Resumen Etica - Barth

Resumen- Ética Cristiana- Primer examen
Texto Karl Barth
- ¿Qué es la ética? ¿Qué es la ética cristiana? La ética es una rama de la filosofía que se
ocupa del estudio de la moralidad y la conducta humana. Se enfoca en determinar lo que
es correcto o incorrecto, bueno o malo, justo o injusto en la conducta humana. La ética
cristiana es una forma de ética que se basa en la historia de Jesucristo y en la enseñanza de
la Biblia. Se enfoca en la humildad, la confianza en Dios, la responsabilidad, la comunidad,
el servicio y el compromiso total con Dios. La ética cristiana reclama una continuación en la
conducta del hombre, que debe ser agradecido a la gracia de Dios y aceptar que está
necesitado de ella. Se enfoca en la bondad de la conducta humana en el marco cristiano y
en el llamamiento divino a la humanidad de ser buen samaritano, respetar y cuidar al
prójimo, y considerar al hombre como el fin supremo.
- ¿Qué dice sobre la analogía entre el comunismo y la ética cristiana? El comunismo se
enfoca en la historia del desarrollo de la economía, la propiedad y el trabajo, y en un
llamamiento bien preciso para el hombre de hoy. En cambio la ética cristiana se enfoca en
la historia de la alianza y misericordia de Dios con el hombre, en la que Dios se hizo
hombre, murió y resucitó de entre los muertos para exaltar a todos los hombres a la gloria
de Dios. Ambos sistemas se basan en una historia y un llamamiento específicos, pero la
historia a la que se remite la ética cristiana es diferente y más importante que la historia
del comunismo.
- ¿Cuál es el drama del que habla Dorothy Sayers? Dorothy Sayers describió la historia de la
alianza y misericordia de Dios con el hombre como "el drama más grande que jamás se
había representado". El drama al que se refiere Dorothy Sayers es la historia de la salvación
de Dios a través de Jesucristo y su impacto en la humanidad. Esta es la historia en la que se
basa la ética cristiana, y es esta historia la que reclama la continuación en la conducta del
hombre, lo solicita que la viva en acción. Jesucristo reclama la imitación, una vida humana
por el camino que él ha abierto, una vida humana en la libertad que él otorgó.
- ¿Qué es el bien en el sentido cristiano? Y ¿qué es lo malo? Buena es aquella acción del
hombre con la que éste se muestra agradecido a la gracia de Dios. Todo lo bueno que
pudiera imaginarse, la fe, el amor, la esperanza, cualquier virtud y deber, están contenidos
en esa única realidad: que el hombre sea agradecido a la gracia de Dios. En cambio, lo malo
es el comportamiento y la acción del hombre que contradice el contenido y la acción de la
historia de Dios, que se muestra desagradecido a la gracia de Dios. Lo malo en el sentido
cristiano es la acción del hombre que se opone a la humildad y la misericordia de Dios, que
se muestra desagradecido a la gracia divina.
- ¿A qué se llama conciencia en la ética cristiana? Se llama conciencia a que debemos saber
lo que Dios ha hecho por nosotros, acerca de nosotros mismos, y como Dios lo sabe, para
elegir y determinar nuestra acción sobre la base de ese conocimiento, al modo como Dios
nos ha elegido y determinado. La obediencia o desobediencia a ese conocimiento acerca
de Dios y de nosotros mismos es lo que se llama una acción buena o mala.
- ¿Qué significa la Biblia para la ética cristiana? Es el documento indispensable con el que
podemos evocar siempre la historia de la alianza y de la misericordia de Dios, la historia de
Jesucristo, de las condiciones de vida que la gracia
de Dios ha creado entre los hombres (en los diez mandamientos, en el sermón de la
montaña, en las exhortaciones de los apóstoles). La Biblia enseña a sujetarse a esas
condiciones de vida.
- ¿En qué actitud se coloca la ética cristiana frente al mundo de la moral humana? La ética
cristiana atraviesa todo el mundo de la moral (usos, costumbres, reglas de la moral,
tradiciones, etc.), lo prueba todo y conserva lo mejor, para ensalzar la gracia de Dios.
- ¿Cuáles son los siete rasgos de cómo la historia entre Dios y el hombre reclama
continuación de su conducta? ¿Qué nos dice la historia de Jesucristo? Se describen 7
rasgos:
1) ¿Qué nos dice esa historia? Nos dice: «¡Ve y haz
tú lo mismo!» La ética cristiana repite el llamamiento a la humanidad, de darse al
prójimo, como lo hizo Jesucristo. Según la ética cristiana, cada hombre, tiene derecho a
ser visto, respetado y cuidado. Está interesada exclusivamente en el yo y el tú. Para la
ética cristiana el hombre nunca puede ser medio para un fin, sino que es él mismo el
fin, la meta suprema. Porque Dios ha honrado y distinguido al hombre, de tal modo
que él mismo se hizo su igual.
2) ¿Qué nos dice esa historia? Nos dice: «No aspiréis a cosas altas, sino contentaos
con las humildes.» La ética cristiana repite el llamamiento a la templanza frente a sí
mismo y frente a los demás. La ética cristiana no es optimista. Ve al hombre como
equivocado, condenado y perdido. Sabe que el hombre vive exclusivamente de la
espera de Dios, de la paciencia, del perdón de Dios.
3) ¿Qué nos dice? Nos dice: «¡No pierdas a aquel por quien Cristo ha muerto!» La ética
cristiana repite la orden de confianza en el hombre (que es protegido por Dios), siendo
no pesimista. No brinda ocasión alguna para que desconfiemos de nosotros mismos o
de los demás; para que nos odiemos o nos despreciemos mutuamente, ni para que
debamos mostrarnos indiferentes unos con otros.
4) «Yo soy el Dios todopoderoso. ¡Camina en mi presencia y sé piadoso!». La ética
cristiana repite la invitación a la responsabilización sobre la base de la elección y
llamamiento personal. La ética cristiana no es colectiva; el hombre se realiza en la
propia y libre decisión y actitud, la obediencia, en el sentir de la ética cristiana, siempre
tiene lugar en la soledad del hombre delante de Dios.
5) ¿Qué nos dice esa historia? Nos dice: «¡Vosotros sois todos hermanos!». La ética
cristiana repite ese llamamiento a la comunión sobre la base de la necesidad y ayuda
comunes. La ética cristiana no es individualista, es comunitaria; constituye
comunidades de cristianos, de hombres que han escuchado ese llamamiento. Invita
tanto a cristianos como ciudadanos, a entrar en la empresa común, en la que no puede
haber ningún enemigo, sino sólo distintos y legítimos colaboradores.
6) ¿Qué nos dice esa historia? «¡El que de entre vosotros quiera ser
el mayor, hágase siervo de todos vosotros!'». La ética cristiana repite esta invitación al
servicio en toda su grandeza. La ética cristiana no es aristocrática, no conoce ningún
dominio, soberanía o superioridad que no sea la de que el hombre se sitúe frente a los
demás como un hermano a disposición de sus hermanos.
7) La acción de Dios en favor del hombre es completa y terminante. «¿Amarás al Señor,
tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ánimo y con toda tu
fuerza!-». La ética cristiana repite este llamamiento a la totalidad. El imperativo
cristiano suena así: ¡Esperarlo todo exclusivamente de Dios!. La ética cristiana no es
dualista en ningún sentido. No permite división ni separación alguna, no conoce un
alma sin cuerpo, ni un cuerpo sin alma, ninguna esfera privada sin responsabilidad
pública y ninguna responsabilidad pública sin el polo aquietante de la esfera privada.
En la ética cristiana se trata del hombre enteramente perdido y salvado y que, en
consecuencia, es requerido como hombre total.

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