Derecho Procesal Laboral
Derecho Procesal Laboral
Derecho Procesal Laboral
DEFINICIÓN DE PRINCIPIOS
Principios aquellas normas orientadoras básicas de carácter general que funcionan como
guías para que los sujetos sometidos a ellas actúen o tomen decisiones en una dirección correcta y
previamente determinada. Visto de esta manera los principios necesariamente deben estar
vinculados a un fin.
QUE SE ENTIENDE POR PRINCIPIOS PROCESALES LABORALES
Parafraseando a Dr. Rafael Ortiz-Ortiz en la definición que da de principios procesales
podemos decir que son aquellas reglas de valoración que se deducen del ordenamiento jurídico
adjetivo laboral y que sirven de fundamento para la interpretación y aplicación de las normas
procesales en atención a un criterio axiológico primario como lo es la realización de la justicia
PRINCIPIO DE GRATUIDAD
Este principio también de rango constitucional garantiza el derecho que toda persona tiene de
acceder a los órganos de administración de justicia laboral, destacándose en el proyecto la
garantía de la gratuidad de la justicia del trabajo. Establece el artículo 8 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo Vigente que la justicia laboral debe ser gratuita; en consecuencia los
tribunales laborales, registradores y notarios no pueden establecer tasas, aranceles, ni exigir pago
alguno por sus servicios ni para el otorgamiento de poderes y registros de demandas laborales.
Hay que destacar que este principio debe ser aplicado tanto del lado del trabajador como del
patrono, pues en la práctica se ha querido favorecer al primero por ser supuestamente el débil
jurídico y económico de la relación de trabajo, sin embargo, la Ley adjetiva laboral no hace
distinción alguna y por lo tanto el patrono como el trabajador deberían ser tratado por igual y en
las mismas condiciones reafirmando de esta manera el principio de igualdad ante la Ley.
TEMA III
La mediación considerada como una institución se debe configurar como un instrumento más
al que las partes, sujetos de un conflicto laboral y auténticos protagonistas del proceso negocial
pueden acudir cuando en la negociación directa, sin intervención de un tercero, se encuentra
dificultades que les implican alcanzar el acuerdo.
En este sentido, que el acuerdo final dependa de la voluntad de las partes, no significa con esto
que la mediación siempre sea voluntaria. Son muchas las legislaciones que establecen una
mediación obligatoria como fase previa para la adopción de otras medidas, entonces, la existencia
de esta obligación no afecta en absoluto a la autonomía para negociar de las partes, ni modifica su
respectiva posición frente al proceso de mediación.
Debe ponerse de manifiesto que la mediación no debe suplir la autocomposición de los
conflictos laborales por los propios sujetos protagonistas de los mismos. En este sentido, no debe
considerarse nunca como un fin en sí misma, sino como un instrumento de ayuda a las partes, y
como tal debe ser percibido por éstas.
Para que la mediación en sede judicial tenga ese carácter se precisa que las instituciones que la
alberguen cuenten con jueces mediadores debidamente capacitados para la función de mediar,
con imparcialidad y neutralidad necesaria para su desempeño. Esas características deben
transmitirse a las partes en conflicto para que puedan depositar su confianza en este mecanismo
de solución de conflictos, cuya eficacia se fundamenta, precisamente en esa condición.
La mediación constituye una excelente herramienta que permite resolver el conflicto suscitado
entre las partes, logrando ponerle fin al litigio. Más allá de esto, en la función mediadora del juez,
a su vez está presente una función indispensable para garantizar el objetivo final de realizar
justicia; se trata de garantizar el derecho a la defensa y mantener a las partes en los derechos y
facultades comunes a ella, sin preferencia ni desigualdades.
El logro del acuerdo conciliatorio dependerá del grado de la controversia que permita a las
partes mayores o menores flexibilidades, así como la habilidad negociadora del juez para explotar
esas flexibilidades, sin olvidar que el acuerdo debe satisfacer las exigencias de justicia sin olvidar
la irrenunciabilidad de los derechos de los trabajadores.
El juez mediador debe interpretar la realidad sobre la que se plantea el conflicto laboral para
aplicar la técnica más adecuada facilitando el proceso de mediación. Las soluciones adoptadas en
conflictos similares aportan al mediador un bagaje importante en el desempeño de la función
mediadora. Cabe destacar, que el éxito de la mediación en sede judicial no sólo dependerá del
papel activo que desempeñe el juez mediador sino determinante el protagonismo de las partes
quienes se abran al diálogo y el entendimiento como necesario para llegar a acuerdos que
satisfagan las pretensiones de cada una, pero más allá de esto la importancia de descubrir cuál es
el verdadero conflicto porque del estudio de esta investigación se determina que casi siempre
frente a ese conflicto visible se encuentra otros subyacente que es también importante reconocer.
REFENCIAS BIBLIOGRAFICAS
González, José (2005). La Reclamación Judicial de los Trabajadores. Primera Edición Vadell
Hermanos Editores. Venezuela.
Oficina Internacional del Trabajo (1998). Manual de la Mediación. Servicio de Derecho del
Trabajo y Relaciones Laborales. Ginebra.
Maslow, Antonio (1991). Motivación y Personalidad. Primera Edición. Ediciones Díaz Santos.
España.
Mille, Gerardo (2002). Comentarios sobre Jurisprudencia Laboral y sobre el Proyecto de
Reforma Procesal Laboral. Primera Edición Paredes Editores. Venezuela.
Mora, Alfredo (2000). Facultad del Juez de Sustanciación, Mediación y Ejecución del Trabajo.
Ponencia presentada en I Congreso Nacional de Jueces del Trabajo. T.S.J. Colección Eventos N°
17. Venezuela.