Catecismo_1971_1
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La limosna
JOSE IGNACIO MUNILLA
Es verdad que en estas enseñanzas apostólicas se dan una serie de listados de pecados que debemos
de procurar evitar, pero sería un error pensar que estas catequesis morales que se ofrecen en estas
cartas de San Pablo, como si fuese una moral casuística.
No es eso. La catequesis moral que hace San Pablo nace de una profunda espiritualidad y conviene que
lo veamos reflejado en uno de los textos que el catecismo en el punto 1971 nos invita a reflexionar:
Colosenses 3
1 Así pues, si habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo
sentado a la diestra de Dios.
2 Aspirad a las cosas de arriba, no a las de la tierra.
3 Porque habéis muerto, y vuestra vida está oculta con Cristo en Dios.
4 Cuando aparezca Cristo, vida vuestra, entonces también vosotros apareceréis gloriosos
con él.
5 Por tanto, mortificad vuestros miembros terrenos: fornicación, impureza, pasiones,
malos deseos y la codicia, que es una idolatría,
6 todo lo cual atrae la cólera de Dios sobre los rebeldes,
7 y que también vosotros practicasteis en otro tiempo, cuando vivíais entre ellas.
8 Mas ahora, desechad también vosotros todo esto: cólera, ira, maldad, maledicencia y
palabras groseras, lejos de vuestra boca.
Antes de entrar en esas descripciones detalladas de pecados, lo principal es que nos centremos en esto
que ha dicho primero: Así pues, si habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba.
La catequesis moral nace de una profunda espiritualidad; nace de "haber muerto con Cristo y haber
resucitado con El a una vida nueva"
Hay una mística que se esconde detrás de la moral: Una moral sin mística no es una moral cristiana.
En el misterio de la muerte y resurrección de Cristo, hay como "una identificación nuestra" con El:
Tenemos que morir con Cristo para resucitar con El.
Y no me refiero únicamente a ese "morir" físico, también se refiere a una "muerte mística": a morir al
hombre viejo y a renacer al hombre nuevo que Cristo quiere hacer en nosotros".
1 h.c. ene-14
Catecismo 1971 La Ley nueva o Ley evangélica –IV- la limosna
Esto está muy significado en el bautismo; en la primitiva comunidad cristiana, se hacia el bautismo por
inmersión en el agua. De esta manera se quería significar que se estaba "enterrando" en las aguas del
hombre viejo, y al salir de la piscina se le ponía una túnica significando el nacimiento del "hombre
nuevo".
En el libro "Jesús de Nazaret" del papa Benedicto XVI, comenta el pasaje del bautismo de Jesús en el rio
Jordan. En ese misterio donde Jesús siendo "el cordero de Dios inocente", está en la fila de los
pecadores, y va al bautismo como si el necesitase purificarse; sin embargo está asumiendo el pecado
de la humanidad.
Por eso "vivir en gracia" es adelantar esa vida del cielo, y vivir en pecado es vivir una "vida muerta".
Muchos de estos capítulos de San Juan, San Pablo, San Pedro… etc. se han escrito con motivo de salir al
paso de algún caso de conciencia.
Ayer comentamos en capítulo 14 de la carta a los Romanos donde se planteaba el conflicto entre los
cristianos de origen judío, con sus ritualismos heredados, y los cristianos no judíos. "los débiles en la fe
y los fuertes en la fe".
Corintios 5
1 Sólo se oye hablar de inmoralidad entre vosotros, y una inmoralidad tal, que no se da ni
entre los gentiles, hasta el punto de que uno de vosotros vive con la mujer de su padre.
2 Y ¡vosotros andáis tan hinchados! Y no habéis hecho más bien duelo para que fuera
expulsado de entre vosotros el autor de semejante acción.
3 Pues bien, yo por mi parte corporalmente ausente, pero presente en espíritu, he juzgado
ya, como si me hallara presente, al que así obró:
2 h.c. ene-14
Catecismo 1971 La Ley nueva o Ley evangélica –IV- la limosna
4 que en nombre del Señor Jesús, reunidos vosotros y mi espíritu, con el poder de Jesús
Señor nuestro,
5 sea entregado ese individuo a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el
espíritu se salve en el Día del Señor.
6 ¡No es como para gloriaros! ¿No sabéis que un poco de levadura fermenta toda la
masa?
7 Purificaos de la levadura vieja, para ser masa nueva; pues sois ázimos. Porque nuestro
cordero pascual, Cristo, ha sido inmolado.
8 Así que, celebremos la fiesta, no con vieja levadura, ni con levadura de malicia e
inmoralidad, sino con ázimos de pureza y verdad.
San Pablo, a propósito de ese caso de incesto, nos da, en los capítulos sucesivos una doctrina sobre la
virtud de la castidad y de la pureza, del matrimonio, la fornicación, la virginidad.
Esta es la forma en la que se va desarrollando las catequesis morales del nuevo testamento:
-Basándose en una profunda espiritualidad.
-Respondiendo a casos concretos de conciencia.
-Y haciendo un "listado" de pecados y de virtudes, que nos ayudan mucho a concretar en
virtudes morales, lo que es el seguimiento a Jesucristo.
En primer lugar:
-La limosna es liberadora de apegos. Las riquezas ejercen un poder de seducción muy grande en
nosotros; el hombre pierde su dignidad fácilmente en lo que toca al dinero.
Por eso mismo el Señor nos previene de ello y el cristiano requiere grandes dosis de radicalidad en su
decisión de no entregar el corazón a las riquezas, de lo contrario cae irremediablemente en la
idolatría: Cuando entregamos el corazón a las riquezas estamos cayendo en un pecado de idolatría.
Por eso la limosna es presentada en la catequesis de la Iglesia, y en esta catequesis del papa como
"liberadoras de apegos": "No podéis servir a Dios y al dinero".
La limosna es una ayuda para quien la recibe, pero también es una ayuda liberadora para quien la hace.
Escuchaba una reflexión que decía: Dime que amas y te diré quien eres.
"Quien ama las cosas se cosifica;
Quien ama a las personas se personaliza;
Quien ama a Dios se deifica;
Quien no ama nada se anula.
El corazón puede sangrar, porque si no estuviese apegado no sangraría, pero también es señal de que
se está curando. "Si escuece es que se está sanando". Igual que las heridas cuando se hecha alcohol:
escuece.
Dice el papa que la "limosna nos permite tener un corazón libre para amar al prójimo y a Dios". Hacer
limosna es un regalo que nos hacemos a nosotros mismos.
Qué contradicción, ¿no?, ¡Qué cosas tiene los santos!. Claro que si miramos la cosa como ellos la ven,
es que es verdad: La manera de que no nos duela el apego a los bienes materiales es "desprenderte de
ellos voluntariamente.
En segundo lugar:
-La limosna es creadora de comunión.
Dice el papa que es frecuente que en muchas parroquias, en cuaresma, se realice un gesto comunitario
en el ejercicio de la limosna.
De hecho, las colectas por los pobres se remontan a las primeras comunidades cristianas.
Romanos 15, 25-27:
25 Mas, por ahora, voy a Jerusalén para el servicio de los santos,
26 pues Macedonia y Acaya tuvieron a bien hacer una colecta en favor de los pobres de
entre los santos de Jerusalén.
27 Lo tuvieron a bien, y debían hacérselo; pues si los gentiles han participado en sus bienes
espirituales, ellos a su vez deben servirles con sus bienes temporales.
Cuando lo hacemos comunitariamente no se nos olvidara el hacerlo personalmente. Suele ocurrir que
lo que se deja al "arbitrio" de la decisión personal de uno, se deja "pendiente de hacer".
En tercer lugar:
-la limosna es restauradora de justicia.
Benedicto XVI, nos recuerda que "socorrer a los necesitados" es un deber de justicia, antes que un
acto de caridad.
Oímos con frecuencia: "por caridad, una limosna"; tal vez sería más propio decir: "¡por justicia!, una
limosna.".
Las enseñanzas evangélicas, nos recuerdan, que no somos propietarios absolutos de los bienes que
poseemos, sino que somos administradores.
Nosotros creemos en la propiedad privada, pero no en un sentido absoluto.
Juan Pablo II decía: "sobre toda propiedad privada, grava una hipoteca social".
Es decir: eso que dices: "es mío", es verdad es tuyo, pero no tanto.
4 h.c. ene-14
Catecismo 1971 La Ley nueva o Ley evangélica –IV- la limosna
De la misma manera que decimos que el hombre no es dueño de su vida: "Yo con mi vida hago lo que
quiero". Eso no es así: "La vida no es tuya, tu vida te la han dado, y por tanto no eres el árbitro de la
vida".
Pues lo mismo que decimos de la vida, se puede aplicar a los bienes personales.
Hay que recordar las palabras del concilio Vaticano II que en el decreto "Apostolitan acuositatem", en
el nuero 8 dice:
Satisfágase ante todo las exigencias de la justicia, y no se brinde como ofrenda de caridad, lo
que se debe por título de justicia.
La caridad cristiana es la que lucha por eliminar las causas del mal; no solo los efectos.
En cuarto lugar:
-Es un ejercicio de donación personal.
La auténtica caridad es aquella que imita a Cristo:
2 Corintios 8, 9:
8 No es una orden; sólo quiero, mediante el interés por los demás, probar la sinceridad de
vuestra caridad.
9 Pues conocéis la generosidad de nuestro Señor Jesucristo, el cual, siendo rico, por
vosotros se hizo pobre a fin de que os enriquecierais con su pobreza.
Cristo nos ha enseñado que la auténtica caridad es aquella que no solo se limita a dar limosna, sino que
llega a "darse", ofrecerse a Dios como un culto espiritual.
En esta línea, el Papa, reflexiona en torno al pasaje evangélico, de la viuda que entrego en el templo las
dos pequeñas monedas que tenía. Este es el ideal de la limosna en el ejercicio de la donación personal.
En quinto lugar:
-La limosna es la "verdadera alegría".
Hay mayor felicidad en "dar" que en "recibir".
Hechos de los Apostoles 20, 35:
35 En todo os he enseñado que es así, trabajando, como se debe socorrer a los débiles y que
hay que tener presentes las palabras del Señor Jesús, que dijo: Mayor felicidad hay en
dar que en recibir.»
Curiosamente, esto que dice: "como dijo el Señor", esta frase no está recogida en ninguno de los cuatro
evangelios, pero en la tradición oral de las palabras de Jesús, sí que se recogía esta frase como dicha
por Jesús.
Por eso dice el papa que "cada vez, que por amor de Dios compartimos nuestros bienes con el prójimo
necesitado, experimentamos que la plenitud viene del amor; y lo recuperamos todo como bendición en
forma de paz, de satisfacción interior y de alegría".
Uno recibe mucho más que lo que da, cuando hace limosna.
Es poner en práctica lo que dice el Señor del "ciento por uno".
5 h.c. ene-14
Catecismo 1971 La Ley nueva o Ley evangélica –IV- la limosna
Olvidarse de uno mismo es la fuente de la alegría; aquel que solo está pensando en lo suyo únicamente
recibe tristeza en el corazón.
Esto es un misterio que es comprobable; de hecho cuando hacemos una prueba veremos que es
verdad que uno es mucho más alegre en la generosidad.
En sexto lugar:
-Búsqueda de la gloria de Dios:
Para que la caridad no sea una falsa careta que esconda vanidad, que esconda intereses personales, o
incluso de que sea una mera filantropía; para que la caridad no tenga motivaciones que no sean
evangélicas.
El papa Benedicto XVI insiste en su mensaje en la importancia de "purificar la rectitud de intención con
la que hacemos la limosna".
Para esto el evangelio nos da un consejo muy práctico:
"que no sepa la mano izquierda lo que hace la derecha"
La experiencia nos dice que el "anonimato" en el ejercicio de la limosna es de gran ayuda para purificar
nuestra intención. De manera que busquemos solamente la gloria de Dios y el bien de nuestros
hermanos.
El anonimato es muy bueno, porque como se introduzcan en tu limosna muchas miradas ajenas es
difícil que actúes por la gloria de Dios; se mezclan más cosas.
En resumen, el papa ha querido insistir de una manera concisa, sobre cuáles son las finalidades y
cualidades que tiene la limosna:
-La limosna es liberadora de apegos
-La limosna es creadora de comunión.
-la limosna es restauradora de justicia.
-Es un ejercicio de donación personal.
-La limosna es la "verdadera alegría".
-Búsqueda de la gloria de Dios
La limosna es básica para vivir la justicia y la caridad, que sin estas no hay vida en Jesucristo:
Jesucristo es el "justo de Dios.
Jesucristo es el don del amor de Dios.
También, aunque tradicionalmente referimos la limosna al dinero; sabemos todos que la tradición de la
Iglesia ha entendido por limosna el desprendimiento de los dones que hemos recibido: los materiales y
los espirituales que compartimos con los demás.
Lo dejamos aquí.
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