Propuesta de Implementación de Un Aula Virtual de Idiomas en El Sistema de Bachillerato de La Unam
Propuesta de Implementación de Un Aula Virtual de Idiomas en El Sistema de Bachillerato de La Unam
Propuesta de Implementación de Un Aula Virtual de Idiomas en El Sistema de Bachillerato de La Unam
Una aula virtualizada aprovecha dentro de la clase y en sus diferentes modalidades los
recursos que proporciona Internet y que, en un momento dado, puede liberar al profesor y al
alumno de la coincidencia temporal e incluso espacial en el período de realización de las
actividades de clase.
Hablamos de aula virtualizada si nos situamos en el aula convencional que incorpora un
aula virtual en cualquiera de sus modalidades, pero que cuenta con otros recursos que
también la caracteriza; así mismo hablamos de aula virtual cuando nos centramos en la
actividad exclusivamente virtual y en su marco telemático de desarrollo y, sobre todo,
cuando miramos desde ella la globalidad de la acción educativa.
Las repercusiones de la ampliación que proporciona un aula virtual se extienden al menos
en cuatro direcciones:
a) temporal: dilata el tiempo educativo puesto que no debe ceñirse a las horas de clase;
b) geográfica: se ensancha en radio de acción educativa, dado que puede llegar a alumnos
dispersos por territorios cercanos o lejanos;
c) cognitiva: atiende a las habilidades que docentes y estudiantes pueden desarrollar de
manera diferente con el uso de procesos facilitados por la tecnología;
d) en relación con los recursos: tanto alumnos como profesores pueden disfrutar de un
conjunto casi ilimitado de fuentes documentales de todo tipo.
En términos generales, lo que aporta un aula virtual es una extensión propia de la asincronía
aplicada a los procesos educativos y las posibilidades de flexibilización de itinerarios
personales y el desarrollo de capacidades de tipo exploratorio, procesual y de visualización.
La presencia virtual en una clase conforma relaciones y focos alternativos que amplían las
posibilidades educativas de transmisión e intercambio de información.
La preparación del terreno de la virtualización de las aulas presenta los siguientes aspectos:
a) Modificación de una clase ordinaria por incorporación de elementos virtuales: las
aportaciones de un aula virtual en una clase ofrece la posibilidad a docentes y aprendices de
“trasladarse” a cualquier parte acercando culturas y realidades diferentes; por otra parte
permite la extensión del tiempo educativo al prorrogarse la posibilidad de consultar y
comunicar desde diferentes entornos, rebasando fronteras temporales y espaciales.
b) Ubicación de la actividad virtual y sus modalidades de realización: un aula virtual
diversifica la oferta formativa liberando al profesor de un gran esfuerzo de adaptación, sin
ejercer de manera hegemónica su docencia, compartiendo parte de su responsabilidad con
el ordenador y con los alumnos mismos. Esta distribución de responsabilidades puede darse
en tres espacios de actividades virtuales, ilustrados de la siguiente manera:
Los elementos que componen un aula virtual surgen de una adaptación del aula tradicional a
la que se agregaran adelantos tecnológicos accesibles a la mayoría de los usuarios, y en la
que se reemplazaran factores como la comunicación cara a cara, por otros elementos.
Básicamente el aula virtual debe contener las herramientas que permitan:
1. Distribución de la información,
El aula virtual debe permitir la distribución de materiales en línea y al mismo tiempo hacer
que esos y otros materiales estén al alcance de los alumnos en formatos standard para la
imprimir, editar o guardar.
Los contenidos de una clase que se distribuye por la WWW deben ser especialmente
diseñados para tal fin. Los autores debe adecuar el contenido para un medio adonde se
nuclean diferentes posibilidades de interacción de multimedios, donde la lectura lineal no es
la norma. El usuario que lee páginas de Internet no lo hace como la lectura de un libro, sino
que es más impaciente y “escanea” en el texto. Busca títulos, texto enfatizado en negrita o
italizado, enlaces a otras páginas, e imágenes o demostraciones. Si la información en la
primera página implica “scrolling” o moverse hacia abajo o hacia los lados dentro de la
página, por que no cabe en una pantalla, o si las primeras páginas no capturan la atención,
es muy probable que el usuario se sienta desilusionado desde el comienzo del curso. Por
ello es que uno de los principios fundamentales para la organización del contenido para
clases en la WWW sea la división de la información en piezas o “chunking”, que permitan a
los alumnos recibir información, revisar recursos, realizar actividades, autoevaluarse,
compartir experiencias, y comunicarse. Los materiales para la clase que de por si son
extensos deberán ser puestos al alcance del alumno en otros formatos que le permitan:
a) salvarlo en su disco para evitar largos periodos de conexión,
b) imprimirlo con claridad para leerlo,
c) sugerir libros de texto que acompañaran al curso en línea, y por último,
d) si el curso va a incluir elementos multimediales como vídeo, sonido o gráficos de alta
resolución que se demoraran al bajar de Internet es aconsejable que esos elementos se
distribuyan también en un CDROM que acompañe a la clase, y que los alumnos pueden
recibir cuando reciben todo el material o los documentos administrativos que certifican su
inscripción en el curso.
2. Intercambio de ideas y experiencias.
Recibir los contenidos por medio de Internet es solo parte del proceso, también debe existir
un mecanismo que permita la interacción y el intercambio, la comunicación. Es necesario
que el aula virtual tenga previsto un mecanismo de comunicación entre el alumno y el
instructor, o entre los alumnos entre si para garantizar esta interacción. Especialmente en la
educación a distancia adonde el riesgo de deserción es muy alto y una de las maneras de
evitarlo es haciendo que los alumnos se sientan involucrados en la clase que están
tomando, y acompañados por pares o por el instructor. El monitoreo de la presencia del
alumno en la clase, es importante para poder conocer si el alumno visita regularmente las
páginas, si participa o cuando el instructor detecta lentitud o ve señales que pueden poner
en peligro la continuidad del alumno en el curso.
La interacción se da más fácilmente en cursos que se componen por alumnos que empiezan
y terminan al mismo tiempo, “cohortes” por que se pueden diseñar actividades que alientan
a la participación y comunicación de los pares. En el caso de cursos que tienen
inscripciones abiertas en cualquier momento, la comunicación y/o monitoreo por parte de los
instructores o responsables es importante que llegue al alumno en diferentes instancias para
demostrarle que esta acompañado en el proceso y que tiene adonde recurrir por ayuda o
instrucciones si las necesita en el transcurso de la clase.
La comunicación en el aula virtual se realiza de distintas maneras. Una de ellos es el correo
electrónico, el cual se ha convertido en sistema standard de comunicación para los
usuarios de Internet, pero que en los casos de aulas virtuales no siempre es lo más
aconsejable. Comunicarse por correo electrónico es aceptable para comunicación con el
profesor en privado, y suele ser el único medio de comunicación en el caso de clases a
distancia de inscripción abierta.
En los casos en clases a distancia para grupos que toman la clase al mismo tiempo, o
cuando el aula virtual es complemento de una clase presencial, el sistema más usado es el
tipo foros de discusión adonde los alumnos puede ver la participación de sus compañeros
de clase y el profesor puede enriquecer con comentarios a medida que el dialogo progresa.
Este método no es externo a la clase como seria el correo electrónico sino que es parte del
aula virtual, se debe acceder como una más de sus opciones. Los mensajes que forman
parte del foro de discusión son como las discusiones que se realizan en clase, frente a los
alumnos, entonces enriquecen y contribuyen al desarrollo de los distintos temas. Esto hace
que la clase tome vida y se extienda más allá de los contenidos previstos por el profesor
inicialmente. El foro de discusión dentro del aula virtual es fundamental para mantener la
interacción, pero necesita ser alentado e introducido a la clase por el profesor y
reglamentado su uso, de modo que constituya un espacio más dentro del aula, adonde la
comunicación se realiza con respeto y dentro de los temas previstos.
Algunos cursos a distancia usan también el chateo o comunicación sincrónica para la
discusión de clase o para las consultas. Este medio es sumamente rico en el sentido de
velocidad en la comunicación, habilidad para compartir archivos, y facilidad para discutir en
grupos distintos temas de la clase. Pero al ser en tiempo real, esto limita a aquellos que no
pueden cumplir con horarios determinados. También esto esta previsto ya que muchos de
los programas de chateo permiten archivar la conversación y poner este archivo a
disposición de la clase para consultas posteriores. Aun con todas estas posibilidades, no
todos los cursos que usan aulas virtuales hacen uso del chateo como actividad de clase,
pero si como herramienta de comunicación para consultas al profesor.
3. Aplicación y experimentación de lo aprendido.
La teoría de una clase no es suficiente para decir que el tema ha sido aprendido. El
aprendizaje involucra aplicación de los conocimientos, experimentación y demostración. El
aula virtual debe ser diseñada de modo que los alumnos tengan la posibilidad de ser
expuestos a situaciones similares de práctica del conocimiento, por el solo hecho de
experimentar, no para que la experiencia sea objeto de una calificación o examen.
Los elementos que componen el aula virtual se basan en la aplicación de diferentes
métodos como ejercitaciones que se auto-corrigen al terminar el ejercicio, o que le permiten
al alumno comparar su respuesta con la respuesta correcta o sugerida por el instructor para
que el mismo juzgue su perfomance. En otros casos hasta es posible que el alumno pueda
experimentar con aplicaciones o simulaciones que en la vida real involucrarían riesgo
personal del educando, como experimentos químicos, simuladores de vuelo, y otros. Estos
ejemplos de experimentación son opciones que ocurren casi exclusivamente en el ámbito
virtual.
Además de la respuesta inmediata que el alumno logra en la ejercitación, el aula virtual debe
proveer un espacio adonde el alumno es evaluado en relación a su progreso y a sus logros.
Ya sea a través de una versión en línea de las evaluaciones tradicionales, o el uso de algún
método que permita medir la perfomance de los estudiantes, es importante comprobar si se
lograron alcanzar los objetivos de la clase, y con que nivel de éxito en cada caso. El
estudiante debe también ser capaz de recibir comentarios acerca de la exactitud de las
respuestas obtenidas, al final de una unidad, modulo o al final de un curso. Y esta
evaluación debe estar revestida de la seriedad y privacidad en el trato que cada evaluación
requiere. El aula virtual debe proveer el espacio para que los alumnos reciban y/o envíen
sus evaluaciones al instructor y que luego este pueda leer, corregir y devolver por el mismo
medio.
Un aula virtual debe ser el espacio adonde el alumno puede adquirir conocimientos,
experimentar, aplicar, expresarse, comunicarse, medir sus logros y saber que del otro lado
esta el profesor, instructor o responsable de esa clase, que le permite aprender en una
atmósfera confiable, segura y libre de riesgos.
Para que la clase se lleva a cabo en el aula virtual bajo condiciones ideales, el profesor debe
garantizar que antes de comenzar todos alcanzan los requisitos básicos para poder
participar del curso, publicar y hacer conocer esos requisitos y el modo de lograrlos para
aquellos que no los tienen, asegurar igual acceso a los materiales del curso, brindando
distintas opciones para atender los estilos de aprendizaje de los educandos y sus
limitaciones tecnológicas, alentar a la comunicación y participación de los alumnos en los
foros de discusión, o sistemas alternativos de comunicación, mediar para que la
comunicación se realice dentro de las reglas de netiqueta y con respeto y consideración,
respetar los horarios y fechas publicadas en el calendario de la clase, hacer conocer los
cambios a todos los alumnos y mantener coherencia en el modo de comunicación, y ofrecer
en la medida de lo posible sesiones extra cruciales, antes o durante el curso para que los
alumnos tengan la oportunidad de resolver problemas técnicos relacionados con el dictado
del curso que les impide continuar, evitando así que la clase se distraiga con
conversaciones ligadas a la parte técnica.
Respecto a su arquitectura:
· La tecnología se debe elegir en relación a las funciones educativas que cumplirá el aula
virtual (socializadora, comunicativa, organizadora, etc.).
· Los elementos seleccionados (links, debates,...) deben estar de acuerdo con los objetivos
educativos que se persiguen y que deben estar especificados previamente.
· La concepción del aula y su organización general pueden responder a patrones diversos
· Una mayor participación que conlleve interacción con feedback entre profesores y
alumnos y entre alumnos mismos es la clave para mantener el sentido del aula virtual.
· Los intercambios comunicativos virtuales tienen que ser frecuentes, ágiles y diversificados
virtualmente en base a una actividad de enseñanza y aprendizaje o de evaluación, sean
estas virtuales o presenciales.
· Las diferentes características, necesidades e intereses de los alumnos puede quedar
reflejada en la diversificación de itinerarios de trabajo que facilita la tecnología.
· La docencia mediante aulas virtuales exige tener en cuenta de un modo central aspectos
relativos a la planificación de la programación de la actividad en un aula virtual, así como la
previsión de su desarrollo.
· El establecer normas y criterios claros y conjuntos resulta fundamental para el seguimiento
y la evaluación de la actividad realizada virtualmente por el alumno.
· La concepción mediática de la tecnología facilita el enfoque multidisciplinar e
interdisciplinar de los planteamientos docentes.
· La implicación y el apoyo del profesor en las tareas virtuales es imprescindible en el inicio
del uso de un aula virtual.
a) acciones desarrolladas en la propia clase pero que tienen una naturaleza virtual,
distribuida en el espacio y el tiempo con ayuda de la tecnología; es decir, en las que se
introducen algunos elementos de desarrollo y de apoyo tecnológico al aprendizaje realizado
en la misma clase. Por ejemplo, es el caso de las actividades de ampliación o de refuerzo
como complementarias al trabajo desarrollado en las áreas curriculares, como puede ser la
confección de una carta electrónica dirigida a un estamento real para hacer una consulta
con la intención y la posibilidad de obtener una respuesta para tomar una decisión en la
clase; o el desarrollo de un proyecto virtual de tipo colaborativo entre alumnos de diferentes
centros escolares o de culturas diferentes que puede estar supervisado por el profesor en
los momentos que él mismo establezca.
b)Otro tipo de acciones son las que hacen referencia a acciones realizadas fuera de clase
pero que tienen una relación directa con el trabajo escolar. Nos referimos a la inclusión de
mecanismos de soporte a la comunicación y al estudio realizado por parte de los alumnos
en otro lugar que no es la escuela, como puede ser, por ejemplo, el trabajo llevado a cabo
en casa como los deberes o la relación que puede existir entre la familia y la escuela que
puede estar facilitada por el uso de la tecnología telemática.
1.2 En el segundo eje que se refiere al uso que se hace del medio tecnológico
en el desarrollo de la actividad en un aula virtual identificamos al menos cuatro
grandes usos:
Respecto a los roles del docente-tutor en un aula virtual de aprendizaje Adell establece la
siguiente clasificación teniendo en cuenta las nuevas necesidades formativas:
- Diseñador del currículum: diseño general del curso, planificación de actividades, selección
de contenidos y recursos disponibles, etc. Proveedor de contenidos: supone la elaboración
de materiales de enseñanza en diferentes formatos, caracterizados por la interactividad y la
personalización.
- Tutorización: facilitador del aprendizaje.
- Evaluador: tanto de los aprendizajes de los alumnos, como del proceso formativo y de su
actuación.
- Técnico: proporcionando soporte de tipo técnico ante las posibles dificultades que los
estudiantes se encuentren en el desarrollo del curso (en sus inicios más frecuentemente, y
posteriormente durante el progreso en el mismo).
Podemos concebir la función tutorial como la relación orientadora de uno o varios docentes
respecto de cada alumno en orden a la comprensión de los contenidos, la interpretación de
las descripciones procedimentales, el momento y la forma adecuados para la realización de
trabajos, ejercicios o autoevaluaciones, y en general para la aclaración puntual y
personalizada de cualquier tipo de duda.
Los tutores virtuales necesitarán poseer competencias y habilidades para dar respuesta a
las necesidades y a las diferentes tareas que se le irán presentando progresivamente a lo
largo de su rol como profesor-tutor. Barker establece un conjunto de competencias que
debería poseer un tutor online al llevar a cabo un proceso formativo a través de Internet,
como son:
Competencias pedagógicas:
- Profundizar / investigar temas.
- Estructurar el conocimiento.
- Diseño de tareas individualizadas para el autoaprendizaje.
- Diseño de actividades de trabajo en grupo.
- Formular estrategias de valoración.
- Guiar, aconsejar y proporcionar feedback.
Competencias técnicas:
- Utilizar adecuadamente el correo electrónico.
- Saber dirigir y participar en comunicaciones asincrónicas.
- Diseñar, crear y controlar las salas de chat sincrónicas.
- Dominar y utilizar procesadores de texto, hojas de cálculo y bases de datos.
- Utilizar herramientas de creación de páginas web.
- Usar el software con propósitos determinados.
Competencias organizativas:
- Seleccionar y organizar a los estudiantes para realizar actividades grupales.
- Establecer estructuras en la comunicación online con una determinada lógica.
- Organizar a los estudiantes teniendo en cuenta sus datos geográficos.
- Recopilar y archivar los trabajos de los estudiantes para su posterior valoración.
- Organizar las tareas administrativas.
Conclusiones.
Ante la gama de posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías para la enseñanza y el
aprendizaje de lenguas extranjeras, la implementación de un aula virtual en el nivel medio
superior de la UNAM, depende en gran parte de la diversidad de actividades que es posible
implementar en este entorno virtual, tales como:
a) Actividades autónomas exclusivamente virtuales.
b) Actividades complementarias de refuerzo o ampliación de un contenido
trabajado que no se ha acabado de completar.
c) Actividades suplementarias a propuesta del profesor, de modo paralelo,
siguiendo las dos modalidades, virtual o presencialmente, según elijan los
propios alumnos, variando solo en la forma de presentación y acceso de la
información e interacción con los agentes implicados en ella.
Por otra parte, dicha implementación dependerá de la integración de un equipo docente
adecuadamente informado y tecnológicamente formado para proporcionar la asesoría en
este modelo educativo, que para muchos parece aún lejano.
Finalmente, además de la configuración del espacio y de los recursos tecnológicos para su
implementación, el acceso a un aula virtual debe promover aprendizajes significativos de
lengua extranjera, facilitando la construcción y la transferencia de conocimientos a diferentes
contextos dentro y fuera del salón de clases.
BIBLIOGRAFIA
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