Flores, Chiara Belen

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 7

ORGANIZACIÓN Y ADMINISTRACIÓN

EDUCACIONAL
Parcial 1- 2024
Integrante: Flores ChiaraBelen
DNI: 46.320.063
Carrera: Educacion Primaria

Consigna de trabajo:

Redactar un Informe ACADEMICO que evidencia un proceso de análisis e interpretación


focalizando en el nivel educativo que corresponde a la carrera de los integrantes del
trabajo.

ORGANIZACIÓN Y ADMINISTRACIÓN EDUCACIONAL

Parcial 1- 2024

Para la realización del mismo le sugerimos las siguientes acciones

● Leer atentamente los documentos

El proyecto educativo los sentidos de la acción

● A partir de la lectura del texto establecer vinculaciones con los aportes establecidos
en el Eje I (en referencia a los paradigmas de administración) y del Eje II.

Sugerimos considerar las siguientes categorías


● Noción de organización. Proyecto Educativo

● Estructuras o elementos de la organización formal que surgen de la propuesta y función


asignada. - Actores institucionales, tareas docentes

● Distinción entre elementos de la micropolítica y la micropolítica

● Prácticas de Gobierno. Herramienta de Gestión

● Acciones. Planificación – Administración – Decisiones – Información

● Supuestos epistemológicos que subyace a la propuesta (concepción del conocimiento,


ciencia y sociedad, educación, alumnos)

● Relación con el contexto en que están insertas las escuelas

Introducción
En este documento se tomará como texto central a "El Proyecto Educativo: los sentidos de la
acción" el cual presenta una propuesta integral para las instituciones educativas de la provincia,
enfocándose en la reflexión sobre las prácticas pedagógico-didácticas y la reorganización del
Proyecto Educativo. Se establece que el Proyecto Educativo actúa como una herramienta de
gestión que permite a cada institución definir colectivamente su experiencia escolar,
promoviendo un diálogo entre lo singular de cada institución y las políticas educativas comunes.

Se enfatiza la importancia de la participación de los actores institucionales, como docentes y


otros profesionales, en la construcción de acuerdos didácticos que traduzcan las políticas
educativas en acciones concretas para mejorar el aprendizaje de los estudiantes. Además, se
menciona la necesidad de considerar el contexto en el que están insertas las escuelas, así como
la relevancia de la planificación y la secuenciación de las propuestas pedagógicas.

También aborda la relación entre las prácticas pedagógicas y las concepciones de enseñanza y
aprendizaje, destacando que estas deben ser explícitas y compartidas para lograr un enfoque
educativo coherente.

A partir de lo que presenta se establecerán relaciones con diferentes categorías las cuales son:
noción de organización. Proyecto Educativo; Estructuras o elementos de la organización formal
que surgen de la propuesta y función asignada. - Actores institucionales, tareas docentes y
Distinción entre elementos de la micropolítica y la micropolítica y argumentando las con Garcia,
Mnzine y Zelaya, Grinberg, S y Rockwell 2000.

Desarrollo

El Proyecto Educativo se configura como una herramienta fundamental para la organización de


las instituciones educativas.Se establece que “se adopta la noción de Proyecto Educativo como
denominación común para todos los niveles/modalidades” (Proyecto Educativo (pag. 1)), lo que
implica que cada institución debe articular su experiencia escolar en torno a un marco común
que guíe sus acciones objetivos.

En el capítulo 2 del documento "Educación y poder en el siglo XXI", se aborda la importancia de


que los actores involucrados asuman un protagonismo activo en el proceso educativo. Se
menciona que "debíamos asumir el protagonismo y la responsabilidad del cambio" (GRINBERG,
S. (2014) pág 14). Este principio subraya la necesidad de que todos los miembros de la
comunidad educativa se sientan parte del proceso, lo que refuerza la idea de pertenencia y
colaboración que se deriva del Proyecto Educativo.

Además, el Proyecto Educación señala la relevancia de la articulación de acciones dentro del


contexto institucional, ya que se requiere una noción de organización que permita la
participación de la comunidad en el desarrollo de proyectos educativos. Se afirma que “la
participación de miembros de la comunidad bajo distintas formas... facilita el desarrollo del
proyecto” (GRINBERG, S. (2014) (pág. 185-186)) Este aspecto indica que un marco común no
solo beneficia a la institución, sino que también fortalece los lazos con la comunidad y alienta la
participación de otros actores, como los padres de los alumnos.

Por otro lado, se plantea que “el diagnóstico debe ser realizado con la participación de todos”
(GRINBERG, S. (2014) (pág. 188)). Este énfasis en la colaboración y la inclusividad es crucial,
ya que garantiza que el Proyecto Educativo no se diseñe de forma aislada, sino que tenga en
cuenta las necesidades y perspectivas de toda la comunidad educativa. Esto fomenta un sentido
de responsabilidad compartida y ayuda a construir una visión común.

El proyecto Educativo establece una distinción importante entre micropolítica y macropolítica en


el ámbito educativo. La micropolítica se refiere a las dinámicas internas de la institución, donde
el Proyecto Educativo actúa como un medio para facilitar la comunicación y la colaboración entre
los diferentes actores según la página 6.

Este enfoque permite entender cómo los actores no son técnicos que ejecutan instrucciones,
sino que son protagonistas que procesan información, lo que resalta la importancia de la
participación activa de todos los miembros de la comunidad educativa. Además, se enfatiza que
"la “combinación de ambos enfoques para lograr un conocimiento más aproximado de la
realidad particular de cada escuela” (Garcia, Manzione y Zelaya 2015 en el título “Profundizando
el concepto de micropolítica escolar”) lo que subraya la relevancia de la micropolítica en la
adaptación de las prácticas educativas a las realidades específicas de cada contexto.

En contraste, la macropolítica se relaciona con las políticas educativas más amplias que guían el
funcionamiento de las instituciones. Como se menciona en el texto, "estas concepciones se
presentan como articuladas entendiendo que aquellos lineamientos de política educativa
elaborados en el plano de las macropolíticas inciden de manera sustancial en las dinámicas
micropolíticas" (Garcia, Manzione y Zelaya 2015, en el título “Diversidad Ideológica”)

Esta distinción es crucial, ya que permite a las escuelas adaptar sus prácticas a las realidades
específicas de su contexto, mientras se alinean con las directrices generales del sistema
educativo. Además, se destaca que "cada investigación orientada a indagar las dinámicas
organizacionales de las escuelas debe contemplar un equilibrio entre lo macro y lo micropolítico"
(Garcia, Manzione y Zelaya 2015, en el título “Críticas a la micropolítica escolar”), lo que subraya
la importancia de considerar ambas dimensiones para una comprensión integral del
funcionamiento educativo.

Los supuestos epistemológicos que sustentan la propuesta del Proyecto Educativo se centran
en una concepción integral del conocimiento, la ciencia y la sociedad. Se reconoce que "pensar
estas prácticas con sentidos compartidos supera la idea de establecer acuerdos sobre cuáles
contenidos” (Proyecto Educativo (pag.2)), esto se alinea con la idea de que "la mediación de
este encuentro supone una actividad" (Rockwell 2000 (pág.14)) que transforma el conocimiento,
lo que implica que la educación no es solo un proceso de transmisión de información, sino un
espacio de interacción y construcción conjunta de saberes.

Se reconoce que pensar estas prácticas con sentidos compartidos supera la idea de establecer
acuerdos sobre cuáles contenidos. En este sentido, es fundamental entender que "sólo
reconociendo esta heterogeneidad cultural del ámbito escolar, será posible establecer relaciones
específicas entre las variables del desarrollo humano y ciertas prácticas escolares específicas”
(Rockwell 2000 (pág.11). Esto sugiere que el enfoque educativo debe ser flexible y adaptativo,
considerando las diversas realidades y contextos de los estudiantes.

Esto implica que la educación debe ser entendida como un proceso dinámico y contextualizado,
donde los alumnos son vistos como agentes activos en su propio aprendizaje. La co-
construcción del conocimiento es clave, ya que "las generaciones jóvenes contribuyen con sus
propias historias individuales y colectivas a la construcción de las culturas escolares" (Rockwell
2000(pág.20). Este enfoque promueve un aprendizaje en el que los estudiantes no son
receptores pasivos, sino participantes activos en su proceso educativo.
Finalmente, esta perspectiva promueve un enfoque que trasciende la mera transmisión de
conocimientos, fomentando la construcción de saberes significativos. Como se menciona, "la
dimensión histórica de la compleja vida escolar actual" (Rockwell 2000 (pág.22)) debe ser
considerada, lo que implica que el aprendizaje debe ser relevante y conectado con las
experiencias de vida de los estudiantes. Así, se fomenta un aprendizaje que no solo se basa en
la adquisición de información, sino en la creación de significados que resuenen con la realidad
de los alumnos

Conclusión

El Proyecto Educativo emerge como un pilar fundamental en la organización de las instituciones


educativas, articulando las experiencias escolares en torno a un marco común que guía las
acciones y objetivos de todos los actores involucrados. Al resaltar la necesidad de un
protagonismo activo de la comunidad educativa, se establece un llamado a la colaboración y a la
participación, condiciones indispensables para el desarrollo y la implementación efectiva de
cualquier proyecto. Tanto el diagnóstico como la articulación de acciones en este contexto son
procesos inclusivos que garantizan que las necesidades y perspectivas de todos los miembros
se consideren, fortaleciendo así el sentido de pertenencia.

La distinción entre micropolítica y macropolítica permite abordar las dinámicas internas de la


escuela en relación con las políticas educativas más amplias, promoviendo una adaptación de
las prácticas a las realidades específicas de cada institución. Este enfoque integral, que valora
tanto las dinámicas internas como las externas, se complementa con el reconocimiento de la
heterogeneidad cultural presente en el ámbito escolar. Al hacerlo, el Proyecto Educativo se
convierte en un espacio propicio para la co-construcción de saberes, donde los estudiantes son
vistos como agentes activos en su aprendizaje.

Finalmente, al considerar la educación como un proceso dinámico y contextualizado, se fomenta


un aprendizaje significativo que trasciende la mera transmisión de información, orientándose
hacia la creación de significados relevantes para los alumnos. Así, el Proyecto Educativo no solo
garantiza un marco de actuación coordinado, sino que también crea una oportunidad para
renovar la práctica educativa, diseñando experiencias de aprendizaje que realmente resuenen
con las vidas de los estudiantes y que los preparen para los desafíos del siglo XXI.

Bibliografía:

● El proyecto educativo los sentidos de la acción


● GRINBERG, S. (2014) Educación y poder en el siglo XXI. Gubernamentalidad y pedagogía
en las sociedades de gerenciamiento. Miño y Dávila. Bs. As. Cap 2
● GARCÍA, L.; MANZIONE, A. M. y ZELAYA, M. (2015) ―Enfoques teóricos en organización
y administración de la educación. En Administración y gestión de la educación. La configuración
del campo de estudio. Capítulo II. Bernal, Universidad Nacional de Quilmes
● ELSIE ROCKWELL (2000) Tres planos para el estudio de las culturas escolar es planos
para el estudio de las culturas escolares: el desarrollo humano desde una perspectiva el
desarrollo humano desde una perspectiva histórico histórico histórico-cultural -cultural

También podría gustarte