La Predisposición Personal A La Evitación
La Predisposición Personal A La Evitación
La Predisposición Personal A La Evitación
Índice de Contenidos
VÍDEO: La Evitación ¿Una forma de afrontar la vida?
AUDIO: "La Evitación". ¡Escúchalo!
¿Qué es la Evitación?
¿Cuál es la mejor forma de afrontamiento?
¿Por qué es importante identificar esta tendencia a la evitación, saber más sobre ella?
¿Qué consecuencias tiene un estilo de afrontamiento evitativo?
¿Por tanto, la evitación es un tema importante?
¿Qué consecuencias tiene este estilo de afrontamiento o tendencia evitativa?
¿Qué características tienen las personas con personalidad evitativa o tendencia a la
evitación?
¿Qué recomendarías frente a la evitación?
Conclusión
Autora
La vida nos pone constantemente ante situaciones en las que actuar de un modo u otro
marca diferencias. De una forma más o menos consciente tomamos decisiones sobre cómo
hacerlo. Nos ponemos en acción o nos quedamos paralizados –quedarse parado también es
una forma de actuar–, expresamos nuestra opinión o nos callamos, cambiamos las cosas o
esperamos a que cambien solas: decidimos la acción o la evitación.
Los estresores que cada uno, o cada una, percibimos hacen que demos una respuesta
distinta. Ante el mismo suceso, diferentes personas darán diferentes respuestas, pero
podríamos decir que hay dos grandes categorías en la forma de manejar las dificultades:
con acción o con evitación. O dicho de otro modo, tendemos a vivir con un estilo de
afrontamiento activo o lo hacemos con un estilo de afrontamiento evitativo.
Seguramente a la mayoría de nosotros nos gustaría que, frente a ese conflicto con nuestro
compañero de trabajo, fuéramos capaces de dirigirnos a él, con serenidad y firmeza, y
hablarlo, decirle lo que opinamos y esperamos. O ir a esa fiesta a la que nos acaban de
invitar, y en la que queremos estar, aunque creamos que podríamos sentirnos incómodos.
Incluso nos encantaría aceptar ser una de las que hablen en ese evento que tanto nos
importa.
Pero lo que muchas veces sucede es que el malestar, el temor, las inquietudes que nos
produce pensar en la situación, hace que la evitemos. Nos decimos: Bueno ya cambiará de
actitud el compañero de trabajo, o tal vez estaré más confiada para la próxima fiesta, o
creo que no estoy preparada para hablar en público.
Transitamos por la vida afrontando nuestros pequeños y grandes estresores percibidos de
formas muy distintas. Algunas no nos permiten avanzar ¿Y tú, cómo lo haces?
actúas?
VÍDEO: La Evitación ¿Una forma de afrontar la vida?
AUDIO: «La Evitación». ¡Escúchalo!
¿Qué es la Evitación?
La evitación es una forma de actuar –o tal vez debería decir que es una forma de no
actuar–. Ante situaciones incómodas, que nos estresan, que suponen una amenaza o temor.
Podemos distinguir 3 tipos de evitaciones
Julia Vidal nos explica en este vídeo aspectos fundamentales de las emociones
También hay un trastorno psicológico, donde la evitación está en su máximo nivel, se
conoce (así aparece actualmente en el DSM 5) como Trastorno de la Personalidad Evasiva,
aunque también puedes encontrarlo con las denominaciones de Trastorno Evitativo de la
Personalidad o sencillamente como Trastorno Evitativo.
¿Cuál es la mejor forma de afrontamiento?
Tenemos una predisposición a hacer frente a la vida de una forma característica. Es decir,
cada persona, ante un evento estresante, tiene una estrategia de afrontamiento diferente.
Según Lazarus y Folkman, “el afrontamiento del estrés es el esfuerzo cognitivo o mental y
conductual que realizamos las personas para manejar las demandas que nos exigen
determinadas situaciones externas (ambientales, estresores) o internas (estado emocional
como la angustia, ira o tristeza)”.
Algunas investigaciones destacan que, en las personas que usan como estrategia de
afrontamiento la huida o la evitación, se observa una menor inteligencia emocional, y un
inadecuado manejo de la adversidad. Los datos apuntan a que estas personas tienen un
mayor pronóstico de estrés y depresión a largo plazo.
Otros investigadores, en el campo de la Psicología, afirman que evitar, en una situación de
estrés agudo o puntual, puede llevar a un estrés crónico y a la aparición de desórdenes
emocionales. (Escamilla, Rodríguez y González, 2009; Piqueras, Ramos, Martínez y
Oblitas, 2009).
En un artículo publicado por Bonifacio Sandín y Paloma Chorot, se exponen los resultados
que encontraron en personas con ansiedad, cuya forma de afrontar el estrés eran estrategias
de escape o evitación centradas en sus emociones. Frente a otras personas sin problemas de
ansiedad, donde se veía que su afrontamiento habitual era evaluar la situación, y proponer
una solución al problema.
Si huimos del miedo no podemos habituarnos a él, ni le damos la oportunidad de que se
extinga. (Foa y Kozak)
¿Qué características tienen las personas con personalidad evitativa o
tendencia a la evitación?
Antes de nada, indicar que, más allá de estas recomendaciones, la solución a un estilo de
afrontamiento evitativo –más aún si afecta de forma considerable a tu vida o hay un
Trastorno de Personalidad Evasiva o Trastorno Evitativo–, requiere de información y
asesoramiento profesional, para diseñar y dirigir un programa de entrenamiento con calidad
científica.
No obstante, puede ser muy útil, a modo de orientación, conocer algunas estrategias para
disminuir nuestras tendencia evitativas.
Os recomiendo 5 estrategias
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1. Interpreta de forma más realista las situaciones que percibes como estresantes.
Prueba a discutir tus propias creencias automáticas. Por ejemplo, si dudas ir a una fiesta a la
que acaban de invitarte, un primer pensamiento automático sería: Voy a hacer el ridículo,
no conozco a casi nadie. Pero un pensamiento alternativo podría ser: Habrá mucha gente
que también vaya por primera vez, y seguramente estarán deseando hablar con alguien,
alguien como yo.
2. Obsérvate, toma nota de lo que sueles hacer, de cómo reaccionas en diferentes
circunstancias. Esto te hará ser más consciente, y es un paso fundamental para realizar
pequeños cambios.
3. Analiza las consecuencias que ha podido tener para ti la evitación de determinadas
situaciones. Valora si esa evitación, aunque te haya producido un alivio instantáneo, va a
generarte un problema mayor, a medio o largo plazo. Piensa en lo que te has perdido por
evitar.
4. Aprende y practica nuevas formas de afrontamiento, diferentes para cada
situación: cuantas más formas tengas aprendidas para poder reaccionar, más posibilidades
tienes de afrontar mejor las situaciones.
5. Aprende a pensar sobre tus emociones de un forma diferente. No es lo mismo
pensar que tus emociones son horribles y que con urgencia hay que dejarlas de sentir, a
pensar que las emociones no son peligrosas y que podemos tolerarlas y sentirlas aunque
sean incómodas.
actuar ya
Conclusión
La evitación puede limitar y alterar nuestra vida. Esta tendencia se relaciona con otros
factores psicológicos: pensamientos, conductas, emociones… Por eso, en ocasiones, no es
fácil comprender el funcionamiento de la evitación, y sobre todo, no es sencillo cambiar un
estilo de afrontamiento que puede estar muy instaurado en nosotros y nosotras.
Las psicólogas y psicólogos conocemos bien esta tendencia y los factores que influyen en
ella, la determinan o la originan y sobre todo cómo sustituirla por otra actuación más eficaz.
Siempre es una buena idea contar con un programa y una orientación, efectivos, para
aprender y entrenar estrategias más adaptativas de afrontamiento, que potencien tus
recursos personales, que te sirvan de prevención en las dificultades emocionales y en
definitiva, te aproximen a tu mejor versión de ti mismo o de ti misma.
Vidal. Psicóloga