Boletin 18-1
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Y
MEMORIA LEGISLATIVA
Las migraciones de mexicanos a los Estados Unidos tuvieron su origen en la segunda mitad
del siglo XIX. Una vez que México perdió sus territorios de Nuevo México, Arizona, California
y Texas, algunos de los escasos ciudadanos mexicanos que habitaban esos territorios
decidieron permanecer y otros, provenientes de las regiones del norte de México,
principalmente de Sonora, fueron atraídos por la fiebre de oro californiano. Estas migraciones
se registraron como grandes oleadas y sus motivaciones fueron de tipo más inmediato, como
el deseo de alcanzar riqueza. El fenómeno migratorio, sin embargo, inició propiamente en el
siglo XX y de manera sostenida, con ciertos declives en momentos de recesión económica
como en 1921 y en 1929. Las cifras indican que en 1900 habían emigrado alrededor de 100
mil mexicanos, duplicándose para 1910 en 222 mil; en 1920, 486 mil, y en 1930, 970 mil
aproximadamente.1 Durante la gran depresión del capitalismo en Estados Unidos, entre 1929
y 1932, regresaron a México alrededor de 345 mil migrantes, pero el “Programa Bracero” de
1942, firmado entre los gobiernos de México y Estados Unidos, cuya vigencia fue de 22 años,
permitió una movilización de unos 4.6 millones de contratos, aproximadamente, y la
legalización de los llamados wetback quienes, de manera alterna a los migrantes
contratados, operaban en los Estados Unidos. Analizaremos en este breve recorrido por la
historia de las migraciones, el periodo previo al programa bracero para finalizar con los
rasgos y las consecuencias de éste, que a partir de los años setenta derivaron en
migraciones masivas de indocumentados y en el reclamo de organizaciones no
gubernamentales para exigir el respeto de los derechos humanos.
MIGRACION
La ley de Inmigración de 1909 contenía normas para los inmigrantes y en particular para
aquéllos que se acogieron a las condiciones establecidas en la Ley de Colonización de
1893. Además incluye disposiciones para prohibir la entrada al país de extranjeros que
tuviesen algún padecimiento contagioso, fuesen prófugos de la justicia, hubiesen cometido
delitos sancionados por las leyes mexicanas o se convirtiesen en una carga pública por
vagancia o malvivencia.
La Ley de Migración de 1926 adopta una política tendiente a proteger los intereses de
la población mexicana y de la economía del país. A su vez, se reglamentaba la emigración y
se organizaban los servicios de migración sobre bases más amplias. También se dispuso la
creación de una tarjeta de identificación con el propósito de identificar a los migrantes,
nacionales y extranjeros y acreditar el cumplimiento de las normas migratorias, esta misma
norma estableció el primer registro de extranjeros.
La Ley General de Población de 1936, primera con este nombre, prohibe por tiempo
indefinido la entrada al país de inmigrantes trabajadores y conmina con multa a patrones y
empresas que ocupen personas que no comprueben su estancia legal. Asimismo, crea el
Consejo Consultivo de Población con representantes de siete secretarías de estado y dos
departamentos administrativos, dotado de amplias atribuciones para fomentar la corriente
migratoria interior hacia los lugares convenientes, tendiendo a limitar o restringir la que se
dirige hacia los centros densamente poblados. También instituye el Servicio Nacional de
Identificación para los habitantes de la República, que regula la expedición de cédulas de
identidad, obligatoria para funcionarios públicos y prestadores de servicios profesionales,
concesionados o de interés general.
H. Cámara de Senadores
LVIII Legislatura
MESA DIRECTIVA
Sen. Diego Fernández de Cevallos
Presidente
Sen. César Jáuregui Robles
Vicepresidente
Sen. Carlos Chaurand Arzate
Vicepresidente
Sen. Rafael Melgoza Radillo
Vicepresidente
Colaboradores
Patricia Torres Meza José Luis Nolasco Carrasco