Cuadernos de Campo Psicosocial

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Cuadernos del Campo Psicosocial

Largo camino en democracia…


demandas, reclamos y exigibilidad de derechos.
Cuadernos del Campo Psicosocial

Largo camino en democracia…


demandas, reclamos y exigibilidad de derechos.

Coordinador Editorial: Ana M. Correa

Colaboración: Andrea Bonvillani

Universidad Nacional de Córdoba


Facultad de Psicología
Título: Largo camino en democracia…demandas, reclamos y exigibilidad de derechos.
Autores: Ávila, Olga Silvia; Bonvillani, Andrea; Correa, Ana María; Enriquez, Eugene;
Jugo Beltrán, María Clemencia; Plaza, Silvia.

Avila, Olga Silvia


Largo camino en democracia... : demanda, reclamos y exigibilidad de derechos / Olga
Silvia Avila ; Andrea Bomvillani ; Ana M. Correa ; coordinado por Ana Correa. - 1a ed. -
Córdoba : Brujas, 2013.
160 p. ; 25x17 cm. - (Cuadernos del campo psicosocial / Ana Correa; 4)

ISBN 978-987-591-401-8

1. Psicología Social. I. Bomvillani , Andrea II. Ana M. Correa III. Ana Correa, coord. IV.
Título.
CDD 302

© Editorial Brujas
1° Edición.
Impreso en Argentina
ISBN: 978-987-591-401-8

Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723.


Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de tapa, puede ser reprodu-
cida, almacenada o transmitida por ningún medio, ya sea electrónico, químico,
mecánico, óptico, de grabación o por fotocopia sin autorización previa.

www.editorialbrujas.com.ar publicaciones@editorialbrujas.com.ar
Tel/fax: (0351) 4606044 / 4691616- Pasaje España 1485 Córdoba–Argentina.
Cuadernos del Campo Psicosocial

UNIVERSIDAD NACIONAL DE CÓRDOBA

FACULTAD DE PSICOLOGÍA
Decana
Lic. Claudia Torcomián

Vice-decana:
Mg. Cristina Petit

COMITÉ EDITORIAL:

Lic. Ana M. Correa


Lic. Monica Pan
Mgter. Horacio Paulin
Lic. Silvia Plaza
Mgter. Cristina Petit
Lic. Andrea Pujol
Mgter. Maite Rodrigou Nocetti

Nº 3 - “Teorías e intervenciones en Psicología Social” 5


SUMARIO

Presentación..........................................................................................9
Ana Correa

Acá es donde el concepto se me escapa. (alumno psicología social en 1996)...... 19

El desafío de las democracias....................................................................21


Eugene Enriquez

Subjetividad(es) política(s) en el marco de programas de atención


temprana a niños en situación de pobreza...............................................25
Andrea Bonvillani

Sujetos, historia social y Educación. Reflexiones desde el trabajo de


campo en contextos de raigambre obrera................................................47
Silvia O. Avila

Acompañamiento psicológico en juicios de crímenes de lesa humanidad.


Juicio Videla- Menéndez............................................................................61
Silvia Plaza, en colab.

Reflexiones de la experiencia de formación en Derechos Humanos....125


Ana Correa, en colab.

Reflexiones sobre mi trabajo intelectual en las cárceles de la ciudad de


Córdoba....................................................................................................141
Maria Clemencia Jugo Beltran

Acerca de los Autores...............................................................................155

Ávila, Olga Silvia


Bonvillani, Andrea
Correa, Ana María
Enriquez, Eugene
Jugo Beltrán, María Clemencia
Plaza, Silvia.
PRESENTACION

“No hay nada más agradable que trabajar con las personas
que demandan tu intervención, que construyen con vos, en una
relación de paridad, nuevas relaciones profesionales, nuevos modos
de reparto del poder, y otra manera de vivir en conjunto. La pala-
bra emerge, el diálogo se instaura, las angustias surgen, las tensiones
se manifiestan, las máscaras caen. El trabajo procura a todos el
gozo, es decir, el placer íntimamente ligado al sufrimiento. Todo
el mundo está en peligro pero todo el mundo puede entrever otros
horizontes. Los deseos hallan “las palabras para decirlos” y cada
uno explora los límites de su poder. Así se develan conscientemente
las creaciones de la historia”. (Enriquez,E. 2004)

Nada más estimulante nos decía durante -su presencia en nuestra


Universidad Nacional de Córdoba en 2004 y nos contagiaba- Eugene En-
riquez, que trabajar con otros para construir y explorar en las tramas de las
relaciones sociales -en organizaciones, grupos, instituciones- los juegos y
límites de su poder. Un motor del desarrollo de las propuestas en psicología
social en investigación e intervención en el desordenado río de la vida en
pos de la realización de la democracia.
Este Cuaderno del campo Psicosocial “El largo camino en democra-
cia… demandas, reclamos y exigencias de derechos” presenta un transitar
por modos de pensar y construir problemas en un proceso social e histórico
de argentina donde toma visibilidad la reproducción e innovación de repre-
sentaciones sociales en relación a prácticas y experiencias en la cotidianeidad,
de las cuales fuimos aprehendiendo.
Desde los comienzos de nuestra incorporación en las cátedras uni-
versitarias a fines de los años ochenta, la preocupación y ocupación por la
democracia siempre estuvo en debate siendo de interés reconocer en que
momento nos encntrabamos, si aún en procesos de transición y/o en pro-
cesos de consolidación.
En los primeros momentos de la cátedra, hubo que generar y legitimar
un orden distante del autoritario y una vez instaurada la institucionalidad
9
Cuadernos del Campo Psicosocial

democrática recomenzar, con otro nivel de conciencia, a deliberar acerca


de los derechos definidos y exigidos por la sociedad dando visibilidad a los
problemas de la desigualdad, la marginalidad, la pobreza en su real profun-
didad y complejidad social, económica y política.
Así pues, en el inicio el imperativo fue como menciona Lechner en
los “Patios interiores de la democracia “redefinir lo posible, no como perspectiva
unilateral de cada actor, sino como obra colectiva” para entender, desde la expe-
riencia cotidiana de la gente, sus miedos y deseos. Luego fue continuar con
la “tan necesitada luz pública para su desarrollo, (pues la democracia) esconde
patios traseros, algunos sórdidos y otros simplemente olvidados” (Lechner, 1988:
11- 27). Posteriormente hubo que consolidar procedimientos reconoceinedo
los procesos de legitimación y la vigencia de la ley, analizando “la manera
en que la gente organiza sus proyectos y planes de vida, las interpretaciones que
dan a sus experiencias vitales, deben ser comprendidas en un marco cultural
anclado históricamente”; desandando por el sentido común de los derechos
al reclamo de justicia (Jelin, E y otros, 1996:19-22).
Sin dudas la democracia, o más específicamente, la construcción
de la democracia, genera contradicciones y/o paradojas ante el sueño y las
aspiraciones del pleno ejercicio de derechos, en tanto, ser titular de derecho
significa que existe una pretensión justificada jurídicamente para habilitar a
una persona a hacer o no hacer algo. Y a la vez cumplir obligaciones y deberes
correlativos sobre otros sujetos. Este problema y sus debates subyacen en el
desarrollo de las producciones académicas e interpelan las representaciones
que orientan los comportamientos en el ejercicio de sus sus derechos y/o
reclamen frente a una autoridad judicial. En efecto, entendemos que es un
largo camino de luchas y conquistas de la ciudadanía, donde se reproducen
e innovan concepciones profundamente arraigadas respecto de las posiciones
de sujetos con aspiraciones de autonomía.
“La democracia es una gran pasión y una larga lucha y es
necesario que las personas deseen ser democráticas. Pero, el deseo
de quienes no han vivido en democracia es tener un nombre, ser
reconocido y para ello, muchas veces, se construyen líderes fuertes”.
(Enriquez, 2004)

Es un proceso que atravesamos desde la Universidad pública experi-


mentando, aprendiendo, transformándonos y haciendo jugar la capacidad
ideativa. Un pensar, saber, hacer y conocer, donde resonaba, alentando y
perturbando, la extrañación y la ilusión en la demanda de construir una

10 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

sociedad democrática. Analizar pues estas demandas era atravesar con los
cuerpos y todos los sentidos el movimiento de las instituciones adentro-afuera
con la necesidad de recrear nuevos sentidos de lo común y de lo público.
¿Desde qué creencias se funda y despliega la democracia? ¿Cómo se modi-
fican las relaciones sociales y las prácticas en las instituciones?¿Desde qué
principios éticos y políticos se sostiene la gobernabilidad?
“En la democracia deliberativa, señala Etchichury retoman-
do a Habermas, la formación de la voluntad política transcurre
en el marco de las instituciones y también en las interacciones que
transcurre fuera de ellas – en el ámbito formal e informal- donde
acciones comunicativas y estratégicas ocurren permanentemente”
(Etchichury, 2013:43)

En efecto, recuperamos a René Lourau (1975) cuando nos enseñaba


que la demanda más cierta es aquella menos perceptible. Está siempre en las
acciones humanas como si no existiera mediación entre el actor y la acción,
entre el sujeto y lo que éste objetiva. Pues la posibilidad de objetivar, implica
y expresa lo simbólico de la/s institución/es1, sus fallas y sus faltas. No lo que
se muestra, sino lo que se pierde. Es decir, el espesor semántico donde se
produce la mitificación; pues quien está en el mito, está en su realidad, sin
reconocer distancia alguna entre la realidad en que cree y la realidad que es,
por ello la demanda social muestra y representa los avatares del lazo social.
El análisis de la demanda en democracia y la reflexión de los proce-
sos de construcción de conocimiento e intervención, fue configurando un
campo de análisis psicosocial acerca del lazo social en un proceso histórico-
social donde acontece una desestructuración de las relaciones sociales. En
esta situación, Lourau (2001), incita a “cambiar la cerraduras del campo”
interrogando: ¿qué está ocurriendo?, ¿cuáles son los sistemas simbólicos de repre-
sentación que organizan el pensamiento?, ¿quién habla de quien?
De esta manera, nos acercamos a los modos relacionales instituidos
intentando escuchar y pensar en conjunto, usando herramientas o dispositi-
vos que suponemos nos permitirán comprender qué ocurre allí, y al mismo

1 “El sistema simbólico de la organización-institución no puede vivir sin segregar un conjunto de mitos
unificadores, sin instituir ritos de iniciación, de pasaje y de realización; sin darse héroes tutores (tomados
generalmente de entre los fundadores reales o imaginarios de la organización), sin relatar o inventar
una saga que ocupará un lugar en la memoria colectiva. Mitos, ritos, héroes, tendrán por función sedi-
mentar la acción de los miembros de la organización, servirles de sistema de legitimación y dar así una
significación pre-establecida a sus prácticas y a su vida” (Enriquez, E., La Organización en análisis.
1992. Paris. PUF. Traducción Ana Correa).

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 11


Cuadernos del Campo Psicosocial

tiempo sentir qué nos interpela, preguntándonos ¿qué hago ahí? ¿Cuál es mi
implicación en la situación?. Así, fuimos historizando la demanda desde los
registros de las tensiones entre el saber-no saber y el reclamo existencial actual
y reconociendo en ese proceso de consolidación de la democracia, cómo la
demanda deviene en reclamo, poder y resistencia.
“He aquí por qué los viajes a países políticamente exóticos
son útiles epistemológicamente: durante los años de dictadura mi-
litar, algunos países de América Latina vivían la interdicción de
los métodos grupales, muy simplemente porque este dispositivo de
formación, terapia, intervención, caía bajo el golpe de interdicción
de toda reunión. Aquí la exclusión no tiene por origen a la ciencia
sino a la política, es el Estado cuando se pone obscenamente en cue-
ros, ´su fuerza desnuda´, decía Max Weber” (Lourau, 2001: 39)

Este Cuaderno del Campo Psicosocial, es un trabajo interdisciplina-


rio de varios años, donde los artículos están organizados de manera tal que
posibiliten mostrar estos pasajes de demandas a reclamos y a más, exigencia
de derechos como resultante de las transformaciones del posicionamiento del
sujeto en una historia de construcción de la democracia. Por cierto, el largo
camino en democracia la apropiación y ejercicio de los derechos habilitaron
un actuar, decidir y elegir, otras subjetividades.
Un posicionamiento del sujeto político-colectivo con capacidad de
afrontar el malestar, las violencias y la angustia tantas veces experimentadas
y muchas naturalizadas en las instituciones, las organizaciones y grupos. Sin
duda este posicionamiento del sujeto político, resultado de luchas colectivas,
transforman los lazos sociales y la manera de hacer y ser, en consonancia con
la construcción de la “cosa común”. Se producen otras y nuevas tensiones
entre las disponibilidades estructurales de las instituciones y sus prácticas y
se crean nuevos acuerdos en pos de la autonomía.
Los trabajos compilados dan cuenta del largo camino recorrido de
un conjunto de docentes e investigadores desde la década de los noventa a
nuestros días.
“Acá es donde el concepto se me escapa”, es el texto de un alum-
no de psicología social en 1996 que se interroga y nos interrogaba a toda
la clase acerca de la construcción del concepto. Un cuestionamiento a la
visión heredada del pensamiento único, en que sólo podía entenderse a la
democracia como un modelo -moral- regido por la noción de convivencia
bajo la ilusión de igualdad.

12 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

“El desafío de las democracias” resulta de una entrevista realizada


Eugene Enriquez con motivo de su visita a Córdoba en 2004 y completada
en Paris en 20122. El desafío resulta ante el conflicto ineludible que produ-
cen las reglas o su ausencia, en el juego de relaciones de poder; dejándonos
movilizados e inquietos acerca del lugar del “interviniente”. Cuestiona el
autor la amalgama entre mercado y democracia, producto del neoliberalismo
en la década de los noventas, que utilizó los miedos y la fragmentación
anterior para sostener el modelo. Posteriormente confirma su actitud como
interviniente en afirmar al sujeto en tanto sujeto deseante capaz de pensar
por sí mismo ante maneras de vivir injustas y violentas.
Andrea Bonvillani, reflexiona en “Subjetividad(es) política(s) en
el marco de programas de atención temprana a niños en situación de
pobreza” una intervención realizada en un contexto social de profunda “de-
vastación económica, social e institucional en el año 2001” cuando se produce
una sensación de abismo. En este marco, la autora plantea interrogantes a la
“matriz de relación Estado-ciudadano que promueven” subjetividades polí-
tica, en las singulares modalidades de atención y cuidado de niños/as, en las
que, paradojamente se proponen modalidades participativas y autogestión
de los pobres. Destaca con énfasis:
“es necesario que se reconozca a los niños como sujetos plenos
de derechos y que, en consecuencia, la política social exprese la ins-
titucionalización de la vigencia de los mismos, con la consecuente
expansión de la respuesta a sus necesidades de desarrollo integral”.

Silvia Ávila en “Sujetos, historia social y Educación. Reflexiones


desde el trabajo de campo en contextos de raigambre obrera”, despliega
las vicisitudes de trabajadores habitantes de los primeros barrios obreros de
Córdoba, cercanos a la ex Fábrica Militar de Aviones, hoy Fábrica Argenti-
na de Aviones, en la manera de estar afectado por el neoliberalismo de los
noventa y la incidencia en los procesos de escolaridad de los niños y niñas.
A partir de las políticas de estado de 2003 y a consecuencia de la
crisis institucional, se transforman las demandas en reclamo de memoria,
verdad y justicia. En este sentido, la concreción de juicios a crímenes de lesa
humanidad significó una profunda transformación en la institucionalidad de
los derechos; por ello, la presentación del informe 2010 “Acompañamiento

2 El texto fue completado en Paris en ocasión de la invitación a dictar un seminario sobre experiencia
en el terrorismo de estado en Master de Sociología clínica, bajo la Dirección de Vincent de Gaulejac.
Laboratorie de Changement Sociale. Denis Diderot. Paris. FranciaI

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 13


Cuadernos del Campo Psicosocial

psicológico en juicios de crímenes de lesa humanidad. Juicio Videla-


Menéndez”, realizado por un equipo de profesionales coordinado por Silvia
Plaza, es un documento de un enorme valor por el trabajo el contenido, la
metodología y el compromiso político de nuestros profesionales psicólogos
y pone en evidencia que,
“Hoy los derechos humanos son política de estado, desde donde
se propician políticas de la memoria (…)se realiza un reconocimiento
explicito de la lucha de los organismos de derechos humanos, se facilita
la recuperación de los “lugares de muerte” y la transformación en “sitios
de memoria”3 se derogan las leyes de obediencia debida y punto final”

En este nuevo contexto, la Universidad Nacional de Córdoba, en sus


primeros 400 años asume, durante la gestión de la primera rectora mujer en
Argentina, una política académica activa en construcción de ciudadanía y
generación de herramientas de exigibilidad de los derechos.
“Es claro que esta Universidad -afirma Carolina Scotto-,
no es una institución más (…) Nuestra universidad ha formado
y ha tenido profesores investigadores así como intelectuales de
nota, grandes personalidades, sin los cuales este país no sería lo
que es. Por eso -recuerda Scotto-, la Universidad tiene un pasado
más antiguo que el Estado nacional argentino (…) y, por ello,
hay que analizar y trabajar con la sociedad en su complejidad
(…), poniendo el acento en la construcción colectiva, en buscar
trabajosamente los consensos y en llevar proyectos hasta donde esos
consensos los permiten, ese es el desafío” (Discurso de apertura
de su gestión, 2007)

Fue desde entonces que se llevan a cabo un conjunto programas


orientados hacia otra manera de construcción de conocimiento, sosteniendo
la autonomía de los sujetos como fundamento de los derechos. Definición
del quehacer con “otros” desde los derechos humanos, creando campos de
análisis interdisciplinarios y críticos acerca de las cuestiones referidas al ac-
ceso, ejercicio, exigibilidad.
El artículo “Reflexiones desde la experiencia de formación en
Derechos Humanos”, en el Servicio Penitenciario de Córdoba bajo la
3 En Córdoba se han recuperado hasta el momento tres centros clandestinos: D2 (ámbito de actuación
del Archivo Provincial de la Memoria y de la Comisión Provincial de la Memoria), Campo “La Perla” y
Campo “La Ribera” (que el 24 de marzo de 2010 se inauguro oficialmente).

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Cuadernos del Campo Psicosocial

coordinación de Ana Correa, examina las exigencias del enfoque de dere-


chos humanos ligados a la construcción de las instituciones en Democracia.
Implica apuestas y desafíos que:
“más allá de concebir a los derechos como una norma de
convivencia básica fundada en el respeto por un derecho individual
inalienable sino que esta apuesta fue construir un espacio de “lo
común”, de aquello al que todos pertenecemos sin que pertenezca a
nadie en particular, es decir, que nadie en particular tiene la po-
testad por sobre otros de definirlo, interpretarlo, darle un sentido”.

“Las Reflexiones acerca mi trabajo intelectual en las cárceles de la


ciudad de Córdoba” realizadas por Clemencia Jugo Beltrán da una profun-
didad analítica, ética y política al debate de derechos humanos en la cárcel.
En este trabajo, se realiza una crítica propositiva y conceptualización de esta
experiencia de intervención, inédita en el país, en referencia a lo propuesto
por Kusch sobre la marginalidad
“Carentes de todo, fundamentalmente de respeto y recono-
cimiento, obligados a la supervivencia de cualquier manera o de
todas maneras, nuestros hermanos han perdido la referencia a la
tierra y al cielo; se han alejado de sus muertos y de sus dioses; se
han desarraigado de la comunidad de origen” y, desde Levinas
señala “es en el ‘cara a cara’ con el otro donde la libertad se pone
en tela de juicio como injusta, como posibilidad de amo y juez,
más ninguna acción de la libertad podría constituirlo ni apropiarse
del rostro del otro”.

En definitiva, la densidad de los contenidos plasmados en este Cua-


derno Psicosocial que llamamos “El largo camino en la democracia…
demandas, reclamos y exigencias de derechos” busca instalar, en nuestros
lectores, principalmente estudiantes de grado, maestrandos, profesionales, el
emprendimiento para que se transforme en un “interpelador del pensamien-
to” de las contradicciones y/o las dudas que surgen de las intervenciones e
investigaciones, como acciones de un programa científico, social y político
de la Universidad Nacional de Córdoba en democracia.

Ana M. Correa
Córdoba, 22 de septiembre 2013

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 15


“Trato de reflexionar acerca de que las sociedades son tur-
bulentas y aún paradojales y nos meten en situaciones imposibles.
En esto me interesa poner de relieve que no estamos solos, que se
obra en grupos que son verdaderos colectivos, movimientos sociales
innovadores que tienden siempre a cambiar el mundo, tanto como
sea posible, en un contexto preciso, y esto vale para entender un
sentimiento democrático”

Eugene Enriquez
ES ACA DONDE A MI SE ME ESCAPA EL CONCEPTO
DE DEMOCRACIA

Alumno de psicología social, turno noche. 1996

¿Qué es democracia? Intenté respondérmela muchas veces a esta


pregunta y a cada intento obtenía una respuesta diferente. Entre tantas,
logré extractar una conclusión, pero antes de dárselas, quisiera que repitan
conmigo el camino que seguí para obtener dicha conclusión.
Si me refiero a la etimología de la palabra, tendremos que DEMOS
es pueblo y KRATOS es poder, podríamos decir que se trata del poder del
pueblo y si, además, recurrimos a un diccionario nos encontramos con una
definición parecida a esta “doctrina política favorable a la intención del pueblo”,
“predominio del pueblo en el gobierno de una nación o país”.
Bien, hasta aquí entiendo a la democracia como algo parecido a esto:
Es un estado de organización social en el cual toda la población, o por lo
menos una gran mayoría, son partícipes en las decisiones a tomar y, sobre
las acciones a llevar a cabo en lugar –o territorio- donde se ejerza soberanía.
Indica también, que puedan ser partícipes (activos y no pasivos) de la distri-
bución de las riquezas entre las personas por pertenecer a esa organización.
La participación activa, es lo que le daría el famoso “poder al pueblo” para
poder participar y fundamentalmente decidir.
Esto cambiaria la acepción del término PODER dejando de ser sinó-
nimo de FUERZA o de potencia, para ser simplemente sinónimo del verbo
poder, yo puedo, tu puedes, nosotros podemos. No se trata de que el pueblo
tenga sólo la fuerza de decidir, sino que el pueblo pueda decidir y lo haga.
Esto me parece muy importante, puesto que si seguimos con la acep-
ción de que poder es fuerza, se correrá el riesgo de que una parte de la sociedad
que tuviere más poder que la otra, se transformase en el pueblo (pues tiene
el poder), y por ende esa parte poderosa decidirá sobre la otra. Si además
escucháramos a los políticos, estos definen a la democracia como el derecho
al voto y a la libre expresión, derechos recuperados después de las dictaduras
militares. No pareciera haber contradicciones con la primera definición, y
no es mi intención cuestionar el derecho al voto, pues son fundamentales

19
Cuadernos del Campo Psicosocial

y primeros para una democracia, pero no son por si solos suficientes para
ser una democracia. Basta con salir a la calle o mirar el noticiero, para que
a uno no le cierren las cuentas. Pues si yo pensé que en una democracia hay
decisiones una vez cada cuatro años, ya que nosotros por ejemplo no elegimos
este, ni este otro plan económico en forma directa.
Pero ¿cómo decidir sin entender lo que es un Plan Económico, sin
educarnos?. Pero que pasa, cuando decidimos estudiar no se puede, ya que
no comenzaron las clases por no haber disponibilidad edilicia, ni docente.
Entonces me pregunto ¿Quién decidió por nosotros la cantidad de alumnos
que pueden estudiar? ¿No somos nosotros quienes deberíamos elegir dónde
estudiar?
Por suerte, también el derecho a expresarnos para participar en de-
mocracia. Que se hizo, se salió a manifestar en repudio a una ley para la
educación superior y como en democracia participativa en que nos hallamos,
se nos escuchó, se nos comprendió, pero lo mismo la ley se sancionó. Al
igual que los jubilados, quienes participan democráticamente reclamando
por jubilaciones dignas, pero esta participación es válida hasta la vallas de
policía… o sea, que ni tampoco participan en el Congreso. Es acá donde
a mí se escapa el concepto de democracia, quedándome dos alternativas: o
busco un concepto que se adecue a lo que pasa, o lo que pasa se tendría que
adecuar al concepto.

20 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


EL DESAFIO DE LAS DEMOCRACIAS
Una mirada crítica desde las intromisiones del mercado hasta nuestros días

Eugène Enriquez4

A partir del siglo XVIII Europa ha conocido el éxito de la democracia


y del capitalismo. Pero, poco a poco, la lógica del mercado ha ido creando
mecanismos corruptos en las democracias. Es decir que el mercado ha ve-
nido a apartar los valores de prestigio, honor y dignidad, dejando subsistir
solo el deseo de reconocimiento, que aparece la mayoría de las veces como
reaccionamiento en las sociedades contemporáneas.
En lo que respecta a la democracia, me parece que ella, al menos
en Francia, esta confiscada por una clase política homogénea que tiende a
borrar la herencia de la Revolución Francesa y en lugar de constituirse en la
expresión de la ciudadanía, el político es remplazado por un oficio formado
en las mismas escuelas donde se aprende administración y gestión. Los hom-
bres políticos y los altos funcionarios conforman un espíritu de cuerpo aun
cuando están en campos opuestos y en lugar de reforzar la solidaridad entre
ciudadanos y entre ellos, contribuyendo al debilitamiento del lazo social.
Si retomamos los acontecimientos del 11 de Septiembre, es preciso
decir que el ataque a los Estados Unidos fue consecuencia no solo de las redes
terroristas islámicas sino una reacción a las humillaciones, reales o supuestas
como tales, que Norteamérica ha hecho sentir a muchos países.
Baudrillard (2002) tiene razón al decir que el Bien (si es que hay Bien)
no puede erradicar el Mal, puesto que Bien y Mal no son opuestos sino que
crecen juntos. Mas una nación se vuelve rica, en el, en el mismo tiempo, otra
nación se vuelve pobre; mas una institución se muestra fuerte, mas ella se
fragiliza. El sentido que hay que encontrarle a todo ello es asombrosamente
simple, aunque los poderosos tengan dificultades para acercarse a una verdad
enceguecedora: no se puede tensar hasta los extremos sin considerar que ello
produce efectos de retorno.
Por consiguiente, toda política ha de ser exigente, limitada, alejada

4 Eugene Enriquez realizó una conferencia sobre la construcción de la democracia (2004) y, fue en-
tonces cuando se lleva a cabo esta entrevista que fuera completada y revisada en 2012, en Paris. Francia

21
Cuadernos del Campo Psicosocial

de tendencias paranoicas y perversas.


Las ideologías de unificación (que los individuos toman para rea-
segurar / se) deberían ser combatidas por una formación y una educación
susceptibles de hacer hombres capaces de afrontar en si procesos mortíferos.
Hay que estimular un pensamiento que implica no solamente una
voluntad de distinción radical sino un deseo de compartir, cambiando las
relaciones en los grupos y en las organizaciones, cultivando las diferencias y
rechazando el narcisismo de las pequeñas diferencias que llevan a desprecios
mutuos.
A partir del momento en que el bienestar – o al menos ciertas formas
de bienestar – se plantea como un derecho, el Estado y la Nación deben
posibilitar su acceso. Las desigualdades que se plantean en los salarios, por
ejemplo, son aceptables en sociedades donde existen condiciones para la
movilidad e incluso fuertes probabilidades de lograr ascensos sociales. El
sentimiento de injusticia nace cuando no existe un ascenso social sino, por
el contrario, cuando la movilidad es descendente.
El régimen democrático entonces tiene legitimidad en la medida en
que permite a todos los individuos, sin importar que lugar ocupen en la
escala social, esperar que ellos o sus hijos accedan a las más altas funciones
en un país. Cuando caen estas promesas, las personas se decepcionan y crece
el sentimiento de injusticia.
Sin embargo, los individuos en las democracias occidentales no han
tomado conciencia de la jaula de hierro (usando la expresión de Weber) en la
que están viviendo, en el sentido de la corrupción inherente a la democracia
que ya señale desde 1974 y que se instala con la ideología de progresión-
progreso.
Se presupone, además, que en las democracias hay ciertas ideas de
base o ciertas virtudes de las personas como el deseo de ser aceptable y se
presupone, también, que ese deseo llegara hasta donde lo social lo permita.
Sin embargo, como el deseo no puede poner/se un limite, el hombre es co-
rruptible. Evidentemente, hablar de deseos crea desconfianza porque estos
cuestionan el orden en el que los hombres están inmersos. Conviven deseos
altruistas, que reconocen al otro en tanto otro, y deseos destructivos. Es de-
cir que el problema de las sociedades es decidir que deseos alentar y cuales
reprimir, sin tomar en consideración que aquellos que fueron reprimidos y
/o rechazados podrán, en otro momento, ser aceptados. Y esto es siempre
histórico. Esta es la razón por la que todo sistema social deberá “ser aproxi-

22 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

mativo”, compuesto de permisiones e interdicciones. Podremos preferir mas


un sistema que otro pero no podremos jamás encontrar “la ley y la formula”,
según la bella expresión de Rimbaud. Cada sociedad, por lo tanto, ha de
pronunciar la validez y la legitimidad de ciertos deseos narcisistas, altruistas
y destructivos. Sin embargo, y retomando el sentimiento de injusticia, me
parece que es más pertinente decir que este sentimiento se experimenta en
las sociedades capitalistas, este sentimiento se experimenta en los hombres
olvidados. Entiendo que el termino “abandono” es mas adecuado que “ex-
cluido” o “marginalizado”.
Estar abandonado es estar librado a sí mismo y esto es lo que la gente
vive como injusta; el tener que sobrevivir en una sociedad donde no se la
reconoce y en la que ni siquiera parece existir. Esto plantea el interrogante
de si en realidad no deberíamos hablar de una sociedad enferma cuando esta
se desarrolla negando la existencia de algunos hombres y, mas aun, cuando
esta idea triunfa. Los pobres no tienen derecho a existir. Hay una elite, otros
próximos a esa elite y otros abandonados y olvidados. No es que no tienen
derecho al reconocimiento, derecho al bienestar m derecho a los derechos…
no tienen derechos a existir. Tal vez por eso mismo ellos reclaman solamente
el derecho de sobrevivir y no de vivir.
Sin dudas, la cuestión del poder está siempre como ejercicio de fuerza
y de resistencia. Pues cuando en la teoría acerca de las instituciones afirmo
que éstas capturan y regulan las fuerzas, arreglar los lazos, menciona Mauss.
Existen, a veces, y yo he visto, fuerzas brutales, en las guerras.
Hay, un fondo agonístico en las relaciones en su alteridad irreductible
que dan miedo. Y, por ello, siempre en las democracias hay que instaurar
siempre reglas basadas en principios de acuerdos para que la violencia no
se exprese en su desnudez. El conflicto da dinamismo y el consenso a todas
luces da una inercia. Pero, no hay conflicto sin poder, un poder que se habla,
se influencia, se opone y hasta una posibilidad de ruptura y, la guerra. Eso
lo sé muy bien, sino no me hubiera interesado en el poder. En efecto, aquí
tomo un ejemplo que mencione en entrevista con Claudine Haroche y que
ilustra el carácter paradojal del poder en las democracias, lo cual, no implica
sacar conclusiones a manera de verdades, tan criticadas por Foucault y tan
cara a sus seguidores.
Por una parte, destaco que pese a que las sociedades son injustas,
desiguales, colonialistas, imperialistas, han sido eso – instituciones creadas
por la civilización- y han permitido, a veces a los hombres crear autonomía.

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 23


Cuadernos del Campo Psicosocial

Y por otra, la manera de concebir el poder en Carl Schmit – quien fuera el


jurista del nazismo- toma el lado mortífero del poder ligado a la violencia y
crear el dilema amigo/ enemigo. En éste ejemplo vemos tanto el poder como
potencia de conflicto y caos y el poder que unifica – el Estado total- como
la única posibilidad de vivir en conjunto.
En definitiva, entiendo que todo pensamiento sobre el poder, de
conocidos y talentosos intelectuales, siempre tiene límites. Límites que
especificamos son inherentes a la generalización. En tanto al tomar aspec-
tos particulares suelen salirse de los fundamentos y, en cierta medida, son
impasses en las conclusiones acerca de lo que conocemos tradicionalmente
como democracias.
En suma, debo aclarar que casi todos mis escritos han tenido por
objeto describir lo no-dicho de esas sociedad edificadas sobre visiones idea-
lizadas de ellas mismas, en el cierre “De la horda al Estado” me pregunto si
no estamos siempre intentando armar un Estado de Horda; hasta mis textos
más recientes donde como menciona Castoriadis, otro admirado intelectual
y amigo, que el imaginario es mas catastrófico. Trato de reflexionar acerca de
que las sociedades son turbulentas y aún paradojales y nos meten en situacio-
nes imposibles. En esto me interesa poner de relieve que, no estamos solos,
que se obra en grupos que son verdaderos colectivos, movimientos sociales
innovadores que tientan siempre cambiar el mundo tanto como sea posible
en un contexto preciso y esto vale para entender un sentimiento democrático.
La vida es un conjunto de fuerzas que se oponen a la muerte, dice
Bichart.

Textos de Referencias del autor


Enriquez y Haroche (2002): La face obscure de democraties modernes. Eres. Sociologie
clinique. Fr.
Enriquez Eugene (2011): Desir et resistences: la construction du sujet. Entretiens avec
Birman et Haroche. Parangon.Fr.

24 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


SUBJETIVIDAD(ES) POLÍTICA(S) EN EL MARCO DE
PROGRAMAS DE ATENCIÓN TEMPRANA A NIÑOS EN
SITUACIÓN DE POBREZA

Andrea Bonvillani

Consideraciones iniciales: el sentido de revisar un texto escrito hace


más de una década
Este trabajo que fue escrito originalmente en el transcurso de 2002,
resultó de los análisis de una experiencia de investigación5 realizada durante
el año anterior.
Partiendo del supuesto que las políticas sociales en sus distintas
expresiones producen efectos a nivel de la subjetividad de sus destinatarios
porque traducen una modalidad particular de relación Estado-ciudadanos, el
propósito general de este artículo es explorar la incidencia de una modalidad
de intervención estatal destinada a la pobreza infantil en la construcción de
la subjetividad política en los niños destinatarios.
Para ello consideré un proyecto de atención a la niñez en situación de
pobreza de la ciudad de Córdoba subsidiada por el Estado provincial, cuya
gestión dependía en aquel entonces de distintas organizaciones comunitarias
(cooperativas, mutuales, asociaciones civiles, etc.)
Revisar este trabajo hoy, a más de diez años, implica un desafío im-
portante en múltiples aspectos. Lo primero que me pregunté cuando inicié
esta tarea fue: ¿qué sentido tiene afrontar esta revisión? Paradojalmente este
“proyecto”, implica un volver la mirada hacia atrás de múltiples formas:
revisar prácticas de investigación, y por eso, de encuentro con los otros; así
como modos de construcción del sentido y de escritura. Según lo que mi
memoria me permite recordar, éste fue uno de los primeros trabajos que
escribí, y, entonces, podría considerárselo una suerte de “balbuceo”, si lo
inscribimos en mi trayectoria como un sujeto “investigante”. En este sentido,
me pone en el compromiso de ejercitar la reflexividad sobre los supuestos
con los que estaba pensando y construyendo mis “objetos teóricos” en aquel
5 Proyecto “Principales significados y contenidos que el niño incorpora sobre el trabajo a inicios de la
socialización”, contó con la dirección de Ana Correa y la co-dirección de Horacio Paulín y fue subsidia-
do por la Secretaría de Ciencia y Técnica de la Universidad Nacional de Córdoba. Periodo 2001/2002.

25
Cuadernos del Campo Psicosocial

momento, para objetivar que, en efecto, la experiencia de producción de


conocimiento es siempre situada.
Si el atravesamiento de las cuestiones políticas, sociales y económicas
es una marca de la producción textual, aquí se lo puede ver impregnando
las lógicas de lectura posibles, en tanto late con insistencia en la experiencia
que se intenta narrar. Aparecen de este modo alusiones permanentes a un
modo de experienciar la relación con lo “estatal” atravesadas por un carácter
asistencial y casi tutelar, que se inscriben en el clima de política neoliberal que
caracterizó la década de los 90´ en nuestra región, colapsando justamente a
fines del año en que se realizó el trabajo de campo de la investigación.
De este modo, re-leer este texto, es volver de algún modo a zambu-
llirse, en un clima de época cuyos rasgos sobresalientes parecen ya no estar
en el primer plano de nuestras vivencias cotidianas, sobre todo si advertimos
con Svampa (2008) la configuración de un nuevo escenario político en nues-
tra región, marcado por la crisis del consenso neoliberal, propio de aquel
tiempo. Cabe señalar entonces, que una primera apuesta que fundamenta
la revisión, es ubicar este matiz de contraste que produce la mirada actual,
en tanto habilita a preguntarse: ¿en qué medida habremos superado aquella
forma de relación asistencialista y tutelar con el Estado?; ¿hemos sido capa-
ces de producir nuevos modos de comprensión teórica y de abordajes en la
intervención, al calor de los procesos cotidianos que caracterizan la historia
reciente de nuestro país?
De este modo, el trabajo asume la tensión de re-pensar aquello pen-
sado hace más de diez años, desde el momento actual, intentando transitar
la propia reflexividad como “torsión de sí”, es decir: “la posibilidad de que
la propia actividad se vuelva objeto explícito (...) explicitación de sí como un
objeto no objetivo en la manera como lo son los otros objetos, simplemente por
posición y no por naturaleza” (Castoriadis, 2002: 102).
Se ensayará, en consecuencia, un esfuerzo por explicitar los distintos
contextos de producción textual (2001-2013) y sus impactos en las posibi-
lidades de pensar allá y aquí, al modo de “marcas” que éstos han producido
en el uso y creación de las categorías con las que intento pensar la imbricada
relación subjetividad(es) / política(s), en mi propia trayectoria de investiga-
ción. Así, por ejemplo, ocurre con la “ciudadanía” como modo de designar
ciertas experiencias de relación con lo público-estatal, que en el momento
actual de mis reflexiones aparece en cuestión.
Concretamente, el análisis que propongo se centró en algunos proce-

26 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

dimientos generales que hacen a la implementación del Proyecto “Centros


de Cuidado Infantil” y cómo estos delinean un determinado “modelo insti-
tucional” de atención a la niñez de sectores de pobreza urbana de la ciudad
de Córdoba. A su vez, se tensionó este nivel general con las modalidades
específicas que asume dicho Proyecto en uno de los centros de cuidado in-
fantil que lo integraban, interrogando los modos de relación con el Estado
y lo público que éstos promueven en los niños y sus familias.

1. Aquellos años recientes…


A fines de la década de los 90´ numerosos autores (Bustelo y Mi-
nujín, 1998) describían la generación de grandes zonas de vulnerabilidad y
exclusión en la sociedad argentina, como producto de un ajuste estructural
con distribución regresiva del ingreso y fuerte desocupación y precarización
del empleo, enmarcado en el neoliberalismo que caracterizó al llamado
“menemato” (Grüner, 1991).
Como punto culminante de este proceso de devastación económica,
social e institucional, el año 2001 se convertiría en una bisagra en la historia
argentina, al profundizarse la pobreza a niveles inimaginables, sumiendo a
nuestro país en una altísima precariedad política y una sensación generalizada
de cercanía con el abismo para nuestro país.
En este contexto con marcados signos de desintegración social, los
sectores pobres han sido los más perjudicados en las últimas décadas, tanto
por la pérdida /deterioro de sus ingresos como por la desprotección del
Estado. Esta situación se ha agudizado en el caso de los niños, por su alto
grado de desvalimiento biológico y emocional, propio del momento de su
desarrollo vital.
Todo lo cual hace absolutamente imperativo el reflexionar acerca del
impacto que tienen las acciones del Estado referidas a la niñez, puesto que
están presentes en las experiencias cotidianas de los niños, imprimiendo
sus marcas en su configuración subjetiva, en su posición como ciudadanos.

2. Niñez y pobreza: estrategias de atención


El objeto de análisis de este artículo se refiere a las acciones guber-
namentales de atención a la niñez en situación de pobreza, específicamente
aquellas que cubren los primeros años de vida hasta el ingreso a la escuela
Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 27
Cuadernos del Campo Psicosocial

primaria y se desarrollan fuera del ámbito familiar, focalizando la mirada


sobre una modalidad particular que combina el comedor con la guardería.
Estas expresiones de política social dirigidas al sector de la infancia
desfavorecida, se observan con distintos matices en gran parte de los países
del mundo y genéricamente responden a la relevancia que tiene apoyar el
cuidado y la educación de la niñez desde temprana edad, idea creciente
en las últimas décadas y ampliamente justificada con argumentaciones de
distinto tipo.
La pobreza condiciona todos los aspectos de las vidas de los niños,
desde la nutrición y el acceso al agua potable, hasta el desarrollo integral de
sus capacidades cognitivas, comunicativas, motoras.
La pobreza implica, entonces, tanto carencias materiales como una
serie de condiciones sociales y culturales, que se constituyen en desventajas
que se van acumulando hasta configurar situaciones de vulnerabilidad, que
de no ser contenidas o compensadas a tiempo, conducirán hacia la exclusión
social.
Las características del momento vital, vuelven estratégicas las acciones
compensatorias implementadas en esta etapa. En este sentido, referentes ya
clásicos (Bronfrenbrenner, 1985), muestran que la mayor parte del desarrollo
de la inteligencia en los niños se produce antes de los siete años, aunque tam-
bién este periodo es crítico si se piensa en el desarrollo psicomotriz y social.
Todas estas justificaciones enfatizan lo señalado anteriormente: la
atención temprana de la niñez en situación de pobreza es un factor clave para
lograr la inclusión social, siempre que contribuya a atenuar las desventajas
derivadas de nacer y crecer en un entorno económico y social desfavorecido.
En este marco, las preguntas que articula este trabajo están dirigidas
a una modalidad de atención temprana a niños en situación de pobreza que
fue predominante en décadas pasadas, aunque, cómo veremos más adelante,
no se ha abandonado por completo. Concretamente, se interroga la matriz
de relación Estado-ciudadano que promueven y, a partir de ella, el tipo de
subjetividad política que tienden a construir.
Dentro del debate respecto a las estrategias de atención a las infancias
pobres, un modelo clásico es el que se centra en la provisión de satisfactores
que permiten al menos mitigar algunas necesidades básicas en especial las
nutricionales y sanitarias, excluyendo en sus versiones más asistencialistas,
intencionalidades de otro tipo, como las socializadoras o educativas. Estos
enfoques, presentes en distintos grados en el proyecto aludido, están fundados

28 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

en una concepción unidimensional del desarrollo infantil, lo cual determina


que la reproducción biológica sea el eje sobre el que pivotea la intervención
gubernamental. Se corresponden con la estrategia de focalización, ya que el
alcance de estos programas se reduce a contener las necesidades más urgentes
con una delimitación precisa de la población objeto, lo cual permite reducir
a niveles mínimos el gasto social, consolidando el abandono del Estado de
sus responsabilidades.
Por otra parte esta modalidad de política social concibe las acciones
del Estado respecto de los grupos desfavorecidos, como producto de su
compasión o de su buena voluntad, ya que no se trataría del ejercicio de un
derecho, construyendo una relación de dominación y dependencia. El caso
que aquí se analiza, corresponde a estos enfoques, mostrando la vigencia de
una “matriz neoliberal de asistencia” (Logiudice, 2011) que se impuso en nues-
tro país al calor de los procesos de reforma del Estado implementados en los
años 90’. La forma particular que adquirió la intervención social del Estado
argentino en aquella década, fue la que Soldano (2003) denomina “lógica de
la intervención por programas”, que implicó una multiplicación de programas
asistenciales focalizados que se implementaron como última opción para
contener situaciones de extrema necesidad. Los mismos, formaron parte del
menú que las recetas neoliberales imponían a los países latinoamericanos,
combinando descentralización y privatización del Estado con focalización,
produciendo fuerte aumento de la desigualdad y finalmente exclusión.
En este trabajo, en cambio, se parte del supuesto que toda acción des-
tinada a la atención de la niñez debe estar orientada a su desarrollo integral,
más aún cuando se trata de niños en situación de alta vulnerabilidad social.
La cobertura de la salud y alimentación presente en muchos programas de
atención es necesaria, pero no suficiente. Es fundamental incluir la inten-
cionalidad educativa y recreativa en el sentido de facilitar la incorporación
de conocimientos y destrezas y potenciar recursos, fortalezas y capacidades
en los niños que los habiliten a participar en forma competente en distintos
subsistemas de la sociedad: productivo, político, cultural.
Para esto es necesario que se reconozca a los niños como sujetos plenos
de derechos y que, en consecuencia, la política social exprese la institucio-
nalización de la vigencia de los mismos, con la consecuente expansión de la
respuesta a sus necesidades de desarrollo integral.
Desde este enfoque se considera que los programas de atención
temprana a la infancia en situación de pobreza deben generar condiciones

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 29


Cuadernos del Campo Psicosocial

para el desarrollo de competencias que habiliten a los sujetos para luchar


por ocupar un espacio político en el cual ejercer plenamente sus derechos.
Estas competencias, inscriptas subjetivamente, remiten a capacidades de
autonomía y autogestión, para defender los propios derechos, desarrollando
un sentido de cooperación.
En nuestro país, la Asignación universal por hijo, impulsada en 2009
durante el primer gobierno de Cristina Fernández, consiste técnicamente en
una transferencia de dinero de carácter no retributivo que se otorga a uno de
los padres de niños menores a 18 años que no perciban asignación familiar
y se encuentren desocupados (Logiudice, 2011). Con lo cual, es apreciable
que se inscribe en un tipo de política estatal de ingreso ciudadano universal,
lo cual, en una primera lectura, representa un avance respecto de las moda-
lidades de intervención focalizadas y minimalistas de la era neoliberal. Sin
embargo, hay que señalar, que esta asignación convive en la práctica con los
centros de cuidado infantil que aquí se analizan, lo cual justifica de algún
modo la pertinencia de estas reflexiones.

3. Subjetividad(es) política(s) de niño(s): caminos de


construcción
En el planteo original de este trabajo, la ciudadanía era la categoría
teórica desde la cual se designaba aquella dimensión política que las moda-
lidades de intervención estatal tendían a configurar en las “subjetividades”
de los niños de sectores de pobreza destinatarios de las mismas. Ya en aquel
momento advertía la necesidad de desmarcar la ciudadanía de una mera
enunciación formal de derechos, para avanzar a la dimensión de la “provi-
sión”, es decir al acceso efectivo a los beneficios (materiales y simbólicos)
derivados de dichos derechos (Dahrendorf, 1995). Aún así, el concepto en sí
mismo presenta dificultades para eludir cierto atrapamiento liberal-burgués,
porque al derivar del marco del sistema socio-político propio de las demo-
cracias representativas, reduce lo político a la esfera de la institucionalidad
estatal, dejando por fuera un conjunto de sentidos y prácticas que no se
circunscriben a ella. En la actualidad, el concepto de subjetividad política
me permite dar cuenta de la compleja trama de dimensiones que articulan
la propia producción subjetiva, poniendo en visibilidad especialmente una
sensibilidad afectivo-deseante que considero vertebra la experiencia subjetiva
(Bonvillani, 2010).

30 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

Proponer la subjetividad política como categoría analítica, se inscribe


en un horizonte de preocupación ético-político que tiene como telón de
fondo los procesos de inclusión-exclusión que se operan en el estado actual
del Capitalismo (Bonvillani, 2012), con lo cual la concibo como una poten-
cialidad cuyo pleno despliegue depende del acceso que todos, en todos los
momentos de nuestra vida tengamos de los bienes materiales como simbólicos
disponibles en la sociedad en un momento histórico dado.
Desde la perspectiva que intento construir, la subjetividad política
se muestra como un despliegue incesante y complejo de dimensiones cog-
nitivas, afectivas y de las prácticas de los sujetos, puesto que no las concibo
como “elementos psicológicos aislados”, sino como “configuraciones subjetivas”
(González Rey, citado en Bonvillani, 2012). Los diversos sentidos provenien-
tes de distintas áreas de experiencia de los sujetos, se articulan para formar
una organización dinámica que se va configurando a lo largo de la historia
vital, en el marco de la socialización: un proceso intersubjetivo que permite
incorporar al niño al orden simbólico, es decir al universo representacional
de que dispone una determinada sociedad para otorgar sentido a sus objetos,
sus prácticas, sus discursos.
En ese proceso de configuración subjetiva, se producen aprendizajes
que implican la apropiación/resignificación de valores, actitudes y conoci-
mientos legitimados socialmente de acuerdo al momento histórico de que
se trate, pero también de modos de proceder frente a la cosa pública.
En efecto, se propone la existencia de una dimensión del hacer de
la subjetividad política, para poner en valor la necesaria construcción de
competencias específicas: habilidades, conocimientos y destrezas que habi-
liten a los colectivos humanos para luchar por la defensa y ampliación de
sus derechos. Algunos aspectos que hacen a un posicionamiento como actor
social, implican la capacidad de participar en los asuntos que se relacionan
con la vida cotidiana, reflexionar y analizar en forma crítica sobre las pro-
pias condiciones de vida, identificar demandas sociales y expresarlas, crear
alternativas de acción de acuerdo a intereses colectivos. Implica el desarrollo
de la participación y la autonomía, entendida como la autodeterminación,
es decir, la capacidad para tomar las decisiones respecto de la propia vida,
analizando en forma crítica las condiciones concretas en las que esta se pro-
duce y reproduce, en orden al logro del bienestar colectivo.
La construcción de estas competencias en el niño depende de ciertas
características materiales y simbólicas de los contextos en los que se produce
su socialización.
Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 31
Cuadernos del Campo Psicosocial

La instancia de aplicación del proyecto que aquí se analiza, se cons-


tituye en una de ellos para los niños destinatarios.

4. El caso en estudio
Los “Centros de Cuidado Infantil” (en adelante, CCI), surgen a partir de la
iniciativa de grupos comunitarios formalizados a través de distintas figuras jurídicas
tales como cooperativas, mutuales, etc. que, asesorados por técnicos de una Orga-
nización no gubernamental (en adelante, ONG), obtienen subsidios básicamente
del Estado provincial, aunque los mismos se complementaban con otros de origen
nacional y municipal. El proyecto se implementaba en aquel entonces6 a través de
veintitrés CCI, que integraban las funciones de prestación alimentaria y guardería
para niños de dos a cinco años de sectores de pobreza de la ciudad de Córdoba.
En el marco de una estrategia metodológica de tipo cualitativa, el
trabajo de campo se concentró en el acercamiento a las formas de trabajo
desarrolladas en uno de dichos centros, ubicado en un barrio relocalizado7
de la ciudad de Córdoba, gestionado por una cooperativa barrial. Se realizaron
entrevistas en profundidad a la presidenta de la Cooperativa, así como a las mu-
jeres cuidadoras que trabajaban en el comedor-guardería y a una de las madres
de los niños. El trabajo se completó con la realización de ocho observaciones
de la vida cotidiana del jardín y con entrevistas a las trabajadoras sociales que
acompañaban el proceso del centro desde la ONG.
También se realizó recopilación y análisis de los materiales documen-
tales vinculados a la formalización institucional del Proyecto.

6 Como se ha referido anteriormente, el estudio se realizó durante 2001-2002. No obstante, en la


actualidad, y luego de pasar por distintas formas de gestión, según las sucesivas administraciones del
gobierno provincial, el proyecto de los centros Infantiles, continúa en vigencia atendiendo necesidades
de alimentación, recreación y contención de niños hasta los 4 años, provenientes de distintos barrios
pobres de la ciudad de Córdoba.
7 El proceso de relocalización al que se hace referencia, se desarrolló durante la primera gestión del
gobernador De la sota y consistió en la erradicación compulsiva de familias que ocupaban asentamientos
precarios en lugares estratégicos de la trama urbana de Córdoba (en este caso cercano al centro de la
ciudad), las cuales fueron trasladadas a la periferia en la cual se construyeron las llamadas “ciudades
barrios”. Además de la segregación espacial que esto supuso para los pobladores, se trató de un proceso
de violentación simbólica, en cuanto pérdida de sus lugares de pertenencia y de sus redes de sociabilidad,
empleo y acceso a servicios, tales como educación y salud.

32 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

5. Los propósitos: entre el asistencialismo y la búsqueda


de la autonomía
En su nivel de formulación general, el proyecto gira en torno a tres ejes
básicos: asistencia alimentaria, guardería y promoción del crecimiento de los
niños.
Ahora bien, los distintos actores que participan en su implementación
le imprimen matices distintos a estos propósitos e incluso, agregan otros.
Las técnicas de la ONG que asesora a las organizaciones comunitarias,
sostienen que se deben promover “aprendizajes elementales en los niños, tales
como los colores o la disposición de los objetos en el espacio” e, inclusive, plan-
tean la necesidad que el centro vaya hacia la familia y salga del espacio cerrado
que configuran sus límites físicos, para permitirle al niño que desde pequeño
se vaya apropiando del espacio público de la comunidad a la que pertenece.
Si nos acercamos al nivel de la implementación inmediata en uno
de los centros, podemos ver cómo este proyecto se inscribe en una lógica
particular: la lucha por la reivindicación de los derechos sociales que viene
realizando históricamente la organización cooperativa de la que depende:
“tenemos que sentir orgullosos de todo lo que conseguimos, fue una larga lucha”,
dice la presidenta de la cooperativa para referirse a la historia de esta comu-
nidad fuertemente atravesada por la lucha para lograr en forma legítima la
propiedad de la tierra y la vivienda propia.
Todas estas significaciones que remiten a una trayectoria compartida,
se hacen presentes en el espacio del centro por medio de un afiche de gran
tamaño donde se detalla la historia de la Cooperativa, a través de fotos y
enunciados escritos por sus miembros.
En este cartel, de alta visibilidad en el espacio del CCI, aparece resal-
tada una expresión que sintetiza un posicionamiento frente a las demandas
de los sectores populares: “Allí donde hay una necesidad, hay un derecho”, que
se completa con la letra de la canción “Resistiendo” de Teresa Parodi:
En la subasta se llevaron todo
Enajenando nuestro corazón
Se repartieron hasta lo imposible
Pero no pueden con nuestra canción...,
Nos hace libres desde el corazón
Se vuelve viento para no callarse
Se vuelve grito cuando dice No

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 33


Cuadernos del Campo Psicosocial

Se vuelve mansa para nuestros hijos


Es voz de aquellos que no tienen voz.

Estas expresiones que buscan comunicarse en el espacio del CCI,


permiten observar las percepciones que los miembros de la cooperativa tienen
respecto de sus condiciones concretas de existencia, así como de los factores
socio-políticos que contribuyeron a producirlas y también de las posibilidades
políticas que tiene este sector para demandar por la vigencia de sus derechos
frente al Estado. Se pone en evidencia, sobre todo, un posicionamiento como
ciudadanos que entienden la acción social no como un beneficio otorgado
por el gobierno de turno, sino como un derecho que se debe conquistar en
función de la situación de vulnerabilidad social en la que se encuentran,
premisa que se condensa en concebir la necesidad como derecho.
De acuerdo a lo expresado por las técnicas, “el espíritu de los programas
fue siempre que no funcionen solamente como comedores”, lo cual se corresponde
con la exigencia estatal de que se anexen guarderías, para constituir así, CCI.
Ahora bien, el estado no acompaña a nivel del financiamiento con-
creto estas acciones, por lo cual dependen del compromiso voluntario que
las organizaciones de base quieran asumir en función de sostener el trabajo
para sus niños.
Es decir que en términos conceptuales, el Estado cuestiona el criterio
asistencialista que implicaría solamente dar de comer, pero al no aumentar
la partida destinada, delega en la comunidad la responsabilidad de absorber
los costos de implementar acciones de otro tipo con los niños, sobrecargando
de tareas a las mujeres de la comunidad, que ya trabajaban recibiendo becas
magras que se reparten entre diez a doce personas.
También aparecen desatendidos aspectos referidos a la capacitación
de estos agentes comunitarios, que no están incluidas dentro de las líneas del
proyecto. Esto hace que en la práctica mujeres que no cuentan con formación
específica, deban hacerse cargo de conducir tareas pedagógicas con los niños.
Para suplir este déficit, la ONG asesoró a las organizaciones comu-
nitarias en la presentación de proyectos frente al Ministerio de Trabajo de la
Nación, lo cual permitió obtener becas para maestras jardineras que capaci-
taran a las mujeres cuidadoras en la generación de aprendizajes en los niños.
Estos fondos solo duraron tres meses, después de los cuales la prestación cesó.
Este hecho aporta elementos para reflexionar acerca de la precariedad
de la atención, en sintonía con otra situación por demás preocupante como es

34 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

la inestabilidad en el financiamiento que advierten los técnicos de la ONG:


“Aunque tienen financiamiento anual, nunca se sabe.... no
siempre depositan, puede interrumpirse.......” “Como tiene un
funcionamiento tan irregular, estuvimos cortando clavos para que
saliera.... es una situación bastante inestable para los chicos....”

A este respecto Duhau (2001) hace un aporte esclarecedor cuando


evalúa estos problemas de cobertura y continuidad como consecuencias de
una concepción de la intervención del Estado neoliberal característico de la
época, por la cual el acceso a los beneficios constituye una posibilidad y no un
derecho exigible, de modo tal que basta una simple decisión administrativa
para que familias que estaban recibiendo un determinado beneficio dejen
de recibirlo, aunque su condición social siga siendo la misma.
Siguiendo a varios autores que analizan las formas de acción guberna-
mental propias del abandono del estado de Bienestar (Tenti Fanfani, 1991;
Bustelo y Minujín, 1998; Cardarelli y Rosenfeld, 2000), podemos inscribir
lo planteado anteriormente a una nueva forma de ejercicio del asistencia-
lismo, donde persiste la lógica del “parche” en desmedro de la erradicación
de las causas profundas que producen pobreza. Otro aspecto característico
de estas modalidades que asumió la política social en ese momento, fue la
denominada “asistencialización de la sociedad civil” (Bustelo, 2003), mediante
la delegación de responsabilidades propias del Estado en distintos actores
sociales y organizaciones del tercer sector para que se hicieran cargo, como
pudieran, de la satisfacción de sus necesidades.

6. Mecanismos de funcionamiento general del Proyecto y


su relación con el modelo institucional de los CCI
El caso que nos ocupa resulta un ejemplo paradigmático del modelo
que caracterizó las intervenciones del Estado neoliberal. Se trata de un cóctel
en el que se combinan: focalización y autogestión de los pobres, articuladas
con acciones de agencias del tercer sector.

a. La autogestión de los pobres


Los CCI se inscriben en una modalidad “participativa” de programas
y proyectos destinados a los más pobres, cuyos orígenes se remontan según
Cardarelli y Rosenfeld (1998) a la crisis hiperinflacionaria de 1989:

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 35


Cuadernos del Campo Psicosocial

se instaló en las instituciones públicas y privadas de ayuda


la “cultura de la emergencia” que, (...) fortaleció la creencia en la
autogestión de los pobres en torno a la subsistencia, acompañada,
en todo caso por la provisión pública y/o privada, de insumos
elementales (Cardarelli y Rosenfeld, 1998:77)

En el caso que nos ocupa las distintas organizaciones comunitarias


son autogestivas respecto del manejo de los recursos que reciben del Estado
(compra de los insumos necesarios para producir la comida y mantener los
centros, pago a las becarias encargadas de la cocina y las actividades con los
niños), así como relativamente autónomas en la selección de los miembros
de la comunidad que realizarán las distintas actividades en el centro.
Las virtudes de la incorporación de mujeres de la propia “población
objeto” como agentes prestadoras del servicio, han sido puestas de manifiesto
por varios autores (Tenti Fanfani, 1992). Desde el acercamiento específico a
uno de los centros, la evaluación es coincidente: el origen social compartido
entre las cuidadoras y los niños destinatarios del programa, evita generar
brechas marcadas entre las dos agencias socializadoras por las que transita
un mismo niño, es decir la familia y el centro. La complementariedad y la
continuidad entre los distintos entornos potencia las contribuciones que
cada uno hace al desarrollo infantil (Vila, 2000).
En un sentido general, se puede sostener que la autogestión produce
efectos positivos a nivel socio-comunitario en la medida en que contribuye
a organizar la capacidad de acción social a nivel de base, como veremos
más adelante. Sin embargo, para considerarla adecuadamente, es necesario
visualizar sus relaciones con otros componentes del proyecto de que se trata,
como por ejemplo el alcance de la participación en la toma de decisiones y
la existencia de recursos presupuestarios suficientes para satisfacer las nece-
sidades de la población destinataria.
En el caso que nos ocupa ambos puntos están muy relacionados.
Cuando los miembros de la comunidad se refieren a los recursos que mane-
jan en el comedor, aparecen expresiones que con toda crudeza muestran el
grado de escasez derivado del recorte progresivo de los aportes del Estado:
“Nuestros chicos pueden comer una sola vez al día. Nos con-
trolan las raciones... antes nos daban para los chicos más grandes
y nosotros las estirábamos y le dábamos a los viejos. Cuando hace
frío querés repetir” (madre cuidadora).

36 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

Frente a esta escandalosa desproporción entre la necesidad básica de


alimentarse y los recursos para su satisfacción, el alcance de las decisiones
que la comunidad puede tomar haciendo uso de su “autogestión” aparece
muy limitado:
“así que van a tener una sola comida que es lo que nosotros
elegimos darle a la noche, que se acuesten a dormir llenos, así
que tienen una comida , a las ocho la damos ahora y eso es lo que
queremos, que por lo menos ellos se vayan a dormir con su pancita
llena” (madre cuidadora).

En estas condiciones, el apoyo del Estado a las iniciativas autogestivas


de la comunidad, se acerca más a un argumento justificatorio para desenten-
derse de sus funciones, que a un legítimo interés por afianzar la autonomía
de los pobres en la resolución de sus necesidades. Incluso capitalizando el
trabajo comunitario como sostén de estas actividades, que para el caso de los
CCI fue mucho tiempo de carácter gratuito o escasamente rentado.
Pero aún vale la pena señalar que esta modalidad de funcionamiento
estatal descansa sobre la figura de miembros de la comunidad que asumen
el liderazgo en la resolución de las necesidades de su sector. Emergen así
“los pobres especiales” (Cardarelli y Rosenfeld, 2000), identidades en las que
convergen vocaciones altruistas y solidarias, con intereses particulares de
todo tipo: político, religioso, económico, de prestigio social, etc.
Estos agentes sociales, generalmente “mujeres madres”, reciben ca-
pacitación del Estado o de las organizaciones del tercer sector y así se trans-
forman en referentes estratégicos a la hora de catalizar procesos autogestivos
que terminan por relegar al Estado de sus responsabilidades.
En el caso que nos ocupa, estos planteos se encarnan principalmente
en la figura de la presidenta de la cooperativa donde funciona el CCI y en
menor medida en sus hijas.
Además de aparecer en la vida cotidiana del comedor centralizando
todas las decisiones y acciones, a instancias de características de liderazgo
personal que se fueron afianzando en una dilatada trayectoria de coordinación
de la acción colectiva, llama la atención de que forma una de las madres de
los niños que asiste al establecimiento dimensiona los alcances de la tarea
de esta mujer: “Si no fuera por ella no tendríamos nada. Yo se que pone de su
bolsillo... la témpera, la cartulina, lápices ... Hace por demás... ella ha hecho
mucho por nosotros… ¡Si no fuera por ella y las hijas...!!”

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 37


Cuadernos del Campo Psicosocial

En primera instancia, se hace evidente un desconocimiento acerca


de la procedencia de los fondos o sobre la identidad de los que deciden su
otorgamiento, pero profundizando el análisis es como si en la percepción de
esta vecina hubiera una confusión acerca de los actores sociales responsables
de la provisión de los recursos para atender las necesidades de su comunidad:
el Estado se vuelve “transparente” y en su lugar se afianza la presencia de la
presidenta de la cooperativa y sus hijas.
Golbert (1992) realiza una contribución significativa a la comprensión
de este emergente cuando señala que en el marco de las políticas sociales
asistenciales “los que brindan la ayuda –sean organismos públicos o privados-
son percibidos como entidades abstractas: se constituyen en un “ellos” lejano que
implementa ciertos y determinados planes que eventualmente los favorecen”
(Golbert, 1992:48).
La distancia social, la percepción de la discrecionalidad de la ayuda y
el desconocimiento, se observan en estas expresiones de una de las mujeres
que trabaja en el centro:
e8:¿ y eso está en el proyecto? ¿Lo van a hacer?
E: estaba en proyecto, no se ahora que habrá pasado, ellos nos
prometieron que lo iban a hacer, tiene que salir pero no se cuándo.
e: ellos, ¿quiénes? ¿los del ministerio?
E: claro, porque junto con las casas salió también el proyecto
del comedor. Pero no se qué pasó, hubo unos inconvenientes que muy
mucho yo no se, eso lo sabe … (la presidenta de la cooperativa) de todas
esas cosas.

Dentro de esta modalidad de relación Estado-ciudadanos que esta


modalidad de política social configura, es necesario que alguien de la po-
blación destinataria cumpla la “función de intermediario” (Tenti Fanfani,
1992), manejando la información relativa a subsidios, decidiendo respecto
de la distribución de la ayuda, representando a su comunidad frente a las
autoridades gubernamentales, etc.
En el caso de la presidenta de la cooperativa, se trata de una autoridad
delegada, en función de ser elegida para que ocupe un lugar formalizado
dentro de una organización de base, lo cual le da una cuota de legitimidad
importante.
No obstante estas condiciones de acceso, el lugar que ocupa es com-

8 E: entrevistada, e: entrevistadora

38 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

plejo: por un lado representa a sus pares, y por otro tiene un poder delegado
por instituciones externas, lo cual puede estar favoreciendo que aparezca en el
escenario comunitario como la proveedora de la ayuda, quizá reproduciendo
la estructura asimétrica entre alguien que da y alguien que recibe, propia
del asistencialismo. Este análisis adquiere significación, si se comprende que
dentro del esquema del asistencialismo, los que reciben la ayuda son visua-
lizados como receptores sin derecho a reclamar, quedando sujetos de esta
manera a la discrecionalidad del que otorga el beneficio. En este sentido, una
de las técnicas de la ONG que asesora el proyecto, manifiesta que muchas
veces el fuerte liderazgo de la presidenta de la cooperativa es un “arma de
doble filo”, porque las decisiones y los beneficios del proyecto recaen sobre
ella y su familia o allegados.
En este marco también se pueden inscribir algunas situaciones con-
fusas respecto del manejo de los recursos, referidas por la misma presidenta
de la cooperativa. Comenta que están “mangueando” tres pesos por mes a los
vecinos para dar de comer al resto de las personas que no cubre el programa.
Extraña mezcla entre lo público y lo privado que condiciona la posibilidad
de distinguir entre lo que corresponde como derecho de ciudadanía y lo que
se debe pagarse para acceder.
Teniendo en cuenta estas situaciones observadas, cabe preguntarse:
¿qué representación de la relación Estado-ciudadanos se construye a partir
de la implementación de este tipo de políticas sociales?; ¿Qué subjetividades
políticas se conforman bajo esta modalidad de relación con lo público esta-
tal?; ¿En qué medida contribuyen a generar distancia social al interior de las
comunidades, con sus consecuentes procesos de fragmentación?

b. La focalización como principio que orienta el proyecto.


Las trabajadoras sociales de la ONG describen los efectos de la fo-
calización de este modo:
“cuando mejoran las condiciones de la beca ellos bajan el
costo de la ración, entonces el costo de la ración de un peso lo
bajan a setenta y cinco centavos. Por tantos meses te dan tanto
dinero por ración...Cuando lo toma la provincia al Proyecto nos
recortaron primero los días: de estar financiando cinco días de la
semana lo recortaron a tres días. Después se vuelve a reconocer los
cinco días, pero se recortan las edades de los beneficiarios: de haber
sido beneficiarios los niños de uno a catorce años, embarazadas

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 39


Cuadernos del Campo Psicosocial

y discapacitados, en esta última etapa se financia para niños de


uno a cinco años, todo el resto de la población queda excluida del
beneficio”.

Y después le ponen un nombre: “maldita focalización”.


Maldita y encubridora
Maldita porque significa limitar la satisfacción de las necesidades de
supervivencia a sectores que ya están excluidos del sistema.
Encubridora porque detrás del supuesto argumento de la búsqueda de
la eficacia de la intervención del Estado por vía de la “delimitación precisa de
la población objeto de las políticas públicas” (Tenti Fanfani, 1991), se encubre
la necesidad de reducir a niveles mínimos el gasto social, consolidando el
abandono del Estado de sus responsabilidades.
A este respecto vale citar las palabras de una encargada del comedor:
“el gobernador dice que los chiquitos mayores de cinco años
comen en el comedor de la escuela y no es así. No todos comen....
porque no hay cupo para todos”.
El dispositivo de focalización demarca fronteras entre los suficiente-
mente pobres como para recibir ayuda y los que, tan arbitrariamente como la
fecha de su nacimiento, no son merecedores: “taxonomía de pobres” (Soldano,
2003) de la más absoluta injusticia social.
La focalización ingresa en lo que Bustelo (1999) denomina “amo-
ralidad discursiva de la política social”, porque de lo que se trata es de los
valores y fines últimos que guían las acciones del Estado: ¿qué razones téc-
nicas pueden servir para explicarle a un niño que porque tiene más de cinco
años no puede entrar a comer porque él no forma parte del grupo objetivo
beneficiario del subsidio?

c. Participación de una agencia del tercer sector


La intervención de la ONG en este Proyecto consiste en brindar
asesoramiento técnico y capacitación de los agentes comunitarios, acompa-
ñándolos en distintas gestiones frente a los sectores estatales.
Desde que aparecieron en el escenario social, en la década de los 80’
las funciones de las ONG se han ido modificando. Algunas voces críticas,
como la de Tenti Fanfani (1991), las incluyen en la modalidad de asistencia
social del Estado reducido a su mínima expresión. Dentro de este modelo,
el Estado aporta recursos insuficientes e irregulares, mientras que las ONGs,

40 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

asumen el papel de mediadoras con los beneficiarios, poniendo de su parte


su saber profesionalizado.
En el caso que motiva el presente trabajo, podemos ver que este
papel mediador que asume la ONG la condiciona a manejarse de manera
un tanto ambigua.
Desde los técnicos aparece con insistencia la preocupación que en los
centros, además de atender lo más urgente que es la prestación alimentaria,
se puedan desarrollar actividades recreativas con los niños e incluso acercarse
a la promoción de ciertos aprendizajes elementales, lo cual se corresponde
con la importancia que le adjudican a la capacitación que los agentes co-
munitarios deben recibir.
Incluso, como ya he señalado, se enfatiza la promoción de los dere-
chos de ciudadanía, por ejemplo en la apropiación del espacio público y el
desarrollo de pertenencia de los niños al colectivo comunitario, las cuales son
referencias constantes en el discurso de las técnicas. Se puede visualizar con
claridad la adhesión del equipo técnico a un perfil que apunte al desarrollo
integral del niño y no a la mera asistencia alimentaria, pero paralelamente
se observa cierta naturalización de las fuertes limitaciones materiales que
condicionan la implementación del proyecto.
Así por ejemplo, cuando fueron consultadas acerca de la atención
de aspectos psicosociales, las trabajadoras sociales admitieron que este perfil
no fue priorizado por el tema del financiamiento: “porque también tiene que
ver qué quiere financiar el que te financia...puede ser un tema muy lindo pero
no le interesa....”
Es como si hubiera una adaptación de las necesidades de los niños
de estos sectores a la agenda de políticas sociales que fija el Estado, agenda
que por estar totalmente reducida, limita en demasía las posibilidades de
atención al desarrollo de los niños.
Esta naturalización implica de alguna forma aceptar las condiciones
impuestas, desdibujando tal vez la importancia del rol de las ONGs en el
escenario social como movilizador de los sectores populares hacia procesos
de cuestionamiento y negociación en función de las mejoras de su calidad
de vida.
No obstante, es necesario poner a salvo su compromiso con las rei-
vindicaciones de los sectores vulnerables, observado sobre todo a nivel del
conocimiento personalizado de las realidades particulares de las veintitrés
comunidades a las que asesoran, y de la capacitación que vienen realizando
desde hace muchos años.
Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 41
Cuadernos del Campo Psicosocial

7. Horizontes reflexivos
Para muchos niños de sectores populares de la ciudad de Córdoba,
el CCI al que asisten para comer, recrearse, aprender e interactuar con per-
sonas externas a su familia, forma parte de su mundo cotidiano, siendo por
lo tanto, fuente de experiencias significativas en su proceso de configuración
subjetiva, aún en la actualidad, puesto que, como se expresó anteriormente,
el proyecto continúa implementándose.
Este trabajo se enmarca en una serie de interrogantes generales acerca
de los modos mediante los cuales los niños de sectores de pobreza urbana
de Córdoba construyen subjetividad política desde temprana edad, en el
marco de una trama relacional en la que el Estado aparece como un actor
significativo, aunque no el único.
La instancia institucional en la que los niños se socializan, es enten-
dida en una doble dimensión: como resultado de la implementación de una
determinada política social y como escenario de las mediaciones psicosociales
que irán permitiendo al niño incorporar herramientas simbólicas, configu-
radoras de subjetividad política.
Es por eso que algunas de las conclusiones a las que arriba este trabajo
apuntan a la incidencia que adquieren las significaciones que los “adultos
significativos” que socializan al niño van construyendo en torno a su posición
dentro del escenario político, y, en particular, de su relación con el Estado.
La intervención del Estado en este marco no responde al reconoci-
miento de derechos sociales y sus respectivas obligaciones, sino que la asis-
tencia y el subsidio le dan lógica a sus acciones, focalizadas sobre los grupos
más vulnerables y destinadas sobre todo a suministrar “mínimos biológicos
para la reproducción social” (Álvarez Leguizamón, citada por Soldano, 2003),
delineando el modelo de política social neoliberal, característico de los 90´.
En el caso planteado, la supuesta intencionalidad de parte del Estado
de proveer una atención integral al niño, se diluye en la práctica cuando
no dispone las condiciones materiales necesarias, delegando a los sectores
destinatarios de la ayuda la autogestión, que se transforma en transferencia
de funciones y responsabilidades, pero no de recursos.
Esto repercute en forma directa en el desarrollo del niño, puesto que
como hemos dicho la alimentación es condición necesaria pero no suficiente
y, por lo tanto, no se pueden hacer depender del voluntarismo cuestiones
estratégicas como la potenciación de sus recursos emocionales, simbólicos

42 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

y motrices. A modo de hipótesis podría sostenerse que en forma latente va


sedimentando en el niño la idea de que como no “recibe” esta atención, él
no es “merecedor”, lógica consecuente con el trasfondo de esta modalidad
de acción del Estado por la que, como no se trata de derechos, están sujetos
a la discrecionalidad y no son demandables. Más aún, cuando se piensa en
los niños que ni siquiera pueden comer con sus hermanos y amigos porque
tienen más de cinco años: ¿qué montos de pasividad y resignación desarrolla-
rán estos niños para tramitar semejante discriminación?, ¿qué representación
de su relación con el Estado irán construyendo?, ¿qué recursos para forjar
su autonomía podrán incorporar?
Ahora bien, la manera particular como los agentes concretos en el con-
texto inmediato se apropian de estas condiciones y las resignifican, introduce
matices en la posible configuración subjetiva de los niños. Desmarcarse de la
posición de receptor pasivo de la ayuda, para asumir una posición de lucha
desde la convicción de que la existencia de la necesidad genera un derecho,
aunque no sea compartida en forma homogénea por todos los miembros
de la comunidad, ofrece un escenario psicosocial donde se hace más posible
construir una autoimagen positiva y autónoma.
A nivel de la experiencia de los niños en el centro, se observó su par-
ticipación en las manifestaciones y cortes de ruta, reclamando que el Estado
provincial depositara los fondos necesarios para el comedor. Por la edad de
los niños, es difícil estimar la dimensión que la significación política de estas
acciones colectivas puede adquirir en su registro subjetivo. No obstante, y
recuperando antecedentes en torno al tema, podemos ubicar este emergente
en la línea de los aprendizajes políticos directos (Dawson y Prewitt, 1969).
Los autores señalan que este tipo de experiencias directas que un niño puede
vivir en relación a distintas actividades políticas, son una fuente relevante
para los aprendizajes, destacando de qué manera estas situaciones promueven
el proceso por el cual el niño incorpora en forma generalizada un conjunto
de predisposiciones, valores y conductas de las figuras significativas (padres,
cuidadores, maestros, etc.) a los que toma como modelo, en la medida en
que se encuentran en un lugar de referencia para él.
En torno a los efectos, que esta impregnación de la lucha por los
derechos puede estar produciendo en estos niños, vale como indicio una
situación en la que ellos cantaron varias veces a coro: “Queremos justicia,
queremos justicia!!!”, recreando el clima propio de las consignas que se expre-
san en una marcha o manifestación. De hecho ellos habían estado presentes

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 43


Cuadernos del Campo Psicosocial

unos días antes en la protesta antes aludida, con sus familias y vecinos.
La participación en los asuntos colectivos, que supone el desarrollo de
pertenencia comunitaria se orienta al desarrollo de una subjetividad política
autónoma en los niños.
En este sentido las acciones tendientes a generar relaciones entre los
niños y el espacio público inmediato de su barrio, podrían ser altamente
productivas hacia la apropiación de la importancia desde temprana edad del
encuentro en el lugar de todos. Más aún cuando se trata de una comunidad
fuertemente atravesada por una historia de lucha por la legitimación de sus
derechos de propiedad y la conquista de un espacio propio, como en este caso.
El logro de esta pertenencia comunitaria, que se traduce en signifi-
caciones compartidas acerca de un “nosotros”, se constituye en una de las
dimensiones que orientan el compromiso con lo público, entendido como
lo compartido, la solidaridad y la cooperación.
Por el contrario, la discriminación social al interior de la comunidad
producida por el Estado cuando “unge” a intermediarios, genera procesos de
distanciamiento social y eventualmente de fragmentación, que debilitan la
posibilidad de desarrollar pertenencia y de articular una lucha colectiva, todo
lo cual cuestiona las posibilidades de que los niños construyan una posición
comprometida con las reivindicaciones del colectivo al que pertenecen.
En los últimos años, la institucionalización de la Asignación uni-
versal por hijo, ha atravesado de manera sustantiva el planteo de política
social destinada a los niños de sectores pobres, aunque no exenta de críticas
adversas. Por ejemplo, Lo Vuolo (2009) señala que el monto efectivamente
percibido, continúa alcanzando sólo a cubrir lo mínimo indispensable para
subsistir, manteniendo un rasgo propio del modelo asistencial neoliberal.
Además, la sanción que acarrea el incumplimiento de la contraprestación
(desarrollo escolar y sanitario), perjudica a aquellos que pretende atender,
es decir, los niños que pierden su cobertura, denotando la persistencia de
cierto enfoque “asistencial-represivo” de política social (Lo Vuolo, op. cit.).
Ahora bien, para el caso cordobés, como ya se refirió, este tipo de política
universal de transferencia monetaria, convive con los centros de cuidado
infantil, persistiendo algunos de los rasgos de precariedad en la continuidad
y provisión de los servicios, los cuales fueron señalados hace más de una
década en la versión original de este trabajo.
En consecuencia, más allá de anotar estos cambios ocurridos en nues-
tro pasado reciente en las modalidades de intervención estatal dirigidas a los

44 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

niños, quedan abiertos interrogantes respecto de los escenarios concretos de


implementación de las políticas públicas, que permitan un más allá de la
mera “retórica antineoliberal” (Svampa, 2008).
Generar espacios psicosociales para el desarrollo de la autonomía en
los niños, continúa siendo una acción estratégica y pendiente si como socie-
dad nos comprometemos a generar inclusión social, más allá de los discursos.

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Cuadernos del Campo Psicosocial

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46 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


REFLEXIONES DESDE EL TRABAJO DE CAMPO EN
CONTEXTOS DE RAIGAMBRE OBRERA

Olga Silvia Ávila

Introducción: las preocupaciones que nos convocan


Esta presentación surge de interrogantes acuñados en las tareas inves-
tigación y de extensión en zonas que constituyeron el corazón de la Córdoba
industrial, fueron desvastadas en tanto que tales por la desindustrialización
y las transformaciones productivas ocurridas en la década de los noventa9 y
en las que están emergiendo, con posterioridad al 2001, algunos signos de
recuperación de lo público y lo comunitario.
En nuestros recorridos vinculados a las problemáticas escolares de los
niños y jóvenes, cobra fuerza tanto el relato de los vínculos entre escuela y
barrio obrero, en sus orígenes y significaciones fundantes, como las dificul-
tades en la escolarización, especialmente de los varones, quienes presentan
una particular fragilidad.
Llama la atención, el lugar que ocupa la figura social del trabajador
industrial en los procesos de subjetivación y repercute en la escolarización.
Esta figura -como núcleo de significaciones imaginarias y organizadora de
identidades sociales- pasó por momentos de onda desarticulación en las
búsquedas de los adolescentes del barrio y sus expectativas y proyectos; sin
embargo, a pesar de los resquebrajamientos producidos en los avatares de
los cambios, parece no haber cerrado el ciclo de afectaciones, y late -social y
simbólicamente- pugnando por recuperarse, reorientarse, encontrar causes
instituyentes en otros recorridos y significados subjetivos, o emergiendo como
un espectro difícil de zanjar, desplazar y confrontar desde otras identidades
sociales, otras perspectivas o valores.

9 Los trabajos de Claudia Tomadoni, (Departamento de Geografía-FFyH.UNC) muestran cómo en la


década del noventa fueron concomitantes los procesos de desarticulación de las redes industriales con
cambios en las lógicas productivas que soslayaron el papel de la gran fábrica, con líneas de montaje y
número importante de trabajadores y dieron origen a otras estructuras de producción, centradas en la
robotización y la desconcentración. Ambas cuestiones reconfiguraron sustancialmente las bases materiales
y sociales de la Córdoba industrial.

47
Cuadernos del Campo Psicosocial

Recorridos escolares errantes, reconstruidos en el trabajo de campo,


nos invitan a pensar las relaciones y tensiones entre transformaciones so-
ciales, instituciones y posicionamientos subjetivos, y replantear las miradas
en torno a las elaboraciones simbólicas que producen los sujetos jóvenes en
situación y en estos contextos.

Historia social, experiencia y subjetividad: una experien-


cia en terreno
El trabajo se sitúa en los primeros barrios obreros de Córdoba, cerca-
nos a la Fábrica Militar de Aviones. Algunos de ellos tuvieron como marca
fundacional su carácter de barrios obreros, ligados a la Fábrica, mientras
que otros reunían al personal técnico especializado -ingenieros y técnicos
que tuvieron a su cargo el diseño y desarrollo de los aviones – y al personal
militar ligado a la Fábrica y la Escuela de Aviación. Registran también una
fuerte marca de trabajo colectivo: los servicios se lograron por medio de una
cooperativa y la incidencia sindical (A.T.E) fue importante.
Un vecino decía:
“todavía me acuerdo, cuando éramos chicos, a la hora de la
salida de la fábrica, cuando sonaba la sirena, empezaba a sentirse
el ruido de las motos, era impresionante, empezaba a bramar la
ruta, y después aparecían las motos, muchísimas las motos de los
obreros de la fábrica. Todos los chicos del barrio salíamos y co-
rríamos a la ruta a mirar. Allí trabajaban nuestros padres, tíos,
hermanos... Todos queríamos ser como ellos.”

Una maestra comentaba emocionada:


“La sirena de la fábrica se oía en la casa... Mi mamá decía:
‘Chicos a tomar la leche que su padre acaba de salir a tomar el
desayuno’... y cuando volvía a sonar (la sirena) decía, ‘ahora a
estudiar, hacer los deberes, que su padre ya está trabajando, para
que cuando venga vea que uds. también aprovecharon el día’”

En estos barrios conocimos a Marcos y luego a Juan, adolescentes


cuya trayectoria vital nos permite vislumbrar la complejidad de los procesos
subjetivos ligados a una historia social desgarrada y que se condensa por
momentos en problemáticas escolares.

48 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

Marcos es nieto de uno de los fundadores del barrio; el abuelo ma-


terno - de ascendencia italiana y criado en una zona rural del norte– llegó
al lugar por razones de trabajo, joven y recién casado. Fue obrero de IME
antes del cierre de la fábrica; luego tuvo una pequeña despensa. Cuando
la empresa “Lokheed Martin” se instaló en los predios privatizados para
dedicarse al armado, mantenimiento y reparación de aviones, lo buscaron
para emplearlo. Le plantearon que “no había jóvenes con esa experiencia” y la
fábrica buscaba “viejos” que pudieran trabajar y enseñarle a otros. Pero el no
quiso volver. Marta –la madre- tiene una pequeña tienda en la entrada de su
casa, construida frente a la casa paterna y continúa cultivando las relaciones
de su infancia, muchos se fueron y volvieron, otros permanecieron, otros
nuevos llegaron a la cuadra.
Carlos, el padre, criado en un asentamiento precario, Villa La Tela
–nombre que toma de la “tela” de fábrica, el alambrado que la circunda-
conoció a Marta en uno de los bailes, el se integró a las relaciones de Marta
y siempre vivieron en el barrio. Cuando se casaron trabajaba en la cocina de
un hotel, en los noventa quedó sin trabajo y tras muchos intentos fracasados
de conseguir empleo, puso un kiosco primero y una verdulería después, allí
en el local construido en la casa.
Marcos se crió más que en su casa, en la cuadra donde los chicos ha-
bitan la calle como si fuera su patio; pasan de una casa a la otra y se quedan
con los vecinos, son recibidos como miembros de la propia familia. Aunque
contenido afectivamente, la vida cotidiana de Marcos transcurre en una
especie de gran desorden. Los horarios no son fijos y los espacios varían con
la ocasión. Desde pequeño va y viene, cuesta que se quede quieto, o que
se concentre en algo; está un rato en su casa, otro en lo de su vecino, más
luego en lo de su madrina. Una parte del cotidiano de Marcos transcurre en
el “Cyber”, espacio instalado en un garaje al que concurren especialmente
varones que permanecen hasta cerca de las once de la noche y comparten
gaseosas, cigarrillos y juegos electrónicos de todo tipo, a bajo precio y en
condiciones de hacinamiento. Allí se gestan muchas de “las movidas” de los
chicos con diversas orientaciones10.
El padre lo incluye en sus actividades11, anda con los hombres de aquí

10 Esas “movidas” no son homogéneas y asumen diversos contenidos vinculados también a la confor-
mación de grupos y las pertenencias territoriales-sociales diferenciadas en la misma zona.
11 Este posicionamiento paterno no parece predominante. Aparece en este caso y somos fieles a los re-
gistros. Sin embargo, en otros casos, como el de Juan, el deterioro del cotidiano paterno y la distancia con
respecto de la vida de los chicos es notable y genera un transcurrir errante en mundo mucho más fortuito.

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 49


Cuadernos del Campo Psicosocial

para allá, junto a ellos sometido al mismo transcurrir errante y disperso, por
momentos atiende el negocio, por momentos ayuda en arreglos domésticos
a algún vecino. Más allá de la escuela, una parte importante de las horas
en la vida de Marcos se llenan con actividades que desarrolla junto a estos
hombres del barrio. Más específicamente “los hombres de la cuadra” son en su
mayoría conocidos de la infancia de Marta, o esposos de las mujeres con las
que jugaba de niña. Otros son parientes – más o menos cercanos – de esas
familias establecidas en construcciones levantadas en los fondos de las casas,
familiares que se aglutinaron para afrontar tiempo de enormes dificultades
económicas y laborales. Varios de ellos son desocupados de las fábricas o
talleres de la zona y se dedican a comercios diversos (venta de zapatillas,
verduleros, despenseros) o son “remiseros”.
Entre ellos parece haberse gestado un espacio colectivo, pequeño,
modesto y no deliberado, nacido de afinidades de intereses y desgracias,
lugar para arreglar cosas, armar y desarmar sus vehículos, autos y motos,
ayudarse en tareas manuales, conversar, buscar changas. Se trata de reuniones
frecuentes, con el mate en la mano y mucha charla. Rotan los encuentros en
distintas casas, de vez en cuando van a pescar, actividad en la que también
participa Marcos. Cuando tenía alrededor de diez años Marcos se apegó
mucho a su tío José que trabajaba en un Taller y arreglaba autos y motos.
Su sueño a esa edad–según recuerda su tío - era “armarse una moto”.
En los bordes de barrio contiguo vive Juan, dentro de la misma zona.
Su calle está en el final del barrio, frente a ella hay un gran descampado y
luego las villas, poblaciones nuevas asentadas durante la década del noventa.
Sobre la base de esas villas, y sumando varias otras trasladadas desde distin-
tos puntos de la ciudad, se creó uno de los “barrios ciudades” impulsadas
por el gobierno de De la Sota. Un gran arco de color rosa, con un cartel de
dimensiones anuncia el ingreso a la ciudad, bien diferenciada en el contexto
local, con sus casas uniformes, su dispensario, y otras dependencias.
El nacimiento de este territorio diferenciado, estuvo jalonado por
un gran conflicto; muchos vecinos –entre ellos los padres de Juan- se opu-
sieron a la instalación de ese conglomerado de familias. Sostenían que se
incrementaría la “inseguridad”, y que no se oponían a que se les resolviera
el problema a los habitantes precarios, pero no en ese lugar, frente a sus
hogares. La cuadra de Juan es heterogénea, está habitada por población
variada de sectores medios y medios bajos, trabajadores fabriles, la mayoría
hoy desocupados, comerciantes y algunos profesionales con bajos ingresos.

50 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

Cuando Juan era muy pequeño, el padre, Raúl, trabajaba en una


fábrica prestigiosa. Ana - la madre- cuenta cómo era su vida en esa época:
“todo era hermoso, yo dejé de trabajar cuando quedé em-
barazada, cuando Juan era chiquito, hacía las cosas de la casa,
preparaba la comida y esperábamos a Raúl que llegara de la
fábrica, contentos, con la comida caliente, la mujer en la casa
para que esté la comida caliente, para cuidar a los chicos, Raúl
siempre quiso así…lo despidieron en la época de Menen, decía
que había estabilidad y yo siempre digo, el peso estaba estable y
nosotros inestables, todo empezó a ser distinto cuando lo echaron
de la fábrica, las peleas, cuando nació Valeria ya no éramos así
de felices...”

Cuando Raúl cobró la indemnización compró un auto para “remis”,


y comenzó con los trámites; entre tanto trabajaba sin papeles, “siempre con
el corazón en la boca, siempre pensando si no le iban a quitar el auto, o si le
podía pasar algo…yo no estaba acostumbrada a que anduviera en la calle, por
cualquier lado, barrios feos, a cualquier hora… me daba miedo, extrañaba esos
días de salir a la vereda y verlo llegar del trabajo…”
En el marco de estas situaciones familiares, creció Juan, con su padre
siempre afuera, día y noche en el auto, sólo con su hermana, encargado de
acompañarla al colegio, esperarla, cuidar la casa mientras no había ningún
adulto; Ana comenzó a trabajar en una casa de familia por la mañana, para
que hubiera algún ingreso fijo, aunque fuera bajo. El contexto más cercano
del barrio, a diferencia de la cuadra de Marcos, no muestra un entramado
sensible de relaciones sociales ajustadas; más bien se trata de una convivencia
amable pero desligada, con historias fragmentadas, arraigos más centrados
en la adquisición de las propiedades y las expectativas económicas en el de-
sarrollo de la zona, que en una historia de sentidos compartidos. Existe un
centro vecinal, en otra parte del barrio, cuyos orígenes se relacionan con el
trabajo político de algunos partidos.
Durante la adolescencia de Juan, las experiencias cotidianas se reparten
entre la escuela, un establecimiento creado para cubrir la obligatoriedad del
tercer ciclo - uno de los llamados “CBU barriales”.-, el Cyber de esa zona del
barrio - un lugar de reunión parecido al que frecuentaba Marcos- en el cual
se encontraba con otros muchachos pero solía retirarse por la proliferación
de peleas y altercados. Buscando un espacio más “tranqui”, y ayudado por su

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 51


Cuadernos del Campo Psicosocial

madre se cambió a un colegio céntrico y prestigioso entre los públicos. Los


relatos que nos permiten acercarnos a sus vivencias versan sobre más sole-
dades, estar en casa, salir con algún amigo de la edad y extrañar a la familia
ausente, que sobre otras experiencias estimulantes. Al decir de su madre,
Juan “siempre fue más de la casa, de jugar adentro, de estar con los chicos de la
escuela…los amiguitos de la escuela en la primaria, cuando pasó al secundario
no se encontró, nunca se hizo amigos…”

Travesías en los bordes: caminos errantes en territorios


escolares
Interesa traer al papel referencias a los recorridos escolares de Marcos
y Juan, a fin de afinar nuestras exploraciones acerca de los modos en que
parecen imbricarse algunas condiciones y procesos sociales, subjetivos y es-
colares. En la infancia de Marcos encontramos un lugar relevante atribuido
a la escolarización. Comienza el jardín de infantes, en la escuela pública del
barrio; pero al iniciar primer grado, lo inscribieron en una escuela privada
parroquial a la que concurren niños de los sectores medios y medios bajos.
“Me llamaron varias veces por la conducta... pero dentro de todo, terminó bien
la primaria porque dicen que es vivo, inteligente”. A la hora de su ingreso a
la secundaria, Marta insistía en inscribirlo en el colegio secundario privado
parroquial pero fue Marcos quien eligió -con el tácito aval de su padre- ir
a “la Técnica” anotándose en un colegio ubicado cerca del centro, que en
su momento fue una prestigiosa ENET (Escuela Nacional de Educación
Técnica).
Sin embargo, empezó con dificultades en distintas materias, al tiempo
que crecía su queja porque “no hacían nada en los talleres”.; una de las alter-
nativas que se planteó en ese momento fue “ser Chef ”, y “con suerte” llegar
a “ser como los de la tele”12; pronto desistió: “sale caro, todas son academias
caras”. Al quedarse de año – con doce materias reprobadas - adhirió a otra
“movida” de los chicos: ir a una escuela del interior, a trescientos kilómetros
de Capital, “es una técnica y te recibís haciendo una moto”. Aún con las dudas
y temores de Marta, el padre –si bien con preocupación- avala: “hay que ver
si se la aguanta, pero tiene hacer la suya…”
Marcos comparte una ilusión con los chicos que van a irse a esa

12 Se refiere a los jóvenes cocineros que aparecen en un canal de cable íntegramente dedicado a la
cocina, a cargo exclusivamente de hombres.

52 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

escuela: “andan con eso los chicos aquí… dicen que para recibirse arman una
moto ellos mismos”
Al tiempo de irse empezó a “extrañar”; “el barrio” y de “la casa” Otra ex-
periencia escolar que quedó atrás, para él como para otros chicos del barrio.
Habiendo regresado a Córdoba, sólo encontró lugar en un Institución Pública
Enseñanza Media (IPEM) muy alejado, dónde surgieron otras situaciones:
tiempo supieron que en lugar de entrar a la escuela, se volvía y permanecía
en una gomería cerca de la Ruta, como ayudante. Tras el disgusto, en un
intento “desesperado” por sostener la escolarización de su hijo, Marta lo ins-
cribió al año siguiente en otro IPEM ubicado en la periferia del barrio “para
que esté más controlado, cerca”. Allí recibió como comentario inicial: “si puede
cámbielo, es demasiado rubiecito, no le va a ir bien aquí, le van a hacer la vida
imposible… esta escuela es de los chicos más de villa”. En meses Marcos dejó
la escuela, planteó con gran firmeza que su idea había sido ir a la “técnica”
pero como ahí no había nada de lo que le gustaba, decidió dejar y dedicarse
a trabajar, todo esto planteado frente a la desesperación materna y la mirada
atenta pero expectante del padre.
Marcos encontró trabajo, mal pago pero en un clima amable, en un
taller del barrio, continuó frecuentando la cuadra, los encuentros masculinos,
las salidas a pescar. Se presentó a una convocatoria para ayudantes mecánicos
y fue seleccionado. No descarta inscribirse en la escuela de adultos, “para
terminar la secundaria, siempre hace falta para el trabajo…ahora que ya sé
mejor lo que voy a hacer…a lo mejor se me da por estudiar de nuevo…”
Juan, asistió a una escuela primaria pública, bien conceptuada en su
barrio, a la que llegan chicos de otras zonas cercanas buscando “una buena
escuela”; nunca se quedó de grado, ni tuvo problemas de conducta; empezó
la secundaria sin altibajos. Sin embargo, sus relatos de esa experiencia está
llena de tropiezos y sinsabores; no se sentía bien con los chicos, muchas veces
faltaba porque “van a haber horas libres y no gusta estar allí al vicio…se arman
muchos líos...” En esa escuela no tuvo dificultades en el estudio; sin embargo,
su incomodidad era creciente hasta que decidió probar el pase a una escuela
céntrica, en cuarto año. El padre aparece poco en los relatos, sumergido en
el trajín del “remis” a toda hora y agobiado por los problemas económicos;
al decir de la madre “de mal humor” molesto por el cambio de escuela; “otra
cosa sería si hubiera una técnica, que aprenda a trabajar”
La escuela céntrica comenzó a manifestarse también con un espacio
relativamente hostil: “muchas exigencias en las materias”, poca integración

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 53


Cuadernos del Campo Psicosocial

entre los chicos; complejidades administrativas y escasos interlocutores.


Ana sostiene: “yo he ido muchas veces…pero estoy horas esperando para hablar
con alguien y cuando sale la directora, todo rapidito, te manda de nuevo con
la preceptora, o sea al vicio,… no te escucha nadie ahí… te las arreglas como
podes…” Entre estos desconciertos y complicaciones, una situación poco
clara con las fechas y horarios de los exámenes, lo llevó a quedarse de año.
Decidió buscar trabajo y comenzó a trabajar en un pequeño taller; el padre
consintió rápidamente: “si no va a estudiar que ayude en la casa, que trabaje
si no le da… o no quiere…”

Reflexiones y nuevos interrogantes


Hasta aquí los relatos con que contamos; recortes sin duda frag-
mentarios e incompletos de experiencias escolares en el contexto obrero;
historias sugerentes para problematizar la mirada en torno a los procesos
sociales, subjetivos y escolares que involucran a los jóvenes en los barrios de
raigambre obrera.
En nuestros recorridos pudimos comprender cómo se encuentra pre-
sente en las significaciones colectivas aquel imaginario social que configuró
la emergencia del barrio como creaciones colectivas en la vida cotidiana, en
las luchas, en la gestación de las condiciones de vida y también de escola-
rización. Es sobre historias barriales, domésticas y escolares como éstas que
nos interrogamos, son familias como las de Marcos o Juan, muchas de las
que encontramos al indagar acerca de los quiebres en la escolaridad.
Los relatos recabados hablan de una fuerte relación entre la trama del
barrio, la escuela primaria, las opciones para la secundaria y los imaginarios
prospectivos compartidos. La familia, la fábrica y sus sirenas, la escuela y el
futuro de obrero alimentaban el cotidiano barrial y escolar. Los más pobres –al
decir de una de las maestras -, los hijos de los albañiles habitantes del barrio
tras la ruta, se miraban también en ese espejo y desde allí se integraban con
expectativas a las instituciones. Si la escolarización supone la construcción
relacional de lugares - en el sentido antropológico del término-, estos lugares
se construyen en el seno de una experiencia social anudados a ciertos imagi-
narios de futuro compartidos y se insertan en dinámicas cotidianas concretas.
Si bien la subjetividad es una producción histórico social, en palabras
de A.M. Fernández “esta singularidad que somos cada quien, sin duda es un
conglomerado de cuestiones singulares e irrepetibles pero también estamos algo

54 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

más que “moldeados” (Fernández, 2007:) por la realidad histórica y social en


la que vivimos, Castoriadis dirá que somos histórico-social” Pero un histórico
social capaz de rebasarse, de desbordarse y construir sentido indefinidamente.
El sujeto se nutre de los sentidos existentes, creación que surge a partir
de las significaciones aportadas desde lo histórico social para gestar lo nuevo
siendo parte de un horizonte de sentidos compartidos; tramas colectivas
que permiten “anclar flujos de representaciones, afectos y deseos, dónde anclar
pertenencias colectivas, que es lo que tensa con el aislamiento; pertenencia que
otorga consistencia a la constitución subjetiva y ofrece sentido, sentido de la
vida, aquello que permite armar proyecto.
En las observaciones que hemos traído al papel, es posible vislum-
brar anudamientos de sentidos y de prácticas, en los chicos, en nuestro caso
más específico en Marcos, que abonan la necesidad de profundizar en el
conocimiento de las significaciones en construcción. Es necesario redoblar
el esfuerzo por comprender el trabajo de producción significativa que se
pone en juego en las resoluciones, las lecturas, los caminos emprendidos o
las invenciones gestadas para enfrentar, soslayar o resignificar los andamiajes
provistos por los procesos sociales y las instituciones. Lejos de encontrarnos
con recorridos estereotipados o mandatos asumidos, hemos reconocido un
fuerte trabajo de acomodación, de interpretación y de búsqueda de sentidos,
no exentos de demandas hacia los adultos, pero profundamente activos, aún
en su mutabilidad, su efervescencia o fragilidad.
Estos niños/adolescentes, hijos y nietos del barrio obrero, se encuen-
tran hoy ante una marcada exigencia de producción simbolizante, tensando
su potencial invención de prácticas y búsqueda/elaboración de sentido,
inmersos en avatares no constituyen acontecimientos aislados, sino cotidia-
neidad saturada de desafíos, frente a los cuales, las trasmisiones de adultos
golpeados ellos mismos por las transformaciones sociales, -los casos en los
que están presentes- ofrecen sentido y dolor, proyectos plenos de deseo, al
mismo tiempo que de dolor y frustración. Cuando Marcos elije estar con los
hombres de la cuadra, parece estar apostando a un encuentro con aquellas
significaciones que organizaron la producción de subjetividades y hoy tran-
sitan por la relación con “los fierros”, las herramientas, la grasa, las tuercas,
prácticas cotidianas entre hombres que reviven para resignificar lo histórico
social encarnado, y al mismo tiempo perdido. ¿Qué hace un adolescente
allí, en lugar de estar en la escuela? ¿Qué recorridos escolares estuvieron
marcados/quebrados por estas búsquedas? ¿Qué consecuencias tiene pensar

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 55


Cuadernos del Campo Psicosocial

la escolarización y sus tensiones, si vislumbramos estas búsquedas subjetivas,


imaginantes que no logran un anclaje pero que no resignan una historia,
para intentar crear otra cosa, sin perderla?
En el caso de Juan, otras son las condiciones en las que transcurren
sus recorridos personales. Lo colectivo se desdibuja sin ofrecer elaboracio-
nes compartidas, lo que prima en el contexto es el renegar de las villas se
tiene en frente, la disputa por el espacio y las marcas sociales que aquellas
poblaciones precarias le imprimen, la escuela “desprestigiada”, la apuesta por
salir del barrio. En Marcos hay una búsqueda con raigambre, un espacio –el
de los hombres de la cuadra- que desafía a los procesos sociales, custodia
el saber y las marcas identitarias, el vínculo con el trabajo. En el caso de
Juan en la experiencia social no se vislumbra una instancia colectiva que
contenga transmisiones, que preserve identidades y orgullos, Hay más bien
un confrontar, un enojo por el lugar perdido, una identidad vacía frente a
la fuerza del barrio ciudad, de la identidad marginalizada. La “cuadra” de
Juan, su entorno cotidiano es heterogéneo, construido en el seno de las
transformaciones deteriorantes, sin una raigambre compartida, Juan transita
búsquedas sin norte, la escolarización se juega en sí misma, y al frustrarse,
queda desligado como sujeto.
Ante la falta de estos espacios colectivos, la soledad complejiza los
modos de afrontar desafíos y compele a recorridos sinuosos y desasosiegos
cotidianos en la búsqueda de referencias que no se encuentran. Razón ésta
que intensifica la necesidad de conocer la significación de estas disyuntivas
en la vida de los sujetos y de explorar en mayor medida los posicionamientos
adultos y sus efectos en la experiencia de los jóvenes.
Lucía Garay (1996), recuperando a Enriquez, propone una mirada
acerca de la escuela como “instituciones de existencia”, que resulta sugerente
para comprender la incidencia de estos procesos en la escolarización. Plantea
que las instituciones, y en particular las instituciones educativas “desempeñan
una función esencial para los seres humanos: posibilitar su advenimiento como
sujetos el desarrollo de su identidad singular” y juegan desde ese lugar un papel
que va más allá de la enseñanza, constituyéndose en espacios de elaboración
identitaria y social, espacios de constitución subjetiva acuñada activamente
en el seno de las significaciones disponibles, en sus intersticios y quiebres,
en el encuentro y la confrontación con el otro.
Las experiencias sociales y escolares parecen entramarse tanto en sus
condiciones y determinaciones, como en las elaboraciones inéditas que cada

56 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

sujeto produce a partir de las situaciones que vive y afronta. En los casos que
estudiamos la escuela se presenta como un espacio difícil de conquistar y a
la vez como desafío abierto a la significación, lugar pendiente y esquivo a las
búsquedas emprendidas, espacio de pregunta para el deseo y la frustración.
Nos encontramos con historias de escolarización inconclusas y no clausuradas
a la vez, desgarradas en su desencuentro con la historia social desde dónde
se interpela a las instituciones en las prácticas y abiertas a una construcción
diferente desde la demanda y las expectativas que las atraviesan.
En esa trama de tensiones sociales y escolares, el sujeto busca, insiste,
merodea, interpela, inventa, evoca, elabora, con el potencial de la imaginación
radical. Allí donde “no hay una congruencia asegurada entre las experiencias y las
demandas situacionales, por un lado y los significados disponibles ya construidos,
por el otro” (Hanners,1995), allí dónde se configuran quiebres y tensiones,
se despliegan diversas producciones instituyentes y nos topamos indicios de
nuevos procesos en curso. Pero este proceso no es simple, es doloroso, erran-
te, a veces desgarrador para el sujeto; produce confrontaciones, tensiones,
desencuentros y fricciones.
Tal vez, el análisis que intentamos realizar, ayude a avanzar en plan-
tearnos una perspectiva diferente acerca de los posicionamientos de los
niños y adolescentes en el barrio otrora obrero e industrial. En esa dirección
constituye un nuevo insumo para la tarea en las instituciones, ahora con
nuevas herramientas; aquellas que nos permiten pensar dispositivos que abran
puertas al trabajo de significación y de imaginación, que si bien no pueden
cambiar por sí, el rumbo de transformaciones sociales en curso, si pueden
proveer de espacios para generar pertenencias, elaborar nuevas significacio-
nes, anudar en nuevas producciones imaginantes, las figuras caleidoscópicas
hechas con girones de una historia social que insiste en construir futuros.
Resulta necesario articular una mirada acerca de las producciones
de los sujetos en las experiencias sociales y el lugar de las mismas en las
instituciones educativas. Tanto para comprender las lógicas de los desgarros
vivenciados como para avanzar en la idea de una “clínica de invención” que
nos permita fundar intervenciones apoyadas en la elaboración instituyente
de los sujetos y en clave colectiva. Una clínica de la invención instituyente
situada en contextos de transformaciones sociales que acompañe a las lecturas
de quiebres y desarticulaciones, recuperando la actividad de los sujetos y los
procesos colectivos.

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 57


Cuadernos del Campo Psicosocial

Bibliografía
AVILA, Silvia (2007): “Entre el pasado y el futuro. Niñez/adolescencia, experiencia social
y escolarización en barrios de raigambre obrera en Córdoba” Ponencia presentada
en las V Jornadas de Investigación en Educación: “Educación y perspectivas:
contribuciones teóricas y metodológicas en debate” UNC. Córdoba 2007.
GARAY, Lucía (1996): “La cuestión Institucional de la Educación y las escuelas. Conceptos
y reflexiones” en Pensando las Instituciones, Paidos Bs As.
FERNÁNDEZ, Ana María (2007): “Lógicas colectivas. Imaginarios, cuerpos y
multiplicidades”. Bs.As., Editorial Biblos, 2007.
Material de campo del Proyecto: “Instituciones, sujetos y transformaciones sociales. Cruces
críticos y procesos instituyentes en la educación de niños y jóvenes”.

58 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

“Siluetas que interpelan” experiencia artístico/política


representando a los ausentes

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 59


EL ACOMPAÑAMIENTO EN JUICIOS POR CRÍMENES
DE LESA HUMANIDAD.
JUICIO VIDELA- MENÉNDEZ.

Informe Córdoba. 2010


Coordinación: Silvia Plaza.

Lic. Maria Bartolomé, Lic. Homero Bilbao, Lic. Alicia Greco,


Lic. Marcia Mejia, Lic. Maria Molas y Molas, Lic. Héctor Valenzuela,
Lic. Virginia Vázquez.
Miembros del equipo de acompañamiento psicológico a testigos
victimas querellantes y familiares en situación de dar testimonio en juicios
por crímenes de lesa humanidad.
En este juicio, durante 6 meses, en 50 audiencias, dieron su testimonio
110 testigos. El equipo acompañó a más de 70 testigos en sala de espera, y
con acompañamiento en todas sus fases a más de 30.
Córdoba, diciembre de 2010.

Nuestro saludo y agradecimiento a los testigos que acompañamos.


Nuestro reconocimiento a todos los que a través de los años siguieron
luchando por la memoria de los asesinados y los desaparecidos, buscando
las maneras de poder llegar a la justicia.

… y será justicia…

61
1. Introducción

“Las huellas no son sólo lo que queda cuando algo


ha desaparecido; también pueden ser las marcas
de un proyecto, de algo que va a revelarse.”
John Berger

A horas de la lectura de la sentencia, cerramos también este informe.


Han pasado meses de trabajo, en compañía sostenida con los testigos, los
familiares, los querellantes, los amigos, los compañeros, los siempre conmo-
vidos en el alma…
Este juicio, el más grande hasta el momento en Córdoba, resulta una
detención provisoria de tantos años caminados, de tanta pregunta balbuceada,
de tantos recuerdos, de tanta espera, de tanta impunidad.
Atentos a cada dato, expectantes en cada encuentro por saber por
algo más de sus queridos, acomodando sus sentires y sus cuerpos parlantes
a una lógica tan ajena a la experiencia transitada y padecida…
Y llegó el juicio, y aparecieron las siluetas de los 31…
Aquí se intenta comunicar la experiencia del equipo de acompaña-
miento psicológico a testigos victimas, querellantes y familiares en situación
de dar testimonio en juicios por crímenes de lesa humanidad convocados
en las causas Videla-Menéndez.
El equipo, anclado y bien cerca de la experiencia, desde la implica-
ción y el compromiso, con un profundo respeto y reconocimiento por los
que están y por los que no están, intenta a través de este informe, aportar
a otros procesos elaborativos-comprensivos-críticos, histórico-sociales y
socio-políticos.
Este informe implica un hacer pensado con otros. Resulta de deba-
tes, lecturas, registros y reflexiones del equipo. Se trata de un recorte de la
experiencia que busca, en la escritura, dar cuenta de algunos entre tantos
tópicos posibles. A la vez que es una producción colectiva que incluye a tan-
tos otros, a quienes escuchamos y con quienes compartimos conversaciones,
encuentros, relatos, espacios.
A continuación comentamos lo que el informe puntualiza. Se organiza
la presentación en tres ejes, que se articulan y entrelazan dinámicamente:

63
Cuadernos del Campo Psicosocial

equipo, acompañamiento, testimonio. Enmarca, lo que nos convoca: el


juicio en el 2010.
Es así, que en el primer punto: Juicio UP1-Gontero, brevemente se
presenta la situación en derechos humanos como política de gobierno que
se propone como una condición para el desarrollo de los juicios y una sin-
tética descripción que pone de manifiesto aspectos ligados estrictamente a
la escena jurídica del mismo. Se realiza la presentación y puesta en situación
del juicio que nos ocupa.
Entendemos que el equipo, actúa también como condición que
posibilita el encuentro, por ello nos detenemos en la conformación del
mismo que interviene en este juicio. Relatamos cómo fuimos conformando
el equipo, qué criterios tuvimos en cuenta, cómo nos organizamos, cuales
fueron nuestras tareas para el sostenimiento de la tarea de acompañamiento.
La inclusión de este punto da cuenta de una particular manera de concebir
un trabajo de equipo. Este se articula en los siguientes ejes; en donde se
despliegan tanto las acciones realizadas como las situaciones transitadas,
que se anudan a múltiples actores, voces y miradas; entramados en donde
el equipo hace lazo y significa su hacer.
La existencia de los testigos marca el sentido del acompañamiento.
Teniendo en cuenta contexto, juicio y equipo, desarrollamos el quien, el
qué y el cómo lo hacemos. Esto es el dispositivo, la especifica actividad
de acompañamiento. En este apartado nos proponemos recorrer algunas
cuestiones relacionadas a esta actividad. Intentando relatar lo acontecido
a través de la objetivación de distintos aspectos, algunos de ellos como las
condiciones para el encuentro, el sentido de la implicación, la identificación
de los momentos del acompañamiento, desde el primer contacto hasta el
post-testimonio; es en este sentido que nos referimos al dispositivo, como lo
que articula la practica especifica del acompañamiento y estos tópicos. Los
espacios por donde, tanto los testigos como el equipo hacen presencia, de
esta manera retornan y significan espacios de acompañamiento, nos dete-
nemos en algunos de ellos. Finaliza este apartado dando lugar nuevamente
a los entramados en la relación con otros, en relación a las redes necesarias
que se constituyen en redes asistenciales de apoyo y a la relación con otros
actores en la escena jurídica; para este informe comentamos sobre dos de
ellos: tribunales y cuerpo de protección.
El tercer eje ancla en el testimonio abordándolo como producción de
memorias. Busca distinguir lo que se pone en juego y desde allí se observan

64 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

dimensiones del mismo: como acto de memoria, como acto de libertad,


como acto político/militante; como instancia en donde se actualiza el su-
frimiento subjetivo. Situando los desarrollos en las singularidades que este
juicio nos propone en relación al qué se testimonia y quien testimonia. Por
ello el punto que concluye este apartado es testimonio y testigo.

2. Juicio up1- Gontero

Introducción
Hoy los derechos humanos son política de estado, desde donde se
propician políticas de la memoria, se adjudica presupuesto, se crean secreta-
rias, se realiza un reconocimiento explicito de la lucha de los organismos de
derechos humanos, se facilita la recuperación de los “lugares de muerte” y la
transformación en “sitios de memoria”13, se derogan las leyes de obediencia
debida y punto final (presidencia de Néstor Kirchner, en el año 200514), se
identifica en calendario publico el 24 de marzo como día de la memoria.
Es así que a partir de la derogación de las Leyes de la Impunidad, se
reabrieron en el país distintos juicios15 por los crímenes cometidos durante
la última dictadura militar. Particularmente en Córdoba ya ha habido tres.
El primero de ellos, se llevo a cabo en el ano 200816, en donde se

13 En Córdoba se han recuperado hasta el momento tres centros clandestinos: D2 (ámbito de actuación
del Archivo Provincial de la Memoria y de la Comisión Provincial de la Memoria), Campo “La Perla” y
Campo “La Ribera” (que el 24 de marzo de 2010 se inauguro oficialmente).
14 Durante el Gobierno de Raúl Alfonsín se constituyo una Comisión de Notables, la CONADEP
(Comisión Nacional sobre la desaparición de personas), quien elaboró un informe (que sería comple-
mentario de la labor judicial), titulado NUNCA MAS. En 1985 se realiza el primer juicio a las juntas,
en un contexto de sublevaciones militares. Poco después de concluido el juicio se sancionaron las leyes
de la impunidad: “Ley de Punto Final” y también la “Ley de Obediencia Debida” (que dejaba abiertas
1500 causas aproximadamente). Posteriormente, con la asunción de Carlos Menem como Presidente se
decretan los indultos (1990) para las juntas militares y guerrilleros encarcelados, aplicando de este modo
la “Teoría de los dos demonios”.
15 Véase anexo.
16 Entre el 27 de mayo y el 24 de julio del año 2008 se desarrollo en la Ciudad de Córdoba el primer
juicio por crímenes de lesa humanidad. El mismo estuvo a cargo del Tribunal Oral Federal 1. La causa
que se juzgo es la denominada “Brandalisis” que implico el secuestro, desaparición, tortura, asesinato y
enterramiento clandestino de Hilda Flora Palacios, Humberto Horacio Brandalisis, Carlos Enrique Lajas
y Raúl Oscar Cardozo. Originalmente fueron citados a este juicio 31 testigos, algunos de ellos sobrevi-
vientes del ex Centro Clandestino Detención y Exterminio “La Perla”. Fueron juzgados 7 represores del
grupo de tareas del CCDyE La Perla y el ex comandante del Tercer Cuerpo de Ejercito Luciano Benjamín
Menéndez. Según dictamen del tribunal la mayoría recibió cadena perpetua. Están alojados en una cárcel
común. (Equipo de acompañamiento; Informe 2008)

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 65


Cuadernos del Campo Psicosocial

juzgo la causa denominada “Brandalisis”.


Durante el año 200917, se realizo el segundo juicio, llamado común-
mente “Menéndez II”.

B. Breve descripción Juicio UP1 - Gontero18


El viernes 2 de julio de 2010 comenzó en Tribunales Federales de la
ciudad de Córdoba otro histórico juicio a 31 genocidas, donde fueron en-
juiciados 17 militares y 14 policías, acusados por delitos de lesa humanidad
perpetrados durante la última dictadura militar en el país.
En Junio 2010 la Cámara Nacional de Casación resolvió que se acu-
mularan los juicios por la represión de Córdoba. El Tribunal Oral Federal
Nº1 (TOF1) fue el que intervino en la Causa Videla o ex Alsina-UP1 y la
Causa Menéndez o ex Causa Gontero.
La mayoría de las 31 personas asesinadas durante simulacros de
intentos de fuga -casos que se analizan en este juicio- había sido detenida
antes del 24 de marzo de 1976 y estaba alojada en la Unidad Penitenciaria
Nº1 de Córdoba (UP1), la cárcel de San Martín.
Estaban “legalizados”, a disposición del Poder Ejecutivo Nacional,
mediante la ley “antisubversiva” 20.840 que surgió durante la presidencia de
María Estela Martínez de Perón. Esto implicaba un conocimiento directo de
esta situación de avasallamiento de derecho por la Justicia Federal.
Los “detenidos especiales” fueron reunidos en la UP1 en pabellones
apartados de los que ocupaban los reclusos “comunes”. Aún cuando la tor-
tura estuvo presente en los últimos meses previos al golpe, el criterio de la
investigación judicial fue considerar a los tormentos a partir del 2 de abril de
1976, fecha en la que entra en vigor una resolución de Juan Bautista Sasiain
-entonces jefe de la IV° Brigada de Infantería Aerotransportada- que agrava
17 Entre el los días 22 de Octubre y el 11 de diciembre, día de la sentencia, se desarrolló en la ciudad
de Córdoba el juicio Menéndez II. Este juicio entendió en la causa “Campos Rodolfo Aníbal y otros.
Privación ilegítima de la libertad agravada, etc.”, a la que se le acumuló la causa “Raúl Ernesto Morales
s/querella” y “Moyano Carlos Jacinto” Privación ilegítima de la libertad, imposición de tormentos”. Estas
causas fueron juzgadas por el TOF N°1 que estuvo integrado por el Dr. Jaime Díaz Gavier (presidente),
y dos magistrados de la provincia de La Rioja: Dr. Sergio Grimaux y Dr. José Quiroga Uriburu. En esta
causa se investigaron los hechos que sufrió Ricardo Fermín Albareda luego de su desaparición cometida
el 25 de septiembre de 1979. Por estos hechos se imputaron a represores del ejército y la policía. Para la
etapa de audiencias fueron citados 29 testigos. Entre ellos hubo querellantes, víctimas, familiares, policías
victimas, peritos y testigos de la defensa. Los acusados fueron: Luciano Benjamín Menéndez, Rodolfo
Aníbal Campos, César Armando Cejas, Hugo Cayetano Britos, Calixto Luis Flores y Miguel Ángel Gómez.
18 VER ANEXO: ficha técnica del juicio

66 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

las condiciones de detención.


La mayoría de las victimas pasaron antes por el Departamento de
Informaciones, conocido como “El D2”. Las tres víctimas que completan
el listado de 31 asesinados no habían sido legalizadas y estaban detenidos
en la sede del Departamento de Informaciones de la Policía (D2), al lado
del Cabildo (hoy es sede del Archivo de la Memoria). Fueron asesinados allí
mismo, también a través de un montaje de fuga para encubrir los crímenes.
El Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 1 de Córdoba es el que
sustancio este juicio, constituido por Dr. Jaime DÍAZ GAVIER (Presidente),
Dr. Carlos Julio LASCANO (Juez de Cámara Subrogante), Dr. José María
PEREZ VILLALOBO (Juez de Cámara Subrogante) y Dr. Carlos Arturo
OCHOA (Cuarto Juez); y el Secretario de Cámara: Dr. Pablo Bustos Fierro.
Los Fiscales Dr. Maximiliano Hairabedián y Dr. Carlos Gonella, represen-
tarán al Ministerio Publico Fiscal.
En la Causa Videla (ex Alsina o UP1) se juzgo el secuestro y asesinato
de 32 victimas, dos dentro de la cárcel UP1 y los demás durante los “trasla-
dos” en que eran fusilados y se les aplicaba la “Ley de Fuga”.
Y en la Causa Menéndez (ex Causa Gontero) se investigo los secues-
tros y torturas de 6 ex policías.
Las víctimas de la Causa Videla son Mirta Noemí Abdon de Ma-
ggi, Pablo Alberto Balustra, María Esther Barberis, Miguel Ángel Barrera,
Eduardo Daniel Bártoli, Raúl Augusto Bauducco, Miguel Ángel Ceballos,
Víctor Hugo Ramón Chiavarini, Gustavo Adolfo de Breuil, Eduardo Alfredo
de Breuil, Florencio Esteban Díaz, Diana Beatriz Fidelman, José Cristian
Funes, Jorge Oscar García, Marta Juana González de Baronetto, Eduardo
Alberto Hernández, Hugo Oscar Hubert, María Eugenia Irazuzta, José
René Moukarzel, Miguel Angel Mozze, Liliana Páez de Rinaldi, José Ángel
Pucheta, Marta del Carmen Rosetti de Arquiola, Carlos Alberto Sgandurra,
José Alberto Svagusa, Higinio Arnaldo Toranzo, Ricardo Daniel Tramontini,
Miguel Hugo Vaca Narvaja, Luis Ricardo Verón, José Osvaldo Villada, Ri-
cardo Alberto Yung, Claudio Anibal Zorilla.
Por último, en la conocida como Causa Gontero, se juzgo las tor-
turas sufridas por seis policías: José María Argüello, Luis Alberto Urquiza,
Horacio Samamé, Carlos Cristóbal Arnau Zuñiga, Oscar Samamé, Raúl
Rodolfo Urzagasti Matorras. Todos los detenidos en ese momento salvo
Oscar Samamé, eran policías y fueron acusados de subversivos por quienes
los detuvieron y trasladaron al D2. Por esta razón fueron “detenidos” y tor-

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 67


Cuadernos del Campo Psicosocial

turados en los centros clandestinos conocidos como D2 y La Ribera. Una de


las particularidades es que los seis lograron sobrevivir al terrorismo de Estado
y la mayoría de ellos son citados como testigos en esta causa para declarar
sus padecimientos, a excepción de Raúl Rodolfo Urzagasti Matorras, quien
murió durante mediados del 2009.
Los imputados son: en la causa UP1: VIDELA Jorge Rafael ALSI-
NA; Gustavo Adolfo; JABOUR Jamil; MENENDEZ Luciano Benjamín;
MONES RUIZ Enrique Pedro; LUCERO Alberto Luis; MELI Vicente;
PEREZ Miguel Ángel; YANICELLI Carlos A.; PONCET Mauricio Carlos;
QUIROGA Osvaldo César; ROCHA Ricardo C.; GONZALEZ NAVARRO
Jorge; D’ALOIA Francisco Pablo; MOLINA Juan Eduardo; FIERRO Raúl
Eduardo; PAREDES José Antonio; GOMEZ Miguel Ángel; PINO CANO
Víctor; PEREZ Carlos Hibar; RODRIGUEZ Luis A.; HUBER Emilio Juan;
LUNA Marcelo; TAVIP José Felipe; FLORES Calixto Luis.
Y en la causa Menéndez o Gontero, están sindicados: MENENDEZ,
Luciano Benjamín; RODRIGUEZ, Hermes Oscar; SAN JULIAN, José
Eugenio; JABOUR, Yamil; GOMEZ, Miguel Ángel; YANICELLI, Carlos
Alfredo; ANTON, Mirta Graciela; ROCHA, Fernando Martín; SALGA-
DO, Gustavo Rodolfo; MERLO, Luis David; LUCERO, Alberto Luis;
FLORES, Calixto Luis.
Abogados Defensores oficiales:
1. Dr. Marcelo Arrieta: (Carlos Yanicelli, Luis Alberto Lucero, Juan
Eduardo Ramón Molina, Marcelo Luna, Yamil Yabour, Miguel Ángel Gó-
mez; Mirta Antón, José Eugenio San Julián)
2. Dr. Carlos Casas Nóblega (h) Ad hoc (Miguel Ángel Pérez, José
Antonio Paredes, Raúl Eduardo Fierro, Carlos Ibar Pérez, Hermes Rodríguez)
3. Dra. Natalia Bazán Ad- hoc (Jorge Rafael Videla, Vicente Meli,
Francisco Pablo D’ Aloia)
4. Dra. Marcela Rojas Ad-HOc (Miguel Ángel Gómez, Luis Alberto
Rodríguez, Felipe Tavip, Mirta Graciela Anton).
Abogados Defensores particulares:
1. Dr. Pedro Orlando Leguiza (Calixto Luis Flores y Ricardo Cayetano
Rocha, Gustavo Salgado)
2. Dr. Alejandro Cuesta Garzón (Luciano Benjamín Menéndez y Enrique
Pablo Mones Ruiz)
3. Dr. Gonzalo Echenique Frías (Osvaldo Cesar Quiroga)
4. Dr. Osvaldo Viola (Gustavo Adolfo Alsina y Mauricio Carlos Poncet)

68 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

5. Dres. Julio Deheza y Fernando Martínez Paz (Víctor Pino Cano,


Emilio Juan Huber)
6. Dr. Cesar Ochi (José Felipe Tavip)
7. Dr. Guillermo Dragotto (Jorge González Navarro)
8. Dr. Julio Cesar Páez y Marcos Juárez (Luis David Merlo)
9. Dr. Justiniano Martínez (Fernando Marín Rocha)
Abogados Querellantes:
1. Claudio Orosz y Juan Martín Fresneda representantes de Adda
Catelli; Enriqueta Balustra; Martín Ernesto Mozze; Pablo Balus-
tra; Rosario Rodríguez
2. Dres.Elvio Raúl Zanotti y Lilian Silvana Luque representantes
de Artemia Miriam Funes.
3. Dres. María Elba Martínez y Miguel Hugo Vaca Narvaja, repre-
sentantes de María Tressens de Verón, Raquel Altamira de Vaca
Narvaja, Raúl Argentino Toranzo, Eduardo F. De Breuil, Carlos A.
Huber, Mariano Jesús García, Elba Inés Puchetta, María Cristina
Díaz, María Alicia Zorrilla, Esther María Barberis y Mirta Abdón
de Maggi, María A. Moukarsel y Emilio Enrique Arqueola.
4. Dres. Gerardo Battistón y Juan M. Ceballos. Representantes de
Elda Toranzo; Juan Miguel Ceballos; Lucas Baronetto; Mariana
Sol Baronetto; Marta Díaz.
5. Dres. Miguel Martínez, Rubén Arroyo y Gerardo Battistón re-
presentantes de Diego Bauducco.
6. El miércoles 22 de diciembre, la Presidencia del Tribunal, ante una
sala de audiencia desbordante de expectativas, leyó el veredicto,
en su parte resolutiva19.
7. En la calle, afuera de Tribunales, había instaladas tres pantallas
para que la gente en espera allí, pudiera seguirla. Canal 10, el canal
universitario, en directo transmitía a la comunidad cordobesa.
Organismos, familiares, amigos, compañeros de las víctimas,
testigos, agrupaciones estudiantiles, partidos políticos, gremios,
artistas, periodistas, y tanta gente fue testigo del ritual de clausura
del juicio, con la lectura de la sentencia.
8. Finalmente cabe destacar que si bien el juicio entendió en dos
causas, el equipo trabajó fundamentalmente con los testigos de
la causa UP1, ya que los testigos de la causa Gontero, mayorita-

19 Se adjunta completa en anexos.

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 69


Cuadernos del Campo Psicosocial

riamente, prefirieron ser acompañados en sala de espera. Es por


ello que las reflexiones expresadas en este informe contienen lo
actuado con los testigos de la causa UP1.

3. Equipo
A. Conformación del equipo
Con el inicio de los juicios en la Ciudad de Córdoba, en el año 200820,
comienza la actuación de los equipos de acompañamiento psicológico.
En el año 2010 es Tribunales Federales quien toma a su cargo la
convocatoria del equipo de acompañamiento a través de la propuesta para
su coordinación. Se mantienen distintas reuniones con el Secretario de Tri-
bunales, con el área de legales de organismos de Derechos Humanos, con
representantes del Programa Verdad y Justicia dependiente del Ministerio
de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación.
Con todos ellos se trabajan los siguientes puntos: perfil y características
de la coordinación, autonomía del equipo, destinatarios del acompañamien-
to, financiamiento del equipo.
Un punto de discusión importante y, creemos aun vigente para su
debate, es ¿quien es el destinatario del acompañamiento? En este sentido,
tanto los representantes de Verdad y Justicia como Tribunales Federales
entendían como destinatarios tanto a testigos victimas como no victimas.
Y proponían que la coordinación incluyese estos dos destinatarios, con la
eventual conformación de dos equipos y una sola coordinación. Razones de
tipo políticas, éticas y profesionales entienden en esto un desplazamiento de
sentido y sostenibilidad eficaz de la relación de acompañamiento, alterando
el dispositivo necesario de confianza para cualquiera. Luego de largas discu-
siones resulta la conformación de dos equipos. Uno para el acompañamiento
a testigos victimas querellantes y familiares, y otro con coordinación propia,
20 El equipo que realizó la experiencia de acompañamiento en el año 2008 estuvo conformado por profe-
sionales dependientes de distintas esferas del Estado: Lic. Carina Tumini, Lic. Maria Molas y Molas (Plan
Nacional de Acompañamiento y Asistencia Integral a los Querellantes y Testigos Víctimas del Terrorismo
de Estado, dependiente de la Secretaría de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia, Seguridad y
Derechos Humanos), Lic. Silvia Plaza (Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba),
Lic. Natalia Pomares, Lic. Virginia Vázquez, Lic. Rossana D’Ambra, Lic Gabriela Calabrese (Secretaría
de Derechos Humanos de la provincia de Córdoba). La Coordinación del equipo estuvo a cargo de la Lic.
Silvia Plaza –UNC-. Este equipo realizó un informe en base a la experiencia desarrollada.
En el año 2009 se conforman dos equipos: Lic. Maria Molas y Molas y Lic. Héctor Valenzuela por el
Programa Verdad y Justicia Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos; Lic. Gabriela Ca-
labrese y Lic. Mónica Napolitano por la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia de Córdoba.

70 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

delegada en el Programa Nacional Médicos Comunitarios, para asistir a


testigos no victimas pertenecientes a fuerzas de seguridad (personal peni-
tenciario, personal del ejército, etc.)
Otro punto de discusión relevante es la autonomía del equipo.
Importante en relación a las múltiples pertenencias institucionales de los
miembros, a la delicada tarea del equipo que incluye la constitución de un
campo de acción específica y que esta atravesada por una pregunta: ¿a quien
responde el equipo?
Así es que el equipo de acompañamiento psicológico a testigos
victimas querellantes y familiares en situación de juicio por crímenes de
lesa humanidad es coordinado por la Lic. Silvia Plaza con pertenencia ins-
titucional a la Universidad Nacional de Córdoba, quien tiene a su cargo la
conformación del equipo que actuara en la causa Videla.

B. Criterios para la conformación de equipo


En este punto se retomó y revisó, para la conformación del equipo
del año 2010, los criterios establecidos en el 2008, en cuanto a la formación
y la trayectoria laboral esperable:
• Profesionales con trayectorias y conocimiento en el campo de
los derechos humanos, la historia reciente en nuestro país. Que
cuenten con lecturas y reflexiones que se constituyan como recurso
previo a la inclusión.
• Profesionales con ejercicio efectivo en campos y problemáticas
marcados por la complejidad, con fuerte exposición e implicación,
en situaciones de violentación de derechos.
• Profesionales con experiencia de trabajo en situaciones diversas y
adversas, que exijan poner en juego estrategias múltiples, y contar
con recursos flexibles, diversos y formados.
• Profesionales con experiencia de participación en equipos de tra-
bajo; que tiene como supuesto un entrenamiento en la escucha,
debate de estrategias y marcos referenciales desde una actitud de
respeto y consideración de distintos y múltiples saberes para y en
la resolución de problemas complejos.
• Profesionales que desde sus experiencias aporten el contacto con
otras disciplinas y sectores, que los habiliten de modo informado
y con un saber practico, a derivaciones y articulaciones ajustadas
y adecuadas.

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 71


Cuadernos del Campo Psicosocial

C. Composición final del equipo.


Teniendo en cuenta criterios para la convocatoria de los profesio-
nales, y discutidas distintas alternativas de financiamiento, se optó por la
tramitación de cargas públicas. Esta opción se consideró de importancia no
solo por poder garantizar la disponibilidad sino también por lo simbólico
y político en tanto involucramiento de las jurisdicciones de Salud tanto
Provincial como Municipal, Justicia y Educación. Coincidió en esta cir-
cunstancia que la mayoría de los profesionales propuestos tienen inserción
en el sector público-estatal.
El equipo estuvo compuesto por 8 profesionales. Todos realizaron
tareas de acompañamiento en sala de espera, hall de sala de audiencias, y
acompañamiento pre y post fuera de tribunales. De los ocho miembros, cinco
tuvieron carga pública y algunos de ellos no plena; dos fueron rentados por
la Secretaria de Derechos Humanos de la Nación; una con devolución de
horas y la coordinación que no ejerció carga pública.
A continuación se presenta un cuadro con las pertenencias institu-
cionales y calidad de la carga pública de los miembros del equipo.

Equipo de Acompañamiento psicológico a Testigos-victimas, que-


rellantes y familiares del Terrorismo de Estado en situación de testimonio
en juicios por crímenes de lesa humanidad.

Nombre y
Lugar de trabajo actual Situación en el Equipo
Apellido
Dirección de Atención Primaria en Disposición carga pública
Alicia Greco
salud. Municipalidad de Córdoba. plena.
Tribunales Provincia de Córdoba. Disposición Carga publica por
Maria Bartolomé
CATEMU. Tribunal de Familia. tres días
Equipos de Atención Comunitaria.
Dirección General de Salud Disposición Carga publica por
Homero Bilbao
Mental. tres días
Ministerio de Salud de la Provincia.
Disposición préstamo de 5
Colegio San Francisco de Asis.
horas semanal con devolución
Marcia Mejia Ministerio de Educación de la
s/nec. Institucional. No se
Provincia.
considera carga pública.

72 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

Disposición carga pública


UPAS N 6. Estación Flores.
Maria Virginia plena. Con acuerdo equipo de
Dirección de Atención Primaria en
Vázquez salud, mantiene un día trabajo
Salud. Municipalidad de Córdoba.
en dispensario.
Disposición plena con renta
Maria Molas y Secretaria de Derechos Humanos
Secretaria de Derechos
Molas de la Nación
Humanos de la Nación
Disposición plena con renta
Secretaria de Derechos Humanos
Héctor Valenzuela Secretaria de Derechos
de la Nación
Humanos de la Nación
Universidad Nacional de
Silvia Plaza Coordinación
Córdoba

D. Propuesta metodológica
Esquema del dispositivo de acompañamiento psicológico a testigos-
victimas, que se mantuvo en el trabajo del año 2010:
• La forma de trabajo es la disposición efectiva de los acompañan-
tes, tanto en lugar como en franja horaria, incluyendo los fines
de semana y horarios después de las 20 hs. Ya que es el testigo,
quien según su disponibilidad y necesidad señala día, lugar y hora
de encuentro.
• El formato de acompañamiento tiene lugar en tres instancias,
pre-testimonio, testimonio y post-testimonio.
• El trabajo de acompañamiento es en parejas en todas las situa-
ciones: en sala de espera, en hall, en diversos encuentros fuera de
la situación en tribunales.

Las actividades del equipo inician en Mayo del 2010 con reuniones
preliminares centradas en armado del equipo, trabajo sobre lineamientos
básicos de la tarea, características del juicio, causas y testigos.

E. Organización del equipo.


El equipo se reunió todos los martes intercambiando lecturas, dialo-
gando respecto a dudas, sentimientos, miradas. Allí armamos semanalmente
grilla de acompañamiento en sala, seguimiento de los acompañamientos y
distribución de nuevos acompañamientos.
La coordinación, además de supervisar las tareas, fue responsable e
interlocutor con la justicia, áreas administrativas y otros actores involucrados.

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 73


Cuadernos del Campo Psicosocial

Realizó también el primer contacto con los testigos.


El equipo, en cada audiencia, se distribuyo en dos personas asignadas a
sala de espera (se tiene en cuenta quienes estuvieron realizando el acompaña-
miento), y dos personas asignadas en hall de sala de audiencias. Inicialmente
no se tuvo acceso a Sala de Audiencias por disposición del Tribunal, luego a
poco de iniciado el juicio se habilito el acceso del equipo. Así es que las dos
personas asignadas a Hall realizaron también su tarea en sala de audiencia.
La presencia del equipo en cada audiencia (martes, miércoles y jueves
de cada semana) se organizo por turnos: mañana (4) y tarde (4).
Las parejas de acompañantes realizaron la actividad de pre o post-
acompañamiento en diversos lugares, según lo indicara el testigo: tribunales,
domicilios, organizaciones, bares.
El equipo acompaño también en diversas actividades ligadas eventos,
homenajes, actos donde tuvieran presencia y participación los testigos.

F. Tareas habituales del equipo


Convoca al equipo la actividad de acompañamiento a testigos. Se
presentan a continuación las tareas distinguiendo aquellas que se centran en
la actividad de acompañamiento al testigo, de las que competen al equipo
específicamente.
Tareas habituales de acompañamiento al testigo:
• Presentación Plan de acompañamiento psicológico citado por y
en Tribunales a testigos.
• Acompañamiento pre-testimonio, testimonio y post-testimonio
al testigo.
• Guardia y acompañamiento en hall sala de audiencias.
• Gestiones pertinentes a demandas de testigos.
• Atención y gestión correspondiente en situaciones de crisis y/o
emergencia.

Tareas y actividades del equipo:


• Lectura, análisis y conformación de la lista de testigos a acom-
pañar.
• Reunión y actividad de equipo. Lectura, debate y reflexión,
escritura, relatorías, producción de informes. Seguimiento y
planificación de la tarea de frecuencia semanal.
• Contacto, entrevistas, derivación psicológica o medica.

74 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

• Contacto y activación red asistencial especifica.


• Actividad en Tribunales –Piso 9-: grilla de testigos, gestiones
viáticos, presentación de diversas situaciones ligadas al juicio, al
acompañamiento, a los testigos.
• Presentación experiencia del equipo por solicitud de Organismos
de Derechos Humanos, U.N.C. (Seminarios, Foros, otros), Insti-
tuciones o áreas involucradas por derivación de recurso al equipo
en condición de carga pública.
• Relación y comunicación con otros equipos del país, con actua-
ción en juicios.
• Propuestas de transmisión y encuentro entre equipos de acom-
pañamiento en juicios con actuación en el país.

4. Acompañamiento21

“Las verdades incomodas tienen que recorrer un difícil camino”.


Agamben

A. Definiciones
Entendemos que acompañar a testigos, víctimas y querellantes en si-
tuación de juicio es en primer lugar ‘estar al lado de’. Como lo expresa Pilar
Raffo (2007:49), “el acompañante se brinda como un semejante que sostiene
al otro, en el sentido de ofrecer una presencia implicada y comprometida”.
Consideramos importante detenernos en este punto de la implicación
para expresar nuestra posición respecto al mismo.
Pensar, analizar y volver a pensar nuestra tarea en un equipo que
acompaña a testigos víctimas del terrorismo de estado en situación de tes-
timonio y su entorno, nos decidió a explicitar esta posición en términos de
implicación. Consideramos necesario detenernos en esta cuestión debido
a la fuerte vigencia aún del a priori de neutralidad, abstinencia, asepsia y
demás formas del objetivismo que atraviesan discursos y prácticas tanto en
el campo jurídico como psicológico.
La implicación es nuestra relación con aquello a lo que nos sentimos
adheridos, con lo que tenemos arraigado y que devino constitutivo de nues-
tra identidad. La implicación se instituye en dimensión de la actividad de

21 Este apartado toma algunos aspectos desarrollados en el capítulo IV del informe de Acompañamiento
producido en el año 2008. Véase bibliografía.

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 75


Cuadernos del Campo Psicosocial

acompañamiento y a la vez como condición de posibilidad de construcción


del mismo dispositivo. En oposición a la idea de neutralidad, la explicitación
de la implicación, participa en la construcción de un contexto de confianza,
particularmente confianza política.
“La implicación es un nudo de relaciones” refiere René Lourau (1991),
señalando que de uno u otro modo todos estamos bajo el signo de la impli-
cación y el ejercicio concreto en nuestras profesiones, por supuesto, no está
exento. En este sentido general de la implicación, no se trata de negarla o
afirmarla, calificarla de buena o mala, sino básicamente de hacer posible las
condiciones para analizarla. Este análisis hace foco en comportamientos, “ac-
tos, toma de posición ética, política”, tanto individual como colectivamente.
El equipo en su hacer debe incluir un análisis crítico de la implica-
ción, que desde ese lugar aspira a un valor interpelante en el mismo hacer
del equipo, de nuestras posiciones (presentes y pasadas), aportando a las
condiciones de posibilidad de un posicionamiento más fecundo en relación
a la situación. Así, dar visibilidad a elementos que usualmente quedan im-
plícitos (voluntaria o involuntariamente) se constituye en esta situación en
un factor que potencia la tarea.
Ya no hablamos de objetividad, que pretendía “… la capaci-
dad de los sujetos para abstraerse tanto de su subjetividad como de
toda influencia social... que producía un conocimiento idéntico e
isomórfico con el objeto real... la idea de objetividad es subsidiaria
de la separación entre el sujeto y lo que conoce...” (Gomel, 1995)

En este sentido nos reconocemos como parte de procesos sociales.


En nuestro trabajo, el acompañamiento fue una invitación permanen-
te al encuentro. Esto fue posible a través de la construcción de la confianza.
Reconocemos que interviene como condición previa a la construcción de
confianza -que se instituye entre el equipo y los testigos- una situación previa
habilitante que tiene que ver con condiciones contextuales y coyunturales
del juicio: los organismos, tribunales y distintas instituciones participantes
que aportan a una habilitación inicial.
Si tenemos en cuenta que algunos de los aspectos lesionados en los
testigos con los que trabajamos es la confianza en relación a experiencias tran-
sitadas, rupturas en las rutinas institucionalizadas y conocidas, rupturas en
la cotidianeidad donde el otro aparecía en posición de agresor o sospechoso,
el tema de la confianza adquiere una relevancia fundamental. Construirla

76 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

entonces es tarea básica del acompañamiento.

B. Aspectos del acompañamiento


El acompañamiento brindado a los testigos tuvo distintas fases: antes,
durante y después del testimonio. Es necesario decir que con cada testigo se
trabajó de particular manera; algunos tuvieron acompañamiento durante
todas las fases, otros demandaron sólo durante el testimonio, y en este juicio
se hace relevante el post testimonio.
Este equipo de acompañamiento se propuso la construcción (siempre
dinámica) de un dispositivo (Agamben, 2005) adecuado a la situación, en
situación. Esto supone un contexto inmediato referencial que actúa como
contexto posibilitador: el mismo Equipo. Este se instituye como recurso y
como condición. Se trató de facilitar e intervenir en la construcción de un
espacio de encuentro; de encuentro con otro que padece, que habla, que es
hablado, que ha sobrevivido y por ello y sobre esto testimonia. Este otro es
un radicalmente otro (Levinas, 1974) y el encuentro posibilita que este otro
en su radicalidad se exprese; por ello atraviesa el dispositivo y este encuentro,
una ética de la relación.
Como condición de posibilidad para el acompañamiento actuaron dos
cuestiones básicas: 1- trabajo sobre un contexto de confianza que posibilite
el encuentro entre personas22 2- la disponibilidad: el estar dispuesto a y en
disponibilidad de. Dispuestos a acompañar al testigo en su tránsito por los
relatos, recuerdos, silencios e imágenes que esta situación de dar testimonio
exige e invita. Y la disponibilidad de tiempos y espacios que posibilitan una
circulación a ritmo propio.
Entendemos que entre los testigos y los profesionales que brindamos
el acompañamiento se produjeron instancias de encuentro. Tal como plantea
Barrault
“Implican el reconocimiento de los sujetos como existentes
en su alteridad y diferencia. Instalan experiencias en este recono-
cimiento, en este hacer con otros (…) implican el favorecimiento,
(la) facilitación de un movimiento histórico, de memoria, de
resignificación y construcción permanente sobre las situaciones”
(Barrault, 2008: 15-16)
22 Tal como lo desarrolla el equipo uruguayo de SERCOC, coincidiendo con el análisis de los colegas
argentinos pertenecientes a EATIP, “La confianza como sabemos es un factor necesario en el mantenimiento
de cualquier vínculo, pero en el trabajo con personas que han sido perseguidas, torturadas, humilladas
por el Estado, es imprescindible” (Lira et. al,1989: 10)

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 77


Cuadernos del Campo Psicosocial

En estos espacios se utilizaron miradas pertenecientes a ámbitos de


acción diversos de la Psicología, principalmente, de la psicología comuni-
taria, social y clínica.

C. Momentos del acompañamiento


El primer contacto con los testigos de la causa se realizo en tribunales
federales, siendo convocado por el Tribunal. El equipo consideró este mo-
mento como fundamental ya que situó al testigo en el lugar de actuación,
habilitó un reconocimiento espacial de los lugares por los que circularía,
implicó la escucha de lo que cada testigo necesitó preguntar.
En cuanto al equipo, esta presentación en tribunales dio marco y le-
gitimidad a la tarea de acompañamiento y al equipo que la realizó; permitió
que la misma sea explicada y propuesta in situ a los testigos, posibilitando
que ellos realizaran sus preguntas y estas pudieran ser respondidas por el
equipo y por el tribunal. De esta manera, la relación previa de desconoci-
miento cambió, el equipo dejó de ser anónimo para poder ser identificado
en personas, con nombres, rostros, voces. En este marco y en esta situación
se realizaron los primeros acercamientos con los testigos que derivaron en
acuerdos para futuros encuentros.
Este momento estuvo restringido por una situación ajena al equipo.
Sin embargo, en las dos instancias en que la presentación pudo desarrollar-
se esto fue positivo, tanto para los testigos que pudieron concurrir como
para el equipo. Al no concretarse estas presentaciones con la mayoría de los
testigos el primer contacto fue de manera telefónica, siendo realizado por la
coordinadora del equipo. Así, a través del teléfono se intentó contactar a los
testigos, presentar el equipo, la propuesta y proponer encuentros.
No siempre Tribunales anticipó la existencia y la propuesta del Equipo
a los testigos, por lo que en ocasiones, la tarea del equipo fue presentada por
el cuerpo de protección. Esto generó en algunos casos confusiones, e impli-
có no ser bien recibidos, activando sospechas, falta de confianza o simple
desconocimiento de quiénes eran los que llamaban (“como se yo que habla
tal…?”, “en tribunales no me dieron ese nombre…”, “pero ya vino otra
psicóloga…”). En la mayoría de los casos si se pudo acordar encuentros.

Pre testimonio
En los casos en que hubo encuentros pre testimonio este fue acordado
telefónicamente primero. En este primer acuerdo estaba también el lugar

78 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

donde el testigo quería que dicho encuentro sucediera. Llegábamos así a


este primer encuentro muchas veces sin conocernos las caras, con alguna
indicación de como nos vestíamos o como teníamos el pelo que permitiría
identificarnos.
Nos aproximábamos con el objetivo de producir el encuentro; inter-
cambiar palabras. Nos proponíamos:
* Aportar en el esclarecimiento del proceso judicial. En general hay
mucho desconocimiento, es exterior a la cotidianeidad de los sujetos.
* Ofrecer ayuda en el trabajo de las ansiedades que emergen por este
desconocimiento.
* Facilitar el trabajo de elaboración sobre el testimonio, a partir de
lo vivido: que quiere decir, que no, como puede decirlo.
* Contribuir a la puesta en situación de audiencia: público general,
familiares y presencia de imputados.
* Ofrecimiento del acompañamiento para todas las instancias judi-
ciales.
* Trabajo sobre la red del testigo: quien lo acompaña de su familia o
no, quien conoce o no, a quien quiere convocar.
Los encuentros presentaban distintas características en función de
cada testigo: variabilidad del lugar, frecuencia y tiempos. En esta instancia
se le comunicaba al testigo el modo de funcionamiento del equipo, de tal
manera que era posible que en la instancia del testimonio otros fueran los
acompañantes, aun cuando se intentaba adecuar las grillas de acompaña-
miento.
En síntesis se acompañó en la objetivación del campo de la narrativa
y del relato y a partir de esto que el testigo pueda producir su propia obje-
tivación y claves para dar testimonio; eslabonamiento entre lo vivido por
si mismo, lo compartido y sumado a esto lo compartido por y en el juicio.
La instancia del pre testimonio en este juicio fue relativamente uti-
lizada por dos razones al menos: Por un lado, la gran cantidad de testigos
residentes en el interior de la provincia o del país, como del extranjero
imposibilitaba o dificultaba contactos previos. Por otro lado, la decisión de
algunos testigos de ser acompañados solo en sala de espera.

Testimonio
Momento en que el testimonio se hace acto.
Todos los testigos estuvieron acompañados en este momento, tanto

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 79


Cuadernos del Campo Psicosocial

en sala de espera como en la recepción luego de testimoniar. En general se


intentó brindar tranquilidad y hacer el momento llevadero, bajando la an-
siedad y optimizando las condiciones de pasaje hacia el acto de testimoniar,
cuidando que lo situacional no genere mayor ansiedad o miedos. Se intentó
producir una cierta intimidad, proximidad, como un otro semejante que
está al lado en una situación que está marcada por lo judicial: está el cuerpo
de protección de testigos presentes en el lugar, los acompañan al baño, no
pueden salir de la sala donde esperan, etc. También se anticiparon situaciones
comunes a este momento: acercamiento de la prensa, saludo de familiares,
encuentros posibles con hijos, compañeros, etc.

Post testimonio
En este juicio este momento adquirió mucha relevancia. Muchos de
los testigos que no accedieron al pre, luego del testimonio se produjo una
relación significativa con el equipo que permitió un intercambio de ofreci-
mientos de ellos hacia el equipo de sus propias producciones, elaboraciones,
escritos, invitaciones a actos y homenajes (Comisión Homenaje UP1, Espacio
para la memoria La Perla, Sitio de memoria La Ribera)
Con aquellos testigos que hubo encuentros pre testimonio estos si-
guieron a lo largo de todos los momentos. Se intentó con todos realizar una
evaluación, una reflexión del tránsito por la experiencia judicial y la tarea
de acompañamiento en sí.
Hubo invitaciones de grupos a evaluaciones del juicio y el acompa-
ñamiento: Asociación de ex detenidos, HIJOS, Familiares.
En el post se evidenció una aceptación al equipo y la propuesta, siendo
esto lo que posibilitó nuevos encuentros, diálogos, pedidos.

D. Topología del acompañamiento.


El espacio deviene en construcción material-real, social y simbólica,
con base en la co-presencia, se juegan allí posiciones de los actores con es-
tablecimiento de relaciones con diferentes cualidades y luchas por los sen-
tidos en las diferenciales apropiaciones del lugar. El espacio se vuelve lugar
cuando se pone en juego un sentido psicológico del mismo. La localización
(en lo local), la distribución (reproducción de lo contextual) y la estructura
de afinidad, son dimensiones en la configuración de ese sentido del lugar.
En este juicio adquieren relevancia los distintos espacios de circulación
de los participantes. El equipo identifica, para este informe, los siguientes:
el hall de la sala de audiencia, la sala de audiencia, la sala de espera y la ins-
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Cuadernos del Campo Psicosocial

pección ocular. Estos presentan el atravesamiento de lo común-compartido


y a la vez se instituyen espacios marcados por la diferenciación.

Hall de ingreso
Este espacio adquiere una particular significación en el presente juicio.
Se configura como un espacio común y público de tránsito, encuentro y
desencuentro entre iguales y contrarios. Espacio de pasaje, de entradas y de
salidas. Entrada y salida a la sala de audiencias (el hall se encuentra previo a
la sala de audiencias). Pasaje de los testigos desde la sala de espera a sala de
audiencias. Paso obligado de jueces y testigos.
Este es un lugar de encuentro, de conversación, de intercambio, de
apreciaciones generales y específicas de lo que va ocurriendo en cada jorna-
da del juicio. Lugar de los abrazos, las catarsis, el café, los comentarios, las
broncas, la expresión de las angustias. También lugar de los periodistas, las
cámaras y las entrevistas. Este espacio se prolonga en el pasillo y termina en
la cocina y en los baños. En él hay un bar que ameniza la espera, los cuartos
intermedios y la jornada. Se van buscando y encontrando los rincones y los
microespacios según lo acontecido y lo que acontece.
Es el espacio en el que confluyen los distintos actores: familiares de
testigos víctimas, familiares de los imputados, militantes y allegados a los
organismos de DDHH, abogados querellantes, defensores y fiscales, me-
dios de comunicación, cuerpo de protección, policía federal, empleados de
tribunales, público en general, testigos que ya dieron testimonio y equipo
de acompañamiento psicológico. Es a la vez un lugar que adquiere signifi-
catividad por los múltiples encuentros que allí se producen.
Dentro de este espacio común para todos, se evidencian demarca-
ciones de lugares-territorios que procuran diferenciarse, por ello móviles
y variables para cada grupo y situación. Allí se cruza lo público/lo íntimo,
lugar de coincidencia cotidiana: nos encontramos todos, en la co-presencia
que convoca ser parte de este juicio. Disputa que se da en este espacio de-
venido explícitamente “político” en relación a las posiciones y trayectorias
de los actores.
Es un espacio de circulación y soporte del entramado social, es el
afuera del adentro. Se juegan trayectorias, modos de participación de los
grupos, es una de las “cocinas” donde se elaboran las decisiones compartidas.
En este sentido, estar en el hall ha permitido que el equipo fuera
construyendo, con algunos una continuidad y cotidianeidad en la relación.
Allí es también posible ‘estar al lado de’, es decir acompañar, en el transcurso
cotidiano de las audiencias y lo que cada una de ellas moviliza. Somos parte
Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 81
Cuadernos del Campo Psicosocial

de conversaciones, estados de ánimo, discusiones, encuentros, puntos de


vista. Estamos allí donde las relaciones se producen.

Sala de audiencias
Sala de audiencia centro de la escena de la situación del juicio.
En este espacio se hace evidente, desde el ingreso, la estructura de
la lógica jurídica. Se plasma la ritualidad y el ordenamiento del dispositivo
jurídico: la cola antes de entrar, la “requisa” para el ingreso, la voz que grita
“de pie” cuando entra el tribunal, el silencio, quienes hablan, en qué mo-
mento, los lugares asignados, los roles determinados.
En este espacio claramente hay marcación de territorio.
La zona donde el público se ubica está delimitada por la presencia de
policías: de un lado los familiares de los imputados, del otro los familiares
de las víctimas, testigos y público en general. Un dispositivo de seguridad
“vidriado” protege el lugar de los imputados, situándose de frente al tribunal
y su presidencia. El testigo se ubica próximo a los abogados de la querella,
acompañado por personal del cuerpo de protección y de frente a los jueces.
La policía federal realiza una guardia perimetral.

82 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

El testigo desde sala de espera, atraviesa el hall, luego un pasillo, un


túnel y desemboca en la sala de audiencias. En todo este trayecto es acom-
pañado por el cuerpo de protección. Al ingresar en la sala, se encuentra en
primera instancia con los imputados; situación que se repite cuando el juez
le solicita que los reconozca con todo lo que ello puede significar.
En este juicio, a diferencia de los otros, el equipo es habilitado por
Tribunales a presenciar las testimoniales.
El equipo se propone con y en este espacio:
En la sala de audiencias: la observación, la atención permanente a
cualquier emergente emocional y a los actores intervinientes, especialmente,
familiares y allegados. Estamos atentos a la dinámica en sala de audiencias
y a los efectos del testimonio.
En la actividad de pre-testimonio, esta sala comienza a tomar visi-
bilidad. El equipo acompaña en la aproximación al espacio, aportando en el
reconocimiento del mismo y en la elaboración de escenas temidas: ansiedades,
extrañezas y ajenidad del espacio. Se anticipan situaciones, interlocutores,
procedimientos, preguntas recurrentes, en las situaciones de encuentro.
Algunos testigos nos pidieron la presencia cercana durante el testi-
monio. Otros nos preguntaban en sala de espera si íbamos a escucharlos y
luego de testimoniar solicitaban un comentario sobre su actuación.

Sala de espera
Esta sala fue en este juicio un lugar de relevancia ya que es la antesala
a la situación de testimonio en audiencia.
Es lugar de ingreso del testigo a tribunales, al cual llega y permanece
durante todo el proceso judicial con custodia. Es un espacio vedado al pú-
blico, se encuentra bajo llave y cualquier movimiento de entrada o salida es
dispuesta por el equipo de protección. Incluso las salidas al baño deben ser
acompañadas por algún miembro de dicho equipo.
Es una sala amplia, luminosa, vidriada en la que cohabitamos, a veces
durante un día entero, el equipo de protección y fuerzas de seguridad, el o
los testigos y el equipo de acompañamiento.
Para poder acompañar debimos ubicarnos en extremos opuestos de
la sala generando un espacio diferenciado para el encuentro con el testigo.
En caso de encontrarse más de un testigo, estos deben estar separados
y no intercambiar nada relacionado al testimonio según disposición judicial.
Con los testigos que hubo acompañamiento previo se busca un clima

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 83


Cuadernos del Campo Psicosocial

de distensión, conversación de temas diversos, se retoman líneas del relato,


etc. Se da lugar a las emociones que se presentan previos al testimonio, a
los chistes, a las risas y también al humor, ya que en muchas ocasiones este
recurso aparece entre otras cosas como posibilitador del recuerdo.
Con aquellos testigos que no hubo encuentros previos, en este espacio
se realizan también las anticipaciones “objetivas” en relación a los recorridos
a realizar, rituales de la institución judicial, ubicación de actores en la sala.
A todos los testigos se les anticipa que al finalizar su testimonio es
posible el acercamiento de la prensa y de familiares.
Estamos siempre atentos a las personas significativas del testigo que lo
acompañan en esta situación. Posibilitamos que algunos suban a acompañar
al testigo, siempre que él lo requiera. En algunas situaciones esta “apertura”
ha sido fundamental.
Con todos nos encontramos al finalizar el testimonio, momento en
el que se ponen en común sensaciones, angustia por lo que no dijeron, por
lo que se olvidaron, encuentro con familiares, a veces nos requieren una
apreciación específica. Siempre está presente el abrazo, y la propuesta a un
próximo encuentro o llamado telefónico.

Inspección ocular: Breve crónica


En este juicio se realizaron dos instancias de inspección ocular; en la
primera se transitó la UP1 y la D2 y la segunda sólo UP1. Las inspecciones
oculares contaron con la presencia de testigos, imputados, periodistas, abo-
gados, el tribunal, secretarios y algunos familiares de las víctimas; además
del Equipo de acompañamiento y el Cuerpo de protección de testigos. La
inspección ocular funciona como una audiencia que se desarrolla en otro
espacio y de la cual participan todos los actores que componen la instancia
judicial.
En la primera inspección, fueron convocados por el tribunal dos
testigos, un hombre y una mujer, como portadores de la descripción de los
diferentes lugares del penal (cambios que se reconocen en la edificación de
este centro de detención desde los años de la dictadura) y como relatores de
las situaciones allí vividas en función de los hechos que se están juzgando.
Del equipo de acompañamiento participaron tres personas.
La inspección ocular en UP1 centró su recorrido de los pabellones
-lugares en los que estuvieron los detenidos-y en los patios que fueron esce-
nario de los asesinatos.

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Cuadernos del Campo Psicosocial

El recorrido se realizó con la presencia y participación de distintos actores:


abogados defensores en representación de los imputados, los abogados querellan-
tes, la fiscalía, el tribunal y sus secretarios, periodistas, el equipo de protección, el
arquitecto del penal, policías de la penitenciaría, el equipo de acompañamiento
psicológico y algunos familiares de las víctimas, (los fusilados).
En el comienzo del recorrido la defensa plantea la demanda de incluir
a los imputados o de lo contrario suspender la inspección: se alude a la nece-
sidad de preservar condiciones de igualdad para que los imputados pudiesen
ejercer su defensa material. Primer imprevisto ante lo que el tribunal decide
hacer lugar a la demanda. En ese momento los testigos, trasladados por el
equipo de protección, dejan el penal.
El resto de los actores inician el recorrido, poniéndose de manifiesto
en la marcha la imposibilidad de reconocer los cambios en la edificación. El
arquitecto no podía reconocer las reformas realizadas ni se contaba con los
planos del lugar. La querella apela y se hace lugar a ello con la consideración
de realizar posteriormente otra inspección con la presencia de los imputados.
Los testigos, entonces, retornan para integrarse y poner palabra al recorrido.
Se recorren viejos espacios, primero los pabellones donde estaban alo-
jados los hombres. El testigo rememora detalladamente las características del
lugar, señalando algunas de las modificaciones observables como por ejemplo
las puertas, la ubicación de los baños, las dimensiones de las celdas, etc.
Los espacios y especialmente el patio convoca el recuerdo de las
requisas y del asesinato de Bauducco, se precisan los lugares: donde estaba
él y sus compañeros, la ubicación del ejército, y sus arengas. Los relatos se
anclan en un espacio concreto cobrando dimensión y visibilidad. El patio
también esta modificado.
Luego nos dirigimos hacia el lugar donde estaban detenidas las muje-
res. La testigo recorre el pabellón 14 y también reconoce las modificaciones
edilicias como así también las cosas que se conservan, los “nichos”: celdas
individuales de espacio muy reducido, cómo se disponían en el espacio las
mujeres para anidar a sus hijos, el lugar por donde se accedía al patio, la
celda desde donde pudo observar el estaqueamiento de Moukarzel.
En el patio, pudo identificar el lugar donde se produce el estaquea-
miento, la canilla de agua, la presencia de cemento en el piso, donde antes
había tierra y la tapia más alta de lo que era entonces.
Desde la enfermería, también se observan las modificaciones realizadas
en la tapia. Finalmente se transita el denominado “callejón de la muerte”,
callejón a través del cual las llevaban para subirlas al camión de los traslados.
Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 85
Cuadernos del Campo Psicosocial

En este recorrido retornan imágenes a cerca de objetos y rastros de


situaciones vividas en ese sitio que parecían olvidados.
En la D2 no hubo presencia de testigos. Del equipo de acompa-
ñamiento participaron dos personas. Quien realizó la tarea de guía para la
identificación de los lugares y señalamiento de sus cambios fue la Directora
del Archivo de la Memoria Dra. Ludmila da Silva Catela.
La segunda inspección ocular se produce con la presencia de los
dos testigos que realizaron el recorrido en la primera inspección, y dos de
los imputados, en un contexto donde se acentúa la presencia y el control
policial. El operativo de protección denota una marcación personal que res-
tringe los movimientos, interfiriendo de alguna manera en la comunicación
entre acompañantes y testigos. Allí se leen las constancias dejadas en actas de
la inspección anterior, se les da a los imputados la posibilidad de expresarse
en función de su defensa material.
La inspección ocular es una instancia donde hay una gran movili-
zación afectiva, emerge angustia y también el recuerdo y la reconstrucción
por parte de los familiares de las situaciones vividas con sus seres queridos
en este lugar. Pareciera conformarse una trama en la que se unen hilos de la
historia: aquellos aspectos que recabaron de los relatos, de los testimonios,
se amalgaman en el lugar en el que ello fue vivido.
En esta instancia se vuelven a hacer los mismos recorridos que en la
instancia anterior, pero esta vez con la co-presencia de testigos e imputados
atendiendo a una lógica jurídica que por momentos dificultó evitar la na-
turalización de un hecho que tiene por sí mismo una impronta traumática,
ya que enfrentar testigo e imputado en una misma celda, lugar referenciado
como uno de los sitios de tortura y avasallamiento puede convertirse en una
instancia pasible de re victimización judicial.
El acompañamiento en la inspección ocular. La inspección ocular es
una instancia donde se produce una movilización afectiva importante porque
se amalgaman los recuerdos, las imágenes, las sensaciones y las angustias con
el preciso lugar donde ocurrieron.
Los testigos manifiestan su decisión de aportar su testimonio en esta
instancia, como un compromiso militante con los compañeros asesinados,
sus familiares, y para contribuir al logro de la condena a los responsables de
tanto horror. Estos, aunque la reconocen como una instancia dolorosa, la
estiman necesaria.
Los relatos de los testigos iban dando lugar a la reconstrucción por
parte de los familiares allí presentes de las situaciones vividas con sus seres
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Cuadernos del Campo Psicosocial

queridos en este lugar.


Todos los que allí estaban: los hijos, que cuando entraron al penal
eran niños, los hermanos/as, las esposas y aun la prensa, aportaban y a la
vez interrogaban sobre pedazos de la trama en la que se unen los hilos de la
historia que allí se dio.
Los familiares se muestran conmovidos, pero reconocen que esta ins-
tancia- profundamente dolorosa- les permite a través de silencios, palabras
y de lugares que inspiran presencias, reconstruir una vez más su historia en
el mismo espacio en que estuvieron por última vez sus seres queridos. Estos,
aunque la reconocen como una instancia dolorosa, la estiman necesaria.
Los testigos traducen en su relato la importancia de tener memoria y
desde un posicionamiento político rescatan los derechos, el contexto jurídi-
co y la jerarquización de la memoria como una de las herramientas válidas
contra la impunidad.
La tarea de acompañar cobra sentido en tanto se convierte en una pre-
sencia permanente de un otro que pone el cuerpo y el afecto, respetando los
silencios, atento a las miradas, los dichos, las emociones, y los recuerdos que
afloran mientras vamos pisando por esos lugares que condensaron tanto dolor.

Otros espacios de participación del equipo


Durante el proceso del juicio el equipo recibió invitaciones y pedidos
de acompañamiento en diferentes actividades planificadas por organizaciones
de DDHH y Sitios de Memoria: Homenaje en los sitios de Memoria La
Perla23 y La Ribera24. Homenaje en UP125, actividad en La Perla26.

23 El 27 de agosto de 2010 se llevó a cabo un homenaje a dos desaparecidas en este ex CCDTyE. La


actividad se centró en un video realizado a partir del relato de sobrevivientes y familiares. Las personas
presentes (que vinieron de diferentes lugares) fueron tomando la palabra, construyendo un recuerdo
colectivo acerca de estas dos mujeres.
24 La actividad desarrollada el 10 de Diciembre fue organizada por el espacio para la memoria ex CCDTyE
junto a la Red vecinal de la zona (Red de la 5ta) en ocasión de la conmemoración del día internacional
de los DDHH. Entre las actividades hubo una feria de las organizaciones barriales, la radio abierta, la
presentación de un libro y una kermes de juegos que disfrutaron los/as niños/as. Cerraron distintas pro-
ducciones musicales, que invitó al canto y baile.
25 La Comisión de Homenaje a los fusilados de la UP1 organizó el 11 de diciembre de 2010, un acto en
el predio de la penitenciaría; a un costado del ingreso principal se inauguró una placita, como homenaje y
agradecimiento a la solidaridad que en aquel entonces tuvieron los presos comunes con los presos políticos.
Se descubrió un mural colectivo del cual participaron, familiares y artistas. Los hijos de los fusilados
leyeron un escrito colectivo y presentaron un video con imágenes del juicio y relatos de testimonios que
se escucharon en las audiencias. Destacamos la producción creativa de las siluetas que evocan a cada
uno de los fusilados en esta causa y que acompañaron a estas y otras actividades.
26 El 12 de diciembre con motivo de la conmemoración del día internacional de los DDHH, se llevó
a cabo una actividad organizada por los tres sitios recuperados para la memoria (La Ribera, El Archivo

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 87


Cuadernos del Campo Psicosocial

La participación del equipo fue diversa según cada uno de los eventos:
siempre atentos a emergentes y disponibles para los encuentros, acompaña-
mos a algunos testigos, colaboramos en las actividades propuestas.
E. Redes del equipo para la actividad de acompañamiento
El equipo contó con una Red de atención en situaciones de emer-
gencia y de derivación terapéutica que se constituyera en el 2008. La red se
conformó por profesionales con pertenencia al sistema público mayorita-
riamente y al sistema privado: Psicólogos, Psiquiatras y Médicos. En el año
2010 esta se volvió a activar con los mismos criterios y propósitos: acceso
directo para testigos y sus familiares. La referente de la misma es la Lic. Ja-
cinta Burijovich. Para derivaciones médicas específicas se establece contacto
a través de la UNC con la Facultad de Ciencias Médicas y el Hospital de
Clínicas -universitario-.

F. Relación con otros actores


La articulación con los actores involucrados en el juicio es necesaria
para el desarrollo de nuestra tarea. Así el equipo se relaciona y articula con:
tribunal (jueces, secretarios y administrativos), abogados (querellantes y fisca-
les), Cuerpo de Protección de Testigos, Organismos de Derechos Humanos.
La articulación con estos actores responde a las diferentes necesidades de cada
uno de los testigos, del equipo y de diversas situaciones que se presentan a
lo largo del juicio.
Con el tribunal, el equipo comienza a dialogar desde antes del inicio
del juicio. Como está desarrollado en el apartado ‘Equipo’ se establecen las
condiciones para la creación y puesta en marcha del mismo.
Una vez comenzado el juicio el equipo tuvo un permanente contacto
y articulación con el Tribunal, el cual dio acceso a los datos necesarios para
poder contactar a los testigos que no tuvieron la presentación en Tribunales.
Si bien se anticipó el orden de las citaciones, en algunos momentos esto fue
problemático; produciéndose cambios de último momento por los cuales
el equipo vio interferida la posibilidad de establecer contactos previos a la
audiencia. El Tribunal también habilitó los viáticos necesarios para el fun-
cionamiento cotidiano del Equipo en relación a los testigos (comunicación
telefónica, traslados, almuerzos con testigos).
de la Memoria-D2 y La Perla). Hubo diversas propuestas, como obras de teatro, música, una importante
feria que mostraba producciones de más de ochenta organizaciones sociales (campesinos, UNC, barriales,
etc.), recorridos guiados por el ex campo, etc. Fue significativo la gran cantidad de gente, y el “buen
ánimo colectivo” palpable a lo largo de la jornada.

88 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

Con el Cuerpo de protección de testigos hubo también una articula-


ción constante y necesaria. La coordinación del equipo mantuvo reuniones
con el Comisario Gerardo Vázquez a los fines de poder coordinar las acciones,
ofrecer una apertura para consultas que pudieran surgir, delimitar los campos
de acción y articulación y realizar pasaje de información útil.
Entre otras situaciones hubo que articular con el Cuerpo de protección
en los momentos en que los testigos estaban acompañados por nosotros en
la sala de espera. Allí hubo que avisar si el testigo estaba acompañado por
algún familiar, si subía a verlo.
En aquellos casos en que los testigos buscaban otra manera a la im-
plementada para ir o volver luego de su testimonio, el equipo derivó estas
situaciones al Cuerpo de protección que es quien puede responder por la
seguridad. En algunos casos se conversó con ellos sobre situaciones singulares
que implicaran la inclusión de algún familiar en los traslados o la prescin-
dencia del cuerpo de protección, por ejemplo si decidían permanecer en la
sala para escuchar a otro testigo.
Durante los momentos en que los dos equipos permanecieron en la
sala de espera y con presencia de testigos, se registró (particularmente en
los horarios del almuerzo) una alta concentración de miembros del cuerpo
de protección, situación que de alguna manera interfirió el trabajo con los
testigos. La situación previa al testimonio y/o en cuarto intermedio por lo
general moviliza miedos, angustia, emociones. La tarea de acompañamiento
se centra en la búsqueda de intimidad y confianza, como modo de alivianar
tensiones.
Al inicio de la citación de los testigos pertenecientes a las fuerzas de
seguridad y ante el desconocimiento del Cuerpo de protección de la existencia
del equipo de médicos comunitarios, nos demandaron atender a un testigo
perteneciente a este otro grupo. Esta situación requirió una conversación
con algunos de sus miembros para afirmar los criterios que como equipo
habíamos acordado con el tribunal.
Durante este año y en el desarrollo del juicio se presentaron situa-
ciones al menos “raras” con efecto de intimidación, que algunos testigos
afectados comunicaban al equipo. Este y por pedido del testigo presentaba
la misma ante tribunales y el Cuerpo de protección, quienes intervenían y
canalizaban las situaciones planteadas.
Con los abogados querellantes, particularmente con HIJOS y el área
legales, hubo permanente contacto y acercamiento.

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Cuadernos del Campo Psicosocial

5. Testimonio

“La primera palada de tierra sobre el cuerpo mutilado


de mi hermano, hoy cobra otro sentido”
palabras de un testigo.

A. Testimonio como producción de memorias


Si abordamos el testimonio desde las teorizaciones de los estudios sobre
las memorias podemos decir que el testimonio que se produce en instancias
judiciales puede ser pensado en términos de una producción de memorias. En-
tendemos las memorias (Jelin, 2002) como procesos subjetivos, individuales,
con marcas tanto simbólicas como materiales; constituidos en procesos sociales
en un determinado contexto histórico político, donde las mismas son objeto de
disputas, luchas, conflictos, donde los sujetos tienen un rol activo en cuanto
son productores de sentidos y participan de estas luchas.
El testimonio ancla en experiencias, y “en las condiciones sociales
que lo vuelven comunicable” se establece una relación social que define los
límites de lo que es efectivamente decible (Pollack “el testimonio” pág. 2).
Relación posibilitada por la disposición del que da un testimonio y puede ser
escuchado. Enlaza memorias y reflexión sobre si; encontrando y actualizando
sentidos del pasado y del presente.
Consideramos que el testimonio que se produce en instancia judicial
está ligado a un determinado contexto de producción. Hay en cada testi-
monio un marco social que atraviesa ese relato individual. Este marco es
posible pensarlo en términos de momentos históricos diferentes que hacen
que la frontera entre lo decible y lo no decible varíe. Estos testimonios son
dados en un contexto jurídico y en una instancia judicial particular donde
por ejemplo las organizaciones sociales, políticas, de derechos humanos,
se erigen en un actor significativo. Se reconocen como parte de una trama
que hizo y hace un aporte capital en la generación y concreción de la actual
instancia judicial, que tiene participación y presencia activa en diversos es-
pacios y momentos. Se reconoce una tensión permanente entre lo subjetivo
de cada testigo y el entramado más amplio, que brinda un cauce sobre lo
que aparece como posible de ser escuchado y también de ese decir. Así en
cada testimonio se ponen en juego recuerdos, olvidos y silencios.
Puntualmente con respecto a los silencios es posible decir que con

90 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

algunos testigos hubo cuestiones que se plantearon en el acompañamiento


pero que luego no tenían lugar en el testimonio. Algunas de ellas debido a
que son temas, sobre los que pesan silencios o zonas de silencio donde lo
siniestro emerge con un plus que conmociona, acallan, despalabra.
No obstante es necesario rescatar que en situación de audiencia pu-
dieron cobrar palabra situaciones de violentación y violación sexual, hechos
que durante años habían sido restringidos a lo íntimo, privado, imposible
de denunciarse. La palabra, la escucha pública y su consideración como
producto del terrorismo de estado vivido, posibilita la denuncia judicial
como una búsqueda de interpelar la impunidad.
Es posible identificar algunas dimensiones del testimonio:

Como acto de memoria.


La memoria no se garantiza a sí misma, sino que toma cuerpo en el
vínculo social, allí el decir es sancionado como dicho y pasa a formar parte
del entramado histórico, individual y colectivo.
El trabajo de la memoria fue y es un acto de resistencia, posibilita
múltiples sentidos, se resiste a ser capturada por memorias oficiales, disci-
plinadas. A través de las palabras que empuñan las distintas generaciones
se posibilita un espacio para que se hagan presentes las historias colectivas
invisibilizadas. A partir de los testimonios, la historia ya no puede ser desco-
nocida. La emergencia de estos relatos abre a la circulación de nuevos sentidos.

Como acto de libertad.


¿Qué hace que el testimoniar pueda ser pensado como un acto de li-
bertad? La decisión de producirlo. Hablar, como un acto donde se rompe el
silencio, se pone el cuerpo y se dice acerca de lo padecido.
Cada testimonio produce un efecto de verdad, restituye un sentido
nuevo a la historia. Incorporar a la subjetividad aspectos negados de la
experiencia del horror, posibilita -cuando es un acto consentido y no com-
pulsivo- reposicionarse ya no como víctima sino como sujeto de derecho.
No obstante, este momento no puede darse sin dolor porque lo que
verdaderamente causó ese dolor inenarrable, es lo que nunca debió haber
sucedido: “la quebrantación del límite de lo humano y por lo tanto del
límite del lenguaje”.
Como acto político/militante.
Podemos pensar la condición de testigo y testimonio como un acto de

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 91


Cuadernos del Campo Psicosocial

militancia: de múltiples modos aparece una continuidad -nunca lineal- en el


posicionamiento que rescata, retoma, resignifica proyectos, sentidos y luchas
del pasado en este presente testimonial; posicionamiento donde se manifiesta
con fuerza una voz eminentemente política. Acto de militancia que busca
conectar pasado y futuro mas allá de la experiencia del sufrimiento y el horror,
donde la palabra cobra fuerza rompiendo con versiones disciplinadas de la
historia imperante, hegemónica hasta no hace muchos años.
El testimonio desde esta dimensión produce múltiples sentidos:
* El no querer suprimir/suprimirse es en su condición de testigo27 lo
que abre la posibilidad de “dejar marca” en los otros, en la historia, en las
memorias, en la subjetividad de quien lo enuncia y lo escucha.
* El carácter instituyente que adquiere el testimonio por las múltiples
rupturas que provoca –en el marco de este juicio- a la impunidad instituida.
* Y también, darle presencia a tanta ausencia para no perder en el
rastro de la historia los recuerdos de los que no están…
Ser testigo, entonces, no es solo ser testigo en un juicio, sino es ser tes-
tigo de la vida compartida con los otros, de los recuerdos y del compromiso en
la transmisión de lo vivido y aprendido. Ser testigo vuelve-restituye-instituye
con nuevas formas y sentidos; los sentidos aquellos -proyecto político- por
los cuales caen presos en un contexto de lucha.

B. “Una bocha que estalla”


El conocer que los testigos transitaron por cierto tipo de experien-
cias y /o vivencias que pueden pensarse como ligadas a lo traumático, hace
que debamos estar atentos a esta noción. Reflexionar sobre el concepto de
traumatismo, de alguna manera, facilita iniciar un proceso de objetivación
necesario para la tarea de acompañar.
Incluimos a continuación algunas consideraciones.
El horror nunca es gratuito. Del cuerpo de los alcanzados, de los
arrasados por los engranajes dispuestos por el terrorismo de estado para la
crueldad y la muerte se extiende al cuerpo social, en donde ese horror ha
sido posible. El acontecimiento trágico de los ’70 nos atraviesa como socie-
dad: innumerables marcas y huellas nos hablan hoy de ese pasado, de este
pasado-presente.

27 Agamben (2009:13) sostiene que “en un campo una de las razones que pueden impulsar a una depor-
tado a sobrevivir es convertirse en un testigo”.

92 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

“El proceso de la vida está sometido permanentemente a


micro traumatismos que ponen en marcha sistemas complejos de
simbolización y propician el enriquecimiento de procesos psíquicos
(...) si el psiquismo no logra metabolizar el traumatismo se pro-
ducen modalidades de cicatrices queloides, que insensibilizaran o
disminuirán la productividad de una parte de la vida psíquica”
(Bleichmar, 2009)

Al hacer referencia a los micro traumatismos Bleichmar señala que


estos dan la posibilidad de que se convierta, se inscriba como acontecimien-
to, modificando, complejizando y promoviendo el desarrollo psíquico. Lo
que deviene trauma, en cambio, desestructura, pone en riesgo de fractura
al psiquismo.
El trauma se vivencia como una tragedia, resulta inasimilable. Aquellas
experiencias no han sido olvidadas ni tampoco reprimidas, sino que están
fuera del tiempo, salidas del discurso y de la transmisión (Davoine, 1998).
El tiempo se detiene, se trata de un presente que no pasa.
Esto fuera del tiempo es lo que a veces vuelve al momento de testimo-
niar, se hace presente como, “una bocha que te estalla” -en palabras de un
testigo-, de silencios infranqueables, palabras trabadas por la angustia, como
una película que pasa y a la que no se le puede poner corte.
Cuando las palabras que pueden nombrar determinados sucesos han
perdido validez, como en el terrorismo de estado y posteriormente con la
impunidad donde las palabras para nombrar lo sucedido fueron vaciadas
de valor, perdiendo eficacia simbólica, adquieren potencialidad traumática.
Tanto en el acto de testimoniar como en otras instancias, tomar la
palabra da lugar a la salida de lo enquistado, abre una posibilidad para que
la palabra se sostenga. Al ser compartido con otros decires se van tejiendo
lazos y una significación necesaria; se reactiva el dolor pero también lo alivia
el reconocer a los otros y a los otros fragmentos de la historia que parecían
estar desarticulados. Se construyen memorias colectivas.

C. Testimonios y Testigos
Hay en el país numerosos juicios llevándose a cabo, estos juicios van
construyendo otras versiones de la historia, legitimando voces hasta entonces
sin lugar en la escena pública, en el relato oficial.
Ante la pregunta sobre quienes testimonian reconocemos la diversidad

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 93


Cuadernos del Campo Psicosocial

en los testimonios de los juicios que ya han tenido lugar en Córdoba al regis-
trar contextos de producción diversos en función de la experiencia transitada
desde la cual se testimonia. Queremos significar entonces que encontramos
singularidades en relación al testigo en función de los lugares de tránsito y
cautiverio en los sobrevivientes de un CCDyE y los sobrevivientes de las
cárceles de la dictadura militar. Para ello hacemos alusión al primer y tercer
juicio oral y público por delitos de lesa humanidad desarrollados en Córdoba.
En el primer juicio puede decirse que testimoniar estuvo ligado a
hablar por primera vez de hechos sucedidos más de 30 años atrás; sobrevi-
vientes -que estuvieron detenidos-desaparecidos entre un año y hasta dos en el
centro clandestino de detención La Perla- rompían el silencio, el aislamiento
y ponían en palabras en la audiencia pública hechos y situaciones que hasta
entonces habían sido mayormente negados, acusados de inexistentes a partir
de las leyes de impunidad.
En este tercer juicio puede señalarse que testimoniar estuvo fuerte-
mente ligado a un acto político y militante, ya que declararon testigos que
son fundamentalmente sobrevivientes de cárceles, ex presos políticos a dispo-
sición del Poder Ejecutivo Nacional. Muchos de ellos –la mayoría- detenidos
antes del 24 de marzo de 1976. Militantes de distintas organizaciones, con
una significativa presencia de sindicalistas.
Esta trayectoria de militancia constituyó un atravesamiento activo en
el acto de testimoniar: “Hago esta declaración por aquellos que no pueden
hablar porque están muertos. En cada palabra que yo pronuncio está el rostro
de los fusilados. Necesitaban que desaparezcamos, pero de todas maneras,
nunca lo lograron. Quiero decir Viva la resistencia de los presos políticos
refiere una de los testigos.
“La prisión se vive como un hecho colectivo”, afirmaron varios testigos
ilustrando situaciones cotidianas del cautiverio. Podemos observar recurren-
cias en los relatos de los sobrevivientes detenidos antes al Golpe de Estado:
• Cambios en el régimen carcelario en diciembre del 75 y cambio
radical del régimen carcelario a partir del 24 de marzo de 1976.
• Cambios en la participación de fuerzas de seguridad. A partir del
24 de marzo es la fuerza militar quien tiene protagonismo. El
personal de penitenciaria acata y es “un abre puertas”.
• Las golpizas se tornan cotidianas a partir de marzo del ‘76 que-
dando serias secuelas que aun hoy persisten, se agravan, etc.
• Gran inventiva para mantenerse comunicados, pasar información,

94 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

organizarse internamente, como formas de resistir.


• Algunas recurrencias ante el acompañamiento fueron:
• Expresan estar bien, tranquilos, saben lo que quieren decir.
• No es la primera vez que testimonian.
• No necesariamente incorporan a la familia o apelan atención a
esposa o hijos.
• Otras recurrencias registradas ante el Cuerpo de protección a
testigos:
• Desconfianza ante la fuerza policial.
• No apelan a custodias permanentes.
• No desean ser buscados y luego llevados por el cuerpo de protec-
ción el día de la audiencia.
• Son acompañados en general por un familiar.
• Luego de testimoniar buscan encontrarse con familiares y com-
pañeros e irse con ellos.
El testimonio también funcionó como posibilitador de la reconstruc-
ción de diversas tramas históricas.
La situación de escucha de los relatos en sala de audiencia genera, entre
familiares y compañeros, la posibilidad de ir armando y reconstruyendo de
manera individual y colectiva historias que por mucho tiempo fueron frag-
mentadas y silenciadas. Esto aparece de modo particular en la escucha de los
testimonios por parte de los hijos de las víctimas asesinadas; hay una puesta
en juego de un interés por llenar vacíos, por “completar el rompecabezas”.
Los hijos están muy pendientes de los testimonios que aportan a las
causas de sus padres y al finalizar los testimonios se acercan a los testigos y
se presentan. Son situaciones que en varios casos implicó momentos de gran
emotividad tanto para el testigo como para los hijos.

6. Conclusiones
“….he usado el lenguaje mesurado y sobrio del testigo, no el lamen-
toso lenguaje de la víctima ni el iracundo lenguaje del vengador: pensé
que mi palabra resultaría tanto más creíble cuanto más objetiva y menos
apasionada fuese; sólo así el testigo en un juicio cumple su función, que
es la de preparar el terreno para el juez. Los jueces sois vosotros.”
Primo Levi.

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 95


Cuadernos del Campo Psicosocial

En situación de juicio, y en relación a lo escuchado y transitado se


observan los siguientes movimientos, entre otros:
En relación al movimiento de las memorias como habilitación para dar
lugar a la palabra en lo acallado; de poner en audiencia pública lo anudado
en lo íntimo-privado, para pocos, o solo para el afectado. En este juicio se
produjo en el acto de testimoniar un hecho importantísimo: dar palabra
significada, en un hablar y ser escuchado en situación de violentación coti-
diana, de violentación de la intimidad, de violentación sexual. La escucha se
ha modificado, lo no dicho pugna por encontrar palabras. De esta manera lo
público y lo íntimo tuvieron lugar en relatos donde aparecían la experiencia
de la desnudez, la falta de higiene, las violaciones y abusos, la maternidad
en reclusión, las intuiciones y corazonadas femeninas, los vínculos y lazos
entre mujeres. El llanto silencioso y la atenta, solidaria y tierna escucha en
los relatos de las madres con sus niños en cautiverio y la separación de ellos.
El recuerdo de todo ello generó un silencio de respeto en la sala.
Los juicios intervinieron de alguna manera, en un movimiento en
actitudes y disposiciones, ligadas en mucho a la posibilidad de hablar e iniciar
otro camino en la resignificación del otro y la confianza, y en la resignifica-
ción de la información; en voz de un testigo: “Muchos nos retiramos a un
autoexilio por años, pero los juicios permiten que hoy pueda estar hablando
con vos, si hubieras venido cinco años atrás, ni te hablo. Con la primera
sentencia contra Menéndez, hay un antes y un después para mí. Era saber
que se acababa la impunidad y que podíamos empezar a hablar sin miedo”.
En relación a los testigos, una situación que se nos presentó con
mucha recurrencia, es la referida a las secuelas físicas de los ex detenidos, su
agravamiento y tardía atención por haber transitado situaciones de altísima
precariedad. Así también apareció como importante el anclaje sostenido en
diferentes espacios y formas de participación.
Destacamos, y en un proceso de construcción conjunta de las mejores
maneras de abordar juicios por crímenes de lesa humanidad, los siguientes
ítems:
Del escenario judicial. En el proceso judicial en distintas oportuni-
dades la puesta en acto de las lógicas de los diferentes actores involucrados
generó situaciones de vulnerabilidad, extrañeza, vacíos, invasiones, confusión,
naturalización de situaciones de o con efecto de re-victimización.
La necesaria articulación de la lógica jurídica, del cuerpo de protec-
ción, de los organismos, de la prensa, del equipo de acompañamiento. Y

96 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

que la lógica de igualdad en el derecho no se desplace a la desigualdad en lo


simbólico en tanto victima versus victimario.
Al ser la Justicia en sus instituciones el escenario donde se desarrollan
estas acciones, no sorprende que la lógica judicial tenga supremacía, lo que sí
es necesario considerar es que siendo el escenario del juzgamiento a Críme-
nes de lesa humanidad no puede ignorar la particularidad del entramado de
relaciones, posicionamientos, sentimientos, actores que en él se involucran.
Del equipo. La autonomía del equipo; y la importancia del trabajo
en equipo y de la coordinación como garante tanto de la tarea de acompaña-
miento, así como en lo ético/intelectual y emocional de los propios miembros
del equipo como de los destinatarios y de la relación con otros actores.
La disponibilidad como eje del dispositivo y la clara definición ética/
política/técnica de quién es el destinatario del acompañamiento traducida
en política de estado. La sustentabilidad y la garantía del acompañamien-
to, mediante: cargas públicas plenas, renta o reconocimiento de viáticos y
gastos, etc.
La naturalización de las situaciones. Su efecto profundiza descon-
cierto y lesiones, afecta, vulnera.
Encontramos que es necesario compartir una reflexión sobre la
importancia que el primer contacto con los testigos lo realice Tribunales;
los testigos deben conocer para que son citados. Resulta necesario que Tri-
bunales informe y brinde el conocimiento de la existencia de un equipo de
acompañamiento, que los testigos conozcan cuando serán visitados por el
cuerpo de protección.
Atender espacios de cohabitación de imputados, familiares y testigos
tanto en los espacios comunes como en sala de espera. Así también coinci-
dencias o coexistencias espacio-temporales de imputados y testigos, fuera
del contexto habitual: esto se observó por ejemplo, en la inspección ocular,
en la circulación por el edificio de tribunales de imputados sin esposas, en la
playa de estacionamiento al finalizar las audiencias. Advertir sobre algunas
actitudes de malos tratos desde algunos miembros de las fuerzas de seguridad
hacia familiares y público en general vinculado a las víctimas.
Este juicio presento características diferenciales; algunas de ellas ya
fueron señaladas. Interesa destacar aquí la presencia de amenazas e intimi-
daciones tanto a abogados querellantes, organismos de derechos humanos,
testigos de la causa. Esta situación ligada con tantas otras que han ocurrido
en el país –desde Julio López aun desaparecido, asesinatos y encarcelamien-

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 97


Cuadernos del Campo Psicosocial

tos, hasta la reciente represión, detención y orden de investigación a parti-


cipantes de una marcha de estudiantes en Córdoba-; nos interpela a todos
y nuevamente al estado. Invitamos a sostener el NUNCA MAS, ayer y hoy,
y cada vez que una situación de violentación y vulneración de derechos,
afecte a cualquiera.
Finalmente llegó la sentencia. En anexo se incluye la parte resolutiva
de la misma. Este juicio ha terminado. Hubo condenas y absoluciones. Sen-
timientos de satisfacción, cansancio, alivio, bronca y amargura. No repara
la ausencia. Si afirma la oportunidad de hacer lugar a la palabra, de hacer
lugar a que sea escuchada. Y recorrer con otros, otros caminos que ligan a la
producción de vida, de voz, de memoria, de verdad y de justicia.

Vii Bibliografia
AGAMBEN, Giorgio (2009): “Lo que queda de Auschwitz. El archivo y el testigo”.
Homo Sacer III. Ed. Pre-textos, Valencia.
AGAMBEN, Giorgio (2005): “¿Qué es un dispositivo?” Conferencia de Buenos
Aires. Mímeo.
BARRAULT, Omar (2008): “Psicología Comunitaria y Espacios de encuentro: una
lectura desde la subjetividad”. Mímeo.
BLEICHMAR, Silvia (2009): “El desmantelamiento de la subjetividad. Estallido
del yo”. Colección Psicoanálisis, sociedad y Cultura Nº 24 Buenos Aires
Topía Editorial.
BRAUNSTEIN, Néstor (2008): Quebrantación del límite de lo humano. “Memoria
y espanto o el recuerdo de infancia”, México Siglo XXI editores.
GOMEL, Silvia (1995): Conferencia: “El psicoanálisis vincular frente a los nuevos
paradigmas”, realizada en AUPCV, - Tramas-.
JELIN Elizabeth (2002) “Los trabajos de la memoria”. Madrid y Buenos Aires:
Siglo XXI de España Editores y Siglo XXI de Argentina Editores.
DAVOINE Francoise y GAUDILLIERE, Jean Max (1998): Seminario Locura
y lazo social. El discurso analítico del trauma. Buenos Aires 3 y 4 de Julio.
Mímeo.
DAVOINE DAVOINE, F. y GAUDILLIERE, J-M (1994): Anuncio del
Seminario “Locura y lazo social”. Dictado el 31 de Octubre y el 1° de
Noviembre, Transcripción de Bergliafa y Lopez Córdoba.
LEVINAS, E. (1974): “Humanismo del otro hombre”, México, Siglo XXI
LEVINAS, E. (1974): “Totalidad e infinito”. Ensayo sobre la exterioridad,
Salamanca, Ed. Sígueme.
LIRA et ALT (1989): “Psicoterapia de victimas de represión política bajo dictadura:

98 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

un desafío terapéutico, teórico y político”, en Derechos humanos: todo es


según el color con el que se mira, Santiago de chile, Ed. ILAS.
LOURAU, Rene (1991): “Implicación y sobre implicación”, en El espacio
institucional. La dimensión institucional de las prácticas sociales.
Conferencia dictada en “El espacio institucional”, Buenos Aires, 21 al 24
de Noviembre.
POLLAK, Michael y HEINICH, Natalie (1986): “El testimonio”. En Actes de la
recherche en sciences sociales N° 62/63, Junio.
RAFFO, P. et alt. (2007): “Acompañamiento Psicológico y Terapia Psicológica”, en
Atención integral a víctimas de tortura en procesos de litigio. Aportes
psicosociales. Ed. Instituto Interamericano de Derechos Humanos, Costa
Rica.
TUMINI, MOLAS Y MOLAS, PLAZA, POMARES, VAZQUEZ (2008),
Informe Experiencia del acompañamiento psicológico realizado a testigos
y querellantes en el primer juicio por crímenes de lesa humanidad en
Córdoba. Córdoba. Mímeo.
Suplemento “Las 12”, Página 12. 3/9/10

Por quienes pedimos justicia

Mirta Noemí Abdon de Maggi, (17/01/1947) Nacida en Córdoba Capital


Estudió Arquitectura y también Bellas Artes en la UNC, fue militante del
PRT-ERP. Detenida en la UP1, fue asesinada en fraguado intento de fuga
durante un traslado en las cercanías del Parque Sarmiento, el 19 de junio
de 1976. Tenía 29 años y una hija.

Pablo Alberto Balustra, (27/9/1943) Nacido en Córdoba Capital. Trabajaba


en Obras Sanitarias de la Nación. Delegado sindical. Militaba en
Montoneros. Detenido en la UP1, tenía dos hijos, de cuatro y un año
.Quedó Parapléjico por los golpes y luego fue asesinado en un supuesto
intento de fuga el 11 /11 de 1976 a los 33 años.

María Esther Barberis, (4/8/1956) Nacida en San Francisco, provincia de


Córdoba. Estudiaba medicina en la Universidad Nacional de Córdoba
y militaba en el PRT-ERP. Detenida en la UP1, fue asesinada en un
supuesto intento de fuga durante un traslado en las cercanías del Parque
Sarmiento, el 19 de junio de 1976. Tenía 19 años.

Miguel Ángel Barrera, (19/01/1951) Nacido en la ciudad de Córdoba. Trabajaba

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 99


Cuadernos del Campo Psicosocial

en el Área Material Córdoba y militaba en el PRT-ERP. Detenido en la


UP1, fue asesinado en fraguado intento de fuga durante un traslado en
las cercanías del Parque Sarmiento, el 19 de junio de 1976. Tenía 25 años.

Eduardo Daniel Bártoli, (27/01/1947) Nacido en Córdoba. Estudiante de


medicina en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional
de Córdoba. Militaba en la Juventud Peronista. . Detenido en el D2, fue
asesinado en dicha dependencia el 30 de abril de 1976, luego fraguaron
intento de fuga. Tenía 29 años.

Raúl Augusto Bauducco, (13/01/1948) Nacido en Río Cuarto, provincia


de Córdoba. Estudiaba Ciencias de la Información en la Universidad
Nacional de Córdoba y militaba en el PRT-ERP. Fue detenido en la UP1
y asesinado en el patio de la unidad penitenciaria el 5 de julio de 1976,
cuando tenía 28 años.

Miguel Ángel Ceballos, (9/3/1939) Nacido   en Frías, Santiago del Estero. Vivía
en Córdoba y cursó estudios en la UNC. Fue presidente de la Federación
Universitaria de Córdoba y fundador del Movimiento Nacional Reformista
(MNR). Militó en el PRT-ERP. Detenido en la UP1,   fue asesinado en
fraguado intento de fuga el 11 de noviembre de 1976 a los 37 años.

Víctor Hugo Ramón Chiavarini, (24/10/1953) Nacido en la ciudad de San


Francisco, Córdoba. Estudiaba Agronomía en la Universidad Nacional
de Córdoba. Militaba en el PRT. Fue detenido con su madre en el D2
y asesinado el 30 de abril de 1976 a los 22 años, en fraguado intento de
fuga.

Gustavo Adolfo de Breuil, (7/8/1953) nacido en Córdoba Capital. Estudiaba


en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales y militaba en Montoneros.
Detenido en la UP1,   fue asesinado durante un traslado en fraguado
intento de fuga en La calera, el 12 de agosto de 1976 a los 23 años.

Eduardo Alfredo de Breuil, (29/4/ 1947) Nacido en Córdoba capital. Hermano


de Gustavo de Breuil., el 12 de agosto de 1976, fue sacado de la cárcel y
llevado a presenciar el asesinato de su hermano.

Florencio Esteban Díaz, (17/12/1930) Nació en San Nicolás, Provincia


de Buenos Aires. Se radicó en Córdoba, trabajó en Fiat y en Vialidad
Provincial. Integró la Coordinadora de gremios en lucha y el bloque

100 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

gremial del Peronismo Auténtico. Militó en Montoneros. Detenido en la


UP1,  fue asesinado en fraguado intento de fuga el 11 de noviembre de
1976 a los 45 años.

Diana Beatriz Fidelman, (2/1/1952) Nació en Avellaneda provincia de


Buenos Aires.  Ingresó a la Facultad de Medicina de la UBA. Luego se
radicó en Córdoba y trabajó en una imprenta en Alto Alberdi. Militaba en
Montoneros. Detenida en el D2 y en la UP1, fue asesinada el 17 de mayo
de 1976 en fraguado intento de fuga los 23 años.

José Cristian Funes, (9/10/1952) Nacido en la ciudad de Córdoba. Era obrero


metalúrgico, militó en el Partido Comunista y luego en el peronismo.
Detenido en la UP1,   fue asesinado en fraguado intento de fuga el 30 de
junio de 1976 a los 24 años.

Jorge Oscar García, (16/11/1949) Nacido en Córdoba. Militaba en Montoneros.


Casado. Un hijo. Detenido en la UP1,   fue asesinado en fraguado intento
de fuga el 11 de noviembre de 1976 a los 26 años.

Marta Juana González de Baronetto, (5/5/1950) Nacida en Guasapampa,


departamento Minas, Provincia de Córdoba. Era maestra y catequista,
militaba en Montoneros e integraba el Partido Peronista Auténtico.
Detenida en la UP1,   fue asesinada al poco tiempo de dar a luz, en
fraguado intento de fuga el 11 de noviembre de 1976. Tenía 26 años.

Eduardo Alberto Hernández (17/3/1955) Nacido en Chascomús, provincia


de Buenos Aires. Estudiante de Medicina en la Universidad Nacional de
Córdoba. Militaba en la Juventud Universitaria Peronista. Detenido en la
UP1 y asesinado en fraguado intento de fuga el 17 de mayo de 1976, a
los 21 años.

Hugo Oscar Hubert, (15/2/1942) nacido en Santa Rosa de Calamuchita,


Provincia de Córdoba. Trabajaba como empleado de la Municipalidad
de esa ciudad. Estudiaba en la Universidad Nacional de Río Cuarto y
militaba en Montoneros. Detenido en la UP1,   fue asesinado en fraguado
intento de fuga el 11 de noviembre de 1976 a los 34 años.

María Eugenia Irazuzta, (24/12/1948) Nacida en Córdoba Capital. Estudiaba


en la Escuela Superior de Idiomas de la Universidad de Córdoba. Militaba
en Vanguardia Comunista. Fue detenida en el D2 y asesinada el 30 de

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 101


Cuadernos del Campo Psicosocial

abril de 1976 a los 28 años en fraguado intento de fuga.

José René Moukarzel, (30/10/1949) Nacido en Frías, Santiago del Estero. Era
médico, egresado de la Universidad Nacional de Córdoba, y militante del
PRT-ERP. Detenido en la UP1, muere en el Hospital Militar el 15 de julio
de 1976, luego de sufrir terribles tormentos en la UP1. Tenía 26 años
cuando fue asesinado.

Miguel Angel Mozze, (14/10/1948) Nacido en Cruz del Eje, Córdoba. Fue
seminarista, estudiante de Ciencias de la Información y dirigente de la
Juventud Peronista. Militaba en Montoneros. Tenía un hijo de tres años.
Detenido en la UP1 y asesinado el 17 de mayo de 1976 en fraguado
intento de fuga a los 27 años.

Liliana Páez de Rinaldi, (24/6/1951) Nacido en la ciudad de Córdoba.


Militaba en el PRT-ERP. Tenía un hijo de cinco años. Detenida en la UP1,  
fue asesinada en fraguado intento de fuga el 20 de agosto de 1976 a los
25 años.

José Ángel Pucheta, (3/2/1945) Nacido en Córdoba capital. Fue periodista,


traductor de inglés y tornero. Militaba en el PRT-ERP. Detenido en la
UP1 y asesinado en fraguado intento de fuga el 28 de mayo de 1976,
cuando tenía 31 años.

Marta del Carmen Rosetti de Arquiola, (10/12/1948) Nacida en San


Francisco, provincia de Córdoba. Militaba en el PRT- ERP. Detenida en
la UP1 fue asesinada en fraguado intento de fuga el 30 de junio de 1976
a los 27 años.

Carlos Alberto Sgandurra, (25/10/1946) Córdoba capital. Estudió Arquitectura


en las universidades nacionales de Tucumán y Córdoba. Era empleado y
militaba en el PRT-ERP. Detenido en la UP1, Fue asesinado en fraguado
intento de fuga, el 28 de mayo de 1976, a los 29 años.

José Alberto Svagusa, (26/5/1948) Nacido en Monte Maíz, Córdoba. Vivió en


Río Cuarto desde los 17 años y luego se estableció en Córdoba Capital,
militaba en Montoneros. Detenido en la UP1 y asesinado el 17 de mayo
de 1976 en fraguado intento de fuga. Tenía 28 años.

Higinio Arnaldo Toranzo, (11 /01/1956) Nacido en San Francisco del Chañar,

102 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

provincia de Córdoba. Participaba de la parroquia de barrio Talleres y


militaba en la Juventud Peronista. Detenido en la UP1, fue asesinado
durante un traslado en fraguado intento de fuga en La calera, el 12 de
agosto de 1976 a los 20 años.

Daniel Tramontini, (27/5/1955) Nacido en Capital Federal. Estudiaba


composición musical en la Escuela de Artes de la UNC. Trabajaba como
Operario en CORMATIC y Militaba en el PRT-ERP. Detenido en la UP1,  
fue asesinado en fraguado intento de fuga el 20 de agosto de 1976 a los
21 años.

Miguel Hugo Vaca Narvaja (h), (20/6/1941) en Córdoba Capital. Era periodista
y abogado recibido en la Universidad Nacional de Córdoba, defensor de
presos políticos, militante montonero y apoderado del Partido Peronista
Autentico. Detenido en la UP1,   fue asesinado durante un traslado en
fraguado intento de fuga en La calera, el 12 de agosto de 1976 a los 35
años.

Luis Ricardo Verón, (11/5/1949) Nacido en Mercedes, provincia de Corrientes.


Era empleado del Banco Nación, militante de la Juventud Trabajadora
Peronista y estudiante de Derecho en la Universidad Nacional de
Córdoba. Estuvo detenido en la UP1 y fue   asesinado el 17 de mayo de
1976 en fraguado intento de fuga a los 27 años de edad.

José Osvaldo Villada, (15/10/1945) Nacido en Córdoba capital. Se desconocen


las circunstancias en las que fue detenido. Fue asesinado a los 30 años.

Ricardo Alberto Yung, (19/9 /1943) Nacido en San Salvador de Jujuy. Obrero
metalúrgico y estudiante de Ingeniería en la Universidad Nacional de
Córdoba. Militaba en Montoneros.

Claudio Anibal Zorilla, (8/12/1954) Nacido en Córdoba Capital. Estudiaba


Arquitectura en la Universidad Nacional de Córdoba y militaba en Política
Obrera. Detenido en la UP1, fue asesinado en un fraguado intento de
fuga durante un traslado en las cercanías del Parque Sarmiento, el 19 de
junio de 1976. Tenía 21 años.

SERA JUSTICIA

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 103


Cuadernos del Campo Psicosocial

ANEXO

A. Juicios en el País
Estos son los juicios que hasta noviembre del año 2010 se han podi-
do relevar, en base al arqueo de información de la página WEB de HIJOS,
Procuraduría General de la Nación, La Corte Suprema de Justicia, el Equipo
NIZKOR y las páginas de cada juicio. Es necesario decir que no obstante
faltarán seguramente algunos datos, el objetivo de este apartado es poder
conformar una visión general de los juicios que se están sustanciando este
año en el país.

Santiago del Estero:


Juicio a 4 genocidas: el ex comandante Antonio Domingo Bussi y
los ex policías Musa Azar Curi, Ramiro del Valle López Veloso y Miguel
Tomás Garbi. Están imputados por secuestro, tortura, homicidio calificado
y asociación ilícita. Se los juzga por el secuestro y asesinato del estudiante
universitario Cecilio Kamenetzky, en agosto de 1976.

Salta:
Comenzaría este año. Juicio por el secuestro y desaparición del exgo-
bernador Miguel Ragone. Tribunal Oral en lo Criminal de Salta.
Hay seis represores imputados.

Chaco:
Masacre de Margarita Belén: En esta causa se investiga uno de
los crímenes emblemáticos del Terrorismo de Estado ejercido en nuestra
provincia por la última dictadura; el fusilamiento clandestino de 22 presos
políticos perpetrado el 13 de diciembre de 1976 en un operativo conjunto
del Ejército y la policía del Chaco a unos 30 kilómetros de Resistencia ca-
mino a Formosa. Por testimonios de sobrevivientes se sabe que todos fueron
torturados y varios estaban moribundos al momento de ser asesinados. Se
juzga en Resistencia a ocho militares y un policía. El décimo imputado está
preso en Brasil esperando la extradición.
Lugar del juicio: Salón de actos de la Facultad de Ingeniería de la
UNNE. Hay más de 30 denunciados no imputados, el juicio comenzó el
30/6/2010.

104 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

Resistencia Causa caballero: La “causa Caballero” (2) fue iniciada en


1984 y elevada a juicio por el Juzgado Federal de Resistencia recién el 25 de
septiembre de 2009. Sus 82 fajos de expediente retratan el funcionamiento
del dispositivo de secuestro, tortura y exterminio clandestino del Terrorismo
de Estado en la Brigada de Investigaciones de la policía del Chaco a partir
de la investigación de 27 de los centenares de casos de apremios ilegales y
vejaciones a detenidos políticos perpetrados entre 1975 y 1979.
El Dr. Víctor Alonso, la doctora Lucrecia Rojas Acosta de Badaró y
Manuel Antonio Jesús Moreira integran el Tribunal Oral de la Justicia Fe-
deral que llevará adelante el juicio, que se realizará en el Salón de actos de
la Facultad de Ingeniería de la U.N.N.E.
Los policías Gabino Manader, José María Rodríguez Valiente, Hum-
berto Lucio Caballero, José Marín, Ramón Esteban Meza, Luis Alberto
Patetta, Ramón Andrés Gandola, Enzo Breard, Francisco Orlando Alvarez,
Rubén Héctor Roldán, Oscar Alberto Galarza, y el oficial teniente José
Tadeo Luis Bettolli (el único militar) son los acusados, procesados por co-
misión de tormentos agravados. El recientemente fallecido ex fiscal federal
Carlos Flores Leyes también integraba la nómina de imputados en razón de
su participación en las torturas y por su omisión a investigar las denuncias
sobre crímenes de la represión cuando era secretario del Juzgado Federal y
una pieza clave en el funcionamiento del terrorismo de Estado en el Chaco.
Los genocidas Facundo Serrano, José David Ruiz Palacios, Carlos Alcides
Thomas, Wenceslao Ceniquel, José María Cardozo, Alberto Valussi, Oscar
Ayala, y Carlos Silva Longui también fallecieron antes de ser juzgados en
todos estos años de impunidad y justicia en cámara lenta.

Santa Fe
Rosario: Están siendo juzgados cinco represores y un civil (Causa
“Díaz Bessone”, ex- Feced). Se los juzga por violación, tormentos y homi-
cidios, cometidos en el ex centro clandestino de detención de la Jefatura de
Policía de esa ciudad. Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 2, Oroño
940, Rosario. HIJOS no querella contra el civil. Los testigos ofrecidos son
166 y la fecha de inicio fue el 21/7/2010.
Santa Fe: Esta causa es conocida como “masacre de Juan B. Justo”. En
la misma se investigan los asesinatos del matrimonio Amestoy-Fettolini y sus
dos hijos de 3 y 5 años, y el asesinato de Ana María del Carmen Granada. El
único sobreviviente es Manuel Goncalves Granada (antes Claudio Novoa)

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 105


Cuadernos del Campo Psicosocial

debido a que recuperó su identidad hace 14 años, quien además tenía sólo
5 meses de edad. Esta masacre sucedió en la Ciudad de San Nicolas de los
Arroyos, en la provincia de Buenos Aires.
Los autos se caratulan “Bossie Federico y otros/ homicidios (expte.
Nro 37/09). Hay tres genocidas imputados: el entonces Jefe del Área Militar
132 y del Batallón de Ingenieros de Combate 101 Coronel (RE) Manuel
Fernando Saint Amant, su Jefe de Operaciones el Coronel (RE) Antonio
Federico Bossie y el Jefe de la Delegación San Nicolás de Policía Federal,
Comisario General (RE) Jorge “Chiche” Muñoz. El comienzo del debate
está previsto cuando finalice el juicio “Díaz Bessone”.

Provincia de Buenos Aires:


San Martín: Juicio al genocida Luis Abelardo Patti (el ex comisario
cumple prisión preventiva en una clínica privada de lujo). Junto a él son
juzgados el dictador Reynaldo Bignone, el ex militar Santiago Omar Riveros
(ya condenados por delitos cometidos en Campo de Mayo) y el ex comisario
Juan Fernando Meneghini, por un homicidio, secuestros, tormentos y alla-
namientos ilegales. Audiencias: lunes y jueves desde las 9:30 horas. Lugar:
Auditorio Municipal de San Martín, Sáenz Peña 4151, José León Suárez.
La Plata: Se juzga a 14 genocidas por la Causa “DUPUY, Abel Da-
vid y otros s/homicidios, tormentos, privación ilegal de la libertad y otros”,
crímenes cometidos en la Unidad Penitenciaria 9 de La Plata. Lugar del jui-
cio: Calle 4 Nº 974, entre 51 y 53, edificio ex AMIA, La Plata. Audiencias:
todos los lunes y martes desde las 9:00 horas. El juicio se sustancia desde el
12 de Abril de 2010.
Mar del Plata: Desde el 9 de Agosto de 2010 están siendo juzgados
tres genocidas: el Sub Jefe (R) de la Base Naval de Mar del Plata Alberto
Ignacio Ortíz, el ex Jefe de Inteligencia del GADA 601 Alfredo Arrillaga y
el Contralmirante (R) Roberto Luis Pertusio. Se los juzga por siete homici-
dios y nueve casos de secuestro y tormentos, cometidos entre 1976 y 1977.
Tribunal en Av. Lugo 2455. El tribunal esta conformados por los jueces
platenses Nelson Jarazo, Alejandro Esmoris y Jorge Michelli. El Ministerio
Público esta representado por el fiscal federal general Daniel Adler y como
querellantes figuran los abogados Gloria León, Cesar Sivo y la Secretaria de
Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires.

106 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

Capital Federal
ABO (Club Atlético, Banco, Olimpo) Juicio a 15 represores de
los tres ex Centros Clandestinos de Detención pertenecientes a la Policía
Federal y al Primer Cuerpo del Ejército, por los que pasaron más de 1.500
detenidos desaparecidos.
Audiencias: lunes y martes a las 9.00 y miércoles de por medio a la
misma hora
Se trata de tres centros clandestinos de detención (CCD) dependientes
del I Cuerpo del Ejército, pero que funcionaron de manera sucesiva, como un
verdadero circuito represivo. Ello implicó la mudanza de detenidos y guardias
a cada una de las distintas sedes a medida que se iba cerrando la anterior.
El CCD conocido como “El Atlético” era un predio perteneciente
a la Policía Federal ubicado entre Paseo Colón, San Juan, Cochabamba y
Azopardo de la ciudad de Buenos Aires. Ese lugar funcionó desde mediados
1976 hasta diciembre de 1977, cuando debió ser demolido por el trazado
de la autopista Richieri.
Los detenidos fueron entonces trasladados a la Provincia de Buenos
Aires, a “El Banco”, un predio de la Policía bonaerense ubicado en cercanías
de la intersección de autopista Ricchieri y Camino de Cintura, Puente 12, La
Matanza. El lugar funcionó como CCD desde fines de 1977 hasta mediados
1978 mientras se acondicionaba “El Olimpo”.
“El Olimpo”, también perteneciente a la Policía Federal, funcionó
desde 16 de agosto de 1978, con el traslado de numerosos detenidos desde
“El Banco”, manteniéndose activo hasta inicios de 1979 año en el que fue
desmantelado. Este CCD estaba ubicado en la intersección de las calles
Lacarra y Ramón L. Falcón, en el barrio porteño de Floresta.
MEGA-CAUSA ESMA El día 6 de octubre de 2010 comenzó el
segundo juicio por los crímenes cometidos en este centro clandestino, luego
del fallido proceso a Hector Febrés. Serán juzgados 19 imputados, la mayoría
de ellos personajes emblemáticos de la Armada, integrantes del Grupo de
Tareas 3.3/2 de la ESMA. Los imputados que llegarán a juicio son: Jorge
Eduardo Acosta, Alfredo Astiz, Carlos Capdevilla, Ricardo Miguel Cavallo,
Adolfo Donda Tiguel, Manuel García Tallada, Pablo García Velasco, Alberto
González Menotti, Oscar Antonio Montes, Antonio Pernías, Jorge Carlos
Radice, Juan Carlos Rolón, Néstor Omar Savio, Raúl Scheller, Julio César
Coronel, Juan Antonio Azic, Juan Carlos Fotea, Ernesto Frimon Weber y
Carlos Generoso. Audiencias: jueves y viernes a las 10.00 y miércoles de por

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 107


Cuadernos del Campo Psicosocial

medio a la misma hora


En 2011 comenzará otro juicio de la Mega-causa por las víctimas
secuestradas en 1976 en la que hay 18 represores imputados. La fecha aun
no ha sido definida.
AUTOMOTORES ORLETTI Juicio a seis represores del Centro
Clandestino que funcionó en el barrio de Flores. El centro clandestino Au-
tomotores Orletti, ubicado en un taller mecánico en Venancio Flores 3521
del barrio de Floresta, funcionó durante 1976 bajo el mando del entonces
jefe de la SIDE, general Otto Paladino, en coordinación con el Ejército y
fuerzas del Uruguay.
Por Orletti pasaron más de 300 personas, incluido un grupo de
uruguayos a quienes se secuestró para robarles un botín de 10 millones
de dólares que luego fue repartido entre la SIDE y el grupo de tareas que
intervino en el operativo. El CELS es querellante en la causa y patrocina
además a las familias de Marcelo Gelman, María Claudia Irureta Goyena y
Guillermo Binstock.
El día 3 de junio comenzó el debate oral por esta causa. La misma
ha sido elevada a juicio por los casos que se les imputan a los ex represores
argentinos, no así a los uruguayos implicados, quienes no podrán ser juzgados
en Argentina hasta que no cumplan las condenas impuestas en causas en su
país. Se trata de los oficiales del Ejército José Ricardo Arab Fernández, José
Nino Gavazzo Pereira, Luis Alberto Maurente Mata, Ernesto Avelino Ramas
Pereira, Jorge Alberto Silveira Quesada y Gilberto Valentín Vázquez Bisio
y de los oficiales de la Policía Ricardo José Medina Blanco y Ernesto Soca.
Quienes llegan a juicio son Raúl Guglielminetti, Eduardo Ruffo,
Honorio Martínez Ruiz – todos ellos ex personal civil de inteligencia de la
SIDE – el general de división (re) del Ejército Eduardo Cabanillas, el coro-
nel (re) Rubén Víctor Visuara y el comodoro (re) de la Fuerza Aérea Néstor
Guillamondegui.
Audiencias: jueves y viernes a las 9.00 y miércoles de por medio a la
misma hora
EL VESUBIO
Juicio a ocho represores del ex Centro Clandestino de Detención,
Tortura y Exterminio dependiente del Ejército. Se trata de la causa Nº
1487, caratulada “Zeoliti Roberto Carlos y otros s/ inf. arts. 144 bis inc. 1°
y último párrafo -ley 14.616- en función del art. 142 inc. 1 -ley 20.642-,
144 ter primer párrafo –ley 14.616- del C.P.”, donde se investigan hechos

108 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

ocurridos en el Centro Clandestino de Detención “El Vesubio”.


Este se encontraba ubicado en un predio del Servicio Penitenciario
Federal en la intersección de Camino de Cintura y Autopista Gral. Ric-
chieri, rodeado por dependencias de la Policía de la Provincia de Buenos
Aires y otro centro clandestino conocido como “El Banco”, muy cercanos
geográficamente al Mercado Central. Fue conocido también con el nombre
de “La Ponderosa” cuando comenzó a funcionar a finales del año 1975 bajo
la órbita del Servicio Penitenciario Federal y se sospecha que comenzó a
ser demolido a finales de 1978 con motivo de la visita a nuestro país de la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Se encontraba bajo de-
pendencia operacional de la Brigada de Infantería Mecanizada X con asiento
en Palermo que a su vez estaba subordinada al Comando del Primer Cuerpo
de Ejército que encabezaba el ex General Carlos Guillermo Suárez Mason.
En el debate se juzgarán 156 hechos de privación ilegal de la libertad
y tormentos ocurridos entre abril de 1976 y septiembre de 1978, así como
17 homicidios agravados entre los que se encuentran los fusilamientos de
Monte Grande de mayo de 1977. Más de 75 víctimas de la causa permane-
cen desaparecidas, entre ellas, el historietista Héctor Oesterheld y el cineasta
Raymundo Gleyser.
Se encuentra previsto que durante el debate declararán aproximada-
mente 280 testigos, de los cuales 75 son sobrevivientes.
Los acusados en el juicio son los oficiales del ejército Héctor Hum-
berto Gamen, Pedro Alberto Durán Saenz, y Hugo Ildebrando Pascarelli.
Además, se encuentran acusados Diego Salvador Chemes, Roberto Carlos
Zeoliti, José Nestor Maidana, Ricardo Néstor Martínez, y Ramón Antonio
Erlán, quienes pertenecían al Servicio Penitenciario Federal.
Audiencias: lunes y martes a las 10.00 y miércoles de por medio a
la misma hora.

Mendoza:
San Rafael: Juicio a cinco genocidas por delitos contra cuatro vícti-
mas. El juicio se desarrolla en San Rafael. El genocida José Martín Mussere
Quintero (oficial de la Policía de Mendoza) murió durante este juicio. El
TOF debe fijar otra fecha de juicio para Luciano Benjamín Menéndez, que
fue apartado porque está siendo juzgado en Córdoba. Luego de más de 4
meses de audiencias y 50 jornadas de debate por la desaparición de Francisco
tripiana, Roberto Osorio, Pascual Sandoval y José Berón, pasaron más de

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 109


Cuadernos del Campo Psicosocial

100 testigos.
Mendoza: Comenzó el 17 de noviembre. Juicio a 10 genocidas por
delitos contra 18 víctimas. El juicio se desarrollará en Mendoza Capital, a
cargo del TOF Nº 1.

La Pampa
Santa Rosa: Juicio a represores de la Subzona 14. Están siendo juz-
gados dos ex militares y ocho ex policías por el secuestro y la tortura de 30
personas en dependencias policiales que funcionaron como Centros Clan-
destinos de Detención en la provincia de La Pampa.

B. Veredicto
La lectura del fundamento se difiere para el vigésimo día hábil
a partir de la fecha (art. 400 tercer párrafo C.P.P.N. según ley 25.770)

EL TRIBUNAL, POR UNANIMIDAD, RESUELVE:


1) No hacer lugar al planteo de incompetencia del Tribunal deducido por las
defensas técnicas.
2) No hacer lugar a la reiteración del planteo de recusación del señor Vocal,
Dr. José María Pérez Villalobo formulado por las defensas técnicas, por tratarse de una
cuestión ya resuelta por el Tribunal, teniendo presente las reservas formuladas.
3) No hacer lugar a los planteos de nulidad formulados por las defensas.
4) No hacer lugar a la excepción de prescripción planteada por las defensas
técnicas de los imputados.
5) No hacer lugar a los planteos de inconstitucionalidad de la pena de prisión
perpetua, de reclusión y de la pena establecida en el art. 144 ter, párrafo primero, segundo
y tercero del Código Penal según ley 14.616.
6) No hacer lugar al planteo referido a la imposición de pena meramente
declarativa, efectuada por las defensas técnicas.
7) Con relación al homicidio de Eduardo Daniel Bártoli –contenido en la causa
13/84, individualizado como caso 541-, hacer lugar parcialmente a la excepción de cosa
juzgada deducida por la defensa del imputado Jorge Rafael Videla y en consecuencia
ABSOLVER al nombrado en orden al hecho de mención, rechazándolo respecto de los
demás hechos que han sido motivo de acusación y juzgamiento en la presente causa.
8) Hacer lugar a la nulidad parcial del alegato formulado por el Dr. Miguel
Ceballos en orden a la acusación de Francisco Pablo D Aloia, por el hecho nominado

110 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

undécimo.
9) Hacer lugar a la nulidad parcial formulada por la defensa técnica del acusado
Jorge Rafael Videla y las adhesiones formuladas por la defensas técnicas de González
Navarro y Mauricio Carlos Poncet, del alegato formulado por los Dres. María Elba
Martínez y Vaca Narvaja de conformidad a la nulidad decretada en el auto de elevación
a juicio.
10) No hacer lugar al pedido de declaración de nulidad de los procesamientos
de Dora Isabel Caffieri y Raúl Augusto Bauducco en los autos caratulados “MUÑOZ,
María del Rosario y otro p.ss.aa. de asociación ilícita y Ley 20.840” (Expte. 86-M-75),
y el de reivindicación de su buen nombre y honor, por ser este Tribunal incompetente,
debiéndose remitir el planteo efectuado por el Dr. Rubén Arroyo al señor Juez Federal
competente a sus efectos.
11) No hacer lugar a la excepción de cosa juzgada deducida por la defensa
técnica del imputado Gustavo Adolfo Alsina.
12) Tener presente las reservas formuladas por las defensas técnicas.
13) Declarar a JORGE RAFAEL VIDELA, ya filiado, autor mediato
(determinador) –Dres. Carlos Julio Lascano y José María Pérez Villalobo- y coautor
mediato –Dr. Jaime Díaz Gavier- penalmente responsable, de los delitos de imposición
de tormentos agravada por la condición de perseguido político de la víctima (treinta y
dos hechos en concurso real), homicidio calificado por alevosía y por el concurso de
pluralidad de partícipes (veintinueve hechos en concurso real), tormento seguido de
muerte (un hecho); todo en concurso real (arts. 45, 55, 144 ter, primer y tercer párrafo,
con la agravante prevista por el segundo párrafo del mismo precepto y 80 incs. 2° y 6° del
Código Penal texto conforme ley 11.179 vigente al tiempo de comisión de los hechos,
con las modificaciones introducidas por las leyes 14.616, 20.509, 20.642 y 21.338),
imponiéndole en tal carácter para su tratamiento penitenciario la pena de PRISIÓN
PERPETUA E INHABILITACIÓN ABSOLUTA PERPETUA, accesorias legales y
costas (arts. 19 del Código Penal y 398, 403 primer párrafo, 530 y conc. del Código
Procesal Penal de la Nación). En consecuencia, ordenar su inmediato alojamiento en una
unidad carcelaria dependiente del Servicio Penitenciario Federal.
14) Declarar a LUCIANO BENJAMIN MENÉNDEZ, ya filiado, autor mediato
(determinador) –Dres. Carlos Julio Lascano y José María Pérez Villalobo- y coautor
mediato –Dr. Jaime Díaz Gavier- penalmente responsable, de los delitos de privación
ilegal de la libertad calificada por tratarse de un funcionario público, agravada por el uso
de violencia, por durar más de un mes y por haberse cometido para compeler a la víctima
a hacer, no hacer o tolerar algo a lo que no estuviese obligada (seis hechos en concurso
real); imposición de tormentos agravada por la condición de perseguido político de la
víctima (treinta y ocho hechos en concurso real), homicidio calificado por alevosía y
por el concurso de pluralidad de partícipes (treinta hechos en concurso real), tormentos
seguido de muerte (un hecho); lesiones graves calificadas (un hecho) todo en concurso
real (arts. 45, 55, 144 bis inc. 1°, con las agravantes contempladas por el 142, incs. 1°, 5°

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 111


Cuadernos del Campo Psicosocial

y 6°, en función de lo dispuesto por el último párrafo del 144 bis; 144 ter, primer y tercer
párrafo, con la agravante prevista por el segundo párrafo del mismo precepto, 90, en
función del art. 92 y 80 incs. 2° y 6° del Código Penal texto conforme ley 11.179 vigente
al tiempo de comisión de los hechos, con las modificaciones introducidas por las leyes
14.616, 20.509, 20.642 y 21.338), imponiéndole en tal carácter para su tratamiento
penitenciario la pena de PRISIÓN PERPETUA E INHABILITACIÓN ABSOLUTA
PERPETUA, accesorias legales y costas (arts. 19 del Código Penal y 398, 403 primer
párrafo, 530 y conc. del Código Procesal Penal de la Nación), ordenando la realización
inmediata de una junta médica en el Hospital Nacional de Clínicas de esta ciudad, a los
fines de determinar si el imputado Menéndez se encuentra en condiciones de salud, que
permitan su alojamiento en una unidad carcelaria de la provincia.
15) Declarar a VICENTE MELI, ya filiado, autor mediato (determinador) –
Dres. Carlos Julio Lascano y José María Pérez Villalobo- y coautor mediato intermedio
–Dr. Jaime Díaz Gavier- penalmente responsable, de los delitos de imposición de
tormentos agravada por la condición de perseguido político de la víctima (catorce hechos
en concurso real, a partir de principios del mes de julio de 1976), homicidio calificado
por alevosía y por el concurso de pluralidad de partícipes (doce hechos en concurso real),
tormento seguido de muerte (un hecho); todo en concurso real (arts. 45, 55, 144 ter,
primer y tercero párrafo, con la agravante prevista por el segundo párrafo del mismo
precepto y 80 incs. 2° y 6° del Código Penal texto conforme ley 11.179 vigente al tiempo
de comisión de los hechos, con las modificaciones introducidas por las leyes 14.616,
20.509, 20.642 y 21.338), imponiéndole en tal carácter para su tratamiento penitenciario
la pena de PRISIÓN PERPETUA E INHABILITACIÓN ABSOLUTA PERPETUA,
accesorias legales y costas (arts. 19 del Código Penal y 398, 403 primer párrafo, 530 y
conc. del Código Procesal Penal de la Nación). En consecuencia, ordenar su inmediato
alojamiento en una unidad carcelaria dependiente del Servicio Penitenciario Federal.
16) ABSOLVER a VICENTE MELI, ya filiado, en orden a los tormentos
agravados y homicidio calificado de Marta del Carmen Rosetti de Arquiola y José Cristian
Funes, que le atribuye la acusación (art. 3 del C.P.P.N.).
17) Declarar a MAURICIO CARLOS PONCET, ya filiado, autor mediato
(determinador) –Dres. Carlos Julio Lascano y José María Pérez Villalobo- y coautor
mediato intermedio –Dr. Jaime Díaz Gavier- penalmente responsable, de los delitos de
imposición de tormentos agravada por la condición de perseguido político de la víctima
(veintiocho hechos en concurso real), homicidio calificado por alevosía y por el concurso
de pluralidad de partícipes (veintisiete hechos en concurso real), tormentos seguido de
muerte (un hecho) y partícipe necesario responsable de los delitos de imposición de
tormentos agravada por la condición de perseguido político de la víctima (cuatro hechos
en concurso real) y de homicidio calificado por alevosía y por el concurso de pluralidad
de partícipes (tres hechos en concurso real); todo en concurso real (arts. 45, 55, 144
ter, primer y tercer párrafo, con la agravante prevista por el segundo párrafo del mismo
precepto y 80 incs. 2° y 6° del Código Penal texto conforme ley 11.179 vigente al tiempo
de comisión de los hechos, con las modificaciones introducidas por las leyes 14.616,

112 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

20.509, 20.642 y 21.338), imponiéndole en tal carácter para su tratamiento penitenciario


la pena de PRISIÓN PERPETUA E INHABILITACIÓN ABSOLUTA PERPETUA,
accesorias legales y costas (arts. 19 del Código Penal y 398, 403 primer párrafo, 530 y
conc. del Código Procesal Penal de la Nación). En consecuencia, ordenar su inmediato
alojamiento en una unidad carcelaria dependiente del Servicio Penitenciario Federal.
18) Declarar a RAUL EDUARDO FIERRO, ya filiado, partícipe necesario
responsable de los delitos de imposición de tormentos agravada por la condición de
perseguido político de la víctima (treinta y dos hechos en concurso real), homicidio
calificado por alevosía y por el concurso de pluralidad de partícipes (treinta hechos en
concurso real), tormento seguido de muerte (un hecho); todo en concurso real (arts. 45,
55, 144 ter, primer y tercer párrafo, con la agravante prevista por el segundo párrafo del
mismo precepto y 80 incs. 2° y 6° del Código Penal texto conforme ley 11.179 vigente
al tiempo de comisión de los hechos, con las modificaciones introducidas por las leyes
14.616, 20.509, 20.642 y 21.338), imponiéndole en tal carácter para su tratamiento
penitenciario la pena de PRISIÓN PERPETUA E INHABILITACIÓN ABSOLUTA
PERPETUA, accesorias legales y costas (arts. 19 del Código Penal y 398, 403 primer
párrafo, 530 y conc. del Código Procesal Penal de la Nación), ordenando la realización
inmediata de una junta médica en el Hospital Nacional de Clínicas de esta ciudad, a
los fines de determinar si el imputado Fierro se encuentra en condiciones de salud, que
permitan su alojamiento en una unidad carcelaria de la provincia.
19) Declarar a JORGE GONZALEZ NAVARRO, ya filiado, autor mediato
(determinador) –Dres. Carlos Julio Lascano y José María Pérez Villalobo- y coautor
mediato intermedio–Dr. Jaime Díaz Gavier- penalmente responsable, de los delitos de
imposición de tormentos agravada por la condición de perseguido político de la víctima
(treinta y dos hechos en concurso real), homicidio calificado por alevosía y por el concurso
de pluralidad de partícipes (treinta hechos en concurso real), tormentos seguido de
muerte (un hecho); todo en concurso real (arts. 45, 55, 144 ter, primer y tercer párrafo,
con la agravante prevista por el segundo párrafo del mismo precepto y 80 incs. 2° y 6° del
Código Penal texto conforme ley 11.179 vigente al tiempo de comisión de los hechos,
con las modificaciones introducidas por las leyes 14.616, 20.509, 20.642 y 21.338,
imponiéndole en tal carácter para su tratamiento penitenciario la pena de PRISIÓN
PERPETUA E INHABILITACIÓN ABSOLUTA PERPETUA, accesorias legales y
costas (arts. 19 del Código Penal y 398, 403 primer párrafo, 530 y conc. del Código
Procesal Penal de la Nación). En consecuencia, dejar sin efecto la prisión domiciliaria que
le fuera concedida oportunamente, ordenando su inmediato alojamiento en una unidad
carcelaria dependiente del Servicio Penitenciario de Córdoba.
20) Declarar a HERMES OSCAR RODRIGUEZ, ya filiado, autor mediato
(determinador) –Dres. Carlos Julio Lascano y José María Pérez Villalobo- y coautor
mediato intermedio–Dr. Jaime Díaz Gavier- penalmente responsable, de los delitos de
privación ilegal de la libertad calificada por tratarse de un funcionario público, agravada
por el uso de violencia y por haberse cometido para compeler a la víctima a hacer,
no hacer o tolerar algo a lo que no estuviese obligada (seis hechos en concurso real);

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 113


Cuadernos del Campo Psicosocial

imposición de tormentos agravada por la condición de perseguido político de la víctima


(seis hechos), todo en concurso real (arts. 45, 55, 144 bis inc. 1°, con las agravantes
contempladas por el 142, incs. 1° y 6°, en función de lo dispuesto por el último párrafo
del 144 bis; 144 ter, primer párrafo, con la agravante prevista por el segundo párrafo del
Código Penal texto conforme ley 11.179 vigente al tiempo de comisión de los hechos,
con las modificaciones introducidas por las leyes 14.616, 20.509, 20.642 y 21.338,
imponiéndole en tal carácter para su tratamiento penitenciario la pena de DOCE AÑOS
DE PRISIÓN E INHABILITACIÓN ABSOLUTA POR EL MISMO TIEMPO DE
LA CONDENA, accesorias legales y costas (arts. 19 del Código Penal y 398, 403 primer
párrafo, 530 y conc. del Código Procesal Penal de la Nación). En consecuencia, ordenar
su inmediato alojamiento en una unidad carcelaria dependiente del Servicio Penitenciario
de la provincia de Mendoza.
21) Declarar a JOSE EUGENIO SAN JULIAN, ya filiado, autor mediato
(determinador) –Dres. Carlos Julio Lascano y José María Pérez Villalobo- y coautor
mediato intermedio –Dr. Jaime Díaz Gavier- penalmente responsable, de los delitos
imposición de tormentos agravada por la condición de perseguido político de la víctima
(seis hechos), todo en concurso real (arts. 45, 55, 144 ter, primer párrafo, con la agravante
prevista por el segundo párrafo del Código Penal texto conforme ley 11.179 vigente al
tiempo de comisión de los hechos, con las modificaciones introducidas por las leyes
14.616, 20.509, 20.642 y 21.338, imponiéndole en tal carácter para su tratamiento
penitenciario la pena de SEIS AÑOS DE PRISIÓN E INHABILITACIÓN ABSOLUTA
POR EL MISMO TIEMPO DE LA CONDENA, accesorias legales y costas (arts. 19
del Código Penal y 398, 403 primer párrafo, 530 y conc. del Código Procesal Penal de
la Nación). En consecuencia, ordenar la realización inmediata de una junta médica en
el Hospital Nacional de Clínicas de esta ciudad, a los fines de determinar si el imputado
San Julián se encuentra en condiciones de salud, que permitan su alojamiento en una
unidad carcelaria.
22) Declarar a JUAN EMILIO HUBER, ya filiado, autor mediato
(determinador) –Dres. Carlos Julio Lascano y José María Pérez Villalobo- y coautor
mediato intermedio –Dr. Jaime Díaz Gavier- penalmente responsable, de los delitos de
imposición de tormentos agravada por la condición de perseguido político de la víctima
(veintiocho hechos en concurso real) tormento seguido de muerte (un hecho); todo en
concurso real (arts. 45, 55, 144 ter, primer y tercer párrafo, con la agravante prevista por
el segundo párrafo del mismo precepto, Código Penal texto conforme ley 11.179 vigente
al tiempo de comisión de los hechos, con las modificaciones introducidas por las leyes
14.616, 20.509, 20.642 y 21.338) imponiéndole en tal carácter para su tratamiento
penitenciario la pena de CATORCE AÑOS DE PRISIÓN E INHABILITACIÓN
ABSOLUTA POR EL MISMO TIEMPO DE LA CONDENA, accesorias legales y
costas (arts. 19 del Código Penal y 398, 403 primer párrafo, 530 y conc. del Código
Procesal Penal de la Nación). En consecuencia, ordenar su inmediato alojamiento en una
unidad carcelaria dependiente del Servicio Penitenciario de Córdoba.
23) Declarar a VICTOR PINO CANO, ya filiado, autor mediato (determinador)

114 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

–Dres. Carlos Julio Lascano y José María Pérez Villalobo- y coautor mediato intermedio
–Dr. Jaime Díaz Gavier- penalmente responsable, de los delitos de imposición de
tormentos agravada por la condición de perseguido político de la víctima (veintiocho
hechos en concurso real), todo en concurso real (arts. 45, 55, 144 ter, primer párrafo, con
la agravante prevista por el segundo párrafo del mismo precepto del Código Penal texto
conforme ley 11.179 vigente al tiempo de comisión de los hechos, con las modificaciones
introducidas por las leyes 14.616, 20.509, 20.642 y 21.338), imponiéndole en tal
carácter para su tratamiento penitenciario la pena de DOCE AÑOS DE PRISIÓN E
INHABILITACIÓN ABSOLUTA POR EL MISMO TIEMPO DE LA CONDENA,
accesorias legales y costas (arts. 19 del Código Penal y 398, 403 primer párrafo, 530 y
conc. del Código Procesal Penal de la Nación). En consecuencia, ordenar la realización
inmediata de una junta médica en el Hospital Nacional de Clínicas de esta ciudad, a los
fines de determinar si el imputado Pino Cano se encuentra en condiciones de salud, que
permitan su alojamiento en una unidad carcelaria.
24) ABSOLVER a VICTOR PINO CANO, ya filiado,en orden al delito de
homicidio calificado por alevosía y por la pluralidad de partícipes, respecto de las víctimas
Miguel Hugo Vaca Narvaja, Gustavo Adolfo de Breuil y Arnaldo Higinio Toranzo (tres
hechos) que le atribuye la acusación (art. 3 del C.P.P.N.).
25) Declarar a GUSTAVO ADOLFO ALSINA, ya filiado, autor por dominio
de la acción, penalmente responsable, de los delitos de imposición de tormentos agravada
por la condición de perseguido político de la víctima (veintiocho hechos en concurso
real) y coautor por dominio funcional del delito de tormentos seguidos de muerte en
concurso ideal con homicidio calificado por alevosía, ensañamiento y por la pluralidad
de partícipes (un hecho), todo en concurso real (arts. 45, 54, 55, 144 ter, primer y
tercer párrafo, con la agravante prevista por el segundo párrafo del mismo precepto del
Código Penal texto conforme ley 11.179 vigente al tiempo de comisión de los hechos,
con las modificaciones introducidas por las leyes 14.616, 20.509, 20.642 y 21.338),
imponiéndole en tal carácter para su tratamiento penitenciario la pena de PRISIÓN
PERPETUA E INHABILITACIÓN ABSOLUTA PERPETUA, accesorias legales y
costas (arts. 19 del Código Penal y 398, 403 primer párrafo, 530 y conc. del Código
Procesal Penal de la Nación). En consecuencia, ordenar su inmediato alojamiento en una
unidad carcelaria dependiente del Servicio Penitenciario Federal.
26) Declarar a ENRIQUE PEDRO MONES RUIZ, ya filiado, autor por
dominio de la acción, penalmente responsable, de los delitos de imposición de tormentos
agravada por la condición de perseguido político de la víctima (veintiocho hechos en
concurso real) y coautor por dominio funcional del delito de homicidio calificado por
alevosía y por la pluralidad de partícipes (un hecho), todo en concurso real (arts. 45,
55, 144 ter, primer párrafo, con la agravante prevista por el segundo párrafo del mismo
precepto, 80 incs. 2° y 6° del Código Penal texto conforme ley 11.179 vigente al tiempo
de comisión de los hechos, con las modificaciones introducidas por las leyes 14.616,
20.509, 20.642 y 21.338), imponiéndole en tal carácter para su tratamiento penitenciario
la pena de PRISIÓN PERPETUA E INHABILITACIÓN ABSOLUTA PERPETUA,

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 115


Cuadernos del Campo Psicosocial

accesorias legales y costas (arts. 19 del Código Penal y 398, 403 primer párrafo, 530 y
conc. del Código Procesal Penal de la Nación). En consecuencia, ordenar su inmediato
alojamiento en una unidad carcelaria dependiente del Servicio Penitenciario Federal.
27) Declarar a MIGUEL ANGEL PEREZ, ya filiado, autor por dominio de la
acción, penalmente responsable, de los delitos de imposición de tormentos agravada por
la condición de perseguido político de la víctima (veintiocho hechos en concurso real)
y homicidio calificado por alevosía y por la pluralidad de partícipes(un hecho), todo en
concurso real (arts. 45, 55, 144 ter, primer párrafo, con la agravante prevista por el segundo
párrafo del mismo precepto, 80 incs. 2° y 6° del Código Penal texto conforme ley 11.179
vigente al tiempo de comisión de los hechos, con las modificaciones introducidas por las
leyes 14.616, 20.509, 20.642 y 21.338, imponiéndole en tal carácter para su tratamiento
penitenciario la pena de PRISIÓN PERPETUA E INHABILITACIÓN ABSOLUTA
PERPETUA, accesorias legales y costas (arts. 19 del Código Penal y 398, 403 primer
párrafo, 530 y conc. del Código Procesal Penal de la Nación). En consecuencia, ordenar
su inmediato alojamiento en una unidad carcelaria dependiente del Servicio Penitenciario
de Córdoba.
28) Declarar a CARLOS IBAR PEREZ, ya filiado, autor por dominio de la
acción, penalmente responsable, de los delitos de imposición de tormentos agravada por la
condición de perseguido político de la víctima (veintiocho hechos en concurso real),(arts.
45, 55, 144 ter, primer párrafo, con la agravante prevista por el segundo párrafo del mismo
precepto, del Código Penal texto conforme ley 11.179 vigente al tiempo de comisión de
los hechos, con las modificaciones introducidas por las leyes 14.616, 20.509, 20.642 y
21.338, imponiéndole en tal carácter para su tratamiento penitenciario la pena de DIEZ
AÑOS DE PRISION E INHABILITACIÓN ABSOLUTA POR EL TIEMPO QUE
DURE LA CONDENA, accesorias legales y costas (arts. 19 del Código Penal y 398, 403
primer párrafo, 530 y conc. del Código Procesal Penal de la Nación). En consecuencia,
ordenar su inmediato alojamiento en una unidad carcelaria dependiente del Servicio
Penitenciario Federal.
29) Declarar a CARLOS ALFREDO YANICELLI, ya filiado, coautor por
dominio funcional, penalmente responsable, de los delitos de privación ilegal de la
libertad calificada por tratarse de un funcionario público, agravada por el uso de violencia
y por haberse cometido para compeler a la víctima a hacer, no hacer o tolerar algo a lo que
no estuviese obligada (seis hechos en concurso real); imposición de tormentos agravada
por la condición de perseguido político de la víctima (siete hechos en concurso real) y
coautor por dominio funcional del delito de homicidio calificado por alevosía y por el
concurso de pluralidad de partícipes (seis hechos en concurso real), todo en concurso real
(arts. 45, 55, 144 bis inc. 1°, con las agravantes contempladas por el 142, incs. 1° y 6°,
en función de lo dispuesto por el último párrafo del 144 bis; 144 ter, primer párrafo, con
la agravante prevista por el segundo párrafo del mismo precepto, y 80 incs. 2° y 6° del
Código Penal texto conforme ley 11.179 vigente al tiempo de comisión de los hechos,
con las modificaciones introducidas por las leyes 14.616, 20.509, 20.642 y 21.338),
imponiéndole en tal carácter para su tratamiento penitenciario la pena de PRISIÓN

116 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

PERPETUA E INHABILITACIÓN ABSOLUTA PERPETUA, accesorias legales y


costas (arts. 19 del Código Penal y 398, 403 primer párrafo, 530 y conc. del Código
Procesal Penal de la Nación). En consecuencia, ordenar su inmediato alojamiento en una
unidad carcelaria dependiente del Servicio Penitenciario de Córdoba.
30) ABSOLVER a CARLOS ALFREDO YANICELLI, ya filiado, en relación
a la imposición de tormentos agravada por la condición de perseguido político de las
víctimas Eduardo Daniel Bártoli, María Eugenia Irazusta y Víctor Hugo Chiavarini (tres
hechos) que le atribuye la acusación (art. 3 del C.P.P.N.).
31) Declarar a MIGUEL ANGEL GOMEZ, ya filiado, coautor por dominio
funcional, penalmente responsable, de los delitos de privación ilegal de la libertad
calificada por tratarse de un funcionario público, agravada por el uso de violencia y por
haberse cometido para compeler a la víctima a hacer, no hacer o tolerar algo a lo que
no estuviese obligada (seis hechos en concurso real); imposición de tormentos agravada
por la condición de perseguido político de la víctima (diez hechos en concurso real);
homicidio calificado por alevosía y por el concurso de pluralidad de partícipes (seis hechos
en concurso real); todo en concurso real (arts. 45, 55, 144 bis inc. 1°, con las agravantes
contempladas por el 142, incs. 1° y 6°, en función de lo dispuesto por el último párrafo
del 144 bis; 144 ter, primer párrafo, con la agravante prevista por el segundo párrafo del
mismo precepto y 80 incs. 2° y 6° del Código Penal texto conforme ley 11.179 vigente
al tiempo de comisión de los hechos, con las modificaciones introducidas por las leyes
14.616, 20.509, 20.642 y 21.338), imponiéndole en tal carácter para su tratamiento
penitenciario la pena de PRISIÓN PERPETUA E INHABILITACIÓN ABSOLUTA
PERPETUA, accesorias legales y costas (arts. 19 del Código Penal y 398, 403 primer
párrafo, 530 y conc. del Código Procesal Penal de la Nación). En consecuencia, ordenar
su inmediato alojamiento en una unidad carcelaria dependiente del Servicio Penitenciario
de Córdoba.
32) Declarar a ALBERTO LUIS LUCERO, ya filiado, coautor por dominio
funcional, penalmente responsable, de los delitos de privación ilegal de la libertad
calificada por tratarse de un funcionario público, agravada por el uso de violencia y por
haberse cometido para compeler a la víctima a hacer, no hacer o tolerar algo a lo que
no estuviese obligada (seis hechos en concurso real); imposición de tormentos agravada
por la condición de perseguido político de la víctima (diez hechos en concurso real);
homicidio calificado por alevosía y por el concurso de pluralidad de partícipes (seis hechos
en concurso real); todo en concurso real (arts. 45, 55, 144 bis inc. 1°, con las agravantes
contempladas por el 142, incs. 1° y 6°, en función de lo dispuesto por el último párrafo
del 144 bis; 144 ter, primer párrafo, con la agravante prevista por el segundo párrafo del
mismo precepto, y 80 incs. 2° y 6° del Código Penal texto conforme ley 11.179 vigente
al tiempo de comisión de los hechos, con las modificaciones introducidas por las leyes
14.616, 20.509, 20.642 y 21.338), imponiéndole en tal carácter para su tratamiento
penitenciario la pena de PRISIÓN PERPETUA E INHABILITACIÓN ABSOLUTA
PERPETUA, accesorias legales y costas (arts. 19 del Código Penal y 398, 403 primer
párrafo, 530 y conc. del Código Procesal Penal de la Nación). En consecuencia, ordenar

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 117


Cuadernos del Campo Psicosocial

su inmediato alojamiento en una unidad carcelaria dependiente del Servicio Penitenciario


de Córdoba.
33) Declarar a CALIXTO LUIS FLORES, ya filiado, coautor por dominio
funcional, penalmente responsable, de los delitos de privación ilegal de la libertad
calificada por tratarse de un funcionario público, agravada por el uso de violencia y por
haberse cometido para compeler a la víctima a hacer, no hacer o tolerar algo a lo que no
estuviese obligada (seis hechos en concurso real); imposición de tormentos agravada por la
condición de perseguido político de la víctima (diez hechos en concurso real); homicidio
calificado por alevosía y por el concurso de pluralidad de partícipes (nueve hechos en
concurso real); todo en concurso real (arts. 45, 55, 144 bis inc. 1°, con las agravantes
contempladas por el 142, incs. 1° y 6°, en función de lo dispuesto por el último párrafo
del 144 bis; 144 ter, primer párrafo, con la agravante prevista por el segundo párrafo del
mismo precepto, y 80 incs. 2° y 6° del Código Penal texto conforme ley 11.179 vigente
al tiempo de comisión de los hechos, con las modificaciones introducidas por las leyes
14.616, 20.509, 20.642 y 21.338, imponiéndole en tal carácter para su tratamiento
penitenciario la pena de PRISIÓN PERPETUA E INHABILITACIÓN ABSOLUTA
PERPETUA, accesorias legales y costas (arts. 19 del Código Penal y 398, 403 primer
párrafo, 530 y conc. del Código Procesal Penal de la Nación). En consecuencia, ordenar
su inmediato alojamiento en una unidad carcelaria dependiente del Servicio Penitenciario
de Córdoba.
34) Declarar a YAMIL JABOUR, ya filiado, coautor por dominio funcional,
penalmente responsable, de los delitos de privación ilegal de la libertad calificada por
tratarse de un funcionario público, agravada por el uso de violencia y por haberse cometido
para compeler a la víctima a hacer, no hacer o tolerar algo a lo que no estuviese obligada
(seis hechos en concurso real); imposición de tormentos agravada por la condición de
perseguido político de la víctima (diez hechos en concurso real); homicidio calificado
por alevosía y por el concurso de pluralidad de partícipes (seis hechos en concurso real);
(arts. 45, 55, 144 bis inc. 1°, con las agravantes contempladas por el 142, incs. 1° y 6°,
en función de lo dispuesto por el último párrafo del 144 bis; 144 ter, primer párrafo, con
la agravante prevista por el segundo párrafo del mismo precepto y 80 incs. 2° y 6° del
Código Penal texto conforme ley 11.179 vigente al tiempo de comisión de los hechos,
con las modificaciones introducidas por las leyes 14.616, 20.509, 20.642 y 21.338),
imponiéndole en tal carácter para su tratamiento penitenciario la pena de PRISIÓN
PERPETUA E INHABILITACIÓN ABSOLUTA PERPETUA, accesorias legales y
costas (arts. 19 del Código Penal y 398, 403 primer párrafo, 530 y conc. del Código
Procesal Penal de la Nación). En consecuencia, ordenar su inmediato alojamiento en una
unidad carcelaria dependiente del Servicio Penitenciario de Córdoba.
35) ABSOLVER a YAMIL JABOUR, ya filiado,en relación a los homicidios
calificados por alevosía de las víctimas Eduardo Daniel Bártoli, María Eugenia Irazusta
y Víctor Hugo Chiavarini (tres hechos) que le fueran atribuidos en calidad de partícipe
secundario (art. 3 del C.P.P.N.).
36) Declarar a MARCELO LUNA, ya filiado, coautor por dominio

118 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

funcional, penalmente responsable, del delito de imposición de tormentos agravada


por la condición de perseguido político de la víctima (cuatro hechos en concurso real);
homicidio calificado por alevosía y por el concurso de pluralidad de partícipes (tres
hechos en concurso real); todo en concurso real (arts. 45, 55, 144 ter, primer párrafo,
con la agravante prevista por el segundo párrafo del mismo precepto y 80 incs. 2° y 6° del
Código Penal texto conforme ley 11.179 vigente al tiempo de comisión de los hechos,
con las modificaciones introducidas por las leyes 14.616, 20.509, 20.642 y 21.338),
imponiéndole en tal carácter para su tratamiento penitenciario la pena de PRISIÓN
PERPETUA E INHABILITACIÓN ABSOLUTA PERPETUA, accesorias legales y
costas (arts. 19 del Código Penal y 398, 403 primer párrafo, 530 y conc. del Código
Procesal Penal de la Nación). En consecuencia, ordenar su inmediato alojamiento en una
unidad carcelaria dependiente del Servicio Penitenciario de Córdoba.
37) ABSOLVER a MARCELO LUNA, ya filiado, en relación a los homicidios
calificados por alevosía y por el concurso de pluralidad de partícipes de las víctimas Diana
Beatriz Fidelman, Miguel Ángel Mozé, Luís Ricardo Verón, Ricardo Alberto Young,
Eduardo Alberto Hernández y José Alberto Svaguza (seis hechos) que le fueran atribuidos
en calidad de coautor (art. 3 del C.P.P.N.).
38) Declarar a JUAN EDUARDO RAMON MOLINA, ya filiado, coautor por
dominio funcional, penalmente responsable, de los delitos de imposición de tormentos
agravada por la condición de perseguido político de la víctima (cuatro hechos en concurso
real); homicidio calificado por alevosía y por el concurso de pluralidad de partícipes (seis
hechos en concurso real); todo en concurso real (arts. 45, 55, 144 ter, primer párrafo,
con la agravante prevista por el segundo párrafo del mismo precepto y 80 incs. 2° y 6° del
Código Penal texto conforme ley 11.179 vigente al tiempo de comisión de los hechos,
con las modificaciones introducidas por las leyes 14.616, 20.509, 20.642 y 21.338,
imponiéndole en tal carácter para su tratamiento penitenciario la pena de PRISIÓN
PERPETUA E INHABILITACIÓN ABSOLUTA PERPETUA, accesorias legales y
costas (arts. 19 del Código Penal y 398, 403 primer párrafo, 530 y conc. del Código
Procesal Penal de la Nación). En consecuencia, ordenar su inmediato alojamiento en una
unidad carcelaria dependiente del Servicio Penitenciario de Córdoba.
39) Declarar a MIRTA GRACIELA ANTON, ya filiada, coautora por dominio
funcional, penalmente responsable, de los delitos de privación ilegal de la libertad
calificada por tratarse de un funcionario público, agravada por el uso de violencia y por
haberse cometido para compeler a la víctima a hacer, no hacer o tolerar algo a lo que
no estuviese obligada (seis hechos en concurso real); imposición de tormentos agravada
por la condición de perseguido político de la víctima (seis hechos en concurso real);
todo en concurso real (arts. 45, 55, 144 bis inc. 1°, con las agravantes contempladas
por el 142, incs. 1° y 6°, en función de lo dispuesto por el último párrafo del 144 bis;
144 ter, primer párrafo, con la agravante prevista por el segundo párrafo del mismo
precepto del Código Penal texto conforme ley 11.179 vigente al tiempo de comisión
de los hechos, con las modificaciones introducidas por las leyes 14.616, 20.509, 20.642
y 21.338, imponiéndole en tal carácter para su tratamiento penitenciario la pena de

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 119


Cuadernos del Campo Psicosocial

SIETE AÑOS DE PRISIÓN E INHABILITACIÓN ABSOLUTA POR EL TIEMPO


QUE DURE LA CONDENA, accesorias legales y costas (arts. 19 del Código Penal
y 398, 403 primer párrafo, 530 y conc. del Código Procesal Penal de la Nación). En
consecuencia, ordenar su inmediato alojamiento en una unidad carcelaria dependiente
del Servicio Penitenciario de Córdoba.
40) Declarar a FERNANDO MARTIN ROCHA, ya filiado, coautor por
dominio funcional, penalmente responsable, de los delitos de privación ilegal de la
libertad calificada por tratarse de un funcionario público, agravada por el uso de violencia
y por haberse cometido para compeler a la víctima a hacer, no hacer o tolerar algo a lo que
no estuviese obligada (seis hechos en concurso real); imposición de tormentos agravada
por la condición de perseguido político de la víctima (seis hechos en concurso real); todo
en concurso real (arts. 45, 55, 144 bis inc. 1°, con las agravantes contempladas por el
142, incs. 1° y 6°, en función de lo dispuesto por el último párrafo del 144 bis; 144 ter,
primer párrafo, con la agravante prevista por el segundo párrafo del mismo precepto del
Código Penal texto conforme ley 11.179 vigente al tiempo de comisión de los hechos,
con las modificaciones introducidas por las leyes 14.616, 20.509, 20.642 y 21.338),
imponiéndole en tal carácter para su tratamiento penitenciario la pena de OCHO
AÑOS DE PRISIÓN E INHABILITACIÓN ABSOLUTA POR EL TIEMPO QUE
DURE LA CONDENA, accesorias legales y costas (arts. 19 del Código Penal y 398, 403
primer párrafo, 530 y conc. del Código Procesal Penal de la Nación). En consecuencia,
ordenar su inmediato alojamiento en una unidad carcelaria dependiente del Servicio
Penitenciario de Córdoba.
41) ABSOLVER a OSVALDO CÉSAR QUIROGA, ya filiado, por los
homicidios calificados de la víctimas Miguel Hugo Vaca Narvaja, Gustavo Adolfo de
Breuil y Arnaldo Higinio Toranzo (tres hechos) que le fueran atribuidos en la acusación,
ordenándose su inmediata libertad, sin perjuicio de que permanezca detenido a
disposición de otro Tribunal (art. 3 del C.P.P.N.).
42) ABSOLVER a FRANCISCO PABLO D’ALOIA, ya filiado, por los
homicidios calificados de la víctimas Miguel Hugo Vaca Narvaja, Gustavo Adolfo de
Breuil y Arnaldo Higinio Toranzo (tres hechos) que le fueran atribuidos en la acusación
(art. 3 del C.P.P.N.).
43) ABSOLVER a RICARDO CAYETANO ROCHA, filiado en autos, en
relación a los tormentos agravados sufridos por las víctimas Eduardo Daniel Bártoli,
María Eugenia Irazusta, Diana Beatriz Fidelman y Víctor Hugo Chiavarini (cuatro
hechos) y por los homicidios calificados de la víctimas Diana Beatriz Fidelman, Miguel
Ángel Mozé, Luis Ricardo Verón, Ricardo Alberto Young, Eduardo Alberto Hernández
y José Alberto Svaguza (seis hechos), que le fueran atribuidos en la acusación, ordenando
su inmediata libertad sin perjuicio que el mismo permanezca detenido a disposición de
otro Tribunal (art. 3 del C.P.P.N.)
44) ABSOLVER a LUIS ALBERTO RODRIGUEZ, filiado en autos, en
relación a los tormentos agravados sufridos por las víctimas Eduardo Daniel Bártoli,

120 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

María Eugenia Irazusta, Diana Beatriz Fidelman y Víctor Hugo Chiavarini (cuatro
hechos) que le fueran atribuidos en la acusación (art. 3 del C.P.P.N.).
45) ABSOLVER a JOSE ANTONIO PAREDES, filiado en autos, en relación a
los tormentos agravados sufridos por las víctimas de esta causa en la Unidad Penitenciaria
N° 1 (veintiocho hechos) que le fueran atribuidos en la acusación (art. 3 del C.P.P.N.).
46) ABSOLVER a LUIS DAVID MERLO, filiado en autos, por los delitos de
privación ilegal de la libertad agravada e imposición de tormentos agravados en relación a
las víctimas Luis Alberto Urquiza, José María Argüello, Oscar y Horacio Samamé, Carlos
Cristóbal Arnau Zúñiga y Rodolfo Urzagasti Matorras que le fueran atribuidos en la
acusación (art. 3 del C.P.P.N.).
46) ABSOLVER a GUSTAVO ADOLFO SALGADO, filiado en autos, por los
delitos de privación ilegal de la libertad agravada e imposición de tormentos agravados
en relación a las víctimas Luis Alberto Urquiza, José María Argüello, Oscar y Horacio
Samamé, Carlos Cristóbal Arnau Zúñiga y Rodolfo Urzagasti Matorras, que le fueran
atribuidos en la acusación (art. 3 del C.P.P.N.).
47) ABSOLVER a JORGE RAFAEL VIDELA, LUCIANO BENJAMÍN
MENÉNDEZ, MAURICIO CARLOS PONCET, CARLOS GONZALEZ NAVARRO
Y RAÚL EDUARDO FIERRO, filiados en autos, por el delito de homicidio calificado
de José Osvaldo Villada que les fuera atribuido en la acusación (art. 3 del C.P.P.N.).

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 121


“La actitud ética exige no considerar a los derechos como dependientes de una instancia
natural o trascendente, sino como el objeto de una construcción, de un proyecto que lejos de
la filantropía espectacular, compromete en primer lugar y antes que a la víctima, a aquél
que se alza en el defensor”

En Utopía y Libertad, de Miguel de Benasayag


REFLEXIONES DESDE LA EXPERIENCIA DE
FORMACION Y CAPACITACIÓN
EN DERECHOS HUMANOS

Coordinación Ana M. Correa

Dra. Clemencia Jugo Beltrán, Dr. Sebastián Torres Castaño, Dra.


Ariela Battán Horesntein, Abog. Jorge Perano, Abog. Lucas Crisafulli, Abog.
Horacio Etchichury, Dra. Marina Tomasini, Abog. Valeria Plaza, Mgter.
Alicia Acin, Abog. Marité Sanchez, Abog. Inés León Barreto.
Ayudantes Alumnos: Pacheco, Alejandro; Rotoli, Cristela; Malek,
Sara; Renzone, Carla; Manoff, Jacqueline Cecilia; Suárez.

1. Introducción
Esta presentación resulta de una lectura reflexiva realizada colectiva-
mente por el equipo interdisciplinario que participó en el Seminario-Taller
de “ACTUALIZACIÓN EN DERECHOS HUMANOS. Para una lectura de
las prácticas en Servicio Penitenciario Córdoba-capital”. Sus fundamentos, me-
todología y conclusiones fue llevado adelante desde el Programa Universidad
Sociedad y Cárcel de la Secretaría de Extensión de la Universidad Nacional
de Córdoba, en convenio con los Ministerios de Justicia y Educación de la
Provincia de Córdoba desde el año 2008 a 2011 y, reconoce como principio
orientador que los “derechos esenciales del hombre no nacen del hecho de ser
de determinado Estado, sino que tienen como fundamento los atributos de la
persona humana, razón por la cual justifican una protección internacional”28.
Sin dudas, la propuesta abordada entre instituciones del Estado, para la
formación en Derechos Humanos en diferentes grupos o sectores institu-
cionales del Servicio Penitenciario Córdoba -personal profesional, técnico,
agentes de seguridad, maestros / profesores, e internos e internas- en los
establecimientos penitenciarios de San Martín y Complejo Padre Luchesse
en Bouwer, Córdoba, fue motor de interrogantes y aprendizajes múltiples.

28 Protocolo de San Salvador Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia
de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. 17 de noviembre de 1988.

125
Cuadernos del Campo Psicosocial

Un importante desafío al pensamiento y la acción, desde lo que se sabe


o se cree saber en Derechos Humanos en un proceso histórico-institucional
enmarcado por Pactos, Convenciones, Leyes y Acuerdos provinciales, na-
cionales e internacionales y, como en todo desafío la apuesta a formar es
transformar, predisponiéndose de antemano a ser uno mismo transformado
o formado ante la experiencia con otros. En un marco institucional donde
la principal pregunta es, si es posible sostener, ejercer y poner en vigencia real
el reconocimiento de los Derechos Humanos en la cárcel (Iñaki Rivera Beira,
1987)29, entendidos éstos, “no como una idea, ni una utopía, ni una qui-
mera” (Benasayag, 2008)30, sino como una construcción social a partir del
ejercicio activo de los sujetos en el espacio público. Por su parte, Alessandro
Baratta (2004)31 enfatiza con claridad que el trabajo en derechos en la cárcel
implica debatir profundamente la construcción del campo de análisis, en
tanto la problemática en Derechos Humanos no se define en función de la
institución cárcel, sino en función de las prácticas de los hombres dentro y
fuera de la cárcel para buscar soluciones a los problemas de la cárcel en la
Sociedad. Es decir, abarca esencialmente el debate acerca de la concepción
de hombre en el sistema penal como cuestión del derecho a la vida, como
un dispositivo que cristaliza una manera de construir “el otro” como objeto
de política de Estado.32
Es pues la perspectiva, basada en la orientación de Derechos Huma-
nos, lo que nos invita a reposicionar la mirada y la escucha de las prácticas
dentro y fuera de la institución cárcel, allí donde se producen situaciones que
dan visibilidad a nuevas o viejas cuestiones en las relaciones entre sujetos y el
poder según los ámbitos específicos. Situaciones que expresan las condiciones
de posibilidad/imposibilidad para pensar el lugar activo de los Derechos
Humanos en tanto clave de operaciones efectivas de reconocimiento social,
de la responsabilidad y la dignidad de los hombres en una sociedad inclusiva.
En consecuencia, se presenta el recorrido de las experiencias en el aula,
sus principales potencialidades y dificultades, con el propósito de aportar
elementos a políticas institucionales referidas particularmente al encierro,
para una reflexión más profunda acerca de las políticas públicas de seguridad.
29 Rivera Beira, Iñaki. 1987. Los Derechos fundamentales en la privación de la libertad. Conferencia.
30 Benasayag, Miguel. Filósofo y psicoanalista argentino. Dr. En Sociología. Francia. Año 2008 Con-
ferencia de Apertura del Seminario.
31 Baratta, Alessandro. Criminología y Sistema Penal. (Compilación in memoriam) 2004. Montevideo-
Buenos Aires. Julio César Editores.
32 Foucault, Michel, “Frente a los gobiernos, los Derechos Humanos”. Ensayo en La vida de los hombres
infames. Buenos Aires. 1966. Editorial Altamira.

126 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

2. La Formación en Derechos Humanos:


¿un cambio de paradigma para las prácticas en el encierro?

“Los derechos se conocen y producen nuestra adhesión


en su ejercicio mismo,
es allí donde se van descubriendo, ampliando y componiendo
con nuestra propia identidad”
S. Torres Castaño

La noción de paradigma refiere a modelo, ejemplo, donde se plasman


principios e ideas directrices referidas a un ámbito de la realidad. Ahora bien
y situados en el ámbito carcelario, en el cuál se plantea la formación en De-
rechos Humanos, es posible reconocer que esta institución trasciende más
por sus muros que por los principios e ideas de una institución que forma
parte de la sociedad y, consecuentemente, el “encierro” no es solamente una
forma que adopta la institución sino también un dispositivo con bastante
consenso en la vida social.
Este dispositivo33 privilegiado de la sociedad disciplinar pervivió durante
siglos conservando ciertos principios originarios, sus mitos y fantasmas, para lograr
eficazmente desviar la mirada de lo esencial del encierro y justificar una existencia
por fuera del tejido social (Philippe Combessie, 2006).34
Así pues, es de observar que en más de 200 años, los paradigmas que
apuntalan este dispositivo han transitado de lo moral a lo clínico, pasando por
versiones más o menos funcionalistas. Sin embargo, también es cierto que los
paradigmas sólo adquieren relevancia cuando sus efectos se contextualizan en las
transformaciones del Estado y en el imaginario de una sociedad. En este sentido,
el encierro como una manera constitucional y civilizada de castigo que segrega
poblaciones problemáticas creadas por instancias del mercado (Garland, 2008)35 es
pragmático y toma diferentes modalidades: disciplinarias, moralizadoras, clínicas,
burocráticas, entre otras.

33 Dispositivo es un conjunto de artificios teóricos y técnicos que ocupan un lugar estratégico en re-
laciones de poder, afirma Foucault en Vigilar y castigar, y que, en los siglos XVII y XVIII, expanden a
la sociedad el modelo de la prisión. Instituciones como la escuela, la fábrica, el hospital, integran este
universo en donde la disciplina y sus dispositivos cobran particular sentido.
34 Combessie P. Sociologie de la prison. (2001) La Decouverte. Paris. Francia.
35 David Garland es especialista en Sociología del crimen. EEUU–Gran Bretaña

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 127


Cuadernos del Campo Psicosocial

Evidentemente, la novedad de la formación en derechos humanos en este


contexto anticipó una profunda discusión no solamente con los actores involucrados
sino, y con mucha intensidad, en la construcción del rol-extensionista de la Univer-
sidad pues, si bien esta institución define su política extensionista36 en el ideario en
Derechos Humanos, la construcción del rol, las relaciones, los acuerdos y el marco
de la tarea -negociado, decidido y definido con el Servicio Penitenciario- interpela
el sentido de humanidad en esta situación y pone de relieve la interrogación acerca
de las condiciones de posibilidad de las prácticas.
Esto que expresamos es una apuesta por llevar a cabo un proceso de forma-
ción tendiente a promover una transformación lo cual significa, al mismo tiempo,
construir un campo de análisis de observación y escucha del funcionamiento de
lógicas institucionales, de las prácticas donde operan relaciones de voluntad y
resistencia confrontadas con opiniones controversiales y polémicas. En palabras
de las autoridades de Justicia “un cambio de paradigma” que adquiere sentido
plenamente, en tanto implica necesariamente un compromiso de las instituciones
involucradas, para una mayor sensibilización, divulgación y concientización en
Derechos Humanos tendientes a “tener cárceles más abiertas y accesibles para que
los internos tengan condiciones dignas de encierro” (Discurso de Apertura del
Seminario en Derechos Humanos del Sr. Ministro, 2008).
Así pues, desde la complejidad de debates y decisiones se construyeron
modos de acción, flexibles y procesuales, no para resolver antinomias teóricas sino,
en todo caso, para instalar situaciones que posibiliten pensar las condiciones de
las prácticas (también las propias) y considerar, al mismo tiempo, el alcance y los
límites en la tarea extensionista de la Universidad. ¿Es la formación en derechos
humanos una vía capaz de contribuir a un cambio de paradigma de “encierro” de
las cárceles? ¿Cómo construir condiciones para un diálogo que no operen como
cajas de resonancias del encierro? ¿Quién/nes negocia/n las palabras y los silencios?
¿Sus circuitos, recorridos, obstáculos y distorsiones?
Interrogantes que fueron armando el diseño del plan de trabajo, teniendo
en cuenta la historicidad de las prácticas universitarias en la cárcel, en las que se fue
aprendiendo a valorar el espesor político, las formas de gobierno de la institución, y
el reconocimiento de la decisión de sostener el esfuerzo de formación en derechos
humanos, lo cual, probablemente exprese un nuevo modo de ponerse en camino
ante un nuevo paradigma.
Definitivamente, y mediante la experiencia en este campo, podemos afir-

36 Documento Extensión (2009). Pronunciamiento de la UNC sobre la función de extensión de las


Universidades Públicas Nacionales.

128 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

mar que la tarea en Derechos Humanos intensificó la mirada en el problema de


la brecha histórica entre la Ley y el Derecho; creó situaciones que sometieron a
discusión los fundamentos filosóficos en la construcción de prácticas, y definió una
posición en un proyecto ético37 basado en el respeto por la alteridad o experiencia
de comprender el reclamo de justicia de un “otro” diferente.

Propuesta: objetivos, diseño y realización


El espacio curricular del seminario se fue construyendo interdiscipli-
nariamente con docentes universitarios de las carreras de Derecho, Filosofía,
Psicología, Ciencias de la Educación, Historia, Ciencias de la Comunicación
y Artes, valorando cuidadosamente el lenguaje y las formas de intercambio
con el otro, que se traduce en los siguientes objetivos:
• Establecer relaciones entre los sistemas de representación, las
conceptualizaciones sobre los Derechos Humanos y las prácticas
sociales.
• Promover un espacio para la puesta en común de la vivencia de
deberes y responsabilidades, preservando los derechos y la dig-
nidad humana.
• Desarrollar el espíritu reflexivo sobre las propias prácticas que
pueden obstaculizar la creación de un ámbito democrático de
mutuo respeto.
Así pues, luego de analizar la demanda de formación en derechos huma-
nos y de realizar una encuesta de opinión y consultas a expertos y especialistas, la
Comisión Interinstitucional38 -constituida entre las partes conveniantes- elaboró
una propuesta abierta y flexible definiendo:
A) Una estructura organizativa en las coordenadas espacio – tiempo del
aula: ubicado en la edificación universitaria, que sostiene la tensión adentro/
afuera. Por cierto, para los internos/as las aulas son las del penal pero, y esto
particularmente en Bouwer, reunió internos e internas como así también
internos de otros pabellones inventando una forma, quizá ilusoria, de mo-
vilizar el “encierro”.
37 Paul Ricoeur define un proyecto ético cuando plantea políticas de reconocimiento en búsqueda de la
identidad. Postura que articula tres momentos del proyecto humano: el desarrollo progresivo de valores
y estima de sí-mismo; el respeto por la alteridad o experiencia de comprender el reclamo de justicia de
un “otro” diferente; y el sentimiento de justicia en relaciones desiguales y de dominación legitimadas
por las instituciones. En J. Rehaume Practiques d´Interventions. 2002. Canadá.
38 Comisión Interinstitucional en la que participan los Ministerios de Justicia y Educación de la Pro-
vincia de Córdoba y la UNC.

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 129


Cuadernos del Campo Psicosocial

B) Una estrategia o práctica educativa: conjuga aspectos instrumentales,


sociales, vinculares y políticos para poner en juego lo que se sabe y reconocer
lo que no se sabe, recuperando también los efectos que se van produciendo
en el pensamiento social e individual.
C) Una propuesta de contenidos en cuatro Módulos articulados por
la cuestión en Derechos Humanos y ciudadanía. El punto de partida es el
reconocimiento de los saberes y conocimientos previos respecto de los
“Derechos Humanos y la Justicia”: ¿qué se sabe?, ¿qué se quiere conocer?,
¿cómo se relaciona con las prácticas? Desde esta primera aproximación a los
conocimientos disponibles, el aprendizaje requiere localizar los sujetos en un
ámbito específico. Es decir se contextualizan las “Representaciones acerca del
sistema penal y las características de la institución en su relación conflictiva
con los Derechos Humanos” (módulos 2 y 3) y, finalmente, se trabaja sobre
ciudadanía activa39 como concepción “realista” de los derechos de todos los
hombres “Ciudadanía y Derechos Humanos” (módulo 4).
D) Una apuesta metodológica de formación -en acción- en situaciones
concretas que valora cuidadosamente la experiencia y los saberes existentes
en la cultura institucional de encierro. Esto requirió conocimientos disci-
plinares, competencias y habilidades personales, idoneidad técnica para el
trabajo en equipo y con grupos, sensibilidad y escucha del otro; por lo que
la tarea educativa-extensionista se constituyó en un desafío existencial.
Finalmente, en el proceso de trabajo, se va instalando una articulación
recursiva con más preguntas que certezas, con logros que abren visibilidad
de otros problemas y dificultades que nos llevan indefectiblemente a desna-
turalizar las lógicas de poder.

39 “Ciudadanía activa (…) pretende ser una concepción realista de los derechos humanos. Porque no
considera que el conocimiento de los derechos humanos (su naturaleza y fundamentación) es una con-
dición anterior a su ejercicio, ni considera que su ejercicio requiera una previa adhesión ética o jurídica
(racional): los derechos se conocen y producen nuestra adhesión en su ejercicio mismo, es allí donde
se van descubriendo, ampliando y componiendo con nuestra propia identidad”. Torres Castaño. (2009:
94), en Actualización en Derechos Humanos. Para una lectura de las prácticas. Comp. Ana Correa.
Córdoba. Editorial Brujas.

130 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

3. En la progresividad de la accion
“…hay quienes sucumben, quienes desatan en ellos potencialidades insospe-
chadas y quienes, incluso, gracias a eso los superan”
Eugenio Zaffaroni

El trabajo intenso, de casi cuatro años, exigió realizar un balance


crítico de los resultados del proceso con grupos de profesionales y técnicos,
maestros y profesores, agentes de seguridad e internos/as que hacen un
total de 211 participantes durante 2008 y 2009. A partir de la experiencia
inicial en 2011, se acordaron otras estrategias para trabajar con los sectores
institucionales.
Primera etapa del proceso: Desandar la propuesta.
Esta etapa se caracterizó por un acercamiento a las lógicas institucionales
en búsqueda de herramientas teórico- técnicas pertinentes y adecuadas a la tarea,
para lo cual se realiza un trabajo de seguimiento con el equipo de la universidad,
la comisión mixta de instituciones y supervisiones con especialistas40, de manera
tal que se generen condiciones para el diálogo de saberes.
En este primer momento se remarcaron cualidades significativas del proceso
por el carácter novedoso del seminario. Los participantes lo señalan como “hallazgo”,
tanto por la temática como por la metodología, haciendo hincapié en el uso y valor
de la palabra, como asimismo, el trabajo en equipo. Entre las condiciones que se
visualizaron como dificultando el proceso, señalaron principalmente quienes tra-
bajan -profesionales, técnicos, agentes de seguridad y maestros- que resulta difícil
comprometerse con un taller sobre derechos humanos cuando esa actividad se hace
fuera del horario laboral. Asimismo surge en la temática un conjunto contradictorio
de vínculos y compromisos que indican resistencias, temores y descreimiento por
el cambio. Esto aparece en la valoración anónima, en la que remarcan la dificultad
que produce la lógica institucional que Garcés (2000) denomina fragmentación41,
y que la define como problemática de la segregación social-interna que genera una
contraposición de prácticas en la institución. Se produce así una conmoción de
las certezas y de las significaciones totalizadoras que circulan desde siempre en la
institución carcelaria, respecto del trato, los castigos, las celdas de aislamiento, la

40 Se realizan reuniones para evaluar prácticas con profesionales de la UBA vinculados a la problemática
de cárcel e instituciones. Asimismo, se comparte la experiencia con espacios de encierro en Montevideo,
Uruguay.
41 Garcés L.E. (2000).

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 131


Cuadernos del Campo Psicosocial

requisa, entre los temas más hablados.


Finalizada la primera parte se realizaron ajustes conceptuales y peda-
gógicos, como asimismo se plantearon nuevos acuerdos de funcionamiento,
no solamente con el Área de Educación sino también con las Áreas Técnicas
y de Seguridad del Servicio Penitenciario.
A posteriori se realizó una reunión con todos los Directores de los
Establecimientos Penitenciarios, en la que destacamos la participación de la
mayoría de los funcionarios, donde se dio información acerca de la intencio-
nalidad pedagógica e institucional del seminario, se discutió sobre el sentido
que para la institución penitenciaria implica lo pronunciado por el Ministro
de Justicia respecto al cambio de “paradigma”, y se acercaron acuerdos para
mejorar algunas condiciones que afectan el trabajo e interfieren en el cursado.
Se discute la modalidad del dictado y se realizan ajustes propiciando la forma
en el marco del horario de trabajo; asimismo se modifican bibliografías y se
incluyen herramientas didácticas, en particular con internos/as.
Surgen en algunos grupos institucionales líderes que operan como
cajas de resonancia de lo que acontece y ponen de relieve la importancia al
actuar por oposición al elemento ausente en la institución, que es evidenciar
-con hechos- la finalidad de esta formación.

Segunda Parte: Reflexividad y trabajo colectivo


Esta segunda etapa se inicia con un Taller Evaluativo de las prácticas
anteriores, como un desafío que se despliega en la construcción de un espacio
simbólico e interactivo para la discusión y apropiación del sentido que los
DDHH imprimen a la “capacitación” de los diferentes actores sociales de la
cárcel; replanteando de esta manera problemas estructurales de la institución
carcelaria en una sociedad de exclusión.
A partir de la discusión de lo anterior y retomando aspectos de mucha
sensibilización en la apertura, y basándonos en la de “teoría practicada” para
reconocer transformaciones y estrategias en las practicas, se buscó co-construir
la propuesta de continuidad del seminario incluyendo en las deliberaciones
a profesionales y técnicos del EP1 (Bouwer) y EP2 (San Martín).
Asimismo, se trabajó también con responsables de Educación en Con-
texto de Encierro de Nivel Primario, de la Dirección General de Educación
de Adultos del Ministerio de Educación del Gobierno de la Provincia. Allí
se puso en discusión el Acuerdo 127 del Consejo Federal de Educación,

132 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

que señala la importancia de que la educación en contextos de encierro


estará bajo la órbita del Ministerio de Educación, que crea la “Modalidad
de educación en Contextos de Encierro”, designándose por concurso direc-
tores de Escuelas que operaran como ampliación en los Establecimientos
penitenciarios. Esto marca un hito histórico de envergadura, desde cruces de
políticas que piensan en la integralidad de los Derechos. Orienta la práctica
de enseñanza-aprendizaje en sus particularidades y proporciona a los inter-
nos/as una transparente trayectoria educativa (certificación institucional).
Este nuevo período significó profundización en la apropiación y re-
conocimiento de herramientas que posibilitan la exigibilidad, pero al mismo
tiempo significó pérdidas de algunas conquistas vinculadas a la sociabilidad,
como la posibilidad de debate entre los sectores institucionales. Se decide
profundizar en cuestiones de la progresividad de la pena en pos del derecho a
la reinserción del interno/a, mediante una metodología de taller para habili-
tar “una práctica de pensar”, el hacer en situación concreta condicionada y
determinada por variables económicas, sociales, culturales y políticas.
La formación se imparte en horarios de trabajo en Establecimiento en
San Martín y en Bouwer, en el ámbito del pabellón MX2, con una coordina-
ción mixta entre miembros del programa de extensión y profesionales de las
áreas técnicas del SPC. Se toman como ejes de información y conocimiento
la Ley de Ejecución de la Pena Privativa de la Libertad (ley 24.660), y sus
correlatos en Ley de Educación Nacional, Ley de Salud, desde la mirada en
el cumplimiento de los Derechos Humanos en la cárcel, según las Reglas
Mínimas estipuladas por los Tratados, Pactos y Convenciones Internacionales.
Las características más relevantes del paradigma de DDHH señaladas
por profesionales y técnicos, fueron los cambios y o transformaciones de los
aspectos jurídicos y funcionales, institucionales e interinstitucionales y la
concepción de sujeto, destacando ventajas y desventajas en el plano funcional
y simbólico que genera este cambio en sus áreas de trabajo.
En términos generales, los actores señalan la transformación en la
“concepción de sujeto como objeto de intervención, a construir un sujeto de
derechos”; sin embargo, también expresan las dificultades derivadas en “los
comportamientos de los detenidos, quienes intentan continuamente con-
siderar los ‘beneficios’”, y de esta manera generan muchas demandas ante
los magistrados y repercuten en el trabajo y en sus relaciones en el trabajo.
Asimismo, los cambios generalmente tienden a incidir más en los cargos de
menor escalafón o en cambiar los reglamentos, lo cual impacta directamente

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 133


Cuadernos del Campo Psicosocial

en el trabajo de los actores penitenciarios. Por ejemplo situaciones singulares


de salud (regímenes, enfermedades -tuberculosis-, religiones, cuestiones de
estudio, de salud, para mencionar sólo algunas) son demandas que varían
en general de una semana a otra; y democratización de relaciones: con el
interno, con el personal (cierta ruptura del verticalismo penitenciario)42.
En cuanto a las desventajas se expone que existe un escaso conocimien-
to sobre la realidad carcelaria desde los Ministerios y una escasez de personal.
Emergentes cualitativos que surgen del debate:
• Es complicada la coordinación con otras instituciones, familias y
sectores dentro de SP;
• El personal médico señala falta de instrumental y las excesivas quejas
que reciben a diario por parte de los internos.
• La demanda constante e indiscriminada de internos/as en salud,
termina generando ansiedad en todo el personal.
• Necesidad de herramientas para la intervención en “situaciones” de
alta intensidad (drogadicciones, otros).
• La excesiva burocracia termina siendo limitante y genera ansiedad,
frustración, malestar institucional.
• Escaso reconocimiento al esfuerzo que se realiza.
• Las instituciones de “afuera” desconocen la lógica de funcionamiento
interno y ello produce muchas perturbaciones: horarios, ausencias sin
justificaciones, no asistencia del interno -por ejemplo hay alumnos
universitarios que hace tres años que tienen tutoría-, demoras en la
tramitación de documentación escolar, no producen informes para
el Consejo.
• Con interés permanente para protocolizar procedimientos para
despersonalizar las intervenciones que puedan resultar arbitrarias.

Asimismo destacan los participantes (técnicos y profesionales) como


cuestiones importantes:
“confianza, la seguridad, autoestima y vocación por nuestra práctica”.
“Es honorable ser parte de los equipos técnicos del SPC”. (…)
“las labores no están exenta de múltiples avatares y contradicciones”.
“Existen modos de trabajo interdisciplinario -talleres coordinados por más de
un área de atención conjunta de la población “Plan Tutor”- que tendrían
42 Castagno, Mariel; Correa, Ana; Herranz, Melisa; Páez, José “Barreras y estrategias de accesibilidad
al derecho a la salud en poblaciones vulnerables privadas de libertad”. Ponencia presentada y publicada
en CD en las Jornadas de Sociología de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la U.N.Cuyo. 2013

134 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

que estar dentro del marco regulador que expresa la Ley”.


“Existe un trabajo de compromiso humano y profesional en el abordaje
de la población”
“Estamos poniendo todo el vigor y el mayor énfasis en el cumplimiento
irrestricto de las leyes nacionales y provinciales como de los Decretos regla-
mentarios, poniendo en juego un real abordaje interdisciplinario de todas las
áreas de tratamiento, buscando constantemente agregar calidad institucional
y aportar al respeto y trato digno –humanizante- hacia los internos”.

Consideran también, los agentes penitenciarios que, las prácticas


están enmarcadas en lo que indica la Constitución, los Tratados y Pactos
en DDHH:
Que es “oportuno sostener, fortalecer y reforzar estas políticas
de trabajo en el largo plazo”.
“Existe falencia de programas específicamente diseñados
por el Ministerio de Justicia (Art.4 inc.1 y Art. 5 del decreto
Reglamentario 344/08) que darían sustentabilidad en el tiempo
a los proyectos particulares. Esta carencia vulnera las prácticas
profesionales en la medida que los estratos inferiores de empleados
quedan como últimos responsables ante la emergencia de situacio-
nes conflictivas, en el marco de una tendencia a buscar culpables
antes que la construcción de soluciones posibles”.
“No existe autonomía laboral, particularmente por la im-
posición de modos específicos de tratamiento, dispuestos por los
juzgados, los cuales afectan al área de psicología”.
“Se abordan inquietudes de los internos, orientando el
malestar, pero que muchas de ellas son ajenas a la institución y
relacionadas más a criterios asumidos por los referentes judiciales
-egresos anticipados negados, ya sea en función de su delito, conduc-
ta-, estableciendo obligatoriedad por oficio judicial de tratamiento
psicológico, y ahora también social”.
“Existen situaciones no esclarecidas: penas alternativas a
la prisión
-primarios- o condenas cortas”.

Otro de los aspectos subrayados por uno de los disertantes (profesor)


que los participantes afirman:

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 135


Cuadernos del Campo Psicosocial

• “La dificultad / por no decir inviabilidad, de hacer diagnósticos y


pronósticos de peligrosidad social, en base a criterios como pertenencia
a un grupo o en razón de factores culturales, criterios moralizantes,
religiosos, o en base a cuestiones tales como antecedentes de padeci-
mientos que son encubiertos por el discurso de la cientificidad. Nuestro
trabajo se inscribe en acrecentar, en posibilitar y potenciar los aspectos
más sanos de las personalidades humanas, intentando reforzar y
capitalizar los recursos de salud mental de la población carcelaria”.
• “La nueva Ley de Salud Mental ofrece nuevas directrices y linea-
mientos de abordaje interdisciplinario, con múltiples co-relatos en el
ámbito penitenciario”.

Atendiendo a la finalidad planteada de reflexionar desde la perspectiva


de DDHH hacia la problemática de la inserción social del/los interno/s/as,
los participantes consideraron que:
• “Es prioritario la necesidad de una mayor comunicación con los
magistrados y sus referentes, en relación al acompañamiento en el
proceso institucional del tratamiento penitenciario en cada caso”.
• “Contar con programas extramuros como alternativas válidas de po-
sible derivación a los fines de garantizar la continuidad de un trabajo
intramuros. La realidad nos indica la escasez de recursos en el afuera”.
• “Es relevante generar, a través de los diferentes Ministerios, convenios
con organizaciones en el afuera, a modo de dar continuidad asistencial
en espacios extramuros”.
• “Trabajo mancomunado de las instituciones, del Estado con ONG,
fundaciones, instituciones intermedias”.
• “Hacer figurar el tema penitenciario en la agenda política, para po-
sibilitar una inserción a partir de entender el corte abrupto entre lo
trabajado dentro de la institución y lo visualizado al egreso, dado que
la mayoría de los internos vuelven al mismo contexto de procedencia al
momento de su detención, llegando a repetirse situaciones de riesgo”.
• “Revalorizar políticamente el Patronato de presos y liberadores para
que, en el egreso del interno, su paso por la institución no sea solo
una instancia formal”.

136 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

4. A manera de conclusión de etapa


Los ajustes de organización y los contenidos construidos desde la
lógica de los derechos humanos produjeron en un primer momento cierta
sorpresa y el hallazgo, principalmente en internos/as y maestros, de reflexiones
que producían revisar el sentido común con posibilidades de discutir, con
sentido crítico, la función social de la institución carcelaria en la sociedad
actual.
En cuanto a las lógicas de trabajo, se puede afirmar que el proceso
se desarrolló en un clima colaborativo con actitudes favorables a construir
el espacio. Ello se trasuntó en la asistencia y participación sostenida en los
diferentes encuentros. Sin embargo, la producción se vio afectada por malos
entendidos, respecto al sentido de autoridad/respeto que cabe en espacios de
formación y los que habitualmente se difunden en el servicio desde solo un
criterio jerárquico y disciplinario. Esto se consideró un emergente de proceso,
y si bien no puede caracterizarse de manera unívoca y, por lo tanto, puede
parecer irrelevante la calificación del mismo como un hecho, los emergentes
“producen” hechos. En efecto, el malentendido afectó las subjetividades de
diferentes maneras, y si bien, no fueron silenciados, coaguló a posteriori el
pensamiento y el deseo.
Así, se remarcan distancias en la interpretación de la letra de los Pactos
Internacionales, Declaraciones y Convenciones donde se expresa el sistema de
normativas respecto de los derechos, inclusive los derechos humanos43 y las dispo-
siciones, Decretos y Reglamentos que efectivizan las prácticas. Esta distancia
y/o brechas producen efectos de sentido y prácticas.
Respecto al acceso a derecho y teniendo en cuenta las instancias
descriptas por Carignano (2010), de tomar conocimiento y apropiarse del
derecho, en base a las mediaciones necesarias de las instituciones y el ejercicio
real, se observó una tendencia a la justificación en formas burocráticas de la
organización del sistema penal (jueces- servicios educativos/técnicos-sistema
carcelario, otros)
Por otra parte, la reflexión ética en el trabajo en la institución produce
subjetivamente cierta incertidumbre y, en muchas situaciones, frustración,
43 “Las normas jurídicas, destinadas a regir la vida de los sujetos en la sociedad, no se encuentran
dispersas, sino que por el contrario, constituyen un ordenamiento, un sistema de normas organizadas en
razón de principios. Uno de los principios rectores del ordenamiento jurídico argentino es el principio
de jerarquía, estableciendo normas primarias y secundarias; las primarias son orientadoras de valores
rectores para una sociedad, siendo en este sentido una norma primaria las atinentes a la DIGNIDAD”.
Actualización en Derechos Humanos. UNC. 2009:47-48. Editorial Brujas. Córdoba.

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 137


Cuadernos del Campo Psicosocial

ante insistentes mensajes de la institución impregnados por la figura de “se-


guridad” con mensajes generadores de sentimientos de dependencia, temor
y silenciamiento. Y, lo imaginario tiene su realización. Pues, el cambio de
gestión gubernamental en 2012 trajo aparejado una transformación en los
acuerdos y formas de comunicación. Las relaciones del Ministerio de Justicia
con la Universidad se resintieron y alteraron. Fue el cierre del establecimien-
to semi-abierto EP9 que alojaba internos en período de prueba donde
eran visibles las mejores condiciones de posibilidad de acceso a derecho, un
hecho que desencadenó el silencio institucional del Servicio Penitenciario
ante nuestras demandas de revisión, conversación, mediación.
La situación daba visibilidad a los elementos heterogéneos siempre
presentes en la cárcel y de qué manera este dispositivo basado en el enfoque
de DDHH disparaba estrategias opuestas al castigo y transformaba en in-
tensidad y potencia de democratización. Más allá de concebir a los derechos
como una norma de convivencia básica fundada en el respeto por un derecho
individual inalienable se mostraba ideas que comenzaban a construir un
espacio de “lo común” en una sociedad.
En efecto, Sebastián Torres Castaño durante el transcurso del semi-
nario, decía:
Lo interesante de los Derechos Humanos como modo de
pensar “lo común”, es que son derechos individuales (como todos
los derechos) que adquieren sentido y posibilidad cuando son
imaginados y constituidos de manera colectiva. Siendo entre las
múltiples cualidades de lo común, la imaginación, la visibilidad
y la relación, lo que vincula con Derechos Humanos.

Con esto, a su vez explicaba: La imaginación implica que lo común


está en constitución permanente, y contiene tanto los derechos jurídica-
mente reconocidos, como aquellos que consideramos fundamentales pero
todavía no han sido reconocidos; posibilidad de imaginar nuevos derechos
que todavía no han sido formulados como tal.
La visibilidad en este espacio requiere que quienes participan en él
sean visibles, logren visibilidad, no sólo ni exclusivamente para el “sistema
jurídico” que los otorga y los hace cumplir, sino una común visibilidad en-
tre quienes componen este espacio; me hago visible para mí mismo, puedo
considerarme con derechos en la medida en que al mismo tiempo soy visible
para los demás.

138 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

La relación nos permite comprender que “lo común” no es un sistema


de propiedades (no designa uno a o más denominadores comunes) sino rela-
ciones: que los derechos existentes, los reconocidos pero no existentes y los
todavía no nombrados están mutuamente vinculados; que la visibilidad es un
juego permanentemente transitivo entre lo que vemos y los que nos miran,
donde no hay una línea temporal que comienza por el autoconocimiento
para luego avanzar hacia el reconocimiento de los demás, o a la inversa, sino
múltiples relaciones simultáneas, lo que justamente permite que podamos
imaginar nuevos derechos o pensar los mismos de nuevas maneras. Pero
sobre todo nos permite comprender que los derechos no son propiedades
compartimentadas, por más que sea necesario enunciarlos individualmente
(el derecho a la salud, a la libertad de culto, etc.), sino múltiples relaciones
con los otros y con nosotros mismos, que expresan el modo en cómo nos
imaginamos una vida en común.
Así pues la lectura de las practicas en DDHH como adelanta el
subtitulo del seminario interpela la construcción de lo común, nuestro cono-
cimientos, nuestras modalidades de hacer ser en la academia para encontrar
y construir la “palabra justa” que exprese todo lo que aún resta por hacer:
por un lado, superar el ámbito de la teoría, para pasar al de las prácticas; esto
en alguna medida puede significar también abandonar la preocupación por
el fundamento de los derechos, para en cambio avanzar en su anclaje, en la
búsqueda de algo que permita fijar firmemente la defensa de los DDHH
y así, pasar de la etapa de la declamación a la de la real adopción; por otro
lado, explica Ariela Battán Horenstein (2011), nos interesa reflexionar sobre
la posibilidad de buscar un anclaje al discurso a favor de los DDHH en el
cuerpo humano, lo cual implicaría transgredir la construcción benthamiana
de la corporeidad como transparencia, para dotar al cuerpo de materialidad,
y a esta de derechos inalienables, en la medida en que somos subjetividades
encarnadas.
“La necesidad de anclar la fundamentación de los DDHH
en la práctica, se explica también por la dificultad de las distintas
teorías para encontrar un punto de apoyo lo suficientemente esta-
ble que dé garantía suficiente de la universalidad de los derechos.
Como sostiene O. Guariglia, estamos en una época posmetafísica en
la cual ya no podemos acudir a la certeza salvadora de la razón, de
la historia, de la política o de la naturaleza, para justificar nuestras
decisiones éticas y nuestros compromisos morales. Tales apelaciones

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 139


Cuadernos del Campo Psicosocial

han derivado incluso en discursos totalitarios y en prácticas dis-


criminatorias, además de la imposibilidad de concertar acuerdos
teóricos para la fundamentación de los Derechos Humanos” (Ariela
Battán Horenstein, Seminario Evaluativo. 2011)

Agradecimientos

Queremos expresar nuestro reconocimiento a todas aquellas perso-


nas que han participado generosamente y con un fuerte compromiso en la
tarea, profesionales y técnicos; maestros y profesores; agentes penitenciarios
e internos/as.

A los docentes dictantes del Seminario y a los ayudantes Alumnos


del Programa, que con entusiasmo y profunda dedicación fueron parte de
un proceso de reflexión y construcción de conocimiento de forma interdis-
ciplinaria.

A los Directores y maestros, de los diferentes Establecimientos Edu-


cativos de la Dirección General de Educación de Adultos del Ministerio de
Educación de la Provincia de Córdoba

A la Secretaría de Extensión Universitaria, por su permanente apoyo


y compromiso.

A las Autoridades del Servicio Penitenciario de Córdoba y a las


autoridades del Área Técnica y Educativa del Servicio Penitenciario, por la
disposición a la conversación y debate sobre el proceso de trabajo.

140 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


REFLEXIONES SOBRE MI TRABAJO INTELECTUAL EN LAS
CÁRCELES DE LA CIUDAD DE CÓRDOBA44

María Clemencia Jugo Beltrán

1. La experiencia del otro en contexto de encierro

De mi trabajo universitario en el penal de San Martín de la ciudad


de Córdoba durante mas de diez años, tengo claro todo lo que significó,
todo lo que costó, todo lo que recibí, todo lo que aprendí. El inicio tuvo
que ver con el temor. El temor era comprensible, no sólo ante lo descono-
cido, ante los controles, el paso por puertas que se abren y luego se cierran
pesadamente detrás de uno, sino también el temor a entrar en un mundo al
margen de nuestro mundo, otro mundo. Lo que allí se guarda, se esconde,
está traspasado de adjetivos que formaron nuestra ideología, nuestras cabe-
zas, de aquello otro de lo humano, o, al menos, distinto, abyecto; lo que no
merece ser visto ni considerado.
Mucho hemos leído en Foucault que nos aparece como en asociación
libre. Y en la memoria, el olor del encierro se nos mezcla con las imágenes de
todos aquellos que nos miran detrás de las rejas que rematan largos pasillos
oblicuos, es el “panóptico”; ya que pasamos justo por allí, siempre el piso
mojado con agua jabonosa que arrastra casi de todo, y entonces, recordamos
las categorías de Kush: “hedor y pulcritud”. Nosotros, “los pulcros”, tenemos
que asumir el “hedor”.
Los primeros años de clases dictadas en el penal se debieron a la ex-
tensión de mis cátedras pertenecientes a la Licenciatura en Filosofía para los
alumnos internos inscriptos en la carrera, dado el convenio realizado entre la
Facultad de Filosofía y las autoridades del penal (PUC). La experiencia inicial
fue difícil; implicó una adaptación mutua y un esfuerzo conjunto. Pasado el
primer impacto fuimos aprendiendo a valorar y disfrutar la construcción de

44 Este trabajo ha sido parcialmente presentado en las XI Jornadas Regionales de Investigación en


Humanidades y Ciencias Sociales, San Salvador de Jujuy, junio de 2013 y en las XI Jornadas Interdis-
ciplinarias de la FFyH de la UCC, Córdoba, agosto de 2013.

141
Cuadernos del Campo Psicosocial

un espacio de libertad, respeto y horizontalidad que rompía, para los nuevos


alumnos, con el espacio carcelario. Sin embargo, ese espacio parecía crear un
clima de desconfianza entre los guardias, y de críticas en el resto de internos.
Nuestros habituales comportamientos docentes causaban asombro y
suscitaban el agradecimiento de los “universitarios”, como eran reconocidos.
Esto implicó la necesidad de esclarecer nuestras conductas y desnaturalizar
la verticalidad, la autoridad referida a la jerarquía y al poder; así como la
de deconstruir la desvalorización internalizada en algunos reclusos. Más
adelante, con gente de la cátedra y del equipo de investigación, ofrecimos
seminarios sobre DDHH abiertos a todos los que quisieran cursarlos, lo
que posibilitó un acercamiento mayor a las dinámicas de poder y de auto-
protección desarrolladas en el espacio penitenciario. Durante ese tiempo,
los que comprometían éticamente mi libertad como responsabilidad eran
los internos; los guardias y el resto de la fuerza se habían convertido en mis
carceleros.
Años después fui convocada para formar parte del equipo organiza-
do por un nuevo convenio entre la UNC, el Ministerio de Educación de
la provincia y el Ministerio de Justicia, para dar formación sobre DDHH
a todos los estamentos carcelarios: internos, guardia cárceles, profesionales,
maestros, cadetes de la escuela de oficiales y oficiales. Y aunque el corazón
permanecía en cercanía de los internos, los más desprotegidos y marginados,
la responsabilidad y el compromiso se extendieron a todos. Fui éticamente
cuestionada por la situacionalidad de cada uno; aprendí a ver sus barrotes,
a entender sus recursos de supervivencia que subyacían también en las sos-
pechas y las críticas que recibíamos: ¿Éramos un órgano más de control y
vigilancia? ¿Eran un objeto de estudio de la universidad? De allí la dificultad
para desarmar las resistencias de estas personas asfixiadas por las redes de
control de esta clase de instituciones. Esta experiencia me hizo asumir todos
mis prejuicios y abrirme al cuestionamiento y a la responsabilidad para con
todos.
Pero, la exigencia de compromiso y responsabilidad extendida a todos
fue llevándome a reflexionar sobre la coherencia entre mis convicciones y
mis prácticas, porque una cosa es lo que reiteramos teóricamente y otra lo
que estamos dispuestos a vivir. En la práctica, la universalidad de la exigencia
ética y jurídica de los DDHH se ve existencialmente cuestionada cuando
nos toca hablar e instruir sobre esos mismos derechos a presos que fueron
represores en la dictadura militar; guardia cárceles algunos comprometidos

142 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

con ideas represoras y/o con prácticas contrarias al respeto a la dignidad


humana universal, o profesionales que admiten no guardar el secreto profe-
sional aceptando normas internas de los centros de reclusión.
Por otra parte ¿cómo pasar por alto que el gran porcentaje de nuestros
internos, y también muchos de los miembros de las fuerzas de seguridad, pro-
vienen de sectores que han sufrido y sufren marginalidad social, económica
y cultural? ¿Y como ignorar que esto no es a causa de una opción de vida,
ni de un designio de la naturaleza, sino de situaciones políticas, económicas
y sociales que constituyen nuestra historia?
Tenemos conciencia también de que la gran mayoría de los habi-
tantes de los barrios carenciados y de las villas miserias son descendientes
de individuos, familias o grupos humanos que abandonaron sus lugares de
origen, generalmente del norte cordobés o de las provincias norteñas, en su
mayoría mestizos, buscando posibilidades de supervivencia que imaginaban
más humanas de las que allí encontraban. Esto nos obliga a traer a la me-
moria que nuestros nativos y sus descendientes fueron sometidos por una
construcción política que no tuvo en cuenta sus tradiciones culturales, y de
la que no participaron en su constitución sino que se impuso el modelo de
la civilización occidental. De esta manera se fue cumpliendo, en palabras
de Kusch, un ‘etnocidio’ ya que la invisibilidad de rasgos de lo humano se
ejecuta cuando se niega lo previo de toda existencia, su condición de indi-
gencia previa a todo proceso de identidad.
Esta imposición de la cultura occidental se realizó de la mano de la
admiración que nuestros intelectuales y formadores del país tuvieron por
los modelos logrados en la Europa moderna e iluminista y en EEUU. El
proceso civilizatorio ocurrido en Buenos Aires luchó denodadamente con
los movimientos populares del interior, no cuando los tuvo como aliados de
las luchas independentistas, sino cuando se trató de forjar las instituciones.
Este modo impropio de establecerlas tuvo como resultado la marginalidad
y exclusión de todos aquellos que no pudieron adaptar sus vidas a estas for-
mas culturales y de institucionalidad. Y hoy, sus descendientes constituyen
la mayoría de los habitantes de las villas miseria y de los barrios más caren-
ciados que se multiplican en las grandes ciudades de nuestro país, y de la
que proviene gran parte, por no decir la mayoría, de la población carcelaria.
El pensador argentino, en su trabajo publicado recientemente
“Cultura y liberación”45, muestra como las etapas del etnocidio de nuestros

45 Kusch, R., Esbozo de una Antropología Filosófica americana. Incluye “Cultura y Liberación” (texto
Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 143
Cuadernos del Campo Psicosocial

pobladores originarios y su descendencia se sucedieron desde la colonia,


pasando por la emancipación y concluyendo en el aluvión inmigratorio
de la modernidad europea. Etapas que evidenciaron el conflicto entre dos
tradiciones y dos etnos diferentes y que se manifestó como la voluntad de
suprimir la impronta cultural de lo popular. Siendo la cultura el horizonte
simbólico que sostiene la existencia, cuando las instituciones no surgen
de este horizonte y son impuestas, no son sentidas como propias al no ser
sostenedoras ni sostenidas por la propia cultura. Sucede entonces una co-
lonización cultural, por la que no sólo se da la marginalidad de los que no
pueden adaptarse a ellas, lo que provoca la exclusión, sino la indiferencia
social y la ausencia de sacrificios en pos de un todo, ya que no se sabe en
nombre de qué sacrificarse.
Frente a esta realidad nos parece importante repensar la contraposi-
ción entre el hombre y las cosas creadas por la producción, tal como cuando
el pensador contrapone cultura simbólica y producción; y el estar existencial
como hogar, confrontado a la patria como creación. Contraposición entre
América y Occidente. Todas estas oposiciones se establecen con la imposición
de una racionalidad, y de instituciones que se establecieron artificialmente
en el cumplimiento de una práctica de diseño también instrumental.
Dice Kusch:
La verdad es que entre hogar y patria hay discontinuidad
de una Argentina como hogar, o sea como domicilio existencial,
donde el hombre logra constituirse a través de sus símbolos, se im-
pone bruscamente la patria como lugar del padre, donde se dan
las decisiones políticas inspiradas en un concepto de ser nacional
que no surgen del hogar (Kusch, 2007:15-16)46

Afirmaciones del pensador que hacen referencia también a la distin-


ción entre una racionalidad instrumental y productiva -concepción de una
cultura centrada en la eficiencia y en la que la temporalidad es asumida desde
el progreso comprendido como acumulación- y una racionalidad existencial
del sentido, del valor de la comunidad y los símbolos compartidos; de la
pertenencia y el arraigo frente a la eficiencia. Sin embargo, esta contraposi-
ción se vive más profundamente en el interior no gringo sino mestizo: en el
NOA claramente, desde donde no sólo yo provengo sino la mayoría de los

inédito), Ed. Fundación Ross, Rosario, Argentina, 2012, pp 9-62.


46 Kusch, R,. Obras completas, Ed. Fundación Ross, Rosario, 2007, T. IV, pp. 15-16.

144 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

habitantes de las villas y de los barrios marginales.


Pero tal vez hoy debamos interrogarnos si permanecen aquellos rasgos
culturales que hemos identificado con la denominación América en referencia
a lo propuesto por Kusch, o si la marginalidad ha realizado la disolución de
aquellos horizontes culturales, al menos en las grandes ciudades. Carentes
de todo, fundamentalmente de respeto y reconocimiento, obligados a la
supervivencia de cualquier manera o de todas maneras, nuestros hermanos
han perdido la referencia a la tierra y al cielo; se han alejado de sus muertos
y de sus dioses; se han desarraigado de la comunidad de origen. Viven sin
hogar, aunque consigan una vivienda, aunque se les regale una. Nos parece
que a pesar de la pérdida de características culturales específicas, que no sean
las de la exclusión misma, continúan las contraposiciones evidenciadas por
dos murallas extremas: las villas miseria y los country y barrios cerrados. Dar
solución a este problema es cuestión de decisiones políticas económicas y
socioculturales.
Más, si retomamos la contraposición entre la cultura simbólica y la
cultura constituida como acumulación de cosas por la producción, habrá que
decir que no se trata de la negación de uno de los términos de tal contraste,
pero sí que esto requiere una mediación que posibilite la complementariedad
de las dos condiciones culturales. La pregunta que se impone es si nuestro
trabajo intelectual posibilita la integración o sólo realiza una mayor coloni-
zación cultural. Y esta pregunta no solamente cuestiona nuestro trabajo en
contextos de encierro, sino toda tarea educativa, y en nuestro caso, la tarea
universitaria.

2. Reflexiones sobre la experiencia


Como decíamos, las situaciones de marginalidad social, cultural y
económica, en mucho tienen que ver con nuestro proceso de institucionali-
zación. Siguiendo las reflexiones de Kusch advertimos que cuando la cultura
y las instituciones dejan de ser la expresión de un pueblo al perderse de vista
la gestión popular, se establece una elite frente al pueblo. Hacernos cargo
de la condición social, económica y cultural de la mayoría de las personas
que forman parte del sistema carcelario y de las situaciones históricas e
institucionales que las generan, nos permite advertir la responsabilidad que
tenemos frente a todos los que conforman las instituciones carcelarias, y nos
posibilita también profundizar en la responsabilidad que tenemos frente a las

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 145


Cuadernos del Campo Psicosocial

condiciones de marginalidad y exclusión que hacen posible esta realidad. Y


también vemos la urgencia de abrir interrogantes sobre la existencia de tales
instituciones de reclusión y sobre las condiciones de injusticia en la que están
los reclusos, sus guardianes, y todo el personal que allí trabaja.
Pero nos sentimos identificados cuando Kusch nos advierte que frente
a la exclusión no se trata de dar sólo posibilidades de alimentarse, porque
el problema no es el comer sino recobrar la dignidad del comer; ya que
resquebrajando la coherencia cultural del necesitado se corre el riesgo de un
etnocidio en el hecho de dar de comer, porque la dignidad se entrelaza con
la ética de una cultura47.
Tal vez lo aquí dicho no sea nada nuevo ni original, pero llega desde
largos años de experiencia y de preocupaciones, y desde la necesidad de sacar
a la luz una reflexión sobre el rol que cumplimos en la penitenciaría a la luz
de algunas preguntas: ¿Abrimos espacios de dignificación y reconocimiento o,
por el contrario, generamos mayor opresión al aproximar otras miradas sobre
la libertad y el poder? ¿O servimos al sistema creando un lugar de distensión
frente a la asfixia que generan estos centros? Por otra parte: ¿Seguimos repro-
duciendo una cultura opresiva y no respetuosa de las condiciones existenciales
presentes y sus antecedentes históricos al reiterar una tarea de información
e inculturación? Ante estos interrogantes solamente tenemos algunas res-
puestas concretas: la apertura lograda a partir de relaciones horizontales y
no paternalistas. Y lo más importante, la fluida relación que mantenemos
en la universidad con aquellos internos que continúan sus carreras cuando
están en situación de algún tipo de libertad, pero nuestros interrogantes
continúan. Sí advertimos que para ser planteados adecuadamente, estos in-
terrogantes requieren que discriminemos las distintas actividades realizadas
y los diversos grupos de referencia.
Podemos decir que nuestros talleres abiertos sobre DDHH, así como
los de formación a todos los estamentos penitenciarios, posibilitaron que
nos cuestionemos conjuntamente nuestros prejuicios, fundamentalmente
cuando se reflexionaron aspectos sobre el reconocimiento de la igualdad
universal y las distintas maneras de plantear la noción de dignidad humana.
Tanto guardia cárceles, como oficiales, internos y nosotros los coordinadores
pudimos distinguir entre aquellos fundamentos que sólo pueden tener un
alcance relativo a una tradición cultural occidental y cristiana, o a una situa-
cionalidad histórica y consensual referidas a logros de la cultura occidental;

47 Ibid., p. 30

146 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

y otros horizontes de fundamentación de la dignidad y el reconocimiento,


posibles de ser aceptadas transculturalmente, como son el sufrimiento, la
precariedad de la vida y por tanto la necesidad de respuesta y compromiso
con los otros y con nosotros para la realización de una vida propiamente
humana. Reflexionamos para ello a partir de aportes de Levinas, Judith
Butler, Charles Taylor, Foucault, Dussel, Kusch, entre otros, con relación a
enfoques filosóficos, pero también se discutieron aspectos jurídicos, socio-
lógicos y psicológicos a cargo de profesionales competentes.
Preguntarnos por las consecuencias y frutos de los talleres resulta
inútil porque no tenemos posibilidad de respuestas, pero eso no invalida el
esfuerzo de los que los realizamos y de las autoridades que los posibilitaron.
Tenemos la esperanza de que algunos de nosotros, los que formamos parte
de estas actividades, hayamos variado conductas o perspectivas sobre la exi-
gencia del reconocimiento y cuidado de los seres humanos.
Mi preocupación personal se centra en mis cátedras universitarias
dictadas como extensión en los internos inscriptos en la carrera de filosofía.
Hemos tenido, sobre todo en filosofía gran deserción de estudiantes. Ha-
biendo sido profesora de una materia inicial como Introducción a la Filosofía
durante los años de mi carrera docente, sé que el abandono de estudiantes de
filosofía es alrededor del 50% por causas tales como el desconocimiento de la
exigencia de la carrera, conjugada a la desilusión causada frente al fracaso de
la fantasía de la creatividad de una teoría filosófica novedosamente personal.
Pero en la cárcel la situación es otra, o al menos se conjugan otras
circunstancias, como por ejemplo lo que se entiende en la institución por
“Tratamiento”. Esto implica un conjunto de actividades y conductas, entre
las que se encuentra la de realizar una actividad educativa, para disminuir
los años de prisión efectiva, y de allí la inscripción de algunos internos en las
carreras universitarias que se encuentran a su disposición para el cursado. Se
suma a ello las condiciones de estudio, la carencia de la administración de un
tiempo propio, la imposibilidad de consulta bibliográfica con excepción de
las puestas a disposición por las cátedras. Y es aquí donde se impone también
un cuestionamiento de la propia tarea docente, de la propia concepción de
educación que hemos asumido.
Nuevamente Kusch nos cuestiona cuando nos posibilita pensar la
transmisión cultural que realizamos concibiendo nuestra estancia educati-
va como una tarima que sólo soporta lo que puede trasladarse a todas o a
cualquier parte, ya que estamos convencidos de una universalidad abstracta

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 147


Cuadernos del Campo Psicosocial

y neutra de los saberes. Por lo que entonces transmitimos información pero


no posibilitamos crecimiento al no partir de lo ya dado; y eso dado no sólo
son circunstancias sino cultura. Retomo entonces lo anteriormente dicho,
lo que con esto cuestionamos es toda nuestra tarea educativa convertida
en información y colonización cultural. La pregunta es sencilla: ¿cuál es el
aporte que nos brindan los griegos si no son referidos a la deconstrucción
de la historia occidental? ¿Cuál el aporte del Medioevo, el Renacimiento
y la Modernidad si no elaboramos conjuntamente nuestra propia historia
americana y nuestros procesos de inculturación? ¿Cuál el aporte de la edu-
cación técnica y científica si no reflexionamos también la situacionalidad del
suelo en donde efectivamente habitamos y los beneficios concretos que con
la ciencia y la tecnología podemos realizar, pero comprendiendo al mismo
tiempo sus antecedentes y consecuencias históricas y culturales? Lo mismo
ocurre con la formación política, económica y con cualquier otra formación.
Y no cabe duda que estas reflexiones no se circunscriban a la tarea univer-
sitaria en contextos de encierro, sino a la educación en general. De allí que
podemos concluir que fue la experiencia de la educación carcelaria la que
posibilitó la reflexión sobre la educación que impartimos.

3. Fundamento de la exigencia ética universal de los


DDHH: La responsabilidad en Emannuel Levinas.
Todos estos cuestionamientos, pero fundamentalmente la univer-
salidad de los DDHH, exigencia ética que tenemos incluso con aquellos
hombres que los niegan en sus prácticas, nos llevaron a retomar las reflexiones
de un pensador que radicaliza la responsabilidad universal con todo otro,
Emmanuel Levinas. Este pensador, por otra parte, tiene gran importancia en
vistas de una fundamentación ética en las propuestas de filósofos argentinos,
tal es el caso de Enrique Dussel y Juan Carlos Scannone. La relevancia de
los aportes de Levinas se debe fundamentalmente, a la realización de una
deconstrucción crítica de la Metafísica occidental desde un pensar que se
sitúa fuera de esta tradición. La impronta judía de su pensamiento rompe
con el primado del ser, para proponer como centro de su reflexión la expe-
riencia del advenimiento del otro como mandato ético de responsabilidad
y compromiso.
Según Levinas, el núcleo de la ontología, mejor dicho, al que la on-
tología remite en tanto primado del ser, es la búsqueda de autoafirmación,

148 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

búsqueda de ser sí mismo. Este camino lleva a la conciencia a la posibilidad


de la complacencia de sí, sin vergüenza, lo que remite al pensador a pre-
guntarse por el narcisismo implícito en la historia de la Metafísica. Pero la
conciencia moral es justamente la ruptura de la presencia a sí, ya que ella se
da como exigencia de responsabilidad ante la presencia del Otro; Otro con
mayúscula porque no puedo reducirlo a mi mismidad. Cabe aclarar que el
término “Otro” se establece como lo otro de “lo mismo”, ya que rompe con
la mismidad del ser que nos remite a la mismidad de la conciencia. El otro
irrumpe como aquel que no puede someterse a mi conciencia, que se resiste
a ser significado desde mis horizontes de sentido, presentándose no sólo
como novedad, sino como exigencia moral. Experiencia de la trascendencia
del otro que es principio de mi subjetividad y principio de crítica.
Frente a la tradición filosófica occidental centrada en el ser y en el
ser sí mismo, emprende Levinas una fenomenología sobre la experiencia de
la presencia del otro, quien se da como misterio sin fondo que se anuncia
en el rostro, y que pone en riesgo a mi libertad o la socava hasta saberse
responsabilidad. Es esta experiencia el centro de sus reflexiones filosóficas.
En efecto, desde la libertad experimentada como responsabilidad para con
los otros, comienza el camino de la filosofía que se guía por el primado del
compromiso moral y la comprende como tarea práctica, y sólo derivada-
mente teoría.
Como decíamos, la existencia del Prójimo es una experiencia sin
concepto, previa a toda certeza, anterior a toda prueba. Es en el ‘cara a cara’
con el otro donde la libertad se pone en tela de juicio como injusta, como
posibilidad de amo y juez, más ninguna acción de la libertad podría consti-
tuirlo ni apropiarse del rostro del otro. Él es presencia que desborda porque
es lo totalmente otro del sí mismo y muestra su trascendencia infinita, porque
rompe los límites de mi dación de sentido. Desde aquí el pensador se abre
a la comprensión de la infinitud del deseo en el misterio sin fondo del otro,
totalmente Otro. De ese modo la conciencia moral es siempre insatisfecha
y, para Levinas, siempre deseo infinito, pero no deseo de ser, ya que, frente
al otro, el deseo de ser debe éticamente aceptarse absurdo y tendrá que pu-
rificarse en el compromiso responsable por la vida digna de todos.
La presencia del rostro del Otro se da como una obligatoriedad moral
del cuidado de la vida del prójimo quien en su advenimiento muestra su
indigencia e indefensión, lo que pone su vida en mis manos. Obsesión que
es exigencia moral y cuyo logos es ‘¡no matarás!’Y justamente por esto es la

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 149


Cuadernos del Campo Psicosocial

exposición de mi libertad moral ante el juicio del otro según la respuesta que
doy a tal exigencia. Es esta exigencia ética heterónoma el comienzo mismo
de mi subjetividad libre, por ende el comienzo de la filosofía. El término yo
es interpretado como ‘heme-aquí’, responsabilidad del yo ante lo que jamás
ha querido: el desapego del yo ante ‘los otros’. Substitución del otro al que
estoy asignado de forma irremplazable por la responsabilidad, como rehén
del y para el otro.48
Escuchemos a Levinas:
Ciertamente, el Prójimo se ofrece a todas mis capacidades,
sucumbe a todas mis astucias, a todos mis crímenes. O me resiste
con toda su fuerza y con todos los recursos imprevisibles de su propia
libertad… La inquietud solipsista de la conciencia… encuentra
aquí su fin: la verdadera exterioridad está en esa mirada que me
impide toda conquista… Aquí se establece una relación no con
una resistencia muy grande sino con lo absolutamente Otro –con
la resistencia que no tiene resistencia- con la resistencia ética (Le-
vinas, 2005: 247-248)49

Para el pensador: “La existencia no está condenada a la libertad, sino


juzgada e investida como libertad… La investidura de la libertad constituye
la vida moral misma. De parte a parte es heteronomía.” (Levinas, 2005:252)50
La vida de la libertad consiste en ponerse en tela de juicio ahondando así su
interioridad. Se agranda la responsabilidad de mi libertad cuando se incre-
menta el juicio que se emite sobre mí y al profundizarse mi responsabilidad
se acentúa las exigencias. Ese juicio nos provoca la vergüenza y la culpa, pero
no ante nuestro yo, sino ante el otro. “El Prójimo no se me muestra en su
rostro como obstáculo, ni como amenaza que evalúo, sino como lo que me
evalúa” (Levinas, 2005:251)51
El rostro es desnudez, indigencia y súplica, sin embargo, desde esa
indigencia la súplica se constituye en mandato ético; y es en el mandato ético
que muestra su altura. Indigencia y altura se unen y su presencia trastorna
el egoísmo humano y la discriminación, al trastrocar el orden y la jerarquía,
porque muestra la indigencia de cada rostro y de todo rostro. La universali-
dad se descubre en la radical individualidad de la experiencia de visitación,
48 Levinas, E., De otro modo que ser o más allá de la esencia, Sígueme, Salamanca, 2003. pp.183-184.
49 Levinas, E., Descubriendo la existencia con Husserl y Heidegger, Síntesis, Madrid, 2005, pp. 247-248.
50 Ibid., p. 252.
51 Ibid., p. 251.

150 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

“Desnivel que nos ha autorizado a vislumbrar altura e ideal en la mirada de


aquél a quien es debida justicia” (Levinas, 2001:254)52
Levinas nos muestra el camino para esa purificación: deseo de lo in-
finito, evasión, ruptura; uno-para-el-otro. Por todo esto, la conciencia ética
no es esencialmente libertad, sino que es presencia de lo infinito, porque
infinita es la alteridad misteriosa del otro presente en mí, que precede a la
libertad. La apelación de su rostro es presencia indefensa y demanda, que
revelan la dimensión de la libertad. La conciencia es nada desgarrada por el
Otro, pasividad que se afirmar en la totalidad de su hacer.
Leemos también: “Responsabilidad y temor por la muerte del otro,
incluso si el sentido último de esta responsabilidad por la muerte de otro fuese
el de una responsabilidad de lo inexorable…” (Levinas, 2001:158)53 Porque
la muerte del otro preocupa antes que la propia muerte. Responsabilidad
que es el origen de la sociabilidad y del amor al prójimo, responsabilidad sin
reciprocidad, porque es gratuita e incondicional. Sabemos que en Levinas ese
instante de apelación es diacronía, experiencia de otra temporalidad que se
da como lo anterior a nuestro presente, como la diferencia que irrumpe en la
identidad temporal de la conciencia (Levinas, 2003)54. El ‘otro’ tiempo que
se manifiesta muestra la diferencia entre el ámbito del ser y de lo que está
más allá del ser. Esa diacronía, esa interrupción de la propia temporalidad
se nombra como ‘Decir’. El rostro habla como decir, como posibilidad de
todo ‘dicho’, como posibilidad y sentido de toda palabra, porque todo lo
dicho sólo cobra sentido como respuesta a la trascendencia del otro.
La intencionalidad se ha puesto al revés, y ha desanudado la subje-
tividad. La subjetividad se presenta así más pasiva que toda pasividad”55 Lo
que muestra el decir es: “uno-para-el-otro”, presencia al modo de ausencia
que no se deja medir por la unidad significante de la inmanencia de la
conciencia; y cercanía que adviene de no se sabe donde; pasado que resiste
a todo tema y a toda presentificación. Por ello se nombra como “Huella”,
como ausencia que remite a una dimensión otra. Anacronía, porque rompe
con la temporalidad de la conciencia; lo que no es puesto por la conciencia
y es irreductible a ella.
Es sabida la impronta de Dios en el pensamiento de Levinas, pero
también en sus reflexiones afirma que recibir el absoluto como ateo es liberarse
52 Levinas, E., Entre nosotros, Pre-Textos Valencia, 2001, p.254.
53 Ibid., p. 158.
54 Levinas, E., De otro modo que ser o más allá de la esencia, op. cit., p.52.
55 Ibid., p. 59.

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 151


Cuadernos del Campo Psicosocial

de la violencia de lo sagrado, liberarse de la teología, del Dios metafísico,


porque el ateísmo del metafísico revela que la relación Metafísica es ante
todo un comportamiento ético y no teológico (Levinas, 2002)56. Y nos dice:
“La exterioridad del ser infinito está en la relación con el Prójimo. La idea
de lo infinito es la relación social… se manifiesta en la resistencia absoluta
que por su aparición… opone a mis capacidades” (Levinas, 2005:247)57
Si bien en estas consideraciones del pensador el prójimo está presente
siempre en una situación histórica y cultural y se ilumina por ese conjunto,
como una relación entre el texto y el contexto, su aparición –epifanía- implica
una significación propia e independiente también de las significaciones que
recibe del mundo, para aparecer con un sentido por sí mismo, esto es lo que
propiamente se designa como ‘rostro que viene hacia nosotros’, experiencia
que el pensador nombra como ‘visitación’. El presentarse como rostro consiste
en despojarse de las significaciones del mundo, de las formas externas de
su presentación, que sin embargo lo manifiestan. Él adviene desde atrás de
sus formas, desde atrás de su apariencia. De esa manera nos “libera” de las
consideraciones y adjetivaciones y nos relacionamos con el rostro desnudo,
“sin ningún ornamento cultural” (Levinas, 2005:277).58 Así, la experiencia
singular y a la vez universal del mandato de responsabilidad frente a los
otros, en la medida que su indigencia lo pone en mis manos; y la liberación
de toda jerarquía, cualidad o atributo, lo que nos compromete con todo
rostro sin discriminaciones, nos lleva a la afirmación de la universalidad de
los Derechos Humanos con un claro fundamento ético.
Esta exigencia universal nos conduce hacia otro tema importante en la
búsqueda que emprendimos, es el de la justicia, por lo cual nos es importante
advertir que para el pensador el orden de la justicia no surge para establecer
una reciprocidad entre el yo y el otro, sino ante el tercero que es ‘otro otro’.
Lo que se debe a uno no puede olvidar el amor por el otro. Si bien la justicia
aparece siempre a partir de la responsabilidad de ‘hacerme cargo’ del otro,
implica juicio y comparación y desde esa comparación surge la idea de equi-
dad. Es por esto que Levinas piensa que en el fondo de la actitud teorética
se halla la caridad, y desde allí decíamos que la filosofía sería la sabiduría del
amor, más que un amor a la sabiduría. El pensador afirma que cuando se
trata de la justicia, se trata de la lucha contra el mal; y haciendo referencia a
Dostoievski piensa que todos somos culpables de todo y de todos, y yo más
56 Levinas, E., Totalidad e infinito, Sígueme, Salamanca, 2002, pp. 100-101.
57 Levinas, E., Descubriendo la existencia con Husserl y Heidegger, op. cit., p. 247
58 Ibid., p. 277

152 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


Cuadernos del Campo Psicosocial

que los demás como ‘substitución’ y ‘rehén’ del otro. Pero si no hubiera un
orden de justicia, nuestra responsabilidad no tendría límites.
Sin embargo, no todo orden es de un estado legítimo. Haciendo re-
ferencia al totalitarismo y su relación con la violencia, piensa que un estado
en donde la relación interpersonal es imposible o totalmente controlada,
es un estado totalitario. El límite del estado es la caridad, es la prevalencia
de la ética ante la política y lo jurídico. Por eso sugiere la idea de un estado
ético, donde el amor vigile siempre a la justicia, porque la obligación frente
al otro es anterior a cualquier contrato. “Una justicia que siempre ha de ha-
cerse más sabia en nombre y en recuerdo de la bondad original del hombre
ante el otro hombre… Una justicia que debe ser protegida contra su propia
dureza.” (Levinas, 2005:277)59

4. Palabras finales
Como decía, hacerme cargo de la condición social, económica y cul-
tural de la mayoría de las personas que forman parte del sistema carcelario
y de las situaciones históricas e institucionales que las generan; y buscar un
horizonte ético filosófico que oriente la comprensión de la universalidad de
los DDHH, no sólo me ha permitido advertir la responsabilidad que tenemos
frente a todos los que conforman las instituciones carcelarias, sino que ha
posibilitado también profundizar en la responsabilidad que tenemos frente a
las condiciones de marginalidad y exclusión que hacen posible esta realidad.
Así como también frente a las instituciones históricamente establecidas en
nuestro país, incluida la universidad en la formación que imparte.
Pero a pesar de todas las contradicciones y las dificultades con las
que tropezamos todos aquellos que queremos llevar a cabo la tarea de la
educación, sea o no en contextos de encierro, lo hacemos porque estamos
convencidos de que es uno de los caminos ineludibles para la socialización,
el autoconocimiento y la creación de espacios que posibiliten hacer a los
hombres más humanos y al mundo más habitable. La dignidad y los dere-
chos deben honrarse y realizarse y esto no sólo es cosa de las leyes sino de
las prácticas éticas, una de las cuales es la de la educación.
Por todo lo enunciado quiero agradecer la oportunidad que me han
brindado aquellas personas que posibilitaron esta experiencia dado que me
ofrecieron la ocasión de contactarme con la otra cara de la sociedad y de
59 Ibid., p. 277.

Nº 4 - “Largo camino en democracia…” 153


Cuadernos del Campo Psicosocial

mí misma, la que no vemos habitualmente pero que expresa mucho de las


consecuencias de lo que habitualmente vivimos sin ver. Y también para po-
der advertir en la práctica lo tantas veces pensado y enunciado en la teoría.

154 Nº 4 - “Largo camino en democracia…”


ACERCA DE LOS AUTORES

Avila Olga Silvia


Lic. en Ciencias de la Educación y Mgter en investigación educativa.
Profesora Titular en la Cátedra Análisis Institucional de la Educación en la
Escuela de Ciencias de la Educación, Facultad de Filosofía y Humanidades
de la UNC, y en el Seminario Permanente de Grado “Procesos comunitarios e
intervenciones pedagógicas”; integrante del equipo docente de la Asignatura
Extensión Universitaria abierta a todas las carreras de la UNC y del Seminario
“Educación en contextos de encierro desde la perspectiva de Derechos Huma-
nos” (2012)
Directora del Proyecto de investigación “Instituciones, sujetos y trans-
formaciones sociales. Cruces críticos y procesos instituyentes en la educación
de niños y jóvenes” y coordinadora del Proyecto de Extensión “Jóvenes y
Memoria en el Espacio de Memoria de Campo de la Ribera”.
Ha sido Vicedecana de la Facultad de Filosofía y Humanidades, Secreta-
ría de Extensión de la Facultad y Coordinadora del Área Educación del Centro
de Investigaciones “María Saleme de Burnichón”, Universidad Nacional de
Córdoba; actualmente ha sido designada como Coordinadora del Programa de
Derechos Humanos de la Facultad.

Bonvillani Andrea
Licenciada y Doctora en Psicología por la Universidad Nacional de
Córdoba, Posdoctorado del Centro de estudios avanzados de la misma uni-
versidad. Ex - Becaria de Doctorado y Postdoctorado CONICET. Profesora a
cargo de la Cátedra de Teoría y técnicas de grupo y profesora Asistente en la
Cátedra de Psicología social de la Facultad de Psicología de la Universidad
Nacional de Córdoba. Coordinadora Académica de la Carrera de Maestría en
Intervención e investigación Psicosocial (MIIPS) de la Facultad de Psicología
de la Universidad Nacional de Córdoba. Directora de distintos proyectos de
Investigación a nivel local e internacional en el cruce de temáticas: juventudes-
política-grupalidad, entre los que se destaca su participación de varios años en
el Grupo de Trabajo de CLACSO “juventud y política”. Actualmente dirige el
Proyecto “Grupalidades juveniles y politicidad. Explorando los sentidos polí-

155
Cuadernos del Campo Psicosocial

ticos de las prácticas culturales colectivas de los jóvenes de sectores populares


cordobeses”, que cuenta con Subsidio Secretaría de Ciencia y Técnica de la
Universidad Nacional de Córdoba y es coordinadora del Grupo de Trabajo
CLACSO “Ciudadanías críticas, subjetivaciones y transformaciones sociales”,
periodo 2013-2016.

Correa Ana María


Licenciada en Psicología. Master en Psychologie Sociale. Francia.
Profesora de Psicología Social en Facultad de Psicología. Directora de la
Maestría de Intervención e Investigación Psicosocial (MIIPs) Universidad
Nacional de Córdoba. Profesora Invitada (anualmente) al Institute Inter-
nationale de Sociologie Clinique Paris Francia y Docente de Maestrías de
Psicología Social – Institucional, Comunitaria- en, Universidad Nacional
de Tucumán y en UBA. Docente de Maestría Docencia Universitaria en
Universidad Nacional Tecnológica. Regional Córdoba. Coordinadora de
Programa Universidad Sociedad y Cárcel y Observatorio de Practicas en De-
rechos Humanos de la Secretaria de Extensión Universitaria de 2007 a 2012.
Co-autora Significaciones de la educación en la prisión. Atribuciones desde la
perspectiva de los participantes del Programa Universitario en la Cárcel, 2011.
Compiladora con autorías de capítulos de Notas para una Psicología social.
Como crítica a la vida cotidiana, 2003-2005; Compiladora con autorías de
capítulos La fase borrosa de las representaciones sociales, 2009; de Actualización
en Derechos Humanos, 2009; “Cuadernos del campo Psicosocial” Nº 1-2-3 y
en otras producciones académicas locales, nacionales e internacionales.

Enriquez Eugene
Profesor emérito de Paris VII, Denis-Diderot, codirector del labora-
torio de Cambio social y coredactor de la Revista Internacional de Psicoso-
ciología. Mencionamos de su vasta producción publicada en inglés, italiano,
portugués, español, De la horda al Estado (1983) La Organisation en analyse
(1999) ; Les jeux de pouvoir et du désir dans l’entreprise(1997); Le goût de
l’alterité (1999) ; Vocabulaire de Psychosociologie. Références et positions (2002);
La Institución y las Organizaciones en la Educación y la Formación (2002) y
un innumerable cantidad de capítulos y artículos en obras de remarcable
prestigio académico de las que mencionamos algunas de las escritas en es-
pañol: “El sujeto humano: de la clausura identitaria a la apertura al mundo”
en el Inconsciente y la ciencia. “Las nuevas perspectivas de la psicosociología:

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Cuadernos del Campo Psicosocial

aportes para la construcción del rol” en Cuadernos del campo Psicosocial Nº1
y 2. Ed Brujas.

Jugo Beltrán María Clemencia


Licenciada en Filosofía, Magíster en ética y Doctora en Filosofía.
Profesora Antropología Filosófica e Introducción a la Problemática filosófica.
Es autora de Saber, Poder, Creer, Ed. Del ICALA, Rio Cuarto, 2001; Dere-
chos Humanos .Exclusión y Resistencia. Ed. Facultad de Derecho y Ciencias
Sociales. UN Córdoba, 2006. La contingencia de la racionalidad en Richard
Rorty. Crítica a la fundamentación racional de la solidaridad y la justicia so-
cial, en Ed. De ICALA, Rio Cuarto, 2007 y numerosas publicaciones de
capítulos de libros

Plaza Silvia.
Licenciada y profesora de Psicología. Magíster Ciencias Sociales.
Prof. Adjunta a cargo por concurso Estrategias de Intervención comunitaria.
Facultad de Psicología. Docente de Posgrado de Maestrías y Cursos de Pos-
grado en el campo de la salud mental comunitaria. Publicaciones nacionales
e internacionales en torno a las categorías exclusión y de lo construido en
común desde la Psicología Comunitaria. Programa de Psicología. Universidad
de Manizales, Colombia. Cap. Libro “Experiencia de Acompañamiento”. En
la Colección: Derechos Humanos para Todos. Serie: Normas y Acciones en
un Estado de Derecho. Cuaderno: Acompañamiento a testigos en los juicios
contra el terrorismo de Estado. Primeras experiencias. Primera Edición.
Buenos Aires: Ministerio de Justicia, Seguridad y derechos Humanos de la
Nación. Secretaría de Derechos Humanos, 2009. ISBN. 978-987-1407-
14-9 Pag. 97-108.

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Impreso por Editorial Brujas • marzo de 2014 • Córdoba–Argentina

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