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Resumen.
Este artículo realiza un análisis sobre la desigualdad de género en Colombia y cómo afecta en
gran manera el ámbito laboral, puesto que las principales afectadas son las mujeres y esto
ocasiona un impedimento para el desarrollo de una nación equitativa y moderna. Además,
como un tema actual, hay un trasfondo en la historia colombiana, la cual es expuesta para dar
a conocer la formación del problema y por qué sigue estando presente a pesar del paso del
tiempo. No obstante, se formulan algunas soluciones viables para contraatacar el aumento del
problema en el país. Así mismo, se trata de hacer un contraste con otros países, con la misma
problemática y con los que están eximidos de ella.
Abstract.
This article analyzes the gender inequality in Colombia and how it greatly affects the
workplace, since the main affected are women and this causes an impediment to the
development of an equitable and modern nation. In addition, as a current issue, there is a
background in Colombian history, which is presented to publicize the formation of the problem
and why it continues to be present despite the passage of time. However, some viable solutions
are exposed to counteract the increase in the problem in the country. Likewise, it is about
making a contrast with other countries, with the same problem and with those who are exempt
from.
Key Words: Gender inequality, Colombia, men, women, problems in the workplace
Introducción
Siendo así, es necesario analizar cuatro factores que ocasionan la afectación laboral por
desigualdad de género en Colombia. Primero, es importante resaltar que hay una diferencia
fisiológica entre géneros y que ha dividido siempre las actividades desde las primeras
civilizaciones. Por lo tanto, los hombres eran los encargados de los trabajos “pesados” como la
pesca, carga de alimentos, construcción y demás; pero a diferencia, a las mujeres siempre se
les ha designado el título del sexo débil, por el simple hecho de dar vida, dedicarse a la crianza
Los hombres han centrado su actividad en el ámbito público (trabajo fuera de casa) y las mujeres
en el ámbito privado (doméstico). Desgraciadamente, el trabajo doméstico sigue siendo
realizado casi exclusivamente por las mujeres. Esta responsabilidad casi exclusiva de las
mujeres en la organización de la vida privada constituye un importante hincapié para su avance
en los distintos ámbitos. Para que se dé una verdadera situación de igualdad entre mujeres y
hombres es preciso y necesario que los hombres se incorporen al ámbito de lo privado y lo
doméstico. Y por encima de todo ello, se hace necesario que se reconozca a la mujer como lo
que es, no en función de premisa y tesis estereotipadas y caducas de inferioridad y sumisión.
(Acereda, 2015, pág. 30)
Junto con lo anterior, se entiende el concepto de género como una construcción social en cada
persona, reconociendo también su sexo y “en función del sexo, varones y mujeres se socializan
de manera diferente e interiorizan así los valores, comportamientos y funciones que la sociedad
espera de ellos y ellas. De este modo quedan interiorizados los roles y estereotipos de género”
(Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural, 2011). Por tanto, junto con las cualidades que
forman a un hombre, en la sociedad la desigualdad ha creado un gran abismo que limita el
acceso equitativo entre hombres y mujeres y las limita a recursos económicos y una precaria
participación en la política y en la cultura.
Por consiguiente, también el factor de la desigualdad salarial es una dificultad que reta a las
mujeres en el mundo del mercado laboral, porque a pesar de que tengan el mismo nivel de
formación educativa que los hombres, o inclusive más trayectoria y títulos profesionales,
suelen estar relegadas a sueldos y cargos inferiores. Cabe resaltar que existen dos tipos de
segregación ocupacional: la horizontal y la vertical. La primera hace referencia a las
ocupaciones que guardan correspondencia con el rol de género, aquellas que suelen tener menor
valoración económica, menor reconocimiento social y además una mayor demanda laboral. La
segunda alude a que las mujeres ocupan los puestos más bajos de la escala jerárquica. Es muy
complicado para ellas acceder a cargos que competen la toma de decisiones y una mayor
responsabilidad. Asimismo, les es imposible ascender profesionalmente.
Una última conclusión sobre lo anterior, es que en el mercado de trabajo también se penaliza
la maternidad, al considerar que, si una mujer tiene un hijo de corta edad, no tendrá suficiente
Las desigualdades producidas por la ancestral división del trabajo siguen vigentes, siendo causa
de una injusticia objetiva. Las rígidas ideologías que condicionan la estructura sexuada de los
mercados de trabajo coartan la libertad de elección y decisión de una parte muy importante de
la población activa, las mujeres. (Aguado, 2018)
Por otro lado, un tercer factor que influye con una alta reincidencia en esta problemática que
afronta Colombia, es la violencia. La cual ha sido un fuerte detonante que ha repercutido en el
desarrollo social y profesional de las mujeres colombianas; puesto que muchas de ellas a lo
largo de la historia han crecido en medio del conflicto colombiano, inmersas en la deficiencia
de oportunidades y recursos.
Lo que queda claro es que las niñas en el campo se maduran biches. Lo digo porque yo lo viví.
Cuando las niñas tienen siete, ocho o nueve años, la mamá se tiene que ir a traer las yucas o los
plátanos, o tienen que ir a desyerbar, a arreglar la mata de plátano o a cercar porque se salió un
ternero o porque se fue la vaca para donde el vecino. ¿Quién se queda en casa cuidando a los
hermanitos? La niña. En la decisión de irme a las Farc peso esa condición de las mujeres en el
campo, la situación económica y la falta de estudio. (Millán, 2019, pág. 15)
En tercera instancia, con el paso del tiempo, se ha demostrado que las mujeres tienen las
mismas capacidades para desarrollar diferentes actividades, sin negar las diferencias evidentes
Por esta razón, se debe hacer un cambio en los prejuicios que se tienen de las capacidades tanto
de hombre y mujeres, porque al tener un poco de claridad sobre todas las afectaciones que
genera la desigualdad, se es consciente que hay que buscar un cambio para el buen desarrollo
de la sociedad dentro de esta nación.
1 Tabla elaborada por Tania Alejandra Martínez Morales basada en los datos del DANE. Recuperados de:
https://www.larepublica.co/opinion/editorial/la-igualdad-de-genero-es-una-tarea-pendiente-2836905
En esta siguiente gráfica, luego de haber realizado una breve encuesta a trabajadores sobre las
posibilidades de ascenso que creían podían tener, los resultados que se obtuvieron también reflejaron
una gran diferencia entre las respuestas entre hombres y mujeres, mostrando así que los hombres creen
tener una mayor posibilidad de ascenso que las mujeres.
2 Tabla elaborada por Tania Alejandra Martínez Morales basada en los datos del DANE. Recuperados de:
https://www.larepublica.co/opinion/editorial/la-igualdad-de-genero-es-una-tarea-pendiente-2836905
3 Tabla elaborada por Tania Alejandra Martínez Morales basada en los datos del DANE. Recuperados de:
https://www.larepublica.co/opinion/editorial/la-igualdad-de-genero-es-una-tarea-pendiente-2836905
En esta última gráfica se evidenció que los hombres tienen más oportunidades para conseguir
empleo y el resultado como en todas las gráficas anteriores, fue positivo.
La situación no deja de ser preocupante dado que si se tienen en cuenta las gráficas anteriores,
se puede comprender cómo incluso las respuestas dadas entre hombres y mujeres corresponden
a unos imaginarios sociales, producto de lo que hacen las empresas y de la respuesta tardía por
parte tanto del Estado Nacional como de la sociedad, motivo por el cual, es fundamental
presentar algunas propuestas que contrarresten esa brecha de género que se ha impuesto en el
ámbito laboral.
4 Tabla elaborada por Tania Alejandra Martínez Morales basada en los datos del DANE. Recuperados de:
https://www.larepublica.co/opinion/editorial/la-igualdad-de-genero-es-una-tarea-pendiente-2836905
Entender que las mujeres están incursionando de una manera significativa, en carreras
universitarias que usualmente tienen mayor demanda para los hombres. Por esta razón, los
empleadores a la hora de buscar un profesional apto para sus vacantes, deben considerar
entrevistar la misma cantidad de hombres y mujeres para hacer una mejor selección.
Generar nuevos recursos eficaces para proteger los derechos de las mujeres en el campo
laboral acompañado de sanciones vigorosas y un apoyo más amplio a las entidades y
organismos que se encargan de hacer frente a esta situación. Por otra parte, es de suma
importancia realizar campañas de sensibilización y concientización para generar un cambio en
la sociedad.
Permitir más acceso a campos de liderazgo donde las mujeres puedan participar y que así se
generen más oportunidades equitativas.
Hacer evaluaciones de desempeño sin importar el sexo, así no solo se evalúa cada labor de las
mujeres sino también de los hombres.
Evitar la estereotipación de las mujeres de acuerdo a sus funciones biológicas, razón por la
cual es necesario cambiar el “chip” para construir una sociedad más justa e igualitaria en todos
los campos.
Hacer un mejor énfasis en que exista una educación de calidad para todo el país, así las
mujeres puedan capacitarse en áreas que les permita tener un mejor futuro y no solo enfocarse
en el cuidado de casa y de sus hijos.
Erradicar la expresión “sexo débil” debido a que se lleva a entender que existen diferencias
notables ignorando que hay un sin fin de capacidades y características que generan igualdad y
las mismas oportunidades.
A modo de conclusión
Con lo anteriormente enunciado, se perciben todas las afectaciones que causa la desigualdad
de género, ya que genera cada vez más inconformidades por parte de la sociedad colombiana
que se opone a estas actitudes y falsas promesas. Por otra parte, en nuestro país, a diferencia
de los demás, se ha podido identificar que se niegan las oportunidades equitativas para hombres
y mujeres, y no se tienen en cuenta las capacidades, el grado de desempeño y la entrega de
muchas mujeres a la hora de trabajar, poniendo en prioridad y superioridad a los hombres.
A pesar de que en Colombia por lo general siempre se resalta la igualdad de género en el ámbito
laboral como un tema que debe prevalecer, esto es algo que con el transcurrir del tiempo se
predica, pero no se aplica. Además, el ministerio de trabajo resalta que es importante fomentar
y promover la igualdad y la equidad de género en el ámbito laboral, para impulsar la
transformación social, a pesar que de no se logre ver reflejado en las acciones cotidianas de
este campo, algo que si bien es cierto, aún es un cambio que se ve lejano debido a los
imaginarios y falsas percepciones que existe sobre la mujer en una sociedad tan patriarcal como
lo es la colombiana.
Millán, F. (2019). Con ojos de mujer. Relatos en medio de la guerra. Bogotá: Pendin Random House.