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Recibido Sep. 30, 2022; Aceptado Nov. 14, 2022; Versión final Ene. 13, 2023, Publicado Jun. 2023
Resumen
El objetivo de este estudio es mostrar una experiencia innovadora de enseñanza de ética de los negocios
que promueve el liderazgo en la Facultad de Empresariales de una universidad del occidente de México. Los
estudiantes del curso de ética de los negocios abordan la materia desde un planteamiento de virtudes que
busca fomentar su liderazgo. En tal sentido, el alumnado requiere como punto de partida conocimientos de
ética general para hacer un análisis crítico más profundo de la realidad que enfrentan en la práctica
profesional. Se aplica un test de conocimientos éticos. Los resultados muestran que existe la necesidad de
conocimientos mínimos de ética general para promover el liderazgo en el contexto de la ética profesional
asumida desde la virtud. En cuanto al liderazgo, se puede concluir que un factor imprescindible es el ético,
debido a que las acciones del líder repercuten profundamente en sus seguidores, además, porque la
enseñanza de las virtudes se da primordialmente por ejemplaridad.
Palabras clave: educación superior; ética profesional; ética empresarial; liderazgo ético; enseñanza ética
The primary objective of this study is to show an innovative experience of teaching business ethics that
promotes leadership in the Business School of a university in western Mexico. Business ethics students apply
a virtue approach to promote their leadership skills. For this, students require general ethics knowledge, as a
starting point, to make an in-depth critical analysis of the reality they face in their professional practice. A test
of ethical knowledge is applied. The results show that there is a need for minimum knowledge of general
ethics to promote leadership in the context of professional ethics undertaken from a virtue approach. In
regards to leadership, it can be concluded that ethics is a pivotal factor as the leader’s actions profoundly
affect her/his followers and since teaching virtues is primarily conducted by setting examples.
Keywords: higher education; professional ethics; business ethics; ethical leadership; teaching ethics
INTRODUCCIÓN
El actuar ético de quiénes ejercen una profesión en el mundo empresarial resulta decisivo para enfrentar
diversos problemas sociales, entre los que se encuentra la corrupción. En este sentido, se han llevado a cabo
diversas acciones que buscan atacar el problema, entre ellas, regulaciones jurídicas más estrictas y sistemas
de control (Pérezts y Picard, 2015). La complejidad del fenómeno obliga a pensar en cauces de acción que
busquen para desarrollar profesionales y organizaciones éticas. Entre los cauces de acción se encuentra la
enseñanza de la ética profesional que contribuya al desarrollo de líderes éticos que frenen los actos de
corrupción y otras conductas no éticas. Siendo así, el papel que juegan las universidades en la formación de
profesionales comprometidos con la ética -que incluye la prevención y el combate a la corrupción, aunque no
se limita a ello- es determinante. La contribución de las instituciones educativas se lleva a cabo de diferentes
maneras, entre las que se encuentra la obligatoriedad de prácticas profesionales que les permiten a los
estudiantes vivir de primera mano un ejercicio profesional ético y estar en contacto con profesionales que
puedan ser modelos de un actuar profesional apegado a altos estándares éticos. Por otro lado, desarrollan la
competencia ética e incluir dentro de la currícula contenidos éticos específicos y en algunos casos la materia
de ética profesional. Además, pueden el liderazgo ético de los futuros profesionistas.
En este trabajo, nuestra atención se dirige a la enseñanza de la ética profesional o también llamada ética de
los negocios, denominada de este modo cuando esta se desarrolla en el ámbito empresarial, y en adelante
se utilizarán indistintamente cualquiera de los dos términos. La literatura ha recogido experiencias en la
enseñanza de la ética profesional, incluida la ética de los negocios. Por ejemplo, Scalzo muestra las
valoraciones de estudiantes a la enseñanza de la ética de los negocios (Scalzo et al., 2019). Dichas
experiencias son orientadoras acerca de las expectativas de los propios estudiantes en los cursos que son
impartidos, quienes reclaman estrategias innovadoras (Fontrodona-Felip et al., 2011). Sumado a lo anterior,
trabajos previos han abordado la conceptualización de la ética profesional clarificando sus características y
límites desde diferentes teorías (Fontrodona-Felip et al., 2011). Este trabajo tiene por objetivo mostrar una
experiencia docente en la Facultad de Empresariales de una universidad en el occidente de México donde la
ética profesional es abordada desde un marco conceptual integral, es decir, incluye normas, bienes y virtudes,
lo que se denomina ética de la virtud, que se traduce en la promoción de un liderazgo ético desde una visión
antropológica la cual ha sido estudiada y aplicada a las escuelas de negocios por diversos autores, entre
ellos, Melé (2020). En tal sentido, la experiencia que se documenta es la aplicación a los alumnos un
diagnóstico de conocimientos éticos y se lleva a cabo un análisis de los resultados. Dicho diagnóstico resulta
pertinente para abordar la ética de los negocios como ética de la virtud.
Abordar la ética de la virtud enfocada al liderazgo ético resulta congruente con la institución de educación
superior de la que se recoge la práctica, lo cual queda patente en su misión, visión y valores. Por lo que el
liderazgo ético resulta un objetivo al cual deben aspirar sus estudiantes dentro de su ejercicio profesional
como una forma directa de contribuir al bien común. La enseñanza enfocada en el liderazgo ético requiere
que los estudiantes cuenten con conocimientos de ética general, como marco filosófico científico que la
sustente. Por lo tanto, es necesario identificar cuáles son los conocimientos en ética general que los
estudiantes deben dominar, si es necesario retomar dichos conocimientos y si hay necesidad de evaluarlos
antes de estudiar otras problemáticas específicas de la ética de los negocios. En esta investigación se
comparte la experiencia de un diagnóstico de los conocimientos de ética general para la enseñanza de la
ética profesional como presupuesto de un liderazgo ético en el marco de un curso de ética de los negocios.
El objetivo del diagnóstico durante la primera semana del curso fue identificar el grado de conocimientos
teóricos de ética general de los estudiantes al iniciar, toda vez que los estudiantes en semestres previos han
cursado dicha materia. El trabajo está dividido en tres apartados: el primero, aborda la ética y el liderazgo
ético como propuesta para un curso de ética de los negocios; el segundo partado, donde proponemos unas
consideraciones para la enseñanza de la ética profesional; en tercer lugar se analizan los resultados del
diagnóstico en conocimientos de ética general aplicado a estudiantes de ética profesional la Facultad de
Empresariales en una universidad del occidente de México.
El papel que buscan los graduados de carreras universitaria suele ser de liderazgo. En estas disciplinas entre
sus objetivos de aprendizaje además de la conducción de personas (liderazgo), se encuentra la planeación,
organización y control según Robbins, y Coulter (2018). La ética es constitutiva de la identidad de los
profesionales de empresa y particularmente cuando se ejerce un liderazgo ético. En este apartado explicamos
de modo general la teoría y la práctica sobre el liderazgo ético. En primer lugar, el concepto, pasando por sus
principios y algunas prácticas en las relaciones humanas cotidianas. Posteriormente, presentamos un breve
panorama sobre el modo en que se ha aplicado esa teoría y práctica en las instituciones educativas
superiores.
En la dirección de personas la ética es central. Si el liderazgo es el proceso mediante el cual el líder influye
en otras personas con miras a una meta común, se intuye la importancia de esa tarea. El liderazgo exige, que
sea ético ya que el liderazgo es una forma de amistad y por lo tanto su objeto propio es el bien o la mejora
del otro. Existen diversas teorías que abordan el liderazgo, entre ellas, las teorías que definen las
características personales del líder, las que abordan cómo es su comportamiento (situacional,
transformacional, transaccional, auténtico, adaptativo). Sin embargo, para recibir el calificacativo de líder la
ética es un elemento indispensable. Se ha hablado de “líderes” a quienes se les aplica el título de líderes de
modo impropio, el liderazgo no se reduce a la mera influencia en otros. Todo líder tiene una guía de valores
mediante la cual plantea los objetivos, organiza el trabajo, dirige a los seguidores y evalúa. Esos valores
pueden ser más o menos magnánimos, según los objetivos que cada líder se plantea.
Por lo tanto, este trabajo aborda la ética como condición necesaria para ser considerado líder. La ética en el
liderazgo se puede considerar también como un medio para obtener otros fines, como puede ser la buena
reputación, las ganancias, los resultados comerciales, etc. Esta postura resulta utilitarista, porque pierde de
vista que el mejor resultado de la ética es la mejora de las personas. Debido a que la ética y la economía
como ciencias tienen cada una su objeto propio, el fin de la ética no es el beneficio económico, ni el de la
economía la mejora ética, pero es importante recalcar la relación estrecha que se da entre ambas. Aunque
efectivamente pueda traer infinidad de beneficios, la ética, o el bien del hombre, no se puede instrumentalizar,
es un fin en sí mismo, como lo es el hombre. El liderazgo ético se resume en el respeto hacia las personas y
su influencia trasciende hacia el tono cultural que imprimen en las organizaciones que gestionan ya sea
creando valores éticos como manteniéndolos y fortaleciéndolos. Desde las organizaciones, se proyecta esa
influencia en las comunidades en que se desarrolla su actividad y por lo tanto el bien común siempre está
presente.
La teoría del liderazgo ético se encuentra en sus primeros pasos en la literatura científica moderna. Desde
los clásicos griegos, los héroes-líderes en la sociedad presentaban una serie de cualidades éticas (del griego
ethos, costumbre, conducta o carácter), como se comprueba en su literatura, donde se muestra la virtud
(valentía, integridad, justicia, honradez, etc.) como el ideal de la naturaleza humana. (Fontrodona-Felip et al.,
2011) añaden a la virtud de los directivos, el respeto a las reglas y la búsqueda de los bienes adecuados a la
persona.
Liderazgo ético en la práctica
Una vez que se ha considerado el liderazgo ético en su vertiente teórica hay que entender sus manifestaciones
en la vida práctica de las organizaciones. Plaisance (2014) estudió el modo en que el nivel de desarrollo ético
de las personas influye en sus decisiones de vida profesional. Este estudio define como las fases del
desarrollo ético de las personas en tres niveles: el preconvencional, el convencional y el de principios
(postconvencional). El estudio sigue la difundida teoría de Kholberg (1992) sobre el desarrollo moral. En el
nivel preconvencional,la persona actúa por intereses egoístas buscando el intercambio de premios y evitando
castigos como resultado de la conducta moral. Según esta teoría, la persona que logra superar este nivel lo
hace por convenciones sociales que crean expectativas sobre su desempeño ético. En este segundo nivel la
persona se limita a hacer lo que se espera de ella, o en el mejor de los casos se preocupa por aportar a la
sociedad cumpliendo las reglas convenidas. Por último, el nivel de madurez ética mayor de la persona supera
los premios y castigos, se levanta por encima de las expectativas sociales (nivel postconvencional) para
trabajar por el bien común del grupo (aunque no se haya convenido previamente, sino que supone un contrato
social tácito), o en el nivel más elevado de madurez, por convencimiento personal de unos principios que se
han interiorizado de tal modo que son propios. En este último nivel se llega incluso a actuar por principios
universales de justicia a pesar incluso de castigos y de convencionalismos sociales.
En la propuesta de Plaisance (2014) se puede entrever la naturaleza del liderazgo ético: un líder demuestra
un elevado desarrollo ético que le da credibilidad y autoridad ante los colaboradores, es quien toma decisiones
a favor del bien común basadas en sus principios no negociables. El directivo ético actúa por encima de los
premios y castigos, así como del mero conformarse con las expectativas o costumbres sociales. En este
estudio se ve la importancia de la autoridad moral del que manda cara al desempeño del equipo dirigido. Pero
la autoridad moral no actúa automáticamente. La influencia del líder se da en los problemas y retos cotidianos
de las organizaciones, los cuales son oportunidades de avance organizacional, pero, sobre todo, de desarrollo
personal o transformación. Uno de los pensadores modernos que han puesto las bases de esa ética
transformacional del líder es Heifetz (1994), que ha influido en muchos estudios actuales. En sus trabajos de
psiquiatría hace énfasis en la ayuda que el líder presta a sus subordinados al enfrentar retos en el trabajo de
la organización. Esas situaciones complejas requieren de cambios en la persona que los enfrenta. Lo que el
líder ético pretende es que el subordinado mejore, se transforme y desarrolle personalmente a la vez que se
persiguen los resultados operacionales de la organización. Heifetz, de esa manera, pretende alinear los
valores de la organización con la de los miembros de esta. El jefe es el primero que debe cambiar, evitando
antivalores que pueden surgir para resolver esos conflictos de modo falaz. La responsabilidad del líder es,
para Heifetz, la de crear un ambiente de sana exigencia ante los retos complejos que logre los resultados y,
lo más importante, mejorar a todos.
El líder ético, además de respetar a los demás, muestra una actitud de servicio altruista que coloca el bien de
los demás antes del personal. Se puede practicar esperando aparezcan las necesidades de los demás o como
dedicación a un propósito común. Algunas actitudes de servicio en el liderazgo son el “mentoring”, el
empoderamiento, la formación de habilidades de equipo y el compromiso con la empresa. Este concepto de
liderazgo de servicio se ha desarrollado mucho en los últimos años incluso con estudios sobre el modo de
promoverlo entre estudiantes (Dryburgh, 2019). Junto con el respeto a la dignidad de los demás y el servicio
a sus necesidades, el líder ético practica la justicia y la rectitud, lo que trae consecuencias positivas en el nivel
de confianza y compromiso de los subordinados (Nandedkar y Brown, 2018; Notgrass, 2014). Deben de tratar
de modo equitativo a todos en las decisiones, sin privilegios que afectan la justicia. Las diferencias de trato
deben de ser transparentes y por razones entendibles a todos. Esto se manifiesta al repartir los recursos, los
premios y los castigos que cada uno merezca, donde la regla de oro de la ética debe brillar en el líder. Éste
debe tener claros los principios de la justicia distributiva, que se reflejan en igualdad de oportunidad según las
necesidades individuales, según sus derechos, el esfuerzo y sus méritos, la contribución al bien común.
Junto con los principios mencionados, el líder ético demuestra honestidad. Su compromiso con la verdad debe
estar integrado a su personalidad y manifestarse en la práctica (Bouilloud et al., 2019) para fomentar un
Hay un consenso acerca de la necesidad de profesionales éticos y de los posibles beneficios de la inclusión
de la ética profesional en el curriculum de las escuelas de negocios (Medina, 2014; Chaves, 2002). Sin
embargo, hay ciertos retos que se presentan al aproximarse a la enseñanza de la ética profesional como una
materia dentro de las instituciones de educación superior, por lo que en este apartado presentamos algunos
de ellos. En primer lugar, la diversidad de planteamientos filosóficos; en segundo lugar, el reduccionismo de
la ética profesional a los valores; en tercer lugar, la necesidad de un ambiente dialógico en el aula y, por
último, la innovación en la enseñanza de la ética empresarial.
Por lo que concierne a la diversidad de planteamientos filosóficos, hay que partir que existen diversos
planteamientos filosóficos de la ética profesional, los cuales se pueden agrupar en tres: 1) deontológicos 2)
utilitaristas y 3) de la ética de la virtud (Scalzo et al., 2019; Fontrodona-Felip et al., 2011; Melé, 2020). La
enseñanza de la ética profesional en la universidad busca interiorizar el conocimiento teórico y práctico y
desde nuestra perspectiva, esto es posible mediante la llamada “ética de la virtud”, ya que a diferencia de los
otros dos enfoques éticos, esta se centra en la construcción del carácter y en el desarrollo de hábitos fuertes
(virtudes) de la persona, quién deberá por un lado, tomar conciencia del dilema ético y, por el otro, tomar la
decisión adecuada (Morris y Morris, 2016).
La ética de la virtud proviene de una larga tradición de pensadores clásicos, entre ellos, Aristóteles y Tomás
de Aquino. Sin embargo, autores contemporáneos la han abordado, entre ellos, MacIntyre, Leonardo Polo y
Melé que han profundizado en tres elementos esenciales e interrelacionados que la componen: bienes,
normas y virtudes. Si bien es cierto que es necesario enseñar los fundamentos filosóficos de la ética en un
curso de ética profesional, debido a que es la base sobre la que se construyen las argumentaciones, los
contenidos y se buscan las respuestas ante la multiplicidad de dilemas que la propia materia plantea, es igual
de cierto que el alumno también debe de aprender a plantear las situaciones cotidianas en el ámbito de la
empresa para que sea capaz de tomar decisiones que no sólo sean éticas, sino también efectivas, por ello
hay que evitar el error de enfocarse en la teoría filosófica, porque si bien es cierto, que hay que saber dar
razón de las cosas, la ética profesional es una ética aplicada y los estudiantes requieren entender cómo se
configura el actuar de un profesional en un área determinada atendiendo a los principios y criterios morales.
Respecto al reduccionismo de la ética profesional a los valores hay que considerar que la ética profesional
presenta una complejidad desde su definición y en la delimitación de su contenido, el primer planteamiento
que se hace al abordar dichos cuestionamientos es ¿de qué trata la ética? Problema que seguramente no se
presenta en otras materias que abordan realidades tangibles. La ética estudia la conducta humana para
conocer su bondad y malicia. Por lo tanto, la ética profesional no puede ser reducida a uno solo de sus
elementos esenciales, como sería el supuesto de limitarla a una ética en valores, entendida como aquella que
busca desarrollar en el estudiante determinadas disposiciones para actuar (Moreno et. al., 2019) Aunque
resultan interesantes las discusiones sobre el papel que la cultura juega en los valores y no pueden dejarse
de lado a quiénes sostienen un relativismo crítico, es necesario acotarlas y rescatar por ejemplo, ciertos
elementos entre ellos los que hacen referencia a la educación ética (Verharen, 2020). Al planteamiento en
torno a la ética de la virtud que ha sido el punto de partida de esta investigación podría sumarse el enfoque
tradicional de los valores.
En concordancia, hay que estar conscientes que crear y transmitir contenidos no es algo simple es un proceso
que está vinculado con los valores de la sociedad, teorías acerca del conocimiento y un ethos de la enseñanza
(Sia, 2008). Los valores son un elemento primordial en la ética profesional, pero no el único. Según los
autores citados, la educación en valores “proporciona al estudiante un desarrollo integral, por medio de una
escala de valores relacionada a las necesidades del contexto social, profesional y cultural actual” (Moreno
Jácome et al., 2019). La diferencia fundamental entre la educación en valores frente a la educación que se
sostiene en la ética de la virtud es que la primera se desarrolla a partir de valores y la segunda a partir de
virtudes y dichos términos no son sinónimos. Los valores son características morales positivas que cada
quien elige, el peso de determinados valores puede variar según el contexto determinado, mientras que las
virtudes se sostienen en una ética realista con una fundamentación metafísica y antropológica que orienta
todo el actuar desde una preponderancia que ya está determinada.
Por otro lado, una condición necesaria para abordar temas éticos en el aula es crear un ambiente dialógico,
incluso se requiere la deliberación ética interdisciplinaria (Aguayo Cuevas y Araya, 2020). El profesor tiene la
responsabilidad de respetar los puntos de vista de sus alumnos, de tal forma que pueda construir un ambiente
de aprendizaje conversacional (Sims, 2004). Esto por varios motivos, el primero el respeto al alumnado. En
segundo lugar, la complejidad y la finalidad propia de la ética. El profesor estará frente a alumnos que asumen
diversas posturas éticas y que probablemente con un enfoque pragmático. Evitar el diálogo o limitarlo aleja al
estudiante del interés por aprender ética. Romper el diálogo resulta contrario a los fines que se persiguen
tanto la enseñanza en general y muy particularmente la enseñanza de la ética en el ámbito universitario. Este
error se presenta en aquellos modelos educativos que piensan que los alumnos aprenderán ética por mera
obediencia, como si la educación se tratara de decretar y el alumno fuera un subordinado. Por otro lado, hay
que cuidar la respuesta emocional de los alumnos ante lo que se les plantea. Para ello el profesor debe de
crear un ambiente donde los estudiantes se sientan seguros al expresar sus puntos de vista, porque en
muchas ocasiones estas temáticas producen una respuesta emocional de los estudiantes, pudiendo aparecer
la duda, la frustración, el rechazo (Sims, 2004). Es importante cuidar estos aspectos porque en la ética
empresarial el centro lo ocupa el actuar y las decisiones de las personas en el ejercicio de su libertad (Melé,
2020). Este respeto a la forma de pensar de los alumnos es punto de partida en la exposición de un
planteamiento de la ética profesional a partir de la ética de la virtud.
Por lo que respecta a la innovación en la enseñanza de la ética empresarial, partimos de que la literatura ha
estudiado ampliamente los beneficios de abordar temas éticos en el curriculum de las escuelas de
empresariales. Día a día la exigencia de la formación ética en las universidades ha ido incrementando su
importancia en los programas académicos, y poco a poco se ha logrado ir más allá de una orientación
meramente empresarial enfocada en la maximización de resultados que dejaba de lado el desarrollo y la
formación ética de los estudiantes (de Ruyter y Schinkel, 2017). También han sido estudiados los obstáculos
que se presentan, lo que ha limitado la posición de la ética profesional en el curriculum. Entre dichos
obstáculos se encuentra la forma en la que se enseña la ética de los negocios (Scalzo et al., 2019). La
enseñanza de la ética en las escuelas de empresariales tiene dos propósitos, por un lado, el desarrollo de
una mayor conciencia ética y por el otro el desarrollo de habilidades éticas para la toma de decisiones. En los
dos propósitos hay un impacto claro en la consecución del bien común. Aun cuando ambos elementos son
necesarios, surge un inconveniente debido a que en la práctica de la enseñanza en muchas ocasiones
conciencia ética y desarrollo de habilidades ética se separan y por lo tanto, no es posible tomar decisiones
éticas, si primeramente no se toma conciencia de la dimensión ética (Ola y Sartell, 2014). La práctica ética en
la empresa es amplia los objetivos de la empresa más allá de los resultados económicos, por su naturaleza
la ética conlleva una visión de largo plazo, nos hace preguntarnos no sólo por las consecuencias externas de
nuestros actos, sino también sobre las consecuencias internas.
DIAGNÓSTICO DE CONOCIMIENTOS ÉTICOS
Hemos planteado cómo el liderazgo ético es una forma de asumir la ética profesional en el ámbito de las
escuelas de negocios y por lo tanto, un objetivo a alcanzar. El curso de ética de los negocios abona a tal
objetivo. En tal sentido, presentamos los rasgos generales de una institución académica en el occidente de
México donde se asume la ética profesional como una ética de la virtud y a través de dicho programa impulsan
el liderazgo ético de los estudiantes. Esto resulta compatible para su ideario humanista toda vez que la
Universidad Panamericana se identifica con el humanismo-cristiano de acuerdo al artículo primero del
Reglamento General y por lo tanto busca la consecución del bien común (Reglamento General, 2020). La
normativa citada advierte el propósito de la formación ética y sostiene que ésta es la que permite a los
estudiantes diseñar y encarnar un proyecto de vida propio (Reglamento General, 2020). Siendo así, se busca
que el alumnado adquiera virtudes, esto queda plasmado en sus programas, en concreto a través de la
materia de Ética y Ética Profesional.
La enseñanza de la ética profesional no es un elemento aislado del curriculum ni de otras actividades que se
llevan a cabo en la institución educativa. La formación en tal sentido será resultado de la interacción de varios
elementos entre los que se encuentran: el perfil del egreso, las materias que expresamente aborden las
temáticas invocradas con la ética, así como la forma que esos contenidos puedan ser abordados en otras
materias, prácticas profesionales y otras actividades que se lleven a cabo en la institución. Sin embargo, en
este trabajo destacamos dos elementos de la institución académica donde hemos llevado a cabo el
diagnóstico y que tienen relación directa con la ética profesional: (1) El perfil de egreso y (2) la materia de
ética profesional. La institución busca que sus egresados se desempeñen con altos estándares éticos de
acuerdo con sus perfiles profesionales. En el perfil de egreso de tres de las siete licenciaturas que se ofertan
en la Facultad de Empresariales en el campus Guadajara se hace referencia al actuar ético de los futuros
profesionales. Destaca la referencia expresa al liderazgo ético en la carrera de Administración y Dirección de
Empresas Familiares.
Por lo que se refiere a la materia de Ética Profesional deben cursarla obligatoriamente todos los estudiantes
y previo a esta, también de forma obligatoria se cursan las materias de Historia de la Cultura, Persona y
Sociedad, Ética General, Antropología Teológica I y II, Filosofía Social, Filosofía Política y Hombre y Mundo
Contemporáneo. El primer paso en el curso de ética profesional antes de abordar a la ética en el sentido que
hemos expuesto de bienes, virtudes y normas, así como al liderazgo ético, ha sido llevar a cabo un diagnóstico
de conocimientos éticos tomando como punto de partida que la ética de la virtud y el liderazgo ético son un
hilo conductor para la enseñanza de la ética profesional en la Universidad Panamericana. Siendo así
decidimos conocer el nivel de comprensión y aplicación de los conocimientos de ética general por parte del
alumnado al iniciar la materia de Ética Profesional. Este ejercicio se llevó a cabo entre estudiantes de la
Facultad de Empresariales del campus Guadalajara que ofrece siete programas de licenciatura de los 23
programas que se ofertan en el campus. Para lograr dicho objetivo se aplicó el primer día de clases en agosto
de 2020 de la materia de Ética Profesional un test. Los alumnos actualmente cursan el bloque de materias
profesionalizantes, es decir, son los alumnos que cursan los últimos semestres de su carrera. Los resultados
de esta investigación resultan relevantes para la propia universidad de acuerdo a su ideario, al perfil de egreso
de los estudiantes de las Facultad de Empresariales y a la materia de Ética Profesional. Por otra parte, esta
investigación resulta relevante para aquellas instituciones educativas interesadas en la formación ética y en
específico en ética profesional de sus estudiantes que conduzca al desarrollo del liderazgo ético.
Metodología
El modelo de investigación es un estudio de caso, Harvard es considerada como la pionera de este método
al utilizar casos de investigación de la vida real adaptados a la enseñanza de sus alumnos (Macluf et al.,
2008). El modelo de estudio de caso se puede definir como el estudio que al “utilizar los procesos de
investigación cuantitativa, cualitativa o mixta; analizan profundamente una unidad para responder al
planteamiento del problema, probar hipótesis y desarrollar alguna teoría” y se pretende trabajar con una
unidad de análisis específica, un objeto de estudio concreto o un caso de especial interés. (Macluf et al.,
2008). Esta investigación es un estudio de caso y los estudiantes pertenecen de la Facultad de Empresariales
de la Universidad Panamericana Campus Guadalajara, la muestra es no probabilística por seleccionar grupos
completos de alumnos de octavo semestre con un total de 66 alumnos que actualmente cursan el bloque de
materias profesionalizantes. Para definir la muestra se contempló una población de 173 estudiantes, un nivel
de confianza del 95% y un margen de error del 10% que nos arroja que tenemos que trabajar con una muestra
superior a 63 alumnos, en nuestro caso conseguimos trabajar con 66 alumnos. Para el análisis objetivo de
este artículo se aplicó un diagnóstico que consiste en un cuestionario de 45 reactivos en la plataforma
institucional de Moodle el primer día de clases de la materia de Ética Profesional.
La herramienta aplicada midió el nivel de conocimientos teóricos de los alumnos de los temas listados a
continuación y que comprenden el contenido estudiado de Ética General, los cuales fueron impartidos a los
alumnos en el tercer semestre de sus estudios profesionales. En la tabla 1 se muestran los temas que abordan
el total de 45 preguntas debido a que la materia de Ética que cursan los alumnos en tercer semestre pretende
principalmente brindar las bases filosóficas de dicha asignatura y no tanto abordar aspectos de aplicación
práctica.
Tabla 1: Listado de Temas en el Diagnóstico y Frecuencia
Tema Frecuencia
Naturaleza y objeto de la Ética 16%
El bien y el mal moral 2%
El fin último del ser humano 11%
Corrientes éticas 2%
Ley natural y principios morales 2%
El acto humano 16%
Virtudes y valores 2%
Fuentes de la moralidad 9%
Libertad y responsabilidad 13%
Sociedad y bien común 24%
Instituciones sociales 2%
De los 45 reactivos del cuestionario, 41 tuvieron un enfoque teórico y tan sólo cuatro fueron prácticos de la
conducta en general, no de su profesión. En cuanto al tipo de preguntas en su mayoría 23 fueron de opción
múltiple, seguida por 19 de verdadero y falso y por último tres de relacionar columnas.
Análisis de resultados
El promedio general alcanzado por los alumnos es de 7.13/10, siendo el promedio de los varones ligeramente
inferior al de las mujeres, con un 7.09 y 7.17 respectivamente. 31 alumnos del total tuvieron una puntuación
menor a 6.0, correspondiente 17 varones y 14 mujeres. Del análisis de las respuestas, el profesorado podrá
implementar acciones precisas para alcanzar los resultados esperados.
Los estudiantes de la Universidad Panamericana, campus Guadalajara analizan las corrientes éticas, entre
ellas el utilitarismo, la ética de la virtud, la ética de los valores, por citar algunas, no para adquirir erudición
ética, sino para llevar al ámbito de desarrollo profesional la ética de la virtud, como lo hemos sostenido. Del
análisis de las respuestas, podemos inferir, que es necesario clarificar en primer término qué es el utilitarismo.
A pesar de que son estudiantes de los últimos semestres de la carrera y han cursado ética profesional, donde
dichas corrientes son abordadas, parece ser que la distinción entre estas no es clara, por lo que proponemos
enfatizar el diálogo para abordar estos planteamientos (Sims, 2004). Por otro lado, un par de cuestiona-
mientos hacen referencia a la ley moral. El primero de ellos, afirmando que es universal e inalterable, el
estudiante debía responder si esto es cierto porque se basa en la naturaleza humana que es la misma para
todos, o si es falso. Sobre la pregunta acerca de la universalidad e inalterable de la ley moral natural 90.2%
de los estudiantes han señalado que dicho planteamiento es verdadero. La ética de los negocios que se
enseña en la Universidad Panamericana es una ética de la virtud que se asienta en la tradición clásica que
apela a la naturaleza humana como su fundamento. La inteligencia humana capta la bondad o malicia de los
actos humanos (Ocampo, 2019).
En tal sentido, otra de las preguntas cuestionaba a los estudiantes si la ley moral natural la descubrimos con
el tiempo, la reflexión y la experiencia. Siempre es la misma y no cambia con el tiempo, nosotros nos alejamos
o acercamos a ella con nuestros actos. El 88.4% de los estudiantes respondió correctamente que la
aseveración es verdadera, mientras que el 11% indicó que es falso. Esta aseveración tiene su raíz en que
los bienes humanos a partir de la ley moral natural que es universal e inalterable son cognoscibles
racionalmente. La norma moral objetiva va a permitir ver si los actos humanos acercan o alejan a la persona
de la plenitud ontológica de su naturaleza (Ocampo, 2019), a esta pregunta, el 77.8% de los respondientes
acertaron con la respuesta correcta, mientras que el 18% erró de modo casi proporcional entre las tres
respuestas incorrectas: 5.2 %, 11% y 6.5%. Los participantes se enfrentaron a la pregunta fundamental de
qué es la Ética.
Se trata de una cuestión clave a la hora de evaluar el nivel de conocimientos en cualquier subdivisión de la
Ética como es la deontología profesional. Es un punto de partida que definirá las consecuencias prácticas en
el actuar de los futuros líderes empresariales y que no siempre se fácil de definir. Además, se presentaron a
los alumnos 4 opciones a modo de qué cuestiones trata la Ética o a qué preguntas responde. La primera
opción (a) se refiere a lo que puede hacer el hombre porque así lo ha definido una autoridad. En el fondo se
trata de comprobar si los alumnos consideran la ética como un conjunto de normas o reglas, de principios
definidos positivamente. Se trataría de una visión legalista y ajena a la ética personalista o de la virtud
(Fontrodona-Felip et al., 2011). Las opciones (b) y (d) no presentan una visión práctica de lo que es la ética,
sino lo que sería una mera teoría sobre la naturaleza del hombre y no sobre su actuar. La respuesta (c) da la
opción a los que consideran la ética como una ciencia eminentemente práctica, que versa sobre el actuar
correcto de la persona.
Es esta la pregunta que, según la ética de la virtud o personalista (Melé, 2009), se considera correcta.
Tratándose de una pregunta fundamental que ha sido tratada en cursos de ética previos, se puede concluir
que podría darse una falta considerable en el 22.2% de alumnos que salen a la vida profesional pensando
que la ética se trata fundamentalmente de normas o principios dictados por una autoridad. Otros, en cambio,
consideran esta rama del saber práctico como lo que no es, es decir, una mera teoría sobre el hombre y su
naturaleza, lo que podría causar una disociación de la práctica profesional con los fundamentos aprendidos
en los cursos de ética (Aközer y Aközer, 2017).
Como análisis de la pregunta “La Ley Moral Natural es Universal e Inalterable” y ", el porcentaje del 90.2% de
respuesta correctas nos dice que la mayoría de los alumnos comprendieron en la materia de Ética General
que la ética no está sujeta al contexto histórico o cultural, ni al paso del tiempo, sino que por el contrario se
mantiene inalterable. Por otro lado, la pregunta “La ley moral natural la descubrimos con el tiempo, la reflexión
y la experiencia. Siempre es la misma y no cambia con el tiempo, nosotros nos alejamos o acercamos a ella
con nuestros actos”., igualmente permite ver que los alumnos entienden en un 88.4%.que la ley moral al igual
que las leyes de la física, no se inventan, sino que se descubren, es decir, ya están dadas en la naturaleza
humana. En la pregunta “¿Qué es la ética?” se obtuvo un 76.8% de respuestas correctas, lo que nos indica que
es necesario que los profesores de la materia de ética profesional refuercen dicho concepto, ya que de lo
contrario esta podría ser reducida a simplemente a un seguimiento de reglas impuestas por la autoridad.
CONCLUSIONES
Esta investigación se llevó a cabo en una institución educativa del occidente de México que asume en su
ideario el humanismo cristiano. De los resultados mostrados, su análisis y discusión se puede obtener las
siguientes conclusiones. La ética de las virtudes ofrece un enfoque integral, ya que toma en cuenta los tres
elementos de la vida ética: bienes, normas y virtudes. Por otra parte, tenemos el enfoque deontológico que
se basa en el cumplimiento de normas y, en otro sentido, el consecuencialismo que tiene por criterio el bien
obtenido, ya sea un bien útil o un bien placentero. Es decir, estos dos enfoques parcializan la ética en uno
sólo de sus elementos. Existe una necesidad de innovación continua en la enseñanza de la ética, ya que la
ética empresarial, es al mismo tiempo una materia teórica y práctica. El profesor ha de transmitir un
conocimiento teórico sólido, pero al mismo tiempo basado en casos reales del mundo de los negocios, que
permitan por un lado atraer la atención del alumno y por el otro provocar el diálogo y la discusión, para que
de esta forma se pueda por un lado formar la conciencia del estudiante y por el otro desarrollar las habilidades
necesarias para la toma de decisiones.
En cuanto al liderazgo, se puede concluir que un factor imprescindible es el ético, debido a que las acciones
del líder repercuten profundamente en sus seguidores, además, porque la enseñanza de las virtudes se da
primordialmente por ejemplaridad, además se debe tener muy presente que un verdadero líder es aquel que
hace mejor a sus lidereados. El líder ético toma decisiones y actúa en función del bien común basado en
principios morales, es decir, va más allá de los resultados meramente económicos. Entre las limitaciones que
ha tenido la investigación identificamos la necesidad de explicitar a los estudiantes la vinculación entre el
liderazgo ético y los conocimientos de ética general. Identificamos la necesidad de ayudar al alumnado a
separar los conceptos de bienes, virtudes y principios o normas.
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