Ejemplos
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Otra aplasta la caña, y echa un chorro de miel. ¡Pues da ganas de llorar, el ver las máquinas desde el balcón! Rugen, susurran, es como la mar: el sol entra a torrentes.
José Martí
Cerrad, cerrad el libro de mis canciones los que de novedades sintáis capricho; para quien no disfraza sus emociones en materia tan vieja todo está dicho, Hoy brillan las auroras corno brillaban, y rugen las tormentas como rugían, y las águilas vuelan como volaban, y brotan los laureles como brotaban cuando a Dante y a Homero la sien ceñían.
Si tu ardiente mirada no ilumina la cúpula del cielo, la oscuridad sus ámbitos domina, y, entre los pliegues del nocturno velo, hacia la nada la creación camina; si de tu aliento bienhechor carece la selva enmarañada, de efluvios deletéreos impregnada la brisa nuestras fuerzas entumece, y la flor de la adelfa nos ofrece su purpurina copa envenenada; si tu mano las rocas no encadena, los altos montes desquiciados crujen; y si tu augusta voz no los refrena, el león y el volcán furiosos rugen.
A Fedra le está devorando el corazón un monstruo de mil formas: amor ilícito, incesto enfurecido, negra venganza, son tempestades en el pecho: los que las abrigan, maldicen, rugen y mueren, no están para reír.
Así pues, cuando a él las fluentes ondas, adonde hombre había descendido, 380 ve que semihombre lo habían hecho, y que se ablandaron en ellas sus miembros, sus manos tendiendo, pero ya no con voz viril, el Hermafrodito dice: “A vuestro hijo dad como regalos, padre y también madre, que de ambos el nombre tiene, que quien quiera que a estas fontanas hombre llegara, salga de ahí 385 semihombre y súbitamente se ablande, tocadas, en las aguas.” Conmovidos ambos padres, de su hijo biforme válidas las palabras hicieron y con una incierta droga la fontana tiñeron.” El fin era de sus palabras, y todavía de Minias la prole apresura la tarea y desprecia al dios y su fiesta profana, 390 cuando unos tímpanos súbitamente, no visibles, con roncos sonidos en contra rugen...
Prismáticas molicies, ostentosas y gigantescas moles, intentos piramidales que se rematan con lujosas quintas colgantes, enmarcan con sus aceros y sus cristales, con sus cementos y sus ladrillos forrados de brillos para el aire, la frigidez de su silueta; individualidades fálicas que se yerguen altaneras entre la colectividad matriarca y que perfilan, como grotescas venas egoístas, a las avenidas que se alargan envidiosas; que se cruzan y entrecruzan agresivas; que se enroscan ardidas de su condena reptil, para enmarañarse en incansable agitación perpetua de automóviles, camiones, motocicletas. Cínicos que rugen sin importarles nada más que su prisa.
Antonio Domínguez Hidalgo
20 Mira, oh Jehová, que estoy atribulada: mis entrañas rugen, Mi corazón está trastornado en medio de mí; porque me rebelé desaforadamente: De fuera deshijó el cuchillo, de dentro parece una muerte.
La demora tarda de vuestra mente se aparte; juntas id, seguidme a la frigia casa de Cibebe, a los frigios bosques de la diosa, 20 donde de los címbalos suena la voz, donde los tímpanos rugen, donde el flautista frigio canta grave con su curvo cálamo, donde sus cabezas las Ménades con fuerza sacuden, de hiedra ornadas, donde los sacrificios santos con agudos alaridos hacen, donde acostumbraba a revolotear aquella de la diosa errante cohorte, 25 adonde a nosotras honra apresurarnos con agitados tripudios.” Una vez que esto a sus acompañantes Atis cantó, bastarda mujer, el tiaso de repente en sus lenguas trepidantes aúlla, el leve tímpano remuge, los cavos címbalos resuenan.
Las tribunas están plenas, turba y fanáticos sedientos de sangre. Los primeros cristianos son empujados hacia la arena, los leones rugen; hay gritos, exclamaciones y llanto.
Ella logra seducir a Larrabee, pero también se enamora de él. El coronel Von Rugen se da cuenta de esto y la advierte, pero ella siente que no puede engañar al piloto.
El intercambio de rugidos se lleva a cabo cuando leones nómadas en busca de mejores territorios invaden un territorio ajeno; los nómadas rugen para marcar su posición y así retar al macho ó machos locales, muchas veces toda la manada ruge para intimidar a los leones invasores, en otros casos se ha visto que leones solitarios que defienden su territorio pelean con tres inclusive con cuatro leones a la vez, lo que indica que no siempre se intimidan con el número del rival, aunque las coaliciones de leones (alianzas) se conforman por 2 a 6 leones machos y estos suelen ser muy efectivos a la hora de desterrar a otros leones.
Una vez a salvo le explicó que el enmascarado resultó ser en realidad Westley, el novio legítimo de la princesa que iba en su rescate y que lo derrotó a él una pelea de puños y mató a Vizzini en un duelo de ingenio, pero posteriormente fueron capturados por el príncipe obligando a Fezzik a enrolarse en el escuadrón y llevando a Westley a un calabozo secreto; además le revela que Rugen, el consejero y mano derecha del príncipe tiene seis dedos en una mano.