De modo que, después de la metamorfosis de Galatea en novillo uncidero, dándose a reflexionar durante la convalecencia del tabardillo sobre el carácter de la gente del campo donde habitaba, a despecho de sus ilusiones se concedió a sí mismo que pedir prudencia, saber, dulzura y poesía a unos seres cuya sociedad constante son las bestias, cuya educación son las rudas tareas del campo, y cuyas aspiraciones están limitadas a salir del año sin morirse de hambre, es una exigencia que toca en lo ridículo.
«Cuando quedé solo, y demasiado viejo para seguir trabajando en las rudas faenas del campo, sabiendo por otra parte que ya se acercaba la colonización para barrer de esos campos los últimos restos de los pobladores primitivos, abandoné la choza demasiado ruinosa para que la pudiese componer, y dejé que se volviese tapera.
A mediodía, después de las rudas tareas de la mañana, cuando vuelven a la estancia o al puesto, los trabajadores encuentran hirviendo el agua y mientras descansan, apurando el sabroso y tónico mate, en el asador chisporrotea la grasa de todo un medio capón o de un ancho costillar de vaca.
Núñez era buen muchacho y también hacía lo posible; pero esos puebleros, criados en perpetuo encierro, poco sirven para las rudas labores del campo, y sólo después de dos o tres meses de lidia ardua, había conseguido ensancharse los pulmones y endurecer sus manos acostumbradas a manejar la pluma, bastante para poder competir con los demás.
La sexta parte quedó en el servicio doméstico, y fue la menos desdichada; pero el resto pasó a las
rudas faenas agrícolas, donde el látigo, esgrimido por feroz caporal, andaba a nalga qué quieres.
Ricardo Palma
Zaleas de cabra cubrían sus torsos, por encima de túnicas de lana grosera, sujetas a la cintura con cuerdas de cáñamo; se apoyaban en
rudas cachavas, y sus pies, callosos y negros, iban desnudos.
Emilia Pardo Bazán
Fueron primero los vascos, de raza muy antiguamente noble también, pero más práctica, como de invasores comerciales y colonizadores que siempre fueron sus probables antepasados los fenicios; raza algo entorpecida asimismo por la secular necesidad de un trabajo arduo entre las ásperas y rudas montañas de los Pirineos, pero lista para dejar pronto caer al fondo del crisol su rugosa cáscara y mezclar en la masa así mejorada sus hábitos de trabajo, con su sangre sana y sus fuertes músculos; y también acudieron en gran número los gallegos, de ingenua y pedante materialidad, pero de honradez intachable, aunque algo fácil de diluir al contacto de la viveza indígena.
Nosotros no lo consideraremos con el desprecio que Salustio, como un mecanismo de operaciones rudas, propias solamente para el empleo de gentes viles y despreciables.
Mira los Cristos dolientes y sombríos, más heridas que carne y más alma que cuerpo, que languidecen entre las sombras de los lienzos del Sodoma; interroga la sonrisa ambigua de las figuras del Vinci; respira el hedor que se desprende de las telas de Valdez Leal; contempla la crueldad refinada y bárbara de las crucifixiones del Españoleto; vuelve tus manos rudas hacia el fondo de los siglos y distribuye tiquetes de clasificación patológica a esos que sintieron y expresaron lo que sienten los hombres de hoy!
No tenían trigales las lomas, ni huertos las vegas, ni sotillos las frescas umbrías, ni árboles la sierra... No tenían las
rudas labores cantores humanos, ni el sabroso caer de las tardes cantores alados.
José María Gabriel y Galán
Tus rudas manos tudescas no alcanzaron a coger en su velo la mariposa de luz que fue el alma de la Bashkirtseff, ni a profanar analizándola, una sola de las páginas del diario.
Ma poi che le mi rozze, incolte carte, Y mis musas llorosas y cuitadas Povere, e prive di dolcezza, ed arte, Serán de tus orejas delicadas Per la bassezza d' il lor pigro stile Como rudas y viles desechadas, Il cor ti sacro riverente, e humile.