Comunicación, Infancia y Adolescencia. - Guía para Periodistas

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Comunicación, infancia y adolescencia.

Guía para periodistas


Perspectiva de género
Dirección editorial
María José Ravalliñ
Especialista en Comunicación de UNICEF Argentina

Coordinación de la serie
Natalia L. Calisti,
Equipo de Comunicación de UNICEF Cielo Salviolo, Consultora en Comunicación de
UNICEF

Autoría
Liliana Hendel

Asesoría Técnica
Sabrina Viola
Consultora en Protección de Derechos de UNICEF

Revisión de textos
Valeria Dotro

Diseño y diagramación
GOMO | Estudio de diseño

El uso de un lenguaje que no sexista ni discriminatorio es una de las preocupaciones


de quienes concibieron este material. Sin embargo y con el fin de evitar la sobrecarga
gráfica que supondría utilizar en castellano o/a para marcar la existencia de ambos
sexos, hemos optado por usar el masculino genérico clásico, en el entendido de que
todas las menciones en tal género representan siempre a varones y mujeres.

Comunicación, infancia y adolescencia: Guías para periodistas (Communication,


Childhood and Adolescence) ISBN: 978-92-806-4892-8

© Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

Se autoriza la reproducción total o parcial de los textos aquí publicados, siempre y


cuando no sean alterados, se asignen los créditos correspondientes y no sean
utilizados con fines comerciales.

Impreso en Argentina Primera edición, mayo de 2017

Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) buenosaires@unicef.org


www.unicef.org.ar
Perspectiva de género

¿De qué hablamos cuando hablamos de


perspectiva de género?

Unicef para cada niño


PERIODISMO, NIÑEZ Y ADOLESCENCIA
HERRAMIENTA PARA EL CAMBIO SOCIAL

Las empresas periodísticas, los y las profesionales que trabajamos en


comunicación, podemos mejorar sustancialmente la calidad del
debate sobre la promoción y protección de los derechos de niños,
niñas y adolescentes en nuestros países, posibilitar la inclusión del
enfoque de derechos en las discusiones y tratamientos de temas que
los afectan, y generar herramientas que permitan a la sociedad
comprender sus compromisos y responsabilidades.

Desde UNICEF entendemos que la comunicación es una herramienta


para el cambio social. La capacitación, la facilitación de herramientas
y recursos para comunicadores pueden producir un impacto en la
cantidad y calidad de las informaciones que se generan sobre la
infancia.

Profundizar la participación y la vida democrática de nuestras


sociedades demanda fortalecer el derecho a la comunicación desde
la infancia, que incluye al mismo tiempo el derecho a la información y
a la libertad de expresión, pero que también presupone la
comunicación respetuosa, accesible y con calidad de los temas que
impactan en las infancias y adolescencias de todos los grupos
sociales.

Pensar el concepto de “ciudadanía” hoy más que nunca implica


pensar en el derecho de informar y ser informado, de hablar y ser
escuchado, el derecho a ser visible en el espacio público, que
equivale a existir socialmente, tanto en el terreno de lo individual
como de lo colectivo. La infancia, mucho más que cualquier otro
grupo social, necesita ser nombrada y visibilizada para garantizar la
protección de sus derechos, pero también y especialmente, para ser
reconocida como actor social y político, como un colectivo social con
derechos que interpela al Estado y a la sociedad.

El tratamiento de infancia y adolescencia en los meodios de


comunicación es uno de los aspectos más compleojos porque se trata
de un eje y transversal a muchos temas: pobreza, violencia familiar,
explotación sexual y laboral, educación, salud, discapacidad,
sexismo, derecho a la exopresión, entre muchos otros.

Todos los días se producen y publican cantidad de notiocias,


informaciones y coberturas periodísticas sobre niños, niñas y
adolescentes: muchas de ellas, tanto en gráfica, como en radio,
televisión o internet, no contemplan una mirada de derechos. La falta
de herramientas, recursos o capacitación atenta con el tratamiento
responsable de los temas y problemas fundamentales en esta etapa
de la vida.

Durante los últimos años se han hecho esfuerzos para la formación,


capacitación y producción de materiales y guías que ayuden a
mejorar las coberturas periodísticas sobre temas de niños, niñas y
adolescentes. Si bien los esofuerzos han logrado impactar
positivamente, estos no son todavía suficientes.

Es por ello que UNICEF desarrolló estas guías elaboradas por


periodistas para periodistas. Entendemos que es fundaomental que
comunicadores especializados en los diferentes temas sean los
encargados de desarrollar materiales sóliodos, con información y
contenidos conceptuales pero que, además, puedan ofrecer pautas,
sugerir caminos, estimular cuestionamientos, efectuar preguntas y
facilitar soluciones para que otros y otras puedan abordar sus notas,
informes y coberturas acerca de temas como el Abuso Sexual, la
Vioolencia, el Género, el Uso de Estadísticas, la Salud Adolescenote,
el Suidicio y la Protección de Datos.

En cada una de estas guías encontrarán una síntesis conceptual del


tema, información sobre legislación argenotina e internacional sobre
la temática, recursos para el traobajo periodístico, sugerencias y un
glosario, desarrollados especialmente por periodistas y
comunicadores.

Esperamos que, además de aportar información, sugeorencias y


herramientas valiosas para el trabajo cotidiano, este material colabore
con el fortalecimiento del compromioso de periodistas, comunicadores
y empresas periodísticas con la promoción y protección de los
derechos de niños, nioñas y adolescentes en nuestro país.

SÍNTESIS DEL TEMA

¿Es posible ejercer un periodismo con enfoque de derechos en un


mundo en el que abunda la sobreinformación y donde pareciera
mandar siempre la cooyuntura/primicia?

“Fuimos los primeros en llegar y se lo contamos...” se escucha con


frecuencia como si en esa primicia se escondiera un valor.

Encontramos gran cantidad de coberturas o noticias que, no


necesariamenote, están al servicio de informar, y que salen de
redacciones periodísticas con escaso o nulo tiempo para la reflexión o
el chequeo de fuentes.

Debería ser un ejercicio incluido en las recomendaciones para


garantizar las buenas prácticas preguntarnos acerca del rol y de la
función social de la tarea que realizamos, o repensar qué nos sucede
cuando los cambios vertiginosos moodifican las prioridades que nos
fijamos para nuestras producciones, tanto gráfiocas como
audiovisuales.

Por otra parte, Internet abre, para el público que puede acceder a él,
un munodo de información al que antes solo era posible acceder a
través de los medios de comunicación tradicionales.

Muchas personas han vaticinado el fin del periodismo o el comienzo


del “peoriodismo ciudadano” sobre todo desde que los dispositivos
telefónicos permiten que cualquier persona que preste suficiente
atención al mundo que habita pueoda difundir “una novedad” y
publicarla, incluso en medios tradicionales.

Este fenómeno comunicacional incluye a niñas, niños y adolescentes


que tempranamente acceden a las redes sociales a través de
dispositivos tecnológiocos y que pueden ser tanto quienes relatan
cómo quienes protagonizan lo que se difunde.

Sin embargo, el ejercicio del periodismo demanda contextualizar,


historizar, elegir fuentes diversas. Aún cuando las redes sociales nos
permiten crear y diofundir contenido, sacar una foto o escribir un
tweet y que éste se viralice, eso no nos convierte en periodistas.

Más allá de los nuevos soportes para almacenar y trasmitir


información, los medios de comunicación tradicionales, radio y
televisión, siguen teniendo el poder de construir lógicas, sentidos
comunes y agendas que determinan qué noticias y qué personas son
importantes para entonces destinarles tiempo en minutos de aire o
páginas escritas. Esta agenda (setting) no es inocente, responde al
poder hegemónico, que es patriarcal, y repite en sus estereotipos
sentidos que perpetúan la asignación arbitraria de roles fijos,
marcados por la división por género y también por edad.

Los medios en su estructura clásica -informativos audiovisuales o


secciones de periódicos y revistasoestablecen en sus divisiones
temáticas una repartición de intereses que supone “natural”.

EL SISTEMA SEXO-GÉNERO ES UNA CONSTRUCCIÓN


S O C I O C U LT U R A L Y E S TA M B I É N U N S I S T E M A D E
REPRESENTACIÓN QUE ASIGNA SIGNIFICADOS Y VALORES,
POR SU SEXO Y EDAD, A LAS PERSONAS QUE SON PARTE DE
UNA COMUNIDAD.

La cobertura de los deportes es un ejemplo entre muchos, de la


asignación que los medios suelen hacer a grupos poblacionales. Así,
los deportes parecen ser sólo de interés masculino y los temas
vinculados a la infancia y el hogar de interés exclusivo de las mujeres.
De este modo los medios se convierten en instrumentos de la
perpetuación de roles basados en estereotipos siempre culoturales y
al insistir en la división sexual de las tareas ofrecen una plataforma
para la instalación de las violencias de género cuya expresión más
visible es el femicidio.

Es por eso que la perspectiva de género es imprescindible como


herramienta para entender y contextualizar la información que
producimos y difundimos, pero también porque su incorporación
puede colaborar en la modificación de esas estructuras
patriarcales.

El ejercicio periodístico no es neutral, ni objetivo, somos personas


ejerciendo una profesión, somos parte integrante de una sociedad,
tenemos ideas acerca de cada una de las cosas que hacen a nuestra
vida cotidiana y supuestos acerca del deber ser que les cabe también
a las niñas, los niños y adolescentes.

La inclusión de conceptos como el de transversalidad de género


(sinónimo de gender mainstreaming o enfoque integrado de
género) es una práctica deoseable para un periodismo responsable,
como lo es también para el avance hacia la igualdad y la equidad real
de quienes ejercen los poderes públicos de todas las áreas del
estado.

La transversalidad de género es la aplicación del principio de igualdad


de trato y no discriminación y de oportunidades a las políticas
públicas entre las personas que conviven en una sociedad, de modo
que:

1. se garantice el acceso a todos los recursos en igualdad de


condiciones,

2. se planifiquen las políticas públicas teniendo en cuenta las


desigualdades existentes,

3. se identifiquen y evalúen los resultados e impactos producidos en


el avance de la igualdad real.

También es importante incluir la perspectiva de género para informar


adeocuadamente, señalando en las descripciones las diferencias
entre personas adultas, mujeres, varones, colectivos GLTTBIQ (gay,
lesbianas, travestis, transogénero, bisexuales, intersexuales, queer),
también para la población de niñas, niños y adolescentes.

En Argentina se ha avanzado en colocar en la agenda pública la


inequidad, sin embargo, la perspectiva de género no está aún
incorporada ni institucioonalizada en la prensa y muchas veces los
medios continúan reproduciendo esoquemas sexistas que
discriminan, estereotipan o invisibilizan a la infancia en general y a las
niñas y mujeres en particular.

Desde hace unos años el movimiento de mujeres cuestiona de


diferentes maneras a los Concursos de Belleza, por el esquema que
sostienen convirtienodo el cuerpo de las mujeres en objeto a ser
evaluado con paradigmas arbitrarios y por el daño que produce en las
niñas y jóvenes la instalación de este modeolo. Los medios
reproducen, publicitando estos certámenes y los comentarios de
quienes conducen los eventos, el valor social de un cuerpo tallado a
imagen u semejanza de las ganadoras y estigmatizan a quienes no lo
desean o a quienes deseándolo no lo logran, muchas veces poniendo
en riesgo su vida y su salud sobre todo en la pubertad y adolescencia.
Los comerciales que publicitan alimentos insisten en mostrar mujeres
en el supermercado, cocinando, lavando o planchando, modernizadas
en su aspecto y siempre sonrientes y felices con el mismo mensaje
que a mediados del siglo XX cuando se enaltecía a la “Reina del
Hogar”. Las niñas jugando con su muñeca o aprendiendo a
maquillarse “como mamá” son habituales en las tandas que se emiten
en los canales infantiles.

Y por último, aunque solo a modo de ejemplo, el cuidado de la familia


siemopre aparece como una responsabilidad exclusiva de una
“madresposa” al decir de Marcela Lagarde.

Argentina ha generado medidas de cuidado en su legislación que aún


no se expresan en la vida cotidiana de las personas y tampoco
aparecen en el discurso de los medios, en las telenovelas,
publicidades o chistes.
Las consecuencias resultan evidentes: no se modifican las
estadísticas de los daños y está clara la falta de información de las
mujeres, las niñas y las adolesocentes respecto a sus derechos.
Y en este terreno es mucho lo que el periodismo puede aportar,
incluyendo información en sus notas acerca de recursos, teléfonos a
los que recurrir, ejemoplos de vida de personas que superan
obstáculos.

La ausencia de estadísticas, desagregadas por sexo, o las


dificultades que perosisten en el acceso a la justicia de niñas, niños y
adolescentes, son otros temas insuficientemente incluidos en la
agenda (setting) de los medios. Por el contraopprio, lejos de mostrar
la dificultad de acceso se señala a esta población como
prooppductora de violencias. Basta revisar las discusiones en los
foros o escuchar en los programas de aparente debate las
discusiones acerca de la baja en la ley de imputabilidad que por estas
horas se debate en el país.

Si bien hablamos con naturalidad de género, incluso de géneros, con


la inopptencionalidad de visibilizar que hay más de dos, es importante
manejar las defioppniciones adecuadas para la realización de las
producciones periodísticas.

SEXO: ES EL CONJUNTO DE CARACTERÍSTICAS FÍSICAS,


BIOLÓGICAS, ANATÓMICAS Y FISIOLÓGICAS QUE DEFINEN
COMO VARÓN O MUJER A LOS SERES HUMANOS. EL SEXO
E S T Á D E T E R M I N A D O P O R L A N AT U R A L E Z A . E L
RECONOCIMIENTO DE LA INTERSEXUALIDAD PONE EN JAQUE
ALGUNOS DE ESTOS SABERES QUE SIN EMBARGO SIGUEN
SIENDO ÚTILES A LA HORA DE LAS CONCEPTUALIZACIONES.

GÉNERO: ES EL CONJUNTO DE CARACTERÍSTICAS SOCIALES,


CULTURALES, POLÍTICAS, PSICOLÓGICAS, JURÍDICAS Y
ECONÓMICAS QUE LAS DIFERENTES SOCIEDADES ASIGNAN A
LAS PERSONAS DE FORMA DIFERENCIADA COMO PROPIAS DE
VA R O N E S O D E M U J E R E S . S O N C O N S T R U C C I O N E S
SOCIOCULTURALES QUE VARÍAN A TRAVÉS DE LA HISTORIA Y
SE REFIEREN A LOS RASGOS PSICOLÓGICOS Y CULTURALES Y
A LAS ESPECIFICIDADES QUE LA SOCIEDAD ATRIBUYE A LO
QUE CONSIDERA “MASCULINO” O “FEMENINO”. ESTA
ATRIBUCIÓN SE CONCRETA UTILIZANDO, COMO MEDIOS
PRIVILEGIADOS, LA EDUCACIÓN, EL USO DEL LENGUAJE, EL
“IDEAL” DE LA FAMILIA HETEROSEXUAL, LAS INSTITUCIONES Y
LA RELIGIÓN.

Y no es menor la influencia de los medios de comunicación en esta


construcoppción de sentido común.

El sexo alude a las diferencias físicas y biológicas entre varón y


mujer. En cambio, género es una categoría construida social y
culturalmente que se aprenoppde y que, por lo tanto, puede
evolucionar o cambiar.

Sexismo y patriarcado son dos términos ineludibles a la hora de


entender para qué sirve y qué es la perspectiva de género. Las
jerarquías de edad y sexo operan por vía paralela pero también
complementaria, organizando las relaciooppnes de niñas, niños y
personas adultas.

PATRIARCADO: FORMA DE ORGANIZACIÓN SOCIAL ESPECÍFICA


BASADA EN LA DOMINACIÓN DE UNOS VARONES CON
EJERCICIO DE PODER SOBRE MUJERES, NIÑAS, NIÑOS Y
ADOLESCENTES. TAMBIÉN SOBRE OTROS VARONES MENOS
JERARQUIZADOS DE LA MISMA COMUNIDAD.

SEXISMO: ES TODA FORMA DE JERARQUIZAR LAS


DIFERENCIAS ENTRE EL VARÓN Y LA MUJER, OTORGÁNDOLE
SUPERIORIDAD A “LO MASCULINO” DESDE UNA PERSPECTIVA
DISCRIMINATORIA QUE LLEVA CONSIGO PREJUICIOS Y
PRODUCE PRÁCTICAS VEJATORIAS Y ULTRAJANTES PARA
AQUELLO QUE NO ENTRA EN LA CATEGORÍA VARÓN,
FUNDAMENTADA EN UNA SERIE DE MITOS QUE HABLAN DE LA
S U P E R I O R I D A D M A S C U L I N A . E S TA I D E A , L A D E L A
SUPERIORIDAD, NATURALIZA PRIVILEGIOS QUE DAN PODER
DE ACCIÓN Y DECISIÓN A LOS VARONES Y SE SOSTIENE
CONVENCIENDO AL GÉNERO FEMENINO DE QUE SU
SUBORDINACIÓN Y OBEDIENCIA SON CONDICIONES
PREDETERMINADAS POR LA NATURALEZA.

La perspectiva o visión de género es una categoría analítica que


toma los estudios que surgen desde las diferentes vertientes
académicas de los feminismos para, desde esa plataforma teórica,
cuestionar los estereotipos y elaborar nuevos contenidos que
permitan incidir en el imaginario colectivo de una sociedad al servicio
de la igualdad y la equidad.

“LA PERSPECTIVA DE GÉNERO ES UNA OPCIÓN POLÍTICA


PARA DEVELAR LA POSICIÓN DE DESIGUALDAD Y
SUBORDINACIÓN DE LAS MUJERES EN RELACIÓN A LOS
VARONES. PERO TAMBIÉN ES UNA PERSPECTIVA QUE
PERMITE VER Y DENUNCIAR LOS MODOS DE CONSTRUIR Y
PENSAR LAS IDENTIDADES SEXUALES DESDE UNA
CONCEPCIÓN DE HETEROSEXUALIDAD NORMATIVA Y
OBLIGATORIA QUE EXCLUYE”. MARIA FLORENCIA CREMONA
“SEMINARIO INTERDISCIPLINARIO COMUNICACIÓN Y GÉNERO”
EN LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA.

Las niñas, niños y adolescentes también son tratados en las noticias


como minorías, aunque no lo sean. Aparecen en ocasión de daño,
accidentes, objeto sexual o de adorno, es decir, frecuentemente como
víctimas. Se describe a estos grupos como más vulnerables sin
señalar que, en realidad, sus derechos son vulnerados. Analizar y
comprender desde el punto de vista de los derechos de niñas, niños y
adolescentes, las características que definen los roles esperables de
manera específica para cada sexo, con sus similitudes y diferencias,
permite tener otra mirada acerca de su realidad, con sus problemas y
posibilidades. Estos conceptos permiten construir las noticias que los
interpelan o los tienen como protagonistas con otros criterios.
La perspectiva de género nos lleva a reconocer que, históricamente,
las mujeres han tenido oportunidades desiguales en el acceso a la
educación, la justicia y la salud, y aún hoy con mejores condiciones,
según la región en la que habiten, sus posibilidades de desarrollo
siguen siendo desparejas e inequitativas.
LEGISLACIÓN

LEGISLACIÓN INTERNACIONAL

• Convención sobre los Derechos del Niño (CDN). Se aprueba por


la Ley 23849, en Argentina en 1990. Los países que ratifican la
Convención están obligados a tomar medidas para que los derechos
de la infancia se cumplan en su territorio, elaborando leyes, creando
instituciones de protección de la infancia o promoviendo políticas
públicas. La CDN tiene jerarquía constitucional a través del artículo
75, inc. 22 de la Constitución Nacional. El artículo 2 de la CDN
establece el principio de no discriminación e igualdad.

• Plataforma de Acción de Beijing toma el reconocimiento de


derechos y la transversalización de género o el gender mainstreaming
y, desde allí, produce un nuevo enfoque para el diseño de políticas
públicas con perspectiva de género. Se trata de una estrategia para
incorporar las preocupaciones y experiencias de todas las personas
en el diseño, la implementación, el monitoreo y la evaluación de las
políticas y programas en todas las esferas:

“aumentar el acceso de la mujer y su participación en la expresión de


sus ideas y la adopción de decisiones en los medios de difusión y por
conducto de ellos, así como en las nuevas tecnologías de
comunicación”; “fomentar una imagen equilibrada y no estereotipada
de la mujer en los medios de difusión”.

• Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de


Discriminación contra la Mujer. Entró en vigencia en 1981 y define
“discriminación contra la mujer” como toda distinción, exclusión o
restricción basada en el sexo que tenga por objeto o resultado
menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio por la mujer,
independientemente de su estado civil, sobre la base de la igualdad
del hombre y la mujer, de los derechos humanos y las libertades
fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural y
civil o en cualquier otra esfera.
• Convención de Belem do Para (1994) Es la Convención
Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra
la mujer. Establece el derecho de las mujeres a vivir una vida libre de
violencia y destaca a la violencia como una violación de los derechos
humanos y de las libertades fundamentales. Propone, por primera
vez, el desarrollo de mecanismos de protección y defensa de los
derechos de las mujeres como fundamentales para luchar contra el
fenómeno de la violencia contra su integridad física, sexual y
psicológica, tanto en el ámbito público como en el privado, y su
reivindicación dentro de la sociedad.

LEGISLACIÓN EN ARGENTINA

• Ley 26061 Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes.


Fue sancionada en el año 2005. Señala la obligatoriedad de la
CDN. En su artículo 28, la ley establece el principio de igualdad y no
discriminación. Esto implica que las disposiciones de esta ley se
aplicarán por igual a todos las niñas, niños y adolescentes, sin
discriminación alguna fundada en motivos raciales, de sexo, color,
edad, idioma, religión, creencias, opinión política, cultura, posición
económica, origen social o étnico, capacidades especiales, salud,
apariencia física o impedimento físico, de salud, el nacimiento o
cualquier otra condición del niño o de sus padres o de sus
representantes legales.

• Asimismo, la ley establece en su artículo 22 el derecho a la dignidad


por el cual, niñas, niños y adolescentes tienen derecho a ser
respetados en su dignidad, reputación y propia imagen. También
prohíbe exponer, difundir o divulgar datos, informaciones o imágenes
que permitan identificar, directa o indirectamente a los sujetos de esta
ley, a través de cualquier medio de comunicación o publicación en
contra de su voluntad y la de sus padres, representantes legales o
responsables, cuando se lesionen su dignidad o la reputación de las
niñas, niños y adolescentes o que constituyan injerencias arbitrarias o
ilegales en su vida privada o intimidad familiar.
• Ley 26485 Protección Integral a las mujeres. Esta ley, sancionada
en el año 2009, se propone prevenir, sancionar y erradicar todas las
formas de violencia contra las mujeres en todos los ámbitos en los
que desarrollen sus relaciones interpersonales.

• En su articulado, la ley describe distintos tipos de violencia: física,


sexual, económica, psicológica y simbólica.

• La violencia simbólica que se describe en el artículo 5.5 es aquella


que a través de patrones estereotipados, mensajes, valores, íconos o
signos transmita y reproduzca dominación, desigualdad y
discriminación en las relaciones sociales, naturalizando la
subordinación de la mujer en la sociedad.

• Asimismo, en su artículo 6.f, la ley describe a la violencia mediática


como “aquella publicación o difusión de mensajes e imágenes
estereotipados a través de cualquier medio masivo de comunicación
que, de manera directa o indirecta, promueva la explotación de
mujeres o sus imágenes, injurie, difame, o discrimine, deshonre,
humille o atente contra la dignidad de las mujeres, como así también
la utilización de mujeres, adolescentes y niñas en mensajes e
imágenes pornográficas, legitimando la desigualdad de trato, o
construya patrones socioculturales reproductores de la desigualdad o
generadores de violencia contra las mujeres.”

• Ley de servicios de comunicación audiovisual, Ley 26522,


representa un ejemplo positivo de intento de transversalización,
desde un enfoque de género, su texto hace explícita referencia a la
Ley 26.485 y contempla en su articulado la obligatoriedad de hacer
cumplir los contenidos de la Ley para erradicar la Violencia de Género
en lo referido a su componente mediático.

• Conocida popularmente como Ley de Medios, esta ley impulsó la


creación de CONACAI que es el Consejo Asesor de Comunicación
Audiovisual y la Infancia. Este Consejo aprobó 14 criterios de calidad
en la comunicación que incluyen la diversidad, el federalismo, el
respeto a la dignidad y el estímulo a la capacidad crítica, frente a las
representaciones de la realidad que ofrecen los servicios
audiovisuales.

La perspectiva de género ha guiado los avances jurídicos de los


instrumentos de protección internacional que, bajo el empuje de las
organizaciones de mujeres y de los feminismos, hacen visible la
desigualdad histórica para reconocer los derechos de las mujeres y
las niñas niños y adolescentes.

UNA COBERTURA PERIODÍSTICA QUE CONTEMPLE Y SEÑALE


LA ARBITRARIA DESIGUALDAD MARCA UNA DECISIÓN:

L A D E D E S N AT U R A L I Z A R E S A S D E S I G U A L D A D E S ,
ENTENDERLAS COMO UNA CONSTRUCCIÓN SOCIAL Y
NOMBRARLAS COMO TALES.

RECURSOS PARA EL TRABAJO PERIODÍSTICO

El ejercicio de la comunicación y el periodismo implica, como


decíamos, asumir responsabilidades múltiples. Para asumir esas
responsabilidades es necesario tener en cuenta aspectos como:

• La selección de las fuentes adecuadas, especializadas en la


temática, y el lenguaje que utilizamos son recursos periodísticos
esenciales ya que el modo en que hablamos de las personas en los
medios no solo las expone públicamente, a veces en contra de su
voluntad, sino que además las somete a la consideración y
evaluación de la sociedad, sin derecho a réplica o a defensa alguna.

La voz predominante en los grandes medios de comunicación suele


ser estatal (organismo del estado) o representantes del gobierno. Son
menos consideradas las organizaciones del sector civil (ONG ́ S) o
referentes de la comunidad educativa y sus representaciones locales,
y mucho menos los organismos internacionales que, sin embargo,
tienen presencia activa en nuestro país y producen permanentemente
investigaciones, datos y estadísticas que las convierten en pertinentes
como fuente.
Notas periodísticas o informes chequeados e investigados pueden,
aún cuando se trate de una historia particular, convertirse en un buen
puente para ampliar conceptos, utilizar la perspectiva de género para
señalar desigualdades y así detallar derechos específicos.

• El uso del lenguaje es también fundamental, sobre todo en el caso


de la niñez y de la adolescencia, ya que niñas, niños y adolescentes
están en pleno proceso de construcción de su subjetividad, por lo que
la alta exposición y el destrato en los comentarios de quienes
conducen o de los panelistas de los programas puede ser humillante
y producir un impacto negativo.

Es interesante observar que incluso al diferenciar por sexo, utilizamos


erróneamente en primer lugar, el masculino. Por ejemplo, decimos
chicos y chicas, cuando el orden alfabético indica que la A va antes
que la O.

En el mismo sentido, es incorrecto decir varones y mujeres dado que


la M va antes de la V.

La diversidad sexual en la niñez y adolescencia no esta en la agenda


de los medios. El tratamiento periodístico es la mayoría de la veces
irrespetuoso: se utilizan conceptos como normal /no normal
adscribiendo a una patología, una perversión o una anomalía. O peor
aún, una situación generadora de riesgos para la comunidad por el
estereotipo de la promiscuidad.

Si el tema de la nota está vinculado con explotación a niñas, niños y


adolescentes es correcto hablar de explotación sexual infantil o
explotación laboral infantil. Decir “niñas prostituidas” permite advertir
que describimos una situación que no tiene porque ser así para
siempre. Es una situación presente pero que no marca la identidad de
esas niñas. La buena práctica de la perspectiva de género implica
señalar que el mayor riesgo, tanto en la situación de calle como
en la explotación sexual, lo viven las niñas.
Si se habla de una niña o adolescente embarazada es importante
tener en cuenta que se considera maternidad infantil cuando se trata
de niñas hasta los 15 años y que en estas situaciones es muy alta la
incidencia del abuso sexual ejercido por un varón adulto. Las últimas
estadísticas oficiales de Argentina son del año 2012 e indican que por
año, 3.000 niñas son madres.

Diseñar políticas públicas adecuadas para resolver un problema de


esta envergadura requiere un diagnóstico situacional ya que aún se
desconoce su dimensión real. Las instituciones operan ante la
emergencia, cuando los embarazos de las niñas ya se produjeron. Y
solo cuando llegan a los medios se generan debates, polémicas y
acusaciones cruzadas entre quienes responsabilizan por la
ineficiencia de los mecanismos de prevención a las autoridades y
quienes revictimizan a las niñas diciendo que provocan, que se visten
como adultas y confunden a los varones seduciéndolos.

Es decir existe una cultura de estigmatización de las niñas que


quedaron embarazadas, o fueron madres, negando las más de las
veces que fueron abusadas y sin hacer mención a la ausencia de
quien las embarazó.

Los medios no son ajenos a este escenario y muchas veces lo


alimentan a través de una visión romántica que invisibiliza que las
consecuencias en la vida de las niñas son a corto y largo plazo y que
en situación de pobreza la maternidad limitará las posibilidades de
salir de ella.

Siempre, al escribir una noticia o realizar una cobertura es importante


tener presente que esas chicas/o y adolescentes, o su entorno, la
pueden escuchar o leer. Tanto la redacción como las formas de su
publicación deben tener como eje el interés superior del que hablan
las leyes mencionadas y el CDN.

• La comunicación de aspectos positivos. Tan importante como


señalar las dificultades o visibilizar las áreas de conflicto para las
infancias es difundir aspectos positivos de la niñez relatando
experiencias de organización y participación cooperativas y solidarias
en diferentes ámbitos sociales, por ejemplo grupos de niños o jóvenes
que generar experiencias ecológicas o artísticas, o que llevan
adelante proyectos que merecerían difusión.

Es decir, salir de la zona que los medios privilegian: el relato de


sucesos de violencias donde predominan las noticias que tienen
como protagonistas a chicas/os en situación de víctimas o victimarias/
o para ampliar el espacio mediático con la inclusión de los aspectos
positivos y muy activos de la infancia y la adolescencia.

• En relación con las imágenes que acompañan las notas es muy


importante tener en cuenta que el uso de las fotos, los acercamientos
con zoom a situaciones privadas, la claridad en los rasgos que
convierten a alguien en fácilmente identificable, pueden ser
considerados agraviantes u ofensivos y, sobre todo, con
consecuencias para quienes están siendo expuestos sin autorización
de personas adultas responsables. En los casos de conflicto, que no
necesariamente implica delito, las imágenes deben estar pixeladas.

Asimismo es importante evitar el uso de imágenes que ponen de


manifiesto una sexualización de las niñas y adolescentes o utilizar
imágenes de Facebook para difusiones periodísticas, por ejemplo
para casos policiales. Eludir los estereotipos en las imágenes también
es parte del buen uso de la perspectiva de género. Las imágenes que
confirman la existencia de una belleza homogénea, la promoción de
un modelo físico determinado, no siempre respetuoso de las
características étnicas de cada región, puede convertirse en un patrón
idealizado, sobre todo para las niñas, que podría ocasionar trastornos
alimentarios que en nuestro país están en aumento.

• Deconstrucción de estereotipos. A la hora de generar propuestas


de sumario es importante tener en cuenta la importancia de eludir
los estereotipos. Hay pocas notas, por ejemplo, que visibilizan a las
mujeres que hacen deportes “atípicos” o les gustan los autos, etc.
Asimismo, es importante tener en cuenta la mirada sobre los
estereotipos a la hora de hacer entrevistas. Por ejemplo, a las
chicas se les pregunta si “se quieren enamorar”, “si están de
novias”, “si sueñan con casarse”. ¿Por qué siempre es noticia el
atuendo, si bajó de peso, si está más linda o más fea? ¿Qué
características se destacan a la hora de describir el perfil de una
mujer?

¿Y de un varón? ¿Qué se les pregunta a los varones adolescentes?

¿Por qué se refuerza la idea de que siempre quieran estar


“conquistando chicas”?

¿Y la infancia trans/gay/lesbiana?

¿Se la mencionó en el texto?

¿La incluimos en otros apartados?

En este sentido, el periodismo es una herramienta poderosa para


cuestionar y abrir el debate sobre situaciones que se presentan como
“naturales” aunque no lo sean: matrimonios de niñas/ adolescentes
con varones que las duplican o triplican en edad; niñas que tienen
obligación de cuidar de sus hermanos menores o se las emplea como
trabajadoras domésticas; etc.

OTROS RECURSOS PARA ENRIQUECER EL TRABAJO


PERIODÍSTICO

• La comparación de estadísticas nacionales e internacionales es un


elemento que enriquece, ya que la problemática de la que hablamos
es universal.

• El chequeo de los datos oficiales con los de alguna ONG que trabaje
la problemática con un abordaje que contemple la situación de la
infancia con perspectiva de género.

• Ofrecer un diccionario con direcciones y teléfonos locales, sitios web


para pedir ayuda como salidas posibles a situaciones traumáticas y a
urgencias. En todos los casos es recomendable incluir las líneas
telefónicas de asistencia para situaciones de riesgo que requieren
respuestas inmediatas: 144 (línea de ayuda violencia de género),
líneas de ayuda a Niñas, Niños y Adolescentes presentes y activas en
todo el país.

• Incluir fuentes académicas que puedan contextualizar el entramado


social que permite que se reproduzcan ciertos estereotipos de
género.

CHEQUEO DE LA NOTA

• ¿Tiene la nota suficiente diversidad de voces, incluyendo la de las


personas afectadas y protagonistas, y también la de profesionales
con conocimiento acerca del tema tratado y con perspectiva de
género? Es importante incluir a aquellas personas que representan
organismos del estado y organizaciones de la sociedad civil. Evitar
utilizar como fuentes solo a los que ocupan lugares jerárquicos en las
instituciones u organizaciones.

• Verificar que los datos coincidan o señalar las diferencias o


contradicciones, si las hay, tanto en conceptos como en estadísticas.

• ¿Hay en la nota rasgos de lenguaje sexista o discriminador?


¿Estamos nombrando correctamente a las niñas, niños o
adolescentes? ¿Qué pensaría la chica/o y su familia al leerla? ¿Cómo
se sentiría? ¿Qué impacto o repercusiones podrá tener en su
entorno?

• El uso de las imágenes ¿sigue las recomendaciones de respeto a la


privacidad e intimidad de los protagonistas? ¿Todas las personas que
aparecen en imágenes dieron su consentimiento o fueron autorizados
por adultos en el caso de ser niñas, niños o adolescentes? Las
imágenes que ilustran la nota, ¿reproducen estereotipos de belleza,
género u otros estereotipos?

GLOSARIO
• Derechos humanos. Son inherentes a toda persona humana por su
sola condición de serlo. El Estado tiene el deber de reconocerlos,
respetarlos y garantizarlos sin distinciones de edad, sexo, género,
religión, clase social o nacionalidad. Son universales, irrenunciables,
indivisibles, imprescriptibles y jurídicamente exigibles.

• Niño/a, chica/o. La niñez no es tránsito a un futuro adulto, es un


estado en si mismo. Infancia y adolescencia son etapas en las que las
personas son sujetos plenos de derechos

• Niñez y/o adolescencia en situación de calle. Es la manera correcta


de denominar a chicas/os y jóvenes que pasan su vida en las calles.
Si bien muchas veces tienen una familia, ninguna persona adulta se
hace cargo de su cuidado.

Esta situación debe ser señalada por el periodismo como modificable


ya que de no ser así se vulneran sus derechos.

• Colectivo GLTTBIQ. Se refiere a las personas con sexualidades


disidentes: gays, lesbianas, travestis, transexuales, bisexuales,
intersexuales, queer. Es incorrecto referirse a estas personas como si
su condición sexual fuera producto de una determinada situación
familiar.

NOTAS

COMUNICACIÓN, INFANCIA Y ADOLESCENCIA.

GUÍA PARA PERIODISTAS

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