1 Ciencia Litúrgica

Ciencia
litúrgica y
formación
litúrgica
Por: David Romero
Introducción
• La Iglesia posee una riqueza de signos, símbolos y
actos litúrgicos. Esto ha llegado a constituirse en
ciencia (estudio del hecho litúrgico).
• La vida cristiana no debe estar disociado de la
celebración litúrgica. Y la ciencia litúrgica también
contribuye a la formación de todos los miembros del
pueblo de Dios.
• Conversemos: ¿Tenemos dudas sobre algún símbolo o
acto litúrgico?
Reseña histórica de la ciencia litúrgica
La moderna ciencia litúrgica comienza en el s. XVI con los primeros
estudios dedicados a la liturgia, aunque la liturgia desde os primeros
siglos del cristianismo posee reflexión teológica.
En el NT hay atisbos de una noción de sacramentos (Rom 6,5-11; Jn
3,3-15), aunque los primeros ordenamientos eclesiales viene de la
Didajé (enseñanza de los apóstoles a mediados del s. I de cultura
judea-cristiana), la tradición apostólica de Hipólito (liturgia
sacramental cristiana y costumbres de la comunidad de 43 capítulos),
Constituciones apostólicas del s. IV d.C. (naturaleza disciplinar y
litúrgica del cristianismo primitivo), Testamentum Domini del s. V d.C.
(instrucciones de Jesús antes de la Ascensión), etc.
Los santos Padres compusieron las catequesis mistagógicas sobre una
auténtica teología litúrgica (ritos de iniciación) en sus homilías y tratados.
En la Edad Media se hablaba de teología litúrgica, pero más con un
sentido negativo. La reforma protestante fue un aviso de renovación,
pero la Iglesia no retomó el tema.
Gracias a la Imprenta aparecieron los primeros ritos orientales
(Colecciones de Goar, Renaudot, Assemani, etc.) y occidentales
(Menardo, Mabillón, Marténe, Bianchini, Tommasi, Muratori, Lesley, etc.).
Luego, aparecen los primeros tratados sistemáticos de liturgia de
Pamelius, Hittorp, Lebrún, Morín, Bona, el Papa Benedicto IV, etc.
En el siglo de la Ilustración (s. XVIII) la liturgia experimentó un notable progreso
en estudios y publicaciones a favor del adoctrinamiento moral por la vía de la
estética y suntuosidad hasta el declive el Sínodo de Pistoya en 1786 (teorías
jansenistas).
En el s. XIX, dentro del romanticismo comenzó un movimiento litúrgico de
restauración de la vida monástica por P. Guéranger en Solesmes (Francia).
Después aparecen las abadías de Beuron y Maria-Laach (Alemania), Maredsous
y Mont César (Bélgica), Silos y Montserrat (España), etc., hasta culminar con el
primer congreso litúrgico de Montserrat de 1915.
Las fases modernas y tendencias dominantes de la liturgia se encuentran:
- Histórica – filológica: buscaron el método histórico de la liturgia impulsada
por Pío XII hasta el Concilio Vaticano II. Aparece el método de la liturgia
comparada y buscar el perfil universal de los ritos.
- Teológica: buscaba encontrar la esencia de la liturgia, no solo el problema
hermenéutico, sino el significado histórico de los ritos desde el diseño
salvífico de Dios en la vida de la Iglesia. Se reconocen los trabajos de Dom
Beauduin impulsó la dimensión pastoral de la Liturgia, Odo Casel contribuyó
a renovar la teología de los sacramentos y su dimensión litúrgica.
Posteriormente C. Vagaggini con su intento de establecer una liturgia
dogmática hasta la definición del Concilio (OT 16; SC 14-37).
- Pastoral-antropológica: inicia con la propuesta de Pío X de incorporar a los
fieles en los sagrados misterios. Esto se trasladó a estudios litúrgicos y
congresos, semanas litúrgicas, etc., bajo el lema: “El apostolado litúrgico”
que culminó en el Congreso Internacional de Liturgia en Asís en 1956.
Metodología de la ciencia litúrgica
La ciencia litúrgica posee contenidos, metodología y proceso científico:
- Los contenidos: liturgia fundamental (conceptos fundamentales de la liturgia
y su dimensión salvífica a través de la sacramentología, el estudio de la
celebración y el rito, la participación de la asamblea, los ministros, acción
celebrativa, símbolos, gestos, canto y música, tiempo y lugar de la
celebración. También investiga la historia de la liturgia y sus fuentes, análisis
de los ritos orientales, libros y derecho litúrgico) y liturgia especial (se
denomina estudio histórico, teológico y pastoral en cada acción litúrgica
específica).
- El método: El Concilio Vaticano II recomendó la enseñanza de la liturgia bajo
los aspectos teológico e histórico, espiritual, pastoral y jurídico e invitó a los
profesores de las restantes disciplinas teológicas a tener en cuenta la
conexión de cada una con la liturgia (SC 16; OT 16). Utiliza tres vías de acceso
al objeto de su estudio: vía histórica-etiológica, antropológica y teológica.
La asignatura de sagrada Liturgia se debe considerar entre las
materias necesarias y más importantes en los seminarios y casas
de estudio de los religiosos, y entre las asignaturas principales en
las facultades teológicas. Se explicará tanto bajo el aspecto
teológico e histórico como bajo el aspecto espiritual, pastoral y
jurídico. Además, los profesores de las otras asignaturas, sobre
todo de Teología dogmática, Sagrada Escritura, Teología
espiritual y pastoral, procurarán exponer el misterio de Cristo y la
historia de la salvación, partiendo de las exigencias intrínsecas
del objeto propio de cada asignatura, de modo que quede bien
clara su conexión con la Liturgia y la unidad de la formación
sacerdotal (Concilio Vaticano II, Sacrosanctum Concilium, 16)
Teniendo bien en cuenta las condiciones de cada región,
condúzcase a los alumnos a un conocimiento completo de
las Iglesias y Comunidades eclesiales separadas de la
Sede Apostólica Romana, para que puedan contribuir a la
restauración de la unidad entre todos los cristianos que ha
de procurarse según las normas de este Sagrado Concilio.
Introdúzcase también a los alumnos en el conocimiento de
las otras religiones más extendidas en cada región, para
que puedan conocer mejor lo que por disposición de Dios,
tienen de bueno y de verdadero para que aprendan a
refutar los errores y puedan comunicar la luz plena de la
verdad a los que carecen de ella.
Formación de la ciencia litúrgica
La formación es indispensable para una vivencia profunda de la
liturgia (formación bíblica y litúrgica del pueblo de Dios).
La formación litúrgica debe centrarse en el misterio de Cristo,
adaptada a los destinatarios (SC 19) y mistagógica hacia una
participación activa y profunda de los misterios que celebra
(iniciación cristiana).
La formación no debe ser entendida como un mero conjunto de
contenidos, sino que trasciende a la espiritualidad del creyente y su
participación en la vida litúrgica en modo consciente, activa y
fructífera.
¿Qué hemos observado en la liturgia que no comprendemos? ¿De
qué ritos o acciones? -
Bibliografía
López Martín, Julián, La Liturgia de la Iglesia, teología, historia,
espiritualidad y pastoral, 2ª edición, BAC, Madrid, 1996.

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