Crisis Económica
Crisis Económica
Crisis Económica
Entendemos por crisis económica a una fase determinada de un ciclo económico que se
caracteriza por tener efectos negativos, tales como la recesión, contracción o depresión
económica, lo cual quiere decir que en el flujo del dinero empieza a escasear.
Las crisis económicas son un fenómeno frecuente de las sociedades contemporáneas, sobre
todo de las pertenecientes al llamado Tercer Mundo, cuyas bases industriales y económicas no
siempre son muy sólidas o dependen del precio de mercado de la materia prima de
exportación, por ejemplo.
Esto puede ocurrir en diversas magnitudes y suele ocasionar daños sociales, patrimoniales e
incluso políticos, ya que es una importante fuente de malestar en las poblaciones, sobre todo
cuando se lo combate con medidas ahorrativas impopulares.
Las consecuencias de las crisis económicas son siempre negativas y tienden a ser las siguientes:
Impacto social. La crisis suele poner en jaque los planes sociales y culturales, conduciendo a
ajustes y reduciendo la calidad de vida de la población.
Pobreza. Las crisis afectan sobre todo a los más débiles socioeconómicamente, incrementando
la pobreza y en algunos casos conduciendo a la miseria.
Fuente: https://concepto.de/crisis-economica/#ixzz6ZdDhHRis
Fuente: https://concepto.de/crisis-economica/#ixzz6ZdDT7eUe
En este trabajo se presentara los hechos económicos más destacados sucedidos durante la
segunda mitad del siglo XX, con lo cual se pretende abarcar el temario del segundo curso de
dicha Historia Económica General.
Los años maravillosos del capitalismo: décadas de 1950 y 1960
Una vez que Europa y Japón recibieron la ayuda de los organismos internacionales comenzó
una rápida recuperación de sus economías, que sumada al crecimiento acelerado que ya
experimentaba la economía de Estados Unidos por el impulso de la guerra, llevó a la economía
mundial a su periodo de mayor esplendor. La producción industrial mundial alcanzó niveles sin
precedentes: 5.6% de crecimiento promedio anual entre 1948 y 1971. Durante esos años, la
producción creció mucho más rápido que la población, lo que incrementó el bienestar material
y el nivel de vida de las personas, y la inflación se mantuvo bajo control.
Las condiciones que hicieron posible este prolongado auge fueron, entre otras, la abundante
disponibilidad de capital, energéticos baratos y un fuerte gasto público.
En las economías de Estados Unidos y Europa, el intenso papel del Estado en la economía
contribuyó a fomentar el crecimiento y el pleno empleo, y logró establecer un “Estado de
Bienestar” generalizado, que incluía un amplio sistema de seguridad social, mecanismos
compensatorios para la redistribución del ingreso, política económica contra-cíclica, política de
gasto público expansiva, ampliación de los sistemas educativos (universalidad y calidad;
universidad abierta; recalificación), apoyo a la investigación científica básica y aplicada, un
sistema de cooperación y planificación económica (sindicatos, empresas, gobierno), y un
Estado como empresario a través de nacionalizaciones.4