Moral y Otras Conductas

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CELDV

SEMINARIO DE ÉTICA
GENERAL
LIC. ISRAEL GRANADOS ZARAGOZA
KARLA HERNÁNDEZ ORTEGA
LA MORAL Y LA RELIGIÓN
Religión y moralidad son hechos estrechamente relacionados a lo largo de la historia. Esta
relación da lugar a contenidos éticos convergentes en la mayor parte de las tradiciones religiosas.
Existen sin embargo tensiones entre la moral y la religión que culminan en la ruptura operada por
los movimientos <<ilustrados>>. Operada esta ruptura, religión y moralidad aparecen como
distintas formas de relación con el absoluto, llamadas a dialogar, desde la base de la ética civil de
las sociedades pluralistas, para buscar soluciones a los problemas de la humanidad actual.

LA MORAL Y LA RELIGIÓN

Moral y política mantienen siempre y en todas partes una ineludible relación de hecho. El
conjunto de reglas sobre lo bueno y lo malo a las que se someten las conductas privadas, las
costumbres que reinan en una comunidad, se reflejan tanto en la política institucional como en los
comportamientos públicos de las gentes. La política real, a su vez, engendra y fomenta actitudes,
virtudes o vicios, creencias…, en definitiva, un ethos o un modo de ser colectivo. Pero aquí nos
interesa sólo el vínculo entre moral y política de derecho, o sea, no como su relación efectiva, sino
como la ideal. Al adoptar este punto de mira, abandonamos el terreno de la moral real o vivida y
pensamos más bien en términos de una moral crítica o reflexiva; en otras palabras, de una ética.

LA MORAL Y DERECHO
Uno habla de derecho y el otro de deberes, licitud e ilicitud, de responsabilidades, de libertad, de
igualdad. Moral común del plano objetivo al subjetivo, se encuentran los problemas del
remordimiento de coincidencia (jueces). Si se acata una jurídica, ¿se es moral?

Ideas:

 Valores morales básicos; La propia existencia de un sistema jurídico.


 Lo hice, no como individuo particular, sino el ejercicio de su profesión (abogacía).

LA MORAL Y EL TRATO SOCIAL


El trato social como el moral cumple con la función de regular las relaciones de los individuos,
contribuyendo con otras formas de conducta normativa para así asegurar la convivencia social. Las
reglas de trato social se presentan como obligatorias, y en su cumplimiento influye la opinión de los
demás, pero no adquiere un carácter deprimente como el derecho.

El hombre es un ser social, forzado a desenvolverse individual y colectivamente por su interés


personal o social, no puede dejar de actuar ya sea moral o políticamente. Pero la posición que
adopte, consiente y libremente, dependerá del modo de cómo se den las relaciones entre lo
individual y lo colectivo, o entre la vida privada y la vida pública.

2
LAS CONDICIONES DE RESPONSALIDAD MORAL
La responsabilidad es la obligación en que se encuentra un agente moral de “responder” sobre
sus actos, es decir, afrontar sus consecuencias, la responsabilidad supone la imputabilidad, que es
la propiedad en virtud de la cual un acto puede ser atribuido a una persona como autor.

Existe un riesgo grave cuando la responsabilidad moral se diluye de manera que la persona se
siente poco o nada responsable de sus actos. Eso es lo que sucede cuando se promueven ideas
de justicia rebajada y degradada, asignada a sujetos colectivos generales, como cuando se habla
de responsabilidad moral social.

LA IGNORANCIA Y LA RESPONSABILIDAD MORAL


Podemos hacer responsable de sus actos al sujeto que elige, decide y actúa conscientemente,
es evidente que debemos eximir de responsabilidad moral al que no tiene conciencia de lo que
hace, es decir, a quien ignora las circunstancias, naturaleza o consecuencias de su acción.

La ignorancia de la naturaleza, circunstancias o consecuencia de los actos humanos, permite


librar al individuo de su responsabilidad personal, pero esa exención solo será justificada a su vez,
cuando el individuo en cuestión no sea responsable de su propia ignorancia; es decir, cuando se
encuentre en la imposibilidad subjetiva u objetiva de ser consciente de su propio acto.

Ejemplo:

 Tenemos una alta responsabilidad moral en la contaminación a la que se ve enfrentada


nuestra ciudad, no se puede decir que por ignorancia, se puede eximir de ella.

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