Incontinencia Urinaria en El Adulto Mayor
Incontinencia Urinaria en El Adulto Mayor
Incontinencia Urinaria en El Adulto Mayor
DOCENTE:
DR. FABIÁN ORTEGA MATUTE
TRABAJO GRUPAL
TEMA
INCONTINENCIA URINARIA EN EL ADULTO MAYOR
INTEGRANTES
▪ KAROL SIMONNÉ MONTALVO OÑATE
▪ DIEGO MARTIN LLERENA CHUQUIMARCA
GRUPO #9
SUBGRUPO #6
INCONTINENCIA URINARIA EN EL ADULTO MAYOR
La incontinencia urinaria (IU) se define como la pérdida involuntaria de orina desde la vejiga.
Prevalencia: Se estima que aproximadamente un 30-50% de las personas mayores de 65
años experimentan algún grado de incontinencia. Es más común en mujeres debido a cambios
hormonales y debilidad en el suelo pélvico, especialmente post-menopáusicas. En hombres,
la prevalencia aumenta a partir de los 70 años y suele estar relacionada con problemas
prostáticos.
▪ ETIOLOGÍA Y FACTORES DE RIESGO
La IU en adultos mayores puede estar causada por múltiples factores, los cuales se pueden
clasificar en:
▪ FISIOPATOLOGÍA BÁSICA.
En el primer caso nos referimos a las incontinencias “de esfuerzo”. En esta situación
habitualmente existe un problema en la transmisión de la presión intra abdominal a la uretra
proximal, la cual no se “ajusta” debidamente por la pérdida de soporte de los órganos
pélvicos, debido al daño de la base músculo aponeurótica del perineo (ej. daño por
multiparidad, hipoestrogenismo perimenopáusico, cirugías pelvianas). Existen también
incontinencias de esfuerzo que se deben a una incompetencia esfinteriana intrínseca (ej. daño
por cirugías múltiples, radioterapia, lesiones del cono medular o de nervios periféricos).
En los casos de incontinencia por causa del detrusor, podemos distinguir las que se deben a
hiperactividad del detrusor, a las que se relacionan a pérdida de la acomodación vesical
(capacidad de almacenar orina a baja presión) o las que se relacionan con una ineficiencia de
vaciado que conduce a incontinencia por rebosamiento. La hiperactividad vesical se
caracteriza por el incremento activo de la presión intravesical durante la fase de continencia,
ya sea por contracciones fásicas del detrusor o por incremento sostenido del tono del mismo.
La hiperactividad puede ser de causa idiopática (primaria) o de base neurológica.
▪ DIAGNOSTICO
La IU debe ser considerada un síntoma, y como tal puede ser manifestación de muchas
condiciones clínicas o patologías subyacentes. Por esto, en la evaluación diagnóstica es
necesario hacer un estudio detallado para determinar las causas subyacentes que son
susceptibles de ser tratadas o modificadas. En base a la historia clínica, examen físico y
exámenes complementarios, el médico debe ser capaz de clasificar al paciente con IU en
alguna de las siguientes categorías.
▪ ANAMNESIS
Por otra parte, las cirugías previas sobre órganos pelvianos, son especialmente importantes,
así como el antecedente de cualquier intervención pélvica de otra causa como irradiación,
trauma, antecedentes ginecoobstétricos, entre otros.
▪ EXAMEN FÍSICO
Dentro del examen físico, en la mujer debe evaluarse algunos elementos generales como la
obesidad y estrogenismo y otros más particulares como el trofismo de la vulva, presencia de
prolapso genital, así como hipermovilidad de la uretra. Se debe descartar masas periuretrales,
evaluar el estado de la musculatura pélvica y realización de pruebas sencillas como el test de
Marshall-Bonje. Este test clínico basicamente consiste en objetivar el escape urinario uretral
en relación a la maniobra de valsalva y evaluar su cambio en respuesta a la maniobra de
suspender la uretra con compresión lateral a ésta, sin obstruirla, de modo de evaluar si bajo
condiciones de corrección de la hipermovilidad, la continencia mejora. Además, se debe
evaluar la presencia de cicatrices en área abdominal baja y perineal que pueden ser relevantes
Finalmente, no se debe olvidar realizar examen neurológico básico para descartar alguna
patología.
▪ ESTUDIOS COMPLEMENTARIOS
Otros estudios buscan más bien determinar el tipo específico de incontinencia, como la
cistoscopía, habitualmente realizada en forma ambulatoria bajo anestesia local (gel
anestésico endouretral). Este examen permite evaluar en forma directa la uretra y vejiga,
descartando elementos de sospecha de enfermedad neoplásica, litiásica o inflamatoria vesical
o uretral (permite toma de biopsia en caso de ser necesario).
▪ ESTUDIOS URODINÁMICOS
- Prueba del pañal: También es un método simple, no invasivo y objetivo, a fin de cuantificar
y objetivar la severidad de la IU. Se basa en determinar el volumen de fuga durante un periodo
específico mediante la determinación de la variación de peso en el dispositivo de recolección
(pañal). Un gramo es igual a un mililitro. La Sociedad Internacional de Continencia (ICS, del
inglés International Continence Society) ha estandarizado esta prueba
▪ TRATAMIENTO
Enfoques No Farmacológicos
1. Entrenamiento de la vejiga
- Objetivo: Aumentar los intervalos entre las micciones y mejorar el control vesical.
- Método: Realizar contracciones repetidas de los músculos del suelo pélvico varias veces al
día.
3. Modificaciones del estilo de vida
- Objetivo: Reducir los factores que contribuyen a la incontinencia. - Método:
- Control de la ingesta de líquidos (evitar exceso de cafeína y alcohol). - Perder peso si es
necesario.
- Dejar de fumar para mejorar la salud general y reducir la tos crónica.
4. Entrenamiento vesical con biofeedback
- Objetivo: Mejorar el control sobre las funciones vesicales.
- Método: Uso de dispositivos que proporcionan retroalimentación visual o auditiva sobre la
actividad muscular.
5. Dispositivos y productos de apoyo
- Objetivo: Manejar los síntomas y mejorar la calidad de vida.
- Método: Uso de compresas absorbentes, catéteres intermitentes o dispositivos de
contención.
Tratamientos Farmacológicos
1. Anticolinérgicos
- Ejemplos: Oxybutinina, tolterodina.
- Efectos: Reducen las contracciones involuntarias de la vejiga.
- Consideraciones: Pueden causar efectos secundarios como sequedad de boca, estreñimiento
y confusión.
2. Agonistas beta-3 adrenérgicos
- Ejemplo: Mirabegrón.
- Efectos: Relajan el músculo de la vejiga para aumentar su capacidad.
- Consideraciones: Menos efectos secundarios anticolinérgicos, pero pueden causar
hipertensión.
3. Estrógenos tópicos
- Uso: Para mujeres postmenopáusicas con atrofia urogenital.
- Efectos: Mejoran el tono y la función del tejido uretral y vaginal.
Tratamientos Quirúrgicos
1. Cintas suburetrales (TVT o TOT)
- Objetivo: Proporcionar soporte a la uretra.
- Método: Colocación de una malla debajo de la uretra.
2. Inyecciones de agentes de relleno
- Objetivo: Mejorar el cierre de la uretra.
- Método: Inyección de materiales como colágeno alrededor de la uretra.
3. Esfínter urinario artificial
- Objetivo: Reemplazar o apoyar la función del esfínter natural.
- Método: Implante de un dispositivo que controla la apertura y el cierre de la uretra.
4. Cirugía de prolapso
- Objetivo: Reparar el prolapso de órganos pélvicos que puede estar contribuyendo a la
incontinencia.
- Método: Procedimientos como la colporrafia anterior.
Consideraciones Generales
- Evaluación integral: Es fundamental una evaluación completa que incluya la historia
clínica, examen físico y estudios específicos como el análisis de orina, urodinámica y
ecografía.
- Enfoque multidisciplinario: La colaboración entre urólogos, ginecólogos, geriatras,
fisioterapeutas y otros profesionales de la salud es crucial.
- Personalización del tratamiento: Las decisiones deben basarse en la severidad de la
incontinencia, la salud general del paciente, sus preferencias y la presencia de
comorbilidades.
REFERENCIAS:
3. Abrams, P., Cardozo, L., Wagg, A., & Wein, A. (Eds.). (2017). *Incontinence: 6th
International Consultation on Incontinence*. ICUD-EAU. Recuperado de
https://www.ics.org/