Norberto Guzman
Norberto Guzman
Norberto Guzman
Comenzare por enunciar mis años por el bachillerato puesto que es aquí donde
nace la inquietud de estudiar pedagogía. Al termino de mi educación media
superior se me presento la oportunidad de ingresar al ejército mexicano, lugar
al cual me integre y comencé a tener una participación activa en los eventos
que ahí se desarrollan, como se me facilitaban algunas cosas, mis compañeros
de batallón me empezaron a decir que le enseñara que les mostrara como se
hacían algunas cosas, y me decían que tenia ciertas aptitudes para explicar y
hacerme entender, a partir de ahí comenzaron a llamarme “el teacher” o ticher
el tiempo paso y cierta tarde se presento el coronel en los dormitorios y nos
comento que teníamos la oportunidad de incrementar nuestros ingresos si
aceptábamos trasladarnos a la zona del conflicto de chipas (corría el año de
1997) y que los que así lo quisieran dieran un paso al frente, como si mis
compañeros se hubieran puesto de acuerdo en vez de dar el paso al frente
todos dieron un paso atrás excepto yo, por lo tanto quede como primer
voluntario para el traslado, claro después de esto se integraron otros
compañeros.
Bueno para no hacer largo el cuento en dicho lugar Chiapas, me encontré con
un panorama desolador donde los indígenas que no tenían nada que ver en el
conflicto pero simplemente por estar en el lugar y hora incorrectos eran
tratados como parte del (EZLN), me di cuenta en aquel entonces de que en ese
lugar no existían escuelas ni lugares donde las personas recibieran educación
y si los había estaban muy retirados de la comunidad lo único que hacían era
pasar los conocimientos de siembra recolección de frutos y el conocimiento
para las estaciones del año para las cosechas o temporal como ellos le
llamaban, exclusivamente para su sobrevivencia, ahí en lo mas recóndito de la
sierra conocí a un maestro ya jubilado que se llamaba Rufino persona de más
de 75 años que se encargaba de enseñar algunas cosas a los indígenas de la
selva lacandona, pero su labor era insuficiente y muy difícil un tanto porque los
habitantes casi no hablan el español de manera fluida y otro por la situación de
inestabilidad social que se vivía en ese momento. Ese fue el primer
acercamiento que tuve con un verdadero maestro que pretendía pasar sus
conocimientos de una manera altruista sin esperar nada, solo por la convicción
de la enseñanza. Los días pasaron y la tensión iba creciendo debido a algunos
rumores de ataques y demás situaciones sin embargo el maestro Rufino jamás
dejo de mostrarse entusiasta al momento de dar sus clases en un improvisado
patio con algunos troncos como sillas y por techo el cielo abierto. Un día le
pregunta maestro Rufino, ¿por qué hace esto? y su respuesta fue la siguiente”
más vale prender una vela que maldecir la oscuridad”.