Servicio Al Cliente 3
Servicio Al Cliente 3
Servicio Al Cliente 3
Unidad 3
ESTRATEGIAS DE SERVICIO AL
CLIENTE
Docente / Tutor
OBJETIVO GENERAL
Reconocer la cultura del servicio al cliente como un elemento diferenciador y fundamento del
éxito y consolidación de las organizaciones.
PRESENTACION
El cliente es en la actualidad, el centro en torno al cual gravitan todos los intereses de una
organización. Hoy, no sólo es indispensable estudiar sus características, necesidades,
expectativas, deseos, etc., también es necesario que la empresa cree estrategias y programas
para el análisis y la resolución de sus quejas, sugerencias e inquietudes y para mejorar el
servicio ofrecido. A continuación, presentaremos una serie de estrategias, técnicas y métodos
que usan las compañías en su objetivo de ofrecer al cliente una experiencia positiva e
inolvidable.
CONCEPTOS CLAVE
CONTENIDOS
Un acuerdo de nivel de servicio es un acuerdo negociado entre dos partes donde una de ellas
es el cliente y la otra un proveedor de servicios. Este acuerdo tiene por objeto fijar el nivel
acordado para la calidad del servicio comprometido.
El ANS se constituye en una herramienta que ayuda a las dos partes a ponerse de acuerdo en
aspectos como: Tiempo de respuesta, disponibilidad horaria, documentación disponible,
personal asignado al servicio, garantía, servicio postventa, entre otras características del servicio.
Un ANS debe contemplar como mínimo dos elementos: La descripción de los servicios
comprometidos bajo el ANS y el nivel operativo normal o comprometido.
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SERVICIO AL CLIENTE
En esencia los ANS establecen la relación entre ambas partes: proveedor y cliente. En ellos se
identifican y definen las necesidades del cliente a la vez que se controlan sus expectativas de
servicio en relación a la capacidad del proveedor. A través de los ANS se proporciona un marco
de entendimiento, se simplifican asuntos complicados, se reducen las áreas de conflicto y se
favorece el diálogo ante la disputa.
Los ANS se convierten en un punto de referencia para la mejora continua al interior de la
organización, toda vez que al medir los niveles de servicio que se están prestando, se cuenta
con información vital para mejorarlos y por ende aumentar los niveles de calidad del servicio.
La MEJORA CONTINUA es la filosofía personal y empresarial, donde se busca siempre la
oportunidad de mejorar tanto los productos como el servicio al cliente; ya sea mediante pequeños
pasos, pero de manera continua o, a través de grandes transformaciones, siempre en busca de
mejorar.
La organización debe honrar su palabra, es decir, antes de comprometer un nivel de servicio
debe estar seguro de poderlo cumplir. En la medida en que se supere el nivel comprometido,
puede fijar nuevos niveles de desempeño, que le permitirán aumentar su competitividad y
diferenciarse de su competencia.
El servicio no es una responsabilidad única de la persona que entra en contacto directo con el
cliente, sino que se trata de una cadena de servicio, donde participan todas las personas que
hacen parte de la organización. Es conveniente y necesario que se establezcan ANS internos
entre las áreas, de manera que, a lo largo del proceso de servicio al cliente, se cumplen los
niveles respectivos que permiten cumplir los ANS externos.
El servicio es un valor percibido por los clientes de manera subjetiva y para nada tangible,
depende del punto de vista de cada persona y puede variar tantas veces como clientes tenga
una compañía. Ante este panorama es difícil lograr un nivel de servicio que satisfaga al 100 %
de los clientes y los mantenga fieles al producto o propuesta de servicio que tenga la
organización.
Por eso se hace importante cuestionar permanentemente la percepción que tienen los clientes
sobre la calidad de nuestro servicio. Se deben generar métodos de tabulación de información
que produzcan cuestionarios cada vez más cercanos a los puntos de interés de los clientes en
lo concerniente al producto o servicio que se ofrece.
Se hace necesario contar con un sistema de evaluación cuyos resultados sirvan para mejorar
hacia el interior de la organización y permita mostrar los cambios y progresos que tiene la
empresa, basados en las inquietudes y sugerencias de los clientes, lo que permitirá lograr, en
parte, la fidelidad de los mismos.
Hacer de la evaluación un hábito no es tan difícil como exigente; una organización orientada
hacia el servicio convierte en símbolo o propósito estratégico el conocimiento de sus clientes y
nunca renuncia a sus esfuerzos de descubrir todo lo que se pueda sobre sus clientes.
Con la información que arroje la evaluación de los clientes, se deben generar objetivos que se
vuelvan casi directrices de cambio, en procura de lograr entregar a los clientes lo que ellos están
pidiendo en materia de servicio. En esto debe participar toda la organización, desde los directivos
hasta la gran masa de funcionarios de los demás niveles.
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La libreta de calificaciones del cliente es un instrumento que nos permite recolectar información
real, donde se califica el nivel del servicio que el cliente vive en su relación con nosotros.
Esta libreta se estructura con tres niveles de información:
1. Los atributos claves de la calidad del servicio: Son los temas o materias que el cliente
mentalmente califica en cada momento de verdad, son los aspectos tangibles y cuantificables de
nuestra empresa desde la visión del cliente. Así, por ejemplo, si nuestro negocio fuera de
comidas, independiente si es un restaurante elegante o de comidas rápidas, los factores claves
del servicio estarán constituidos por la calidad de la comida y el aseo, que son los factores que
todo cliente espera encontrar en cualquier sitio que elija para comer.
Otros factores del servicio pueden ser la disponibilidad de parqueadero, la disponibilidad de
cartas o letreros señalando los platos y sus precios, la celeridad con que atienden, etc. Factores
que el cliente considera secundarios dependiendo el tipo de restaurante que seleccione, pero en
cualquiera de ellos espera encontrar calidad de la comida y aseo en el sitio, por ello se les
seleccionó a estos dos atributos como atributos claves de la calidad del servicio.
3. Puntajes de nuestro negocio sobre los atributos del servicio: Una vez que conocemos los
atributos que son importantes para el cliente y que asignamos pesos específicos (nivel de
importancia) a los mismos, viene lo más importante y es conocer la calificación que el cliente
asigna a nuestro desempeño frente a cada uno de esos atributos.
Es importante revisar con cierta frecuencia, si esos atributos siguen siendo los importantes para
el cliente, o si, por el contrario, ahora son otros.
La libreta de calificaciones es la herramienta que nos impulsa hacia el mejoramiento continuo del
servicio. Es la base para que todos los empleados que hacen parte directa del contacto con el
cliente, estén orientados hacia la satisfacción del cliente.
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remedio en esta instancia. Un servicio o producto adicional sin costo o un descuento por
un determinado periodo de tiempo, son actos que el cliente valora.
• Saber personalizar: En la mayoría de casos el cliente adquiere productos y servicios
sobre una base emocional más que científica. Es decir, en toda venta interviene un factor
emocional que determina la adquisición o no de un producto o servicio. Si un
representante de ventas provee nombres y números de teléfonos (su número de
extensión, por ejemplo), estaría personalizando la relación comercial y eso es apreciado
por el cliente.
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José Maria Ferré, en su libro “El cliente y el consumidor, protagonistas del mercado” (2003),
plantea que los clientes son cada vez más exigentes y, al mismo tiempo, perdonan menos los
errores que las empresas puedan cometer a lo largo de los diferentes procesos que directa o
indirectamente están relacionados con su actividad comercial. Las consecuencias de estos
errores, que pueden ser ocasionados por múltiples causas, tanto de tipo administrativo como
logístico, de servicio, de relación, o de producción, son bien conocidas por las empresas.
La gestión de las reclamaciones y consultas del cliente, de forma individualizada, sea cual sea
su naturaleza, y con la óptica real de servirlo, consiste en crear dentro de la empresa un tipo de
“defensor del cliente” que dé la máxima rapidez a la consulta y a la resolución de la reclamación.
Este defensor del cliente debe contar con todo un plan estratégico para hacer de este servicio
un producto reconocido por su efectividad, eficiencia, amabilidad y velocidad de respuesta,
garantizando que cada cliente que hace reclamos se mantendrá como cliente fiel de la compañía.
Las características del Claims Management son las siguientes:
Centralización de todo tipo de llamadas procedentes de los clientes.
Asignación a cada consulta y/o reclamación de una persona que será el Claims Manager o
Gerente de Reclamaciones del problema del cliente.
Resolución del problema y/o consulta dentro de un plazo de tiempo corto (que se fija como
objetivo, por ejemplo, a las 24 horas).
Medios suficientes para poder atender el volumen de incidencias.
Es importante observar que el Claims Management es un concepto simple y no plantea grandes
discusiones. También debe señalarse inmediatamente que es un concepto que antes de su
implantación exige el compromiso de comprender que lo primordial es el cliente y no la
reclamación en sí. Aquí puede estar la dificultad de su implantación, ya que muchas empresas
todavía no se han dado cuenta de lo que significa “Orientar el negocio al cliente”.
Hay casos en que los clientes, en sus reclamaciones, plantean algunas sugerencias. Cuando
esto ocurre, las sugerencias deben procesarse por expertos que puedan analizarlas y decidir si
tienen aplicabilidad dentro de la organización. De resultar importante el aporte, se debe hacer el
reconocimiento al cliente o clientes que la plantearon.
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Hay una diferencia entre “retener al cliente” y “fidelizar al cliente”. Se puede retener al cliente con
precios menores que la competencia, con descuentos o con premios; pero estos son
mecanismos de carácter temporal ya que de mantenerse por largo tiempo afectarían
negativamente la rentabilidad y estabilidad del negocio. Es por ello que se deben desarrollar
mecanismos de fidelización, ello implica un ejercicio permanente sobre tres elementos: El
Cliente, el Producto y la forma de interactuar Empresa-Cliente.
Así como nuestro planeta gira alrededor del sol, la empresa moderna, sus políticas, productos y
capital humano, giran alrededor del cliente. Esta reflexión ubica al cliente como centro de la
escena, reconociendo lo importante de contar con una política y estrategia para retención de
clientes llegando a la fidelización de los mismos.
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SERVICIO AL CLIENTE
En la cabeza del comprador, la idea o concepto de que un producto o servicio es el que mejor
depende de sus necesidades. Es indiscutible la relación que existe entre la forma de vender y el
proceso de retención de un cliente. Es más que el concepto de ventas, se trata de un ejercicio
exigente, de ayudarle al cliente a volver a ver en el producto o servicio, la solución a sus
necesidades específicas y valorar los beneficios que le genera. El sistema de ventas, considera
dos etapas:
1. La identificación de las verdaderas necesidades del cliente: Se trata de conocer al cliente y
saber qué ofertas se le pueden hacer para mantenerlo. Si el cliente estima que un producto o
servicio tiene un costo elevado, existe un claro indicio de que el cliente no aprecia el costo de lo
recibido en relación a la necesidad planteada. Este es un evidente problema de “valorización” en
la mente del cliente que el proceso de venta debe indagar y resolver. Por lo tanto, cuando un
cliente comenta que un producto o servicio determinado “es caro”, lo que nos está queriendo
decir, en forma indirecta, es “no lo valoro en forma suficiente como para pagar el dinero que
cuesta”.
En estos casos se debe acudir a la información y conocimiento que del cliente se dispone, para
tratar de manera personalizada a este cliente, se trata de datos como el comportamiento de
compra, comportamiento posterior a la compra, aspectos financieros, creencias, actitudes,
percepciones, historial de comunicación postventa, entre otra información. Hallamos la
personalización del cliente, identificamos las auténticas necesidades y gustos y así ya podemos
saber cómo mejorar el servicio a este cliente. Con esto buscamos movernos en el mismo sentido
de satisfacción del cliente, para que éste alcance nuevamente su nivel de satisfacción.
2. El Posicionamiento: Es el lugar que ocupa un producto o servicio en la mente del consumidor
y es el resultado de una estrategia especialmente diseñada para proyectar la imagen específica
de ese producto, servicio, idea, marca o hasta una persona. Autores como Al Ries y Jack Trout
(1992), afirman que:
“El posicionamiento es un sistema organizado para encontrar ventanas en la mente… El enfoque
fundamental del posicionamiento no es crear algo nuevo y diferente, sino manipular lo que ya
está en la mente; reordenar las conexiones que ya existen”.
Revalorizar al cliente en su calidad de “cliente” y revalorizar ante los ojos del cliente el “producto
o servicio” conlleva a un grado de relación comercial mucho mayor que la simple retención del
mismo.
Crecer en el mercado es importante, pero una eficiente y bien elaborada política de retención
implica menores costos y mayor prestigio corporativo. La revalorización es fundamental frente a
la existencia de un consumidor cada día más sofisticado, mejor informado y con posibilidades de
seleccionar entre alternativas para satisfacer sus necesidades.
La naturaleza cambiante de los clientes hace que la forma como deben ser tratados sea mucho
más compleja. Cada vez que un cliente llega a una empresa trae consigo expectativas,
necesidades e intereses, que espera satisfacer a través de los productos y servicios de esa
empresa. De la experiencia que el cliente tenga durante el proceso, dependerá su
comportamiento futuro.
Si lo que el cliente experimenta a través del producto, la atención y el servicio, le satisface, lo
más probable es que vuelva. Si esa sensación la experimenta cada vez que entra en contacto
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con la empresa, lo más probable es que se vuelva fiel y se genere una relación de largo plazo.
Si la experiencia vivida no es buena, lo más probable es que se vaya para la competencia.
La capacidad para gestionar este proceso es la base de los sistemas CRM. Su objetivo principal
es lograr que la empresa actúe de forma coordinada y sistémica para garantizar que el cliente
viva una experiencia que sobrepase sus expectativas.
Los sistemas de gestión de las relaciones con el cliente, son llamados CRM por sus siglas en
inglés: Customer Relationship Management. Los sistemas CRM son un conjunto de estrategias,
procesos y políticas empresariales, que se enfocan en la satisfacción del cliente y conllevan a
que toda actividad de la empresa gire alrededor de él. Estos sistemas son eficaces para la
retención y fidelización de los clientes actuales y también para la vinculación de nuevos clientes,
basándose en todas las técnicas posibles para lograr un alto nivel de servicio.
A través de los sistemas CRM, la empresa utiliza al máximo la información que dispone acerca
de sus clientes, con el fin de incrementar su conocimiento acerca de ellos y, construir a partir de
tal conocimiento, relaciones altamente rentables y duraderas. Es por ello que se afirma que las
soluciones CRM permiten incrementar los beneficios de la empresa a través de la adecuada
gestión de las relaciones con sus clientes y el resto del mercado.
A medida que las empresas crecen, se hace cada vez más difícil gestionar directamente las
relaciones con sus clientes. Sucede entonces que las interacciones de la empresa con sus
clientes, deben ser gestionadas por un gran número de empleados en diferentes roles y
posiciones, con diferentes conocimientos, capacidades y motivaciones que pueden hacer
incoherentes las diferentes interacciones que tenga un cliente con la empresa. Para minimizar
ese riesgo, los sistemas CRM implementan herramientas de soporte tecnológico que integran
todas las áreas de la compañía, permitiendo que se le dé al cliente un tratamiento consistente
sin importar el área de la organización donde él acuda.
Los avances en la tecnología han permitido el desarrollo de sistemas CRM basados en software
para automatizar los diferentes procesos donde hay contacto del cliente con la empresa. A través
de estos sistemas automatizados la empresa está en capacidad de establecer patrones de
compra, conocer las preferencias de los clientes y conocer su historia con la compañía. Todo
esto con el objetivo de establecer relaciones a largo plazo con sus clientes.
Muchas empresas han interpretado erróneamente lo que es CRM. Creen que se trata de
aplicaciones informáticas, de la implementación de un nuevo software o de una nueva tecnología,
que cuanto más costosa y robusta sea, mejor garantizará la satisfacción del cliente.
Un sistema CRM que no cuente con una estrategia de negocios orientada a las relaciones con
el cliente será un conjunto de instrumentos y tecnología incapaz de integrar el ambiente operativo
al analítico. Una empresa con un sistema así, dará excesiva atención al canal electrónico, no
sabrá que hacer con la información que obtenga a través del software y no contará con las
técnicas apropiadas de medición de la satisfacción.
Además de estrategia y tecnología, un sistema CRM requiere de un recurso humano
comprometido y motivado. Las personas son parte fundamental del éxito o fracaso de este tipo
de programas. Ellos deben implicarse en los nuevos procesos orientados al cliente entendiendo
cuáles son las implicaciones de sus acciones sobre los resultados a obtener.
De nuevo los líderes deben brillar por su convencimiento en la causa del servicio y liderar con
ejemplo, para que luego se pueda dar poder a los empleados y se genere una cadena de servicio
sólida alrededor de los clientes, que asegure su satisfacción y su permanencia como usuario de
los productos y servicios de la compañía.
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Por ejemplo, la división financiera debe procurar que los recursos para pagar los proveedores
lleguen a tiempo, pues esto puede retrasar las entregas de materias primas para la elaboración
de los productos; la división del talento humano debe buscar personal con clara orientación al
cliente para que le sea fácil aplicar esta competencias en beneficio de los clientes; la división de
investigación y desarrollo o división de mercadeo debe tener en cuenta las opiniones de los
clientes para dar respuestas a sus expectativas y deseos.
Karl Albrecht en su libro “La excelencia del servicio” (2001) sugiere lo siguiente:
“Llegar a concentrarse en el cliente significa que podemos entregar el mejor producto o servicio.
¿Qué queremos decir con esto? Que podemos colocar nuestros productos o servicios donde y
cuando lo deseen los clientes. Podemos entregar lo que hacemos den tal forma que satisfaga
las expectativas de nuestros clientes. Nuestros conocimientos sobre los clientes ayudan a crear
sistemas que verdaderamente los sitúe en el primer lugar”.
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PACTO DE CLASE
Para el desarrollo de las clases correspondientes a ATENCION AL CLIENTE, se tendrán en
cuenta las tareas asignadas, elaboradas y presentadas dentro de los tiempos establecidos; la
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ESCENARIOS DE APRENDIZAJE
Espacios y aulas virtuales, plataforma de estudio.
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