Mi Primer Trio
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Mi Primer Trio
Agradecimientos
Gracias!!!
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El Club de las Excomulgadas
Argumento
La serie College Daze es la historia de una joven que prueba la vida universitaria,
un encuentro sexual a la vez. Escrita desde el punto de vista femenino, la serie
promete ser un poco chocante, un poco desagradable, y un poco dulce.
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El Club de las Excomulgadas
Mi Primer Trio
He aprendido que en la vida que hay tres clases de personas: las que hacen cosas
malas, las que las hacen de vez en cuando y quienes no las hacen pero desearían
hacerlas.
Ese tercer grupo tiende a estar alrededor de los traviesos, sólo lo suficientemente
cerca como para espiar, pero no para quedar atrapados o realmente jodidos de por
vida. Lo hacen para tener de vez en cuando una historia a la que volver dentro de
sus mentes, una historia prohibida que les hace sentir cosquillas y poner una sonrisa
un poco avergonzada en sus caras. Para este tercer grupo, la universidad es un
maravilloso lugar de fantasía que se encuentra entre la adolescencia y la adultez,
No, las noches raras cuando bajaba la guardia y cedía a la calentura de esa zona por
debajo de mi ombligo generalmente se debía a dos factores: cantidades
ridículamente grandes de alcohol y también que fuera casi imposible que volviera a
ver a esa persona o personas alguna vez en mi vida. Por suerte para mí, Peri y Steve
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El Club de las Excomulgadas
estaban cerca de la noche inaugural del trineo de hielo1, junto con un tazón de
ponche que sería capaz de funcionar como disolvente de pintura en la mañana.
Peri era adorable. Con su cabello castaño corto y grandes ojos verdes, era una joven
campeona de patinaje sobre ruedas. Tenía 20 años, chaparrita2 y con constitución
como de atleta olímpica, pero con pechos firmes y pequeños, y piernas que podrían
aplastar casi cualquier cosa en la que se envolvieran. Su cuerpo fue siempre perfecto
gracias a su intenso trabajo de entrenamiento y rara vez se tomaba más de una
bebida o dos, pero esta noche ella y Steve estaban celebrando sus medallas y sus
últimas noches en los Estados Unidos. Peri estaba dispuesta a beber y dejar que la
noche la llevara a donde quisiera que fuera.
Lo curioso era que Peri también lo amaba, pero esos dos no estaban dispuestos a
cruzar esa línea entre compañeros. Una vez que te aventuras a lo físico, nunca
puedes regresar atrás. Si no funciona, puedes arruinar una amistad y en este caso,
sus carreras. Ellos no estaban dispuestos a ceder a lo que sus cuerpos y corazones
tan desesperadamente querían sin un pequeño empujón.
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Un trineo de hielo es un gran bloque de hielo con un estrecho canal tallado a través de él que se usa para enfriar una bebida
para beber. El líquido, típicamente licor , se vierte en un canal en la parte superior del trineo y se dispensa en la parte inferior
del canal, ya sea en la boca de un participante o un vaso.
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Baja, pequeña
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de patinaje de Peri despegó y nos mantuvimos en contacto a través de los años,
pero sólo llegábamos a vernos alguna que otra vez a través de los años. Justo antes
de que estuviera a punto de graduarme de la Universidad Estatal de California en
Bakersfield, Peri y Steve fueron invitados a patinar en Europa. Estaban a punto de
comenzar sus entrenamientos en Francia y luego sus cuatro años de gira.
Estábamos creciendo y nos estábamos separando como la vida tan a menudo hace
con aquellos que alguna vez fueron cercanos. Pude ver que Peri y Steve estaban
apasionadamente enamorados el uno del otro y el que cedieran a sus sentimientos
no los separaría, de hecho, era probable que Steve pidiera que se unieran en
matrimonio en la vida real también. Yo estaba decidida a conseguir que estos dos
se juntaran esta noche, antes de que perdiera mi oportunidad. Sabía lo que tenía
que hacer. Fui, me quede junto a la barra y comencé a beber mis tragos para tomar
valor. Una hora más tarde, fui a buscar a Peri.
Esto puede tardar un rato, me dije a mí misma. Por lo tanto, le dije que no podía oír
muy bien y que mejor fuéramos a encontrar un lugar más tranquilo. Los llevé a
ambos a mi dormitorio y cerré la puerta. Steve se sentó en la silla del escritorio y
Peri y nos dejamos caer sobre la cama. Él siguió hablando de su viaje como si yo
fuera a escribir un documental sobre él. Era detallista, lo reconozco, pero caramba
amigo, aprende a resumir.
Los tragos empezaron a hacer efecto y mis bragas comenzaron a quemar mientras
me daba cuenta de que era mi oportunidad de hacer que estos dos estuvieran
juntos, mientras hacía realidad la fantasía que había tenido en secreto durante años.
Hacía calor en mi habitación, como hacía en Bakersfield a menudo, así que me
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El Club de las Excomulgadas
desabroché la camisa, me quité los vaqueros y me dejé caer de nuevo en la cama
con solo mi sujetador y mis bragas.
—Así está mejor —Dije, más que nada para mí misma, pero lo suficientemente
fuerte para ser oída.
Los ojos de Peri se abrieron un poco y Steve siguió hablando. Sí, estaba bien
borracho. Ni se había dado cuenta. Sin embargo, Peri si lo hizo. Era evidente que
no estaba segura de lo que debía hacer, así que me acerque y comencé a
desabrocharle la camisa. Ahí vamos, ella estaba bastante bebida, pero sin duda tenía
el suficiente sentido común para ver esto como su oportunidad. Su oportunidad de
decirme adiós correctamente y comenzar lo que esperaba fuera su nuevo comienzo
con Steve. Ella se hizo cargo de desabrocharse la camisa y los pantalones vaqueros
y pronto estaba en la cama con nada más que un sujetador de encaje y sus bragas a
juego. Era evidente que había esperado que esto sucediera esta noche, porque las
Para este momento, Steve seguía hablando, pero su voz tenía un tono diferente. Un
poco inseguro, un poco excitado. Acababa de empezar a describir su nueva rutina
de ejercicios en Francia y continuó haciéndolo, pero con muchas más pausas entre
las palabras.
—He aprendido viviendo aquí, que cuando hace tanto calor, todo lo que puedes
hacer es quitarte la ropa y tratar de no dejar que te moleste —Le dije.
Steve asintió con la cabeza levemente. Peri, siendo la mujer inteligente que es, se
dio cuenta de que era el momento para darle a su hombre lo que la mayoría de los
hombres sueñan. Dos mujeres a la vez. Pero él seguía hablando, borracho y sin
saber a dónde iba esto. Peri se inclinó y me besó en el hombro, y luego prosiguió a
besar mi cuello. Con mi cabeza ligeramente inclinada para que pudiera obtener un
mejor ángulo, mis pezones al instante se pusieron duros como guijarros. Peri movió
su cuerpo por lo que tuvo un mayor alcance para poder mover lentamente una
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mano a mi otro brazo, lo acarició y luego pasó la mano por sobre mi pecho. Yo
gemí. Steve finalmente dejó de hablar. Ya teníamos su atención ahora.
Peri se movió encima de mí. Su cabeza estaba en mis pechos y comenzó a chupar
suavemente y mordisquear mis pezones. Cada uno de ellos recibiendo su turno.
Mis caderas instintivamente se alzaron contra ella y su mano encontró mi
entrepierna. De nuevo gemí y arqueé la espalda y empezó a tantear mi clítoris.
Luego deslizó su dedo dentro de mi agujero caliente y húmedo. Rápidamente al
Steve nunca haría eso por mí o para mí, pero por Peri haría cualquier cosa. Así que
se acercó con los pantalones a punto de estallar y la miró.
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Ella movió su cuerpo para que su cabeza estuviera justo sobre mi clítoris, abrió mis
labios separándolos y suavemente lamió mi clítoris. Me estremecí. Ella sonrió.
Steve comenzó a entender y chupó y froto mis pechos mientras Peri volvió a
lamerme. Yo estaba tan mojada que pensaba que era imposible que me empapara
más, pero Peri me probó lo contrario. Empezó a lamer, succionar, y tirar un poco
de mi clítoris con su boca. ¡Dios! Luego, regresaron sus dedos a mi coño mientras
trabajaba la parte exterior con la boca. ¡Oh, mierda! Estaba a punto de correrme.
Ella me miró, sintiendo mis muslos temblar y dijo:
—Anda hazlo, es temprano y vamos a hacer esto muchas veces, varias veces más.
¡Oh mierda! Ella puso su cabeza hacia abajo entre mis muslos y comenzó a
mordisquear y a lamer mi clítoris mientras me follaba con su mano hasta donde
llegaba. ¡Joder! ¡Joder! ¡JODER! No estaba lista todavía. Quería que ella se divirtiera
también, por lo que me retorcí y moví mi cuerpo fuera de su alcance.
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tener un orgasmo con Steve, aunque tuviera que ayudarse a sí misma a llegar hasta
allí. Tendría tiempo de sobra para enseñarle y guiarlo a la perfección en los largos
años que vendrían.
Peri estaba al estilo perrito con la cabeza y las manos entre mis piernas, sujetando el
vibrador y disfrutando de verme estar tan cerca de correrme encima de ella,
Peri se excitó con eso. Finalmente permitió que Steve tocara su clítoris y deslizara
sus dedos dentro de ella, mientras empezó a embestir el plástico dentro de mí hasta
donde llegaba. El vibrador estaba a todo lo que daba y me estaba llevando más allá
del punto de retorno. Sí. Sí. Sí. ¡Sí! ¡Sí! ¡SÍ! ¡SÍ! Tan pronto como me vine, ella me
volteó y agarró a Steve por su polla.
—Fóllala —Steve parecía que acababa de ganar la lotería. Me agarró las caderas y
se deslizó antes de que alguien estuviera lo suficientemente sobrio como para darse
cuenta de lo que estábamos haciendo.
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Dios, era enorme. No tan grande como para arrepentirme de mi decisión, pero lo
suficiente para que mis entrañas se llenaran hasta el borde y que apenas pudiera
moverme para llegar al orgasmo. ¡Mierda! Peri comenzó a frotar el culo de Steve y
sus bolas, mis senos y mi clítoris. Después de unos minutos, estaba claro que
necesitaba un papel más importante en todo esto. Tiró de nuevo de Steve y se
arrodilló en la cama justo a la derecha de mí. Las dos estábamos estilo perrito con
el culo y coños pidiendo la polla dura.
—Yo también —Steve claramente entendió el mensaje. Dio un paso atrás, se movió
al costado y empaló a Peri. Su cuerpo pequeño logró hacer frente a todo, pero era
claramente más de lo que esperaba. Después de unos pocos envites, su rigidez se
relajó y empezó a moverse, gemir y montar a Steve como siempre había querido.
Yo estaba a punto de correrme de nuevo sólo con mirarlos. Me di la vuelta sobre mi
espalda y agarré mi coño. Me estaba follando a mí misma, mientras que él la jodía.
No soy normalmente alguien que chupa pollas, pero esta vez, quería ser parte de
todo. También yo me di la vuelta, y comencé a luchar con la boca de Peri, con mi
lengua y mis labios, mientras trataba de conseguir un poco de la polla de Steve y de
sus bolas. Entonces, Peri y yo comenzamos a besarnos de nuevo. Más fuerte esta
vez. Todos necesitábamos corrernos rápidamente. Nos estábamos agarrando
nuestros senos y la polla de Steve. Nos lamíamos, chupábamos y
mordisqueábamos todo lo que podíamos. Steve empezó a acariciarse a sí mismo de
nuevo. Las dos sonreímos. Nos trasladamos a la cama, y Peri, una vez más se puso
sobre mí, pero con la cabeza en mi coño y mi cabeza en su coño. Nos empezamos a
lamer, chupar y a follarnos con los dedos. Steve se puso encima de nosotras y
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comenzó a gruñir. De vez en cuando, Peri tomaba un descanso de mi coño y
tomaba la polla de Steve en su garganta.
Los tres seguíamos turnándonos después de que la fiesta terminara. Al día siguiente
me desperté en una maraña de sábanas y mantas.
La nota decía, "Nos fuimos a Europa. Gracias por los recuerdos. Amor, Peri y Steve".
FIN
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El Club de las Excomulgadas
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