Equinoccial
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Alejandro Moreno
Fotografía:
David Dávila
1996-2006
Ramón Palomares
I
LABERINTO SIN FIN
La insensatez es un laberinto sin fin
William Blake
equinoccial
EL INSURRECTO
11
El insurrecto no redimirá primavera ni otoño
ajenos y lejanos
No celebrará cigüeñas ni urracas ni jilgueros
No añorará la nieve ni su lejana desolación
No pronunciará nombres de dioses inescrutables ni de supuestos héroes
desdecidos por la historia
No consultará otro horóscopo que el de las desgarraduras imperceptibles ni más
augures que los del hechizo de estar vivo
No navegará por fiordos ni conocerá la desventura del mar Muerto
No caminará por Corinto ni zarpará en sus trirremes ni volverá a pactar con
Periandro
No sentirá el temblor de penumbra o ceniza de las manos que esculpieron a Petra ni
obtendrá de los nabateos el secreto de las piedras eternas
Sus pies no pisarán las mezquitas de Estambul ni las arenas de la Kaaba
Ni tañerá su cuerda en Suchuan con el Viento del Este ni recorrerá su alma
el río Amarillo a la búsqueda de Tu Tzu-mei
No verá la sombra de Nezahualcóyotl proyectada en Chapultepec cuando los
amantes se digan hasta siempre
ni hará de su orfandad calendario sepultado en el deshonor
Cuando aparezcan
vendrán presa de todas las tentaciones perpetradas
Traerán espinas vueltas torpes dedos
y hojas posesas de una lengua extraña
Cuando vengan
la desdicha se habrá vuelto magnolia.
12 G u s t a v o P e r e i r a
equinoccial
LA CASA SEPULTADA EN LA ARENA
13
Si sollozó aquí alguien si alguien aquí amó o padeció si bajo este muro
resta todavía ceniza o hueso
si bajo la losa corroída calla el temblor de aquella a quien la
música
del océano arrulló para siempre
nada será olvidado
Desprendido de un ángel
en la tiniebla de aquel bar
tu cuerpo todavía tiembla en mis brazos.
14 G u s t a v o P e r e i r a
equinoccial
SOMARI DEL CONTEMPLATIVO
15
Cada día que amanece cae al agua una hoja
sin destino sin nada que no sea servidumbre monótona
de la rama o la lluvia o el viento o los misterios
16 G u s t a v o P e r e i r a
equinoccial
SOMARI DEL PIPOTE DE BASURA
17
No hay como
un pipote
de basura
en la noche
para
remedar
en la calle
la triste
derrota
del esplendor.
SOMARI DE LA NADA
Como Guillermo IX de Aquitania
voy a hacer un somari de la nada
No diré nada sobre nada
Ni qué sobre quién
Sino que me estaré echado
mirando el vuelo de los buitres.
18 G u s t a v o P e r e i r a
equinoccial
SOMARI DE LAS TENTACIONES
19
La vida apostó a mi lado tentaciones
y a todas sucumbí
excepto a la amargura.
U N LABRADOR ME DIO SU MANO DE CENIZA
Un labrador me dio su mano y sentí vergüenza
de la mía ante aquella dura y seca
mano acostumbrada a la intemperie
Mi mano aún conserva el guijarro que aquella mano alzó
de lo profundo de la tierra la dura materia desmoronada en el polvo
y el curso invisible de su sabiduría
20 G u s t a v o P e r e i r a
equinoccial
POR LOS NUESTROS
21
Por aquellos que amaron o fueron amados sin medida
Por aquellos que escribieron cartas de amor sin esperanza
Por quienes rehicieron con ceniza cuanto les fue desarraigado o prohibido
Por los que no renegaron de sí mismos en la desolación de sus tormentas
Por quienes se negaron a pactar con la astucia
Por aquellos que optaron por un pedazo de pan duro entre el coraje y la vergüenza
Por aquellos que en el desconcierto se precipitaron en la alucinación de la audacia
y convocaron el fanal compartido
Por los que no supieron de treta despreciable
Por los que atravesaron sin herirse zarpazos y mordeduras
Por los que hechos polvo aún guardan en el pecho
pobres poderes para franquear la inclemencia
Por quienes resistieron sin quejarse ni pedir nada a cambio
Por quienes aunque sólo recibieron afrentas y desprecio hallaron en los otros
motivos para persistir
Por aquellos que nos dejaron la llave de los primeros paraísos
y descifraron por nosotros los jeroglíficos de los inescrutables
Por todos los que lucharon y nos enseñaron a luchar
Por quienes entregaron huesos y sueños como disculpándose
Por los que no ambicionaron más gloria que su pobre intemperie sin amparo
Por aquellos que se abismaron ante la maravilla
y se reconocieron en sus llamas
26 G u s t a v o P e r e i r a
equinoccial
SOMARI CON TODAS LAS DUDAS DEL MUNDO
27
Para quienes la duda es pan y agrio brebaje
no hay reposo ni fármaco ni centro
sino licor sediento de sí mismo y un inerme
relámpago
Sin tregua sin paz alguna con su corte de nardos hacia atrás ambulaban
en nombre de un demonio los náufragos
y donde las mutiladas mariposas caían con sus frágiles estertores
abjuraron de sí mismas como astillas que a duras penas se penetran
aquellas que acudieron a salvarnos
28 G u s t a v o P e r e i r a
equinoccial
LA PARTIDA
29
Como quien pesa cada minuto de su funeral para repartirlo en pedazos
reina un tiempo de horror trajeado de fulgores
un tiempo meticuloso como analista imperial
a cuyo cerebro trepan cada noche enemigos
un tiempo entreabierto al engaño al azufre y al lodo
un tiempo en litros de veneno
dispensados como se ofrece una rosa
un tiempo de bebedores tristes y de navíos desmantelados b a j o
las estrellas
un tiempo de metales erigidos para tapiar todo sueño
un tiempo deshonrado por el pozo sin fondo de tránsfugas e n p e n a
un tiempo en música de rock ahogado en su arrrebato un tiempo
acariciado sólo por los amargos un tiempo de fantasmas s i n s o m b r a
un tiempo gastado y transitorio ausente de toda pradera r e c i é n
amanecida
un tiempo implantado a golpes de grito y de metralla
Nada de lo que fueron son hoy Nada de lo que amaron se ciñó al corazón
30 G u s t a v o P e r e i r a
equinoccial
CONTRASEÑAS
31
Estas contraseñas son nuestra salvación ¿Cómo
puede entenderse el abismo?
Nos unen las derrotas Norte Sur Este Oeste
Nos une el desprecio a la muerte la llave que no abre ningún cofre el aciago
amanecer y un relámpago destinado a la nada
Nos devora un combate eterno embellecido por lo irrecobrable
Un brillo parecido a la anémona nos congrega en el fondo
de un navío hundido con comensales extraviados
Atrás también
los desengaños y las culpas y los lechos
de amores secretos y salvajes
32 G u s t a v o P e r e i r a
equinoccial
EL FORAJIDO
33
Ojos perversos boca cruel tu nombre sabe a sombra
A costas del sufrir te ungiste en muertes A la distancia
aún estallan tus puñales y en cada mano
de tu espectro blande la furia su estandarte cual vástago de arena
34 G u s t a v o P e r e i r a
equinoccial
CANCIÓN DEL ANOCHECIDO
35
Tú conoces muy bien desde el fondo del alma
por qué la vida pasa como pasa
Sólo que hay una sombra entre la vida y tú
La foto desvaída
recuerda los ardides de quienes persistieron en librarse
a la ausencia
40 G u s t a v o P e r e i r a
Añoré el fruto carnoso de los amores de infancia
equinoccial
y el paso lento de las montañas en donde el silencio era apenas rumor
deslizado entre las piedras
42 G u s t a v o P e r e i r a
equinoccial
MEMORIAL DE LA POBREZA
43
De la pobreza guardo dos manos desnudas
y un corazón en tránsito
44 G u s t a v o P e r e i r a
equinoccial
SOMARI DEL GRAN SOLITARIO
45
El mar no tiene compañero
Sólo en veces
un soñador lo mete en su bolsillo
y sale con él a emborracharse
de destierros.
L A PASAJERA
El capitán garabatea tristezas solo en su camarote Al lado las aguas
del océano dejan atrás la imprecisa resolución de aquella que saltó
por la borda
De pronto
¿qué llamado es ese en la penumbra?
¿de qué lado un murmullo apenas perceptible vulnera el curso de las aguas?
46 G u s t a v o P e r e i r a
equinoccial
PARA RESTITUIR EL VIEJO CORAZÓN
47
Si acaso apareciera la indignidad de sombrilla y cuerda floja
Si sumara a tus huesos en vez de vuelo sustancia que se arrastra
Si carecieras de valor para mandar al diablo lo que algunos
tienen por porvenir
Si la vida pudiera parecerte oscura y sin sentido
Si ninguna caída puede darte fortaleza para restituir el coraje
48 G u s t a v o P e r e i r a
equinoccial
SOBRE LA PIEDRA
49
De niño me propuse alcanzar la sabiduría y ser sabio e n t r e l o s s a b i o s .
No sabio real, porque el sabio real expía la aventura de ser hombre, sino
sabio ideal, como el imaginado, porque sólo lo imaginado es perfecto.
Puesto que lo humano me era ajeno viví en serenidad, sin sufrir ni padecer
como mortal.
50 G u s t a v o P e r e i r a
equinoccial
SOMARI CON BUEN DÍA
51
Se detuvo en la acera saludó a la vecina miró las pocas nubes
altas y tenues
de la mañana
y siguió raudo hasta el mar
Era día radiante y había aves y barcos
y en las arenas los cangrejos rastreaban
huellas fulgores sobras
52 G u s t a v o P e r e i r a
equinoccial
MENOS CLARO ES LIBRARSE
53
Está claro que la vida es hermosa
Menos claro es dar respuesta a esto
Contestar cómo es cómo y cuándo es cuándo
Intentar impregnar de certidumbre
descalabros flaquezas fluctuaciones
Volver ajena la inclemencia
Desunir lo compacto sin tocarlo
Permutar la cabeza por la cola
Volverse mantequilla sin rodaja
de pan que nutra a nadie
54 G u s t a v o P e r e i r a
equinoccial
SOMARI
55
Para no morir del todo buscaré en lo imposible
la miserable eternidad
allí donde crece sin dueño solo y sin amargura el aire nuestro
de cada día.
TEXTO DEL SISTEMA
El pacto ha debido empezar hace cinco mil millones de años cuando el sol apareció
y las primeras atmósferas de átomos barbotearon entre ciegas polvaredas
moleculares.
Tan sagrada fue la primera huella del pie humano como el primer rastro en la arena
del cangrejo nocturno. Tan bendito el don de la palabra como el susurro de las hojas
entre el viento del amanecer.
Cuando, como una esencia, bebo el jugo del vivir, doy gracias al árbol del fruto que
como y a la tierra benigna que lo acuna y a las lombrices y las sustancias que nutren
su savia.
56 G u s t a v o P e r e i r a
IV
LA VIDA QUE PASA
equinoccial
SOMARI CON HUMO Y UTOPÍA
59
No me alcanza una vida para cambiar el mundo
La mía en cambio en segundos el mundo la deshace
O un ángel en el atardecer.
60 G u s t a v o P e r e i r a
equinoccial
SOMARI DE LA CALLE DE LONDRES
61
Una calle de Londres oscura como todas en la niebla de Londres el frío
espantoso de Londres
oculta una mujer
62 G u s t a v o P e r e i r a
equinoccial
MOSCÚ EN UNA HOJA DE INVIERNO
63
Hay en Moscú sobre la helada
un arte de nacer
De su plumaje
un gris opaco y falso
64 G u s t a v o P e r e i r a
equinoccial
F ÁBULA DEL GRAN PODER
65
El constructor de imperios cruza los desiertos para burlarse de la vida
No padece de dudas ni interroga los cielos
Toda alucinación le es ajena y despreciable
“Cenizas en el viento vanas suposiciones
de idiotas son los sueños” –se dice entre las sombras
mientras su ojo escudriña la furia de sus perros
66 G u s t a v o P e r e i r a
equinoccial
SOMARI PARA CARLOS DRUMMOND DE ANDRADE
67
¡Cuánta comedia Carlos
Drummond de Andrade!
¡Cuánta comedia triste y endiablada!
Al sur de mi país
florecen los tepuyes
Y yo canto tu canción
como en Minas Gerais
mientras los narradores de historias suavizan su ron amargo
72 G u s t a v o P e r e i r a
equinoccial
SOMARI PARA ESPANTAR FANTASMAS
73
Se toma un trapo rojo y una vez que el fantasma embista
se le deja correr hasta el abismo
74 G u s t a v o P e r e i r a
equinoccial
SOMARI CONTRA EL OTRO
75
Quien dicta estas palabras no lo sabe
pero a cada momento
deseo traicionarlo
avergonzado como estoy de sus torpezas.
SOMARI
Salvo por una o dos revelaciones
un poema no pasa de ser sombra
o argucia
o pobre máscara.
76 G u s t a v o P e r e i r a
equinoccial
SOMARI DEL LUGAR COMÚN
77
Si usted dice la palabra cisne tantas veces
tantas veces
tantas veces
la va gastando hasta dejarla sin plumas.
SOMARI
Si tus pasos te trajeron aquí
deben llevarte allá
No es lo mismo
Pero la distancia es idéntica.
78 G u s t a v o P e r e i r a
equinoccial
SOMARI DE LOS BÁRBAROS
79
Los verdaderos bárbaros dijeron “¡Guerra y muerte a los bárbaros!”
Y en el espejo
se vieron a sí mismos
Radiantes
Hermosos
Civilizados
Perfectos.
SOMARI PARA OBTENER LA SANTIDAD
Me compraré un collar de diamantes y una sierra circular
Con el primero me haré una collera de humo
y con la otra
tajaré aureolas.
80 G u s t a v o P e r e i r a
equinoccial
SOMARI DEL PASO DE LOS AÑOS
81
Si al paso de los años se comprende
que la vida es sueño
cuando todo termine nada se habrá perdido
salvo el sueño.
P ROVERBIO KURDO
El cuervo se mira en el agua
y se cree ruiseñor.
82 G u s t a v o P e r e i r a
equinoccial
83
SOMARI DE LOS PUENTES DE PARÍS
Bajo letargo y hambre el tiempo pasa
para quienes los puentes
de París son irreales
Unos callan por ellos mientras comen
Otros por ellos suben cuando bajan
84 G u s t a v o P e r e i r a
equinoccial
SOMARI PARA CELEBRAR EL FLUIR DEL MUNDO
85
Se surten las fuentes de olvido
para desterrar los sollozos
Del barro del océano nacieron
talones y tobillos y piernas y cinturas
y espaldas y gargantas
y una gran cabeza despejada
para celebrar el fluir del mundo
y el jadeo del universo
desde la inquebrantable llamarada de la gracia.
SOMARI CON EQUÍVOCOS
¿Qué sé yo de certezas inequívocas de amores sempiternos
o de pasiones como catedrales?
¿Qué sé de las tormentas del vencido?
86 G u s t a v o P e r e i r a
equinoccial
SOMARI DE LAS COSAS EN SU SITIO
87
Nada puedes contra mí dueño de los tinglados
Cuando me crees perdido es porque estoy perdido
(Pero en mi propio rastro)
Cuando te confabulas me derribas
(Pero en la calle de la resurrección).
SOMARI
El amor es la única cosa
importante en el mundo.
88 G u s t a v o P e r e i r a
equinoccial
SOMARI
89
Lo imperceptible ama el silencio.
VI
PARA DESNUDAR A UNA MUJER
La insensatez es un jilguero…
equinoccial
PARA DESNUDAR A UNA MUJER
95
Para desnudar a una mujer no hace falta penumbra
ni pericia ni astucia
De nada valen erudición destreza brusquedad
Ni siquiera sabiduría
96 G u s t a v o P e r e i r a
equinoccial
SOMARI DE LA REINA O EL GOLPE DEBELADO
97
En el turbio Café de mi barrio donde empezaba un poema para ti
pasó a mi lado la más perfecta de las diosas
Tú seguías reinando.
P ARA QUE MI DESCREÍDA CREA EN LAS CARAVANAS DEL DESIERTO
Has de saber que las caravanas existen
Que no son invención de ilusos
Que se rigen como los ángeles por cierta metafísica de náufrago
Que tocadas por un rayo improbable desaparecen en la noche del desierto
bajo el destello o la ceniza
Que río abajo no son nadie
Que sus equilibrios dependen de lámparas sustraídas a las sombras
Que sus rosas son enigmas
y no corazones desgarrados por la inmensa soledad
Que sus reliquias vierten oscuros aceites barridos por el viento
y sus lagos de aguas transparentes despuntan en cada crepitación del
mediodía
Que sus mercaderías pertenecen a un inventario de hechizados
Que sus mujeres se vuelven invisibles como las pisadas de los camellos en
las dunas
Que a los embates del desamparo resisten con la única alianza humana indestructible
Que a los puñales y a las agujas oponen el destello de unos ojos
y a las últimas monedas del firmamento la celebración de un primer día.
98 G u s t a v o P e r e i r a
equinoccial
LA VIDA PERTENECE A LOS QUE AMAN
99
La vida pertenece a los que aman Hasta sobre ceniza la hechizada
perplejidad de la existencia
restablece su entraña
De cintura y de espalda
De sístole y de diástole
nutre su esponja el mediodía
desparramado en la copa que nos fue destinada
En ella la noche indespojable parece que todo lo abarcara y encubriera
100 G u s t a v o P e r e i r a
equinoccial
LA INTRUSA
101
Yo me soñé al lado de una intrusa de ojos púrpura Era alta noche en que
la mar batía y aún no despertaban las piedras
de mi casa en tinieblas
102 G u s t a v o P e r e i r a
De oficinas de horarios de locas jornadas sin sentido
equinoccial
Las cuatro menos cinco las veintitres y diez la estúpida carencia
de sentido
de centro
de sosiego
La paradoja
de vivir más por menos
103
Devuélvanme mis soles Restitúyanme el cosmos
de la vida radiante
serena
y desafiante!
SOMARI CON CENSURA
El amor
(enemigo de ceremonias como
diría Quevedo en su mazmorra de artimañas)
tocó a este hombre por aquélla
vació de contenido su expresión
de inconsecuente (sólo apegado al néctar)
y finalmente sonó a rebato
a locura
a llamas atormentadas
a manos que no hallaron qué hacer
ante tanta carne
y a sus lobos
104 G u s t a v o P e r e i r a
equinoccial
SOMARI DE LA ÚNICA CERTIDUMBRE
105
De cierto tengo que mi única
certidumbre es soñarte
Que en ti dejo la entraña que me habita
y todos mis infiernos.
AMORES DE CENIZA
Amores como sacos olvidados
¿Dónde quedaron las enredaderas
los estremecimientos
los fulgores?
Amores de ceniza...
106 G u s t a v o P e r e i r a
equinoccial
PRONÓSTICO DEL TIEMPO
107
Hoy habrá tormenta en tu pecho Te mojarás en rayos y centellas
Pero yo estaré ausente
Ausente Ausente
Definitivamente ausente
Liberado.
C ARTEL DE AMANTE
Por cada segundo de dicha
el amor cobra intereses
impagables.
108 G u s t a v o P e r e i r a
equinoccial
SOMARI DE LA ESCALERA
109
Al subir la escalera recobras
el centro de tu cuerpo
andamiaje perfecto desde abajo brasa trocada en carne
y geometría
110 G u s t a v o P e r e i r a
equinoccial
SOMARI DESDE OTRORA
111
112 G u s t a v o P e r e i r a
equinoccial
A TU PODER INCIERTO
113
A tu poder incierto sacrifico
mis pobres privilegios
Su alfombra mágica se desliza en mi cama y abre desde este lado sus puñales
Todo cuanto a su paso de enfermera se erige
duele como un ultraje
Orfandades desarraigos borrascas
114 G u s t a v o P e r e i r a
equinoccial
SOMARI DEL ABANDONADO
115
Yo conozco un vacío despiadado El iris
yermo de la melancolía
Con certeza una mujer horadó hasta el hueso allí
116 G u s t a v o P e r e i r a
equinoccial
SOMARI
117
Tienes la antigua persistencia de la gota que creó
la estalactita en la caverna donde frente a ti sigo
como estatua de sal ante el asedio
de tu obstinación.
SOMARI DEL TEMBLOR DE OTROS DÍAS
Menos que el desconcierto o la incordura
hallo entre tus papeles el temblor de otros días
como si el equilibrio del mundo y de las cosas
retomara su lucidez de sombra y te lamiera
118 G u s t a v o P e r e i r a
equinoccial
A UNA DAMA CON SOMBRERO
119
El sombrero que no uso me protege del sol
pero el tuyo es inútil como la Gran Muralla
120 G u s t a v o P e r e i r a
ÍNDICE
A Gustavo Pereira 5
por Ramón Palomares
I
Laberinto sin fin 7
El insurrecto 11
Los amigos no llegan 12
La casa sepultada en la arena 13
Adagio de Valia Fiodorova 14
Somari del contemplativo 15
La carne débil y precaria 16
Somari del pipote de basura 17
Somari de la nada 18
Somari de las tentaciones 19
Un labrador me dio su mano de ceniza 20
Por los nuestros 21
II
Textos para poetas desesperados 23
III
Memoria del salitre 37
Hotel marino 39
Memoria del salitre 40
Lejos 42
Memorial de la pobreza 43
El viaje solitario 44
Somari del gran solitario 45
La pasajera 46
Para restituir el viejo corazón 47
Somari del Guayamurí 48
Sobre la piedra 49
Somari de los años recobrados 50
Somari con buen día 51
Somari para alabar la alegría de Pedro 52
Menos claro es librarse 53
Único vino radiante 54
Somari 55
Texto del sistema 56
IV
L A VIDA QUE PASA 57
VI
P ARA DESNUDAR A UNA MUJER 91