Caso Interoceánica Sur (Tramo 4) - Alejandro Toledo

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CORTE SUPERIOR NACIONAL DE JUST - Sistema

de Notificaciones Electronicas SINOE


SEDE CARLOS ZAVALA LOAYZA,
Vocal:MEDINA SALAS Edgar Francisco FAU 20159981216 soft
Fecha: 1/07/2022 17:45:19,Razón: RESOLUCIÓN JUDICIAL,D.Judicial:
CORTE SUPERIOR 2.a SALA
CORTEPENAL
SUPERIOR DENACIONAL
APELACIONES
DE JUST / LIMA,FIRMA DIGITAL
NACIONAL
NACIONAL DE
JUSTICIA PENAL EXPEDIENTE N° 00141-2017-64-5001-JR-PE-01

CORTE SUPERIOR NACIONAL


DE JUST - Sistema de
Notificaciones Electronicas SINOE
EXPEDIENTE N.° : 00141-2017-64-5001-JR-PE-01
SEDE CARLOS ZAVALA LOAYZA, INVESTIGADOS : MARCOS DE MOURA WANDERLEY
Secretario:QUIÑONEZ CHURA
Wilveor FAU 20159981216 soft MINISTERIO PÚBLICO : FISCALÍA SUPERIOR COORDINADORA DEL EQUIPO ESPECIAL
Fecha: 01/07/2022 18:02:22,Razón:
RESOLUCIÓN ESPECIALISTA : WILVEOR QUIÑONEZ CHURA
JUDICIAL,D.Judicial: CORTE
SUPERIOR NACIONAL DE JUST /
LIMA,FIRMA DIGITAL

SUMILLA: OPORTUNIDAD PARA EXCLUIR PRUEBAS

“(…) la oportunidad procesal para solicitar exclusión


de prueba ilícita es la etapa intermedia, una vez que
la Fiscalía postula su requerimiento acusatorio y
ofrece medios probatorios; esta facultad puede ser
ejercida por los jueces al valorar el caudal probatorio
al momento de decidir el fondo del asunto litigioso; y
en atención al VI Pleno Jurisdiccional plasmado en el
Acuerdo Plenario N.º 4-2010/CJ-116, puede ser
solicitado excepcionalmente (vía tutela de derechos),
cuando los actos de investigación obtenidos
ilícitamente estén sirviendo de base para medidas
cautelares o sucesivos actos de investigación”.

AUTO DE APELACIÓN DE TUTELA DE DERECHOS

RESOLUCIÓN NÚMERO OCHO

Lima, treinta de junio de dos mil veintidós.

I. ANTECEDENTES

i. Mediante escrito de fecha cinco de enero de dos mil veintidós -folios 01 al 68, la
defensa técnica del investigado MARCOS DE MOURA WANDERLEY interpuso
tutela de derechos, solicitando al Juzgado de Investigación Preparatoria
Nacional, como medida correctiva, se ordene la exclusión de: a) toda
documentación obtenida a través de la solicitud de asistencia judicial
internacional de fecha tres de julio de dos mil quince enviada a la República
Federativa de Brasil; b) el acta fiscal de búsqueda e incorporación de

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información relevante contenida en cuatro CD-ROM remitidos por la


Procuraduría de la República de Sao Paulo de fecha doce de febrero de dos
mil dieciséis, incluyendo la exclusión de todos los archivos obtenidos en
dicha diligencia; c) el Informe Pericial de Análisis Digital Forense N.° 072-
2016 de fecha dieciséis de agosto de dos mil dieciséis, realizado por los
peritos Luis Tito Loyola Mantilla y Milton Danilo Hinojosa Delgado; d) toda
la documentación obtenida a través de la solicitud de asistencia judicial de
fecha dieciocho de diciembre de dos mil quince, cursada al Reino Unido de
Gran Bretaña e Irlanda del Norte; e) todos los elementos de prueba ilícitos
incorporados a la presente investigación que provienen del caso “Castillo de
Arena” y se dejen sin efecto todos los actos procesales cuya actuación
derivan de la utilización de dichos elementos de prueba que forman parte de
la carpeta fiscal 06-2015 y han sido trasladadas a la carpeta fiscal 14-2016 a
cargo de la Fiscalía Supraprovincial Corporativa Especializada en Delitos de
Corrupción de Funcionarios, equipo especial, Cuarto Despacho. Si bien en el
exordio del referido escrito se consigna al abogado Jorge Martín Paredes
Pérez en representación de CONSTRUCCIONES Y COMERCIO CAMARGO &
CORREA SUCURSAL PERÚ; sin embargo, dicho abogado no lo suscribió.

ii. No obstante, el Primer Juzgado de Investigación Preparatoria Nacional


convocó a ambas defensas técnicas a la audiencia respectiva, con citación del
Ministerio Público, la misma que se llevó a cabo el ocho de marzo pasado en
primera sesión -folios 536 a 539-, continuada el nueve del mismo mes y año -
folios 818 a 832-, con intervención de la Procuraduría Pública.

iii. El referido órgano jurisdiccional de instancia, a través de la Resolución N.° 02


de fecha nueve de marzo de dos mil veintidós -folios 822 al 832-, declaró
IMPROCEDENTE el pedido de Tutela de Derechos solicitado por las defensas
técnicas de MARCOS DE MOURA WANDERLEY y de CONSTRUCCIONES Y
COMERCIO CAMARGO & CORREA SUCURSAL PERÚ. No conformes con la
precitada resolución, las mencionadas defensas interpusieron sendos
recursos de apelación.

iv. La audiencia de apelación se llevó a cabo el día veinte del presente mes y
año, quedando la causa al voto de los magistrados intervinientes. Interviene
como Juez Superior Ponente el señor MEDINA SALAS.

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II. FUNDAMENTOS

PRIMERO. PAUTAS METODOLÓGICAS PARA LA DECISIÓN

Para resolver la presente causa, el Colegiado Superior sistematiza la siguiente


información: i) los agravios contenidos en los escritos de apelación1; ii) la
postura del Ministerio Público; iii) la posición de la Procuraduría Pública; y, iv)
la parte pertinente de la resolución impugnada. En función a dicha información
se apreciará la fundabilidad o improcedencia de los agravios.

1.1. LÍMITES DE LA PRETENSIÓN IMPUGNATORIA: el Código Procesal Penal -en


adelante CPP- puntualiza en su artículo 419 el ámbito de revisión de la Sala
Superior, en atención a los agravios postulados; en esa línea, el Tribunal de
Alzada tiene el deber de pronunciarse sobre los agravios sustentados y
sometidos a debate por la parte impugnante, en observancia del principio de
congruencia recursal previsto en el artículo 409.1 del CPP; de modo que no
resulta admisible argumentaciones adicionales no propuestas en el escrito de
apelación, pues se afectaría el derecho de defensa de la contraparte, salvo
consideraciones sobre nulidad que puedan asimilarse de oficio, de conformidad
con lo referido en el R.N. N.° 449-2009- LIMA, en cuyo fundamento cuarto,
establece que: “la expresión de agravios determina las cuestiones sometidas a decisión de
este Supremo Tribunal, estando vedado pronunciarse fuera del alcance de las pretensiones
impugnativas que no fueron oportunamente planteadas”.

1.2. PROBLEMÁTICA PLANTEADA EN LAS PRETENSIONES IMPUGNATORIAS: en


atención a la sistematización de los agravios formulados por las partes
impugnantes, debe dilucidarse la veracidad o falsedad de los enunciados de
hecho y de derecho, propuestos, que en lo fundamental sostienen que se ha
vulnerado el derecho a la motivación de las resoluciones judiciales y a la tutela
judicial efectiva.

1
Los agravios fueron resumidos en el auto de calificación del recurso, las partes conocen la
propuesta del Colegiado, de considerar que algún agravio ha sido soslayado o se ha variado el
sentido del mismo lo pueden observar en la sustentación oral. No se formuló ninguna
observación a la propuesta.

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SEGUNDO. FUNDAMENTOS DE ORDEN NORMATIVO

i. El artículo 139.6 de la Constitución Política garantiza la pluralidad de


instancia para todos los procesos, sin interesar el orden jurisdiccional al que
pertenezcan, dejando al legislador la potestad de regular su organización y
sus límites como son: a) confianza del ciudadano en que será posible que
cualquier eventual error puede enmendarse por otro tribunal; b) seguridad
de que un segundo órgano jurisdiccional examine el caso y, si fuera preciso,
remedie cualquier error incurrido por el juez de primera instancia,
garantizando que los participantes en un proceso judicial tengan la
oportunidad de que lo resuelto por un órgano jurisdiccional sea revisado por
uno superior de la misma naturaleza, siempre que se haya hecho uso de los
medios impugnatorios pertinentes, formulados dentro del plazo legal2

ii. El Tribunal Constitucional, señala que el debido proceso contiene diversos


derechos fundamentales de orden procesal, así, ha afirmado:

“(...) su contenido constitucionalmente protegido comprende una serie de


garantías, formales y materiales, de muy distinta naturaleza, que en conjunto
garantizan que el procedimiento o proceso en el cual se encuentre inmersa
una persona, se realice y concluya con el necesario respeto y protección de
todos los derechos que en él puedan encontrarse comprendidos.” (STC 7289-
2005-AA/TC, FJ 5).3

iii. SOBRE LA TUTELA DE DERECHOS: es un mecanismo procesal que permite al


investigado reclamar el respeto de los derechos fundamentales que se le
confiere desde el momento en que es vinculado como autor o partícipe de un
hecho punitivo dentro de una investigación, de modo que le garantiza el
ejercicio efectivo de su derecho de defensa, frente a los excesos en que
eventualmente pudieran incurrir los órganos encargados de la persecución
penal durante las diligencias preliminares y en la investigación preparatoria.

iv. El Acuerdo Plenario N.º 4-2010/CJ-116, apartado 13 señala lo siguiente:


“La Tutela de derechos es un instrumento idóneo para salvaguardar las
garantías del imputado y, a su vez, regular las posibles desigualdades entre
perseguidor y perseguido. Esta institución procesal penal es por tanto uno de

2 Sentencia del Expediente N.° 4235-2010-PHC/TC Lima, fundamento número nueve.


3 EXP. N.° 01. 3433-2013-PA/TC. Fundamento 3.3.1

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los principales mecanismos para realizar el control de legalidad de la función


del fiscal, quien deberá conducir y desarrollar toda su estrategia persecutoria
siempre dentro del marco de las garantías básicas, siendo consciente que
cualquier acto que traspase el marco de los derechos fundamentales podrá ser
controlado por el Juez de la Investigación Preparatoria. (…)
En ese sentido, aquellos requerimientos o disposiciones fiscales que vulneran
derechos fundamentales constitucionales pero que tienen vía propia para la
denuncia o control respectivo, no podrán cuestionarse a través de la audiencia
de tutela. (…)

Por ello no es errado afirmar que la audiencia de tutela es residual, esto es,
opera siempre que el ordenamiento procesal no especifique un camino
determinado para la reclamación de un derecho afectado (…)”4.

v. Finaliza el fundamento 19 del precitado acuerdo plenario señalando que:

“La vía de tutela sólo podrá hacerse efectiva durante las diligencias
preliminares y en la investigación preparatoria propiamente dicha”.

vi. El artículo 71 del CPP contiene los derechos que corresponden al imputado
durante el desarrollo del proceso, dentro de ellos, intervenir directamente o
representado por el abogado defensor desde el inicio de la investigación5,
hasta la culminación del proceso; así también, ha establecido la institución
procesal de la tutela de derechos6 como un mecanismo de protección de los
derechos reconocidos por la Constitución y las leyes, a toda persona que se
encuentra inmersa dentro del contexto de un proceso.

4 Acuerdo Plenario N° 4-2010/CJ-116. Apartado 13.


5
“Artículo 71. Derechos del imputado.
1. El imputado puede hacer valer por sí mismo, o a través de su abogado defensor, los
derechos que la Constitución y las Leyes le conceden, desde el inicio de las primeras
diligencias de investigación hasta la culminación del proceso.
(…)”
6
“Artículo 71. Derechos del imputado.
4. Cuando el imputado considere que durante las Diligencias Preliminares o en la
Investigación Preparatoria no se ha dado cumplimiento a estas disposiciones, o que sus
derechos no son respetados, o que es objeto de medidas limitativas de derechos indebidas
o de requerimientos ilegales, puede acudir en vía de tutela al Juez de la Investigación
Preparatoria para que subsane la omisión o dicte las medidas de corrección o de
protección que correspondan. La solicitud del imputado se resolverá inmediatamente,
previa constatación de los hechos y realización de una audiencia con intervención de las
partes.”

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TERCERO. FUNDAMENTOS DE LA RESOLUCIÓN IMPUGNADA

3.1. La resolución impugnada, en primer lugar, fijó cuatro puntos


controvertidos a dilucidar: a) si existe o no una vía procesal específica para
dilucidar el reconocimiento del fallo de la justicia brasilera que declaró nulo el
material probatorio; b) si se trata de un pedido que ya fue materia de decisión
judicial anterior; c) si los solicitantes se encuentran legitimados para plantear la
tutela de derechos al no haber sido consignados como agraviados en el proceso
de habeas corpus; d) si los solicitantes habrían requerido la incorporación de la
prueba prohibida cuya exclusión ahora pretenden, esto es, si aplica la doctrina
de los actos propios.

3.2. En relación al primero, el órgano jurisdiccional de instancia concluyó que


para hacerse valer en Perú el fallo expedido por la justicia brasilera, existe una
vía procesal específica constituida por el procedimiento del exequátur,
exponiendo los siguientes argumentos:

i. El reconocimiento de un fallo de la justicia brasilera contenido en la


resolución que había declarado prueba prohibida en el caso “Castillo de
Arena” y de las pruebas derivadas, se exige cumplir con el trámite del
exequátur, conforme a los tratados y normas de derecho internacional
privado, atendiendo a las siguientes razones: a) el fallo se trata de una
sentencia de habeas corpus nacido de un proceso contencioso de jurisdicción
facultativa; b) se cuenta con numerosos instrumentos internacionales que
establecen dicho procedimiento para que se ejecute un fallo extranjero; c) los
artículos 2101 al 2111 del Código Civil, se ocupan de la regulación del
reconocimiento y ejecución de sentencias extranjeras, requiriéndose cumplir
con el trámite del exequatur.

ii. La sentencia de habeas corpus no estaría dentro de las excepciones al trámite


del exequátur previstas en el Código Civil, dado que: a) el fallo proviene de
un proceso contencioso; b) la pretensión de las defensas es hacer valer el fallo
de la justicia brasilera; es decir, no se busca darle valor probatorio, sino que
sea reconocido y cumplido en Perú; c) las defensas plantean que se haga
valer en Perú el fallo de la justicia brasilera.

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iii. En cuanto a la articulación de la defensa de MARCOS DE MOURA WANDERLEY


respecto a que bastaría su presentación mediante la asistencia judicial
internacional para presumirse la validez de la sentencia de la justicia
brasilera, conforme al Tratado de Asistencia Judicial en materia penal
suscrito con la República Federativa de Brasil, no es de aplicación para la
exclusión de material probatorio, requiriéndose necesariamente el trámite del
exequátur.

iv. Concluyendo el órgano jurisdiccional de instancia por la improcedencia del


pedido de tutela de las defensas, por tanto, se abstuvo de ingresar al análisis
de los demás puntos controvertidos.

CUARTO. PRETENSIONES Y FUNDAMENTOS DE LOS RECURRENTES

4.1. PRETENSIÓN IMPUGNATORIA CONCRETA DEL INVESTIGADO MARCOS DE


MOURA WANDERLEY: solicita que se declare la NULIDAD de la resolución
impugnada, toda vez que la apelada incurría en los siguientes agravios:

i. Afectación al derecho de motivación por vulnerar el principio de


congruencia procesal, presentando motivación aparente debido a que habría
modificado de manera arbitraria, su argumentación escrita y oral, expidiendo
la resolución en base a argumentos no postulados por la defensa y sin dar
respuesta a sus argumentos. Que la defensa no ha solicitado la ejecución de
la sentencia de habeas corpus expedida por la justicia brasilera que declaró
prueba prohibida la relacionada con el caso “Castillo de Arena”, sino que en
base a ella -la sentencia de habeas corpus-, se culmine el procedimiento de
cooperación judicial, se declare ilícita y se excluya toda la documentación
anteriormente remitida por la Procuraduría de la República del Estado de
Sao Paulo (Brasil), entre otros documentos, a partir del artículo 509 del CPP.

ii. Afectación al derecho a la tutela judicial efectiva al sostener que existe otra
vía procesal específica para reclamar el derecho afectado, lo cual no tiene
respaldo doctrinario ni jurisprudencial.

4.2. PRETENSIÓN IMPUGNATORIA PRINCIPAL DE CONSTRUCCIONES Y COMERCIO


CAMARGO & CORREA SUCURSAL PERÚ: solicita que se revoque la resolución
recurrida y, reformándola, se declare fundada la tutela de derechos y,

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consecuentemente, se excluya la prueba ilícita incorporada a la carpeta fiscal


N.° 14-2016; y la PRETENSIÓN SUBORDINADA: es que se declare la nulidad
absoluta de la resolución que declaró improcedente la tutela de derechos, y se
remita los actuados a otro juez con el propósito que se emita nuevo
pronunciamiento. La defensa técnica ha esgrimido los siguientes agravios7:

i. La recurrida incurre en la interpretación del artículo 71 del CPP y del


Acuerdo Plenario N.° 04-2010/CJ-116 al considerar que la exclusión de
prueba solicitada tiene una vía específica en el exequátur, ya que la vía
ordinaria para la exclusión de prueba prohibida es la tutela de derechos,
mientras que el exequátur está previsto para el reconocimiento de sentencias
extranjeras para su ejecución, lo cual no fue solicitado en el presente caso,
pues no se pretende ni se pretendió que se ejecuten los términos del habeas
corpus, sino que éste evidencia el uso de prueba ilícita en la carpeta N.° 14-
2016.

ii. Se incurre en error en la valoración respecto que el habeas corpus que declara
la prueba prohibida, expedida por la justicia brasilera, no se encuentra en las
excepciones al exequátur, puesto que su pedido pretende que se establezca el
valor probatorio de las resoluciones emitidas por la justicia brasilera (anexos
1O, 1P, 1Q, 1R y 1Z) para acreditar que ingresaron pruebas prohibidas a la
carpeta fiscal N.° 14-2016.

iii. Error en la interpretación del artículo 2110 del Código Civil cuando el auto
apelado insiste en que el pedido de exclusión de pruebas prohibidas (ilícitas)
requiere necesariamente el reconocimiento de las resoluciones extranjeras vía
exequátur.

iv. En cuanto a la pretensión anulatoria, sostiene el recurrente que la resolución


impugnada se fundamenta en motivación aparente porque tergiversa el
pedido planteado y simplemente se brinda una argumentación formal,
señalando que lo pedido sería la ejecución de los fallos de Brasil.

7Los agravios fueron resumidos en el auto de calificación del recurso –folios 83 a 88- y son de
conocimiento de las partes, no obstante, no han alegado en su sustentación oral que la
propuesta del Colegiado haya soslayado algún agravio o se haya variado el sentido de los
mismos.

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QUINTO. POSTURA Y ARGUMENTOS DEL FISCAL SUPERIOR

En la audiencia de apelación, la representante del Ministerio Público se ha


opuesto a las pretensiones impugnatorias de las defensas técnicas, solicitando
que se desestimen los recursos interpuestos y se confirme la resolución
impugnada.

5.1. En relación a la pretensión anulatoria de la defensa de MARCOS DE MOURA


WANDERLEY, argumentó lo siguiente:

i. En la audiencia de primera instancia, el magistrado preguntó a los abogados


de la defensa cuál era su pretensión al adjuntar la sentencia de habeas
corpus, y ellos coincidieron al afirmar que no buscaban el reconocimiento de
esa sentencia, respondiendo que buscaban acreditar que la documentación
era prueba prohibida, lo que permite inferir que lo pretendido por ellos era
que el juez tenga como válido lo que decía un fallo emitido por un
magistrado de Brasil, de manera automática, por lo que, lo resuelto por el
juez de instancia es congruente con lo debatido por las partes en audiencia,
cuando concluye que no se busca darle valor probatorio sino que ese fallo sea
cumplido y reconocido en el Perú.

ii. El argumento relativo al exequátur como vía procedimental que específica


para el cumplimiento de lo resuelto por la justicia extranjera, no fue
sorpresivo, sino que lo introdujo al debate la Fiscalía Supraprovincial como
respuesta a la alegación de la defensa –aunque la defensa insistió que este aspecto
fue introducido al debate por el juez-; en tal sentido, el proceder del A quo no
adolece de un vicio que justifique la nulidad de la resolución apelada.

iii. Que la segunda sesión de primera instancia, las defensas introducen una
resolución judicial de Brasil que no obraba en la carpeta fiscal, por tanto, no
tiene carácter oficial y tiene razón el juez de instancia cuando sostiene que no
es posible dar validez una resolución que no ha seguido los canales
correspondientes, sea a través de la figura del exequátur u otro canal que dé
cuenta oficial de la misma.

iv. Que la decisión judicial de Brasil sobre prueba prohibida no explicita de


manera expresa y taxativa, los documentos cuya exclusión pretenden las

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defensas en el presente caso, por tanto, no hay cómo realizar un análisis


comparativo o de contraste de cada uno de los documentos cuestionados.

v. Que no concurre el principio de trascendencia de la nulidad, pues de


declararse nulo el auto apelado, no cambiaría en nada el fallo, ya que el juez
no se encontraba expedito para emitir un pronunciamiento de fondo porque
la defensa no ha planteado las razones por las cuales la documentación
cuestionada sería prueba prohibida.

5.2. En relación a las pretensiones revocatoria y anulatoria de la defensa de


CONSTRUCCIONES Y COMERCIO CAMARGO & CORREA SUCURSAL PERÚ, el titular de
la acción penal argumentó lo siguiente:

i. Que la pretensión revocatoria principal postulada es imposible porque


solicita que se declare fundada la tutela de derechos cuando la resolución
apelada es de improcedencia, por tanto, lo máximo que se podría hacer es
declarar procedente la tutela de derechos y que se discuta el tema de fondo
en otra audiencia en que se convocaría al efecto.

ii. El fundamento 17 del Acuerdo Plenario N.° 4-2010/CJ-116, que según la


defensa habría sido vulnerado, establece que la tutela de derechos cabe
siempre que no exista una vía propia, empero no señala cuáles serían éstas
dada precisamente su residualidad; por otro lado, el mismo fundamento
señala que mediante la audiencia de tutela se pueden cuestionar los
elementos probatorios obtenidos mediante procedimientos ilegales o viciosos
y que una vez comprobada su ilicitud el juez determine su exclusión, pero la
defensa no expuso qué método o procedimiento utilizó el Ministerio Público
para obtener los elementos cuestionados, esto es, no se proporcionó al juez
de primera instancia las herramientas que le permitieran hacer un análisis de
comprobación, lo cual hace improcedente la tutela.

iii. La defensa no identificó cuál era la resolución judicial que acreditaba el


carácter prohibido, peor aún, en la resolución traducida adjuntada en escrito
de último momento, se adjunta otra resolución que supuestamente estableció
dicho carácter de los documentos relacionados al caso “Castillo de Arena”.

iv. En cuanto a la pretensión de nulidad, se remite a lo argumentado en relación


a la pretensión impugnatoria de MARCOS DE MOURA WANDERLEY.

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SEXTO. ARGUMENTOS DE LA PROCURADURÍA

6.1. En relación al recurso de MARCOS DE MOURA WANDERLEY ha solicitado que


se confirme a resolución apelada en razón a los siguientes argumentos:

i. La defensa pretende que se declare ilegal la evidencia obtenida en el caso


“Castillo de Arena” porque así lo ha declarado la justicia brasilera, pero no
han puesto a debate los hechos específicos sobre los cuales recaería la prueba
que sería ilegal; por eso el juez de primera instancia sometió a debate como
punto controvertido si el exequátur era la vía específica, porque en el fondo lo
que se pretende es hacer valer la decisión tomada en Brasil.

ii. El presente proceso se encuentra en etapa intermedia que cuenta con


estación de control de admisibilidad de pruebas, donde se podrá discutir la
legalidad de los medios de prueba, en consecuencia, hay una vía específica
para la supuesta ilegalidad de la prueba cuando el Ministerio Público
organice su potencial requerimiento acusatorio.

iii. Quien solicitó la inclusión a esta carpeta de investigación de la


documentación cuya exclusión ahora se pretende fue la propia defensa de
MARCOS DE MOURA WANDERLEY, mediante escritos de febrero y abril de 2017.

6.2. En relación al recurso de CONSTRUCCIONES Y COMERCIO CAMARGO & CORREA


ha solicitado que se confirme a resolución apelada en razón a los siguientes
argumentos:

i. No ha indicado cuál es el supuesto vicio procesal que justificaría su


pretensión subordinada de nulidad de la resolución apelada.

ii. No hay error de interpretación del artículo 71 del CPP y del Acuerdo
Plenario N.° 04-2010/CJ-116 respecto a que el exequátur solo operaría para
fallos civiles, ya que el Código Civil no establece limitaciones en relación a
la naturaleza e índole de los fallos susceptibles de ser sometidos a dicho
trámite.

iii. La defensa no ha señalado cuáles serían los derechos fundamentales


vulnerados, tampoco se tiene un listado específico de la documentación que
habría sido declarada ilegal por la autoridad brasilera ni el expediente
judicial del habeas corpus que lo habría establecido.

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SÉTIMO. CONSIDERACIONES DEL TRIBUNAL SUPERIOR


7.1. AGRAVIOS QUE SUSTENTAN LAS PRETENSIONES ANULATORIAS

i. Las pretensiones anulatorias de las defensas técnicas de MARCOS DE MOURA


WANDERLEY y de CONSTRUCCIONES Y COMERCIO CAMARGO & CORREA
SUCURSAL PERÚ alegan que la resolución impugnada presentaría motivación
aparente, toda vez que para la primera de las defensas, el juez de instancia
habría decidido en base a argumentos no postulados por la defensa como
ocurre con la figura del exequátur, sin dar respuesta a sus los argumentos
expuestos por la defensa; mientras que según la segunda defensa, la apelada
tergiversaría el pedido planteado por la defensa, señalando que lo pedido
sería la ejecución de los fallos de Brasil.

ii. Al respecto, con vista y análisis de la Resolución N.° 02 del nueve de marzo
pasado, materia de apelación, apreciamos que el juez del Primer Juzgado de
Investigación Preparatoria Nacional, en los considerandos primero y
segundo, expone resumidamente las solicitudes de tutela postuladas por las
defensas técnicas de MARCOS DE MOURA WANDERLEY y de CONSTRUCCIONES Y
COMERCIO CAMARGO & CORREA SUCURSAL PERÚ; mientras que en el
considerando tercero reseña la posición del Ministerio Público. En el
considerando cuarto, el A quo explicita los cuatro puntos controvertidos que
surgieron de las posiciones de las partes procesales, consistiendo el primero
de ellos en establecer si existía o no una vía procesal específica para el
reconocimiento del fallo de la justicia brasilera que declaró nulo el material
probatorio acopiado en el caso “Castillo de Arena” y con ello excluir la
prueba originaria y derivada. El quinto considerando de la resolución
apelada fija la premisa normativa y jurisprudencial respecto a la figura de la
tutela de derechos; en tanto que, el sexto considerando analiza la premisa
fáctica, concluyendo que al existir una vía procesal específica para que los
solicitantes hagan valer su derecho, como es el trámite del exequátur, las
pretensiones de las defensas eran improcedentes; es decir, los argumentos
que sustentan la decisión guardan relación de pertinencia con lo decidido, se
desprenden no solo de lo alegado por las partes y son plenamente
apropiados e idóneos para dilucidar la controversia sometida al
pronunciamiento jurisdiccional; lo cual nos permite afirmar que la decisión

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expresada en dicha resolución es producto de una deducción razonable de


los hechos del caso concreto, pero además se desprende de los antecedentes y
la valoración jurídica de ellos, lo cual garantiza tanto su justificación interna
como su justificación externa.

iii. La defensa técnica de MARCOS DE MOURA WANDERLEY, refiriéndose a la figura


del exequátur, arguye que el juez habría modificado, de manera arbitraria, su
argumentación escrita y oral, expidiendo la resolución en base a un
argumento sorpresivo no postulado por la defensa. Al respecto, podemos
apreciar del acta de la sesión I del ocho de marzo pasado (folio 536 a 539) que el
juez, luego de fijar los puntos controvertidos, sometió al debate de las partes
la existencia de una vía procesal específica para la exclusión del material
probatorio cuestionado, sosteniendo la representante del Ministerio Público
que esa vía era el exequátur; en tal sentido, no puede sostenerse válidamente
que la alusión a dicha figura jurídica en la resolución cuestionada, se trate de
un argumento sorpresivo ni menos incongruente, pues por un lado, las
partes procesales tuvieron la oportunidad de pronunciarse sobre tal
argumento, y por otro lado, el juez resolvió según lo alegado y acreditado
por todas las partes intervinientes. Por consiguiente, según hemos detallado,
la resolución impugnada expone de manera suficiente y con corrección
narrativa las razones que sustentan la decisión jurisdiccional cuestionada –
ratio decidendi-; es decir, cumple las exigencias anotadas por el máximo
intérprete de la Constitución en la sentencia pronunciada en el Expediente
N.° 6712-2005-HC/TC –fundamento jurídico décimo-; por tanto, no puede
alegarse inexistencia de motivación, motivación aparente, ni falta de
motivación interna del razonamiento.

iv. La naturaleza residual de la tutela de derechos tiene respaldo doctrinario y


jurisprudencial en el Acuerdo Plenario 4-2010/CJ-116 que en el segundo
párrafo de su fundamento 13° señala: “aquellos requerimientos o disposiciones
fiscales que vulneran derechos fundamentales pero que tienen vía propia para la
denuncia o control respectivo, no podrán cuestionarse a través de la audiencia de tutela.
(…) Por ello no es errado afirmar que la audiencia de tutela es residual, esto es, opera
siempre que el ordenamiento procesal no especifique un camino determinado para la
reclamación de un derecho afectado”.
Por ende, tampoco es admisible sostener
que el razonamiento judicial de primera instancia afecte la garantía

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fundamental de tutela judicial efectiva; consiguientemente, los agravios


impugnatorios hasta aquí analizados deben desestimarse.

7.2. AGRAVIOS QUE SUSTENTAN LA PRETENSIÓN REVOCATORIA

AGRAVIO 1. LA RECURRIDA INCURRE EN ERROR EN LA INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 71


DEL CPP Y DEL ACUERDO PLENARIO N.° 4-2010/CJ-116

i. El artículo 71.4 del CPP regula la audiencia de tutela de derechos a la que


puede acudir un imputado a efecto de hacer valer los derechos expresamente
previstos en el segundo párrafo de mismo dispositivo legal; se trata de un
mecanismo procesal mediante el cual el justiciable puede hacer cesar los
actos de investigación realizados por el fiscal que puedan vulnerar sus
garantías legales y constitucionales reguladas en el ordenamiento adjetivo y
en la Constitución; sin embargo, esta no es la única herramienta procesal a la
que se puede echar mano en el marco de las diligencias preliminares y
durante la investigación preparatoria, pues el propio CPP regula otros
mecanismos específicos que pueden activarse frente a la vulneración o
afectación de las garantías o derechos fundamentales de los investigados; en
consecuencia, según ya hemos adelantado, es correcto afirmar el carácter
residual de la tutela de derechos, pues conforme el propio Acuerdo Plenario
N.° 04-2010/CJ-116 se encargó de señalar en su fundamento trece, que dicho
mecanismo procesal opera siempre y cuando el ordenamiento procesal no
especifique una vía procedimental determinada para la reclamación de un
derecho afectado.

ii. Estando a lo anteriormente razonado, consideramos que el juez de primera


instancia no incurre en error cuando, analizando el artículo 71.4 del CPP y el
Acuerdo Plenario N.° 04-2010/CJ-116, en el quinto considerando de la
resolución impugnada, señala el carácter residual de la figura de tutela de
derechos la cual podrá aplicarse siempre que no se haya previsto en el
ordenamiento jurídico una vía procesal específica; concluyendo el titular del
referido órgano jurisdiccional que para el presente caso en que el pedido
planteado por las defensas de MARCOS DE MOURA WANDERLEY y de
CONSTRUCCIONES Y COMERCIO CAMARGO & CORREA SUCURSAL PERÚ referido a
la aplicación de la sentencia expedida por la justicia brasilera, esa vía

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procesal específica lo constituye el exequátur regulado en los artículos 2101 a


2111 del Código Civil.

iii. La defensa de COMERCIO CAMARGO & CORREA SUCURSAL PERÚ sostiene que la
vía ordinaria para la exclusión de prueba prohibida es la tutela de derechos,
mientras que el exequátur está previsto para el reconocimiento de sentencias
extranjeras para su ejecución, lo cual no había sido solicitado en el presente
caso, pues no se pretende ni se pretendió que se ejecute el fallo de habeas
corpus de la justicia brasilera, sino que éste evidencia el uso de prueba ilícita
en la carpeta N.° 14-2016. Con vista de la solicitud de fecha cinco de enero de
dos mil veintidós –solicitud no suscrita por la defensa de COMERCIO CAMARGO & CORREA
SUCURSAL PERÚ- apreciamos que la presente tutela de derechos pretendía como
medida correctiva, la exclusión de toda una relación de elementos de prueba
que provendrían directamente del caso “Castillo de Arena”, la cual ha sido
transcrita en los antecedentes de la presente resolución, además de la “prueba
ilícita derivada consistente en acervo documental y las declaraciones indagatorias
obtenidas en la investigación preliminar realizada en la Carpeta Fiscal N.° 14-2016
a cargo de la Fiscalía Supraprovincial Corporativa Especializada en Delitos de
Corrupción de Funcionarios – Cuarto Despacho”. Argumenta la defensa que las
actuaciones, documentos y otros elementos de prueba recabados al interior
del referido caso, habrían sido declarados ilícitos por el Tribunal Supremo de
Brasil, inutilizándose dicho soporte documental inclusive para otros procesos
de naturaleza penal, mediante resolución de habeas corpus N.° 159.159.SP
(2010/0004039-3), la cual adjuntó a su solicitud de tutela como anexo 1Z.

iv. Ahora bien, con vista del referido anexo que obra de folios 386 a 449 –
documento traducido de folios 585 a 817-, apreciamos que la resolución judicial del
Tribunal Supremo de Justicia de Brasil se trata de una decisión bastante
genérica, propia de un proceso especial de naturaleza constitucional y
jurisdicción restringida, que textualmente reza “la Sala, por mayoría, concedió
parcialmente la orden de habeas corpus, de conformidad con el voto de la Sra.
Ministra Relatora”; es decir, no explicita de manera expresa y taxativa qué
medios o elementos tendrían la calidad de prueba prohibida o ilícita, menos
que los documentos cuya exclusión pretenden las defensas en el presente
caso tengan esa calidad; por el contrario, se limita a considerar nulo el
procedimiento de “invasión de datos telefónicos”-similar al procedimiento de

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intervención de telecomunicaciones regulado en el artículo 230 de nuestro CPP-,


y señala
que los demás procedimientos derivados directamente del mismo deberán
ser anulados “correspondiendo al Juez del caso el análisis de dicho alcance, ya
que es esta sede de vía restringida, no se considera posible averiguarlo”8; por
tanto, como se ha argumentado en audiencia de apelación, no existen
parámetros para realizar un análisis comparativo o de contraste de cada uno
de los documentos cuestionados cuya exclusión pretendió la defensa de
MARCOS DE MOURA WANDERLEY.
AGRAVIO 2. SE INCURRE EN ERROR AL CONSIDERAR QUE EL HABEAS CORPUS DE LA JUSTICIA
BRASILERA NO SE ENCUENTRA DENTRO DE LAS EXCEPCIONES AL EXEQUÁTUR

i. El título IV del Libro X del Código Civil regula el procedimiento judicial del
exequatur para el reconocimiento de ejecución de sentencias y fallos
arbitrales extranjeras, precisando en su artículo 2104 los requisitos exigidos
para dar trámite a tal procedimiento, siendo el más relevante el que la
solicitud sea acompañada de una copia de la sentencia íntegra, debidamente
legalizada y traducida oficialmente al castellano; en embargo, también se
regulan dos supuestos excepcionales que no requieren el trámite del
exequatur: a) que se trate de sentencias extranjeras que versen sobre asuntos
no contenciosos de jurisdicción facultativa, conforme lo prevé el último
párrafo del artículo 2108; y, b) que se trate de sentencias extranjeras
debidamente legalizadas presentadas no para su ejecución sino para
conferirle el valor probatorio de instrumento público, según lo establece el
artículo 2109.

ii. La defensa técnica de MARCOS DE MOURA WANDERLEY, mediante escrito del 5


de enero de 2022, solicitó la exclusión de material probatorio proveniente del
caso “Castillo de Arena” –el abogado encargado de la defensa técnica de COMERCIO
CAMARGO & CORREA SUCURSAL PERÚ no suscribió el referido escrito-, el cual habría sido
declarada prueba ilícita por el Tribunal Supremo de Brasil mediante
resolución de habeas corpus N.° 159.159.SP (2010/0004039-3); es decir, el
petitorio no importaba que el órgano jurisdiccional de primera instancia
evalúe si los actos de investigación del Ministerio Público y el material

8 Párrafo dos de la página 35 de 102 de la sentencia de habeas corpus traducida, folio 672.

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probatorio acopiado en el presente proceso, tenía la calidad de ilícita o


prohibida, sino que simplemente se excluya los documentos relacionados con
las resoluciones emitidas por la justicia brasilera signados como anexos 1O,
1P, 1Q, 1R y 1Z. Por consiguiente, la solicitud de la referida defensa técnica
no encaja en los supuestos legales excepcionales descritos en el párrafo
precedente.

iii. El juez de primera instancia, en el numeral 6.2 de la apelada –no 5.2 como
erradamente señala el recurrente-, razona en ese sentido, señalando que la
pretensión de las defensas es que el fallo expedido por la justicia brasilera
que declaró prueba prohibida al material incautado en el caso “Castillo de
Arena”, se haga valer en el Perú para que como efecto reflejo se excluya todo
el material original y derivado que se haya remitido a la Fiscalía;
consecuentemente, el agravio invocado resulta infundado.

AGRAVIO 3. SE INCURRE EN ERROR EN LA INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 2110 DEL CÓDIGO


CIVIL

i. La defensa técnica de MARCOS DE MOURA WANDERLEY había pretendido que


el juez de instancia, reconociendo la resolución de habeas corpus N.°
159.159.SP (2010/0004039-3) expedida por el Tribunal Supremo de Brasil,
mediante la cual se declaró prueba prohibida toda la información obtenida
en el caso “Castillo de Arena”, excluyera toda la documentación originada en
base a las escuchas telefónicas, allanamiento e incautación de documentos
ordenada en dicho caso; es decir, el petitorio no importaba que el órgano
jurisdiccional de primera instancia evalúe si los actos de investigación del
Ministerio Público y el material probatorio acopiado en el presente proceso,
tenía la calidad de ilícita o prohibida. Frente a la decisión jurisdiccional
adversa, la defensa de CONSTRUCCIONES Y COMERCIO CAMARGO & CORREA
SUCURSAL PERÚ postula como agravio un supuesto error en la interpretación
del artículo 2110 del Código Civil cuando el auto apelado insiste en que el
pedido de exclusión de pruebas prohibidas (ilícitas) requiere necesariamente
el reconocimiento de las resoluciones extranjeras vía exequátur.

ii. La soberanía de un Estado se manifiesta a través del ejercicio exclusivo de la


jurisdicción conforme al artículo 139.1 de la Constitución; en tal virtud, solo

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los órganos jurisdiccionales nacionales tienen el poder de dictar sentencias y


exigir su cumplimiento; por tanto, las sentencias emitidas en el extranjero no
tienen eficacia en el territorio nacional mientras no sean reconocidas por un
juez peruano, mediante el procedimiento del exequátur. Sin embargo, el
artículo 2110 del Código Civil prevé la posibilidad de dotar de eficacia a las
sentencias extranjeras sin necesidad de someterlas al procedimiento del
exequátur, cuando sólo se quiere hacer valer la calidad de cosa juzgada
material de dicha sentencia “dentro de un juicio”; es decir, se trata de un
reconocimiento indirecto o incidental ya que solo opera en la medida que
exista un proceso en trámite y la sentencia extranjera surtirá dentro de ese
proceso la autoridad de cosa juzgada, la cual es considerada una causal de
extinción de la acción penal, supeditada a una doble identidad: a) identidad
de imputado, esto es, que el sujeto pasivo de la sentencia extranjera y el
sujeto pasivo del nuevo proceso se trate de la misma persona; y, b) identidad
del hecho punible, es decir, que el hecho anterior ya decidido en la sentencia
extranjera sea el mismo del nuevo proceso penal, independientemente de la
calificación jurídica que merezca en ambas causas.

iii. En el caso de autos, el juez de instancia desestima la pretensión de la defensa


técnica de MARCOS DE MOURA WANDERLEY esgrimiendo, entre otros
argumentos, que no se puede otorgar a la sentencia de habeas corpus de la
justicia brasilera la calidad de cosa juzgada conforme al artículo 2110 del
Código Civil dado que los solicitantes habían planteado que se haga valer
dicho fallo, insistiendo en que el pedido de exclusión de pruebas prohibidas
requería necesariamente el reconocimiento de la resolución extranjera, vía
exequátur. La defensa técnica recurrente argumenta que el pedido de tutela
de derechos cumple lo previsto en el artículo 2110 del Código Civil, pues la
resolución de la justicia brasilera tendría la calidad de cosa juzgada; sin
embargo, dicha resolución no reúne la doble identidad descrita en el párrafo
precedente, ya que los solicitantes no han sido parte en el proceso seguido
ante los tribunales brasileros, ni el hecho punible que se les atribuye en la
presente causa ha sido decidido en el proceso constitucional seguido ante
dichos tribunales. Por las consideraciones expuestas, deviene en infundado el
presente agravio.

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7.3. DEL ESTADO DEL PROCESO Y LA EXCLUSIÓN DE PRUEBA ILÍCITA


i. De acuerdo con la información vertida en la audiencia, la investigación
preparatoria ha concluido, por tanto, el material probatorio cuya exclusión
pretenden las defensas técnicas no tiene ya la posibilidad de sustentar
sucesivas medidas o diligencias, requisito exigible para la procedencia de la
tutela de derechos según lo razonado la Sala Penal Especial de la Corte
Suprema de Justicia en el expediente N.° 4-2018-32, resolución del 22 de
setiembre de 2021. Este colegiado ha tenido la oportunidad de sustentar en
el Cuaderno N.° 249-2015-19-5001-JR-PE-01 -Caso exclusión de agendas de Nadine
Heredia-, que la oportunidad procesal para solicitar exclusión de prueba
ilícita es la etapa intermedia9, una vez que la Fiscalía postula su
requerimiento acusatorio y ofrece medios probatorios; asimismo, ha
indicado que esta facultad puede ser ejercida por los jueces al valorar el
caudal probatorio al momento de decidir el fondo del asunto litigioso; y en
atención al VI Pleno Jurisdiccional plasmado en el Acuerdo Plenario Nº 4-
2010/CJ-116, puede ser solicitado excepcionalmente (vía tutela de
derechos), cuando los actos de investigación obtenidos ilícitamente estén
sirviendo de base para medidas cautelares o sucesivos actos de
investigación10.

9Expediente N° 249-2015-19-5001-JR-PE-01 Fundamento 7.2.3 “(...) con anterioridad a la


postulación fiscal del requerimiento acusatorio –etapa intermedia- las partes no conocen los
medios probatorios que el Ministerio Público llevará a juicio para acreditar los hechos
delictivos que atribuye a los acusados; pues una de las posibilidades por las que puede optar
al concluir la etapa de investigación preparatoria es el sobreseimiento; por lo tanto, para
solicitar la exclusión de prueba ilícita, el medio de prueba cuya licitud se cuestiona,
mínimamente debe haber sido ofrecido como parte del caudal probatorio de la fiscalía; y
mientras ese acto procesal no se haya producido, no estará cumplida una condición para que
las partes puedan oponerse a que determinado medio de prueba o elemento de convicción
sea llevado a juicio (…)”.
10Expediente N° 249-2015-19-5001-JR-PE-01 Fundamento 7.2.6, “(...) la primera oportunidad

para solicitar la exclusión de prueba es la etapa intermedia, y su declaración ya sea de oficio o


a pedido de parte puede realizarse también en la fase de juzgamiento e inclusive en sede
recursal; no obstante, de manera excepcional puede solicitarse exclusión de prueba ilícita en
etapa de investigación preparatoria bajo el cumplimiento de ciertas condiciones; en efecto en
el VI Pleno Jurisdiccional plasmado en el Acuerdo Plenario Nº 4-2010/CJ-116 contempla la
posibilidad de solicitar vía Tutela de Derechos la exclusión de actos de investigación
obtenidos ilícitamente; sin embargo, para este supuesto se necesita que los mismos estén
sirviendo de base para medidas cautelares o sucesivos actos de investigación (fundamento
17) (…)”.

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ii. La etapa intermedia constituida por una serie de actuaciones procesales que
tienen lugar desde que se concluye la investigación preparatoria hasta la
emisión del auto de enjuiciamiento, puede definirse como aquella fase en la
que se decide la denegación o el reconocimiento de la pretensión penal
mediante un examen de los presupuestos procesales y condiciones de la
acción –también llamados presupuestos materiales-; es decir, está destinada a
decidir si debe enjuiciarse a imputado, o en su caso, sobreseer la causa,
procurando que las partes procesales tomen conocimiento recíproco de las
pretensiones que se harán valer en juicio y su sustento probatorio. La
acusación es el acto de postulación de la pretensión punitiva, permite a la
defensa del imputado conocer las circunstancias de hecho y de derecho que
sustentan el requerimiento fiscal, tiene un contenido complejo pues
comprende los hechos o fundamentación fáctica, su calificación jurídica o
causa de pedir, como la pena y en su caso la pretensión civil, pero también
comprende la proposición de la prueba.

iii. Será en la audiencia preliminar donde se efectuará la función de


saneamiento procesal como también de saneamiento probatorio, pues la
admisión de los medios probatorios está supeditada a condiciones de
pertinencia, conducencia y utilidad. La pertinencia tiene que ver con la
relación lógica entre el medio y el hecho a probar; la utilidad importa que el
medio probatorio tenga aptitud para alcanzar el fin que con él se persigue,
alcanzar convicción sobre la existencia del hecho que se quiere probar; la
conducencia quiere decir que el hecho pueda demostrarse legalmente con el
medio de prueba propuesto, supone que no exista una norma legal que
prohíba el empleo del medio para demostrar un hecho determinado; será
inconducente la prueba ilícita, pues se deriva de la infracción de una norma
legal procesal, ordinaria o infraconstitucional, ya sea por su obtención o
práctica, cuyo desarrollo no es acorde al procedimiento previsto por ley.

III. DECISIÓN

POR ESTOS FUNDAMENTOS, LOS MAGISTRADOS DE LA SEGUNDA SALA PENAL DE


APELACIONES NACIONAL, RESUELVEN:

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1. Declarar INFUNDADOS los recursos de apelación interpuestos por las


defensas técnicas de MARCOS DE MOURA WANDERLEY y CONSTRUCCIONES Y
COMERCIO CAMARGO & CORREA SUCURSAL PERÚ.

2. CONFIRMAR la Resolución Número dos de fecha nueve de marzo de dos


mil veintidós, expedida por el juez del Primer Juzgado de Investigación
Preparatoria Nacional, que declaró IMPROCEDENTE el pedido de tutela de
derechos planteado por las defensas técnicas de MARCOS DE MOURA WANDERLEY
y CONSTRUCCIONES Y COMERCIO CAMARGO & CORREA SUCURSAL PERÚ, que
pretendía la exclusión del material probatorio proveniente del caso “Castillo de
Arena”.

3. ORDENAR la devolución del cuaderno correspondiente al juzgado de


origen, para los fines pertinentes. Regístrese y notifíquese.
Ss.

MAGALLANES RODRÍGUEZ

MEDINA SALAS

GUILLÉN LEDESMA

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