Arquitectura

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La Catedral Basílica Metropolitana de Medellín, oficialmente Catedral

Basílica Metropolitana de la Inmaculada Concepción de María, es


una iglesia catedralicia de culto católico dedicada a la Virgen María bajo el
dogma de la Inmaculada Concepción. Está situada en la zona céntrica de la
ciudad de Medellín (Colombia), en el barrio Villanueva, al costado norte
del Parque de Bolívar. El templo fue llamado antiguamente y aún se le conoce
pero en menor medida, como Catedral de Villanueva, especialmente durante
su construcción para distinguirla de la Iglesia de la Candelaria, que por ese
entonces era sede episcopal.

La catedral es el principal templo de la Arquidiócesis de Medellín, sede


del arzobispo, así como de la "Parroquia de la Catedral".1 En 1948, el papa Pío
XII le concedió al templo el título litúrgico de Basílica Menor por breve del 12 de
junio de ese mismo año.

El edificio fue diseñado por el arquitecto francés Charles Émile Carré (1863-
1909),n. 2 en estilo neorrománico, cuenta con planta en cruz latina, consta de
tres naves longitudinales, a su vez atravesadas por el transepto o nave
transversal, y sus dos torres tienen 53.20 m metros de altura hasta la cruz.2
Cuanta con 4608 m² en la planta general y 7300 m² de área total construida.2
La basílica es una gran estructura de ladrillo macizo, pues para su construcción
se utilizaron aproximadamente 1 120 000 ladrillos de 8 decímetros
cúbicos cada uno (unidos entre sí con argamasa),3 los cuales envuelven
un volumen de 97.000 metros cúbicos.3

La obra de ornamentación estuvo a cargo del arquitecto italiano Giovanni


Buscaglione quien diseñó el baldaquino, los altares, el púlpito, el coro,
los vitrales, los pavimentos y demás obras ornamentales del templo. También
se destacan las casas artísticas que han realizado importantes obras para la
Catedral como la casa Amerigo di Martino Barsanti, la Casa Maumejean, la
casa Poussielgue-Rusand, la casa Rambusch o la casa Ugo Luisi.

Por su valor histórico y por ser una de los principales obras arquitectónicas del
país, la Catedral fue propuesta como Monumento Nacional de Colombia por
medio de la resolución 002 del 12 de marzo de 1982 y finalmente, el Ministerio
de Cultura de Colombia por medio de la resolución 1686 del 1 de diciembre de
2004 es declarada Bien de Interés Cultural de Carácter Nacional -BIC-
(equivalente al antiguo título de Monumento Nacional).4567

También posee un pequeño museo de arte religioso, localizado en una sala


contigua a la basílica,8y no se encuentra abierto al público. La colección cuenta
aproximadamente 40 obras pictóricas (entre los siglos XVII, XVIII, y XIX) y 15
obras escultóricas (entre los siglos XVIII y XIX).9

Historia
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La historia de la catedral está dividida en tres etapas; la primera de ellas
comienza en 1868 con la creación de la diócesis de Medellín y Antioquia y la
posterior búsqueda de una edificación adecuada para ser un templo
catedralicio; este periodo termina en 1883. La segunda etapa comienza en
1886 cuando Bernardo Herrera Restrepo toma posesión como nuevo obispo y
emprende la tarea de edificar la catedral, y termina en 1952 cuando gracias a
una donación, el templo termina de adquirir sus últimos elementos más
característicos. La tercera y última etapa abarca desde la creación de la
parroquia hasta la actualidad.

Además, la política es un factor influyente en la historia de la basílica. Después


de los procesos de Independencia de principios del siglo XIX, Colombia
comenzó a sufrir en el trascurso de ese siglo una serie de guerras civiles. Entre
1812 y 1886, el país sufrió ocho guerras civiles de alcance nacional,10 y eso sin
contar los varios conflictos bélicos menores de carácter regional o las
innumerables revueltas. Sin embargo, sería recién en 1848-1849 cuando se
constituyeran los dos bloques permanentemente enfrentados entre sí durante
todo el resto de la centuria: liberales y conservadores.11

Cada uno tenía el objetivo de conseguir el poder del Estado central para
retenerlo y usarlo en excluir a su rival, confrontación que periódicamente
empeoraba hasta que movilizaban al vulgo para ir a las armas, aumentando el
odio entre azules (conservadores) y rojos (liberales).12 Los ideales que los
dividían podían resumirse en sus consignas, en su actitud con la Iglesia
católica, el manejo de la economía y la administración territorial. Los
conservadores decían «Dios, patria y familia», identificando la patria con la
defensa de las tradiciones de su cultura y de la Iglesia, la que veían como un
baluarte de las mismas. En cambio, los liberales se identificaban plenamente
con los ideales de la Revolución Francesa, para los que la Iglesia era un
obstáculo para construir un Estado moderno, con tolerancia religiosa y libertad
de conciencia, lo que se podía resumir en «liberté, égalité, fraternité».11

Los liberales no perdían oportunidad para debilitar a la iglesia Católica. Por


ejemplo, durante el gobierno de Tomás Cipriano de Mosquera, quien mantuvo
una fuerte hostilidad hacia la Iglesia Católica, decreta el 20 de julio de 1860 la
tuición de cultos, por el cual ningún clérigo podía practicar las funciones del
culto sin la autorización del poder ejecutivo y el 9 de septiembre de 1861
decreta la expropiación de bienes de manos muertas, quitándole a las
autoridades religiosas un gran número de propiedades.13

Sin embargo, en un país dividido, tratando de resolver sus pugnas partidistas,


la Iglesia constituía un elemento aglutinador, lo que la llevó a convertirse en un
brazo electoral decisorio. Influencia que era temida entre las filas liberales.14 La
reforma constitucional de 1886 y la firma del Concordato en 1887 zanjaron
aparentemente las diferencias entre Estado e Iglesia, basándose en la
convicción de la necesidad de la paz religiosa, la aceptación de que la mayoría
de los colombianos eran católicos, y en la creencia de que la mejor educación
era la que se sostenía sobre la civilización cristiana.14

No obstante, después de estos acontecimientos, dos conflictos bélicos se


generaron; en 1895 surgió una guerra civil de corta duración y entre octubre de
1899 y noviembre de 1902 Colombia se desangraba en lo que se conoció como
la Guerra de los Mil Días, donde una gran parte de la población nacional de esa
época falleció a causa de dicha guerra. En ambos conflictos se enfrentaron los
partidos liberal y el Conservador. Durante el periodo de construcción de la
Catedral ocurrieron 4 guerras civiles.

Paralelamente a estos acontecimientos, en las ciudades de Antioquia


(hoy Santa Fe de Antioquia) y Rionegro y las Villas de Medellín y Marinilla,
surgió en cada una de ellas el deseo de ser sede diocesana,15 pues gran parte
del territorio de la provincia de Antioquia (hoy departamento de Antioquia)
dependía de la diócesis de Popayán (creada en 1531), cuya sede quedaba a
una gran distancia lo que dificultaba su atención pastoral.

Finalmente, luego de varios intentos, Santa Fe de Antioquia, capital de la


provincia, logró su aspiración y el 31 de agosto de 1804 el papa Pío VII erigió
la diócesis de Antioquia desmembrando la mayor parte de ella de la diócesis de
Popayán, y, en extensión más pequeña, de las diócesis de Santa Fe de
Bogotá y de Cartagena.16 Se nombró como obispo de la nueva jurisdicción al
español Fernando Cano Almirante, pero por motivo del proceso de
independencia no pudo tomar posesión, por consiguiente nunca gobernó. No
fue hasta 1827 que se designó como su obispo a fray Mariano Garnica y
Orjuela, quien fue consagrado el 23 de mayo de 1828 y tomó posesión de la
Sede el 1 de julio del mismo año.16 Fue el primer obispo que gobernó la sede.

Además, entre la villa de Medellín y la ciudad de Santa Fe de Antioquia se vivía


una rivalidad, pues la primera era más apetecida por varias razones, como su
ubicación, clima y su pujanza económica; en 1813 fue declarada «Ciudad» y en
1826 fue designada capital de la provincia en detrimento de Santa Fe de
Antioquia.17

Curiosamente, Garnica insistió incansablemente por conseguir del Gobierno y


de la Santa Sede el traslado de la sede episcopal a Medellín. Las razones
aducidas por el obispo fueron: la ciudad de Santa Fe de Antioquia se ubica en
el extremo de la Provincia, es difícil el paso por el caudaloso río Cauca y su
clima es muy cálido.18 Falleció en Medellín el 16 de agosto de 1832.

En 1835, Juan de la Cruz Gómez Plata fue nombrado segundo obispo de


Antioquia y consagrado el 17 de enero de 1836. Tomó posesión de la sede
episcopal el 12 de julio del mismo año. Gómez Plata tuvo serias tensiones con
el gobierno civil, a causa de la persecución contra la Iglesia antioqueña.
Falleció en Medellín el 1 de diciembre de 1850.

En 1855, Domingo Antonio Riaño Martínez es nombrado tercer obispo de


Antioquia y llegó a su sede en noviembre del mismo año. Al obispo le tocó
gobernar en un ambiente muy conflictivo con el gobierno civil, afrontó
momentos muy tensos como los ya mencionados «tuición de cultos», y la
«expropiación de bienes de manos muertas», que causaron mucho daño a la
Iglesia y que luego, por orden de Tomás Cipriano de Mosquera, Riaño fue
desterrado y se vio obligado a salir hacia el vecino país del Ecuador.13 Por tal
motivo, al presbítero Valerio Antonio Jiménez, como vicario general de la
diócesis, le toco gobernar en ese complicado momento desde las selvas
de Cocorná, en donde se encontraba refugiado.13 El 20 de julio de 1866 fallece
en Quito el obispo Riaño, sus restos mortales después de alguno tiempo fueron
trasladados a Medellín.13
Algunos años antes de la muerte de Riaño, varios sacerdotes de Medellín se
dirigieron al papa Pío IX para pedirle el traslado de la Sede de Santa Fe de
Antioquia a Medellín, alegando razones pastorales de ubicación, distancia y
clima.19 Después del fallecimiento del obispo Riaño, los presbíteros volvieron a
insistir ante la Santa Sede añadiendo a las razones anteriores las siguientes:19

 Que la capital política era Medellín.


 Que de las 80 parroquias correspondientes a la jurisdicción de Antioquia, 14
estaban cerca de ella y que solo contaban con 22 521 habitantes, mientras
que las 66 restantes estaban cerca de Medellín y contaban con 260 804
personas.
Estos fueron momentos muy complicados para la Iglesia y explicaría en parte,
el bajo perfil que mantuvieron al principio de la construcción de la Catedral.

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