La Evaluación de Programas Como Investigación Evaluativa
La Evaluación de Programas Como Investigación Evaluativa
La Evaluación de Programas Como Investigación Evaluativa
La Evaluación de Programas es un proceso que busca generar comprensión útil sobre una
innovación o intervención, con el fin de utilizarla como recurso crítico para mejorar los
procesos educativos. Esto se entiende como un proceso de investigación evaluativa, que
implica una metodología específica y la participación activa de los destinatarios y usuarios
de los programas. Varios autores han contribuido al desarrollo de esta metodología en los
últimos años.
Para generar información que permita tomar decisiones sobre la efectividad y eficacia de
un programa educativo. Aunque comparte algunos puntos en común con la investigación
científica, se diferencia de esta en que se enfoca en la evaluación de un programa
específico y está orientada a la toma de decisiones. Algunas de las características
peculiares de la investigación evaluativa incluyen la dificultad para formular hipótesis
precisas, la viabilidad del proceso de recogida de datos, el control superficial de algunas
variables relevantes y el hecho de que las decisiones importantes no son competencia del
evaluador. En resumen, la investigación evaluativa es una metodología rigurosa y
controlada que busca generar información válida y fiable para tomar decisiones sobre la
efectividad y eficacia de un programa educativo.
Sin embargo, se argumenta que no existe una dicotomía entre los diseños
prefijados y emergentes. El diseño de evaluación debe ser establecido a priori,
respondiendo a la concepción teórica que tienen los responsables del programa
y el evaluador, pero también debe permitir la incorporación de nuevos
elementos durante el desarrollo del programa. Es importante incluir referencias
a los objetivos del programa, sus componentes, los recursos necesarios, las
estrategias de recogida y análisis de datos, las posibles decisiones que puedan
derivarse de su desarrollo y la presentación y difusión de los resultados.
5) Metaevaluación
Los elementos a considerar serán las pautas de cambio estratégico en la intervención
y en la planificación evaluativa
A) El entorno cuantitativo
La observación tiene como objetivo obtener información sobre algo y debe ser
realizada en condiciones específicamente establecidas. En el contexto de la
Evaluación de Programas, la observación naturalista se caracteriza porque el
análisis de la realidad se basa en la observación de los comportamientos naturales
del grupo social de referencia. El diseño determina la posibilidad de detectar y
comprender los procesos y el impacto de un programa educativo.
C) El entorno interpretativo-crítico
Elaborar un diseño desde una perspectiva crítica implica aceptar ciertas premisas
básicas, como la estrecha vinculación del diseño con la acción-intervención, la
participación de los receptores del programa como agentes de la evaluación, la
realización de procesos evaluativos por los implicados y la secuencia evaluativa
cíclica que comienza con el diagnóstico y termina en la valoración global del
contexto social y personal.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que el enfoque mixto requiere un conocimiento
profundo de los métodos cuantitativos y cualitativos, así como de las teorías y marcos
conceptuales en los que se basan. También es crucial que los datos cualitativos y cuantitativos se
integren de manera coherente y cohesiva en la evaluación, lo que puede requerir habilidades
analíticas y metodológicas específicas.
Además, el enfoque mixto puede requerir un mayor tiempo y recursos, ya que la recolección y
análisis de datos cuantitativos y cualitativos puede ser un proceso más complejo y extenso que
utilizar un solo método. Por lo tanto, la elección de un enfoque mixto debe basarse en la
comprensión de las ventajas y desventajas de cada método individual, así como en la capacidad de
manejar adecuadamente los datos recolectados.
En cuanto a los diseños de evaluación, existen dos tipos: los diseños prefijados y los diseños
emergentes. Los diseños prefijados son estructurados y planeados con anterioridad, estableciendo
problemas y objetivos, fuentes de información, instrumentos, temporalización y destinatarios de
informes. Mientras que los diseños emergentes permiten ajustar la metodología en función de la
información que se va recopilando durante el proceso de evaluación.
3. La evaluación de programas es un proceso riguroso y controlado que busca generar información
válida y fiable para tomar decisiones sobre la efectividad y eficacia de un programa educativo. La
investigación evaluativa se diferencia de la investigación científica tradicional en que se enfoca en
la evaluación de un programa específico y está orientada a la toma de decisiones. El diseño de
evaluación de programas es un plan que establece las medidas y el momento en que se llevarán a
cabo durante el proceso de evaluación. El diseño puede ser prefijado o emergente, y ambos tienen
ventajas y desventajas. En cuanto a la pregunta planteada sobre si es más importante el diseño
utilizado o el programa en sí mismo, se puede decir que ambos son importantes, pero es el diseño
el que garantiza la validez y fiabilidad de los resultados de la evaluación, por lo que es esencial
prestar atención a su calidad y coherencia con los objetivos de la evaluación y del programa.