Forum Non Conveniens II
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Exp. Nº 2007-0249
Mediante oficio Nº 1101/07 del 12 de febrero de 2007, el Juzgado Primero de
Primera Instancia de Juicio del Circuito Judicial del Trabajo del Área Metropolitana de
Caracas, remitió a esta Sala el expediente contentivo de la demanda que por cobro de
prestaciones sociales y daño moral incoaran los abogados María Arrese-Igor, Olga Karina
Castro Quiñones, Simón Jurado-Blanco, Jorge Rubio, María Fernanda Reyes Ramos, Marta
Martín Briceño y Gabriel Cardozo Acosta, sin identificación en el expediente, actuando con
el carácter de apoderados judiciales del ciudadano MICHAEL STERLING LITTLE,
domiciliado en los Estados Unidos de América y titular del Pasaporte número 015193126,
contra la sociedad CHEVRONTEXACO GLOBAL TECHNOLOGY SERVICES
COMPANY, constituida conforme a las leyes del Estado de Delaware de los Estados
Unidos de América, cuya sucursal venezolana se encuentra domiciliada en la ciudad de
Maracaibo, Estado Zulia, inscrita en el Registro Mercantil Primero de la Circunscripción
Judicial del Estado Zulia, en fecha 28 de octubre de 1997, bajo el N° 52, Tomo 79-A,
Dicha remisión se efectuó a los fines de que esta Sala se pronuncie acerca de la
consulta de jurisdicción planteada de conformidad con el artículo 57 de la Ley de Derecho
Internacional Privado, en virtud de que el referido Tribunal declaró la falta de jurisdicción
del Poder Judicial venezolano frente al Juez Extranjero para conocer el caso de autos.
El 20 de marzo de 2007, los abogados Juan Carlos Pró Rísquez y Eiryz Mata
Marcano, inscritos en el INPREABOGADO bajo los Nros. 41.184 y 76.888,
respectivamente, actuando con el carácter de apoderados judiciales de
CHEVRONTEXACO GLOBAL TECHNOLOGY SERVICES COMPANY,
presentaron escrito de “ratificación de declaratoria de falta de jurisdicción de los
Tribunales venezolanos” (Resaltado de la cita).
Realizado el estudio del expediente, pasa la Sala a decidir, previas las siguientes
consideraciones:
I
ANTECEDENTES
Mediante escrito presentado en fecha 5 de abril de 2004, ante la Unidad de
Recepción y Distribución de Documentos del Circuito Judicial del Trabajo del Área
Metropolitana de Caracas, los apoderados judiciales del ciudadano MICHAEL
STERLING LITTLE, interpusieron demanda por cobro de prestaciones sociales y daño
moral contra la sociedad mercantil “CHEVRON TEXACO GLOBAL SERVICIOS
TECONOLÓGICOS Co.” (sic).
Que fue trasladado a Papua, Nueva Guinea (PNG), Australia, en el año de 1996 y
luego fue trasladado a Venezuela, Maracaibo, donde prestó servicios para la filial
CHEVRONTEXACO GLOBAL SERVICIOS TECNOLÓGICOS Co.; desempeñándose
como “Gerente Legal y Contratos”, desde el 16 de octubre de 1999 hasta el 26 de mayo de
2003, fecha en la que terminó su asignación en Venezuela y fue repatriado por CHEVRON
TEXACO a San Ramón, California, Estados Unidos de América, sede principal para
operaciones internacionales de la referida Empresa.
Que la fecha del último día de trabajo pagado fue el 26 de mayo de 2003, siendo
despedido –según lo expuesto- injustificadamente el 31 de diciembre de 2003 en los
Estados Unidos.
Que las referidas empresas se rigen por una normativa interna para sus empleados
llamada “Fixed duration Assignament o simplemente el FDA que pretende aplicar
estipulaciones contractuales independientes de las leyes laborales de los países donde
presta servicios el trabajador, aun cuando esas leyes nacionales de los diferentes países,
sean más favorables al trabajador, que la normativa contenida en el FDA”.
Que la mencionada normativa indica que sólo los trabajadores venezolanos que
prestan servicios al “Grupo CHEVRON-TEXACO” deben regirse por las leyes laborales
venezolanas, excluyendo a los extranjeros que trabajen para dichas empresas.
Que los daños morales causados por las falsas promesas y difamaciones los estima
en dos mil millones de bolívares (Bs. 2.000.000.000,00)
Por auto del 16 de junio de 2004, el Juzgado Décimo Quinto de Primera Instancia de
Sustanciación, Mediación y Ejecución del Circuito Judicial del Trabajo del Área
Metropolitana de Caracas, admitió el escrito de reforma de la demanda, ordenó la
notificación de la parte demandada y fijó la oportunidad para la realización de la audiencia
preliminar.
“(…) tomando en cuenta que en el caso que nos ocupa: (i) La relación
de trabajo comenzó y terminó en los Estados Unidos de América; (ii)
Las partes involucradas poseen la nacionalidad estadounidense; y (iii)
El ACTOR recibió el pago de todos y cada uno de los beneficios
previstos por la legislación del estado de California, en una cuenta de
nómina en un banco ubicado en los Estados Unidos de América;
resulta necesario concluir que estamos en presencia de (i) un asunto
patrimonial; (ii) en el que el demandado no tiene su domicilio
principal en Venezuela, sino en el estado de Delaware, Estados
Unidos de América; y (iii) se trata de una demanda sobre derechos
personales (vgr. Prestaciones sociales) cuya obligación deba
ejecutarse en el extranjero (vgr. En los Estados Unidos de América).
Todo lo anterior permite concluir que los tribunales venezolanos
carecen de jurisdicción para conocer del caso planteado por el
ACTOR.”
Agregaron, que el actor debe ser conminado a prestar caución suficiente para
garantizar las resultas del juicio a su representada en atención a lo establecido en el artículo
36 del Código Civil.
Mediante escrito de fecha 14 de febrero de 2005, la parte actora apeló del auto
dictado por el mencionado Juzgado en el que se pronuncia sobre la negativa de admisión de
pruebas promovidas y comprendidas en los numerales segundo, cuarto y quinto.
Por decisión de fecha 4 de marzo de 2005, el Juzgado Segundo Superior del Trabajo
del Circuito Judicial del Trabajo del Área Metropolitana de Caracas, declaró parcialmente
con lugar el recurso de apelación interpuesto por el apoderado judicial de la parte
demandada, respecto de las pruebas promovidas por éste.
II
CONSIDERACIONES PARA DECIDIR
Corresponde a esta Sala pronunciarse sobre la consulta de jurisdicción sometida a su
conocimiento, para lo cual se observa lo siguiente:
Conforme al primer aparte del artículo 19 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo
de Justicia de la República Bolivariana de Venezuela, la regla del Código de Procedimiento
Civil rigen de manera "supletoria" en los procedimientos que cursen en este Máximo
Tribunal, lo que implica que es la referida ley el instrumento normativo que debe aplicarse,
preferentemente, en cada una de las actuaciones que lleva a cabo la Sala y sólo en caso de
que no medie una norma en particular que regule la situación que se trate, es que se acudirá
al mencionado código.
Al respecto, el artículo 63 del referido Código establece que "La determinación
sobre la jurisdicción se dictará sin previa citación ni alegatos, ateniéndose la Corte
únicamente a lo que resulte de las actuaciones remitidas” (Resaltado de la Sala).
Así las cosas, debe la Sala precisar que como la norma aplicable prevé que debe
decidirse sin alegatos, sólo con las actuaciones remitidas, el escrito de alegatos de los
apoderados judiciales del demandado, no será valorado a los fines decisorios. Así se
declara.
En segundo lugar, cabe destacar que los apoderados judiciales del demandado
opusieron como defensa previa, la falta de jurisdicción de los Tribunales venezolanos
respecto de los Tribunales de los Estados Unidos de América para conocer el presente
asunto y el 19 de agosto de 2004, el Tribunal Décimo Quinto de Primera Instancia de
Sustanciación, Mediación y Ejecución del Circuito Judicial del Trabajo del Área
Metropolitana de Caracas declaró que el Poder Judicial venezolano sí tenía jurisdicción
para conocer de la demanda interpuesta.
En tal sentido, la decisión en la que el juez confirma la atribución que tiene el Poder
Judicial venezolano para conocer y decidir un caso en concreto es impugnable mediante el
ejercicio del recurso de regulación de jurisdicción, previsto en el artículo 57 de la Ley de
Derecho Internacional Privado, que dispone:
“Artículo 57.- La falta de jurisdicción del Juez venezolano respecto
del Juez extranjero se declarará de oficio, o a solicitud de parte, en
cualquier estado o grado del proceso.
La solicitud de regulación de la jurisdicción suspende el
procedimiento hasta que haya sido dictada la decisión
correspondiente.
En caso de afirmarse la jurisdicción de los Tribunales venezolanos
la causa continuará su curso en el estado en que se encuentra al
dictarse la decisión, pero la decisión que la niegue deberá ser
consultada en la Corte Suprema de Justicia, Sala Político-
Administrativa, a cuyo efecto se le remitirán inmediatamente los autos
y si es confirmada se ordenará el archivo del expediente, quedando
extinguida la causa” (Negrillas de la Sala).
Como se expresó anteriormente, el Tribunal Décimo Quinto de Primera Instancia de
Sustanciación, Mediación y Ejecución del Circuito Judicial del Trabajo del Área
Metropolitana de Caracas, competente para resolver cuestiones que no tienen relación con
el mérito, pero que pueden afectar la validez del proceso, como la de autos, afirmó la
jurisdicción que tienen los Tribunales Venezolanos para conocer de la causa y no hubo,
según se desprende de las actas procesales, por parte de quien pudiera verse perjudicado
por la decisión en cuestión, solicitud de regulación de jurisdicción, de conformidad con lo
establecido en el artículo 57 ejusdem, quedando firme la referida decisión.
Visto lo anterior, debe esta Sala advertir la actuación irregular cometida por el
Juzgado Primero de Primera Instancia de Juicio del Trabajo del Área Metropolitana de
Caracas, quien mediante decisión de fecha 7 de febrero de 2007 declaró procedente la falta
de jurisdicción, de la que deriva la consulta sometida al conocimiento de esta Sala. Es
evidente, que mal podía producirse un nuevo pronunciamiento que versara sobre el mismo
asunto ya decidido por el Tribunal Décimo Quinto de Primera Instancia de Sustanciación,
Mediación y Ejecución del Circuito Judicial del Trabajo del Área Metropolitana de
Caracas, que afirmó la jurisdicción de los Tribunales venezolanos para conocer del asunto
debatido, siendo que en la oportunidad procesal correspondiente no se presentó el recurso
mediante el cual se impugnan este tipo de decisiones que deben ser resueltas por este
Máximo Tribunal.
Asimismo, debe esta Sala resaltar que no se trata de un hecho nuevo el que pretende
alegar el demandado para justificar el nuevo pedimento de falta de jurisdicción, ya que el
contrato de trabajo en el que se encuentra inserta la “cláusula de domiciliación” que
alegan, es anterior a la presentación de la demanda y conocido por el actor, ya que éste es
parte del mismo.
Por otra parte, ha señalado esta Sala, que la falta de jurisdicción es materia de orden
público y por ende es inderogable e irrenunciable por las partes, por cuanto constituye un
presupuesto procesal esencial de las decisiones judiciales, (cuya inobservancia
indefectiblemente acarrea la nulidad de lo actuado con posterioridad) que debe ser
declarado ya de oficio, o bien a solicitud de parte, como se indica en las diferentes hipótesis
contempladas en el artículo 59 del Código de Procedimiento Civil.
En tal sentido, visto que la cuestión de jurisdicción planteada ya había sido resuelta
por el Tribunal Décimo Quinto de Primera Instancia de Sustanciación, Mediación y
Ejecución del Circuito Judicial del Trabajo del Área Metropolitana de Caracas, el cual
afirmó en sentencia del 19 de agosto de 2004, la jurisdicción que tienen los Tribunales
Venezolanos para conocer de la demanda que por cobro de prestaciones sociales y daño
moral incoaran los apoderados judiciales del ciudadano MICHAEL STERLING
LITTLE, contra la sociedad CHEVRONTEXACO GLOBAL TECHNOLOGY
SERVICES COMPANY; y por cuanto no fue presentada solicitud de regulación de
jurisdicción, única forma de enervar esa sentencia que había alcanzado la autoridad de la
cosa juzgada, la remisión que ha hecho el a quo a esta Sala, carece de asidero jurídico, pues
tal fallo quedó, desde entonces, al no ser impugnado, definitivamente firme. Así se declara.
III
DECISIÓN
En virtud de los razonamientos precedentemente expuestos, esta Sala Político-
Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia, administrando justicia, en nombre de la
República y por autoridad de la Ley, declara:
1.- Que la decisión dictada por el Juzgado Décimo Quinto de Primera Instancia de
Sustanciación, Mediación y Ejecución del Trabajo del Área Metropolitana de Caracas, en
fecha 19 de agosto de 2004, es cosa juzgada. En consecuencia, está FIRME dicha
sentencia, según la cual el Poder Judicial Venezolano sí tiene jurisdicción para conocer del
presente caso.