Sesion_2_Presentacion
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Autónoma
de Durango
• Aparato digestivo. En el recién nacido normal existe dificultad para la deglución de los
alimentos sólidos y parcialmente para las sustancias oleosas, que pasan con facilidad a las
vías aéreas.
• El estómago es pequeño, con una capacidad media de 20-30 ml. Existe hipervagotonía, que
condiciona un tránsito intestinal rápido. Puede existir de forma fisiológica un reflujo gastroesofágico
por incompetencia del esfínter esofagogástrico, dando lugar a bocanadas con el eructo.
• El estado de salud del recién nacido se valora con base en varios indicadores
de crecimiento y desarrollo que se presentan después del nacimiento:
• Los que se hallan entre estos valores son adecuados para la edad
gestacional.
Valoración nutricional
Parámetros metabólicos
Debe sospecharse una nutrición inadecuada del neonato ante diversas situaciones:
• Falta de crecimiento.
Las necesidades energéticas de los lactantes típicos son más elevadas por cada kilogramo de peso corporal que en
cualquier otro momento de la vida.
La escala de requerimientos energéticos de los lactantes individuales es muy amplia y abarca de 80 a 120 cal/kg de peso
corporal. La necesidad promedio de energía en los lactantes durante los primeros seis meses de vida es de 108 cal/kg de
peso, con base en el crecimiento en lactantes alimentados al seno materno. De los 6 a los 12 meses de edad, la necesidad
energética promedio es de 98 cal/kg.
Los factores que explican la diversidad de necesidades de energía en los lactantes incluyen los siguientes:
● Peso.
● Tasa de crecimiento.
● Ciclo de sueño/vigilia.
● Temperatura y clima.
● Actividad física.
● Respuesta metabólica a la comida.
● Estado de salud y recuperación de enfermedades.
Requerimientos nutricionales
Requerimiento hídrico
Las necesidades hídricas vienen determinadas por la necesidad de cubrir las pérdidas renales,
intestinales e insensibles (piel y respiración) y para el crecimiento, estimada esta última en 10
ml/kg/día.
Las necesidades de agua del neonato van a depender de la edad gestacional, la edad posnatal y las
condiciones ambientales que lo rodean.
Tras la pérdida del 3-5% del peso corporal que ocurre durante los primeros 5 o 6 días, el aporte
hídrico debe ajustarse a las necesidades calóricas.
Los neonatos a término alimentados a demanda ingieren como mínimo 150 ml/kg/día.
Requerimientos nutricionales
Necesidades proteínicas
Las recomendaciones de consumo de proteínas del nacimiento a los seis meses son, en promedio,
de 2.2 g de proteína/kg de peso corporal, y de los 6 a 12 meses, de 1.6 g de proteína/kg de peso
corporal.
Las necesidades proteínicas de cada niño varían de acuerdo con los mismos factores que se
enumeraron para las necesidades calóricas.
La composición corporal influye de manera más directa en las necesidades proteínicas que las
necesidades calóricas porque los músculos con actividad metabólica requieren más proteína para
su mantenimiento.
La mayoría de recién nacidos menores que se alimentan al seno materno o consumen las
cantidades recomendadas de fórmula infantil cubre las necesidades calóricas sin agregar
alimentos.
Requerimientos nutricionales
Requerimientos de lípidos
No existe una cantidad específica de consumo recomendado de grasas para recién nacidos; no se
aconseja la restricción de éstas. La leche materna proporciona 55% de sus calorías provenientes de
la grasa, porcentaje que refleja el consumo adecuado de grasa.
Se recomienda un aporte de grasas de 4,6 a 6 g/kg/día, o el 40-55% del aporte calórico total.
Se estima que las necesidades diarias de hidratos de carbono deben ser de 10-14 g/kg, lo que
representa un 40-50% del aporte calórico total.
El hidrato de carbono predominante en la leche humana es la lactosa, que, por medio de las lactasas
intestinales, es metabolizada a glucosa y galactosa.
Ambas son absorbidas de forma similar mediante difusión simple, transporte activo o difusión facilitada.
La actividad lactasa aumenta más lentamente que la de otras disacaridasas, pero en el recién nacido a
término es suficiente para hidrolizar la lactosa procedente de la leche.
• La tasa metabólica de los recién nacidos es más
alta que en cualquier otro periodo posterior al
nacimiento.
• Se relaciona primordialmente con la rápida tasa
de crecimiento del recién nacido y la mayor
proporción de su peso que se compone de
músculo.
Requerimientos nutricionales
Minerales
Las necesidades de estos electrólitos se encuadran entre 2 y 3 mEq/kg/día, y en los recién nacidos a término
están cubiertas por la lactancia materna o, en su defecto, por las fórmulas infantiles.
• Calcio
El calcio es uno de los componentes minerales principales del hueso, por lo que su carencia puede dar lugar a
complicaciones como osteopenia, raquitismo y fracturas. Aproximadamente el 99% del calcio corporal se
encuentra en el esqueleto, calculándose que en el recién nacido a término, con un peso de 3.500 g, la cantidad de
calcio corporal es de 28,8 g (el 0,8% del peso corporal).
➢ El Comité del Codex Alimentarius recomienda una ingesta de calcio de 50 mg/100 kcal, que es
aproximadamente el contenido de calcio de la leche materna (45 mg/100 kcal).
Requerimientos nutricionales
Minerales
• Fosforo: Se recomienda una ingesta de fósforo de entre 30 y 50 mg/100 kcal, siendo deseable una
relación calcio/fósforo de 1:1, sin superar 1:1,5, por el riesgo de pérdida de masa ósea.
• Magnesio: El aporte óptimo no está totalmente definido, pero se recomienda una ingesta mínima de
6 mg/ 100 kcal.
• Zinc: Se estima que los requerimientos de zinc durante los primeros cuatro meses de vida
extrauterina son de 225 μg/kg para las mujeres y de 250 μg/kg para los varones.
• Hierro: La leche humana contiene cantidades suficientes de hierro para cubrir las necesidades del
recién nacido y del lactante hasta las 8 semanas de vida.
• El contenido oscila entre 0,01 y 0,05 mg/100 ml, siendo necesario enriquecer las fórmulas lácteas a partir del
tercer mes para conseguir un aporte de aproximadamente 1 mg/kg/día, es decir, una concentración de 1
mg/100 kcal, sin que la ingesta total exceda los 15 mg/día.
Requerimientos nutricionales
Minerales
• Selenio: Se considera aceptable en lactantes una ingesta diaria de 0,82-0,37 μg/kg/día para
saturar la glutatión peroxidasa.
• Cromo: Antes de los seis meses de edad se estima que las necesidades rondan los 10-40
μg/día. Molibdeno. La recomendación es la ingesta de 2 μg/kg/día.
• Flúor: La ingesta recomendada es de 0,1- 0,5 mg/día durante el primer semestre de vida.
• Yodo: Se recomienda una ingesta de yodo de 10 μg/día en los recién nacidos a término.
• Vitamina D: En los niños, desde el nacimiento hasta los 6 meses de edad se consideran necesarios aportes de
300 UI (7,5 μg/día) de vitamina D.
• Vitamina E: Las recomendaciones actuales en cuanto a los aportes diarios de vitamina E son de 3 mg de α-
tocoferol.
• Tiamina (B1): El aporte de tiamina recomendado durante el primer año de vida es de 0,2-0,3 mg/día, cantidad
que es suficientemente aportada por la leche materna.
• Riboflavina (B2): Las necesidades de 0,4 mg/día hay que sumar 0,5 mg/ kg/día.
• Piridoxina (B6): El aporte diario recomendado sería de 0,3 mg/ día durante el primer año de vida.
• Acido Fólico (B9): Se recomiendan dosis en el primer año de vida de 65 a 80 μg/día de equivalentes de folato.
• Vitamina D: En los niños, desde el nacimiento hasta los 6 meses de edad se consideran
necesarios aportes de 300 UI (7,5 μg/día) de vitamina D.
• Biotina: El aporte diario durante el primer año debe ser de 5-6 μg.
• Acido pantoténico (B5): Las necesidades diarias durante el primer año son de 1,7-1,9 mg.
Valoración del crecimiento físico
• Los primeros meses de vida (la etapa de lactante) son una etapa en la que
tienen lugar muchos cambios rápidos (antropométricos, de composición
corporal, de maduración de órganos y sistemas...), que suponen una demanda
exigente desde el punto de vista nutricional, en el aspecto cuantitativo y
sobre todo cualitativo.
Las principales características del lactante, desde el punto de vista nutricional son:
• Cambios antropométricos: los lactantes suelen doblar su peso de nacimiento a los 4-6 meses, y al año lo
triplican, y en relación con su longitud, suele aumentarse un 50% en el primer año de vida y duplicarse a
los 4 años.
• Cambios de composición corporal: en los primeros meses de vida se produce un aumento de masa grasa
(a los 6 meses supone aproximadamente el 25% del peso corporal), mientras que en los restantes 6
meses se produce un mayor incremento de la masa magra corporal.
• Cambios en el tracto gastrointestinal: aumenta la capacidad del estómago, desde unos 10-20 mL al
nacimiento, a 200 mL al año de vida, lo que permite ir aumentando el consumo de alimentos; y se
produce el desarrollo de los diferentes sistemas enzimáticos para permitir una digestión completa de
alimentos más complejos. De este modo enzimas implicadas en los procesos de digestión como la
pepsina, factor intrínseco, amilasa, tripsina o quimotripsina..., no alcanzan niveles de adulto hasta que no
han pasado varios meses de vida.
• Maduración de otros sistemas: como el sistema neuromuscular o el renal. Desde el punto de vista de la
maduración neuromuscular, se produce la aparición del reflejo de deglución y coordinación con la succión
(en prematuros, en función de la edad, estos reflejos pueden no estar aún coordinados, no permitiendo la
alimentación vía oral), desaparición del reflejo de extrusión, sostén cefálico, sedestación, aparición de
movimientos de masticación... El sistema renal va adquiriendo mayor capacidad de filtración y madurez, y
de esta manera soporta mayor carga de solutos.
Composición de la leche materna
• Este líquido proporciona alrededor de 580 a 700 kcal/L y cuenta con mayor
cantidad de proteínas y menos carbohidratos y grasa que la leche madura
(producida dos semanas después del nacimiento del niño).
• Durante el primer año de vida, las necesidades energéticas se estiman en 100 kcal/kg y
98 kcal/ kg durante el primer y segundo semestre, respectivamente, cifras que son
aproximadamente tres veces superiores a las recomendadas para la persona adulta.
Requerimientos nutricionales
Proteínas
• Durante los primeros 4 meses de vida, la grasa debe representar del 40 al 55% del
aporte energético, y del 30 al 35% a partir de esa edad; el ácido linoleico debe
representar del 4,5 al 10,8% del valor calórico total.
• Es posible que estos aportes de ácido linoleico estén sobreestimados y que sea
suficiente con que represente del 3 al 6% del valor calórico total.
• Durante los cuatro primeros meses los hidratos de carbono deben representar del 32 al
48% del aporte calórico total, porcentaje que irá disminuyendo hasta representar del 30
al 35% al año de edad.
• Calcio y fósforo.
• Magnesio. El aporte óptimo no está definitivamente establecido, aunque se recomienda una ingesta mínima
de 6 mg/100 kcal para el lactante.
• Hierro. La leche humana tiene un contenido de entre 0,01 y 0,05 mg/dl, que permite cubrir las necesidades
del recién nacido y del lactante hasta las 8 semanas de vida. A partir del tercer mes, el niño necesita
aproximadamente 1 mg/ kg/día, por lo que las fórmulas lácteas deberán ser enriquecidas con hierro a partir
del tercer mes; se recomienda una concentración igual o superior a 1 mg/100 kcal, sin que la ingesta total
exceda de 15 mg/día.
• Yodo. Mientras que las recomendaciones respecto a la ingesta de yodo a partir del segundo año de vida
están bien establecidas, no son tan exactas, sin embargo, para el primer año de vida, y en especial para el
primer semestre, precisamente cuando el desarrollo del sistema nervioso central es más importante, y
donde el yodo y las hormonas tiroideas tienen un papel determinante. Las recomendaciones establecidas
recientemente de administrar a los recién nacidos pretérmino 20 μg/dl, y 10 μg/dl a los nacidos a término,
parecen seguras y fisiológicas.
• Zinc. Se estima que los requerimientos de zinc durante los primeros 4 meses de edad son de 225
μg/kg/día y 250 μg/kg/día para las mujeres y los varones, respectivamente. Los requerimientos de zinc
descienden progresivamente con la edad; entre los 4 y los 6 meses se estiman en 100 μg/kg, y en 93
μg/kg hasta el primer año de vida.
Requerimientos nutricionales
Minerales
• Cobre. El equilibrio en la homeostasis del cobre se consigue cuando los lactantes reciben una cantidad
diaria de 27 μg/kg/día a partir de la leche materna.
• Selenio. Una ingesta de 0,82 a 0,37 μg/kg/día en lactantes y niños, dependiendo de la edad, es
suficiente para saturar la glutatión peroxidasa.
• Manganeso. No existen datos suficientes para establecer los requerimientos basales de manganeso. La
ingesta estimada como segura oscila desde 0,3 a 0,6 mg/día en los lactantes de corta edad.
• Molibdeno. Diferentes datos sugieren que la ingesta de molibdeno en los lactantes alimentados al pecho
oscila entre 0,1 y 0,5 μg/kg/día, claramente inferiores a las recomendadas por las RDA (30- 60 μg/día).
La ingesta de molibdeno entre el periodo de destete y los 3 años parecen más elevadas (5-7 μg/kg/día).
• Cromo. La ingesta estimada como segura para los lactantes durante los 6 primeros meses de vida oscila
entre 10 y 40 μg/día, y en el segundo semestre entre 20 y 60 μg/día.
• Vitamina A. Las necesidades aumentan en los periodos de rápido crecimiento y, por tanto, es uno de los
nutrientes esenciales cuyo contenido en la dieta hay que vigilar. El aporte dietético recomendado varía
con la edad desde 375 μg/día de retinol en el lactante a 1.000 μg/día en etapas posteriores de la vida.
• Vitamina D. Se aconseja una ingesta de 300 UI/día para los lactantes menores de 6 meses, y 400 UI/día
para los mayores de esta edad. Como la leche humana contiene una cantidad muy pequeña (50 UI/l), los
lactantes deben tomar un suplemento de 300 UI/día.
• Vitamina K. Las recomendaciones son 5 μg/ día en menores de 6 meses y 10 μg/día en los mayores de
esta edad.
• Vitamina C. Se recomienda una proporción molar de 5:1 entre vitamina C y hierro en la composición de
las fórmulas lácteas, por lo que se requiere un valor mínimo de vitamina C de 16 mg/100 kcal.
Alimentación del lactante
• En este sentido hay que destacar que la leche de mujer no solo contiene
nutrientes, sino que también aporta enzimas de carácter digestivo,
sustancias bacteriostáticas, factores bifidógenos y factores de
crecimiento y desarrollo.
Beneficios Inmunológicos:
▪ Los componentes de la leche que confieren beneficios inmunológicos son:
▪ las células (linfocitos T y B),
▪ inmunoglobulinas secretoras (sIgA, sIgG, sIgM, sIgE, sIgD),
▪ antígenos de histocompatibilidad,
▪ productos de las células T,
▪ muchos factores inespecíficos (p. ej., complemento, factor bifidus),
▪ proteínas transportadoras (lactoferrina, transferrina, proteína fijadora de vitamina B12 y proteína fijadora de corticoides) y
▪ enzimas (lisozima, lipoproteína lipasa, enzimas leucocíticas).
▪ Las concentraciones de componentes celulares en la leche materna (macrófagos, neutrófilos, linfocitos T y B y células epiteliales) son muy
altas en el calostro, pero dichos componentes también están presentes por meses en concentraciones más bajas en la leche materna
madura.
▪ Las funciones de los macrófagos en la leche materna incluyen fagocitosis de hongos y bacterias, destrucción de bacterias y producción de
proteínas del complemento, lisosoma, lactoferrina e inmunoglobulinas A y G.3
Nutrición
en el niño
(1-3 años)
Definición de la etapa del ciclo
de vida
Hidratos de Carbono.
▪ Las ingestas de referencia establecen su consumo en 130 g/día.
▪ Sólo el 10% de los azúcares consumidos (nivel máximo del 25%) deberán ser en forma de
azúcares simples.
▪ El 90% restante serán hidratos de carbono complejos.
Fibras.
▪ La ingesta adecuada se ha establecido en 19 g/día.
▪ Esta cifra, difícil de alcanzar, es muy superior a la cantidad recomendada anteriormente,
basada en el cálculo de años de edad más 5.
Necesidades nutricionales
Minerales
Calcio: en torno a los 500 mg/día, con una relación calcio/fósforo de 1/1, considerándose el máximo
nivel de ingesta en 2.500 mg/día.
Hierro: los requerimientos aconsejan un aporte de 3 mg/día, las recomendaciones de ingesta son de
7 mg/día.
Zinc: 3 mg/día las RDA y en 2,5 mg/día los EAR, con un aporte máximo tolerado de 7 mg/día.
Flúor: ingesta adecuada de 0,7 mg/día.
Magnesio: se aportarán 80 mg/día según las RDA, estimándose los requerimientos medios (EAR) en
65 mg/día.
Cobre, yodo, molibdeno, fósforo y selenio: para estos minerales no se ha especificado la ingesta
adecuada
Cromo y manganeso: Las ingestas adecuadas de estos nutrientes se han fijado en 11 μg/día para el
cromo y 1,2 mg/día para el manganeso.
Necesidades nutricionales
Vitaminas
Vigilancia del crecimiento
• Obesidad
• Alergias alimentarias
• Intolerancia a la lactosa
• Caries
• Sedentarismo
• Hiperactividad
Nutrición en
el niño
(preescolar y
escolar)
La edad preescolar y escolar se caracteriza por un crecimiento
lento y estable, por la progresiva madurez bio-psicosocial.
▪ La incorporación cada vez más temprana de los niños a la escuela, donde reciben una parte
importante de su dieta diaria;
▪ La influencia cada vez mayor de los niños en la elección de los menús familiares, y
▪ La disponibilidad creciente de dinero por parte de los menores, que les permite comprar una parte
importante de los alimentos que consumen sin control familiar.
Factores condicionantes de la
nutrición del niño
Es de destacar la pérdida progresiva del papel de una supervisión
familiar adecuada en el número, cantidad y calidad de comidas o
alimentos que ingiere el niño, ya que un porcentaje importante de los
preescolares y escolares carece de ella o ésta resulta insuficiente.
Esto es debido a que muchos niños están solos en casa durante horas
sin más compañía que el televisor, el videojuego o internet, con la
nevera y la despensa repletas de una amplia variedad de alimentos
manufacturados a su entera y libre disposición, y también a que no
hacen frecuentemente el desayuno ni la comida del mediodía en casa,
sino en el comedor escolar o en una cafetería próxima al colegio, y a
que seleccionan y compran productos manufacturados de bollería,
pastelería, etc., o bebidas blandas para consumir con los amigos o
solos fuera del hogar.
Problemática televisiva
La ingesta de energía está en función Existe una gran variabilidad interindividual para el total de la
ingesta de energía y los porcentajes de la misma según los
de los mecanismos metabólicos y nutrientes para niños de la misma edad y sexo, y con una
neurosensoriales del individuo, de la tendencia a mantenerse en el tiempo.
disponibilidad y propiedades Existe también una gran variabilidad individual en el porcentaje
organolépticas de los alimentos, y del aportado de energía y nutrientes en las sucesivas comidas del
grado de integración familiar y día, de tal forma que a una comida con alto contenido energético
le sucede otra con un contenido significativamente más bajo.
ambiental.
Requerimientos nutricionales
General
Actualmente, las más utilizadas son las ingestas dietéticas recomendadas (Dietary
Recommended Intakes, DRI), que son valores de referencia, estimaciones
cuantitativas de la ingesta de los nutrientes, para ser usadas al planificar y calcular
dietas para personas aparentemente saludables.
El número de comidas al día que realizan los niños varía según las
tradiciones, el nivel socioeconómico y cultural familiar, la edad, el
sexo, etc.
La identificación del número exacto de ellas es difícil en ocasiones,
pues en muchas encuestas dietéticas no se diferencian o identifican
bien las comidas principales y las ligeras, particularmente en los
niños escolares y adolescentes, a quienes su mayor independencia
familiar, su prolongada ausencia horaria fuera del hogar y su
disponibilidad económica les permiten realizar más comidas ligeras,
incluso sustituyendo una comida principal, especialmente el
desayuno, pero también la comida del mediodía.
En el Estudio enKid, con respecto a la contribución de las distintas comidas
efectuadas durante el día (desayuno, media mañana, comida, merienda,
cena y otros) y al consumo diario de los distintos grupos de alimentos en
porcentajes, la comida representa el 36% de la ingesta diaria; la cena, el
28%; el desayuno, el 14%; la merienda, el 9%; otros, el 7%; y la toma de
media mañana, el 5%.
El 58% de la leche y el 44% de los lácteos se toman en el desayuno,
aunque los yogures se consumen un 40% en la comida y un 37% en la
cena, y el 48% de los quesos se ingieren también en la cena; los otros
lácteos se toman mayoritariamente en la comida (50%).
La bollería se consume en la merienda (31%) y en el desayuno (28%).
Las patatas, en la comida (59%), al igual que el pescado (51% frente al 44%
en la cena), las carnes rojas (64%), el pollo (70%) y las legumbres (87%).
Los huevos se comen mayoritariamente en la cena (60%).
Los frutos secos, en la comida (29%) o en otras comidas (25%).
Las frutas, en la comida (39%) y la cena (25%), al igual que las verduras
(59% en la comida y 37% en la cena).
Por su parte, el azúcar y el cacao se consumen de forma mayoritaria con el
desayuno (40%).
Situación actual de la ingesta de
energía y nutrientes
Por sexo, los varones toman mayores cantidades de todos los grupos
de alimentos, a excepción de las verduras, cuyo consumo es algo
mayor en las mujeres, y el de azúcares y cacaos, en el que no hay
diferencias.
La ingesta de leche y yogur disminuye de forma notable con la edad,
siendo el consumo total de lácteos de más de 500 g/día en el grupo de
2-5 años, de 473,4 en el de 6-9 y de 423,6 en el de 10-13.
Las frutas se tomaron 13 veces a la semana, según el cuestionario de
frecuencia de consumo; y las verduras, 10 veces a la semana.
Estas cifras son muy inferiores a las deseables para este grupo de
edad. Todo ello obliga a promover el consumo de frutas en la población
infantil y juvenil española.
Situación actual de la ingesta de
energía y nutrientes
Hasta 50% del peso corporal ideal del adulto se obtiene durante la
adolescencia.
En mujeres, el aumento máximo de peso ocurre 3 a 6 meses después
de la aceleración del crecimiento lineal.
Durante la etapa de incremento máximo de peso, que ocurre a una
edad promedio de 12.5 años, las niñas aumentan alrededor de 8.3 kg
por año.
El aumento de peso disminuye cerca del momento de la menarquia,
pero continúa hacia la adolescencia tardía.
Las adolescentes suben hasta 6.3 kg de peso durante la segunda
mitad de la adolescencia.
La acumulación máxima de masa muscular se presenta cerca del
comienzo de la menstruación o poco después de la misma.
Cambios físicos
En algunos casos, las elecciones que se basan en la presión de los compañeros pueden
conducir a una mejor ingesta dietética, como en el caso de una reducción en la ingesta de
proteína animal a causa de preocupaciones relacionadas con el bienestar de los animales o
elegir alimentos con menos carbohidratos.
En otros casos, las elecciones basadas en la presión de los compañeros pueden llevar a una
mala ingesta dietética, como el consumo de comida rápida, alimentos precocinados, bebidas
azucaradas y otras comidas altamente procesadas altas en grasas y azúcares añadidos.
Adolescencia temprana