La Princesa y El Guisante Comprensión Lectora
La Princesa y El Guisante Comprensión Lectora
La Princesa y El Guisante Comprensión Lectora
La Serena /Chile
Gegründet / Fundado 1989
La princesa y el guisante
Hans Christian Andersen
Pero, ¡Dios mío!, ¡Qué aspecto ofrecía con la lluvia y el mal tiempo! El agua chorreaba por sus
cabellos y caía sobre sus ropas, le entraba por la punta de los zapatos y le salía por los talones. Y sin
embargo, ¡pretendía ser una princesa verdadera!
“Bien, ya lo veremos”, pensó la vieja reina, y sin decir palabra se dirigió a la alcoba, apartó toda la
ropa de la cama y colocó un guisante en su fondo; puso después veinte colchones sobre él y añadió
todavía otros veinte edredones de plumas.
- ¡Oh, terriblemente mal! - respondió la princesa-. Casi no he pegado ojo en toda la noche. ¡Dios
sabe qué habría en esa cama! He dormido sobre algo tan duro que tengo el cuerpo lleno de
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cardenales.
¡Ha sido horrible!
Así se pudo comprobar que se trataba de una princesa de verdad, porque a pesar de los veinte col-
chones y los veinte edredones de pluma, había sentido la molestia de un guisante. Sólo una
verdadera princesa podía tener la piel tan delicada.
El príncipe, sabiendo ya que se trataba de una princesa de verdad, la tomó por esposa. El guisante
fue trasladado al Museo del Palacio, donde todavía puede contemplarse, a no ser que alguien se lo
haya llevado.
Minidiccionario:
guisante: semilla de legumbre que se cría en vainas.
alcoba: habitación, dormitorio.
edredón: plumón, relleno de plumas.
cardenal: mancha amoratada, negruzca o amarillenta de la piel a consecuencia de un golpe
u otra causa.
1. ¿Qué clase de princesa buscaba el príncipe? ¿Qué quería decir con eso?
Abrió la puerta.
Subió al dormitorio
sin decírselo a nadie.
Recorrió el mundo
entero.
Llamó a la puerta de
palacio.
Colocó un guisante
en el fondo de la
cama
III. Une cada parte del cuento con el dibujo que le corresponde:
Inicio
Desarrollo
Final
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