Las Doce Reglas de La Casa
Las Doce Reglas de La Casa
Las Doce Reglas de La Casa
Vivir juntos, considerando las necesidades o sentimientos de los otros, no ocurre por accidente.
Intencionalmente debemos ser considerados, pues somos desconsiderados por naturaleza. En
esta área de la vida todos necesitamos ayuda.
Aun cuando los niños estén deseosos de complacernos, ellos usualmente carecen de la
información que necesitan para actuar apropiadamente. No siempre entienden por qué se meten
en problemas (“¿Qué fue lo que hice?”) o cómo mantenerse fuera de los problemas (“¿Qué
quieres que haga?”). Como padres de familia, es nuestra responsabilidad enseñar a nuestros hijos
reglas claras y sencillas, que despejen las dudas, aclaren la confusión y eviten los malos
entendidos.
Por esta razón hemos desarrollado LAS 12 REGLAS DE ESTA CASA. Estas reglas definen los
límites de conducta para todos los miembros del hogar. Cuando se usan consistentemente,
muchas de las frustraciones de la vida diaria son eliminadas y la atmósfera general del hogar
mejora mucho.
Las sugerencias que siguen les ayudará a poner a LAS 12 REGLAS a trabajar en su hogar.
HISTORIAS SECILLAS
Usando sus dones como narradores de historias, cuéntele a sus hijos situaciones que muestren a
una persona obedeciendo o desobedeciendo la Regla de la Semana. Historias bíblicas muy
familiares refuerzan muchas de las reglas de la casa. Por ejemplo:
Jonás-Regla # 1
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En este punto, en lo posible, los niños pueden actuar una situación similar remplazando con la
conducta apropiada el mal comportamiento anterior. Esto les da práctica para hacer las cosas
correctas. Nosotros hicimos esto con nuestros gemelos cuando uno de ellos perdió la calma y
levantó su voz enojada contra el otro. Recreamos la escena y les dejamos practicar la obediencia
a la Regla # 3 “En esta casa, hablamos tranquila y respetuosamente uno a otro”. ¡Esto realmente
funcionó!
La mayoría de los expertos en Educación Cristiana de Niños están de acuerdo en que nalguear a
un niño es apropiado solamente cuando el niño está en abierta rebeldía contra lo que sus padres
le han dicho que haga. Aun en esos casos, nunca se debe nalguear a un niño cuando se está
enojado. Cuando el niño demuestra una gran tristeza y arrepentimiento, el castigo corporal debe
suspenderse. Cada situación y cada niño deben ser tratados de manera individual. Haga un
balance de su tendencia personal a ser severo o indulgente por medio de las enseñanzas
escritúrales de la misericordia de Dios, las cuales son nuevas cada mañana, y la necesidad de
que los niños experimenten la realidad de la justicia de Dios al cosechar lo que sembraron.
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COSIDERACIOES ADICIOALES
Un padre solícito frecuentemente puede prevenir la conducta errónea antes de que se inicie.
Cuando escuche que su hijo empieza a levantar la voz, sencillamente diga “En esta casa,
hablamos tranquila y respetuosamente unos con otros”. Cuando los niños han terminado un
proyecto artístico y están listos para salir corriendo a andar en bicicleta, “En esta casa, cuando
hacemos un tiradero lo recogemos”. Nuestros hijos están tan acostumbrados a esto que después
de que digo “En esta casa...” ellos pueden terminar la frase, con la regla apropiada. Esto es muy
bueno. ¡Demuestra que están bien entrenados, aunque lejos de ser perfectos!
COCLUSIOES
Esperamos que disfruten el uso de Las 12 Reglas de Esta Casa en su hogar. Son un intento de
ayudarles a lograr el cumplimiento de una meta muy importante, la creación de una atmósfera
tranquila y pacífica en su hogar. Esto sólo puede hacerse mediante el entrenamiento de los
miembros de la familia para vivir considerándose unos a otros.
De la manera en que los 10 Mandamientos mostraron la injusticia del pueblo de Israel (Rom. 7),
Las 12 Reglas de Esta Casa exponen las debilidades de nuestra familia. Hasta mamá y papá
lucharán para cumplir las mismas reglas. Esto debe volvernos a Dios para gozar de su perdón y
ayuda. El Espíritu Santo está trabajando en nuestras vidas, por eso tenemos una gran esperanza
mientras nos comprometemos nosotros mismos a vivir amorosamente uno con otro.
Algunos líderes religiosos usan la Ley de Dios para condenar y manipular a sus seguidores.
Cuelan el mosquito y se tragan el camello. En vez de atraer a la gente a permanecer unida, usan
la Ley de Dios para distanciarse de otros. Jesús criticó este abuso de la Palabra de Dios. Él
conocía el corazón de la Ley de Dios.
Las 12 Reglas nunca fueron el intento de crear una distancia entre ustedes y sus hijos. No fueron
creadas para su conveniencia en el control de sus hijos. El propósito de las reglas es reducir los
conflictos y llevar a los miembros de la familia a una relación más cercana con Cristo y entre
ellos mismos. Debe servir como una manera de entrenarnos a nosotros mismos, así como a
nuestros hijos, para comportarnos apropiadamente. Nuestra meta es mostrar de manera más
efectiva el amor de Cristo uno al otro, y al mundo incrédulo. Si lo hacemos de la manera
correcta, los de fuera de casa van a maravillarse y a decir: “¡Miren cómo se aman uno a otro!”.
Ese es el corazón de Las 12 Reglas de Esta Casa.
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LAS 12 REGLAS DE ESTA CASA