Vicios de La Argumentación

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VICIOS DE LA ARGUMENTACIÓN

La argumentación jurídica se refiere a los estudios jurídico-filosóficos que esgrimen las


diversas corrientes de pensamiento respecto al contenido de las premisas argumentativas,
desde la perspectiva de los operadores del Derecho.
Ahora bien, llamados “falsos razonamientos”, son deficiencias o fallas que los respectivos
argumentos presentados puedan contener. Los fallos argumentales son ubicuos: un mismo
error puede constituir varios sofismas a la vez.

2. Clasificación de los vicios de la argumentación

2.1. Paralogismo
Un paralogismo es un argumento o razonamiento falso que se plantea sin una voluntad de
engaño. El paralogismo no depende de una confusión malintencionada en los términos, sino
de un error de razonamiento.
- Un paciente esquizofrénico emplea paralogismos cuando utiliza palabras existentes
pero dándoles una acepción propia de él. Por ejemplo, un paciente nos dice que tengo
dolores en la llanta para referirse a que tiene dolores de cabeza.

2.2. Falacia
Una falacia es un argumento lógicamente inválido, pero psicológicamente convincente.
Así, aunque estas falacias incluyen diversos tipos de pseudo-argumentos, todas poseen la
cualidad de parecer convincentes.
Cuando una persona discute con otra sobre un determinado tema, a falta de razones, puede
pretender descalificar la opinión del otro sólo porque es negro o comunista, eludir el tema
discutido, deformar lo que alguien ha dicho, o simplemente ser muy ambiguo en lo que dice.
Todas esas son falacias.
En general, estas falacias ocurren porque la persona se distrae y deja de lado lo que
propone, o por descuido, por mala intención o porque abandona la racionalidad y se deja
llevar por sus emociones.

2.2.1. Tipos de Falacia

2.2.1.1. Argumentum ad Populum


Son argumentos dirigidos al pueblo. Se atribuye esta designación a todos los recursos
retóricos que buscan ganar el consenso popular a favor o en contra de cierta conclusión por
medio de la exaltación de los sentimientos que predominan en esa multitud y que no se
encuentra sustentada en pruebas valederas.
- Un ejemplo más concreto de apelación a la práctica común podría ser: «Esta ley no es
buena porque ningún país del mundo tiene nada igual y se ha venido haciendo
así hasta ahora.» Tal razonamiento olvida que para que haya innovaciones siempre
alguien ha de ser el primero.
2.2.1.2. Argumentum ad Baculum
También es llamado Apelación a la Fuerza. En este caso, para dar validez a una idea, se
apela a la amenaza de la fuerza o el poder en lugar de razones (sea violencia física o de otro
tipo).
- Alguien influyente: “Mire mi cabo, yo sé que me pasé la luz roja, pero usted no sabe
con quién está hablando. Yo me imagino que a usted le gusta su trabajo, o por último,
piense en su familia. Lo siento mucho, pero si me ponen la multa, tendré que hablar
con alguna gente y no será para su bien”.

La apelación a la fuerza no es siempre explícita. De esta forma, da la impresión falsa de


que se puede elegir.

2.2.1.3. Argumentum ad Hominem


Se llama así a un tipo de argumento frecuente en que, en lugar de atacar a las ideas
sostenidas por alguien, se ataca y descalifica a la persona.
- Ejemplo: “No puedo seguir escuchando lo que dices, porque sencillamente me
molesta la gente estúpida, que se cree gran cosa y no tiene idea de nada” .
2.2.1.4. Argumentum ad Ignoramtiam
En este tipo de argumento, el que lo usa pretende probar su argumento sobre la base de
que no hay pruebas que lo desmientan. Tienen la siguiente forma: Usted no puede probar que
A sea falso. Luego, es verdadero.
- Ejemplo:
Scully: ¿Que tu hermana fue abducida por alienígenas? Eso es ridículo.
Mulder: Bueno, mientras no puedas probar lo contrario, tendrás que aceptar que es
cierto.
En ámbitos científicos y legales, esta falacia está prohibida: lo que se afirme debe probarse
y mostrarse con evidencias concretas y sin especulaciones. Si no se puede probar, la cuestión
queda abierta.

2.2.1.5. Argumentum ad Misericordiam


Consiste en apelar a la piedad del interlocutor para lograr el asentimiento, usado cuando se
carece de argumentos razonables. Trata de forzar al adversario jugando con su compasión.

Ejemplo:
-“Hazlo por mi amor”.
-“Puedes hacer lo que te plazca, desde luego no te importan mis sentimientos”.
-“Sólo un gobierno sin entrañas puede echar a la calle a los trabajadores del astillero”.

2.2.1.6. Argumentum ad Verecumdiam


También llamado Apelación a la Autoridad. En esta falacia para intimidar al adversario o
quedarse con la razón, se apela a una autoridad que no está bien visto discutir. Se trata de un
uso dogmático de la referencia a la autoridad, sin aducir ningún argumento que haga
razonable su mención en la discusión.
Ejemplo:
-“El Papa, el propio Padre Santo ha bendecido hoy al Sr. Corleone. ¿Es usted más listo que el
Papa?” (De la película El Padrino III).
-“Hacer eso está muy mal, mi mamá lo dijo”.

2.2.1.7. Falacia de Ambigüedad


En este caso se trata de una falacia que ocurre por una utilización inapropiada del
lenguaje.
Ejemplo:
a-) Ocurre cuando se utiliza una misma palabra con más de un sentido en un mismo
argumento: “Los sexos no son iguales, por lo que no tienen porqué tener iguales derechos”
(donde en el primer caso es igualdad biológica, y en el segundo caso, moral o jurídica).
b-) También ocurre cuando no se utilizan bien signos de puntuación o la expresión no tiene
una estructura gramatical clara.
Por ejemplo, cuando un soldado fue a preguntarle a la Pitonisa del Oráculo de Delfos cuál
sería su destino si iba a la guerra, la Pitonisa le entregó una enigmática sentencia:
“Irás volverás nunca en la guerra perecerás”.

2.2.1.8. Falacia de Composición


Esta falacia ocurre cuando se atribuye a un conjunto de cosas características que sólo
corresponden a sus partes.
Ejemplo:
-“Conozco a algunos de los músicos de esa orquesta y son excelentes, de modo que sin duda
es una excelente orquesta”.
-“La Iglesia es de los pobres y para los pobres. De modo que la Iglesia es pobre”.
-“No sé por qué no me quedó bien la torta, si todos sus ingredientes son riquísimos”.

2.2.1.9. Falacia de División


Es la contraparte de la falacia de composición. Consiste en atribuir a las partes una
característica que corresponde al conjunto.
Ejemplo:
-“Debe ser un excelente estudiante, pues está en una magnífica universidad”.
-“Las piezas de ese automóvil deben ser muy grandes y pesadas, pues el automóvil lo es”.

2.2.1.10. Pregunta Compleja


Esta Falacia consiste en que se formula una pregunta que presupone otra pregunta que no
ha sido abordada explícitamente.
El propósito de esta falacia es forzar a la persona a formular una sola respuesta, cuando en
realidad cada pregunta debería ser abordada separadamente.
Ejemplo:
-“¿Por qué me engañas con mi primo?”
-“¿Ha dejado usted de golpear a su esposa?”
-“Señora Presidenta, ¿está usted de acuerdo con las reformas de su inepta ministra?”

2.2.1.11. Falacia del Muñeco de Paja


Esta falacia consiste en distorsionar las tesis del contrincante, poniéndola en términos que
hagan más fácil rebatir. Está emparentada con el ataque personal del Argumentum ad
Hominem, pero en este caso se centra en la tesis, aunque primero la disfraza
tendenciosamente del modo que más le convenga.
Aquí no se trata de deformar los hechos, sino que de utilizar un lenguaje más favorable
para los propios propósitos, sea exagerando, ridiculizando, simplificando, complicando o
sugiriendo cosas que no necesariamente se desprenden de la postura original.
Ejemplo:
-“Señor, yo sé que a usted le gusta ese cuentito de la reencarnación, pero ¿de verdad pretende
que yo crea que cuando me muera voy a volver como una cebolla? Y si soy una mala cebolla,
¿en que me reencarno después?”
-“El partido morado no ha apoyado la reforma de la salud, no permite que avancemos, y nos
estanca en condiciones retrógradas y anticuadas”.
-“Yo sé que usted no se ha casado por la Iglesia, pero no debe por eso imponer sus herejes y
libertinos principios a nuestros hijos”.

2.2.1.12. Falacia del Embudo


También llamada Falacia del Caso Especial. Consiste en rechazar la aplicación de una
regla apelando a excepciones injustificadas o que no vienen al caso.
Ejemplo:
Juan: -“Señora, ¿por qué no ha respetado la fila para pagar en la caja?”
Sra. Gómez: -“Porque voy muy apurada”
Juan: “Yo sé que todos tienen que pagar las cuotas pero a mí se me ocurrió la idea”.

2.2.1.13. Petitio Principii


También llamado Petición de Principio o Círculo Vicioso. Consiste en un argumento
irracional, en el cual se utiliza como evidencia de demostración aquello que está en discusión.
Pero una cosa no puede usarse como prueba para ella misma.
Ejemplo:
Hugo: -“¿Cómo puede afirmar que la Biblia dice la verdad?”
Predicador: -“Porque Dios lo dice.”
Kevin: -“¿Por qué tanta gente mayor muere de infarto?
Aníbal: -“Porque las enfermedades coronarias son la principal causa de muerte en mayores de
50 años”.

Sin embargo, es necesario mencionar que no todos los argumentos circulares son falaces,
pues hay determinados fenómenos en los cuales se da retroalimentación.
Ejemplo:
-“La hipertensión arterial lesiona el riñón y la lesión renal produce hipertensión arterial”.
-“Baja la bolsa porque se asustan los inversores, y se asustan los inversores porque baja la
bolsa”.

2.3. Sofisma
El sofisma es cualquier declaración falsa que aparenta haber sido obtenida mediante una
metodología sistemática.
Ejemplo:
“La ciencia no puede explicarlo todo por ser humano. La religión es divina e infalible. Por
lo tanto, todo lo que no es descifrado por la ciencia, lo descifra la religión”.

Este es un sofisma empleado ampliamente por predicadores cuando tratan de demostrar la


validez de la religión como método para explicar los fenómenos del Universo y la existencia
misma del Universo. La mecánica de este razonamiento es la siguiente:
Premisa 1. La ciencia es una creación humana.
Premisa 2. La religión, por el contrario, es una creación divina.
Premisa 3. Todo lo humano es falible.
Premisa 4. La ciencia es falible.
Premisa 5. Todo lo divino es infalible.
Premisa 6. Luego pues, la religión es infalible.
Conclusión: la religión lo explica todo.
Aunque aparentemente la conclusión del silogismo es una frase extraída mediante el
razonamiento, al contrario, carece de racionalidad:
En primer lugar, se usa un juicio positivo: “la ciencia es una creación humana”. Luego se
inserta un argumento negativo: “la religión es creación divina”. En este punto encontramos
un error radical porque todas las religiones son producto de la mente humana. Alguien dirá
que tampoco puede comprobarse lo contrario, y es verdad, nadie puede comprobar que las
religiones no son divinas. Sin embargo, podemos comprobar que las religiones son producto
de la mente humana, con lo cual el aspecto negativo del razonamiento queda
automáticamente eliminado. La ciencia examina lo que existe (positivo); no puede examinar
lo que no existe (negativo).
En segundo lugar, al considerar a la ciencia como humana y a la religión como divina, el
falso razonamiento crea una falsa dicotomía del conocimiento, conocimiento humano y
conocimiento metafísico. Tal derivación no existe porque todo conocimiento inteligible es
humano.
En tercer lugar, introduce la falibilidad (posibilidad de ser equívoco) como tesis
fundamental. El razonamiento falaz describe a las teorías científicas como falibles, lo cual es
cierto porque cualquier teoría científica puede ser errónea en una o en todas sus
características. Sin embargo, enseguida circunscribe una idea ficticia cuando asegura que la
religión es infalible. Las explicaciones religiosas involucran elucidaciones imaginadas, por lo
tanto no son asequibles a comprobación objetiva alguna.
La conclusión del falso razonamiento, “La religión lo explica todo”, es entonces un
sofisma.

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