¡y su dinero el verdugo placentero entre sueños cuenta ya! Tan sólo rompe el silencio en la sangrienta plazuela el hombre del mal que vela un
cadalso al levantar.
José de Espronceda
Sordos siempre a los gritos de nuestra justicia, han procurado los gobiernos de España desacreditar todos nuestros esfuerzos declarando criminales y sellando con la infamia, el cadalso y la confiscación, todas las tentativas que, en diversas épocas, han hechos algunos americanos para la felicidad de su país, como fue la que últimamente nos dictó la propia seguridad, para no ser envueltos en el desorden que presentíamos, y conducidos a la horrorosa suerte que vamos ya a apartar de nosotros para siempre; con esta atroz política, han logrado hacer a nuestros hermanos insensibles a nuestras desgracias, armarlos contra nosotros, borrar de ellos las dulces impresiones de la amistad y de la consanguinidad, y convertir en enemigos una parte de nuestra gran familia.
Este acto le dejó tan sereno y tan tranquilo, y a la noticia de que en Roma expiran en un cadalso dos malhechores, su conciencia se escandaliza y el llanto inunda sus ojos.
C., en el Salón de Sesiones, a los dieciocho días del mes de enero de mil novecientos cincuenta y cuatro. F. Salomon Jiménez C., Presidente. Eliseo Pérez Cadalso, Secretario. J. Suazo A., Secretario.
-dijo con voz sumisa- ¡no soy yo quien tiene derecho a sublevarse contra el crimen, yo, sobre cuya cabeza pesan los de mi familia!... Y bien, señor, aquí estoy para obedecer a usted, que nos salvó de la afrenta de un cadalso.
Su marido mató al músico, y luego su buena amiga y parienta, la reina Isabel, que se decía doncella, le mandó cortar la cabeza en un
cadalso colgado de luto, después de haberla tenido dieciocho años presa.
Voltaire
Pero, ¿no es ésto la misma cosa que conducir al prisionero cada mañana hasta el
cadalso y regresarlo a la celda, diciéndole: "Espera un poco más, todavía no"?
Piotr Kropotkin
Tres semanas hace «que treinta y un diputados» italianos presentaron en el Parlamento un proyecto de ley para conceder pensiones a sus familias; que las tales ejecuciones son dos hechos «desconocidos en la historia del cadalso», y, en fin, que el Gobierno de Florencia «ha dirigido una nota a las grandes potencias explicando su conducta, reprobando esos hechos inauditos».
–No vive sobre los cadáveres amor ni concordia;–no merece perdón el que no supo perdonar. Cuba sabe que la República no viene vestida de muerte, pero no puede olvidar tantos días de cadalso y de dolor.
Y gozoso a verla vuela, y alcanzarla intenta en vano, que al tender la ansiosa mano su esperanza a realizar, su ilusión la desvanece de repente el sueño impío, y halla un cuerpo mudo y frío y un
cadalso en su lugar.
José de Espronceda
¡la muerte era nada; pero la degradación! la degradación, previa, ante el cadalso, en presencia de sus camaradas, ante el mundo, donde su nombre quedaría envilecido.
Corro al momento a la plaza »de Estepona, allí pregono mi proscripto nombre, y paga de mi amor será un
cadalso delante de tus ventanas.» Se estremeció Rosalía, no leyó más, y borraban sus lágrimas abundantes las letras de aquella carta.
Ángel de Saavedra