Sentencia T-087/20

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Sentencia T-087/20

Referencia: Expediente T-7.523.410

Acción de tutela interpuesta por Cristian


Alberto Sánchez Tusarma contra Fundación
Universitaria San Martín

Magistrado Ponente:
ALEJANDRO LINARES CANTILLO

Bogotá D.C., dos (2) de marzo de dos mil veinte (2020)

La Sala Cuarta de Revisión de la Corte Constitucional, integrada por los


magistrados Gloria Stella Ortiz Delgado, Antonio José Lizarazo Ocampo y
Alejandro Linares Cantillo, quien la preside, en ejercicio de sus competencias
constitucionales y legales, ha proferido la siguiente:

SENTENCIA

I. ANTECEDENTES

A. LA DEMANDA DE TUTELA

1. El señor Cristian Alberto Sánchez Tusarma (en adelante, “el accionante


o el actor”) interpuso acción de tutela contra la Fundación Universitaria San
Martín (en adelante, “FUSM”), solicitando la protección de sus derechos
fundamentales a la educación, al libre desarrollo de la personalidad, a la
asociación, al ejercicio de una profesión, al trabajo digno y al mínimo vital,
los cuales considera que fueron vulnerados con ocasión de la expedición de la
Resolución Rectoral N° 01 de 24 de julio de 2018, confirmada por la
Resolución Rectoral N° 04 del 28 de agosto de 2018 y el Acuerdo N° 09 del
24 de septiembre de 2018, por medio de la que resolvió sancionarlo con la
“cancelación de la matrícula”. Como resultado de lo anterior, le negaron la
expedición de los recibos de pago requeridos para cancelar los derechos de
grado.

2. Por lo anterior, solicitó al juez de tutela: (i) conceder el amparo de los


derechos fundamentales invocados; y (ii) ordenar a la entidad accionada que
expida los recibos y/o documentos para cancelar los servicios académicos
relacionados con los derechos de grado, a fin de que pueda acceder al título
profesional de Médico Veterinario y Zootecnista.

B. HECHOS RELEVANTES
3. El accionante cursó y aprobó el total de materias de primero a décimo
semestre del programa académico de Medicina Veterinaria y Zootecnia en la
FUSM. Realizó la pasantía y, como opción de grado, trabajó en una ponencia
que fue presentada en un encuentro nacional e internacional de investigadores
de las Ciencias Pecuarias. Sin embargo, no ha pagado el valor correspondiente
a la opción de grado elegida1.

4. El 16 de enero de 2018, entre las 7 p.m. y las 10 p.m., el actor, en


calidad de presidente de la Asociación Nacional Académica Sanmartiniana (en
adelante, “ASONAS”)2, y otras personas, bloquearon con cadenas una de las
puertas de acceso a la sede de la FUSM, ubicada en el norte de Bogotá D.C.,
como manifestación de protesta contra la gestión adelantada por altos
directivos de la institución. Por solicitud de la rectora de la fundación
universitaria, intervino la Policía Nacional a fin de mediar en la solución del
problema3.

5. Con base en los anteriores hechos, el 30 de enero de 2018, el


representante legal de la FUSM solicitó al Decano de la Facultad de Medicina
Veterinaria y Zootecnia que iniciara proceso disciplinario en contra del
accionante4. En consecuencia, el 5 de abril de 2018, en sesión extraordinaria,
el Consejo Académico de la Facultad, con base en lo establecido en el
Reglamento Estudiantil, calificó la conducta del actor como falta gravísima y,
por factor de competencia, dio traslado del asunto a la Rectora de la
institución a fin de que impusiera la “sanción de Cancelación de Matrícula”5.

1
Según consta en la copia de la constancia suscrita por el Secretario Académico de la Facultad de Medicina
Veterinaria y Zootecnia de la FUSM, expedida el 23 de agosto de 2018. Folio 13 del cuaderno principal.
2
Según consta en la copia del Certificado de Existencia y Representación Legal expedido por la Cámara de
Comercio de Bogotá, el 10 de mayo de 2019, el actor es el presidente y representante legal de ASONAS,
organización sin ánimo de lucro que fue constituida en junio de 2017 y tiene por objeto el desarrollo de
actividades académicas, de asesoría y consultoría, así como de carácter investigativo en materia de educación
superior a nivel nacional, entre otras. Folios 56 a 58 del cuaderno principal.
3
Según se observa en la constancia expedida por miembros del Comando Operativo de Seguridad Ciudadana
N° Uno de la Policía Nacional, el 17 de enero de 2018, el actor, en compañía de otras cuatro personas,
comparecieron a este comando para dejar constancia de los hechos ocurridos el 16 de enero de 2018. En
particular, manifestaron que la protesta se realizó porque los directivos de la FUSM, entre otras cosas, “1.No
han rendido cuentas del periodo de su intervención de febrero de 2015 a febrero del 2017.// 2. La comunidad
Academia [sic] no conoce los informes de auditoría, donde se evidencia los malos manejos administrativos y
financieros. […]”. Folios 60 y 61 del cuaderno principal.
4
Según consta en el memorando de fecha 30 de enero de 2018, el representante legal de la FUSM presentó
dicha solicitud al considerar que el accionante (i) atentó contra el prestigio y el buen nombre de la institución,
ya que el día de los hechos esta se encontraba desarrollando el proceso de admisión y matrícula; (ii) insultó e
injurió a los directivos y personal administrativo de la FUSM; y (iii) obstaculizó el libre tránsito o acceso de
los miembros de la comunidad académica a las instalaciones e impidió el normal desarrollo de las actividades.
Folios 14 y 15 del cuaderno principal. Adjuntó como material probatorio tres declaraciones rendidas por
funcionarios de la institución sobre los hechos ocurridos el 16 de enero de 2018. Folios 16 a 26 del cuaderno
principal.
5
Según consta en la copia del Acta No.162 del 5 de abril de 2018, el Consejo Académico Extraordinario de la
Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la FUSM, integrado por el Decano, la Secretaria Académica,
el Coordinador de la Clínica e Investigación y la Coordinadora de Clínicas, se reunió con el fin de resolver
sobre la queja disciplinaria presentada contra el accionante, para lo cual tuvo en cuenta como agravante “la
queja presentada por miembros de la comunidad académica el día 28 de Febrero (sic) de 2017, en la cual
evidencian que el [actor] fue irrespetuoso con (…) la Rectora de la Fundación en la reunión pública
realizada en el auditorio de la institución frente a la comunidad académica.” En esta sesión, la Rectora de la
institución se declaró impedida para participar en razón a que podría ser la siguiente instancia en el proceso
disciplinario. Folios 27 a 29 del cuaderno principal.

2
6. Por lo anterior, el señor Sánchez Tusarma interpuso una primera acción
de tutela contra la FUSM, al considerar que su derecho al debido proceso fue
vulnerado en el trámite del procedimiento disciplinario seguido en su contra.
Este asunto correspondió por reparto al Juzgado Cuarenta y Seis Penal
Municipal Con Función de Control de Garantías que, mediante sentencia del 8
de mayo de 2018, resolvió negar el amparo solicitado 6. Contra el fallo de
primera instancia se interpuso recurso de apelación, sin embargo, el Juzgado
Cuarto Penal del Circuito con Funciones de Conocimiento, en sentencia de
segunda instancia, del 19 de junio de 2018, resolvió confirmar la decisión
adoptada por el juez de primera instancia7.

7. Concluido este proceso judicial, mediante la Resolución No. 01 del 24


de julio de 2018, la Rectora de la FUSM resolvió sancionar “al estudiante”
con la cancelación de la matrícula. En consecuencia, dispuso que este “no
podrá renovar su matrícula estudiantil para ninguno de los programas
académicos ofrecidos por la [FUSM], en cualquiera de sus Sedes
Presenciales y Centros de Atención Tutorial, perdiendo su calidad de
estudiante de esta institución, de conformidad con lo dispuesto en el literal c)
del artículo 5 del Reglamento Estudiantil, y por lo tanto, no podrá acceder a
ningún servicio prestado por la Fundación”8.

8. El accionante interpuso contra esta decisión recurso de reposición y en


subsidio de apelación. Sin embargo, mediante la Resolución No. 04 de 28 de
agosto de 2018, la Rectora de la institución resolvió el recurso de reposición
en el sentido de confirmar la sanción recurrida. Luego, mediante Acuerdo N°
09 de 24 de diciembre de 2018, el Consejo Superior de la FUSM desató el
recurso de apelación y confirmó en su integridad la decisión de la Rectoría9.

9. El 22 de febrero de 2019, el señor Sánchez presentó escrito de petición


ante la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la FUSM, con el fin
de que, en primer lugar, le expidiera “los recibos para pagar opción de grado
y derechos de grado” y, en segundo lugar, le asignara fecha, lugar y hora de
graduación, por haber cumplido con todos los requisitos exigidos por la
Facultad10. Frente a esto, el apoderado general de la institución, mediante
comunicación del 1° de marzo de 2019, respondió de manera negativa a
dichas pretensiones, bajo el argumento de que, con la cancelación de la
matrícula, el actor perdió la calidad de “estudiante” y, en efecto, “no es
procedente expedir ningún recibo de pago por concepto de matrícula
académica, derechos de grados, realización de recursos y, en general, la
prestación de servicios de educación o expedición de títulos profesionales”11.

10. Por lo demás, el 13 de mayo de 2019, el señor Sánchez Tusarma, en


nombre propio, interpuso acción de tutela contra la FUSM, con base en las
siguientes razones: (i) la sanción de cancelación de la matrícula era
6
Folios 107 a 112 del cuaderno principal.
7
Folios 113 y 114 del cuaderno principal.
8
Folios 30 a 38 del cuaderno principal.
9
Folios 40 a 53 del cuaderno principal.
10
Folios 63 y 64 del cuaderno principal.
11
Folios 71 y 72 del cuaderno principal.

3
improcedente porque el actor no tenía la calidad de “estudiante” cuando
ocurrieron los hechos objeto del proceso disciplinario12. Esto, en razón a que,
para este momento, ya había finalizado el programa académico de Medicina
Veterinaria y Zootecnia (Art. 5° del Reglamento Estudiantil); (ii) afirmó que
existe una “persecución” en su contra por su condición de representante legal
y presidente de ASONAS, y como consecuencia de la “protesta pacífica” que
realizó el 16 de enero de 2018; y (iii) la indebida integración del Consejo
Académico cuando se reunió para imponer la sanción, comoquiera que, por un
lado, participó la Secretaria Académica, pese a que los estatutos de la
mencionada institución educativa establecen que no hace parte de dicho
órgano, y por otro, no estuvo presente el representante de los profesores y de
los estudiantes, en los términos que establece el artículo 68 de la Ley 30 de
1992.
C. RESPUESTA DE LA ENTIDAD ACCIONADA: FUSM

11. El apoderado general de la FUSM solicitó al juez de tutela que declare


improcedente la solicitud de amparo, al considerar que fue interpuesta por
fuera de un término razonable, dado que transcurrieron más de siete meses
entre la expedición del último acto administrativo cuestionado y la
interposición de la acción de tutela. Además, en razón a que el accionante
incurrió en una actuación temeraria y de mala fe.
12. Aunado a lo anterior, manifestó que la institución educativa, en
ejercicio del principio de la autonomía universitaria, adelantó proceso
disciplinario contra el accionante con base en el Reglamento Estudiantil y
agotando cada una de las etapas que este consagra (comunicación de la
apertura del proceso, formulación de cargos, traslado de las pruebas,
oportunidad para rendir descargos, motivación de la decisión). Así mismo,
alegó que el actor no ha sido congruente en cuanto a la calidad de
“estudiante”, dado que niega ostentar tal condición, pese a que en un principio
la había invocado y reconocido. Por último, precisó que los procesos
disciplinario y policivo iniciados contra el actor persiguen finalidades
diferentes13.
D. DECISIONES JUDICIALES OBJETO DE REVISIÓN

Primera instancia: Sentencia proferida por el Juzgado Veintiocho Penal


Municipal con Función de Conocimiento de Bogotá D.C., el 24 de mayo de
2019

12
En ese sentido, manifestó en el escrito de tutela que “[l]a Autonomía Universitaria no puede transgredir el
ordenamiento legal y constitucional hasta el punto de imponerme una SANCIÓN PERPETUA, que implica
no acceder, de por VIDA, a ningún servicio prestado por la universidad y, en consecuencia, impedir mi
graduación y obtener mi título profesional.” (Negrillas y mayúsculas en el texto original). Folio 8 del
cuaderno principal. Además, como fundamento del derecho a la educación, citó apartes de las consideraciones
realizadas por la Corte en las sentencias T-339 de 2008 y T-089 de 2019.
13
Según consta en la copia del Acta de Audiencia Pública expedida por la Inspección 2 “D” Distrital de
Policía de Bogotá D.C., el 29 de abril de 2019, el accionante, junto con las otras personas que participaron en
la protesta, y el apoderado judicial de la FUSM decidieron conciliar sobre los hechos objeto de la querella,
razón por la que la inspectora resolvió decretar la terminación de la acción de policía y archivar el proceso.
Folios 54 y 55 del cuaderno principal.

4
13. El Juzgado Veintiocho Penal Municipal con Función de Conocimiento
de Bogotá D.C., resolvió negar el amparo solicitado. Para tal efecto, en primer
lugar, desestimó la existencia de temeridad en las acciones de tutela
presentadas contra la medida de cancelación de matrícula. En segundo lugar,
determinó que el accionante estaba en la situación de egresado no graduado, la
cual se encuentra cobijada por el régimen de faltas y sanciones del
Reglamento Estudiantil (parágrafo, art. 71). En tercer lugar, concluyó que el
proceso disciplinario cuestionado, además de obedecer al principio de
autonomía e independencia de la institución universitaria, respetó las garantías
del derecho al debido proceso del actor.

Impugnación

14. El accionante impugnó la decisión de primera instancia, fundado en que


dicho juez no tuvo en cuenta que, en otro proceso de tutela iniciado en su
contra por el represente de la FUSM, se protegió su derecho a la libertad de
expresión por considerar que sus opiniones frente a la gestión de la
universidad eran “actos veedores del control estatal”14. A su juicio, esto
demuestra que ha sido perseguido y sancionado de manera ilegal. Agregó que
la máxima sanción fue impuesta a “perpetuidad”, en tanto no le permitirá
graduarse en ningún momento, y “sin tener en cuenta la gradualidad que
establece el reglamento estudiantil” (Arts. 77 y 78). Finalmente, manifestó
que, de las personas que participaron en la protesta fue el único sancionado de
forma grave.

Segunda instancia: Sentencia proferida por el Juzgado Cincuenta y Tres Penal


del Circuito con Funciones de Conocimiento de Bogotá D.C., el 25 de junio de
2019

15. El Juzgado Cincuenta y Tres del Circuito con Funciones de


Conocimiento de Bogotá D.C., confirmó el fallo de primera instancia, al
considerar que la sanción impuesta al actor estuvo precedida de un proceso
disciplinario que se surtió acorde con el reglamento estudiantil, la ley y la
Constitución. Por lo tanto, no existió violación del derecho a la educación por
parte de la accionada.

E. ACTUACIONES ADELANTADAS ANTE LA CORTE


CONSTITUCIONAL

16. Mediante auto del 21 de octubre de 2019, el Magistrado sustanciador, a


fin de recaudar pruebas para mejor proveer, requirió al accionante y a la
institución educativa accionada, para que suministraran información

14
El accionante se refiere a la sentencia proferida por el Juzgado Cincuenta y Cinco Penal Municipal con
Función de Garantías de Bogotá D.C., el 2 de abril de 2018, mediante la que resolvió la acción de tutela
presentada por Ricardo Bolaños, en su condición de representante legal de la FUSM, contra el señor Sánchez
Tusarma (accionante en el presente proceso de tutela), con el fin de que este rectificara las manifestaciones
realizadas contra la FUSM. El juez de la causa negó el amparo solicitado al considerar que el accionado actuó
en ejercicio de su derecho de participación ciudadana y dentro del ámbito de protección de la libertad de
expresión. Folios 73 a 81 del cuaderno principal.

5
relacionada con los hechos objeto del proceso. En respuesta a lo anterior, las
partes allegaron los documentos que se relacionan a continuación15.

Información allegada por el señor Cristian Alberto Sánchez Tusarma

17. Mediante correo electrónico del 29 de octubre de 2019, el actor dio


respuesta a la solicitud de la Corte, en los siguientes términos:

a. Frente a los hechos ocurridos el 28 de febrero de 2017, que fueron


invocados como agravante en el proceso disciplinario, el actor manifestó
que, en calidad de representante estudiantil16, le hizo un “llamado de
atención a la señora rectora […] sobre la forma como se estaba llevando
la intervención efectuada por el Ministerio de Educación Nacional […] en
lo referente a los aspectos administrativos, financieros y reserva de la
información de dicha intervención.” Además, alegó que no fue notificado
de la queja que se presentó por estos hechos.

b. Informó que no ha activado ningún mecanismo de defensa judicial o


administrativo, a fin de controvertir las resoluciones expedidas por la
fundación universitaria.

c. Agregó que la accionada violó su derecho a la igualdad. Manifestó que,


aunque en los hechos ocurridos el 16 de enero de 2018 participaron varios
ex trabajadores, estudiantes y egresados de la FUSM, fue el único que
resultó sancionado con la cancelación de la matrícula. Para demostrar lo
anterior, aportó copia del título de Médica Veterinaria y Zootecnista
obtenido por la estudiante Diana Jaramillo, que también fue notificada de la
querella presentada por el representante legal de la universidad, por los
hechos ocurridos el 16 de enero de 2018.

18. Por medio de oficio del 29 de octubre de 2019, el representante legal de


la FUSM atendió al requerimiento de la Corte 17. Para tal efecto, aportó copia
del expediente del proceso administrativo disciplinario y del Acuerdo No. 09
del 31 de marzo de 2016, “Por el cual se actualiza y aprueba el Reglamento
de Estudiantes de la FUSM”, e informó lo siguiente:

a. Señaló que el accionante ya había interpuesto una acción de tutela en


términos semejantes y entre las mismas partes, pero las pretensiones
fueron negadas por los jueces de primera y segunda instancia (Rad.
2018-0058)18.

15
Mediante oficio del 5 de noviembre de 2019, la Secretaría General de esta Corte remitió al despacho del
magistrado sustanciador los informes que allegaron las partes en respuesta al auto de pruebas.
16
El accionante aportó copia de la citación al Consejo de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia,
que le remitió esa misma dependencia, el 27 de abril de 2017.
17
El señor Ricardo Bolaños Peñaloza allegó la Escritura Pública No.1323 de la Notaria 20 de Bogotá D.C.,
mediante la que le fue conferido poder general, amplio y suficiente para representar legal y judicialmente a la
FUSM. Folio 305 del cuaderno del proceso administrativo de carácter sancionatorio,
18
Folios 199 a 277 del cuaderno del proceso administrativo de carácter disciplinario.

6
b. Reiteró que el trámite para la imposición de la sanción en virtud de la
que el actor perdió su calidad de “egresado no graduado” de la FUSM,
respetó las garantías del debido proceso y defensa.

c. Con relación a los hechos ocurridos el 28 de febrero de 2017, que


fueron calificados como agravante por la institución accionada,
manifestó que “el solo hecho que generó la compulsa de copias por el
Representante Legal de la época, es causal para tipificar la falta y su
consecuente sanción y esas otras actividades configuradas en el año
2017 contra el reglamento, solo contribuyeron a hacer más probable el
modelo de conducta del disciplinado y que pudieron ser objeto de otro
proceso disciplinario.”19

d. Informó que, mediante “acción de policía”, se resolvió la querella


presentada contra el accionante y otros por la infracción a las normas
del Código de Policía y Convivencia, que tuvo lugar el 16 de enero de
2018. Esta actuación terminó con conciliación por aceptación de los
infractores en los hechos y con el compromiso de abstenerse de ingresar
a las instalaciones, salvo para solicitar la expedición de determinados
documentos20.

e. Finalmente, remitió copia del requerimiento efectuado por el Ministerio


de Educación Nacional a la FUSM, el 2 de abril de 2019, con relación a
la petición presentada por el accionante ante la Defensoría del Pueblo,
por la negativa en la expedición de los recibos de pago para “opción de
grado y derechos de grado”. Además, adjuntó copia de oficio del 5 de
abril de 2019, por medio del cual la FUSM respondió al requerimiento
realizado por el Ministerio21, advirtiendo que, a la fecha, no ha recibido
ninguna comunicación de su parte.

19. Frente a la información remitida por la FUSM, se recibieron los


siguientes informes:

a. Mediante correo electrónico del 1 de noviembre de 2019, el actor


manifestó que (i) el proceso de tutela primigenio se ocupó de estudiar el
derecho al debido proceso (Rad. 2018-0058), mientras que la presente
acción persigue la protección del derecho a la educación, al trabajo, al
mínimo vital y a la libertad de escoger profesión; (ii) en la sesión que se
impuso la sanción en su contra no asistieron los representantes de los
estudiantes, docentes y egresados, como lo dicta la Ley 30 de 1992; (iii)
las pruebas aportadas al proceso desvirtúan las acusaciones realizadas
por la entidad accionada; (iv) el Ministerio de Educación no ha prestado
19
La accionada adjuntó copia de la queja presentada contra el accionante por miembros de la comunidad
académica, el 28 de febrero de 2017, advirtiendo que respecto de esta “no se surtió ningún trámite adicional
a ser considerada como una reiteración de la conducta del disciplinado.” Frente a esta conducta, la
institución educativa sancionó al actor con una amonestación privada, de acuerdo a lo registrado en el oficio
del 16 de abril de 2018, mediante el que el Decano de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia le dio
traslado a la Rectora de la FUSM del proceso disciplinario en contra del accionante. Folios 44 y 62 del
cuaderno del proceso administrativo de carácter sancionatorio.
20
Folios 279 a 296 del cuaderno del proceso administrativo de carácter sancionatorio.
21
Folios 297 a 304 del cuaderno del proceso administrativo de carácter sancionatorio.

7
atención a su situación; y (v) reiteró que no fue notificado de la queja
presentada el 28 de febrero de 2017.

b. El 5 de noviembre de 2019, el presidente del Sindicato Nacional de


Trabajadores de la FUSM, invocando la presunta condición de tercero
con interés, manifestó su apoyo a la solicitud de amparo del accionante
y solicitó que, de advertirse conductas irregulares por parte de los
directivos de la institución en el caso del actor, se denuncien ante
instancias administrativas y penales.

20. En respuesta a lo anterior, mediante oficio del 5 de noviembre de 2019,


el representante legal de la FUSM manifestó que (i) por los hechos ocurridos
en el año 2017 no se inició proceso disciplinario, por lo tanto, no debían
notificarlo de ninguna actuación; (ii) la sanción solo fue impuesta al tutelante
por el grado de responsabilidad en los hechos ocurridos en enero de 2018; y
(iii) la intervención del presidente del Sindicato desborda su objeto y el de la
presente acción de tutela.

II. CONSIDERACIONES

A. COMPETENCIA

21. Esta Corte es competente para conocer de esta acción de tutela, de


conformidad con lo establecido en los artículos 86 y 241, numeral 9, de la
Constitución Política, en los artículos 31 a 36 del Decreto 2591 de 1991, así
como en virtud del Auto del 29 de agosto de 2019, notificado el 12 de
septiembre del mismo año, proferido por la Sala de Selección de Tutela
Número Ocho de esta Corte, que decidió seleccionar para revisión el proceso
de la referencia22.

B. PROCEDIBILIDAD DE LA ACCIÓN DE TUTELA

22. En virtud de lo dispuesto en el artículo 86 de la Constitución Política, la


reiterada jurisprudencia constitucional dictada en la materia 23 y los artículos
concordantes del Decreto 2591 de 1991, la acción de tutela tiene un carácter
residual y subsidiario, razón por la cual solo procede excepcionalmente como
mecanismo de protección definitivo (i) cuando el presunto afectado no
disponga de otro medio de defensa judicial, o (ii) cuando, existiendo ese
medio este carece de idoneidad o eficacia para proteger de forma adecuada,
oportuna e integral los derechos fundamentales, en las circunstancias del caso
concreto. Así mismo, procederá como mecanismo transitorio cuando la acción
se interponga para evitar la consumación de un perjuicio irremediable a un
derecho fundamental. En el evento de proceder como mecanismo transitorio,
el accionante deberá ejercer la acción principal en un término máximo de

22
La Sala de Selección Número Ocho de la Corte resolvió seleccionar para revisión el proceso de la
referencia, con fundamento en el criterio objetivo de la exigencia de aclarar el contenido y alcance de un
derecho fundamental y, el criterio subjetivo de selección de urgencia de proteger un derecho fundamental.
23
Corte Constitucional, sentencias T-119 de 2015, T-250 de 2015, T-446 de 2015, T-548 de 2015, y T-317 de
2015.

8
cuatro (4) meses a partir del fallo de tutela, y la protección se extenderá hasta
tanto se produzca una decisión definitiva por parte del juez ordinario24.

23. Antes de realizar el estudio de fondo de la acción de tutela seleccionada,


la Sala procederá, primero, a verificar si la presentación de esta configura una
actuación temeraria y, segundo, si se cumplen los requisitos formales de
procedibilidad.

Análisis de la presunta temeridad por la presentación de la acción de tutela

24. El representante legal de la FUSM alegó que el accionante ha actuado


con temeridad, dado que, previo a la interposición de esta acción de tutela, ya
había presentado otra solicitud de amparo en términos similares y entre las
mismas partes, en abril de 2018. A continuación, la Sala expone las razones
por las que no se configuran los presupuestos establecidos por la
jurisprudencia constitucional para calificar como temeraria la actuación del
tutelante.

25. El Decreto 2591 de 1991, en el artículo 38, establece que existe una
actuación temeraria “[c]uando, sin motivo expresamente justificado, la misma
acción de tutela sea presentada por la misma persona o su representante ante
varios jueces o tribunales, se rechazarán o decidirán desfavorablemente
todas las solicitudes.”25 La Corte ha interpretado esta norma para señalar que,
en sentido estricto, la temeridad se configura cuando se presentan los
siguientes elementos: “(i) identidad de partes; (ii) identidad de hechos; (iii)
identidad de pretensiones; y (iv) la ausencia de justificación en la
presentación de la nueva demanda, vinculada a un actuar doloso y de mala fe
por parte del libelista.” 26

26. En el caso concreto, se tiene que, el 20 de abril de 2018, el actor


interpuso una primera acción de tutela contra la FUSM, por considerar que el
proceso disciplinario no garantizó su derecho al debido proceso. En
consecuencia, solicitó que se ordenara a la accionada declarar la nulidad y
finalizar dicho procedimiento y, además, que se abstuviera de iniciar otras
actuaciones disciplinarias. Los jueces de tutela de primera y segunda instancia,
en sentencias de mayo y junio de ese mismo año, resolvieron negar el amparo

24
Decreto 2591 de 1991, artículo 8. La tutela como mecanismo transitorio. “Aun cuando el afectado disponga
de otro medio de defensa judicial, la acción de tutela procederá cuando se utilice como mecanismo
transitorio para evitar un perjuicio irremediable. En el caso del inciso anterior, el juez señalará
expresamente en la sentencia que su orden permanecerá vigente sólo durante el término que la autoridad
judicial competente utilice para decidir de fondo sobre la acción instaurada por el afectado. En todo caso el
afectado deberá ejercer dicha acción en un término máximo de cuatro (4) meses a partir del fallo de tutela .
(…)”.
25
El inciso segundo de la norma precitada, establece: “El abogado que promoviere la presentación de varias
acciones de tutela respecto de los mismos hechos y derechos, será sancionado con la suspensión de la tarjeta
profesional al menos por dos años. En caso de reincidencia, se le cancelará su tarjeta profesional, sin
perjuicio de las demás sanciones a que haya lugar”.
26
Ver sentencias T-568 de 2006, T-951 de 2005, T-410 de 2005, T-162 de 2018, entre otras.

9
invocado27, bajo el argumento que no existía evidencia de la violación al
debido proceso del actor.

27. Observa la Sala que, si bien entre ambos procesos de tutela existe
identidad de partes y las pretensiones son similares, lo cierto es que, los
hechos no son idénticos, ni tampoco los motivos por los que se interpusieron
las solicitudes de amparo (ver supra, numeral 25). Lo anterior, por cuanto, al
momento de la interposición de la primera acción de tutela, en abril de 2018,
no había concluido el procedimiento administrativo de carácter sancionatorio.
En cambio, en mayo de 2019, cuando fue presentada la segunda solicitud de
amparo, la institución educativa ya había concluido su actuación con la
expedición de la Resolución Rectoral y las resoluciones que resolvieron los
recursos de reposición y apelación; decisiones que, precisamente, cuestiona el
actor en esta ocasión, porque, con base en estas, le fueron negados los recibos
de pago necesarios para obtener su título profesional. Por estas razones, la
Sala considera que, contrario a lo solicitado por la institución accionada, no se
configura una actuación temeraria por parte del actor.

Procedencia de la acción de tutela – Caso concreto

28. Legitimación por activa. Con base en lo establecido por el artículo 86


de la Constitución, y lo dispuesto por el artículo 10 del Decreto 2591 de
199128, la Sala considera que el accionante está legitimado para ejercer de
manera directa el acción constitucional, por cuanto es el titular de los derechos
presuntamente vulnerados por la institución educativa accionada.

29. Legitimación por pasiva. La acción de tutela se dirige contra la


Fundación Universitaria San Martín, una entidad privada que se ocupa de
prestar el servicio público de educación. Por lo anterior, esta institución
educativa queda comprendida por la regla de procedencia establecida en el
numeral 1° del artículo 42 del Decreto 2591 de 199129. En consecuencia, se
encuentra legitimada por pasiva en el presente asunto.

30. Inmediatez. De conformidad con lo previsto en el artículo 86 de la


Constitución Política y el alcance que le ha dado la jurisprudencia
constitucional al principio de inmediatez, la acción de tutela debe ser
interpuesta dentro de un término prudente y razonable respecto del momento
27
Mediante sentencia de primera instancia proferida por el Juzgado Cuarenta y Seis (46) Penal Municipal con
Función de Control de Garantías de Bogotá D.C., el 8 de mayo de 2018, y sentencia de segunda instancia
proferida por el Juzgado Cuarto Penal del Circuito con Funciones de Conocimiento de la misma ciudad, el 19
de junio de 2018.
28
Al regular la acción de tutela, la Constitución establece quiénes son los legitimados para interponerla.
Establece al respecto el artículo 86: “[t]oda persona tendrá acción de tutela para reclamar […], por sí misma
o por quien actúe en su nombre, la protección inmediata de sus derechos constitucionales fundamentales”
(Subrayado fuera del texto original). En desarrollo de esta norma, el artículo 10 del Decreto 2591 de 1991
reguló las distintas hipótesis de legitimación en la causa por activa, de la siguiente forma: “La acción de
tutela podrá ser ejercida, en todo momento y lugar, por cualquiera persona vulnerada o amenazada en uno
de sus derechos fundamentales, quien actuará por sí misma o a través de representante. Los poderes se
presumirán auténticos” (Subrayado fuera de texto original).
29
Decreto 2591 de 1991, artículo 42: “La acción de tutela procederá contra acciones u omisiones de
particulares en los siguientes casos: || 1. Cuando aquél contra quien se hubiere hecho la solicitud esté
encargado de la prestación del servicio público de educación […]”. Ver también, Constitución Política, Art.
67.

10
en el que presuntamente se causa la vulneración30. Cabe anotar que la
razonabilidad del término no se valora en abstracto, sino que corresponde al
juez de tutela evaluar, a la luz de las circunstancias de cada caso, lo que
constituye un término razonable.

31. En el asunto bajo estudio, en principio, se podría afirmar que transcurrió


un término prolongado entre el momento en el cual la institución accionada
confirmó la resolución por medio la que canceló la matrícula del accionante
(24 de septiembre de 2018), y la presentación de la acción de tutela (13 de
mayo de 2019). Sin embargo, observa la Sala que no se trata de un caso de
inactividad injustificada que torne improcedente la acción de tutela. Por el
contrario, advierte que, con posterioridad a la imposición de la sanción
referida, el actor realizó diversas gestiones encaminadas a lograr la expedición
de los recibos necesarios para pagar los derechos de grado y, en efecto,
obtener su título profesional.

32. De la prueba documental que reposa en el expediente, se tiene que (i) en


agosto de 2018, el actor solicitó la expedición de una constancia académica
que le fue entregada el 23 de agosto de ese mismo año, la cual certifica que la
cancelación de los derechos de grado es el único requisito que tiene pendiente
para graduarse; (ii) en octubre de 2018, obtuvo copia del Acta No. 162 de la
sesión del 5 de abril de 2018, en la que el Consejo Académico de la Facultad
de Medicina Veterinaria y Zootecnia le impuso la sanción de cancelación de
matrícula; (iii) en febrero de 2019, radicó petición ante el decano de la
facultad a fin de que se le expidiera el recibo de pago y se le asignara hora,
lugar y fecha de graduación. Sin embargo, mediante oficio del 1° de marzo del
año en curso, el apoderado legal de la FUSM le negó lo solicitado.

33. Por lo anterior, concluye la Sala que, de cara a las circunstancias


particulares del caso concreto, los ocho (8) meses que, aproximadamente,
trascurrieron entre la decisión que confirmó la sanción disciplinaria y la fecha
de la interposición de la acción de tutela, es un plazo oportuno y razonable
para reclamar por este medio judicial la protección de los derechos
fundamentales invocados. Esto, más aún, cuando sigue vigente la
imposibilidad de que el actor acceda a su título profesional, como
consecuencia de las determinaciones adoptadas por la institución accionada.

34. Subsidiariedad. El artículo 86 de la Constitución Política establece que


la tutela “solo procederá cuando el afectado no disponga de otro medio de
defensa judicial, salvo que aquella se utilice como mecanismo transitorio
para evitar un perjuicio irremediable”. Teniendo en cuenta esta norma, el
artículo 6 del Decreto 2591 de 1991 estableció como causal de improcedencia
de esta acción la existencia de otros recursos o medios de defensa judicial, sin
perjuicio de la posibilidad de acudir a ella como mecanismo transitorio para
remediar un perjuicio irremediable.

35. La jurisprudencia constitucional ha entendido que el requisito de


subsidiariedad exige que el peticionario despliegue de manera diligente las
30
Corte Constitucional, sentencia C-543 de 1992.

11
acciones judiciales que estén a su disposición, siempre y cuando ellas sean
idóneas y eficaces para la protección de los derechos fundamentales que se
consideran vulnerados o amenazados. Ha también sostenido que, en este
contexto, un proceso judicial es idóneo cuando es materialmente apto para
producir el efecto protector de tales derechos, y es eficaz cuando está diseñado
para protegerlos de manera oportuna31. Entre las circunstancias que el juez
debe analizar para determinar la idoneidad y eficacia de los recursos
judiciales, se encuentra las condiciones en las que se encuentra la persona que
acude a la tutela32.

36. En el presente caso, el demandante alega que las resoluciones por medio
de las cuales la FUSM lo sancionó con la cancelación de la matrícula, así
como la comunicación mediante la cual se negó la expedición del recibo de
pago correspondiente a los derechos de grado, violan sus derechos
fundamentales a la educación, a la libertad de ejercer profesión u oficio, entre
otros. Por este motivo, la procedencia o no de la acción de tutela está
supeditada a que la Sala verifique si existe un medio ordinario de defensa
judicial que sea idóneo y eficaz para lograr las finalidades de la tutela, esto es,
el restablecimiento y protección de los derechos fundamentales presuntamente
vulnerados.

37. En recientes pronunciamientos, la Corte se ha referido a la


procedibilidad de la acción de tutela cuando, a través de esta, se pretende
controvertir las decisiones disciplinarias que profieren las instituciones de
educación superior de naturaleza privada33. En estos casos, a diferencia de lo
que ocurre con los actos administrativos proferidos por las universidades
públicas, que son objeto de control ante la jurisdicción de lo contencioso
administrativo, la jurisprudencia constitucional ha determinado que las
resoluciones y acuerdos dictados por las universidades privadas, en tanto no
constituyen actos administrativos, solo podrían ser eventualmente
cuestionados ante el Ministerio de Educación Nacional, en virtud de su
función administrativa de vigilancia y control sobre la prestación del servicio
público de educación. Por ello, ha concluido que, en principio, no existe otro
medio judicial diferente a la acción de tutela que permita cuestionar las
decisiones disciplinarias que adopten las universidades privadas34.

38. Por lo demás, colige la Sala que, en ausencia de un medio ordinario de


defensa judicial y ante la falta de evidencia sobre una respuesta eficaz por
parte del Ministerio de Educación a la situación del señor Sánchez Tusarma
(ver supra, numeral 18), la presente acción de tutela procede como mecanismo

31
Corte Constitucional, sentencia T-211 de 2009.
32
La idoneidad y efectividad de los medios de defensa judicial no pueden darse por sentadas ni ser
descartadas de manera general, sin consideración a las circunstancias particulares del asunto sometido a
conocimiento del juez. En otros términos, no es posible afirmar que determinados recursos son siempre
idóneos y efectivos para lograr determinadas pretensiones sin consideración a las circunstancias del caso
concreto.
33
Corte Constitucional, sentencia T-089 de 2019.
34
De igual modo, a esta conclusión han arribado diferentes Salas de Revisión de la Corte, al resolver de fondo
acciones de tutela en esta materia, sin haber realizado un análisis expreso del requisito de subsidiariedad.
Corte Constitucional, sentencias T-550 y 720 de 2012, entre otras.

12
definitivo de protección frente a la decisión disciplinaria dictada por la
universidad accionada de naturaleza privada.

C. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA JURÍDICO,


MÉTODO Y ESTRUCTURA DE LA DECISIÓN

39. Acorde con los fundamentos fácticos expuestos en la Sección I anterior


de esta providencia, le corresponde a la Sala Cuarta de Revisión determinar si
la Fundación Universitaria San Martín -FUSM- violó los derechos
fundamentales al debido proceso administrativo, a la educación, a ejercer una
profesión y al trabajo del señor Cristian Alberto Sánchez Tusarma, al haberlo
sancionado con la cancelación de la matrícula académica y, en consecuencia,
negarle la expedición de los recibos de pago correspondientes a los derechos
de grado e impedirle obtener el título profesional en Medicina Veterinaria y
Zootecnia.

40. Con el fin de resolver el problema jurídico planteado por la Sala, en


primer lugar, se hará referencia a la jurisprudencia constitucional sobre el
derecho fundamental a la educación, deteniéndose en el contexto de la
educación universitaria para los mayores de edad. En segundo lugar, se
analizará el principio de la autonomía universitaria y la garantía del debido
proceso en el trámite de actuaciones disciplinarias. Finalmente, con base en
ese marco de análisis, se procederá a resolver el caso concreto.

D. FUNDAMENTO CONSTITUCIONAL Y NATURALEZA


JURÍDICA DEL DERECHO A LA EDUCACIÓN

41. El marco constitucional vigente consagra a la educación como un


“derecho de la persona y un servicio público” que cumple una función social
(C.P., art. 67, inciso 1°)35, que tiene el carácter de fundamental para los niños
y las niñas (C.P., art. 44)36 y, que impone al Estado y a la sociedad la
obligación de garantizar la protección y la formación integral del adolescente
y de la juventud (C.P., art. 45).

42. La Corte ha interpretado el contenido del derecho a la educación a partir


de los preceptos constitucionales anotados, y con base en lo dispuesto por
determinados instrumentos internacionales, a saber: (i) el artículo 26 de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos37; (ii) el artículo 13 del Pacto

35
Corte Constitucional, sentencia C-003 de 2017.
36
El inciso 3º del artículo 67 de la Carta Política indica que la educación será obligatoria entre los cinco y los
quince años de edad y que comprenderá, como mínimo, un año de prescolar y nueve de educación básica. Por
su parte, el inciso 4º de la misma disposición prescribe que “[l]a educación será gratuita en las instituciones
del Estado, sin perjuicio del cobro de derechos académicos a quienes puedan sufragarlo.”
37
“Artículo 26. || (1) Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos
en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria. La
instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual
para todos, en función de los méritos respectivos. || (2) La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de
la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades
fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los
grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el
mantenimiento de la paz. || (3) Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que
habrá de darse a sus hijos”.

13
de Derechos Económicos, Sociales y Culturales38; y (iii) el artículo 13 del
Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en
materia de Derechos Económicos Sociales y Culturales (Protocolo de San
Salvador)39.

43. Asimismo, con base en lo dispuesto en la Observación General No. 13


del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de Naciones
Unidas (Comité DESC), la Corte ha manifestado que existen cuatro facetas
prestacionales del derecho a la educación:
 

38
 Instrumento ratificado por el Estado colombiano mediante la Ley 74 del 26 de diciembre 1968. El artículo
13 establece: “1. Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de toda persona a la
educación. Convienen en que la educación debe orientarse hacia el pleno desarrollo de la personalidad
humana y del sentido de su dignidad, y debe fortalecer el respeto por los derechos humanos y las libertades
fundamentales. Convienen asimismo en que la educación debe capacitar a todas las personas para participar
efectivamente en una sociedad libre, favorecer la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las
naciones y entre todos los grupos raciales, étnicos o religiosos, y promover las actividades de las Naciones
Unidas en pro del mantenimiento de la paz. || 2. Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen que, con
objeto de lograr el pleno ejercicio de este derecho: || a) La enseñanza primaria debe ser obligatoria y
asequible a todos gratuitamente; || b) La enseñanza secundaria, en sus diferentes formas, incluso la
enseñanza secundaria técnica y profesional, debe ser generalizada y hacerse accesible a todos, por cuantos
medios sean apropiados, y en particular por la implantación progresiva de la enseñanza gratuita; || c) La
enseñanza superior debe hacerse igualmente accesible a todos, sobre la base de la capacidad de cada uno,
por cuantos medios sean apropiados, y en particular por la implantación progresiva de la enseñanza
gratuita; || d) Debe fomentarse o intensificarse, en la medida de lo posible, la educación fundamental para
aquellas personas que no hayan recibido o terminado el ciclo completo de instrucción primaria; || e) Se debe
proseguir activamente el desarrollo del sistema escolar en todos los ciclos de la enseñanza, implantar un
sistema adecuado de becas, y mejorar continuamente las condiciones materiales del cuerpo docente. || 3. Los
Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a respetar la libertad de los padres y, en su caso, de los
tutores legales, de escoger para sus hijos o pupilos escuelas distintas de las creadas por las autoridades
públicas, siempre que aquéllas satisfagan las normas mínimas que el Estado prescriba o apruebe en materia
de enseñanza, y de hacer que sus hijos o pupilos reciban la educación religiosa o moral que esté de acuerdo
con sus propias convicciones. || 4. Nada de lo dispuesto en este artículo se interpretará como una restricción
de la libertad de los particulares y entidades para establecer y dirigir instituciones de enseñanza, a condición
de que se respeten los principios enunciados en el párrafo 1 y de que la educación dada en esas instituciones
se ajuste a las normas mínimas que prescriba el Estado”. Respecto de este artículo, el Comité de Derechos
Económicos, Sociales y Culturares de las Naciones Unidas produjo la Observación General No. 13 relativa al
derecho a la educación, citada profusamente en la jurisprudencia de la Corte Constitucional.
39
Instrumento ratificado por el Estado colombiano mediante la Ley 319 del 20 de septiembre de 1996. El
artículo 13, establece: “Derecho a la Educación || 1. Toda persona tiene derecho a la educación. || 2. Los
Estados partes en el presente Protocolo convienen en que la educación deberá orientarse hacia el pleno
desarrollo de la personalidad humana y del sentido de su dignidad y deberá fortalecer el respeto por los
derechos humanos, el pluralismo ideológico, las libertades fundamentales, la justicia y la paz. Convienen,
asimismo, en que la educación debe capacitar a todas las personas para participar efectivamente en una
sociedad democrática y pluralista, lograr una subsistencia digna, favorecer la comprensión, la tolerancia y
la amistad entre todas las naciones y todos los grupos raciales, étnicos o religiosos y promover las
actividades en favor del mantenimiento de la paz. || 3. Los Estados partes en el presente Protocolo reconocen
que, con objeto de lograr el pleno ejercicio del derecho a la educación: || a. la enseñanza primaria debe ser
obligatoria y asequible a todos gratuitamente; || b. la enseñanza secundaria en sus diferentes formas, incluso
la enseñanza secundaria, técnica y profesional, debe ser generalizada y hacerse accesible a todos, por
cuantos medios sean apropiados, y en particular por la implantación progresiva de la enseñanza gratuita; ||
c. la enseñanza superior debe hacerse igualmente accesible a todos, sobre la base de la capacidad de cada
uno, por cuantos medios sean apropiados y en particular, por la implantación progresiva de la enseñanza
gratuita; || d. se deberá fomentar o intensificar, en la medida de lo posible, la educación básica para
aquellas personas que no hayan recibido o terminado el ciclo completo de instrucción primaria; || e. se
deberán establecer programas de enseñanza diferenciada para los minusválidos a fin de proporcionar una
especial instrucción y formación a personas con impedimentos físicos o deficiencias mentales. || 4. Conforme
con la legislación interna de los Estados partes, los padres tendrán derecho a escoger el tipo de educación
que habrá de darse a sus hijos, siempre que ella se adecue a los principios enunciados precedentemente. || 5.
Nada de lo dispuesto en este Protocolo se interpretará como una restricción de la libertad de los particulares
y entidades para establecer y dirigir instituciones de enseñanza, de acuerdo con la legislación interna de los
Estados partes”.

14
“i) la asequibilidad o disponibilidad del servicio, que puede
resumirse en la obligación del Estado de crear y financiar
suficientes instituciones educativas a disposición de todos aquellos
que demandan su ingreso al sistema educativo, abstenerse de
impedir a los particulares fundar instituciones educativas e invertir
en infraestructura para la prestación del servicio, entre otras; (ii)
la accesibilidad, que implica la obligación del Estado de
garantizar el acceso de todos en condiciones de igualdad al
sistema aludido, la eliminación de todo tipo de discriminación en el
mismo, y facilidades para acceder al servicio desde el punto de
vista geográfico y económico; (iii) la adaptabilidad, que se refiere
a la necesidad de que la educación se adapte a las necesidades y
demandas de los educandos y que se garantice continuidad en la
prestación del servicio, y (iv) la aceptabilidad, la cual hace alusión
a la calidad de la educación que debe impartirse”40.
44. Aunado a lo anterior, la jurisprudencia constitucional ha determinado que
el derecho a la educación tiene carácter fundamental tanto en el caso de los
menores de edad como en el de los adultos41. Aunque el texto constitucional no
es explícito en este sentido, la Corte ha manifestado que la fundamentalidad
de este derecho, sin distinción por razón de la edad, se debe a que “(…) es
inherente y esencial al ser humano, [dignifica a] la persona (…), además de
constituir el medio a través del cual se garantiza el acceso al conocimiento,
la ciencia, la técnica y los demás bienes y valores de la cultura”42.

45. Por esto último, la educación ha sido considerada por esta corporación
como el punto de partida para la protección de los derechos consagrados en los
artículos 26 y 27 de la Constitución Política, tales como la libertad para escoger
la profesión u oficio, y las libertades de enseñanza, aprendizaje, investigación y
cátedra. Asimismo, como medio necesario para hacer efectivos otros derechos
de raigambre fundamental, como por ejemplo, la igualdad de oportunidades y
el derecho al trabajo43.
46. Sin embargo, el carácter fundamental del derecho a la educación no
implica que las condiciones de su aplicación sean las mismas para toda la
población44. La Corte ha señalado que, estas difieren en función de, por los
menos, dos criterios: nivel de educación y edad de la persona. En concreto, ha
manifestado que, “en materia de condiciones de acceso a la educación, tanto
los tratados de derechos humanos como la Constitución Política y la
jurisprudencia constitucional, han diferenciado entre obligaciones de
aplicación inmediata y deberes progresivos, con base en parámetros de edad
del educando y nivel educativo”45.

40
Corte Constitucional, sentencia C-376 de 2010, reiterada en la sentencia T-434 de 2018, entre otras.
41
Corte Constitucional, sentencia C-520 de 2016.
42
Corte Constitucional, sentencia T-807 de 2003. Esta providencia reiteró la postura expuesta en la sentencia
T-002 de 1992 y, a su vez, esta orientación fue recientemente retomada por las sentencias T-476 de 2015 y T-
091 de 2019.
43
Corte Constitucional, sentencia T-106 de 2019.
44
Corte Constitucional, sentencia T-106 de 2019.
45
Corte Constitucional, sentencia C-520 de 2016, reiterada por la sentencia T-434 de 2018.

15
47. Así, por ejemplo, de acuerdo con el precedente reiterado de esta Corte 46,
el Estado tiene la obligación inmediata de (i) garantizar a los niños, niñas y
adolescentes entre los 5 y 18 años47, el acceso a un año de educación
preescolar, cinco años de primaria y cuatro de secundaria48; y (ii) de asegurar a
los mayores de edad, “el acceso a la educación básica primaria”49. En contraste
con esto, ha precisado que, el aparato estatal tiene el deber progresivo de realizar
esfuerzos, para que los mayores de edad puedan acceder, de manera gradual, a la
educación media secundaria y superior50.

48. Ahora bien, el derecho fundamental a la educación, con independencia


de que su titular sea una persona menor o mayor de edad, se caracteriza por
tener una doble dimensión de derecho-deber, que se relaciona con el derecho a
recibir de parte de la institución educativa el servicio público de educación, de
un lado, y las responsabilidades que le asisten al estudiante respecto del
cumplimiento de las normas de comportamiento y académicas establecidas en
los acuerdos o reglamentos, del otro.51 En todo caso, así como la protección
del derecho a la educación tiene mayor o menor alcance dependiendo de la
edad y el nivel educativo de la persona, la Corte ha precisado que el grado de
autonomía que tienen los colegios no es equivalente al que se reconoce a las
universidades52. 

49. En el contexto de la educación superior o universitaria, el


desconocimiento de las normas administrativas, académicas y disciplinarias
puede conllevar a que la institución educativa, en ejercicio de la autonomía
universitaria (C.P., art. 69), adopte medidas correctivas y sancionatorias que
entran en tensión con la garantía de permanencia del derecho a la educación.
Por esta razón, y teniendo en cuenta los hechos del caso concreto, procede la
Sala a estudiar la jurisprudencia constitucional que, con base en el contenido
del derecho al debido proceso, ha definido los parámetros bajo los cuales se
solucionan los conflictos que surgen de la actividad académica.

E. LA AUTONOMÍA UNIVERSITARIA Y LA GARANTÍA DEL


DEBIDO PROCESO EN EL MARCO DE LAS
ACTUACIONES DE CARACTER DISCIPLINARIO

50. La autonomía universitaria, establecida en el artículo 69 Superior, es


una garantía institucional que tiene como propósito garantizar las libertades de
enseñanza, aprendizaje, investigación y cátedra (C.P., art. 27), y permitir la
46
Corte Constitucional, sentencias T-533 de 2009, C-520 de 2016, T-434 de 2018, T-106 de 2019
47
En sentencia T-533 de 2009, la Corte precisó que “(...) aunque el artículo 67 de la Constitución prevé que
la educación es obligatoria para los niños y niñas entre los 5 y los 15 años, esta referencia debe ser
entendida hasta los 18 años, ya que según el artículo 1° de la Convención sobre los Derechos del Niño -
ratificada por Colombia por medio de la Ley 12 de 1991- la niñez se extiende hasta los 18 años.”
48
En ese mismo sentido, en la sentencia T-434 de 2018, la Corte concluyó que “el derecho a la educación
implica para el Estado: (i) su reconocimiento como derecho fundamental e inherente a la persona y un
servicio público cuya prestación es un fin esencial; (ii) su provisión gratuita y obligatoria en el nivel básico
de primaria; (iii) su priorización como servicio público de manera que todas las personas hasta de 18 años
accedan a, al menos, un año de preescolar, cinco años de primaria y cuatro de secundaria; y (iv) su
prestación accesible y permanente, con el suficiente cubrimiento a nivel nacional y territorial.”
49
Corte Constitucional, sentencias T-156 de 2005 y T-106 de 2019, entre otras.
50
Corte Constitucional, sentencia T-106 de 2019.
51
Corte Constitucional, sentencia T-974 de 1999, reiterada por la sentencia T-089 de 2019.
52
Corte Constitucional, sentencia T-473 de 1993 y la sentencia T-091 de 2019.

16
diversidad, el pluralismo y el desarrollo de la libertad de conciencia en los
centros educativos53.

51. La Corte ha determinado que, en virtud de esta garantía, las


instituciones educativas tienen, entre otras54, la facultad para darse sus propios
estatutos, definir libremente su filosofía y auto-regularse, por ejemplo,
mediante la expedición de un reglamento contentivo de la normas internas
que, entre otros aspectos, prevean (i) las obligaciones académicas y
disciplinarias que adquieren los estudiantes a su ingreso, (ii) las sanciones que
pudieran derivarse de su incumplimiento, y (iii) el procedimiento a seguir antes
de imponer una sanción55.

52. En consideración de los hechos que ocupan la atención de la Sala, se


hace énfasis en que la jurisprudencia constitucional ha reiterado que “[l]as
sanciones académicas hacen parte de la autonomía universitaria”56.
Conforme al precedente constitucional, el derecho sancionador puede
aplicarse con ciertos matices en las relaciones que surgen entre la institución
educativa y el estudiante, dado que estos planteles tienen una naturaleza
formativa y por ende, deben propender por un “adecuado funcionamiento del
sistema de enseñanza e implementar estrategias de formación a favor de los
alumnos que comprendan la responsabilidad por el incumplimiento de sus
deberes, la ética y los derechos fundamentales de los demás”57.

53. No obstante, ninguna de las facultades derivadas del principio de la


autonomía universitaria tiene carácter absoluto. En efecto, la Corte ha
determinado que las instituciones educativas, tanto de naturaleza pública como
privada, están limitadas por las garantías del debido proceso, cuando en
ejercicio de su autonomía decidan imponer sanciones por la comisión de
faltas, que, por ejemplo, comprometan la disciplina y objetivos del plantel

53
El inciso primero del artículo 69 de la Constitución consagró la autonomía universitaria en los siguientes
términos: “Se garantiza la autonomía universitaria. Las universidades podrán darse sus directivas y regirse
por sus propios estatutos, de acuerdo con la ley”. En desarrollo de dicho postulado constitucional, la Ley 30
de 1992, por medio de la cual se organiza el servicio de educación superior, dispuso en su artículo 28: “ La
autonomía universitaria consagrada en la Constitución Política de Colombia y de conformidad con la
presente Ley, reconoce a las universidades el derecho a darse y modificar sus estatutos, designar sus
autoridades académicas y administrativas, crear, organizar y desarrollar sus programas académicos, definir
y organizar sus labores formativas, académicas, docentes, científicas y culturales, otorgar los títulos
correspondientes, seleccionar a sus profesores, admitir a sus alumnos y adoptar sus correspondientes
regímenes y establecer, arbitrar y aplicar sus recursos para el cumplimiento de su misión social y de su
función institucional.”
54
En este punto, el artículo 29 de la Ley 30 de 1992 establece el campo de acción de dichas instituciones
educativas en virtud de la autonomía universitaria, a saber: “La autonomía de las instituciones universitarias
o escuelas tecnológicas y de las instituciones técnicas profesionales estará determinada por su campo de
acción y de acuerdo con la presente Ley en los siguientes aspectos: a) Darse y modificar sus estatutos.|| b)
Designar sus autoridades académicas y administrativas. || c) Crear, desarrollar sus programas académicos,
lo mismo que expedir los correspondientes títulos. || d) Definir y organizar sus labores formativas,
académicas, docentes, científicas, culturales y de extensión. || e) Seleccionar y vincular a sus docentes, lo
mismo que a sus alumnos. || f) Adoptar el régimen de alumnos y docentes. || g) Arbitrar y aplicar sus
recursos para el cumplimiento de su misión social y de su función institucional.”
55
Corte Constitucional, sentencias T-356 de 2017 y T-106 de 2019.
56
Corte Constitucional, sentencia T-277 de 2016, reiterada por la sentencia T-089 de 2019.
57
Corte Constitucional, sentencia T-281A de 2016, reiterada por la sentencia T-700 de 2017.

17
educativo58. En especial, la actuación disciplinara debe sujetarse a los
derechos de defensa y contradicción.

54. La jurisprudencia constitucional ha explicado que, con el fin de proteger el


derecho a la educación y evitar que la autonomía universitaria derive en
arbitrariedad, la imposición de una sanción de carácter disciplinario debe estar
precedida de unas etapas procesales que garanticen los elementos mínimos del
derecho al debido proceso, los cuales, cabe aclarar, no se aplican en los mismos
términos ni con el mismo rigor que se exige para el trámite de los procesos
judiciales59.

55. Por esta razón, la Corte ha reiterado que, en este tipo de situaciones, la
institución de educación superior, por lo menos, está obligada a garantizar los
siguientes aspectos:

“(…) (1) la comunicación formal de la apertura del proceso


disciplinario a la persona a quien se imputan las conductas
pasibles de sanción; (2) la formulación de los cargos imputados,
que puede ser verbal o escrita, siempre y cuando en ella consten de
manera clara y precisa las conductas, las faltas disciplinarias a
que esas conductas dan lugar (con la indicación de las normas
reglamentarias que consagran las faltas) y la calificación
provisional de las conductas como faltas disciplinarias; (3) el
traslado al imputado de todas y cada una de las pruebas que
fundamentan los cargos formulados; (4) la indicación de un
término durante el cual el acusado pueda formular sus descargos
(de manera oral o escrita), controvertir las pruebas en su contra y
allegar las que considere necesarias para sustentar sus descargos;
(5) el pronunciamiento definitivo de las autoridades competentes
mediante un acto motivado y congruente; (6) la imposición de una
sanción proporcional a los hechos que la motivaron; y (7) la
posibilidad de que el encartado pueda controvertir, mediante los
recursos pertinentes, todas y cada una de las decisiones de las
autoridades competentes”60.

56. En concordancia con lo anterior, la jurisprudencia reciente de esta


Corporación ha establecido que las universidades, en los reglamentos
estudiantiles, deben garantizar el derecho al debido proceso, tanto formal,
como material, lo que, entre otras cosas, implica que, “(i) las sanciones no
58
En las sentencias T-917 de 2006, T-705 de 2008 y T-423 de 2013, la Corte señaló que, en virtud del
principio de autonomía universitaria, los entes universitarios pueden establecer reglas con el fin de gobernar
las relaciones dentro del ente de educación superior, no obstante, éstas deben ser claras “sobre el
comportamiento que se espera de los miembros de la comunidad educativa en aras de asegurar el debido
proceso en el ámbito disciplinario. Dichas reglas, para respetar el derecho al debido proceso, han de
otorgar las garantías que se desprenden del mismo, así las faltas sean graves. Las instituciones educativas
tienen un amplio margen de autorregulación en materia disciplinaria, pero sujeto a límites básicos como la
previa determinación de las faltas y las sanciones respectivas, además del previo establecimiento del
procedimiento a seguir para la imposición de cualquier sanción”.
59
Corte Constitucional, sentencia T-492 de 1992, reiterada por la sentencia T-720 de 2012.
60
Estas reglas fueron sistematizadas en la sentencia T-301 de 1996, en el contexto de la imposición de unas
sanciones disciplinarias por parte de una institución de educación superior. Esta posición ha sido reiterada por
las sentencias T-457 de 2005, T-550 de 2012, T-720 de 2012 y T-089 de 2019.

18
podrán ser desproporcionadas, ni inconstitucionales; y (ii) que las faltas en la
que puedan incurrir estén establecidas con anterioridad”61.

57. En el marco de los procesos disciplinarios, el cumplimiento de las


garantías mencionadas le imprime validez a la actuación de la institución
educativa y armoniza la tensión que, en estos casos, surge entre el principio
constitucional de la autonomía universitaria y el derecho fundamental a la
educación. Por el contrario, cuando se omite uno o varios de los elementos
procesales mencionados, la decisión sancionatoria es contraria a la
Constitución Política por desbordar el ámbito de protección de la autonomía
universitaria y, por ese conducto, viola los derechos al debido proceso y a la
educación62. En ese sentido, la Corte ha concluido que “(…) imponerle a un
estudiante una sanción por cometer faltas que comprometan la disciplina y
los objetivos del plantel educativo, no constituye una vulneración a sus
derechos fundamentales, siempre y cuando las medidas adoptadas,
garanticen el debido proceso”63.

F. SOLUCIÓN AL CASO CONCRETO: LA FUSM VULNERÓ


LOS DERECHOS FUNDAMENTALES AL DEBIDO
PROCESO, A LA EDUCACIÓN, A EJERCER UNA
PROFESIÓN Y AL TRABAJO DEL ACCIONANTE

58. En el asunto bajo estudio, corresponde a la Sala determinar si la


Fundación Universitaria San Martín -FUSM- violó los derechos
fundamentales al debido proceso administrativo, a la educación, a ejercer una
profesión y al trabajo del señor Cristian Alberto Sánchez Tusarma, al haberlo
sancionado con la cancelación de la matrícula académica y, en consecuencia,
negarle la expedición de los recibos de pago correspondientes a los derechos
de grado e impedirle obtener el título profesional en Medicina Veterinaria y
Zootecnia.

59. Con base en el material probatorio que reposa en el expediente, en


aplicación de los criterios jurisprudenciales desarrollados en el acápite anterior
y a partir del análisis de las normas reglamentarias internas de la FUSM, la
Sala encuentra que se presentó una vulneración del derecho al debido proceso

61
Corte Constitucional, sentencia T-089 de 2019.
62
De manera expresa, la Corte ha determinado que “Si durante el proceso disciplinario adelantado en contra
de un estudiante, la institución educativa no llegase a cumplir con alguno de los presupuestos contemplados
para la garantía del derecho al debido proceso, la sanción impuesta quedaría sin validez al afectar
gravemente el derecho fundamental a la educación y al debido proceso”. Corte Constitucional, sentencia T-
700 de 2017.
63
Ibídem. En lo referente al criterio de la proporcionalidad en la valoración de los hechos y la consecuente
graduación de la sanción, cabe resaltar lo dispuesto en la sentencia T-423 de 2013. En esta ocasión, la Corte
concedió el amparo del derecho a la educación y al debido proceso de los accionantes que demandaron la
Universidad del Pacífico al considerar vulneradas sus garantías fundamentales. La Universidad canceló el
semestre a los estudiantes por haber entrado a paro indefinido y no retornó los dineros pagados por concepto
de matrícula. Al respecto, este Tribunal consideró que, en tanto la educación es un derecho fundamental, las
medidas que lo limiten deben cumplir con los postulados de “razonabilidad, proporcionalidad, necesidad e
idoneidad.” En el caso concreto, concluyó que la restricción al derecho a la educación había sido
“desproporcionada” porque desincentivaba la libertad de expresión y asociación de los estudiantes, quienes
habían reclamado de manera pacífica la mejor calidad del servicio de educación. En ese orden, estimó
cuestionable la actuación de la accionada por exceder el ámbito de la autonomía universitaria.

19
administrativo y a la educación del accionante. A continuación, se exponen las
razones que sustentan esta conclusión.

Análisis sobre la vulneración del derecho al debido proceso administrativo y a


la educación por parte de la FUSM

60. De acuerdo con lo expuesto en el fundamento jurídico 48 y siguientes


de esta providencia, la educación tiene una doble connotación, pues es un
derecho-deber que exige a los estudiantes el acatamiento de los reglamentos
que las instituciones educativas profieran. El incumplimiento de las normas de
comportamiento habilita a las instituciones de educación superior para que
ejerzan su facultad disciplinaria y, por consiguiente, adopten las medidas o
sanciones establecidas en los reglamentos internos.

61. Sin embargo, en reiteradas ocasiones, la Corte ha advertido que el


proceso disciplinario, en el contexto de la educación superior, debe
enmarcarse en los límites constitucionales que se desprenden del derecho al
debido proceso. Por esta razón, y tal como lo explicó la Sala (ver supra,
numerales 53 a 57), las autoridades que dirigen los planteles de educación
superior, de naturaleza pública y privada, deben garantizar en el trámite de los
procesos disciplinarios los elementos mínimos del debido proceso.

62. En el caso concreto, en ejercicio del principio constitucional de


autonomía universitaria, la institución accionada expidió el Acuerdo No. 09
del 31 de marzo de 2016 “Por el cual se actualiza y aprueba el Reglamento de
Estudiantes de la Fundación Universitaria San Martín”. Este reglamento,
entre otras materias, establece el régimen académico que prevé las
condiciones para la admisión y permanencia en la institución educativa
(Capítulo II), los derechos y deberes del estudiante (Capítulo X) y el régimen
disciplinario que le aplica a este último (Capítulo XI).

63. Con sujeción a lo dispuesto en las normas reglamentarias, la FUSM


inició un proceso disciplinario contra el accionante, con fundamento en la
solicitud presentada por el representante legal de la institución, el 30 de enero
de 2018. En este memorando, se señaló al actor como responsable de la
comisión de una falta gravísima por haber retenido e injuriado al personal
administrativo de la universidad, entre las 7 pm y 10 pm del día 16 de enero
de 201864. La universidad concluyó este proceso con la imposición de la
máxima sanción disciplinaria de “cancelación de matrícula” y, en virtud de
esto, en marzo de 2019, le negó la expedición del recibo de pago
correspondiente a los derechos de grado, necesario para obtener el título
profesional65.

64
Folio 31 del cuaderno del proceso administrativo de carácter sancionatorio.
65
La Resolución Rectoral y los decisiones que la confirmaron, determinaron que en virtud de la sanción
mencionada: “(...) el señor Cristian Alberto Sánchez no podrá renovar su matrícula estudiantil para ninguno
de los programas académicos ofrecidos por la Fundación Universitaria San Martín, en cualquiera de sus
Sedes Presenciales y Centros de Atención Tutorial, perdiendo su calidad de estudiante de esta institución de
conformidad con lo dispuesto en el literal c) del artículo 5 del Reglamento Estudiantil y por tanto no podrá
acceder a ningún servicio prestado por la Fundación”.

20
64. No cabe reproche alguno contra el diseño del procedimiento para
imponer sanciones previsto en los artículos 88 a 90 del Reglamento, ni contra
la forma en que la institución educativa accionada dio cumplimiento al
mismo66. En efecto, la FUSM demostró con suficiencia que (i) el 16 de febrero
de 2018 efectuó la comunicación de la apertura del proceso disciplinario al
accionante67; (ii) en el pliego escrito de cargos del 5 de febrero de 2018, señaló
de manera clara y precisa que la conducta del actor daba lugar a la
configuración de las faltas previstas en los literales a), b), c), d), e), f), i) del
artículo 73 del Reglamento68, las cuales calificó, de manera provisional, como
gravísimas69; (iii) en la misma comunicación del 16 de febrero de 2018, dio
traslado al imputado de todas y cada una de las pruebas que fundamentan los
cargos formulados70; (iv) indicó al accionante que tenía 10 días hábiles para
formular sus descargos, controvertir las pruebas en su contra y allegar las que
considerara necesarias71. Sin embargo, el interesado no atendió este
requerimiento en el término previsto, limitándose a presentar una solicitud de
nulidad que, en todo caso, le fue negada mediante decisión motivada, el 22 de
marzo de 201872. Por último, (v) la institución garantizó el derecho de
contradicción, al darle trámite a los recursos de reposición y apelación
interpuestos contra la Resolución Rectoral sancionatoria73.

65. No obstante, de la revisión minuciosa del expediente contentivo de la


actuación disciplinaria, la Sala observa que, a pesar de que se agotaron
formalmente las etapas procesales establecidas en el reglamento interno, la
sanción determinada y su motivación no se adecuan al tipo de vinculación que
el actor tenía con la institución educativa en el momento de imponer la
sanción, tal como pasa a explicarse.

66. El Reglamento interno de la FUSM (Acuerdo No. 09 del 31 de marzo


de 2016) establece en el artículo 2 sobre la calidad de estudiante: “La calidad
66
El artículo 88 del Reglamento estudiantil establece: “Inicio de la sanción disciplinaria. La acción
disciplinaria se iniciará de oficio, a solicitud de docente o empelado administrativo o por queja debidamente
fundamentada.” El artículo 89 continúa: “Procedimiento para sancionar. Para garantizar los derechos del
estudiante, cuando se le inicie una acción disciplinaria se observará el siguiente procedimiento: a) Conocida
la comisión de una falta, el Decano o Director del programa académico procederá a establecer si el hecho
constituye una falta contemplada en el presente reglamento.|| b) Si concluye positivamente y por la falta leve
hay lugar a amonestación privada o pública el Decano procederá en consecuencia.|| c= Si se considera que
se configura un hecho o falta grave, se abrirá proceso disciplinario. Para esto, mediante escrito se notificará
al estudiante la apertura del proceso indicando en el mismo los hechos que sustentan la apertura, la posible
falta imputable y su sanción, así como las pruebas que acrediten la ocurrencia de los hechos”.
67
Folio 50 del cuaderno del proceso administrativo de carácter sancionatorio.
68
Las faltas imputadas al accionante fueron las siguientes: “a) Incumplir los deberes contemplados en este
Reglamento. || b) Irrespetar a directivos, docentes, empleados administrativos, estudiantes, de acción, de
palabra o de cualquier otra forma.|| c) Atentar contra el prestigio, el buen nombre o la imagen de la
institución.|| d) Realizar actos que atenten contra la moral o las buenas costumbres, los principios y la
filosofía promulgados por la Fundación.|| e) Retener (…) a docentes, estudiantes, empleados administrativos
y autoridades de la institución.|| f) Obstaculizar el libre tránsito o acceso de los miembros de la comunidad
académica a las instalaciones o impedir el normal desarrollo de las actividades.|| i)Causar daño o usar
indebidamente las edificaciones, instalaciones, elementos y recursos de la institución.”
69
Folios 46 y 47 del cuaderno del proceso administrativo de carácter sancionatorio.
70
Ob. Cit.
71
El artículo 90 del Reglamento estudiantil prescribe: “El estudiante tendrá derecho a presentar descargos y
a pedir la práctica de pruebas dentro de los diez (10) días hábiles siguientes a la fecha en que se haya
notificado de los cargos.”
72
Folios 51 a 58 del cuaderno del proceso administrativo de carácter sancionatorio.
73
El artículo 91 del Reglamento estudiantil establece: “(…) Contra el acto de cancelación de matrícula
proferido por el Rector procede el recurso de reposición y el de apelación al Plenum.”

21
de estudiante se adquiere cuando el aspirante es admitido y finaliza su
proceso de matrícula.” En cuanto a la matrícula, el artículo 10 del Reglamento
la define como “(...) el acto académico administrativo mediante el cual la
fundación y el estudiante, adquieren derechos y deberes recíprocos para fines
específicos de la ejecución del servicio educativo por un período lectivo
determinado y se comprometen a cumplir plenamente los Estatutos,
Reglamentos y demás políticas, lineamiento y normas vigentes de la
Institución.” (Énfasis por fuera del original). El artículo 12 establece que, la
renovación de la matrícula es semestral y que, mediante este acto, “(…) el
estudiante de la Fundación renueva ante la Secretaría Académica del
programa académico, su matrícula para cada periodo lectivo, en las fechas
establecidas por el calendario institucional y cumpliendo los siguientes
requisitos: a) Cancelar y entregar el recibo de matrícula (…) || b) Realizar el
pre-registro de las asignaturas de acuerdo con el calendario académico
(…)”74. En esa medida, la Sala advierte que el accionante como “egresado no
graduado” no se encontraba matriculado para el momento en que se impuso la
sanción, toda vez que, en estricto sentido, este no tenía el deber de pagar los
derechos de matrícula correspondientes al primer semestre del año 2018, ni
tampoco debía realizar un pre-registro de las asignaturas de su programa
académico, tal y como lo exige para la formalización de la matrícula las
precitadas disposiciones reglamentarias.

67. A pesar de lo anterior, no se puede desconocer que la persona que ha


culminado el programa académico y que no ha obtenido el título profesional,
mantiene una relación jurídica con la institución en la que cursa, lo cual
implica que también se encuentra sujeto al régimen disciplinario. Es así, como
en el parágrafo del artículo 71 del Reglamento interno de la FUSM, se
establece que los preceptos relativos al régimen disciplinario también son
aplicables a los “egresados no graduados” que comentan faltas. Sin perjuicio
de ello, las sanciones que pueden imponerse a estas personas que han
culminado el pensum académico, pero que están pendientes del proceso de
grado, deben necesariamente responder a la realidad jurídica en la que se
encuentran. Esto es, que no tienen una matrícula con la universidad75.

68. Aun cuando los reglamentos de las instituciones educativas deben ser
aplicados de manera general a todas las personas que, de una forma u otra,
tienen una vinculación con la misma, las sanciones aplicables a cada uno de
ellos deben responder a la relación jurídica que existe entre tales sujetos. Por
ende, los “egresados no graduados” pueden ser efectivamente sancionados en
procesos disciplinarios que hubieren sido iniciados legalmente en contra de
ellos, pero las sanciones aplicables deben corresponder con el hecho que
no son personas que cuenten con una matrícula76.
74
Continúa el artículo 12 del Reglamento Estudiantil: “(...) c) Estar a paz y salvo por todo concepto y no
presentar sanción disciplinaria vigente que se lo impida.|| d) Entregar la certificación de afiliación a una
[EPS] (…) || e) Actualizar la información personal. || f) Firmar el acta de matrícula.”
75
El artículo 78 del Reglamento estudiantil prescribe: “La sanciones aplicables a los estudiantes según la
gravedad de la falta son: a) Amonestación privada || b) Amonestación pública || c) Matrícula condicional ||
d) Suspensión de matrícula || e) Cancelación de matrícula.”
76
La interpretación sistemática del parágrafo del artículo 71 y del artículo 78 del Reglamento estudiantil
conduce a concluir que las sanciones disciplinarias pueden imponerse a los estudiantes y a los “egresados no
graduados”. Sin embargo, teniendo en cuenta lo dispuesto en los artículos 2 y 10 del mismo estatuto

22
69. Teniendo en cuenta lo expresado hasta el momento, en el asunto bajo
estudio se observa que la universidad demandada no estaba facultada para
imponer como sanción la “cancelación de matrícula” 77 ni tampoco para
negarle al actor la expedición del recibo de pago para los derechos de grado.
Tal y como quedó demostrado, el Reglamento Estudiantil de la FUSM, pese a
que consagra una cláusula general en la que hace extensivo el régimen
disciplinario a los “egresados no graduados” (parágrafo del artículo 71 del
Reglamento), establece sanciones, como la cancelación de matrícula, que solo
pueden ser aplicadas a quienes están vinculados con la institución en calidad
de “estudiantes”. Esto, por cuanto, presuponen la existencia de una matrícula
académica que, de conformidad con lo estipulado en los artículos 10 y 12 del
Reglamento, sí tienen los “estudiantes”, mas no los “egresados no graduados”.

70. Aunado al grupo de sanciones que presuponen la existencia de


matrícula académica, y que solo pueden ser aplicadas a los “estudiantes”, el
artículo 78 del Reglamento consagra como sanción las amonestaciones de
carácter privado y público, las cuales, por definición, son compatibles con la
calidad de “estudiante” y con la de “egresado no graduado”. Por lo tanto, la
FUSM, con base en la regulación reglamentaria vigente y previo
cumplimiento de las garantías del debido proceso, tiene plena autonomía para
definir si impone o no este tipo de sanciones cuando comprueba que un
“egresado no graduado” cometió alguna de las faltas disciplinarias tipificadas
en el Reglamento (Acuerdo No. 09 del 31 de marzo de 2016)78.

71. Por lo demás, y en la medida que, (i) para la imposición de la sanción de


cancelación de matrícula, se equiparó la condición de “egresado no graduado”
a la de “estudiante”, sin contemplar las diferencias que existe entre la
vinculación de uno y otro grupo con la universidad 79, y (ii) se prohibió la
académico, es dado afirmar que, a este último grupo, solo pueden aplicarse las sanciones que sean
compatibles con la naturaleza de su vinculación con la universidad.
77
Por esta razón, carece de relevancia para la solución del caso el argumento expuesto por la institución
accionada en la contestación de la acción de tutela, en cuanto a que “llama la atención del claustro
universitario como por parte del accionante se hace uso inadecuado de la condición de estudiante (…)”.
Esto, porque, presuntamente, en un principio este había invocado la condición de estudiante, pero con la
presente acción de tutela afirmó que no pertenecía a la comunidad estudiantil para el momento que se
desarrollaron los hechos. Folio 94 del cuaderno principal.
78
En la siguiente tabla se sintetiza las sanciones disciplinarias consagradas en el Reglamento de la FUSM y
los sujetos que pueden ser destinatarios de las mismas.

Amonestación
privada

Amonestación
pública

Matrícula
condicional

Suspensión de
matrícula
“Sanción que consiste imponer circunstancias especiales de tipo Aplicable Inaplicable
79
En concreto, la Resolución Rectoral No.1 del 24 de julio de 2018, señaló: “Así las cosas, al haberse
calificado como gravísima la falta por el Decano de la Facultad y siendo ratificada por el Consejo

23
expedición del recibo para pago de los derechos de grado, pese a que no se
trata de una sanción prevista en el Reglamento, la Sala considera que la FUSM
violó el debido proceso administrativo del actor, por haber incurrido en un
error en la motivación y definición de la sanción disciplinaria y, por haberle
dado un alcance a esta que excedió lo establecido por los artículos 78 y 83 del
Reglamento80.

72. Cabe aclarar que, la causa de la violación del derecho al debido proceso
administrativo analizada en este proceso, es distinta a la que estudiaron los
jueces de tutela de primera y segunda instancia, en la acción de tutela que el
accionante interpuso de manera previa (abril de 2018). Mientras que, en la
solicitud de amparo que ocupa la atención de la Sala, se juzga la definición y
la motivación de la sanción en la resolución rectoral y los posteriores actos
que la confirmaron, en el proceso de tutela que lo antecede, los jueces,
exclusivamente, analizaron si la FUSM garantizó el debido proceso en las
actuaciones que adelantó hasta antes concluyera el procedimiento
sancionatorio. Por lo tanto, descarta la Corte que, sobre el punto de derecho
decidido en esta oportunidad, exista cosa juzgada constitucional (ver supra,
numerales 24 a 27).

73. Aunado a lo anterior, advierte la Corte que la conducta reprochada


ocasionó la violación de los derechos del accionante al trabajo (Art. 25, C.P.)
y a ejercer una profesión (Art. 26, C.P.) por dos razones. Primero, ha
transcurrido más de un año desde la fecha en la que quedó en firme la sanción
disciplinaria, lo que ha impedido que el actor alcance sus expectativas
académicas mediante el acceso al título profesional 81. Segundo, porque fue
sancionado con la expulsión de la universidad, por un acto diferente al
académico, a pesar de que este ya había (i) cursado y aprobado el total de
materias de primero a décimo semestre y, (ii) realizado el trabajo de pasantía
como opción de grado, quedándole solo pendiente “cancelar el valor
correspondiente a esta opción de grado”82.

74. Con todo, para la Corte es de vital importancia precisar que, por ningún
motivo, lo señalado desconoce las circunstancias de tiempo, modo y lugar en
las que ocurrieron los hechos ocurridos el 16 de enero de 2018 ni desvirtúa la
calificación de la falta disciplinaria cometida por el tutelante. Tampoco resta
Académico de la Facultad dicha calificación y considerando procedente la aplicación de la máxima sanción
establecida en el Reglamento Estudiantil al estudiante, por el daño ocasionado a la Institución, la reiteradas
violaciones al Reglamento Estudiantil, el irrespeto a las autoridades de la institución y la retención indebida
e injustificada de los funcionarios de la misma, la Rectora (…) RESUELVE. PRIMERO. SANCIONAR [al
accionante], con la CANCELACIÓN DE MATRÍCULA”. En igual dirección, lo hace la institución en la
Resolución que resolvió el recurso de reposición y en el Acuerdo que dio respuesta al recurso de apelación.
Folios 184 y 193 del cuaderno del proceso administrativo de carácter sancionatorio.
80
Los artículos 78 y 83 del Reglamento interno de la FUSM definen la cancelación de matrícula como “ la
máxima sanción disciplinaria aplicada por la institución a un estudiante”, que “consiste en la no renovación
de las matrículas para ninguno de los programas académicos”.
81
Sobre el particular, el artículo 59 del Reglamento Estudiantil dispone: “Título. Es el reconocimiento del
grado académico que la Fundación expide a nombre del Estado colombiano para acreditar la idoneidad de la
formación profesional del graduado. Para hacerse merecedor de un título, el estudiante regular deberá cumplir
con todos los requisitos previstos en el Plan de Estudios del programa académico y se debe hacer constar en
un diploma y en un acta de grado (…)”. Por su parte, el artículo 60 establece que el Plenum debe reglamentar
todo lo referente a los requisitos de grado y el proceso de grado.
82
Según consta en la copia de la constancia expedida, el 23 de agosto de 2018, por la Secretaria Académica de
la FUSM. Folio 65 del cuaderno principal.

24
valor a la existencia del antecedente disciplinario que fue invocado como
agravante83. Sin embargo, llama la atención en que, en el contexto de la
educación superior, la definición y motivación de una sanción debe hacerse (i)
con sujeción a lo previsto en el régimen disciplinario del reglamento
estudiantil y, (ii) teniendo en cuenta la situación o vínculo jurídico que existe
con el destinatario de la medida. De otro modo, la institución educativa excede
las facultades que le confiere la autonomía universitaria, actuando de forma
arbitraria y en contravía de las garantías mínimas del derecho al debido
proceso.

Órdenes por impartir

75. En consecuencia, la Corte revocará las decisiones de los jueces de tutela


de primera y segunda instancia y, en su lugar, concederá el amparo de los
derechos vulnerados. Para restablecerlos, se estima que, de cara a las
circunstancias del caso concreto, el remedio constitucional debe armonizar, de
un lado, la autonomía que tiene la FUSM para definir si impone o no una de
las sanciones previstas en el Reglamento para los “egresados no graduados”
(ver supra, numerales 69 y 70), y de otro, la eficacia de los derechos
fundamentales vulnerados al actor.

76. Por esta razón, la Corte dispondrá dejar sin efectos la resolución rectoral
y las posteriores decisiones que la confirmaron. En consecuencia, ordenará
que la institución educativa accionada, en el término de los quince (15) días
calendario siguientes a la notificación de esta providencia, adopte una nueva
decisión, en la que, en primer lugar, defina la situación disciplinaria del actor
con base en los fundamentos jurídicos 66 a 74 de esta providencia y, en
segundo lugar, ordene la expedición del recibo de pago para los derechos de
grado, de manera que permita al accionante realizar la cancelación de los
mismos y, en efecto, obtener el título profesional en Medicina Veterinaria y
Zootecnia.

G. SÍNTESIS DE LA DECISIÓN

77. La Fundación Universitaria San Martín -FUSM-, vulneró el derecho


fundamental del actor al debido proceso administrativo, y como consecuencia
de lo anterior desconoció el contenido del derecho a la educación, al trabajo y
a ejercer una profesión, al haberle negado la expedición del recibo para pagar
los derechos de grado e impedirle obtener el título profesional en Medicina
Veterinaria y Zootecnia, sobre la base de la ausencia de definición y
motivación de la sanción (i) con sujeción a lo previsto en el régimen
disciplinario del reglamento estudiantil y, (ii) la situación o vínculo jurídico
que existe con el destinatario de la medida. Lo anterior, teniendo en cuenta
que el accionante no puede ser tenido como estudiante matriculado, al haber
culminado materias y haber cumplido requisitos de grado. Por lo anterior,
desconoció la realidad del vínculo jurídico existente entre la FUSM y el
tutelante como “egresado no graduado”.

83
Folios 44 y 62 del cuaderno del proceso administrativo de carácter sancionatorio.

25
III. DECISIÓN

En mérito de lo expuesto, la Sala Cuarta de Revisión de la Corte


Constitucional de la República de Colombia, administrando justicia en nombre
del pueblo y por mandato de la Constitución,

RESUELVE

PRIMERO.- REVOCAR por las razones expuestas en esta providencia, las


sentencias de primera y segunda instancia, proferidas por el Juzgado
Veintiocho Penal Municipal con Función de Conocimiento de Bogotá D.C., el
24 de mayo de 2019, y por el Juzgado Cincuenta y Tres Penal del Circuito con
Funciones de Conocimiento de Bogotá D.C., el 25 de junio de 2019,
respectivamente, que resolvieron negar el amparo solicitado por el señor
Cristian Alberto Sánchez Tusarma. En su lugar, CONCEDER el amparo de
los derechos del accionante al debido proceso administrativo, a la educación, a
ejercer una profesión y al trabajo.

SEGUNDO.- Por las razones expuestas en esta sentencia, DEJAR SIN


EFECTOS (i) la decisión adoptada por el Consejo Académico Extraordinario
de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la FUSM, en sesión del
5 de abril de 2018; (ii) la Resolución Rectoral No. 01 del 24 de julio de 2018
“Por la cual se impone una sanción disciplinaria al estudiante Cristian
Alberto Sánchez Tusarma”; (iii) la Resolución Rectoral No. 04 del 28 de
agosto de 2018, “Por la cual se resuelve el recurso de reposición”; y (iv) el
Acuerdo No. 09 del 24 de septiembre de 2018, “Por el cual se resuelve el
Recurso de Apelación”.

TERCERO.- Como consecuencia de lo anterior, ORDENAR a la Fundación


Universitaria San Martín que, en el término de los quince (15) días calendario
siguientes a la notificación de esta providencia, adopte una nueva decisión
frente a la situación del señor Cristian Alberto Sánchez Tusarma, en la que se
cumplan con los fundamentos jurídicos 60 a 76 de esta providencia.

CUARTO. – LIBRAR las comunicaciones –por la Secretaría General de la


Corte Constitucional–, así como DISPONER las notificaciones a las partes y
terceros intervinientes, previstas en el artículo 36 del Decreto Ley 2591 de
1991, a través del Juzgado Veintiocho Penal Municipal con Función de
Conocimiento de Bogotá D.C

Notifíquese, comuníquese, cúmplase.

ALEJANDRO LINARES CANTILLO


Magistrado

26
ANTONIO JOSÉ LIZARAZO OCAMPO
Magistrado
Con aclaración de voto

GLORIA STELLA ORTIZ DELGADO


Magistrada

MARTHA VICTORIA SÁCHICA MÉNDEZ


Secretaria General

27

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