Proyecto "Maltrato Infantil"
Proyecto "Maltrato Infantil"
Proyecto "Maltrato Infantil"
Tema:
Maltrato Infantil
Integrantes:
Año: 2018
Hernandarias - Paraguay
Introducción
En las páginas siguientes estaremos tratando sobre el maltrato infantil.
A través del tiempo se han hecho investigaciones acerca del maltrato infantil, el
cual ha sido un problema para la sociedad y que se ha ido dando durante el
paso del tiempo.
El uso intencionado de la fuerza física u omisión de cuidado por parte de los
padres viene siendo lo que es el maltrato. La mayor parte de los padres que
abusan de sus hijos, habían sufrido ellos también la misma situación por parte
de sus progenitores.
Existen diferentes maneras de cómo se puede maltratar a un infante los cuales
son: física, emocional, psicológica o mental, por abandono o negligencia o por
abuso sexual.
Al paso del tiempo el maltrato puede producir consecuencias en el desarrollo
del niño. Una de ellas es que afecta en su crecimiento, en su conducta,
también puede causar traumas psicológicos o trastornos mentales.
Después de haber sido maltratado un niño puede presentar una serie de
conductas como de inferioridad, rechazo, inseguridad y miedo.
Esta investigación plantea cuales son las características del maltrato, cuáles
son sus consecuencias, así mismo los tipos de maltrato que se dan en los
niños, pero también se dará información sobre las instituciones a las cuales se
puede acudir para ayudar a los niños maltratados.
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Desarrollo
“El niño, como el huevo, en nido de piedad será paloma o en nido de rencor
será serpiente”
Palencia.
¿Por qué los adultos abusan de los niños o los descuidan? La respuesta es
compleja ya que la causa del maltrato incluye muchos factores.
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El problema puede apreciarse desde una perspectiva ecológica donde se
consideran factores asociados con el niño, el abusador (microsistema), la
comunidad (exosistema) y la sociedad en general (macrosistema).
Es muy común que el abuso comience cuando uno de los padres está ansioso,
deprimido o agresivo, empieza a perder el control físico sobre el niño, luego
pierde el control sobre su propio comportamiento y termina sacudiendo,
golpeando o lastimando de alguna manera al menor. Los padres descuidados,
de otro lado, tienen más probabilidad de mostrarse apáticos, incompetentes,
irresponsables y de ignorar a sus hijos.
Por otro lado, el mundo exterior, puede crear un clima que favorece la violencia
familiar. El desempleo, la insatisfacción con el trabajo, el aislamiento social, los
lazos sociales limitados, la falta de asistencia o de confianza en la persona más
cercana en el cuidado y la pobreza son todos factores muy relacionados con el
niño.
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Dos factores culturales que parecen llevar al abuso infantil son la violencia
criminal y la creencia en el castigo físico para los niños. Los resultados del
abuso o del descuido infantil no solo son de índole emocional o de
comportamiento sino que cualquiera de ellos puede producir consecuencias
graves. A menudo, los niños víctimas de abusos presentan retrasos en el
lenguaje y en su desarrollo emocional y cognoscitivo. Además, tienen más
probabilidad que los demás niños de volverse agresivos, delincuentes o
criminales en la edad adulta.
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Se denomina maltrato infantil o abuso infantil a cualquier acción (física, sexual
o emocional) u omisión no accidental en el trato hacia un menor, por parte de
sus padres o apoderados, que le ocasiona daño físico o psicológico y que
amenaza el desarrollo de tales funciones.
Se distinguen cinco tipos básicos de maltrato infantil:
El abuso físico
El abuso sexual
El maltrato emocional
El abandono físico
El abandono emocional
Concepto
La definición de maltrato o abuso implica una valoración social en relación a lo
que es peligroso o inadecuado para el niño. Y aquí reside precisamente gran
dificultad para definirlo, ya que hay una falta de consenso social respecto a lo
que constituyen formas de crianza peligrosas e inaceptables. Resulta difícil
establecer la raya de separación entre lo que es un maltrato y lo que no lo es.
De acuerdo a la OMS el maltrato infantil se define como los abusos y
desatenciones que reciben los menores de 18 años, incluyendo maltrato físico,
psicológico o sexual que dañen su salud, desarrollo o dignidad o bien que
pongan en riesgo su supervivencia.
El maltrato infantil ha sido un conflicto que ha persistido desde los pueblos y
civilizaciones de la antigüedad donde utilizaban a los niños para realizar
sacrificios y rituales. Sin embargo, según este texto, no hace tanto tiempo que
la sociedad obtuvo control sobre el abuso en los menores de edad. En los
Estados Unidos se creó una organización la cual, se dedicó ayudar a niños
desamparados y la misma fue conocida como “Child Welfare Movement”
(Movimiento Bienestar de la Infancia). Además surgieron otras organizaciones
contra el maltrato infantil tal como la Sociedad Neoyorquina para la Reforma de
los Delincuentes Juveniles en 1825, cuyos propósitos fue ayudar a niños
maltratados y abandonados por sus padres o familiares. Años más tarde se
fundó en el estado de Nueva York la “Society for Prevention of Cruelty of
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Children” la cual, surgió como fuente de inspiración para desarrollar otras
organizaciones contra el abuso infantil en los Estados Unidos y Europa.
Aunque, según el texto, en 1874 fue la primera vez que se ganó un caso
referido al abuso o maltrato de infantil cuando una menor de nueve años nativa
del estado de Nueva York fue sometida a abuso físico. Una trabajadora de
caridad ayudó a la criatura y la misma acudió a la Sociedad Americana para la
Prevención de crueldad de los animales donde la trabajadora, encargada del
caso de la menor expresó lo siguiente: “la menor merecía tanta protección
como a un perro común” y con estos testimonios pudieron ganar el caso.
Abuso y descuido
El maltrato tiene muchas formas y cualquiera de ellas casi siempre va junto con
una o más de las otras (Belsky, 1993):
El abuso infantil incluye lesiones físicas, en un patrón que con frecuencia
se denomina como el síndrome del niño golpeado (Kempe, Silverman,
Steele, Droegemueller y Silver, 1962).
El abuso sexual es cualquier forma de contacto sexual entre un niño y
una persona mayor.
El descuido infantil es cuando el niño carece de los elementos
necesarios para su alimentación, vestido y supervisión.
El descuido emocional puede ser causa del síndrome conocido como
fracaso no orgánico para crecer: un bebé deja de crecer y ganar peso en
casa a pesar de contar con una adecuada nutrición pero mejora cuando
se le traslada a un hospital y cuenta con apoyo emocional.
El abuso emocional implica causar daño por acción u omisión a un niño,
de manera que se deteriore su funcionamiento físico, emocional,
cognoscitivo o de comportamiento. Puede incluir rechazo, terror,
aislamiento, explotación, degradación, ridiculización o corrupción.
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El Microsistema
A menudo, los abusadores odian lo que hacen pero se sienten impotentes para
detenerse. Con frecuencia carecieron de unos buenos padres y no saben cómo
serlo con sus propios hijos. Es muy común que el abuso comience cuando uno
de los padres está ansioso, deprimido o agresivo, empieza a perder el control
físico sobre el niño, luego pierde el control sobre su propio comportamiento, y
termina sacudiendo, golpeando o lastimando de alguna manera al chico.
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incompetencia como padres. Suelen esperar que sus hijos se encarguen de
cuidarlos y se enfurecen cuando esto no sucede.
Los padres abusadores tienen problemas para leer las expresiones de sus
hijos, de modo que pueden mal interpretar las necesidades de ellos antes que
ignorarlas. Un padre puede tratar de alimentar a un niño que llora de dolor y
luego sentirse frustrado cuando el bebé vomita la comida que le dio. (Kropp y
Haynes, 1987).
El niño
Cuando los padres tienen una imagen pobre de sí mismos, tuvieron problemas
durante su niñez, tienen problemas para manejar las emociones negativas y
tienen hijos con necesidades o demandas especiales, suelen terminar
cometiendo abusos con los pequeños. Las mayores necesidades de los niños
víctimas de abusos pueden surgir de problemas de salud, personalidades
“difíciles” o incapacidades específicas.
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de afecto que el promedio, lo cual puede hacerlos víctimas más fáciles para el
abuso.
Claro está que la mayoría de los niños con estas características no son
víctimas de abusos. Es la interacción con otros factores la que conduce al
maltrato; es posible que los componentes relacionados con el niño no
ocasionen el abuso inicial sino que sirven para mantenerlo. Por tanto, el abuso
mismo afecta a los niños convirtiéndolos en seres más agresivos y desafiantes
que perpetúan el ciclo.
En el vecindario con bajo nivel de abusos, la gente estaba lista para hablar
acerca de su comunidad y, aunque reconocía los problemas, la describía como
un lugar pobre pero decente para vivir. Una imagen que procedía de un
vecindario con redes sólidas de apoyo social, servicios comunitarios
reconocidos y un fuerte liderazgo político por parte del gobernante que atendía
este sector. El equipo de investigación concluyó que el primer vecindario era un
ambiente con una “conspiración ecológica en contra de los niños” (Garbarino y
Kostelny, 1993, p. 213).
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El Macrosistema: valores y patrones culturales
Dos factores culturales que parecen llevar al abuso infantil son la violencia
criminal y la creencia en el castigo físico para los niños. En comparación con
otras naciones Colombia es un lugar violento. El homicidio, la agresión hacia la
esposa y la violación son delitos comunes; la resistencia a la legislación para el
control de armas es alta. En países donde los crímenes violentos no son
frecuentes y a los niños rara vez se les castiga, como Japón, China, y Tahití, el
abuso infantil es raro (Celis, 1990).
Algunos autores como, Linch y Roberts señalan otros factores de riesgo como:
Podría decirse que estos factores constituyen un modelo causal que puede
resumirse en cuatro componentes así:
Sin embargo es importante anotar, que a pesar de que muchas familias pueden
tener varios de estos factores no todos maltratan a sus hijos por lo que es
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necesario no juzgar a la ligera y apoyar a las familias que presentan uno o
varios de los factores anotados.
El abuso sexual tiene sus propias consecuencias específicas, las cuales varían
de acuerdo con el nivel de desarrollo del niño, de esta forma:
Las niñas víctimas de abuso sexual tienden a vivir preocupadas con el sexo y a
tener más problemas de comportamiento y desempeño escolar que las niñas
sin esa situación (Einbender y Friedrich, 1989). Los adultos de quienes se
abusó sexualmente siendo niños suelen vivir temerosos, ansiosos, deprimidos,
furiosos, hostiles o agresivos. Con frecuencia, sufren de baja autoestima, no
confían en la gente y se sienten aislados y estigmatizados. No sorprende que
presenten desajustes sexuales y se vean envueltos en comportamientos
autodestructivos como abuso de drogas, o antisociales como crímenes, y es
probable que sean violados o asaltados sexualmente en la edad adulta.
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abuso (Kendall-Tackett, 1993). El abuso sexual lleva a más síntomas cuando el
abusador es alguien cercano al niño, cuando el contacto sexual ha sido
frecuente y por mucho tiempo, cuando se ha utilizado la fuerza, cuando ha
habido penetración oral, anal o vaginal, y cuando el niño tiene una actitud y un
estilo negativos.
Factores protectores
En la conceptualización de los factores asociados al maltrato infantil como lo
afirman Ciccheti y Rizley, es importante, incluir no solo los factores de riesgo
sino los factores de compensación o protectores, porque la conducta parental
está determinada por el equilibrio relativo entre los factores protectores
(disminuyen la probabilidad) y los factores de riesgo (incrementan la
posibilidad) que experimenta una familia. Los malos tratos tendrían lugar
únicamente cuando los factores de riesgo transitorios o crónicos, sobrepasan o
anulan cualquier influencia compensatoria.
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violencia y la crueldad y de muchas prácticas de riesgo como fumar, beber
alcohol, conducir a alta velocidad, tener relaciones sexuales sin protección,
etc.
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La Resiliencia
Es la capacidad humana para enfrentar situaciones de peligro o tragedia;
resistencia a la destrucción, problemas de la vida, ser capaz de salir adelante,
crecer y desarrollarse solamente llegando como seres adultos competentes y
exitosos.
El niño puede estar rodeado de afecto (tengo), pero si no tiene fuerza interior
(soy/estoy) no es resiliente. El niño puede ser locuaz y hablar bien (puedo),
pero no tienen empatía (soy/estoy), o no aprende de los modelos (tengo),
entonces no es resiliente.
Por lo tanto, el niño que trabaja bien, juega bien y tienen buenas expectativas,
aspiraciones en la vida, se desarrolla sicológicamente sano y socialmente es
exitoso; eso es ser niño resiliente.
La resiliencia debe ser una virtud que se forma continuamente durante cada
etapa del desarrollo del ser humano.
La disciplina
La disciplina incluye todos los métodos usados para lograr que los niños tengan
auto disciplina y llamen la obediencia. Implica, como vemos, un proceso de
educación y orientación que ayuda al niño a desarrollar desde sí mismo
actividades de autocontrol.
El vínculo afectivo
Es una relación activa, afectuosa, recíproca y fuerte entre dos personas, que
en los círculos no científicos se conoce como amor. Los seres humanos desde
nuestra más temprana edad estamos inmersos en relaciones, de hecho, lo que
nos caracteriza como tales, más que ninguna otra cosa, es la capacidad de
relacionarnos.
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para la supervivencia, está ligado a la vida. En los seres humanos la forma
esencial de establecer vínculos es a través de la palabra.
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Depresión, ansiedad o miedos inusuales, o pérdida repentina de la
confianza en sí mismo.
Ausencias frecuentes de la escuela o negativa a tomar el autobús
escolar.
Intentos de huida.
Comportamiento rebelde o desafiante.
Intentos de suicidio.
Prevención
Principalmente se requiere de un planteamiento bien constituido que vaya
dirigido a los padres para que ellos reciban el conocimiento, apoyo e
información adecuada y correcta para la educación de sus hijos, así como las
escuelas para padres en las cuales se les alienta a adoptar buenas estrategias
en las relaciones padres-hijos.
Dar programas dentro de las instituciones hospitalarias y educativas para
informar a los niños sobre los abusos sexuales en la infancia. Haciendo énfasis
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en la propiedad de su cuerpo, las diferencias entre los contactos normales y los
tocamientos impúdicos, cómo reconocer las situaciones de abuso, cómo decir
"no" y sobre todo cómo revelar los abusos a un adulto en el que confíen.
Difusión de información sobre la eficacia de las intervenciones y expansión de
la aplicación de las intervenciones de eficacia demostrada.
Tratamiento
El niño podría necesitar tratamiento médico y asesoramiento. Existen grupos
de asesoramiento y apoyo que están disponibles para los niños y para los
padres que quieren recibir ayuda. Hay departamentos o agencias estatales y
gubernamentales que son responsables de la protección de los niños menores
de 18 años. Las agencias de protección infantil usualmente toman una decisión
de si el niño debe ir a un hogar de cuidado temporal o puede regresar a casa.
Las agencias de protección infantil generalmente hacen un esfuerzo por reunir
a las familias cuando es posible. El sistema varía de un estado a otro, pero
usualmente incluye un tribunal de familia o un tribunal que maneja casos de
abuso infantil.
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asimetría en edad se refiere en la diferencia de edad que hay entre el agresor y
la víctima, mientras que el abuso de poder es un factor necesario para el abuso
infantil; ya que el mismo implica miedo y obtiene un rol dominante en el ámbito
social. El abuso al poder se obtiene por medio de las experiencias y la madurez
del agresor. Por esta razón la asimetría de edad se convierte en un factor en el
maltrato infantil; ya que por medio de la edad se pueden descifrar los niveles de
experiencia, madurez y sobre todo de malicia del agresor.
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El maltrato de menores en el seno de las familias es una de las causas
contribuyentes a la problemática social que hoy en día se vive, cuyo producto
último es el aumento en la incidencia criminal por parte de la juventud. El
maltrato destruye el núcleo familiar, al romper los lazos de confianza y amor
que son fundamento mismo de ella. El uso de la violencia por parte de sus
padres y/o cuidadores la pone en tela de juicio la realidad de amor de los
padres hacia los hijos.
El maltrato institucional
Se entiende por maltrato institucional a cualquier legislación, procedimiento,
actuación u omisión procedente de los poderes públicos o bien derivada de la
actuación individual de los profesionales que comparte abuso, negligencia,
detrimento de la salud, la seguridad, el estado emocional, el bienestar físico, la
correcta maduración o que viole los derechos básicos del niño y/o la infancia.
(Martínez Roig, 1989) Al hablar del maltrato institucional, nos referimos a las
inadecuadas o insuficientes prácticas llevadas a cabo por los siguientes
sectores: ámbito sanitario, justicia, educación, servicios sociales, asociaciones
para la prevención del maltrato infantil y ONG. Incluye tanto las formas más
conocidas de malos tratos llevadas a cabo extra-familiarmente -físico,
negligencia, emocional, sexual- como de los programas -educación, salud,
nutrición- y de los sistemas políticos, públicos y/o sociales inadecuados.
El abuso infantil se puede detectar de diversas formas especialmente cuando
los encargados legales del menor dejan de tomar responsabilidades sobre el
mismo. Según este artículo, ha habido casos severos donde menores de 10
años tienden a cocinar ellos mismos porque los padres no han podido traer
comida a la casa e incluso han ocurrido situaciones donde el menor
permanecen más de 24 horas sin comer. Según esta revista, existen varios
tipos de maltrato infantiles tales como, el abuso sexual (donde hay un contacto
directo entre el agresor y la víctima), maltrato físico (donde ocurren lesiones y
agresiones físicas en contra la víctima, no necesariamente hay abuso sexual),
negligencia infantil (donde los padres o encargados legales descartan
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responsabilidades sobre el niño y al mismo lo abandonan) y el maltrato
emocional (donde el agresor cosecha el miedo y la angustia sobre la víctima).
Un ejemplo de discriminación contra personas con discapacidad fue Cighid, un
centro asemejado a un campo de concentración donde niños con discapacidad
considerados como "irrecuperables" (en rumano: irecuperabili) murieron por el
abandono al que eran sometidos.
Impacto
Las situaciones de maltrato lo que revelan es una grave disfunción relacional
que por lo tanto afectará al normal desenvolvimiento del cumplimiento de
tareas del menor. Este fracaso en la ejecución de las metas del menor sería, en
sentido amplio, el impacto del maltrato y es lo que se viene a significar cuando
en las definiciones de maltrato se señala que éste amenaza el desarrollo de la
competencia del niño o el desarrollo físico, psicológico y emocional
considerado como normal para el niño.
El impacto del maltrato o abuso, al ser un fenómeno contextualizado, puede
verse amortiguado, según múltiples variables: no solo las más obvias,
relacionadas con el tipo, duración o intensidad del maltrato, sino también con
las características de la víctima, los recursos y apoyos que tenga, y las propias
situaciones de su evolución vital. Según el artículo (2003). "Basta de
indiferencia: maltrato infantil", el abuso infantil es un conflicto del cual, hay
muchas polémicas con respecto al niño; ya que el mismo puede tener muchos
problemas durante su desarrollo personal.
Independientemente de las secuelas físicas que desencadena directamente la
agresión producida por el abuso físico o sexual, todos los tipos de maltrato
infantil dan lugar a trastornos conductuales, emocionales y sociales. La
importancia, severidad y cronicidad de estas secuelas depende de:
Intensidad y frecuencia del maltrato.
Características del niño (edad, sexo, susceptibilidad, temperamento,
habilidades sociales, etc.).
El uso o no de la violencia física.
Relación del niño con el agresor.
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Apoyo intra-familiar a la víctima infantil.
Acceso y competencia de los servicios de ayuda médica, psicológica y
social.
En los primeros momentos del desarrollo evolutivo se observan repercusiones
negativas en las capacidades relacionales de apego y en la autoestima del
niño. Así como pesadillas y problemas del sueño, cambios de hábitos de
comida, pérdidas del control de esfínteres, deficiencias psicomotoras,
trastornos psicosomáticos.
En escolares y adolescentes encontramos: fugas del hogar, conductas
autolesivas, hiperactividad o aislamiento, bajo rendimiento académico,
deficiencias intelectuales, fracaso escolar, trastorno disociativo de identidad,
delincuencia juvenil, consumo de drogas y alcohol, miedo generalizado,
depresión, rechazo al propio cuerpo, culpa y vergüenza, agresividad,
problemas de relación interpersonal.
Más allá de las consecuencias en el plano meramente psicológico, una
investigación norteamericana ha apuntado que el castigo físico puede provocar
alteraciones a nivel cerebral. Según este estudio, cuando los niños están
sometidos a la violencia más allá de los cinco años de vida, tienen un
Coeficiente Intelectual más bajo que sus coetáneos, lo cual se debe a una
disminución de la materia gris en las zonas del área prefontal del cerebro.
Diversos estudios señalan además que el maltrato continúa de una generación
a la siguiente. De forma que un niño maltratado tiene alto riesgo de ser
perpetuador de maltrato en la etapa adulta.
Aspectos históricos
Desarrollo histórico
A lo largo de la historia de la humanidad y en la actualidad, tomando a la
humanidad como un todo, puede decirse que lo normal, en el sentido de
frecuente, es que los niños no reciban lo que entendemos por «buen trato». La
mayoría de los datos históricos que poseemos sobre el respeto de los derechos
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de los niños por parte de muchas culturas de la antigüedad corroboran esta
afirmación.
La atención jurídica y médica de los menores maltratados empezó a
desarrollarse en la segunda mitad del siglo XIX. De manera individual, el
médico francés A. Tardieu publicó en 1860 la primera monografía sobre el tema
y el también médico estadounidense Silverman demostró con estudios
radiológicos las consecuencias no visibles de los maltratos.
El primer proceso judicial que defendió a un menor (una niña) por los malos
tratos recibidos por adultos (en su caso, su propia madre), tuvo lugar en 1874
en Estados Unidos. La acusación fue realizada por la Sociedad Protectora de
Animales, por cuanto no existía ley alguna que amparase a los menores,
aunque sí a los animales en general.
Estas labores pioneras dieron como resultado que antes de que acabase el
siglo se creasen dos sociedades pro derechos de los niños: The Society for the
Preventión of Cruelty to Children, en Nueva York, y The National Society for the
Prevention of Cruelty to Children, en Londres.
La atención a los derechos de los menores es característica de la segunda
mitad del siglo 20, que es cuando se les reconoce como sujetos de derechos.
En 1959, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración
de los Derechos del Niño; y, más tarde, en 1989, esa misma Asamblea adoptó
la Convención sobre los Derechos del Niño.
Paralelamente a este interés en el estatus legal, se fue desarrollando la
correspondiente atención a la comprensión y prevención del fenómeno.
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un menor era víctima de "maltrato o negligencia" cuando sufría daño o
perjuicio, o se encontraba en riesgo de sufrir daño o perjuicio en su salud física,
mental emocional, o en su bienestar, por las acciones y omisiones no
accidentales de sus padres o de otras personas o instituciones responsables
de su cuidado. En esta ley se estableció la política pública de protección a
menores.
Hechos clave
Una cuarta parte de todos los adultos manifiestan haber sufrido maltratos
físicos de niños.
Una de cada 5 mujeres y 1 de cada 13 hombres declaran haber sufrido
abusos sexuales en la infancia.
El maltrato infantil causa alteraciones en la salud mental y física que
perduran toda la vida, y sus consecuencias a nivel socioprofesional
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pueden, en última instancia, ralentizar el desarrollo económico y social
de un país.
Es posible prevenir el maltrato infantil antes de que se produzca, y para
ello es necesario un enfoque multisectorial.
Los programas preventivos eficaces prestan apoyo a los padres y les
aportan conocimientos y técnicas positivas para criar a sus hijos.
La atención continua a los niños y a las familias puede reducir el riesgo
de repetición del maltrato y minimizar sus consecuencias.
El maltrato infantil se define como los abusos y la desatención de que son
objeto los menores de 18 años, e incluye todos los tipos de maltrato físico o
psicológico, abuso sexual, desatención, negligencia y explotación comercial o
de otro tipo que causen o puedan causar un daño a la salud, desarrollo o
dignidad del niño, o poner en peligro su supervivencia, en el contexto de una
relación de responsabilidad, confianza o poder. La exposición a la violencia de
pareja también se incluye a veces entre las formas de maltrato infantil.
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mujeres y 1 de cada 13 hombres declaran haber sufrido abusos sexuales en la
infancia. Además, muchos niños son objeto de maltrato psicológico (también
llamado maltrato emocional) y víctimas de desatención.
Se calcula que cada año mueren por homicidio 41 000 menores de 15 años.
Esta cifra subestima la verdadera magnitud del problema, dado que una
importante proporción de las muertes debidas al maltrato infantil se atribuyen
erróneamente a caídas, quemaduras, ahogamientos y otras causas.
En situaciones de conflicto armado y entre los refugiados, las niñas son
especialmente vulnerables a la violencia, explotación y abusos sexuales por
parte de los combatientes, fuerzas de seguridad, miembros de su comunidad,
trabajadores de la asistencia humanitaria y otros.
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tratamientos por motivos de salud mental, de los servicios sociales para la
infancia y los costos sanitarios a largo plazo.
Factores de riesgo
Se han identificado varios factores de riesgo de maltrato infantil. Aunque no
están presentes en todos los contextos sociales y culturales, dan una visión
general que permite comprender las causas del maltrato infantil.
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Factores relacionales
Hay diversas características de las relaciones familiares o de las relaciones con
la pareja, los amigos y los colegas que pueden aumentar el riesgo de maltrato
infantil, entre ellas:
los problemas físicos, mentales o de desarrollo de algún miembro de la
familia;
la ruptura de la familia o la violencia entre otros miembros de la familia;
el aislamiento en la comunidad o la falta de una red de apoyos;
la pérdida del apoyo de la familia extensa para criar al niño.
Prevención
La prevención del maltrato infantil requiere un enfoque multisectorial. Los
programas eficaces son los que prestan apoyo a los padres y les aportan
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conocimientos y técnicas positivas para criar a sus hijos. Entre ellos se
encuentran:
las visitas domiciliarias de enfermeras para ofrecer apoyo, formación e
información;
la formación de los padres, generalmente en grupos, para mejorar sus
aptitudes para criar a los hijos, mejorar sus conocimientos sobre el
desarrollo infantil y alentarlos a adoptar estrategias positivas en sus
relaciones con los hijos, y
las intervenciones con múltiples componentes, que generalmente
incluyen el apoyo a los padres y su formación, la educación preescolar y
la atención al niño.
Otros programas preventivos prometedores son:
los destinados a prevenir los traumatismos craneoencefálicos por
maltrato (también conocido como síndrome del bebé sacudido, síndrome
del niño sacudido o lesión cerebral infligida por traumatismo).
Generalmente se trata de programas hospitalarios mediante los cuales
se informa a los nuevos padres de los peligros de zarandear a los niños
pequeños y de cómo afrontar el problema de los niños con llanto
inconsolable.
los destinados a prevenir los abusos sexuales en la infancia.
Generalmente se realizan en las escuelas y les enseñan a los niños:
o la propiedad de su cuerpo;
o las diferencias entre los contactos normales y los tocamientos
impúdicos;
o cómo reconocer las situaciones de abuso;
o cómo decir "no";
o cómo revelar los abusos a un adulto en el que confíen.
Estos programas son eficaces para reforzar los factores de protección frente al
abuso sexual en la infancia (por ejemplo, el conocimiento del abuso sexual y
los comportamientos protectores), pero no hay pruebas de que reduzcan otros
tipos de abusos.
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Cuanto antes se producen estas intervenciones en la vida del niño mayores
son los beneficios que le pueden aportar a él (por ejemplo, desarrollo cognitivo,
competencias conductuales y sociales, logros educacionales) y a la sociedad
(por ejemplo, reducción de la delincuencia).
Además, el reconocimiento precoz de los casos y la asistencia continua a las
víctimas y sus familias pueden ayudar a reducir la recurrencia del maltrato y a
paliar sus consecuencias.
Para maximizar los efectos de la prevención y la atención, la OMS recomienda
que las intervenciones se realicen en un marco de salud pública y en cuatro
fases:
definición del problema;
identificación de las causas y los factores de riesgo;
creación y puesta a prueba de intervenciones destinadas a minimizar los
factores de riesgo, y
difusión de información sobre la eficacia de las intervenciones y
expansión de la aplicación de las intervenciones de eficacia demostrada.
La respuesta de la OMS
En colaboración con distintos asociados, la OMS:
ofrece orientación técnica y normativa basada en datos científicos para
prevenir el maltrato infantil;
promueve el aumento del apoyo a la prevención del maltrato infantil
basada en datos científicos y las inversiones internacionales en esta
esfera;
presta apoyo técnico a los programas de prevención del maltrato infantil
basados en datos científicos de varios países de bajos y medianos
ingresos.
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Ayudar a las familias en problemas o en situación de riesgo
Es posible que estas situaciones puedan evitarse si las familias con
probabilidad de presentar situaciones de abuso reciben ayuda. Otro tipo de
ayuda se dirige a detener el abuso que ya se ha presentado y reparar el daño
causado.
Prevenir el maltrato
Como el abuso y el descuido son mucho más comunes entre los padres
jóvenes, pobres y sin educación los programas que buscan ayudar a la gente
joven en las escuelas y prepararla para desempeñarse en algún oficio u
ocupación antes de que tengan hijos pueden ser una manera de prevenir el
abuso.
Otros programas ayudan a los padres que se sienten abrumados por las
exigencias de la paternidad. Con frecuencia ofrecen entrenamiento a los
padres jóvenes que se sienten en una situación de riesgo dándoles puntos de
afianzamiento para un buen comportamiento y desalentando los
comportamientos errados, enseñándoles actividades para ayudar a los niños a
desarrollar su lenguaje y destrezas, y dando a las mujeres embarazadas y a las
nuevas madres información acerca de la salud de los bebés (Wolfe, Edwards,
Manion y koverola, 1988). Los esfuerzos en este sentido también pueden incluir
programas que ofrecen subsidio para el servicio de cuidado diario, ayudantes
voluntarios para el hogar, visitadores domésticos, y “hogares temporales” o
“padres auxiliares” que se encarguen ocasionalmente de los niños (Belsky,
1993; Wolfe, 1985).
El Microsistema: La Familia
En ocasiones se debe separar a un niño de los padres que abusan de él, pero
en lo posible se debe mantener al niño dentro de la familia y detener el abuso.
Una manera eficaz para hacerlo es tratar a los abusadores como culpables
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ante la ley: las personas a quienes se arresta por violencia familiar tienen
menos posibilidad de repetir el maltrato (Bouza, 1990).
Los servicios para niños y adultos víctimas de abusos incluyen refugios,
educación y terapia. Un programa eficiente enseña a los padres destrezas para
el manejo de los niños mientras les brinda terapia para ayudarlos a manejar el
estrés. Padres anónimos y otros grupos brindan servicios gratuitos y
confidenciales. Una evaluación de las personas que asisten a esos grupos
encontró que el abuso físico se detuvo un mes después de haber comenzado a
asistir, y el abuso verbal disminuyó luego de dos meses (Ehresman, 1988).
Para ayudar a las víctimas de abuso sexual, el primer paso es reconocer las
señales. Éstas incluyen cualquier cambio extremo en el comportamiento como
pérdida del apetito, perturbaciones del sueño o pesadillas, regresión a la época
de mojarse en la cama, chuparse el dedo o llorar con frecuencia, rasgaduras o
manchas en la ropa interior, sangrado o flujo vaginal o rectal, infecciones en la
garganta o la vagina, dolor, comezón o inflamación de los genitales, interés o
conocimiento poco usual sobre temas sexuales, y miedo o desagrado de
quedarse en cierto lugar o con determinada persona (USDHHS, 1984).
A los niños pequeños se les debe enseñar que su cuerpo les pertenece y que
pueden decir “No” a cualquier persona que trate de tocarlos o besarlos en
contra de su voluntad, incluso si es alguien a quien aman o en quien confían.
Los niños también deben saber que nunca son culpables de lo que hace un
adulto y que ellos pueden hablarles a sus padres sobre cualquier tema sin
temor a que se les castigue. Es necesario asegurarles que la mayoría de los
adultos quieren ayudar y cuidar, y no hacerles daño. Los niños víctimas de
abusos pueden recibir terapia artística o lúdica y cuidado diario en un ambiente
terapéutico.
El Exosistema: La Comunidad
En comunidades con alto riego de abuso infantil, los programas que van más
allá de la familia puede ser eficaz. Un programa de preescolar ayudó a niños
32
entre tres y cinco años víctimas de abusos o descuido y que se habían vuelto
severamente retraídos; en ese programa se entrenó a un profesor asistente y a
otros niños de preescolar para sugerir o dirigir actividades de juego y dar o
recibir objetos durante ellas, con el fin de animar a los niños maltratados a jugar
con ellos. Los niños “iniciadores” entrenados, con cuatro años de edad,
lograron mejores resultados que los adultos para que los niños retraídos se
volvieran más sociables (Fantuzzo y otros, 1988). Esta clase de programa
demuestra el impacto práctico que la investigación sobre el desarrollo infantil
puede tener sobre la vida de los pequeños.
Con todo, los periódicos están llenos de crónicas que describen la muerte de
niños cuya precaria situación era del conocimiento de las autoridades que los
33
dejaron en manos de los padres que ya habían abusado de ellos, y quienes al
final les dieron el golpe fatal. Ante la difícil situación de los niños víctimas de
abusos o descuido la sociedad aún no ha encontrado soluciones efectivas.
Poco se sabe acerca de las diferentes acciones de ayuda y, entre tanto, estos
niños suelen crecer con muchos problemas a un gran costo para ellos mismos
y la sociedad.
Fundamento legal
Aunque los actos humanos no son únicamente hechos jurídicos, analizar el
maltrato infantil a la luz de la legislación colombiana, nos dará las luces sobre
la forma como lo concebimos y, por lo tanto, nos ayudará a iluminar la manera
en que podemos abordar los vacíos que tenemos y la forma de entenderlos.
34
El derecho a la protección contra la crueldad, el abandono y la
explotación.
El derecho a la protección contra la persecución y a la crianza en
espíritu de hermandad y paz mundiales.
Esta declaración incluye la protección para el niño maltratado, cuyos elementos
fueron descritos en las declaraciones 2, 4, 6,7, 9:10.
35
Estudio previo de Paraguay
En Paraguay se dieron los primeros pasos para identificar la prevalencia del
maltrato infantil, por medio de un estudio de línea de base realizado por la
organización Plan Internacional - Paraguay. El mismo data del año 2007 y
abarcó 4 departamentos (San Pedro, Caaguazú, Paraguarí y Guairá). La
muestra no fue representativa a nivel nacional, por tanto los resultados no
pueden hacerse extensivos al país, pero esta investigación fue la primera en
dar indicios sobre la magnitud del problema en Paraguay. Los resultados de
esa primera evaluación indicaban que un 56% de niños, niñas y adolescentes
habían recibido algún tipo de maltrato en su hogar. Si se comparan los
resultados de aquel estudio con los de la presente investigación, puede notarse
que no existe una gran diferencia porcentual, puesto que en este informe se
indica que el 61% de los niños, niñas y adolescentes encuestados manifiesta
haber sufrido algún tipo de maltrato por parte de algún familiar con el que vive.
En Paraguay el marco legislativo vigente protege al niño contra el maltrato
infantil. Esto se encuentra contemplado en la Constitución Nacional, la
Convención sobre los Derechos del Niño ratificada por el país, el Código Penal
y el Código de la Niñez y de la Adolescencia. El maltrato físico está
considerado un delito de conformidad a lo establecido en el Código Penal, pero
lamentablemente sólo se penaliza con multa o pena de hasta un año. Un
desafío pendiente para el país es la incorporación del maltrato psicológico en el
Código Penal, que no se ha logrado pese a los intentos de introducirlo en las
diferentes reformas. Por otro lado, el Comité de los Derechos del Niño, en su
53º período de sesiones (enero de 2010), recomienda al Paraguay con carácter
urgente: “a) Prohíba expresamente y por ley el castigo corporal en todos los
contextos teniendo en cuenta la Observación general Nº 8 del Comité, sobre el
derecho del niño a la protección contra los castigos corporales y otras formas
de castigo crueles o degradantes. El Comité define el castigo físico como “todo
castigo en el que se utilice la fuerza física y que tenga por objeto causar cierto
grado de dolor o malestar, aunque sea leve”. Además, comenta: “El Comité
opina que el castigo corporal es siempre degradante. Existen también, otras
36
formas de castigo que no son físicas, pero que son igualmente crueles y
degradantes y, por lo tanto, incompatibles con la Convención. Entre éstas se
cuentan, por ejemplo, los castigos en que se menosprecia, se humilla, se
denigra, se convierte en chivo expiatorio, se amenaza, se asusta o se ridiculiza
al niño”. A continuación incluimos un resumen de los instrumentos legales
vigentes en el país, que protegen a los niños y niñas del maltrato, con una
síntesis de los principales artículos referidos al tema.
Artículo 19
1. Los Estados Partes adoptarán todas las medidas legislativas,
administrativas, sociales y educativas apropiadas para proteger al niño contra
toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente,
malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual, mientras el niño se
encuentre bajo la custodia de los padres, de un representante legal o de
cualquier otra persona que lo tenga a su cargo.
Constitución Nacional
37
tráfico y la explotación. Cualquier persona puede exigir a la autoridad
competente el cumplimiento de tales garantías y la sanción de los infractores.
Los derechos del niño, en caso de conflicto, tienen carácter prevaleciente.
Código Penal
38
2.- La persecución penal del hecho dependerá de la instancia de la víctima,
salvo que la protección de ésta o de terceros requiera una persecución de
oficio.
39
Código, sin perjuicio de las acciones penales que correspondan. La medida de
abrigo será la última alternativa.
40
Decirle al niño, niña o adolescente lo que debería hacer y lo que no: Los
adultos deben ponerse de acuerdo entre sí primero sobre las conductas
deseadas y decir a los hijos e hijas lo que esperan que hagan o dejen de hacer,
de manera serena, clara y firme. Abrazar al niño, niña o adolescente: Uno de
los mayores gestos de autoridad es el abrazo y en todas las edades, madres y
padres pueden ofrecer un abrazo como límite a los hijos e hijas. Al abrazarlos,
pueden sentir el contacto del cuerpo con el otro: un cuerpo que mece y que
acuna trae a la memoria emotiva el recuerdo físico de los brazos de la madre o
de la figura “maternante”. El abrazo cálido y firme da un “contorno”, un límite,
es un poderoso mensaje de “hasta acá podes”. Calma esa sensación de
angustia y de no sentirse escuchado, que de alguna manera, los niños, niñas y
adolescentes experimentan cuando se desbordan emocionalmente.
Refuerzo verbal de conductas positivas: Las madres, padres o cuidadores,
cuando el niño, niña o adolescente tiene un buen comportamiento, pueden
emplear frases como: –Qué bien!, –Te felicito!, –Lo lograste!, –Estoy orgullosa
de ti!, –Cómo estas creciendo!, Mira todo lo que ya aprendiste!, Has notado lo
bien que hiciste tus tareas?, entre otras. Estas palabras o expresiones
confirman y validan al hijo o hija sus logros, en el proceso de ir aprendiendo a
vivir en el mundo que le rodea. Al escucharlas, comprenden lo que sus madres
y padres esperan de ellos y se sienten estimulados a querer seguir haciéndolo,
buscando su reconocimiento.
Dejar que asuman las consecuencias de sus actos: A medida que van
creciendo, los niños, niñas y adolescentes van teniendo más responsabilidades
en la casa, como cuidar y ordenar sus juguetes o su pieza y en la escuela,
hacer las tareas. En este proceso de ejercicio de responsabilidad y autonomía,
es importante que conozcan y asuman las consecuencias de lo que hacen o
dejan de hacer, obviamente siempre y cuando esto no implique riesgos para su
integridad o su salud. Para ello, las madres, los padres o cuidadores podrían
decirles y anticiparles lo que va a ocurrir si no actúan debidamente, dejando
que los niños, niñas y adolescentes enfrenten sus propias responsabilidades. A
modo de ejemplo, si deciden no hacer su tarea o se olvidan, dejar que vayan al
colegio sin la misma y reciban la sanción de la profesora o del profesor. Luego,
41
en un clima de calma y serenidad, podrían conversar juntos para reflexionar
sobre la experiencia vivida y sacar aprendizajes de la misma. Dialogar: A partir
de conversaciones, las madres, los padres o cuidadores pueden guiar a sus
hijos e hijas a imaginar y expresar los anhelos y metas para su vida. Así como
compartir momentos de reflexión acerca de las consecuencias de las acciones
que realizan. Además, pueden ayudarlos a expresar sus emociones, hablar de
los conflictos y encontrar maneras para solucionarlos.
El juego: A través del juego los adultos pueden compartir los mismos códigos
con los niños y niñas logrando conectarse desde lo emotivo, lo que ayudará a
que sus hijos e hijas pequeños les presten más atención sobre aquello que
desean enseñarles. A través del juego y las canciones, los niños y niñas
pueden aprender a hacer cosas, como ordenar sus juguetes. Otra forma, puede
ser mediante la lectura de cuentos. De esta manera las madres y los padres
pueden ir transmitiendo ideas acerca de sus concepciones del mundo, además
de ir estimulando el lenguaje. Lo que a su vez, proporciona más elementos
cognitivos y emotivos para que los niños y niñas comprendan lo que sus
madres, padres y cuidadores esperan de ellos. Con los niños y niñas mayores
y adolescentes, los adultos podrían lograr una aproximación similar para
dialogar mejor y obtener la atención de los mismos, conociendo y compartiendo
algunas actividades de interés de los hijos e hijas, como sus programas
favoritos de tv o jueguitos electrónicos o temas musicales, por citar algunos
ejemplos.
Suspenderles algo que les gusta: Esta forma de castigo o sanción se aplica
avisándole al niño, niña o adolescente previamente que si no deja de actuar o
hacer determinada cosa que está mal se le suspenderá una actividad que le
agrada, por ejemplo va a dejar de ver la televisión por dos días o no va a poder
ir a una fiesta. Las madres y padres tienen que prometer algo que puedan
cumplir y luego cumplir con lo estipulado para no perder autoridad ante los hijos
e hijas.
Tiempo de exclusión (time out): Este procedimiento se utiliza con la intención
de reducir la frecuencia de un comportamiento que las madres, los padres o
cuidadores consideren inadecuado, negándole al niño, niña o adolescente
42
cualquier oportunidad de que refuerce el mismo, como por ejemplo “el querer
ser siempre el centro de atención”. Las madres y padres envían al niño o niña a
un lugar aparte a pensar sobre lo que hizo. El tiempo de exclusión debe ser
acorde con la edad del hijo o hija. Si estamos hablando de un niño de 5 años,
el tiempo no debe ser mayor de 5 minutos, si es un niño de 8 años, podría
permanecer 8 minutos en un lugar pensando. Este método, al igual que las
variantes del mismo que se detallan a continuación, es apropiado para niños y
niñas a partir de 2 años en adelante.
43
ofrecidos: gimnasia y preparación para el parto, acompañamiento y talleres de
crianza a los padres primerizos.
44
Conclusión
45
Donde denunciar?
FONOAYUDA
El número telefónico 147 es una línea gratuita para todo el país, a la que
cualquier persona puede llamar para hacer una denuncia de abusos y todo tipo
de violencia hacia niñas, niños y adolescentes.
46
Comisaría 15.a Metropolitana
Tel.: (021) 557500
Avda. Fernando de la Mora c/ Avda. De la Victoria, Asunción
47
Recomendaciones
Se recomienda a los padres de familia que busquen ayuda acerca de
cómo orientarse en los cuidados de las necesidades básicas a las que
tienen derecho los niños y niñas, así mismo que como padres participen
activamente en algún programa donde se brinde información con el
propósito de disminuir tanto la Violencia Intrafamiliar como los maltratos
de negligencia y maltrato físico que más se destacan en la presente
investigación.
Se recomienda a los maestros, implementar en las charlas de Escuela
de Padres, más y mejores temas que conlleven a la orientación y
sensibilización a los padres de familia para que brinden mayor atención
a sus hijos, mejorando con ello el bienestar físico, psicológico, y social
de la niñez de la comunidad; así mismo hacer énfasis en programas de
orientación sexual a nivel escolar; para mejorar los conocimientos en
cuanto al abuso sexual que puede estar sucediendo.
Es de suma importancia recomendar a las diferentes organizaciones
existentes de la comunidad a la búsqueda de proyectos comunitarios de
capacitación en la que se aborden temas que ayuden a la población en
la sensibilización de brindar una atención de calidad a la niñez. Además
de la aplicación del programa de charlas elaborado por el grupo que
surge como recomendación final a raíz de los resultados obtenidos en la
presente investigación.
Se hace necesario también recomendar a la población de niños de la
comunidad a que demanden cualquier tipo de maltrato del que puedan
estar siendo víctimas, ya que es de esa forma como se disminuiría en tal
medida que más niños sigan siendo maltratados por sus padres, no
obstante que también reconozcan que al mismo tiempo que tienen
derechos, pero que también tienen deberes.
48
Anexo
49
50
51
52
53
54
55
56
57
58
Bibliografía
CuadroComparativo.org
https://cuadrocomparativo.org/cuadros-sinopticos-sobre-el-
maltrato-infantil/
Monografias.com
Maltrato Infantil -
http://www.monografias.com/trabajos24/maltrato-infantil/maltrato-
infantil.shtml
59
Indicadores
Puntualidad -- 1p
Defiende puntualmente -- 1p
60
Índice
Contenido Pág.
Introducción..........................................................................................................1
Desarrollo..............................................................................................................3
Concepto...............................................................................................................6
Abuso y descuido.................................................................................................7
Causas del abuso y el descuido: factores de riesgo............................................7
El Microsistema.................................................................................................8
El abusador o la persona que descuida al niño.............................................8
El niño............................................................................................................9
El Exosistema: trabajos, vecindario y apoyo social........................................10
El Macrosistema: valores y patrones culturales..............................................11
Efectos a largo plazo del abuso y el descuido...................................................12
Factores protectores...........................................................................................13
Las Pautas o Patrones de Crianza.................................................................14
La Resiliencia..................................................................................................15
La disciplina.....................................................................................................15
El vínculo afectivo............................................................................................15
Síntomas del maltrato infantil..........................................................................16
Consecuencias del maltrato............................................................................17
Prevención.......................................................................................................17
Tratamiento......................................................................................................18
El maltrato o abuso físico...................................................................................18
El abandono o negligencia física y cognitiva y maltrato institucional.................19
El maltrato institucional...................................................................................20
Impacto...............................................................................................................21
Aspectos históricos.............................................................................................23
Desarrollo histórico..........................................................................................23
61
Hechos clave......................................................................................................25
Magnitud del problema.......................................................................................25
Consecuencias del maltrato...............................................................................26
Factores de riesgo..............................................................................................27
Factores del niño.............................................................................................27
Factores de los padres o cuidadores..............................................................27
Factores relacionales......................................................................................28
Factores sociales y comunitarios....................................................................28
Prevención..........................................................................................................29
La respuesta de la OMS.....................................................................................30
Ayudar a las familias en problemas o en situación de riesgo............................31
Prevenir el maltrato.........................................................................................31
El Microsistema: La Familia............................................................................32
El Exosistema: La Comunidad........................................................................33
El Macrosistema: Valores Culturales..............................................................33
Fundamento legal...............................................................................................34
Estudio previo de Paraguay...............................................................................36
Convención sobre los Derechos del Niño..........................................................37
Artículo 19.......................................................................................................37
Constitución Nacional.........................................................................................38
Artículo 54.- De la protección al niño..............................................................38
Artículo 60.- De la protección contra la violencia............................................38
Código Penal......................................................................................................38
Artículo 110.- Maltrato físico............................................................................38
Artículo 111.- Lesión........................................................................................38
Artículo 113.- Lesión culposa..........................................................................39
Código de la Niñez y la Adolescencia (Ley N° 1680/01)....................................39
Artículo 5.- De la obligación de denunciar......................................................39
Artículo 25.- Del derecho del niño y adolescente a ser protegidos contra toda
forma de explotación.......................................................................................39
62
Artículo 191.- Del procedimiento para la atención del maltrato......................40
¿CÓMO PONER LÍMITES A LOS NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES SIN
VIOLENCIA?.......................................................................................................40
Donde buscar ayuda?.........................................................................................43
Centros públicos y comunitarios de atención psicológica..............................44
Conclusión..........................................................................................................45
Donde denunciar?..............................................................................................46
FONOAYUDA.....................................................................................................46
CODENI y otras instancias.................................................................................46
División de Atención Especializada a Niños, Niñas, Adolescentes y Mujeres
víctimas de violencia...........................................................................................46
Oficinas de la División de Atención Especializada:............................................46
Recomendaciones..............................................................................................48
Anexo..................................................................................................................49
Bibliografía..........................................................................................................49
Indicadores.........................................................................................................60
Índice..................................................................................................................61
63