Encuentro #4
Encuentro #4
Encuentro #4
Encuentro Nº 4
Los Mártires – San Policarpo de Esmirna
Martir: La palabra mártir, del griego (μάρτυς, -υρος-) que significa testigo
(testis)
"Tal vez algunos hermanos, que desconocen la lengua griega, ignoran
cómo se dice en griego testigos, siendo como es nombre usado y
venerado por todos. Porque lo que en latín decimos testes se dice en
griego martyres. ¿O en qué boca de cristiano no suena todos los días el
nombre de los mártires, y plega a Dios que no sea sólo nuestra boca la que
lo pronuncie, sino que more igualmente ese nombre en nuestro corazón,
de modo que imitemos los sufrimientos de los mártires y no los pisemos con
nuestros pies? Decir, pues, Juan: Vimos y somos testigos, tanto fué como
decir: Vimos y somos mártires.”
San Agustín de Hipona 416
Domiciano (81-96). Degüella a Flavio Clemente (cónsul y primo) y a su mujer Flavia, por "ateísmo". Juan a Patmos.
Trajano (98-117). Mártires: S. Ignacio de Antioquía (110), S. Simeón, obispo de Jerusalén (120 años y pariente del Señor).
Marco Aurelio (161-180). Mártires: En el año 165 San Justino y 6 compañeros y los mártires de Lyon (177).
Septimio Severo (193-211). Publica un decreto contra los catecúmenos. Mártires: Stas. Perpetua y Felicidad en Africa,
Leónidas (padre de Orígenes) en Alejandría.
Decio (249-251). Es la mayor persecución. Se publica un decreto general de persecución a quienes no ofrecieran
sacrificios que se exigía especialmente a los obispos. Hubo muchos mártires (S. Fabián, papa) y confesores.
Valeriano (253-260). Publica un decreto contra los pastores (257), prohíbe la liturgia y los cementerios. Y en 258 uno
contra los eclesiásticos y laicos que tenían algún cargo importante. Eran condenados a trabajos forzados, a muerte, o a
pasar a la condición de esclavos. Mártires: S. Sixto II (sorprendido celebrando Misa con cuatro diáconos en las
catacumbas de S. Calixto), S. Lorenzo, S. Cipriano (258), S. Fructuoso (obispo de Tarragona).
Diocleciano (284-305). Al año 300 en Roma había millares de cristianos; en Italia, mas de cien comunidades. En Cartago
la mayoría era cristiana con un centenar de comunidades con obispo propio. En el siglo III hay mártires en Britania.
Hacia el año 300, el 10% de la población del Imperio era cristiana. Diocleciano publica cuatro edictos sucesivos de
persecución. Sobre todo en oriente hubo muchos mártires.
La Iglesia no cedió. Escogió el camino duro. Sufrió lo indecible. Dios le dio la victoria contra enemigos que parecían
invencibles. Total de mártires: superior a cien mil.
Apolonio, senador romano, era conocido entre los cristianos por su elevada
condición social y profunda cultura. Denunciado probablemente por un
esclavo suyo, el juez invitó a Apolonio a sincerarse frente al senado
-Perenne: “Con estas ideas, Apolonio, ¿sientes gusto en morir?”
-Apolonio: “Amo la vida, Perenne; y, sin embargo el amor a la vida no me
hace temer la muerte. ciertamente no hay nada más precioso que la vida,
pero yo hablo de la vida eterna, que es la inmortalidad del alma que vivió
santamente en esta vida”.
-Apolonio, dijo: “Doy gracias a mi Dios, oh procónsul Perenne, junto con todos
los que confiesan al Dios omnipotente y a su unigénito hijo Jesucristo y al
Espíritu santo, por esta sentencia tuya que para mi es salvadora”.
Escritos siglos después. De poco valor histórico. Escritos para edificar. Por
ejemplo, las Leyendas de San Lorenzo, Santa Inés, Santa Cecilia, San
Sebastián, etc.
Sin estar exentas de un núcleo histórico, contienen muchos elementos de
la fantasía piadosa. Son el origen de la literatura hagiográfica. Nacieron a
partir del siglo IV.
En estos relatos no exigen tener en cuenta la lengua y el autor.
"Yo te bendigo, porque te dignaste hacerme llegar a este día y a esta hora
para que yo tenga parte, contado en el número de tus testigos, en el cáliz
de tu Ungido, para resurrección de vida eterna, de alma y de cuerpo, en
la incorrupción del Espíritu Santo. ¡ Ojalá sea yo con ellos recibido delante
de ti hoy en sacrificio pingüe y acepto, conforme de antemano me lo
revelaste, y ahora me lo has cumplido, tú que eres infalible y verdadero
Dios!"