tramo 3 contestado

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Tramo 3.

experiencias y vivencias en la
escuela: la vida docente
Organización en pares

En su desarrollo profesional docente, de acuerdo con Benarroch y Marín (2011), se realizan


un conjunto de prácticas pedagógicas que se confieren identidad y sentido profesional, que
se ven influidas por su dimensión personal privada e implícita, es decir, sus creencias,
valores, juicios y actitudes, las cuales orientan de modo inconsciente su accionar.
En la vida docente se construyen saberes, habilidades, creencias e intereses que se ponen
en sinergia al estar en la escuela, en el salón de clases, con las y los estudiantes, con otras
maestras y maestros, y con la comunidad educativa.
Todo este saber pedagógico es dinámico, se reconstruye a lo largo de su práctica; al estar
dentro de una institución, las y los docentes contribuyen a su configuración y al mismo
tiempo la institución también les da elementos para construirse o reconstruirse (López,
2019).
Identificar lo que han aprendido y lo que les ha significado a lo largo de su trayectoria les
permite hacer una reflexión prospectiva del docente en el que se quieren convertir.

Junto con un par, hagan una reflexión sobre aquellos saberes y habilidades que han
desarrollado y creencias e intereses que poseen. A partir de la reflexión que hicieron,
completen la siguiente tabla.
Saberes y habilidades Creencias e intereses

- Conocimiento sobre el desarrollo infantil, - La educación debe ser inclusiva, reconociendo


incluyendo las etapas de aprendizaje y valorando la diversidad de los estudiantes.
emocional y cognitivo. - Los niños aprenden mejor en ambientes
- Dominio de estrategias lúdicas para captar la seguros, libres de presión y cargados de
atención de los niños y facilitar el aprendizaje confianza.
significativo. - La colaboración entre docentes, familias y la
- Uso de recursos del entorno para diseñar comunidad es esencial para el desarrollo
actividades creativas en contextos con integral de los niños.
limitaciones materiales. - Cada niño tiene un ritmo y estilo de
- Gestión de grupos diversos, promoviendo aprendizaje único que debe ser respetado.
inclusión y participación. Intereses:
- Capacidad para improvisar y adaptar - Diseñar actividades que desarrollen
planeaciones según las necesidades del grupo. habilidades socioemocionales y fortalezcan la
- Escuchar activamente y conectar con las autoestima en los niños.
emociones de los niños y sus familias. - Implementar proyectos que conecten a los
- Diseñar actividades interdisciplinarias que niños con su entorno natural y cultural.
integren arte, juego y aprendizaje. - Innovar en el uso de recursos pedagógicos
- Fortalecer vínculos de colaboración con tecnológicos y no tecnológicos en el aula.
padres y comunidad para lograr objetivos - Promover el respeto y cuidado del entorno a
comunes. través de actividades educativas.

Organización individual

Redacta una experiencia en la que se haya generado sinergia entre tus saberes, habilidades,
creencias e intereses, centrando tu atención en aquellas acciones o momentos positivos en
los que te sientes reconocido o que lo que haces como docente tiene relevancia.

©MUNDODECARAMELO
Era un día como cualquier otro en el aula de preescolar, pero tenía una
sensación especial. Habíamos planeado una actividad basada en la
naturaleza, un tema que siempre he creído que conecta a los niños con
su entorno y les permite desarrollar una conciencia más profunda sobre
el mundo que los rodea. Mi interés por fomentar el respeto hacia el
medio ambiente, combinado con mis habilidades para crear actividades
lúdicas, me llevó a diseñar una dinámica que sabía que podría marcar un
cambio.

La actividad comenzó con una pregunta sencilla: "¿Qué podemos encontrar en un jardín?"
Los niños, emocionados, comenzaron a enumerar flores, insectos y pájaros. Aprovechando
su entusiasmo, les propuse convertir nuestro salón en un "jardín mágico". Usando hojas
caídas que habíamos recolectado en el patio, cartulina reciclada y colores, los niños
crearon flores, árboles y pequeños insectos que decoraron nuestro espacio. Cada creación
tenía una historia, y cada niño compartió su propia perspectiva sobre la importancia de
cuidar la naturaleza.

El momento más significativo llegó cuando un niño que generalmente era tímido y
reservado levantó la mano para explicar cómo había dibujado un árbol que protegía a los
pájaros de la lluvia. “Los árboles son como las casas de los animales,” dijo con una
sonrisa. Ver a ese niño participar, expresar sus ideas y sentirse parte del grupo fue un
recordatorio de por qué elegí esta profesión.

Organización individual

Tu labor docente, entonces, requiere de un equilibrio entre el sentimiento, el pensamiento y


la acción este sólo es posible a través de la reflexión sobre las acciones que realizas dentro
del aula o la escuela, y la forma en la que las significas e influyen en tu esfera personal y
profesional (López, 2019).

En el siguiente espacio escribe aquellas situaciones que suceden durante tu vida docente y
que te gustaría que fueran diferentes. Considera primero una en la que puedes tomar
acciones desde tus propias facultades y señala una en la que necesitarías acompañamiento
pedagógico.
Situación en la Fomentar mayor participación en actividades grupales.
que puedo En ocasiones, algunos niños en mi aula prefieren mantenerse al margen
tomar durante actividades grupales. Aunque reconozco que cada niño tiene su
acciones desde ritmo y estilo de aprendizaje, me gustaría implementar estrategias que
les brinden más confianza para participar.
mis facultades
Acciones que puedo tomar:
Diseñar actividades que integren los intereses individuales de los niños
para motivarlos.
Crear pequeños grupos de trabajo en los que los niños más tímidos se
sientan cómodos contribuyendo.
Usar historias, canciones o dinámicas lúdicas que faciliten la
interacción entre ellos.
Ofrecer refuerzos positivos, como elogios específicos y visibles, para
reconocer su esfuerzo.

Estas acciones pueden generar un ambiente más inclusivo y


participativo, fortaleciendo la confianza de cada niño para integrarse
plenamente en las actividades.
Situación en la Atender casos de comportamiento desafiante.
que necesito Algunos estudiantes presentan comportamientos que interrumpen la
acompañamien dinámica del aula, como dificultad para seguir reglas o conflictos con sus
to pedagógico compañeros. Si bien he aplicado estrategias para manejar estas
situaciones, siento que podría mejorar con orientación especializada.

Acciones necesarias con acompañamiento pedagógico:

Solicitar capacitación sobre manejo de conductas disruptivas en el


aula, basada en enfoques socioemocionales y restaurativos.
Trabajar con un especialista en desarrollo infantil o un psicólogo para
identificar posibles causas detrás de los comportamientos y diseñar
planes de intervención.
Promover reuniones con los padres para establecer estrategias
comunes que puedan aplicarse tanto en casa como en la escuela.
Incorporar programas escolares que fortalezcan las habilidades
socioemocionales y fomenten un ambiente respetuoso y colaborativo.

El acompañamiento pedagógico en este aspecto me ayudaría a sentirme


más preparada para abordar estos retos de manera efectiva y garantizar
que todos los niños puedan aprender en un entorno seguro y armonioso.

Organización individual

A partir de los textos que fuiste redactando en este tramo, articula el tercer relato que hable
sobre tu vida docente y lo que has vivenciado en ella, intenta recuperar una experiencia en la
que puedas identificar la relación entre tus acciones, el aula y la escuela. Para la construcción
de este relato puedes hacer uso de distintos recursos literarios que expresen
tu sentir.

Ser docente es como ser un jardinero; cada acción, cada palabra y cada decisión es una
semilla que plantamos en el corazón de los niños. Una de las experiencias más
significativas que he vivido en mi vida docente ocurrió cuando decidí usar mis saberes,
habilidades, creencias e intereses para crear un proyecto que no solo impactara a mis
alumnos, sino también a la comunidad escolar.

En aquel ciclo escolar, tenía un grupo diverso y lleno de retos. Algunos niños participaban
activamente, mientras que otros preferían mantenerse al margen, observando desde la
distancia. Había también situaciones familiares complicadas que afectaban la asistencia y
el comportamiento de ciertos estudiantes. Mi desafío era claro: crear un espacio donde
todos se sintieran valorados y conectados, sin importar sus circunstancias.

Inspirada por mi interés en la creatividad y mi creencia en la educación inclusiva, propuse


un proyecto llamado “El Árbol de los Sueños”. Quería que los niños expresaran sus
emociones, deseos y pensamientos de una manera que los uniera como grupo. Les
entregué hojas de papel reciclado, crayones y marcadores, y les pedí que dibujaran su
sueño más grande, ya fuera para ellos mismos, su familia o el mundo.

Al principio, algunos niños dudaron. “¿Qué pasa si no sé dibujar?”, me


preguntaron. Les recordé que no había respuestas correctas o
incorrectas, que lo importante era expresar lo que llevaban dentro. Poco
a poco, las hojas comenzaron a llenarse de corazones, estrellas, árboles
y casas. Uno de los momentos más conmovedores fue cuando Diego, un
niño reservado y tímido, me mostró su dibujo: un corazón grande
rodeado de estrellas. “Sueño con que todos estén felices,” dijo.
Ese instante me hizo comprender que, a través del arte, los niños podían expresar
emociones profundas que a veces no sabían poner en palabras.

Mientras el árbol de sueños crecía con las hojas de los niños, decidí involucrar a los
padres. Les pedí que escribieran o dibujaran sus propios sueños para sus hijos. Algunos
escribieron palabras de aliento, otros hicieron dibujos sencillos, pero todos participaron.
Este gesto reforzó mi creencia de que la educación no es un acto aislado; es un puente
que conecta a los estudiantes, las familias y la escuela.

Cuando terminamos, el árbol era un mural lleno de colores, formas y significados. La


directora, al verlo, sugirió que lo presentáramos en la próxima reunión escolar. Durante la
exposición, los niños explicaron sus dibujos, y los padres compartieron sus sueños. Fue un
momento mágico, donde el aula se conectó con la comunidad escolar en un espacio de
respeto, colaboración y amor.

Esta experiencia me recordó la importancia de mis creencias y habilidades como docente.


Saber escuchar, adaptar las actividades y crear espacios seguros para la expresión son
herramientas esenciales en mi práctica. Pero también me mostró que mi interés por la
creatividad puede ser un motor para fortalecer los lazos entre el aula y la escuela.

El Árbol de los Sueños no solo fue un proyecto; fue una prueba de que, cuando
trabajamos desde el corazón, nuestras acciones tienen el poder de transformar no solo el
aprendizaje, sino también las relaciones y el sentido de pertenencia en la escuela. Hoy,
cuando reflexiono sobre ese momento, sé que la educación es más que enseñar
contenidos; es sembrar sueños y regarlos con empatía, creatividad y colaboración.

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