
diferentes roles en diferentes momentos. Identificar el rol apropiado en
cada fase fomenta relaciones productivas.

Peplau describe 4 fases principales en la relación entre enfermera y


paciente:
• Orientación: El paciente tiene una necesidad y busca asistencia
profesional. La enfermera comienza a comprender al paciente.

• Identificación: El paciente responde selectivamente a aquellos a


quienes percibe que pueden satisfacer sus necesidades. La enfermera
utiliza la comunicación terapéutica para ganarse la confianza del
paciente.

• Aprovechamiento: El paciente aprovecha al máximo todo lo que la


relación de enfermería tiene para ofrecer para satisfacer sus
necesidades.

• Resolución: Las necesidades del paciente se han satisfecho en gran


medida, por lo que la relación se termina o se traslada a un nivel
diferente.
Al comprender estas fases de desarrollo, la enfermera puede proporcionar
cuidados óptimos en consonancia con las necesidades cambiantes del
paciente.

La teoría de las relaciones interpersonales de Peplau ha tenido un profundo


impacto duradero en la práctica de la enfermería psiquiátrica. Sus ideas
innovadoras han transformado la forma en que los enfermeros entienden su
papel y se relacionan con los pacientes mentales.

El enfoque de Peplau alteró fundamentalmente las prácticas estándar de


la enfermería psiquiátrica de mediados del siglo XX, que tendían a involucrar
relaciones impersonales o punitivas entre enfermeras y pacientes.
Su teoría introdujo una visión más holística, humanista y terapéutica de los
cuidados de salud mental. El objetivo cambió para priorizar la comprensión,
comunicación y atención cuidadosa de cada paciente como individuo.

Muchos elementos del marco de Peplau siguen siendo centrales en


la enfermería psiquiátrica de hoy en día. Su énfasis en la alianza terapéutica,
los roles cambiantes, la importancia de la comunicación y la necesidad de
equilibrar la empatía con el desapego informan la práctica actual.
Su trabajo sentó las bases para enfoques posteriores como la «enfermería
centrada en el paciente». Las ideas iniciales de Peplau siguen
evolucionando y adaptándose para satisfacer las necesidades cambiantes
de los pacientes de salud mental en el siglo XXI.
Nació el 14 de octubre de 1939 en Los Ángeles,
California. En 1963, obtuvo un B.A. en
enfermería en el Mount Saint Mary's College en
Los Ángeles y en 1966 una M.S.N. de la
Universidad de California en Los Ángeles.
Cuando trabajaba como enfermera de
pediatría, observó la gran capacidad de
recuparación que tenían los niños y su
capacidad para adaptarse a cambios
fsiológicos y psicológicos importantes. De ahí
surge la idea de considerarlo como un marco
conceptual adecuado para la enfermería. El
Roy Adaptation Model (RAM) se presentó por
primera vez en 1970 en un artículo publicado en
la Nursing Outlook, titulado "Adaptation: A
Conceptual Framework for Nursing”.

Roy obtuvo un pregrado en enfermería por el Mount St. Mary's


College en 1963, seguido por un máster en enfermería por la Universidad de
California en Los Ángeles (UCLA) en 1966. Después obtuvo másters y
doctorados en sociología por la UCLA. Fue becaria de postdoctorado en
enfermería de neurociencia en la Universidad de California en San
Francisco. También se le han concedido cuatro doctorados honoris causa.

Callista Roy es profesora y teórica de enfermería en la Escuela de Enfermería


de William F. Connell, en el Boston College. En 1991, fundó la Boston Based
Adaptation Research in Nursing Society (BBARNS), que más tarde renombró
como Roy Adaptation Association (Asociación de Adaptación de Roy). Ha
dado numerosas conferencias en más de treinta países, incluyendo Estados
Unidos. Actualmente, estudia los efectos de las intervenciones en la
recuperación cognitiva tras una lesión leve en la cabeza.
Pertenece a la congregación Hermanas de San José de Carondelet.
Durante sus estudios de posgrado, la profesora Dorothy Johnson le impuso la
obligación de escribir un modelo conceptual de enfermería. El modelo de
adaptación de Roy fue publicado por primera vez en Nursing Outlook,
en 1970. En este modelo, los seres humanos (como individuos o en grupos)
son sistemas holísticos y adaptables. El entorno consiste en estímulos internos
y externos que rodean al individuo o grupo. La salud es contemplada como
un estado sano e intacto que conduce a la integridad. La meta de la
enfermería es promocionar modos de adaptación que apoyen la salud
global.
Cuatro modos de adaptación apoyan la integridad: psicológico-
físico, identidad grupal de autoconcepto, función de
rol e interdependencia. Aplicando el modelo de Roy, los siguientes pasos
pueden ayudar a integrarlo con el proceso de enfermería tradicional:
valoración del comportamiento del cliente, valoración de los estímulos,
diagnóstico de enfermería, fijación de metas, intervenciones, y evaluación
Martha Elizabeth Rogers nació el 12 de mayo
de 1914 en Dallas, Texas. Desde temprana
edad, mostró un interés profundo por la ciencia
y el cuidado de las personas. Este interés la
llevó a estudiar enfermería en el Knoxville
General Hospital School of Nursing, donde se
graduó en 1936. Su pasión por la educación la
llevó a obtener una Licenciatura en Ciencias
de la Enfermería en la Universidad George
Peabody y, posteriormente, una Maestría en
Salud Pública de la Universidad Johns Hopkins.
Rogers no solo se destacó como una
enfermera competente, sino que también fue
una académica y educadora influyente.
Trabajó en diversas instituciones de salud y
educativas, y su carrera culminó en la Universidad de Nueva York, donde
fue profesora y jefa del Departamento de Enfermería. Fue en esta institución
donde desarrolló y perfeccionó su teoría del Modelo de Ciencia de los Seres
Humanos Unitarios.

A lo largo de su carrera, Martha Rogers recibió numerosos premios y


reconocimientos por sus contribuciones a la enfermería. Su trabajo ha sido
fundamental para el desarrollo de la teoría y la práctica de la enfermería
moderna. Su legado perdura en la educación de nuevas generaciones de
enfermeras y en la continua evolución de la teoría enfermera.

El Modelo de Ciencia de los Seres Humanos Unitarios es una teoría


innovadora que ve a los seres humanos como sistemas abiertos y unitarios.
Según Rogers, los seres humanos y su entorno están en constante interacción
y cambio. Esta visión holística resalta la importancia de entender a los
pacientes no solo como individuos con enfermedades, sino como seres
completos en constante relación con su entorno.
• Principio de Integridad: Uno de los principios clave del modelo de
Rogers es la integridad. Este principio sostiene que los seres humanos
no pueden ser reducidos a partes aisladas; en cambio, deben ser
entendidos como un todo unificado. Este enfoque holístico es esencial
para proporcionar un cuidado de enfermería efectivo y compasivo.

• Principio de Resonancia: El principio de resonancia se refiere a la idea


de que las experiencias humanas son patrones de energía que están
en constante cambio. Estos patrones pueden ser observados y
analizados para entender mejor la salud y el bienestar de los
pacientes. La enfermería, según Rogers, debe centrarse en identificar
y apoyar estos patrones de resonancia para promover la salud.

• Principio de Helicia: El principio de helicia describe la naturaleza


espiral y continua del cambio en los seres humanos. Según este
principio, el crecimiento y el desarrollo no son lineales, sino que siguen
un patrón de evolución constante. Este concepto es crucial para
entender la naturaleza dinámica de la salud y el cuidado de los
pacientes.

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