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CENTRO PSICOSOCIAL ARGENTINO

SEDE MORÒN CENTRO.

CURSO DE ACOMPAÑANTE TERAPEUTICO.

Guía y apuntes de conceptos básicos del acompañante


terapéutico para abordar pacientes con patologías
graves.
 OBJETIVOS GENERALES:

Formar recursos humanos para el desempeño del rol del


acompañante terapéutico en autismo y T.E.A.

 OBJETIVOS ESPECÍFICOS:

 Brindar conocimientos básicos sobre el desarrollo de


los distintos tratamientos que hacen a la psicología de
la rehabilitación.
 Lograr a través de la generación de conocimientos
específicos, la clarificación y la revaloración del rol
de Acompañante Terapéutico.
 Capacitar teoría y práctica para el abordaje y el
desempeño de la función de A.T en las diferentes
discapacidades.
 Proporcionar instrumentos teóricos y metodológicos
que permitan un mejor desarrollo del rol del A.T.
 Informar sobre los diferentes tipos de
Acompañamientos Terapéuticos y sus ámbitos de
aplicación.
 Favorecer el desarrollo y la implementación de
nuevas formas de “acompañar”.
INTRODUCCIÓN:
Teniendo en cuenta el compromiso del Centro Psicosocial
Argentino “Sede Morón Centro”, tiene con la sociedad y
relevancia de la función social y cultural que le es propia, surge el
proyecto de este curso de “Acompañante terapéutico en Autismo y
T.E.A” que permitirá favorecer y promover el respeto por la
diversidad, el acceso a la información y al conocimiento específico
sobre la temática, construyéndose también en un espacio de
prácticas para los estudiantes de las distintas carreras relacionadas
con la salud.
Se debe destacar el incremento de la relevancia del rol del A.T. en
los distintos tratamientos que se realizan en las diversas
discapacidades y la necesidad de clarificar la función del
acompañamiento en cada caso en particular.
Consideramos que la función del A.T. no puede definirse a priori sin
relación a una práctica, a un encuadre, a la dirección de un
tratamiento, sino que debe determinarse en función a la estrategia y
planificación del mismo y que se irá delineando teniendo en cuenta
las particularidades en cada caso.
Sin embargo, en la práctica solemos encontrarnos con otra realidad:
personas que se desempeñan como A.T. sin serlo; la indicación del
A.T. en forma indiscriminada (muchas veces por desconocimiento
de la tarea especifica de un A.T.), son cuestiones que llevan a la
desvalorización del rol y que muchas veces dejan al acompañante
expuesto a situaciones indeseadas.
Por lo expresado, nuestro interés es el trabajo conjunto que aporte
los conocimientos científicos específicos, para brindar lo necesario
referido a dicha temática.
“ASPECTOS GENERALES DEL ROL DEL A.T.”:
¿Qué es un acompañante terapéutico? ¿Cómo se podría definir su
rol?; Historia del rol – Funciones básicas – Perfil necesario para ser
un A.T.; Concepto de la salud, enfermedad. Diferentes
concepciones; Vivencia de la familia ante la
enfermedad/discapacidad; Expectativas de “cura” de la familia ante
un hijo con T.G.D. o Autismo.

“ÁMBITOS DE INTERVENCIÓN DEL A.T.”:


Tipos de acompañamientos o ámbitos de intervención; Ámbito
ambulatorio; Ámbito domiciliario; Ámbito institucional; Ámbito de
integración escolar; Lo que el A.T. debe tener en cuenta en cada uno
de los ámbitos; Otros aspectos del rol del A.T.

“EL A.T. Y EL MANEJO DE CONCEPTOS BÁSICOS DE


PSICOLOGÍA EN GENERAL”:
Principales escuelas o teorías psicológicas; Teoría psicoanalítica.
Primera tópica y el trabajo del A.T. desde la segunda Tópica
freudiana; Uso y manejo de la transferencia, contratransferencia y
disociación instrumental.
Escuela Sistémica. Características principales de un sistema; Lo que
el A.T. debe tener en cuenta en un abordaje sistemático; Escuela o
modelo Cognitivo; ¿Dónde debería intervenir el A.T. desde un
modelo Cognitivo?
“NOCIONES GENERALES SOBRE AUTISMO Y
T.E.A.”:
Surgimiento histórico del concepto (Leo Kanner/Hans Asperger);
Datos generales: incidencia, prevalencia, causas, etc.; Indicadores
típicos del Autismo en edad temprana; ¿Por qué se les llama T.G.D?
(Áreas afectadas del desarrollo)
¿Sobre qué aspectos del Autismo debería trabajar el A.T.?;
Definición de Autismo según Ángel Riviere; Definición de Autismo
desde el DSM-IV; ¿Qué es el T.E.A. (Trastorno del espectro
Autista)?; ¿Es lo mismo T.G.D. y T.E.A?

“MODELOS DE ABORDAJE Y ASPECTOS TÉCNICOS DEL


ROL DEL A.T.”:
Tratamiento del autismo: Terapia Psicodinámica y terapia
Cognitivo-conductual; Modelos de modificación conductual: A.B.A
y V.B… ¿Cuál es el tratamiento más efectivo en la intervención con
personas con autismo?; Intervenciones efectivas y terapias
complementarias; ¿Dónde empezaría a intervenir el A.T.?
La intervención terapéutica según el nivel del Espectro Autista;
¿Qué debe trabajar el A.T. según el nivel de Espectro Autista?;
Relación “mente-conducta”; Objetivo principal de la intervención en
T.G.D.; Intervención conductual y aprendizaje funcional; propuesta
de un plan de modelo de Acompañamiento Terapéutico.

“LA FUNCIÒN DE A.T. EN LA FAMILIA”:


Primera entrevista con la familia del acompañado; Objetivos de la
primera entrevista; Aspectos relevantes que el A.T. debe tener en
cuenta al trabajar con la familia; Las diferentes reacciones de la
familia ante la inserción del A.T.; ¿Cómo debe manejarse el A.T.
ante los conflictos familiares?
Errores más frecuentes de los padres; Sugerencias prácticas para
padres de un hijo con discapacidad; ¿Cómo pueden los padres
colaborar con el tratamiento?; ¿Padres como CO-TERAPEUTAS o
como CO-PARTICIPES del tratamiento?; Preocupaciones de padres
con hijos con Autismo Kanner; Preocupaciones de padres con hijos
con Síndrome de Asperger; Estrategias terapéuticas para el trabajo
en casa.

“LA INTERVENCION DEL A.T. EN OTRAS PATOLOGIAS”:


El acompañamiento terapéutico en salud mental; Características de
la Esquizofrenia ¡Como debe intervenir el A.T.?; Trastorno
depresivo Mayor; Síntomas y características del acompañado.
Trastorno bipolar (Episodio maníaco); El A.T en trastorno bipolar;
trastorno de ansiedad; fobias y ataques de pánico; La función del
A.T. en los trastornos de Ansiedad; los trastornos de la personalidad
y sus alteraciones en las relaciones vinculares.

“EL ACOMPAÑANTE TERAPEUTICO EN INTEGRACIÓN


ESCOLAR”:
Integración, algunas consideraciones; ¿Qué es integrar?; ¿Quiénes
participan en la integración?; Diferenciación de funciones de: la
docente, la integradora, y el A.T.; Características del A.T. en
integración escolar; ¿Cómo intervenir ante conductas disruptivas en
el ámbito escolar?; Alteraciones del lenguaje y la importancia de la
comunicación en integración.
“COMPRENDIENDO AL NIÑO CON AUTISMO (TEORÍA DE
LA MENTE):
Teoría de la mente; Acción, Atención, Referencia y Preocupación
conjunta; Detección Precoz y signos de alerta en Autismo;
Necesidad de la intervención temprana; Intersubjetividad primaria y
secundaria; Tarea de la falsa creencia; ¿Dónde interviene y como el
A.T. en el desarrollo de las habilidades y capacidades mentalistas?

“INTERVENCIÓN CONDUCTUAL EN CRISIS EN T.E.A. Y


AUTISMO”:
Dificultades en atención y en la imitación; Programas de
intervención primaria o aislamiento para el aprendizaje; Objetivos
generales de la intervención conductual; Características de las
conductas problemáticas; ¿Cómo trabajar las autoagresiones?;
Comprendiendo el comportamiento de la persona autista (análisis
conductual); Intervención conductual en crisis; ¿Cómo se comunica
un niño autista? (Equivalencia funcional).

ACOMPAÑANTE TERAPEUTICO:
DEFINICIÓN:
El A.T. es un agente de salud mental que trabaja en quipo
integrándolo y que instrumentando medios psicológicos colabora en
la continuidad de los tratamientos, ubicándose en un lugar diferente,
apuntando a sostener empáticamente al acompañado y a su entorno
familiar.
Debemos tener en claro qué es y qué no es un A.T.:
“NO ES”:
 Un cuidador
 Un amigo
 Un enfermero
 Un asistente en discapacidad
 Un familiar
 Un psicólogo
“SI ES”:
 Un agente auxiliar dentro del campo de la salud mental
 Un agente de salud
 Un agente resocializador
 Un mediador entre el terapeuta y el acompañado
 Una pieza fundamental dentro del equipo terapéutico

El acompañante terapéutico consiste en acompañar, estar con, el


acompañado en su día a día, en sus diversas actividades, ayudándolo
a desenvolverse y a detectar las dificultades que vayan surgiendo en
cada momento, favoreciendo la emergencia de la subjetividad y el
desarrollo del lazo social. Su función, entre otras, es la de seguir las
disposiciones y consignas determinadas por el equipo terapéutico
que integra, construyéndose en un agente de cambio en salud que
contiene ansiedades y estimula potencialidades para que el
acompañado puede desarrollar un proyecto de vida.
El acompañamiento terapéutico surge como uno de los recursos, en
los tratamientos complejos, de mayor importancia desarrollado en
las últimas décadas, frente a la creciente necesidad de instrumentar
respuestas clínicas alternativas y complementarias que permitan
sostener el tratamiento de una gran cantidad de pacientes cuyo
abordaje ha resultado muy dificultoso desde los métodos
tradicionales.
Requiere para realizar su trabajo de la red humana terapéutica, que
el A.T. pueda conseguir el acompañamiento compartiendo
simétricamente, es decir, sin involucrarse masivamente en el vínculo
A.T-ACOMPAÑADO.

“CONCEPTO DE SALUD-ENFERMEDAD”:
Partimos de la definición de la Organización Mundial de la Salud
que nos dice que LA SALUD ES UN COMPLETO ESTADO DE
BIENESTAR FISICO, MENTAL Y SOCIAL Y NO SOLAMENTE
LA AUSENCIA DE AFECCIÓN O ENFERMEDAD.
Los conceptos de salud-enfermedad son determinados cultural y
socialmente.
Según Parson SALUD ES EL ESTADO EN QUE UN INDIVIDUO
POSEE LA CAPACIDAD OPTIMA DE RENDIMIENTO PARA
EL CUMPLIMIENTO EFICAZ DE LOS PAPELES Y TAREAS
PARA LOS QUE HA SIDO SOCIALIZADO.
Según esta definición, una persona sana es aquella capaz de rendir
en forma óptima, de acuerdo a las expectativas “normales” que se
tienen con respecto a su papel y a su actividad en la sociedad.
A lo largo de la historia el proceso salud-enfermedad ha sufrido una
serie de transiciones a medida que el hombre lo ha concebido dentro
de su entorno. En la era paleolítica la concepción fue mágica, donde
todo lo atribuían a lo sobrenatural siendo lo actores principales los
brujos. Tiempo después en Grecia surge lo natural siendo la salud
una necesidad para los seres vivos. Desde la antigüedad clásica
surge la concepción de lo ideal o utópico, lo difícil de medir y de
existir. Los métodos fueron básicamente la elaboración de modelos
de salud inalcanzables.
Aparecerá luego la concepción somato fisiológica que se acerca al
concepto de la salud como ausencia de enfermedad. Los métodos
empleados en esta concepción serán la exploración del cuerpo,
exámenes de signos y síntomas y análisis varios.
A inicios del siglo XVIII surge la concepción psicológica que
utilizara como método la exploración psicológica y psiquiátrica
individual y grupal
Posteriormente, la concepción sanitaria retoma la salud como
un estado positivo y colectivo. Estudia la transmisión social de la
enfermedad basándose en la prevención. Se ocupará de las medidas
profilácticas desarrollándose en el método científico. Puede decirse
que las disciplinas que caracterizan esta concepción son: la medicina
preventiva y social, la sanitaria y la salud pública. Utilizará métodos
de trabajo como las encuestas sanitarias y ambientales, realizando
programas de salud basados en la epidemiologia brindando
educación sanitaria a través del fortalecimiento de la prevención
individual.
La última concepción es, la denominada político legal, cuya
característica es la salud como derecho y obligación universal,
teniendo reconocimiento legal y participación estatal en los derechos
del hombre. Sus métodos de trabajo están basados en la legislación
que trata de seguridad social y que derivan de programas políticos y
sociales.

“REACCIONES PSICOLOGICAS ANTE LA ENFERMEDAD”:


Las reacciones psicológicas ante la enfermedad deberán ser tenidas
en cuenta por el acompañante terapéutico ya que la enfermedad es
una vivencia que quedara como una huella en el acompañado.
La vivencia de la enfermedad va a estar cargada de importantes
elementos que la persona registrara de distintas maneras de acuerdo
al tipo de patología y a la historia de vida del sujeto, entre otras
pautas que influirán en este registro.
En líneas generales la vivencia de la enfermedad se corresponde con
una conducta frustrante que genera displacer psíquico. Se puede
decir que una persona puede vivenciar la enfermedad como:
- Una situación de imposibilidad de realizar sus actividades,
- La imposibilidad de valerse por si mismo,
- El sentirse “distinto” a los demás y no poder hacer lo que
hacen los demás,
- La ruptura de su proyecto existencial,
- Una situación de aislamiento,
- Una situación de invalidez que lo bloquea y condiciona en el
desarrollo de sus actividades cotidianas.
Existen elementos que influencian esta vivencia como por ejemplo
el tipo de enfermedades, aguda o crónica, el pronóstico y evolución
de la misma, la edad, el sexo, la cultura e historia familiar, el nivel
de formación recibida, etc.
¿CUALES SON ESTAS REACCIONES PSICOLOGICAS?:
No son permanentes, si se recobra la salud recupera el estado
psicológico anterior.
- REGRESION: Se refiere a una conducta infantil que no se
corresponde con la edad cronológica. Se produce al pasar de
un rol activo (estar sano) a un rol pasivo (estar enfermo), tiene
que ver con el estado de dependencia y con el entorno
hospitalario. En este entorno la persona pierde su identidad (es
un numero de historia clínica o de cama, o solo alguien que es
objeto de cuidados).
- INCULPACION: El paciente se siente culpable de su
enfermedad, se aísla y se deprime.
- EVASION: Se usa como medio para escapar de las
dificultades de la vida. Exagera los síntomas y minimiza los
efectos del tratamiento. Algunas personas viven la enfermedad
como algo insoportable y se refugian en el alcohol y las
drogas.
- NEGACION A LA REALIDAD: Puede ser parcial o total, se
niega la enfermedad o se le resta importancia. Se produce ante
el diagnostico produciendo un obstáculo para el tratamiento
rápido (por ejemplo, pacientes con cáncer).
- REACCION DE ANSIEDAD: Se expresa con sentimientos de
temor, emoción y síntomas somáticos. Se manifiesta por:
o Aspectos cognitivos: miedo, tensión emocional.
o Aspectos fisiológicos: alteraciones en el funcionamiento
del sistema nervioso autónomo (aumento del ritmo
cardiaco, taquicardia, palpitaciones), alteraciones del
funcionamiento del sistema respiratorio
(hiperventilación), variación de la presión arterial.
o Aspectos motrices: temblores, tartamudeo, pánico.
“LA SALUD MENTAL EN NUESTRO PAIS”:
HISTORIA DEL ROL DEL A.T. EN ARGENTINA:
Hay diferentes versiones sobre el origen del acompañamiento
terapéutico, en la Argentina. Fines del ´60 principios del ´70.
- Relaciona su comienzo con la practica psiquiátrica no
tradicional. El acompañante se presenta como una alternativa
de atención y una alternativa a la internación psiquiátrica. Rol
bastante indiferenciado del terapeuta. (EXTRAMUROS…
fuera del psiquiátrico)
- Fines de la década del ´60 surge la figura del “AMIGO
CALIFICADO”, luego llamado por el Dr. Eduardo Kalina,
“ACOMPAÑANTE TERAPEUTICO”. Se relaciona su
comienzo con la creación de los dispositivos de tratamiento
como la comunidad terapéutica y el Hospital de día.

“CONCEPTO DE SALUD MENTAL”:

DIFERENTES DEFINICIONES:
1) Salud mental o estado mental es la manera como se conoce
el estado de equilibrio entre una persona y su entorno socio
cultural. Este equilibrio garantiza su participación laboral,
intelectual y de relaciones para alcanzar el bienestar y una
mayor calidad de vida.
2) Salud mental como estado de bienestar y psicológico en el
cual el individuo es capaz de hacer uso de sus habilidades
emocionales y cognitivas y de responder a las demandas
ordinarias de la vida cotidiana.
3) Salud mental como estado de relativo equilibrio e
integración de los elementos conflictivos constitutivos del
sujeto, con crisis previsibles e imprevisibles, registrables
subjetiva u objetivamente. (Crisis previsibles: la adolescencia,
edad media de la vida), crisis imprevisibles (Enfermedades,
separación, muerte de un ser querido).

DOS ASPECTOS EN SALUD MENTAL:


1) ¿Qué es la salud mental?
Es aquello que cualifica el estado de la vida mental y de su
funcionamiento en el nivel individual. Hace referencia a
vivencias psicológicas y emocionales que explican la
experiencia subjetiva de las personas. La idea de salud mental
evoca enfermedad mental.
2) ¿Cómo se preserva?
La salud mental no es algo que uno tiene sino algo que uno
hace o construye. Se puede hablar de factores de riesgo en
salud mental, por ejemplo: desempleo, rigidez en las actitudes,
poco o nulo apoyo familiar, desacuerdos graves en la pareja,
enfermedades crónicas o invalidantes, etc. Se puede hablar
también de factores que disminuyen el riesgo: adaptación
social; actividad; calidad de lazos afectivos; expectativas y
opciones de educación y trabajo; autoestima adecuada, etc.

“LA SALUD COMO MODELO BIO-PSICO-SOCIAL”. Es


un concepto integrador.

“SALUD MENTAL Y SALUD PUBLICA”.

La salud mental es una especie del género salud, es un


subsistema del sistema global denominado Salud Publica.
Aunque históricamente parece surgir como un quehacer de la
psiquiatría, se puede decir que se fue construyendo como un
espacio a partir del aporte de distintas áreas de la ciencia:
sociología, antropología, psicoanálisis, psicología, neurología
entre otras. Como ya vimos existe cierta distorsión entre la
enfermedad como hecho clínico y la experiencia subjetiva que
se puede tener de ella. Las características clínicas de una
enfermedad pueden presentar cierta regularidad en los
diferentes casos, pero las experiencias fenomenológicas de
padecerlas o sentirlas son diferentes.
Por eso nuestro lugar como agentes de salud está por un lado
en conocer las clasificaciones nosográficas, pero también
comenzar a aprender a escuchar, a ver no solo al acompañado
sino también al medio en el que se encuentra inserto. Por lo
tanto, es muy importante tener en cuenta que los A.T. deben
poseer una importante capacidad de observación de las
situaciones en las que se encuentra su acompañado. Esta
observación no se circunscribe solo a las manifestaciones
verbales del paciente sino también a todo otro tipo de
manifestación que se presente tanto en él como en su entorno.
La salud mental es algo que todos deseamos para nosotros
mismos. Cuando hablamos de felicidad, paz, tranquilidad, goce
o satisfacción estamos hablando de salud mental, aunque no lo
sepamos. La salud mental es algo que tiene que ver con la vida
cotidiana de toda la gente (salud pública). Tiene que ver con la
forma en que las personas armonizan sus deseos, ambiciones,
capacidades, ideales, emociones e ideas para hacer frente a las
exigencias de la vida. Está en estrecha relación con:
- Como se sienten con respecto a sí misma.
- Como se sienten como respecto a los demás: relación
individuo-medio.
- La forma en que se enfrentan a las exigencias de su propia
vida: tiene que ver con cómo se efectúa frente a las situaciones
conflictivas o de estrés.
No existe una línea divisoria que separe a las personas con
salud mental de aquellas que no la disfrutan. Hay muchos
grados de salud mental. No hay una característica que por sí
sola pueda considerarse como evidencia de buena salud
mental, ni la falta de alguna como evidencia de enfermedad
mental. Además, nadie posee todos los componentes de la
buena salud mental en forma permanente. La salud, en
definitiva, es tan abarcativa porque comprende muchos
aspectos, desde ahí mismo es que ha llegado a definírsela
como un concepto “bio-psico-social”, un concepto integrador.

“NORMALIDAD Y ANORMALIDAD”:

Parte de la confusión y no entendimiento de ciertos conceptos


en psicología y psicopatología se debe a que, por un lado, se
estudian HECHOS (comportamientos, bioquímica cerebral,
etc) que corresponden a las ciencias FACTICAS, y por otro se
estudian entes FORMALES (que estudian símbolos). Son
planos distintos y al tratar de conjugarlos, sin tener en cuenta
esto, se produce la confusión conceptual.
Pero a su vez, si separamos estrictamente los planos, caemos
en un dualismo metodológico. Si bien la conjunción plena no
es posible y la separación estricta nos llevaría a nuevos tipos
de errores, una alternativa es mencionar desde qué plano
(fáctico o formal) estamos analizando la cuestión.
Porque si nos limitáramos estrictamente al plano formal
invariablemente modificaríamos algunos conceptos con lo cual
confundiríamos símbolos (yo, ello, etc.) con hechos:
terminaríamos hablando de entes ideales como si tuvieran
existencia real, concreta.
Si trabajáramos sólo con hechos mensurables, propios de las
ciencias fácticas nos veríamos obligados a abandonar el
estudio de esencias humanas que corresponden al terreno
formal, con lo cual el análisis se tornaría incompleto.
En el análisis de los conceptos de normalidad/anormalidad se
puede observar de qué manera juegan estos planos. Existen dos
criterios básicos de los cuales derivan los conceptos de
normalidad vigentes:
1) EL CRITERIO ESTADISTICO: establece como normal al
“hombre promedio”, a aquel que por sus características se
aproxima a la media aritmética de las características del grupo
a que pertenece. Es un criterio cuantitativo y “realista”, basado
en hechos de observación, ya que tiene en cuenta como el
hombre ES (y como DEBE SER).
Es decir, que si un individuo tiene una conducta semejante a
las conductas mayoritarias de su comunidad es NORMAL.
Esta “adaptado”. Y aquellos que se alejan del promedio (como
en los extremos de la curva de Gauss) son considerados
ANORMALES.
2) EL CRITERIO NORMATIVO: tiende a considerar al
hombre NORMAL a aquel que se asemeja a un MODELO de
perfección humana, que reúne las características DESEABLES
(ideales) de acuerdo a un sistema de valores imperante.
Establece como el hombre normal “DEBE SER”, es decir, es
un criterio axiológico, para el cual la normalidad es una
condición cualitativa.
Por ejemplo: algunos autores resumen las cualidades deseables
de una persona adulta “madura” en externas e internas (existe
disparidad de criterios en cuanto a equiparar los conceptos de
normalidad, salud y madurez.).
“CARACTERISTICAS EXTERNAS”:

- Aceptación de la realidad: tener una percepción objetiva de


deseos y fantasías.
- Armonía y adaptación: en lo social, laboral y familiar.
- Independencia: poseer criterios propios, capacidad de lograr
sustento económico, alcanzar un adecuado nivel de relación
heterosexual.
- Tolerancia: a las propias frustraciones, fracasos y limitaciones
y a las diferencias e imperfecciones de los demás.
- Responsabilidad: por el resultado de nuestras acciones y por
las personas que están a nuestro cuidado.
- Expresividad: capacidad para comunicar los propios
sentimientos e ideas.
- Creatividad: como expresión de iniciativa, plasticidad y
libertad.

“CARACTERISTICAS INTERNAS”:

- Capacidad de “Insight”: darse cuenta de las propias


posibilidades, motivaciones y limitaciones. Adaptarse como se
es.
- Manejo de la ansiedad y agresividad.
- Aceptación de la variabilidad de las circunstancias (buenas y
malas). Satisfacción con la vida.
- Capacidad para establecer relaciones afectivas estables y
satisfactorias.
- Continuidad, consistencia y unidad de personalidad.
- Capacidad de estar solo: tolerar sin angustia los periodos de
soledad.
“EL DEVENIR HISTORICO DE
LOS CONCEPTOS SALUD-ENFERMEDAD”:

Hace 45 siglos el pueblo Asirio Babilónico creía que la


ENFERMEDAD era una IMPUREZA MORAL o espiritual
provocada por los dioses como réplica a una transgresión moral. La
“culpa” (del latín culpa: falta, pecado) se buscaba en la
BIOGRAFIA del enfermo. Para los griegos la enfermedad también
era de origen divino, pero la impureza ya no era moral, sino FISICA,
y por lo tanto TRATABE con baños purificadores.
Esto fue un salto conceptual enorme ya que, si la enfermedad era
causada por los dioses y significaba una impureza del ALMA, el
hombre no tenía acceso a ella (cosa de los dioses), es decir, no podía
ser curado por otros hombres, solo por el perdón de un dios. Pero si
la impureza estaba en lo físico, (cosa de los hombres), un hombre
que conociera las leyes de la naturaleza (physis) podía curar a otros.
Los griegos pensaban que la naturaleza (physis) se guiaba por leyes,
que tenía un ORDEN, una armonía (idea pitagórica). Así, si
conocían las leyes propias de la naturaleza del organismo, la
fisiología, cuando un hombre enfermaba otro hombre podía ayudar,
acompañar a la naturaleza en el proceso de restitución de la armonía
(la salud). Cuidar al otro, hacer medicina (del griego medein: cuidar
a).
“EL TRÍPODE DEL CONCEPTO DE ENFERMEDAD”:
El concepto de enfermedad deriva de tres ideas básicas:
1) INTRÍSECA: es generada por un DESEQUILIBRIO interno del
individuo.
2) EXTRÍSECA: es generada FUERA del individuo y este la
incorpora.
3) MIXTA: el individuo presenta una PREDISPOSICION que lo
sensibiliza a ciertos agentes externos.

“MÉDICO / ENFERMO: VIVENCIAS”:

El “sentirse mal” es algo concreto para el enfermo, para él la serie de


síntomas que experimenta, una vez superados sus conocimientos
para neutralizarlos (“yo solo no puedo solucionarlos”), lo obliga a
consultar a alguien que él reconoce como más idóneo para ayudarlo
en el trance (religioso, brujo, curandero, familiar líder, médico, etc.)
la salud es el bienestar, que le permite recuperar su nivel de acción
habitual. Los grados de sintomatología van de la simple “molestia”,
superada con prestarle poca atención, a la “incapacidad” que
concentra la máxima atención en el síntoma. El grado de atención
que el individuo utiliza para sus síntomas depende de factores como:
sensibilidad, inseguridad, experiencias de sintomatología de cuadros
similares (ejemplo: dolor parecordial en anginosos), etc. Es decir, la
manera particular con que la persona vivencia el medio generado por
el síntoma (de la hiposensibilidad a la hipersensibilidad).
El síntoma, salvo muy pocas excepciones, es desagradable,
subjetivo, intransferible, poco comunicable (entre otras cosas por las
características enunciadas arriba), genera inseguridad y en
consecuencia, miedo. Existen estados de euforia patológica, o
groseras fallas en la evaluación del estado interior (como en la
psicosis, oligofrenias, etc.) en los que, el “síntoma” (como vivencia
subjetiva), no existe, y la valoración de la distorsión es realizada por
un observador. En estos casos, desde luego, al no existir el “sentirse
mal”, tampoco existe la necesidad de ayuda. El enfermo valora de
acuerdo a su grado de “sentirse mal” y de su incapacidad, la
enfermedad.
Para el médico la enfermedad es algo que “tiene” el otro. No se da
en el plano de su sentir, sino en el plano de la lógica: la enfermedad
es un conjunto de síntomas y signos que corresponden (o no) a un
patrón, ubicable en la clasificación nosológica, que es de su
conocimiento. Es un trabajo intelectual asociativo, relacional, donde
los síntomas (conocimientos y transmitidos por el enfermo:
concretos para el enfermo, subjetivos para el médico), los signos
(observados por el médico, concretos para el médico, a veces
conocidos por el enfermo) dan como resultado un cambio de nivel
(de lo concreto a lo abstracto) que le permite al médico rotularlos
como “una” enfermedad (en la mayoría de los casos). La
impenetrabilidad en el otro (el hiato yo-otro), hace que este paso sea
el único posible, y que el médico sólo se maneje con conjeturas y
suposiciones, dando lugar a la posibilidad de error.
El médico, por lo general, modifica la enfermedad, la concretiza, la
personaliza, la extrae de la persona y la convierte en un ente
viviente, con el cual “debe enfrentarse”; por eso se refiere a “la
catatonia”, “el cáncer”, la “esquizofrenia”, etc. Esto, que es
operacional, cómodo para resumir frases como “la Sra, tal que
padece síntomas compatibles con lo que por convención se llama
Catatonia…”, se convierte con el uso en una distorsión conceptual:
separar la enfermedad del paciente.
“¿QUE ES LA DISCAPACIDAD?”:

Entre otras definiciones: ES LA DISMUNICION DE UNA


CAPACIDAD EN ALGUN AREA ESPECIFICA.
Se deben diferenciar dos conceptos:
- DEFICIENCIA: es toda perdida o anormalidad de una
estructura o función psicológica, fisiológica o anatómica.
- DISCAPACIDAD: es la consecuencia de una deficiencia sobre
las actividades físicas, intelectuales, afectivo-emocionales y
sociales.

“DEFINICION DE LA O.M. DE LA DISCAPACIDAD:


“Es la perdida de la capacidad funcional con déficit en un órgano o
función que trae como consecuencia una disminución en el
funcionamiento intelectual y en la capacidad para afrontar las
demandas cotidianas del entorno social.”
¿De qué hablamos cuando hablamos de discapacidad?:
- Puede ser definitiva o recuperable o compensable (mediante el
uso de prótesis u otros recursos).
- Disminución de una capacidad.
- Consecuencia de una deficiencia (sobre actividades físicas,
intelectuales, sociales, etc.).
- Perdida de una capacidad funcional.
- Distintos grados: leve, moderada, severa y muy severa.
- Evolución: progresiva, estacionaria, regresiva.
- Puede ser congénita o adquirida.
De todas las características dependerán las reacciones psicológicas
del individuo y su familia.
“EVOLUCION HISTORICA DEL CONCEPTO DE
DISCAPACIDAD”:

Básicamente hay que hablar de dos modelos que aun hoy conviven y
reflejan el devenir histórico de este concepto.
- MODELO TRADICIONAL: según este modelo las personas
con discapacidad siempre han tenido un lugar preestablecido
dentro de una comunidad.
En la antigüedad, en la edad media y en el renacimiento las
personas con discapacidad sufrían una doble marginación,
tanto orgánica-funcional como social.
Entre los siglos XV y XVI aparecen los centros de aislamiento
pasando a ser los discapacitados sujetos de asistencia. Será
recién en el siglo XIX que la persona con discapacidad se
transforma en objeto de estudio psico-mèdico-pedaagògico.
Podría decirse que se inicia una mirada que involucra a varias
disciplinas (inicios de la interdisciplinar).
- MODELO DE REHABILITACION: este modelo surge en el
periodo que transcurre entre las dos guerras mundiales; ante la
necesidad de rehabilitar a la mayor cantidad de discapacitados
posibles para que pudieran reintegrarse al trabajo y ser
socialmente productivos. Se le otorga, entonces, un papel muy
importante a la rehabilitación profesional por lo que la persona
con discapacidad dejara de ser una carga para la sociedad…
Surge de esta manera el rol del rehabilitado y la idea de que las
personas con limitaciones podrían hacer uso de sus
potencialidades.
“DEFINICIÒN DEL ENCUADRE”:

Especie de convenio claro y especifico con quienes requieran el


servicio de un acompañante terapéutico. Se establecerá según las
características del acompañado, la patología y las directivas del
equipo tratante.

FUNCIÒN DEL ENCUADRE:


- Mantener la tarea dentro de los límites que supone la misma
- Organizar la tarea del A.T.
- Establecer claramente los objetivos del acompañamiento
- Evitar malos entendidos o dobles discursos
El cuadre determina lo que se mantiene constante en el proceso
terapéutico, ¿Qué establece el ENCUADRE?:
- Los objetivos del acompañamiento
- La cantidad de horas de cada encuentro
- La frecuencia de los encuentros
- Los honorarios
- Los horarios

“ASPECTOS TÈCNICOS DEL ROL DEL A.T. EN LA


INSERCIÒN EN EQUIPO TERAPEUTICO”:

- Cuaderno de información: Se puede decir que es algo similar a


lo que sería la “historia clínica” del acompañado, en donde
consta toda la actividad que se realiza con el paciente, el
horario, los días, las dificultades y/o los adelantos logrados,
etc. En este cuaderno o en cualquier otro tipo de registro
debería constar:
a) Encuadre y modificaciones del mismo
b) Actividades
c) Actitudes
d) Características del vinculo
e) Dificultades del paciente y del A.T.
f) Observaciones
g) Registro interno (transferencia y contratransferencia; la
relación con el entorno del acompañado)

Se sugiere breve informe escrito después de cada encuentro


con el paciente.

SUPERVICIÒN DEL CASO CON EL A.T.:


- Debe constar en el encuadre(frecuencia)
- Puede ser realizada por otro A.T. de mayor experiencia que
integre el equipo y conozca el caso
- Es necesaria, aunque nos sintamos seguros de la tarea
(Siempre hay distintas perspectivas ante una misma situación).

LAS FUNCIONES FUNDAMENTALES DEL A.T EN


DISCAPACIDAD:
Sostener y acompañar en:
- RECUPERAR: Volver a poseer algo perdido
- REHABILITAR: Volver a su capacidad de …

A.T - EQUIPO TERAPEUTICO:


Como ya se dijo el acompañante terapéutico para desempeñar
correcta y éticamente su función, deberá SIEMPRE estar
inserto en un equipo de trabajo de trabajo que podrá estar
conformado, de acuerdo a si hablamos de salud mental o de
discapacidad, de distintas maneras. Estará así mismo dirigido
por profesionales de distintas disciplinas, psiquiatra,
psicólogos, neurólogo, oncólogo, etc.
El A.T. ocupa una posición asimétrica con respecto al
profesional que dirige el equipo, pero no implica que deba
asumir una posición pasiva. Deberá “construir” el espacio que
le corresponde como un integrante más del equipo, teniendo en
cuenta la relación privilegiada que sostiene con el
acompañado, sobre todo por la cantidad y la calidad del tiempo
que comparte durante el desarrollo del acompañamiento
(vinculo privilegiado, que ningún otro miembro del equipo
tiene con el paciente).

“PRIMERA ENTREVISTA DEL A.T. CON EL


PROFESIONAL TRATANTE”:
En esta primera entrevista el A.T:
- Tendrá conducta activa ya que necesita recabar información
sobre el caso
- Necesita configurar un cuadro de situación tanto sobre el
futuro acompañado como sobre el equipo y la dirección del
tratamiento
- Buscará tener en claro los objetivos terapéuticos propuestos
por el terapeuta para poder elaborar un plan de trabajo acorde a
los mismo
- De acuerdo a las indicaciones de quien dirige el tratamiento
organizara entrevistas con los restantes integrantes del equipo
involucrados en el caso (psicólogo, fonoaudiólogo,
nutricionista, etc.)
“INFORMACION BASICA QUE DEBE REVELARSE EN
LA PRIMERA ENTREVISTA”:

Entre toda la información que surge de una entrevista de estas


características, no puede faltar la siguiente:
- Diagnostico presuntivo
- Objetivos generales del tratamiento
- Objetivos terapéuticos del acompañamiento
- Encuadre (tanto con el paciente como con el equipo)
- Características particulares del caso (nombre, edad, familia,
con quien vive, intereses y gustos, experiencia anterior con
acompañantes, de quien surge la demanda, expectativas del
paciente y la familia con respecto al tratamiento y al
acompañamiento, etc.)
- Evolución de la patología

“SUPERVISIÒN”:
La supervisión de la tarea del acompañante es uno de los aspectos
indispensables de la función del A.T.
Puede ser realizada por un acompañante terapéutico de mayor
experiencia que conozca el caso o por el terapeuta que dirige el
tratamiento. En este espacio además de los aspectos técnicos se
compartirán los miedos, dudas, aciertos del A.T. en su rol. Si
hicieran falta, se reorientarà la tarea mostrándole al acompañante
que no debe centrarse en lo oculto o latente ni tampoco sólo en lo
expreso o visible; debe intentar COMPRENDER. También en la
supervisión se podrá revisar el encuadre y se le dará
fundamentalmente importancia a los aspectos transferenciales y
contratransferenciales que surgen del vínculo con el acompañado.
LA SUPERVISIÒN:
- Debe ser exigida por el acompañante
- Debe estar en el encuadre
- Puede ser realizada por otro A.T. de mayor experiencia que
integre el equipo y que conozca el caso
- Es SIEMPRE necesaria, aunque el A.T. se sienta seguro de la
tarea. Siempre benefician las distintas miradas o perspectivas
sobre una situación…

“CARACTERISTICAS DEL ACOMPAÑAMIENTO EN


DISCAPACIDAD”:

El acompañamiento terapéutico en discapacidad requiere una mayor


entrega por eso se deben tener en cuenta los siguientes aspectos:
- PERSEVERANCIA: los logros son lentos y requieren de
tiempo y mucho esfuerzo.
- PACIENCIA: para no desanimarse frente a la lentitud en la
evolución, en el progreso para alcanzar los objetivos
terapéuticos planeados por el equipo.
- EMPATIA: comprensión de la situación o del estado del
acompañado y su familia.
- HUMOR: es necesario y vital. Ayuda a resistir y superar los
contratiempos, relaja y facilita la resolución de conflictos.
- CREATIVIDAD: ser creativo aleja el comportamiento
automático y genera el descubrimiento de otras respuestas.
Tengamos en cuenta que se entiende por crear: es despertar la
capacidad de producir algo nuevo. El A.T. debe potenciar la
creatividad en sí mismo y en el otro.
“GUIA DE PARA BÚSQUEDA LABORAL DE
LOS PROFESIONALES DEL
ACOMPAÑAMIENTO TERAPEUTICO”:

“PATOLOGIAS EN LAS QUE SE INDICA UN A.T.”:


El acompañamiento terapéutico se instrumenta en la gran variedad
de patologías:
- trastornos psicóticos,
- trastornos de ansiedad,
- drogodependencia,
- trastorno de la conducta alimentaria,
- trastornos de la personalidad,
- enfermedades terminales,
- discapacidad,
- patologías de la vejez,
- entre otras.

“AMBITOS DE TRABAJO DEL A.T”:

No debemos dejar de tener en cuenta que acompañar


terapéuticamente es prestar una escucha activa, asistir en el hacer,
estableciendo un vínculo que posibilita la creación de una alianza de
trabajo en diversos espacios. En situaciones de crisis, la presencia
del A.T. se transforma en una presencia terapéutica que puede
permanecer durante el tiempo que está se prologue. En patologías
crónicas el A.T.: además de contención, promueve una mejor
calidad de vida con los recursos disponibles para el paciente y su
entorno socio-efectivo. Pueden también, desarrollar su tarea en el
ámbito del domicilio del acompañado, en su cotidianeidad, en el
lugar de internación, hospital de día o instituciones a las que asista,
siempre con estrategias determinadas por el equipo, vehiculizando
un proceso de integración social y reinserción laboral, mediando
vínculos entre el paciente y su familia, instituciones educativas y
recreativas.
El accionar del acompañante terapéutico aportara respecto a lo
acontecido durante el día, en situaciones críticas, en conflictivas
vinculares del acompañado, en la supervisión y monitoreo de la
medicación. Recopila información de gran utilidad para los
integrantes del equipo, que no podrían obtener en los espacios de
consultorio o a nivel institucional. El acompañamiento domiciliario
cumple objetivos fundamentales al compartir vivencias en el hogar,
accediendo a una distinta visión de la problemática familiar,
pudiendo ayudar en el mismo campo a esclarecer y resolver
situaciones conflictivas de convivencia y redistribuir la patología
depositada en el paciente. En la internación psiquiátrica, durante los
permisos de salida o los primeros momentos del alta, en las
internaciones domiciliarias o en los intentos de suicidio y cuadros
depresivos graves, el A.T. será una pieza clave al estar al lado del
paciente.
En pacientes con discapacidad mental la personalización del trabajo
permite alcanzar logros significativos en la comunicación, el
autovalimiento y la integración comunitaria a través de distintas
actividades, donde se entrecruza lo terapéutico, lo pedagógico y lo
comunitario, siempre en el camino dirigido a mejorar la calidad de
vida de los acompañados y sus familias, rescatando lo subjetivo de
cada uno, donde los factores resilientes serán descubiertos o
activados. Podemos hablar, también, del acompañamiento
psicosocial que se relaciona con la apertura de espacios de expresión
y reconocimiento del impacto emocional que determinadas
situaciones individuales y de las capacidades de los acompañados.
- EN LA URGENCIA: episodios psicóticos, depresión,
descompensación de pacientes bipolares, etapas agudas de
pacientes psiquiátricos crónicos, en situaciones de crisis en
cualquier patología.
- EN LA INTERNACION PSIQUIATRICA: durante los
permisos de salida o en los primeros momentos del alta o en
los primeros momentos de la internación.
- EN EL ÁMBITO MÉDICO: pacientes pre y post quirúrgicos;
tratamientos que requieran sucesivas internaciones; terapias
oncológicas, discapacidades que requieran rehabilitación; etc.
- EN CUADROS ADICTIVOS CON SITUACIONES DE
IMPUNIDAD-COMPULSION: trastornos de la alimentación
(anorexia y bulimia); toxicomanía y otros tipos de adicciones.
- EN EL DOMICILIO DEL PACIENTE: en la cotidianeidad del
acompañado, en las actividades diarias, mediando en el
vínculo entre la familia y el acompañado (está implícito lo
ambulatorio)
- EN EL ÁMBITO EDUCATIVO: integración

1. ACOMPAÑAMIENTO AMBULATORIO:
- El acompañado puede estar o no dado de alta; puede estar
próximo al alta
- Son pacientes que pueden actuar en el mundo exterior
- Se puede planificar actividades acordes a las potencialidades
del acompañado
- Tarea del A.T.: ayudar al acompañado a planificar e
instrumentar un organigrama de su tiempo (plan de
actividades) que incluya aquellas actividades en las cuales el
acompañado presenta menos autonomía para actuar.
- En este caso el A.T. actúa como agente resocializador
- Trabaja en los vinculo, y favorecer una mejor relación con su
familia, con desconocidos
- Los objetivos terapéuticos deben ser claros
- El encuadre debe ser claro pero no perder la dirección de la
tarea
- Espectro de actividades muy amplio: acompañarlo a sus
sesiones, acompañarlo en la planificación de sus actividades
(cursos, cine, etc). Siempre evaluar luego de una actividad
- Información de mucha utilidad para el equipo tratante
- (fantasías y miedos del A.T.: sugerencias: ante permiso de
salida conversar primero con el psiquiatra y con enfermero/a
excelentes informantes. No olvidar medicación si la hora de la
toma coincide con la de la salida. Responsabilidad del A.T.)

2. ACOMPAÑAMIENTO DOMICILIARIO:
- Control toma de medicación
- Actúa ante la descompensación como alternativa a la
internación
- Debe ser un abordaje individual del acompañado, el A.T. no
“debería” realizar intervenciones a otros miembros de la
familia. Sí, hacer señalamientos o indicaciones que beneficien
al proceso de recuperación del paciente.
- El encuadre deberá ser muy preciso, no se le puede fallar al
acompañado (necesidad de reajuste)
- Si la situación lo requiere deberán desempeñarse dos o más
A.T. (no más de 4 horas cada uno)
(ACOMPAÑAMIENTO COMPLEJO: el A.T. se mueve en un
terreno de interacciones vinculares. No siempre hay aceptación
de todos los miembros de la familia. Pueden surgir actuaciones
y actitudes (retraso en el pago, ausencia de miembros de la
familia con quienes se deben trabajar, etc.) que apuntan a
boicotear la labor de A.T.)
(NECESIDAD DEL ESTADO DE ALERTA DEL A.T.:
a) Ante posibles proyecciones de los conflictos individuales y
grupales de la familia sobre la persona del A.T.;
b) Ante implicaciones emocional de alguno de ellos;
c) Riesgo de hacerse cargo.

3. ACOMPAÑAMIENTO INSTITUCIONAL:
- El acompañado está internado
- La tarea del A.T. tiene un doble objetivo:
a) Ayudar al acompañado a integrarse a la comunidad de la
institución y a su dinámica de funcionamiento;
b) Convertirse en nexo con el afuera para mantener y favorecer
el vínculo con la familia y con el mundo exterior en general.
- Convivencia del A.T. con los demás pacientes y con el
personal de la institución (experiencia propia: puerta de arriba,
horarios, limpieza, ubicar al paciente, etc)
- La planificación de trabajo del A.T. no debe interferir con las
actividades de la institución
- Seguimiento del desempeño en cada actividad propuesta por la
institución
- Atención de A.T. tendiente a bajar ansiedades y temores, tanto
del acompañado como a sus familias
- Presencia del A.T., casi indispensable, en el horario de visitas
- Tener en cuenta si es primera intervención o no (experiencia
personal)
Podríamos decir que lo detallado anteriormente estaría más
relacionado a una “hospitalización” que una “institucionalización”,
aunque en salud mental el acompañamiento terapéutico en los
psiquiátricos es muy frecuente. Pero en cuanto a la función del A.T
en un centro de atención en discapacidad, ¿Qué es lo que debería
tener presente? El A.T debería manejar junto al acompañado las
siguientes habilidades básicas:
- Control de sentimientos y emociones
- Buen unos de las ayudas físicas y gestuales
- Manejo de expresión facial, tono volumen de voz
- Saber presentar los estímulos y saber manejar el material
- Manejar correctamente la presentación de los refuerzos
- Manejo y control de los programas de aislamiento
- Realizar el registro del desarrollo de las actividades y de las
conductas que se presenten
- Tener paciencia y perseverancia
El A.T. institucional, al entregar a un niño o al acompañado a los
padres o familiares deberá tener en cuenta los siguientes aspectos,
entre otros:
o No debe exceder los 10 minutos
o Debe ser clara, concreta y breve
o Tener en claro que “devolución” no es sinónimo de
“entrevista”
o Se debe focalizar sobre lo que trabajo en la sesión
o Primero siempre se resaltará lo positivo y luego los
aspectos a mejorar
o Cualquier inquietud o consulta de los padres será
trasladada al equipo
o Mientras se realiza la devolución el niño permanecerá
sentado y en los casos que resulte factible podrá
participar de ella

4. ACOMPAÑAMIENTO EN INTEGRACIÒN ESCOLAR


(introducción):
El acompañamiento consiste en una estrategia terapéutica que
se despliega en la cotidianeidad de un niño o una persona que
necesita asistencia especializada, permitiendo la re-adaptacion
del mismo a su vida diaria, al grupo familiar y con la
comunidad en general. La tarea se realiza siempre en equipo y
los objetivos son planteados por el profesional tratante. La
función del acompañante puede ser requerida en:
- ASISTENCIA INSTITUCIONAL: Internación clínica,
hospital de día, institución psicopedagógica, institución de
rehabilitación, institución pedagógica de integración.
- ASISTENCIA DOMICILIARIA: Internación domiciliaria,
tratamiento ambulatorio.
Por lo general, quienes requieren y necesitan la asistencia de
acompañamientos, hablando desde una institución académica
pedagógica, son aquellos niños que presentan una disminución de
sus posibilidades de auto valimiento, y que a su vez presentan, un
significado retraimiento social producido por una discapacidad o una
enfermedad, y que NECESITAN de un PROYECTO DE
INTEGRACION.
Por tales razones, la información de un A.T. debe tener presente la
importancia de articular los conocimientos teóricos del fenómeno
psicológico con la práctica clínica en la institución escolar, es decir,
la aplicación de conceptos psíquicos a la función social que implica
la integración del niño a la comunidad académica.

“OBJETIVOS GENERALES DEL A.T.”:

 Lograr adquirir la competencia necesaria para realizar las


tareas básicas y fundamentales de la ocupación de A.T.
aplicando las normas biométricas y de seguridad pertinentes
 Incorporar y desarrollar los conocimientos suficientes que le
permitan integrarse en quipos interdisciplinarios de salud, para
desempeñar funciones en la cotidianeidad del paciente, ya sea
en las instituciones de asistencia donde el niño se encuentre
como en el entorno diario del mismo, y supervisado
adecuadamente por el profesional a cargo
 Contar con la formación tanto teórica como práctica para poder
asistir al terapeuta tanto en el control y la contención del
paciente, así como para actuar rápidamente frente a las crisis o
necesidades del mismo
 Posibilitar la capacidad de realizar acciones para auxiliar a los
profesionales en la tarea de promoción, asistencia y
rehabilitación, tanto individual como familiar, tendientes a
mejorar la calidad de vida de los pacientes y su inserción
social.
 Podrá, al estar debidamente capacitado, interpretar consignas,
elaborar informes detallados sobre su actividad y resolver
problemas habituales que se presenten en el ejercicio de su
función
 Tendrá amplios conocimientos de diversas técnicas de
aplicación terapéutica, y habrá desarrollado un sólido sentido
de servicio e incorporado los valores éticos fundamentales para
su ejercicio profesional.

“EQUIPO TERAPEUTICO”:

Para hablar de equipo terapéutico es necesario al menos dos


personas que se ocupen del paciente. Hablar de equipo terapéutico
implica: pluralidad en la asistencia, distintos roles y funciones bien
diferenciados, relación de interdependencia, hablar de unidad,
relaciones asimétricas, siempre alguien dirige (coordinación
general), de la pluralidad asistencial resulta una acción terapéutica,
los diseños del equipo (su composición) variará de acuerdo a la
patología del paciente en cuestión.
El A.T. forma parte de un equipo terapéutico, ocupando un lugar de
preferencia basado en el vínculo especial y diferente que establece
con el acompañado. Será de vital importancia que los miembros del
grupo o equipo terapéutico trabajen juntos, manteniendo una
comunicación constante y una línea de trabajo consiste para que el
tratamiento resulte efectivo. El acompañante deberá cumplir con lo
indicado por el director del equipo teniendo en cuenta que un A.T.
es un agente de cambio que estimula potencialidades en el paciente
para desarrollar su proyecto de vida a pesar de la adversidad
(activación de la resiliencia del paciente).
Es fundamental realizar en equipo la evaluación e intercambio de la
información sobre el acompañamiento en cuestión, como así
también acordar estrategias y herramientas que se implementaran en
el acompañamiento. Resulta muy interesante en este tipo de
acompañamiento, organizar con el acompañado el uso que se hará
del tiempo, seleccionar las actividades, permitirle utilizar sus
capacidades potenciales para generar motivaciones que logren un
mejor manejo de su vida cotidiana. En el caso en que el acompañado
se encuentre internado, será tarea del A.T., entre otras, integrarlo al
medio y posibilitar el vínculo con el exterior. Cuando el caso lo
requiera y así lo indique el equipo tratante, se podrá realizar guardias
de varios acompañantes (por ejemplo: intento de suicidio). Cuando
se requiere la intervención de acompañamiento por más de 6 u 8
horas seguidas, es conveniente que se trabaje con más de un A.T.,
cuidando de esta manera, no solo la eficacia del trabajo sino además
la integridad del acompañante terapéutico.
“INTRODUCCION BASICAS A LAS
PSICOPATOLOGIAS”:

“ESCUELAS PSICOLOGICAS”:
La psicología es una ciencia que da respuesta a las inquietudes del
individuo y explica el comportamiento humano desde distintas
perspectivas. En sus inicios fue una ciencia teórica, pero a partir de
la Primera Guerra Mundial se tornó una ciencia práctica.
Es importante destacar algunas diferencias con la psiquiatría, la
psicopatología, la psicología clínica y el acompañamiento
terapéutico.
- PSIQUIATRIA: estudia la sintomatología de los trastornos
mentales, los diagnostica y los trata a través de la
psicofarmacología.
- PSICOPATOLOGIA: estudia los trastornos psíquicos y la
estructura de los mismos, su presentación, su evolución y la
correlación entre ellos. Constituye el punto de unión entre el
saber psicológico y la práctica psiquiátrica.
- PSICOLOGIA CLINICA: comprende la aplicación de los
principios psicológicos para el diagnóstico y el tratamiento de
los problemas emocionales y de conducta. Para llevar a cabo
esta tarea el psicólogo dispone de una serie de métodos de
diagnóstico (entrevista, test, etc.).
- ACOMPAÑANTE TERAPEUTICO: es un agente de salud
que permite ampliar la intervención terapéutica, colaborando
con la continuidad de los tratamientos y actuando como sostén
confiable para el paciente y su familia. Los objetivos del
acompañamiento serán planteados por el profesional a cargo
del tratamiento y siempre el A.T. deberá trabajar en equipo.
 “ESCUELAS Y PANORAMA DE LA PSICOLOGIA
ACTUAL”:
La psicología como ciencia independiente nace a finales
del siglo XIX en la misma época en que se empieza a
utilizar el método científico en la resolución de problemas
que se refieren al comportamiento humano.
En la actualidad la psicología se encuentra en un estado
escolástico (dividida en distintas escuelas o teorías)
Vamos a comenzar a introducirnos en la teoría
psicoanalítica. El psicoanálisis es universalmente
considerado como uno de los logros intelectuales mas
significativos del siglo XX que ha sido influenciado por
diferentes ideas del pensamiento occidental como por
ejemplo Charles Darwin y el desarrollo de la biología, la
psicología asociacionista con autores como Berkeley,
Hume, Thomas Reid entre otros.

 “METAPSICOLOGIA”:
Es una construcción teórica que Freud elaboro para
entender y explicar lo que descubría en su práctica clínica.
Describe los procesos psíquicos desde el punto de vista
económico, dinámico y tópico.
- ECONOMICO: Se refiere a la explicación de los procesos
psíquicos según la circulación y distribución de la emergencia
dentro del aparato psíquico.
- DINAMICO: los fenómenos psíquicos son resultantes de un
conflicto entre dos fuerzas opuestas. El síntoma será el
resultado de ese conflicto.
- TOPICO: se basa en la diferenciación del aparato psíquico en
sistemas con características diferentes en lo que se refiere a su
modo de funcionamiento.
“PRIMERA TOPICA”:

En 1899 Freud sostuvo que el aparato psíquico está compuesto


por dos sistemas: el sistema inconsciente (ICC) y el sistema
preconsciente-consciente (PCC-CC).
El sistema inconsciente tiene leyes propias, está compuesto por
un conjunto de representaciones que son atemporales. En
cuanto al modo de funcionamiento, el mismo se rige por el
proceso primario con sus mecanismos de condensación y
desplazamiento. Está sujeto al principio de placer, por lo que
busca satisfacción inmediata de todos sus deseos omitiendo la
realidad externa. Desconoce el juicio de realidad. Tenemos
conocimiento de estos contenidos a través de los chistes, de los
sueños, de los actos fallidos, etc.
En cuanto al sistema consciente-preconsciente sus contenidos
no son permanentemente conscientes, pero pueden serlo con
facilidad.
“EL TRABAJO DEL A.T. DESDE LA PRIMERA TOPICA”:
El acompañante trabajara esencialmente con los contenidos del
sistema consciente-preconsciente ya que no hará
interpretaciones tendientes a hacer consciente lo inconsciente,
aunque deba prestar atención a la manifestación de los
contenidos inconscientes y a las situaciones en que surgen.

“SEGUNDA TOPICA”:

En 1923 Freud va a considerar al aparato psíquico compuesto


por tres instancias: “YO, ELLO Y SUPERYO”.
 ELLO: Es el reservorio de los impulsos. Sus contenidos
son inconscientes en su totalidad. Funciona según el
proceso Primario, por el que se busca una satisfacción
inmediata, está regido por el principio desplacer. Carente
de organización.
 YO: Es la parte del aparato psíquico que tiene que ver
con la realidad. El Yo es la parte de ello que ha sido
modificada por la influencia del mundo externo. Esta
instancia gobierna la percepción y la conciencia y es la
responsable de poner en marcha los mecanismos
defensivos.
 SUPERYO: No es innato, se adquiere por interiorización
de las exigencias y prohibiciones paternales y será el
heredero del Complejo de Edipo. Ejercerá la función de
juez o censor de Ello. Sus funciones son la conciencia
moral y la auto observación. Es la instancia que
observara permanentemente al sujeto para ver si sus
conductas e incluso sus pensamientos son o no
adecuadas.

“EL TRABAJO DEL A.T. DESDE LA SEGUNDA TOPICA”:


La tarea de A.T. será reforzar las defensas adaptativas adecuadas y
ayudar a crear nuevos mecanismos defensivos. El A.T. se ubicará
junto al YO del acompañado y desde allí intentara modificar las
relaciones que mantiene con su Ello y su Superyo para lograr hacer
frente a la realidad. Trabajar con el Yo del acompañado implica
abordarlo a sus aspectos más maduros, adaptados y conservados
para reforzarlos y enriquecerlos ayudándole a desarrollar su
potencial.
“TRANSFERENCIA Y
CONTRATRANSFERENCIA”:

“¿Qué ocurre en la relación A.T.- acompañado?:


Desde el primer contacto con el tratamiento, el acompañado
evoca deseos, miedos, expectativas, incluida la de ser ayudo.
Toda la información referida al A.T. (edad, apariencia, actitud)
será procesada de acuerdo a estos miedos, deseos y
expectativas previas. Se debe tener en cuenta, que el A.T. está
implicado e influye con su postura y conducta en la situación
terapéutica. Desde esta perspectiva, la interacción incluye todo
gesto, mirada, tono de voz que resultará significativo para el
acompañado.
Los aspectos de asimetría y autoridad característicos de toda
relación terapéutica fundan las condiciones para la activación
de transferencias que se producirán en el proceso terapéutico.
El A.T., por su formación, esta advertido y sabe de las
operaciones psicológicas que se activan en la relación, pero a
diferencia del terapeuta no se encuentra capacitado para la
interpretación, el análisis y la resolución de los contenidos
transferenciales. No se espera del A.T. que dirija la resolución
de estos procesos, lo que implicaría que identifique los
distintos procesos psicológicos activados y que evalué la
significación clínica de lo transferido, lo que excede
claramente sus propósitos.
Cuando hablamos del contenido de las relaciones terapéuticas
es ineludible hablar de los conceptos de transferencia y
contratransferencia.
La activación de procesos transferenciales aparece como una
ocurrencia espontanea en todas las relaciones interpersonales
en general. En las relaciones terapéuticas, el propósito no es la
creación o invención de la transferencia sino su revelamiento y
resolución. Es común observar cómo en nuestra vida (Magan
de Cid, 2004) nos comportamos de un modo sumiso, crédulo o
ansioso frente a personas a las cuales investimos de autoridad
y cualidades especiales. Por ejemplo, un empleado frente a un
jefe exigente y controlador, encuentra condiciones para la
activación de procesos de ansiedad y angustia asociados a la
figura de un padre crítico e intrusivo; o un joven produce, en la
relación con su pareja, conflictos, sentimientos de celos y
competencia, que son asociados al vínculo afectivo con su
hermana.
Las operaciones psicológicas de transferencias sugieren que la
ocurrencia de un hecho se explica por la experiencia previa,
pasada, del sujeto. Se refiere un contenido psicológico del
pasado al presente y de una figura parental de la infancia a otra
actual. Lo que se activa son cargas de afecto, representaciones,
creencias, deseos, conflictos, patrones relacionales, etc. Sin
conciencia de todo esto, desempeñamos los papeles asignados
de la transferencia (en la escena generada podemos ser
amados, victimas, hijos, padres, etc)
Freud dirá que la transferencia implica la idea de un
desplazamiento en el que los deseos inconscientes
correspondientes a la infancia temprana se transfieren del
objeto parental original a la figura del analista. (Laplache &
Pontalis,1981). Se convierte, de esta manera, en una ventana a
los conflictos de la temprana infancia o puede tomar el valor
de una defensa o resistencia. Entonces la transferencia
expresada en el vínculo terapeuta-paciente, es el presupuesto
de la labor terapéutica de orientación psicoanalítica y el terreno
donde se desarrolla la cura.
La relación terapeuta-paciente es el medio o recurso
terapéutico que oficia de matriz o modelo vincular y permite a
través de la interpretación y el análisis la resolución de los
contenidos transferenciales. Constituye un objetivo central del
análisis.
Mientras que en los procesos sociales cotidianos la
transferencia se reproduce, se vive, se soporta, en la relación
terapéutica se convierte en material de análisis y medio de
cura.
La transferencia es un término que adquiere extensión y
diversidad de sentido y que plantea una serie de problemas y
sus consecuentes discusiones: su función y especificidad, su
valor terapéutico, su relación con la realidad, el contenido de
lo transferido, etc. (Laplanche & Pontalis, 1981).
Tomando a autores contemporáneos como Westen y Gabbard
(2002) que tratan el tema de los procesos transferenciales,
debemos decir que la transferencia ya no se presenta como un
constructo univoco, por el contrario, presenta distintos
aspectos. Mientras en el planteo clásico la transferencia se
refiere a un único patrón relacional o es entendida como
defensa o resistencia a la cura, hoy se acepta y se comparte una
visión multifacética. Es decir que en un proceso terapéutico
ocurren múltiples transferencias que son el resultado de
procesos subjetivos de distinto orden y alcance. Se activan
procesos psicológicos diversos como por ejemplo patrones
relacionales, representaciones, repuestas afectivas, creencias,
motivaciones, expectativas. Son múltiples los procesos
simultáneos que dan forma al modo de relacionarse del
paciente. De este modo desde la visión de los autores
nombrados, la transferencia ya no es transferir, sino que trata
sobre la continua construcción y reconstrucción de
pensamientos, deseos, expectativas, patrones de relación, en el
contexto de nuevas experiencias de relación que solo pueden
entenderse en el contexto de las viejas. En consecuencia, los
procesos transferenciales implican una integración de la
experiencia presente y la pasada.
El campo transferencial queda configurado por la subjetividad
del acompañado y del acompañante y por la intersubjetividad
resultante.
Desde el primer contacto el acompañado evoca una serie de
deseos, miedos, expectativas. Toda la información referida al
A.T. (edad, apariencia, actitud, tono de voz, etc.) será
procesada a la luz de los miedos, deseos y expectativas
previas. No importa lo anónimo y no contaminante que el A.T.
intente ser, no es posible crear nada semejante a una pantalla
en blanco y esto es porque ninguna situación está libre de ser
interpretada a la luz de las experiencias previas.
El A.T. está advertido y sabe de las operaciones psicológicas
activadas en la relación, pero a diferencia del terapeuta no se
encuentra capacitado para la interpretación, el análisis y la
resolución de los contenidos transferenciales. No se espera del
A.T. que dirija la resolución de estos procesos.

“CONTRATRANSFERENCIA”:

Se utiliza la noción de contratransferencia para indicar todo


aquello que por parte de A.T. o del terapeuta puede intervenir
en el proceso terapéutico.
Son importantes las reacciones de A.T. frente a la persona del
acompañado y en particular frente a los procesos
transferenciales. Las acciones del A.T. pueden tomar la forma
de actuaciones dirigidas hacia el paciente o hacia otras
personas (familia), como por ejemplo llegadas tardes,
silencios, reacciones físicas como cansancio o dolores
musculares, mal humor, preocupación desmedida por el caso,
etc.
Todas las manifestaciones no deben ser tomadas como un
obstáculo en el vínculo, sino que deben ser tratadas en detalle
en la instancia de supervisión del acompañamiento.

“DISOCIACION INTRUMENTAL”:

El A.T. debe incluirse en el mundo del paciente, escucharlo sin


miedo, sin emitir juicios valorativos, sin interpretar, sin
apresurarse a decir algo pertenece a la realidad o no.
Debe situarse además a una distancia prudencial para poder
pensar con autonomía. Poder dialogar e interaccionar con el
acompañado manteniendo al mismo tiempo una disociación
instrumental, la cual debe ir incorporando a su modalidad
personal durante su formación, como una manera de
adaptación psicológica a una práctica que resulta, muchas
veces estresante pero siempre comprometida, como lo es el
acompañamiento terapéutico.
Disociación implica la capacidad de separarse o dividirse
internamente, dejando de lado determinados aspectos de la
personalidad y asumiendo otros, sin que se mezclen o
comuniquen entre sí.
El mecanismo de disociación instrumental permite al
acompañante dejar de lado aspectos de su personalidad que lo
identifiquen con los avatares anímicos del acompañado y de su
familia o entorno próximo, sus temores y sufrimientos, para
poder conectarse con otras partes propias que lo habilitan para
realizar su tarea con eficacia.
Se debe tener en cuenta que unos de los riesgos más frecuentes
que corre en A.T. es el de identificarse con el acompañado en
determinados momentos del tratamiento. En estos casos la
confusión puede obrar viendo la realidad tal como la describe
el acompañado o rechazándolo para eludir la confusión
Es fundamental mantener en forma estricta el compromiso
asumido porque el paciente pone a prueba permanente.
En los casos de acompañamientos a pacientes graves la
carencia y la intolerancia a la frustración que padecen, los
llevan a establecer relaciones de necesidad que incluyen
alejamientos y acercamientos repentinos, para los cuales el
A.T. debe estar preparado.
El comienzo de la relación puede ser de confianza o de
transferencia masiva, la desconfianza marca una distancia que
puede estar provocada por la patología pero que es necesaria
como en todo encuentro vincular. Cuando predomina la
transferencia masiva y abrupta se produce un vínculo de
idealización del acompañante.
La empatía lograda con el acompañado permitirá desarrollar
las funciones del A.T. con mayor eficacia y sencillez.
Se deberá tener en cuenta que la frecuencia y las características
del vínculo pueden generar confusiones de roles. El criterio
profesional podrá posibilitar un proceso de evolución clínica
favorable.
La relación interpersonal constituye el aspecto central del
proceso terapéutico, equiparándose con la calidad técnica de
las intervenciones. Esta es la razón por la cual no puede
concebirse el acompañamiento terapéutico sino es sobre la
base de la creación y el establecimiento de una buena relación
interpersonal entre A.T. y acompañado.
El éxito del proceso está condicionado por la calidad
emocional y relacional del vínculo. La relación que se genera
en un acompañamiento entre el acompañado y acompañante
resulta un espacio generador de cambios, en la vivencia y
conducta de las personas.
Esta relación entendida como método o recurso, significa
tender al paciente una red vincular, un modelo relacional,
intersubjetivo, una base microsocial que sirva a una
experiencia emocional singular de producción y reproducción
e intercambio de vivencias y conductas.
La relación de acompañamiento le permite al paciente afrontar
situaciones personales y sociales de su vida, opera como
soporte organizador de la experiencia del acompañado,
favoreciendo una relación de aceptación y confianza,
transformándose, este vínculo, en referente de seguridad.

“ESCUELA O TEORICA SISTEMATICA”:

Esta teoría comenzó a utilizarse en la década del 50,


rompiendo con el modelo psiquiátrico tradicional, de
características individualista y organicista. La unidad de
análisis es la relaciona humana (interacción) que se produce
dentro de un sistema determinado, en un momento
determinado.
Esta escuela recibe aportes valiosos de los siguientes modelos:
- La pragmática de la comunicación humana
- La cibernética
- La teoría general de los sistemas

Estos modelos fueron sistematizados por autores como Watzlawick,


Beavin y Jackson que en 1976 publicaron el libro “Pragmática de la
comunicación Humana”, que es considerada la ciencia de los ,odos
en que cada persona influye en los otros mediante la características
del mensaje que trasmite su propio comportamiento, es decir las
diferentes maneras en que cada uno confirma, descalifica o
desconforma al otro en la relación con él. Es importante, entonces,
tomar conciencia de que permanente estamos comunicado.
Para el modelo sistemático el análisis de la comunicación se
constituye en un eje relevante. Toma conceptos de la obra
mencionada para este análisis, por ejemplo:
- El contexto como matriz de los significados de todos los
comportamientos
- La noción de posición simétrica o complementaria en el
vinculo
- La noción de secuencia en la interacción
- La necesidad de la definición de la elación

Siguiendo estas características la familia es un sistema auto


correctivo, auto gobernador por reglas que se constituyen en el
tiempo a través de ensayos y errores. Este es uno de los sistemas en
donde el acompañante terapéutico deberá intervenir como agente de
cambio, aunque no el único ya que tanto el acompañado como el
acompañante integran varios sistemas al mismo tiempo y en algún
momento serán integrantes del mismo subsistema.
Se deberá tener en cuenta que cada grupo natural con historia, como
por ejemplo la familia, un grupo o equipo de trabajo, etc. se
constituye en un cierto periodo de tiempo siempre a través de
ensayos, intercambios y retroalimentaciones correctivas a través de
las que adquiere experiencia acerca de lo que esta y de lo que no está
permitido en la interacción dentro de ese grupo, hasta convertirse en
una unidad sistémica original que se sostiene por medio de reglas
que le son propias.
Estas reglas tienen que ver con el intercambio que se produce en los
grupos naturales y que tienen el carácter de comunicaciones tanto de
nivel verbal como no verbal.
El primer axioma de la pragmática de la comunicación humana
afirma que toda conducta es comunicación y que a su vez no puede
sino provocar una respuesta, respuesta que consiste en otra
conducta. Tengamos en cuenta este axioma en el desempeño del rol
de acompañante como así también en cada uno de los
comportamientos que desarrollemos en cada situación que implique
comunicación.
Es importante destacar, que este modelo propone un abandono de la
visión mecanicista-casual hacia una visión sistémica-circular,
determinando un círculo de retroalimentación o feed-back en las
conductas de los integrantes del sistema, considerando erróneo
hablar de determinación casual de las mismas. Habla de
comportamiento-respuesta que influye sobre otros comportamientos-
respuesta. Para esta escuela el poder se encuentra en “las reglas del
juego” y no pertenece ni a uno ni a otro.
Este enfoque, también, niega validez a cualquier intento de
explicación de un fenómeno aislado. Siempre lo considera en un
contexto y buscará responder dejando de lado la lógica o lineal y los
fenómenos intrapsíquicos individuales para explicarlo desde la
lógica de la circularidad y de los fenómenos interindividuales. Los
hechos que ocurren se contextúan en el aquí y ahora dentro de una
situación relacional no remitiendo a los hechos del pasado.
Es fundamental para la labor del acompañante comprender que el
concepto de disfunción sistémica implica a varias personas, además
del individuo señalado y de quienes lo señalaron.
En lo que se refiere a la lógica de la circularidad ésta se puede
explicar a partir de entender que dentro de un sistema especifico
donde se producen una serie de fenómenos A, B, C Y D, el
fenómeno D vuelve a proyectarse a una secuencia irreversible.
Se debe entender por sistema un conjunto de objetos y de relaciones
entro los objetos y entre sus atributos. Los objetos son componentes
del sistema, los atributos son propiedades de los objetos y son las
relaciones las que mantienen unido al sistema (Watzlawick, Beavin
y Jackson, 1993). “Teoría de la comunicación humana” (Edit.
Heder. Barcelona). Un sistema tiene características propias que no
son reducibles a los miembros que lo integran considerados
aisladamente. El sistema es mucho más amplio que la sumatoria de
las características de sus miembros, posee una complejidad y una
originalidad propia. Todo cambio en una de las partes afecta a todas
las demás, influye sobre ellas y hace que todo el sistema pase a ser
diferente de lo que era antes.

 “DIFINICION DE SISTEMA”:

- Según Hall y Fagen el sistema es un conjunto de personas y de


las relaciones entre ellas y entre sus atributos. Las personas son
componentes del sistema, los atributos son las propiedades y las
relaciones son las que mantienen unido al sistema.
- Es un sistema, todo comportamiento de un miembro tiene un
valor de mensaje para los demás.

“CARACTERISTICAS DE UN SISTEMA”:

- TOTALIDAD: el sistema trasciende con amplitud las


características individuales de sus miembros. Todo cambio en
uno de sus integrantes hace que todo el sistema se modifique.
- AUTORREGULACION: (homeostasis y transformación): son
importantes para entender esta característica los conceptos de
información, comunicación y feed-back o retroalimentación, es
decir la información de retorno. Al comunicar al emisor del
mensaje las modificaciones producidas por el receptor, lo insta
a comunicaciones ulteriores, en una secuencia teóricamente sin
fin. Las retroalimentaciones pueden ser negativas o positivas.
Las primeras atenúan o anulan el cambio favoreciendo la
homeostasis, mientras que las segundas viabilizan la
transformación y la modificación en el sistema.
- EQUIFINALIDAD: se refiere a que las modificaciones que se
producen dentro de un sistema, con el paso del tiempo, resultan
totalmente independientes de las condiciones iniciales del
mismo. Estas modificaciones derivan más bien de los procesos
internos del sistema y de las pautas estipuladas.

 “CON RESPECTO A LA COMUNICACIÓN”:


 Toda comunicación transmite información a nivel digital
y a nivel analógico:
- DIGITAL: es el vehículo del contenido de la comunicación
que se trasmite a través de símbolos lingüísticos o escritos.
- ANALOGICO: es el vehículo de la relación y está
determinado por la conducta no verbal (tono de voz, gestos,
etc.)
 Toda relación es simétrica o complementaria según se
base en la igualdad o en la diferencia:
- COMPLEMENTARIA: en este tipo de relación hay dos
posiciones distintas: UNA SUPERIOR Y OTRA INFERIOR O
SECUNDARIA.
- SIMETRICA: no existen dos posiciones ya que está basada en
la igualdad.
En esta relación existe el peligro de la competencia o rivalidad.
 “NO EXISTE LA NO COMUNICACIÓN”:
- Es imposible no comunicar. En una situación de interacción
toda conducta tiene valor de mensaje, es decir, es
comunicación.
- La persona puede “defenderse” de la comunicación del otro
mediante la descalificación (por ejemplo, el “cambio de
tema”).
- Una comunicación transmite información y al mismo tiempo
impone una conducta o un comportamiento.
 “EL A.T. TENDRA EN CUENTA…”:
 Que dentro de un sistema existen subsistemas que se
encuentran en constante interacción
 Que consiste en el sistema la presencia simultánea de dos
tendencias necesarias para su funcionamiento: tendencia
al estado estacionario y tendencia a la transformación.
 Que todo sistema tiene una historia y que siempre
interacciona con otros sistemas
 Que el significado de los comportamientos siempre está
en el contexto y los hechos se estudian dentro del
contexto en que están ocurriendo
 Que el sistema siempre intentará mantener su
homeostasis (equilibrio) negándose al cambio
 Que ningún hecho o comportamiento aislado ocasiona
otro, sino que cada uno está vinculado en forma circular
a muchos otros hechos o comportamientos. A esto se lo
conoce como casualidad circular. La acción de A sobre
B y la de B sobre A, se dan en una secuencia
ininterrumpida.
“ESCUELA COGNITIVA”:
 “LA PSICOLOGIA COGNITIVA”:
La psicología cognitiva se ocupa del estudio de procesos internos
tales como el leguaje, la percepción, la memoria, el razonamiento y
la resolución de problemas.
Ella concibe al sujeto como un procesador activo de los estímulos
interaccionando con el medio. Es este procesamiento, y no los
estímulos en forma directa, lo que determina nuestro
comportamiento. Las terapias cognitivas surgen a comienzos de los
años 60 y se presentan como alternativa a las teorías conductitas
Las psicoterapias que abordan aquellas creencias centrales que
provocan el sufrimiento de la persona se han mostrado como
instrumentos adecuados a la hora de afianzar los cambios
favorables en el paciente. Estas psicoterapias, que denominaremos
en plural cognitivas, se han mostrado más eficaces en el tratamiento
y abordaje de diversos trastornos psicológicos.
La terapia cognitiva trabaja a través de diversos tipos de técnicas
con los distintos niveles de la organización estructural del
pensamiento: esquemas, creencias o supuestos, pensamientos
automáticos y sobre el procesamiento (distorsiones cognitivas)
buscando identificar los mismo y modificar aquellos que en su
disfuncionalidad interfieran en la vida de la persona, tanto a nivel de
sus emociones como de sus conductas.
Es importante que se tenga en cuenta que la psicología cognitiva es
una rama de la psicología que da cuenta de la importancia de los
hechos y de cómo estos se representan en la mente humana, a través
de percepciones, pensamientos lógicos reflexivos racionales e
ilógicos, esquemas y creencias irracionales que denotan de qué
manera el sujeto construye activamente la realidad. Esta realidad es
posible de modificarse al cambiar los pensamientos, esquemas y
creencias incluyendo la cosmovisión del mundo a través de la
reestructuración cognitiva.

“TERAPIA RACIONAL EMOTIVA CONDUCTUAL”:


Creada por Albert Ellis en el año 1956. Tiene como objetivo ayudar
al paciente a reestructurar sus pensamientos y creencias ilógicas o
distorsionadas que lo afectan emocionalmente, para que a través de
la toma de conciencia, lo pueda modificar, modificando a su vez sus
consecuencias afectivas, conductuales y cognitivas negativas.
Sigue la consecuencia de A, B, C, D y E que describe tanto el
proceso de pensamiento disfuncional como también un modelo del
pensamiento reestructurado.
El núcleo de su teoría está representado por una frase sencilla “Las
personas no se alteran por los hechos, sino por lo que piensan acerca
de ellos”.
“A”: es el acontecimiento activador y representa el suceso o
situación que pone en marcha el mecanismo. Puede ser tanto un
suceso o acontecimiento externo o un acontecimiento interno en el
cual se incluyen las imágenes, las fantasías, las conductas,
emociones, etc.
“B”: sistema de creencias que representa el pensamiento que se tiene
acerca de un suceso o situación. Es el acontecimiento o el eslabón
que media entre el acontecimiento activador y las consecuencias.
“C”: consecuencias: es el estado emocional que resulta del sistema
de creencias. Es muy importante tener en cuenta que las causas de
los diferentes trastornos no son los acontecimientos en sí mismos,
sino las creencias irracionales y disfuncionales sobre los mismo.
“D”: se refiere a la discusión y describe el proceso que permite
desafiar la lógica o la racionalidad del sistema de creencias
irracionales. Busca cuestionar la autenticidad de este sistema que
provoca consecuencias desagradables.
“E”: efectos: se definen como los beneficios que se experimentan al
encontrar una respuesta racional. Pueden ser afectivos, conductuales
o cognitivos.

“FASES DEL MODELO DE FREEMAN”:


Las fases señaladas por Feeman (1988) son:
1º: Evaluar y conceptualizar los problemas del paciente
2º: Desarrollar las prioridades del plan de tratamiento
3º: Educación y socialización del paciente en el modelo de
trabajo cognitivo (relación pensamiento-afecto-conducta,
registro, etc)
4º: Colaboración con el paciente en el aprendizaje y uso de
técnicas cognitivas y conductuales.

Las dificultades en el abordaje de estos trastornos suelen estar


relacionada con la baja colaboración que suelen presentar estos
sujetos de cara a la terapia, ya que suelen acudir a ella a instancias
de terceros (normalmente por las repercusiones relacionales del
trastorno). Por esta causa trabajar como objetivo el logro de la
colaboración suele ser esencial, aunque plagado de dificultades.
Cuando el sujeto presenta algún problema asociado (p.e depresión,
ansiedad, otros síntomas) de tipo “egodistónico” (molesto para él y
con necesidad de ser cambiado) se debe de comenzar por este punto
como “puente” para abordar los esquemas cognitivos del trastorno
de personalidad, y como vía para lograr una base motivacional.
También suele ser necesario que el terapeuta tenga “insight” de sus
propios esquemas cognitivos personales, y los haya trabajado si
resultan disfuncionales.
Feeman (1988) pone un ejemplo significativo: “Un terapeuta
abordaba con su supervisor las dificultades que tenía con un paciente
con un trastorno obsesivo de la personalidad. Al preguntarle el
supervisor por los objetivos que él se había marcado en la terapia de
este paciente; el terapeuta afirmo que su objetivo era eliminar los
esquemas perfeccionistas del terapeuta generan dificultad en la
terapia y la podían convertir en improductiva. El trabajo con los
esquemas cognitivos consiste en:
A) Lograr una finalidad:
a) Que el paciente identifique varias reglas que aplica a aspectos de
su v que le hacen vulnerables (Insight)
b) Que el paciente desarrolle alternativas cognitivas-conductuales
esas reglas.
B) Tener en cuenta varias opciones de trabajo con los esquemas:
1) REESTRUCTURACION DE ESQUEMAS: Implica sustituir las
reglas por otras nuevas. Suele ser un objetivo muy difícil, costoso y
largo (años, p.e como en el proceso psicoanalítico). Es un objetivo
muy cuestionable.
2) MODIFICACION DE ESQUEMAS: Implica modificar algunos
aspectos situacionales de la regla (p.e en el sujeto paranoico su
respuesta ante gente y situaciones específicas).
3) REINTERPRETACION DE ESQUEMAS: Implica la
comprensión por el paciente (Insight) de como ciertas reglas
interfieren en determinados aspectos de su vida.
A) TECNICAS COGNITIVAS:
1. COMPRENSION DE SIGNIFICADOS ASOCIADOS A LOS
PENSAMIENTOS DEL PACIENTE: P.e ¿Qué quiere decir con que
no “da la talla sexualmente”? Se utiliza para especificar
pensamientos generales y vagos
2. CUESTIONAMIENTO DE EVIDENCIA: Se usa para buscar
evidencias para retar el mantenimiento de pensamientos y creencias
(p.e ¿Qué pruebas tiene usted para mantener que nadie le quiere?)
3. RETRIBUCION: Se utiliza para modificar las atribuciones-
interpretaciones que el paciente utiliza (p.e ¿Puede haber otras
causas que expliquen el accidente de automóvil, aparte de que usted
piense que fue debido a usted?)
4. EXAMEN DE OPCIONES ALTERNATIVAS: Se usa para que el
paciente se dé cuenta que los acontecimientos pueden ser
interpretados desde otras conductas de afrontamiento a ciertas
situaciones (p.e su amigo se cruzó con usted y no le hablo, usted
pensó que debía de estar disgustado y no le saludo ¿Se pudo deber a
otras causas, pudo usted comprobarlo?,¿Cómo?)
5. EXAMEN DE VENYAJAS Y DESVENTAJAS DEL
MANTENIMIENTO DE UNA CREENCIA: (P.e usted piensa que
puede ocurrirle algo desagradable, como perder el control y dañar a
sus seres queridos: bien hagamos una lista de ventajas e
inconvenientes de mantener esta creencia)
6. ESCALAS: Se utiliza como un modo de dar alternativas a una
experiencia que se percibe como global y catastrófica (p.e usted dice
que tiene mucho miedo de exponer su punto de vista ante los demás:
hagamos una escala de situaciones de menos a más dificultad donde
coloquemos gradualmente esta dificultad).
7. USO DEL CAMBIO DE IMÁGENES: Por ejemplo, el paciente
mantiene imágenes de contenido catastrófico relacionadas con su
ansiedad. El terapeuta ayuda al paciente a manejar situaciones con el
afrontamiento gradual con relajación y auto instrucciones
incompatibles las cogniciones derrotistas.
8. ETIQUETADO DE DISTORSIONES COGNITIVAS: El
paciente después de identificar su pensamiento relacionado con el
malestar lo etiqueta como un modo de separación emocional del
mismo (p.e ¿Y si me da un ataque? … ¡Ya estoy otra vez
catastrofizando las cosas!)
9. ASOCIACION GUIADA: El terapeuta va explorando los
significados asociados a un determinado pensamiento o creencia
(P.e P: puedo suspender matemáticas, T: ¿Y entonces que pasaría?,
P: No pasaría de curso…, T: ¿Y entonces?, P: Soy un fracasado)
10. DISTRACCION COGNITIVA: Es muy útil para los problemas
de ansiedad. Se induce al paciente a utilizar pensamientos,
imágenes, sensaciones y conductas incompatibles con las ansiosas
(p.e relajación) rompiendo sus círculos viciosos.
11. AUTOINSTRUCCIONES: Se utiliza para reemplazar los auto
diálogos inadecuados o deficitarios de los pacientes (p.e en un
paciente impulsivo, “Bien lo primero que hare es…”)

B) TÉCNICAS CONDUCTUALES:
1. PROGRAMACION DE ACTIVIDADES: Se utiliza para que el
paciente ejecute una serie de actividades alternativas en el tiempo
(p.e actividades gimnasticas en la situación de soledad donde el
paciente suele llorar)
2. ESCALA DE DOMINIO Y PLACER: El paciente lleva un
registro de las actividades que realiza a lo largo de un día y va
anotando hasta qué punto las domina y que grado de placer le
proporciona. Esta información es utilizada tanto para la
modificación de creencias erróneas como para la programación de
conductas gratificantes.
3. ASIGNACION DE TAREAS GRADUADAS: Cuando el
paciente tiene ciertas dificultades para ejecutar una conducta dada, el
terapeuta elabora con él conductas graduales de menor dificultad en
acercamiento hacia esa conducta final (en secuencias de modo que la
superación de un paso haga más accesible el siguiente).
4. ENTRENAMIENTO ASERTIVO: Se utiliza para que el paciente
aprenda modos alternativos de resolución de conflictos
interpersonales de modo que exprese sus deseos, derechos,
opiniones, sentimiento, respetándose a sí mismo y a su interlocutor.
5. ENTRENAMIENTO EN RELAJACION: Se utiliza como técnica
para que el paciente aprenda a controlar sus sensaciones de
ansiedad. Puede incluir técnicas de meditación, yoga… etc…
6. DISTRACCION CONDUCTUAL: Se utiliza para programar
actividades incompatibles con las conductas problemas (p.e al
paciente insomne se le indica que no permanezca más de 10 minutos
en la cama sin dormir, que salga de la habitación y se ponga a leer
en vez de quedarse en la cama dándole vueltas a los problemas del
día)
7. REPASO CONDUCTUAL/ROL PLAYING: El paciente con el
terapeuta recrean escenas que el paciente ha vivido recientemente
con dificultades, adoptan papeles y van introduciendo
modificaciones en ella hasta llegar a unas conductas más adecuadas.
9. EXPOSICION IN VIVO: El paciente afronta las situaciones que
le producen miedo y que este evita, hasta que en su presencia deja de
sentir miedo.
9. PSICODRAMATIZACION: El paciente y el terapeuta pueden
representar escenas pasadas significativas donde se han generado sus
significados personales disfuncionales, de modo que se activen su
secuencia interpersonal-cognitiva-emocional, y se generan
alternativas también representadas.
HISTORIA DEL AUTISMO

FORMA DE INTERVENCION Y
HERRAMIENTAS PRÁCTICAS PARA LOS
ACOMPAÑANTES TERAPEUTICOS

LA FAMILIA COMO SOSTEN DEL


PACIENTE Y DEL MODELO DE
TRATAMIENTO
“ACOMPAÑAMIENTO TERAPEUTICO EN
AUTISMO Y T.E.A.:”

El Autismo fue definido por primera vez en 1943, por un psiquiatra


austriaco llamado “Leo Kanner”, desde entonces se ha realizado
muchas investigaciones buscando la causa o conjunto de causas de
esta alteración, estas aún se desconocen, sin embargo, las
conclusiones de los estudios realizados refutan teorías de origen
psicológico o familiar mantenidas inicialmente durante varios años.
Pero en lugar de analizar las posibles causas veamos con
detenimiento las características generales, comencemos con la
definición que se encuentra en el DSM IV, como un: ”… trastorno
del desarrollo que se caracteriza por pautas anormales o deficientes
en la interacción y comunicación social, junto a un repertorio
reducido de intereses y de actividades”.
Pero esta definición no resulta del todo grafica para comprender de
manera más amplia el perfil de un niño autista, para esto si resulta
valida la definición dada por Ángel Riviére quien representa un
perfil más integrado de esta patología al definir a la persona autista
como que: “ vive mentalmente ausente a las personas presentes y
que por algún accidente de la naturaleza (genético, metabólico,
infeccioso, etc), se le ha prohibido el acceso intersubjetivo al mundo
interno de las otras personas y de sí mismo; por ello se siente
incompetente de predecir, regular y controlar su conducta por
medio de la comunicación”. Todo esto conlleva al hecho de que
realmente existen anomalías y limitaciones en los procesos de
anticipación, en la formación de esquemas conductuales o en el uso
de ellos. Aun así, cabe agregar un aspecto muy importante que
Ángel Riviére destaca en el tratamiento del autismo, al decir que:
”… la estrategia única debe ser sustituida por una estrategia
múltiple…”
Lo que indica en cierta manera que, el tratamiento del autismo es
sintomático; se trata de atender los síntomas y de contribuir al
desarrollo de la persona autista.

“DEFINICIÓN DE AUTISMO DESDE EL DSM-IV”:


Criterios para el diagnóstico: seis (o más) ítem de (1), (2) y (3) con
por lo menos dos de (1), y uno de (2) y de (3).

1) ALTERACIÓN CUALITATIVA DE LA INTERACCIÓN


SOCIAL: Por lo menos dos de las siguientes características:
a) Importantes alteraciones del uso de múltiples comportamientos no
verbales como son: el contacto ocular, expresión facial, posturas
corporales y gestos reguladores de la interacción social.
b) Incapacidad para desarrollar relaciones con compañeros,
adecuados al nivel del desarrollo.
c) Ausencia de la tendencia espontánea para compartir con otras
personas disfrutes, intereses y objetivos (Por ejemplo; no mostrar,
traer o señalar objetos de interés).
2) ALTERACIÓN CUALITATIVA DE LA COMUNICACIÓN:
Por lo menos una de las siguientes características:
a) Retraso o ausencia total del lenguaje oral (no acompañado de
intento para compensarlo mediante modos alternativos de
comunicación, tales como gestos o mímicas).
b) En sujetos con un habla adecuada, alteración importante de la
capacidad para iniciar o mantener una conversación con otros.
c) Utilización estereotipada y repetitiva del lenguaje o lenguaje
idiosincrásico.
d) Ausencia de juego realista espontáneo, variado o de juego
imitativo social propio del nivel del desarrollo. (es decir,
comunicación no verbal con intenciones comunicativas)
3) PATRONES DE COMPORTAMIENTO, INTERESES, Y
ACTIVIDADES RESTRINGIDOS, REPETITIVOS Y
ESTEREOTIPADOS: Por lo menos una de las siguientes
características:
a) Preocupación absorbente por uno o más patrones estereotipados y
restrictivos de interés que resulta anormal, sea en su intensidad o en
su objetivo.
b) Adhesión aparentemente inflexible a rutinas o rituales
específicos, no funcionales.
c) Manierismo motores estereotipados y repetitivos (Por ejemplo;
sacudir o girar las manos o dedos, o movimientos complejos de todo
el cuerpo).
d) Preocupación persistentes por partes de objetos.

“GENERALIDADES RELACIONADAS CON EL AUTISMO”:

INFORMACIÓN GENERAL: La palabra “autismo” viene del


griego “autos” que significa “así mismo”, se refiere a alguien que
está retraído y absorto en sí mismo. Dicho termino fue rotulado por
primera vez por Leo Kanner en 1943, su descripción coincide con la
de un muchacho de 12 años que fue encontrado viviendo en el
bosque durante la revolución francesa, llamado Víctor, “el niño
salvaje de Aveyron”. Hay fuertes evidencias de que el autismo está
asociado con anormalidades en la estructura del cerebro y sus
funciones. Muestran un desequilibrio en el desarrollo que puede
permitirles ser talentosos en áreas limitadas como matemáticas o
música, mientras que pueden ser severamente limitados en su
capacidad de sobrevivencia y manejo de situaciones de la vida
cotidiana. Muchas personas con autismo sufren además otras
enfermedades como retraso mental o epilepsia.
INCIDENCIA: La incidencia es de 5 a 10 casos por cada 10.000
nacimientos, dependiendo del criterio que se use para el diagnóstico.
Por ejemplo, el autismo clásico o “síndrome de Kanner” surge en 5
de 10.000 nacimientos, sin embargo, la incidencia parece
incrementarse si se incluye a los individuos que muestran
comportamientos autistas (espectro autista). Es 4 veces más común
en los niños que en las niñas, y generalmente aparece antes de los 3
años de edad.
ETIOLOGÍA: La lista de causas de autismo, conocidas y
sospechadas es extensa desde lo NEOROBIOLÓGICO. Han sido
diagnosticadas madres que contrajeron rubèola o citomegalovirus
(También fenilcetonuria, encefalitis, meningitis y tuberculosis)
durante el embarazo. No se conoce ninguna causa psicológica del
autismo, (no se ha de confundir con los trastornos evitativo y
esquizoide de la personalidad).
ANOMALÍAS: Infante: Por lo general los padres suelen consultar el
pediatra cuando su hijo presenta un importante retraso a la hora de
comenzar a hablar, pero también suele observarse en estos infantes
un llanto constante o, por lo contrario, ausencia total del mismo.
También suelen presentar problemas con la alimentación como
dificultad para succionar, rechazo de algunos alimentos o fijación
por algunas comidas. Presentan dificultad para establecer contacto
efectivo con la madre, el contacto visual es mínimo o no existe,
rechaza o no extiende los brazos para que lo alcen, la llamada
sonrisa social que presentan todos los niños cuando los adultos les
hacen alguna gracia o caricia, o bien no existe o apareció
tardíamente. Suelen presentar dificultad en el control de los
esfínteres y la mayoría presenta demora o mutismo en el desarrollo
del habla. Presentan audición selectiva, es decir, parecen mostrarse
sordos para unos sonidos y sensibles a otros. Son insensibles al dolor
o a las temperaturas bajas. Les cuesta imitar ejercicios motores.

¿QUÉ SON LOS TGD?:

Para comprender de base las características fundamentales del


autismo, hay que conocer antes la noción de los denominados
“trastornos generalizados del desarrollo” (TGD).
Según el DSM-IV, manual diagnóstico y estadístico de los trastornos
mentales, los TGD se caracterizan por una perturbación grave y
generalizada de varias áreas del desarrollo: habilidades para la
interacción social, habilidades para la comunicación o la presencia
de comportamientos, intereses y actividades estereotipados. Los
mismo suelen ponerse de manifiesto los primeros años de vida y
acostumbran a asociarse a algún grado de retraso mental. A veces,
los trastornos generalizados del desarrollo se observan en otras
enfermedades médicas (anormalidades cromo somáticas, infecciones
congénitas, anormalidades estructurales del sistema nervioso
central). Esta sección incluye: el trastorno autista, el de Rett, el
trastorno desintegrativo infantil, el trastorno de Asperger y el
trastorno generalizado del desarrollo no especificado.
- EL TRASTORNO AUTISTA: La característica esencial es la
presencia de un desarrollo anormal de la interacción y
comunicación social y un repertorio sumamente restringido y
repetitivo (estereotipado) de actividades e intereses.
- EL TRASTORNO DE RETT: La característica esencial es el
desarrollo de múltiples déficits específicos tras un periodo
normal después del nacimiento y ha sido sólo diagnosticado en
mujeres. Entre los 5 y los 48 meses de crecimiento craneal se
desacelera, entre los 5 y los 30 meses se produce una pérdida
de habilidades manuales intencionales previamente adquiridas
y la aparición de movimientos manuales estereotipados (que se
asemejan a escribir o lavarse las manos). El interés por el
ambiente social disminuye. Se establecen alteraciones de la
coordinación de la marcha y de los movimientos del tronco y
alteraciones del lenguaje expresivo y receptivo.
- EL TRASTORNO DESINTEGRATIVO INFANTIL: La
característica esencial es una marcada regresión en múltiples
áreas de actividad tras un período de por lo menos 2 años de
desarrollo aparentemente normal manifestado por una
comunicación verbal y no verbal, relaciones sociales, juego y
comportamiento adaptativo apropiado a la edad del sujeto.
Tras los primeros 2 años de vida, pero antes de los 10 años de
edad experimenta una pérdida de habilidades adquiridas
normalmente por lo menos en dos de las siguientes áreas:
lenguaje expresivo o receptivo, habilidades sociales o
comportamiento adaptativo, control vesical (vejiga) o
intestinal, juegos o habilidades motores (como en los
comportamientos observados en el trastorno autista).
- EL TRASTORNO DE ASPERGER: La característica esencial
es la alteración grave y persistente de la interacción social y el
desarrollo de patrones de comportamiento, interés y
actividades restringidos y repetitivos. En contraste con el
trastorno autista no existe retraso del lenguaje. Además, no se
observan retrasos del desarrollo cognoscitivo ni en el
desarrollo de habilidades de autoayuda propias de la edad,
comportamiento adaptativo y curiosidad acerca del ambiente
durante la infancia.
- EL TRASTORNO GENERALIZADO DEL DESARROLLO
NO ESPECIFICADO: Cuando se cumplen los criterios para un
trastorno generalizado del desarrollo, pero no se cumplen los
criterios de un trastorno generalizado del desarrollo especifico
de los mencionados anteriormente (autismo atípico).

“¿SOBRE QUÉ ASPECTOS DEL AUTISMO DEBERIA


TRABAJAR EL A.T.?”:

CARACTERISTICAS GENERALES:
 Risa o llanto inmotivados;
 Se resiste al cambio de rutinas;
 Pueden presentar marcada hiperactividad o extrema
pasividad:
 Ausencia o marcada dificultad en el lenguaje;
 Adopta posturas inadecuadas con el cuerpo;
 Tiene gran interés por los objetos que giran o están en
movimiento;
 No siempre acepta el contacto físico;
 Puede presentar conductas disruptivas (berrinches,
rabietas, etc) ante situaciones no anticipadas;
 Presenta autoestimulaciones y movimientos repetitivos.
“Estas son algunas de las características que el acompañante
terapéutico deberá conocer y manejar en el acompañado, sin
importar el ámbito donde se lo desempeñe.”
“El autismo para Ángel Riviére”:
Ángel Riviére presenta un perfil más integrado al definir a la
persona autista como que: “vive mentalmente ausente a las
personas presentes y que por algún accidente de la naturaleza
(genético, metabólico, infeccioso, etc), se le ha prohibido el acceso
intersubjetivo al mundo interno de las otras personas y de sí mismo;
por ello se siente incompetente de predecir, regular y controlar su
conducta por medio de la comunicación”.

Todo esto conlleva al hecho de que realmente existen anomalías y


limitaciones en los procesos de anticipación, en la formación de
esquemas conductuales (función cognitiva) o en el uso de ellos
(función conductual).

“ESPECTRO AUTISTA”:
Muchas veces, son estrictamente las variables individuales del
desarrollo y sus alteraciones, las que deben definir las pautas
adecuadas del tratamiento. De esta forma, el tratamiento del autismo
admite, unos ciertos principios generales muy abstractos, pero al
mismo tiempo tiene que ser extremadamente individualizado.
Justamente en el punto de unión entre lo universal y lo individual,
entre aquellas características generales que definen a todas las
personas con autismo, y otras que son peculiares de una persona
autista en particular, aparece un concepto muy útil para situar a estos
en un marco adecuado de referencia: el concepto de “ESPECTRO
AUTISTA”. Este concepto permite considerar al autismo como un
continuo de diferentes dimensiones, y no como una categoría única,
y al mismo tiempo reconocer lo que hay de común entre las personas
autistas y lo que hay de diferentes en ellas.
Una posible forma de entender las relaciones que se establecen entre
el autismo, como trastorno nuclear y prototípico, los trastornos
generalizados del desarrollo y los trastornos del espectro autista es la
representación gráfica que se ejemplifica en la figura 1. Como puede
observarse en primer lugar, todo diagnóstico de autismo es también
un trastorno generalizado del desarrollo y trastorno de espectro
autista. Pero no podemos asumir, en segundo lugar, que un trastorno
generalizado del desarrollo (Por ejemplo, síndrome de Rett) sea
estrictamente un cuadro de autismo, aunque sigue siendo un
trastorno de espectro autista. Por ultimo un niño con espectro autista
(Por ejemplo, retraso mental severo con rasgos autistas) no puede
ser entendido ni como trastorno generalizado del desarrollo ni como
un cuadro de autismo.

AUTISMO

TGD

ESPECTRO AUTISTA

Figura 1: relaciones entre autismo, trastornos generalizados del desarrollo y espectro


autista.
Para otros autores el término de trastorno de espectro autista es
usado similarmente al termino de trastornos generalizados del
desarrollo. No obstante, todavía es materia de discusión qué
trastornos deben estar incluidos y cuales no en el concepto de
espectro autista, así como la extensión de este mismo concepto. En
nuestra opinión, la identificación entre trastornos generalizados del
desarrollo y trastornos del espectro autista, dejaría afuera a otros
trastornos que, sin cumplir estrictamente los criterios para el
diagnóstico de un TGD, presentan rasgos autistas muy marcados
(Por ejemplo, casos graves de trastornos de hiperactividad).

“¿T.G.D. (TRASTORNO GENERAL DEL DESARROLLO) O


T.E.A. (TRASTORNO DEL ESPECTRO AUTISTA)?”:
El DSM-IV, establece que, para el diagnóstico del Autismo, se ha de
completar 6 criterios en las tres áreas alteradas, pero cómo mínimo
han de tener:
1) La interacción social (2 criterios)
2) La comunicación y el lenguaje (1 criterio)
3) Y la aparición de patrones restringidos, repetitivos y
estereotipados de conductas, actividades e intereses (1 criterio)
La más significativa de las áreas afectadas, es el área de la
interacción social, la cual está íntimamente relacionada con la
“teoría de la mente” (concebir al otro como un ser pensante y poder
relacionarme con ese otro).
Y esto coincide con el área que más caracteriza al autismo, en donde
se exigen 2 criterios como mínimo en tal área. De esta manera,
T.E.A SERIA UN T.G.D, si mínimamente dos áreas estarían
afectadas, figurando principalmente, el área de la interacción social.
“RESEÑA HISTORICA DEL AUTISMO Y MODELOS DE
INTERVENCIÓN”:

 PRIMER PERIODO: (1943 – 1963)


Se caracteriza por los siguientes aspectos:
1) UN ENFOQUE DE CARÁCTER BIOLOGICO Y DE ORIGEN
INNATO:
Kanner sostenía que estábamos frente a un trastorno de carácter
biológico y de origen innato. Es decir, que es un trastorno que se
presentaría en los orígenes de la vida, y que afectaría esencialmente
a la afectividad del niño, más allá de que también podía tener
consecuencias cognitivas. Pero no tomaba muy en cuenta las
falencias cognitivas sino las afectivas, sino las afectivas, ya que
muchos de ellos (además de no presentar grandes estigmas físicos –
apariencia hipopsíquica o apariencia de deficiencia o de retraso
mental - podrían responder bien a algunas pruebas que se les tomaba
en la evaluación demostrando habilidades sobresalientes en
determinados ámbitos. Todo esto junto con la idea real de que la
mayoría de los niños autistas pequeños son guapos, con apariencia
normal, lleva a Kanner a pensar que se trata de un trastorno que se
acompaña de un buen potencial cognitivo y que afecta en cambio la
vida afectiva del niño, a pautas de relación emocional con las
personas, considerándolo, por lo tanto, un trastorno del sistema
emocional (los descubrimientos recientes están volviendo a
recuperar la tesis de Kanner que hoy es mantenida por ciertos
psicólogos: como Peter Hobson o Clowin Travaarthen, indicando
que es en las partes del sistema límbico que está implicada la vida
emocional, donde se encuentran alteraciones estructurales, es decir
alteraciones del tejido nervioso en las personas autistas).
2) USO MASIVO DE TERAPIA DE CARÁCTER DINÁMICO:
Lo que pasa en el autismo entre los años 1940 – 1960 es que se
establece un predominio muy grande (con olvido de lo que había
dicho Kanner inicialmente) de hipótesis de carácter dinámico.
Hipótesis que atribuyen al autismo no un origen biológico sino un
origen psicosocial, a unos padres inadecuados e incapaces de
provocar el buen desarrollo del niño.
Cuando Kanner publica en 1943, su artículo “Alteraciones autistas
del contacto afectivo”, lo publica en un contexto donde había un
predominio masivo de las formulaciones psicoanalíticas en los
Estados Unidos. Y de estas influencias, toman del artículo de
Kanner algunos comentarios que éste mismo hace sobre los padres
de los niños, al decir: “me llama la atención el minucioso detallismo,
la precisa capacidad que tienen los padres de describir los casos de
sus hijos”, y sugiere que los padres, o por lo menos muchos de ellos,
son personalidades “frías”, “minuciosas”, y un poco “obsesivas”.
Hans Asperger dice lo mismo, pero es más claro. Cuando se refiere a
su primer caso (un caso de trastorno de asperger), este llega a la
clínica y va por un lado el chico y por otro lado su madre y la madre
manifiesta pautas realmente extrañas de comportamiento, de vez en
cuando se va de casa a las montañas, a vivir sola, es una persona con
una gran incapacidad de establecer una relación afectiva cálida.
La consecuencia natural de todo lo enunciado anteriormente trajo la
idea de que lo que hay que reestablecer es una relación adecuada
para desarrollar la personalidad adecuadamente del niño autista.
Hasta hoy en día, sigue predominando esta postura, en una buena
parte del mundo, a pesar de los abundantes datos que demuestran
que esto no se puede sostener.
Durante mucho tiempo los padres tuvieron que añadir a la situación
tan difícil que les tocaba vivir, la culpabilización que aparentemente
hacia la propia ciencia de “su responsabilidad en el origen del
cuadro de su hijo”.

3) UNA ORIENTACION CLÍNICO-ESPECULATIVA:


Si bien hubo un predominio de terapias dinámicas que implicaban,
en general, la idea de que un restablecimiento adecuado de la
relación iba a permitir la constitución de la personalidad del niño,
fue a finales de los años 60 que se hizo evidente que esto no era tan
así. Porque el establecimiento de una relación más adecuada si podía
ayudar al niño a que estuviera más tranquilo emocionalmente, pero
no necesariamente revertía el problema, hacía falta algo más.
Fue así que, con el fracaso de las terapias dinámicas, comenzó a
predominar en ese momento una orientación clínico-especulativa,
donde el enfoque del autismo se torna en contra, describir y
especular sobre dichos casos.

4) UN PREDOMINIO DEL SISTEMA DE ATENCIÓN


PSIQUIÁTRICO:
Como consecuencia de toda esta especulación (y/o confusión), el
sistema de atención que llega a predominar es el psiquiátrico, y será
este el que se haga cargo principalmente de las personas autistas,
como una forma infantil de esquizofrenia.
 SEGUNDO PERIDO: (1963 – 1983)
En estos años se producen cambios muy importantes en la
conceptualización del autismo, empieza a predominar una
orientación experimental… En donde se observa:
- UN ENFOQUE PSICOLOGICO COGNITIVO: se comienza a
plantear una duda: ¿No será el autismo un tipo especial de
deficiencia cognitiva de la persona? ¿No será que hay algo en
su mente, algún aspecto de su modo de organizar lo real que
está afectado? Fue la formulación de este tipo de hipótesis, lo
que llevó por los años 60, a que empezaran a predominar
modelos cognitivos de explicación en psicología
(particularmente en Alemania y en España). Lo que ocurre
durante los años 1960- 1980, es que tal déficit cognitivo no se
encuentra, sólo se observa que hay alteraciones cognitivas
importantes, pero no se encuentra la alteración cognitiva, la
alteración fundamental. Entonces se vuelven a plantear
hipótesis orgánicas.
- UN ENFOQUE DE HIPÓTESIS ORGÁNICAS: en donde
varios investigadores empiezan a plantear que nadie ha
demostrado seriamente que haya un trastorno de los padres y
que puedan explicar el origen del autismo, y empiezan a surgir
datos evidentes de trastornos biológicos que se asocian con el
autismo. De modo, que se empieza a demostrar que hay
factores biológicos en juego y surgen la hipótesis orgánica
nuevamente (aunque estas hipótesis no logran encontrar
esencial, pero suponen avances definidos en el conocimiento
de la biología del autismo).
- SE ESTABLECEN LAS TERAPIAS DE MODIFICACIÓN
DE CONDUCTA: Otro aspecto innovador de este segundo
periodo (entre 1961 – 1963), es que empieza a establecerse
formas nuevas de terapia, ya no psicodinámicas, sino terapias
de modificación de conductas. Todo esto coincide con el
predominio creciente de una orientación experimental, se
aplican técnicas para la observación y análisis de datos, se
utiliza la estadística para saber hasta qué punto se pueden
establecer inferencias generalizables (aparece la revista
Journal of Autism and Childhood Schiphenia que es la revista
que más artículos ha publicado sobre autismo-actualmente se
llama Journal of Autism and Developmental Disorders).
En el año 1962 aparece la primera asociación de autismo en el
mundo, que es la NSAC (National Society for Autistic
Children), actualmente llamada National Autistic Society, del
Reino Unido. Hacia comienzo de los años `70 comienza a
haber asociaciones en Francia, Italia y España, que van a
implicar cambios importantes.

El sistema educativo se implica cada vez, ya que para el


tratamiento del autismo el procedimiento principal es el
aprendizaje. También los padres, en esta etapa, empiezan a
quitarse el polvo de la culpabilidad, que los dejaba indefenso,
y dan comienzo a expresar sus comentarios, presionar a la
sociedad para que su situación sea entendida, y se dan cuenta
de que su soledad inicial no era producida para nada, no
producía más que angustia, tal es así que las “asociaciones de
padres” se convierten en motores muy importantes de la
creación de centros específicos, aulas específicas de autistas, la
formación de profesionales en autismo y también el promover
la investigación sobre el autismo.

 TERCER PERIODO: (1983 – HASTA LA ACTUALIDAD)


En los años 80 y 90 se impone tajantemente la convicción de que el
autismo es un “Trastorno General del Desarrollo”, y se llega a
determinar que lo que está afectado es una cierta dinámica del
desarrollo, determinados aspectos del desarrollo.
Se da un predominio del enfoque genético. Se establece que sólo el
autismo se puede entender cuando se entienda la comunicación (ya
que el foco crucial de la comprensión es la comunicación). Se
caracteriza este periodo por la presencia de modelos tanto cognitivos
como afectivos, mucho más afectivos, más eficaces y más
fundamentados por la investigación, favoreciendo el desarrollo de
terapias más funcionales y el descubrimiento de aspectos biológicos
y psicológicos más precisos.
Llegando a definirse al Autismo como la distorsión cualitativa más
severa del desarrollo humano, es decir, es aquel cuadro en que se da
un cambio cualitativo, una forma de desarrollo diferente de la
normal, y precisamente por eso el autismo contiene una gran
promesa, que nos ayuda a entender el desarrollo humano hasta
límites que ningún otro cuadro es capaz de ayudarnos. En 1995,
Baron-Cohen, Leslie y Frith descubren una incapacidad especifica
de las personas autistas para “atribuir mente” y desarrollan un
modelo que ha resultado muy fértil, según el cual el autismo
consistiría en un trastorno especifico de la capacidad humana a la
que se denomina “Teoría de la mente” (también en el plano
neurobiológico, los estudios de genética, investigación
neuroquímica, exploración citológica, neuroimagen, etc. han
permitido describir alteraciones que cada vez nos acercan más al
desvelamiento de las posibles causas del autismo).
“TRATAMIENTO PSICOTERAPEUTICO DEL AUTISMO”:

¿Qué tipos de diferentes terapias existen en el tratamiento del


autismo? Existen varias terapias, pero veamos dos de ellas que
suelen ser más comunes y, según varios comentaristas, hasta
opuestas entre sí.
La terapia cognitivo conductual se aboca a modificar
comportamientos y pensamientos, antes que brindarle al paciente la
oportunidad de simplemente descargar sus sentimientos. Está
orientada hacia el presente, se investiga el funcionamiento actual y
no hay mayores exploraciones del pasado. Aunque por supuesto se
hace una historia clínica y se pone énfasis en la cuantificación, y se
pueden medir los progresos obtenidos. Se enfatiza el aprendizaje, la
modificación de conducta y está centrada en los síntomas y su
resolución.
Las terapias psicodinámicas, siguiendo el modelo freudiano o
psicoanálisis, parten de la concepción de que el malestar psíquico es
generado por un conflicto inconsciente, de modo que los síntomas
son solo una forma de expresión de tales conflictos, que pueden
manifestarse también en los actos de la vida cotidiana. Se focalizan
en los pensamientos inconscientes y no con los síntomas directos.
Siguen los métodos y técnica del psicoanálisis tratando de
interpretar las acciones del paciente en función de la relación entre
éste y sus padres, entiende al Autismo como provocado por una
madre fría efectivamente. De acuerdo a estas diferencias
mencionadas, surge entonces la siguiente pregunta:
“¿ES LA TERAPIA PSICOANALÌTICA O EL PSICOANÀLISIS
UNA LEGÌTIMA HERRAMIENTA CLÍNICA EN EL
TRATAMIENTO DE PERSONAS CON DISCAPACIDAD?
Varios tratamientos han sido diseñados para tratar el autismo, unos
con mayor éxito que otros y algunos con poco o nulo resultado. El
tratamiento por modificación conductual es el mas aceptado y el que
mejores resultados ha tenido hasta la fecha, especialmente para
organizar la conducta del niño y centrar su atención. Sin embargo,
existen además otra variedad es de tratamientos, encaminados al
desarrollo de áreas específicas, por ejemplo, el habla y la
comunicación.

“ASPECTOS COGNITIVOS Y CONDUCTUALES”:


AISLAMIENTO Y PROCEDIMIENTO PARA EL
APRENDIZAJE:

Bien se puede decir que el ser humano tiene la disposición de


aprender sólo aquello a lo que le encuentra sentido o lógica, y que
tiende a rechazar aquello a lo que no le encuentra sentido. Por eso,
es importante hablar del aprendizaje con sentido. Cualquier otro
aprendizaje resultará ser puramente mecánico, memorístico,
coyuntural, etc. El aprendizaje con sentido es un aprendizaje
relacional. El sentido lo da la relación del nuevo conocimiento con:
conocimientos anteriores, con situaciones cotidianas, con la propia
experiencia, con situaciones reales, etc. Por lo tanto, para que un
aprendizaje resulte con sentido, en casos de alteraciones
neurológicas, será preciso que sea funcional, especifico y fácilmente
ejecutable por parte del niño.
¿DÓNDE EMPEZAR A INTERVENIR?:

DOS ÁREAS GENERALES DE INTERVENCIÓN: Las dos áreas


más importantes de intervención son el ÁREA COGNITIVA Y EL
ÁREA CONDUCTUAL.

- ÁREA COGNITIVA: Cuando los aspectos cognitivos de un


niño se encuentran alterados sin duda alguna su área
conductual se verá afectada, por la simple razón de que al no
poder aprender correctamente, carecerá de recursos o
estrategias para poder controlar o monitorear su propia
conducta. Tales alteraciones cognitivas pueden deberse a:
A) Severos problemas neurológicos o congénitos (TGD) donde
su área mental se vea afectada y limitada para el aprendizaje;
B) En casos donde sus aspectos cognitivos no están
marcadamente alterados, pero si condicionados por factores
temperamentales o endógenos, por ejemplo, como ocurre en
los casos de hiperactividad;
C) Y en los casos de desarrollo evolutivo normal donde, los
aspectos conductuales, propios de la edad no son bien
regulados por sus padres, por ejemplo, al momento de poner
límites, o bien no son adecuados, o no son oportunos, o su
forma de implementarlos no es la más idónea.
En el caso A será fundamental trabajar los aspectos
conductuales. En el caso B, si bien se pueden trabajar para un
mejor reforzamiento los programas conductuales, se hará más
hincapié en el área cognitiva apuntando a una mejoría
conductual a través de los recursos cognitivos. Y finalmente en
el caso C, si bien se comienzan trabajando en el área cognitiva,
se apuntará a reforzar otros programas relacionados con
aspectos cognitivos más complejos (Teoría de la mente). Pero
en cualquiera de los casos, A, B o C, siempre es necesario
tener en cuenta los aspectos conductuales, incluso para con
aquellos niños que no presentan alteraciones cognitivas
clínicamente significativas, pero sí muestran ciertos déficits en
la conducta. Puesto que, si no la regula, tampoco podrá regular
su atención, y consecuentemente su aprendizaje será precario
y/o deficitario.

- ÁREA CONDUCTUAL: cuando un niño carece de un


esquema mental de organización de su conducta sobre cómo
moverse en la realidad, tendrá un alto nivel de dispersibilidad
atencional que retrasará su aprendizaje académico, dificultando
la comprensión de las formas de conducta, trayendo aparejado
severos trastornos comportamentales en su adaptación social.
Por eso será necesario, que para trabajar su dispersibilidad
atencional, tengamos que remitirnos a los programas
conductuales. Cabe mencionar, como un aspecto de
fundamental importancia, que esta ha de implementarse solo y
únicamente en aquellos casos donde las alteraciones
conductuales deriven de ciertas dificultades del aprendizaje
dadas por factores neurológicos, congénitos u orgánicos
(TGD), y no por conductas desafiantes propias de una
personalidad rebelde (trastorno antisocial) de un niño con un
desarrollo normal, en donde el abordaje de este tipo de
comportamientos desadaptativos es totalmente diferente.
“MODELOS CONDUCTUALES”:

 METODOLOGÍA A.B.A – ANTECEDENTES


HISTORICOS:
El inicio de la Terapia Conductual se sitúa en los experimentos
del filósofo ruso Ivan Pavlov (1927), aunque lo anteceden en
los USA los estudios de Thornidike acerca del aprendizaje por
“causa y efecto” en 1913, pero no fue sino hasta 1924 cuando
el psicólogo estadounidense John B. Watson, realizará
contribuciones sobre el aprendizaje en los niños. Hasta llegar a
la década de los 50 cuando Skinner realiza valiosas
aportaciones de investigaciones individuales sobre “programas
de reforzamiento” (1950 – 1954).
En los últimos años la modificación de conducta ha tenido una
aceptación y crecimiento gigantesco, en parte debido al trabajo
de Dr. Ivar Loovas, investigador americano nacido en
Noruega.
Sus primeros trabajos, al comienzo de los sesenta, se centraron
en la implantación del lenguaje en niños autistas con técnicas
conductuales. La metodología de sus programas tenía una
estructura férrea dentro de la más estricta línea de teoría del
aprendizaje; su entorno era hospitalario y su guía teórica “el
conductismo. ABA es efectiva, confiable y tiene validez en la
terapia conductual, ya que ha demostrado “SER OBJETIVA Y
PODER SER OBSERVADA””.

¿QUÉ ES V.B?: (VERBAL BEHAVIOR)

o DEFINICIÓN: Es un enfoque de la metodología A.B.A


que lo convierte en un sistema de enseñanza natural.
Conectando al niño con el refuerzo proveniente del
entorno natural que va más allá de la situación del
entorno de enseñanza.

o OBJETIVO: El enfoque VB ha llevado a ABA mucho


más allá de la memorización, repetición y aprendizaje
“sobre la mesa”, lo ha convertido en un sistema de
enseñanza natural.

o METODOLOGÍA: Utiliza una serie de técnicas de


enseñanza basadas en la evidencia.

La meta de cualquier programa ABA/VB es identificar la


motivación natural del niño, capturarla y utilizarla para
ayudar al niño a aprender. El refuerzo es el principio más
importante que ha conducido al éxito de ABA a través de
los años. VB ofrece una comprensión detallada de la
motivación.

“LA INTERVENCIÓN PSICOTERAPÉUTICA SEGÚN


EL NIVEL DE ESPECTRO AUTISTA”:

De acuerdo al nivel de severidad del Espectro Autista, la modalidad


de intervención se modificará notablemente. Por ejemplo, con los
que presentan un espectro de alto funcionamiento (Síndrome de
Asperger), la intervención difiere mucho de los que presentan un
nivel más severo (Autismo típico o Kanner) en donde aparecen
llantos, risas inmotivadas, agresiones y autoagresiones, entre otras
cosas.
Tal vez, en estos casos de alto rendimiento no haya que comenzar
por los “aspectos conductuales” y si por los “aspectos cognitivos”
(aunque se ha de tener en cuenta la implementación de normas de
conducta ante situaciones críticas).
Entonces, de acuerdo a la clasificación estimativa que podremos
hacer del espectro autista, podemos describir que:
- ESPECTRO AUTISTA DE BAJO FUNCIONAMIENTO: Al
presentar serías alteraciones en las tres áreas del desarrollo se
aíslan mucho más, no se comunican, no juegan y si lo hacen es
de forma atípica con un ejemplo inusual de los juguetes, poca
tolerancia a la frustración, suelen agredir y autoagredirse. Por
lo cual, todo esto ha de tratarse primeramente desde lo
Conductual (lo conductual como base para trabajar
posteriormente lo cognitivo).

- ESPECTRO AUTISTA DE ALTO FUNCIONAMIENTO: Al


no ser tan marcadas las dificultades conductuales, suele
trabajarse los aspectos COGNITIVOS, relacionados con teoría
de la mente, como así también los aspectos académicos,
comunicacional y sociales.
“PENSANDO AL AUTISTA LA TEORÍA DE
LA MENTE Y SUS CONDUCTAS”.

“TEORÍA DE LA MENTE”:

Se define TEORÍA DE LA MENTE como la capacidad o


mecanismo tácito de atribuir estados mentales a los otros y a uno
mismo, con el objeto de anticipar, comprender y predecir la
conducta. Según autores el razonamiento con teoría de la mente es
esencial para establecer la interacción social, de modo que para los
seres humanos es un importante agente socializador.
El mecanismo de TEORÍA DE LA MENTE (TOMM), cuyo nombre
proveniente de los trabajos de Alan Leslie (1987 – 1994), ES UN
SISTEMA PARA INFERIR EL RANGO COMPLETO DE
ESTADOS MENTALES A PARTIR DE LA CONDUCTA, es
decir, para emplear una teoría de la mente. (Baron-Cohen, 1995:51).
Tal teoría de la mente incluye más que la lectura de la conducta en
términos de deseos e intenciones, incluye el hecho de compartir
estados mentales acerca de un objeto. TM es la vía para representar
los estados mentales (simular, pensar, imaginar, engañar, adivinar),
y relacionar todos los estados mentales.
Cómo los humanos somos, según Denett, sistemas intencionales, la
característica fundamental de la actitud intencional es la de tratar a
una entidad como un agente atribuyéndole creencias y deseos para
tratar de predecir sus acciones.
Frente a la expresión TM cabe preguntarse: ¿Por qué una teoría?
Perner (1991), al caracterizar la mente, utiliza tres criterios: la
experiencia interior, la intencionalidad, y los constructos teóricos en
explicaciones de la conducta. Con respecto a estos últimos, los
estados mentales cumplen un papel explicativo en nuestra psicología
del sentido común de la conducta. Cuando tratamos de explicar o
predecir la conducta ajena y la propia, utilizamos tales “constructos
teóricos”, es decir, elaboramos una “TEORIA” de la mente de los
demás y de la nuestra. El propio Perner manifiesta que tal vez la
etiqueta de “teoría” no sea la más adecuada-, pero es una manera de
hacer “observable” y susceptible de ser estudiado algo que, hasta el
momento, pertenece al dominio de la experiencia interna. (las
expresiones “TM”, “psicología popular”, “psicología intuitiva”,
“capacidad mentalista”, son utilizados por algunos autores como
equivalentes-Baron-Cohen,2000b).
La concepción de Hobson acerca del desarrollo de la mente y las
capacidades de implicación intersubjetiva (1993) y la de Trevarthen
(1979, 1998), acerca de la intersubjetividad primaria y segundaria,
su papel en el desarrollo simbólico y la propia organización del self
son en muchos sentidos complementarias. Por un lado, porque
ponderan el papel de las relaciones sociales en la constitución del
sujeto (lo cual es compatible con una concepción vigotskyana del
desarrollo psicológico); por otro, porque tales relaciones involucran
un proceso de experiencias emocionales y afectivas tempranas en el
bebé y las figuras de crianza.
La conducta de la mentira o engaño, utiliza habilidades relacionadas
con la realización de inferencias mentalistas de la teoría de la mente,
implica diferenciar la representación del mundo objetivo (relacionar
con la capacidad de suspensión).
El amplio abanico de alteraciones que recorren el espectro autista,
abre un campo de problemas que exceden el déficit en teoría de la
mente. Tales alteraciones son estudiadas desde la teoría de la mente,
función ejecutiva, y la hipótesis del sistema de coherencia central.
¿Cómo construimos la cognición social? La construcción de la
intersubjetividad como construcción del conocimiento compartido,
la dividiremos en dos: primaria y secundaria.
El desarrollo de la intersubjetividad primaria; es el reconocimiento y
distinción de caras conocidas y extrañas, fijándose especialmente en
los ojos, juega el niño un papel fundamental en este dialogo
primigenio que le va a permitir al niño averiguar la intencionalidad.
(Baron-Cohen,1995) del otro. Consiste en el reconocimiento de las
expresiones emocionales b{asicas (alegría, tristeza, ira) a través de
la mirada entre los 3 y los 5 meses (Nelson, 1995).
Si bien, la intersubjetividad primaria es el punto de partida para la
construcción conjunta del conocimiento, no va a hacer hasta los 8 o
9 meses cuando el niño y el adulto van a ser capaces de compartir
significados desde el lenguaje oral. Mientras la intersubjetividad
primaria se construye sobre un estilo de comunicación no verbal,
intensamente emotivo, en la intersubjetividad secundaria va a
mediar el lenguaje.
Alrededor de los 9 meses de edad, aparece una comprensión de los
demás como comunicadores intencionales. Según Rochart, se
producen tres fases diferenciales en el primer año de vida, que nos
permiten describir la transición entre la intersubjetividad primaria y
la secundaria. Hasta los 2 meses, aproximadamente, el niño está
interesado predominantemente por el rostro humano. Entre los 2 y 6
meses, el interés principal de desplaza de las personas al mundo de
los objetos, y a partir de los 9 meses el niño consigue que los otros
se interesen también por el mundo de los objetos y colaboren con él
en su exploración.
“TEORÍA DE LA MENTE Y ESPECTRO AUTISTA”:

“Modalidad paradigmática y modalidad narrativa de pensamiento


son irreductibles y complementarias. El desarrollo de la
organización narrativa de la experiencia humana (Guidano, 1987) no
supone sólo la posibilidad de construcción de mundos ficcionales
que también es propia del hombre sino la construcción de mundos
reales, contextos compartidos, entretejidos en las experiencias
interpersonales cotidianas de las vidas reales de los sujetos.
¿Cómo afecta las funciones sociales y comunicativas el déficit de
lectura mental en el contexto de esa vida real? Baron Cohen (1999):
- Falta de sensibilidad hacia los sentimientos de otras personas;
- Incapacidad para tener en cuenta lo que otra persona sabe;
- Incapacidad para hacerse amigos leyendo y respondiendo a
intenciones;
- Incapacidad de leer el nivel de interés del oyente por nuestra
conversación;
- Incapacidad de detectar el sentido figurado de la frase de un
hablante;
- Incapacidad para anticipar lo que otra persona podría pensar de
las propias acciones;
- Incapacidad para comprender malentendidos;
- Incapacidad de engañar o comprender el engaño;
- Incapacidad para comprender las razones que subyacen a las
acciones de las personas;
- Incapacidad para comprender reglas no escritas o
convenciones.
Asimismo, se presentan serias anomalías y el lenguaje de manera
temprana en el autismo. Para Bailey, Phillips y Rutter (1996) el
nivel de lenguaje es buen predictor de los resultados psicoeducativos
y está asociado con alteraciones de conducta, rendimiento cognitivo
y capacidades de relación social.
Independientemente del nivel intelectual recordemos que
aproximadamente un 75% de los sujetos con autismo presenta algún
nivel de retraso mental las personas con autismo presentan déficit
pragmático (Bishop, 1989; Tager-Flusberg, 1993; Monfort, 1997;
Sotillo y Riviére, 1997a, 1997b).
Se registran fallos en la adaptación de las conversaciones a los
contextos comunicativos, el inicio o mantenimiento de
conversaciones, la comprensión de lenguaje figurado, metáforas,
doble sentido, ironías y chistes (Flores y Belinchón, 1995;
Belinchón, 1997; en prensa; Riviére, 1996; Riviére y Sotillo, 1995;
Baron Cohen, 1997; Jolliffe y Baron Cohen, 1999).
El amplio abanico de alteraciones que recorren el espectro autista,
abre un campo de problemas que exceden el déficit en teoría de la
mente. No obstante, queremos hacer notar que tales alteraciones han
sido y son estudiadas en el marco del propio desarrollo simbólico
del sujeto, poniendo de relieve temáticas relativas a la teoría de la
mente (Baron Cohen, Leslie y Frith, 1985; Riviére, 1991; Baron
Cohen, 1995), la función ejecutiva (Pennington y Ozonoff, 1996;
Russell, 1997) y la hipótesis del sistema de coherencia central (Frith,
1989; Joliffe y Baron Cohen, 1999).
Ocurre que, salvo escasas excepciones, tal y como se presentan las
pruebas clásicas de teoría de la mente, poco pueden decirnos acerca
del nivel de competencia mentalista de personas autistas de alto
funcionamiento o con síndrome de Asperger.
Las pruebas clásicas (como las de Sally y Ann) de primer orden las
pasan correctamente los niños normales, en torno a los 4 o 5 años; y
las de segundo orden, en torno a los 6 o 7 años.
Tal como citábamos más arriba, distintos investigadores (Bowler,
1992; Ozonoff, Pennington y Rogers, 1991) hallaron que algunos
adultos con síndrome de Asperger resolverían correctamente la
prueba de falsa creencia de segundo orden. Esto podría hacernos
pensar en una contradicción con datos previos que indican que las
personas autistas no pasan esta prueba debido a un déficit en las
competencias mentalistas ¿Qué es lo que ocurre? ¿Cómo pueden
explicarse estos datos?
Las pruebas de teoría de la mente de primer y segundo orden no son
pruebas complejas de teoría de la mente. (Baron Cohen, Joliffe,
Mortimore y Robertson,1997). Son pruebas que pasan correctamente
niños de entre 4 y 5 años con desarrollo normal y niños de entre 6 y
7 años, también con desarrollo normal, respectivamente.
El hecho de que un adolescente o un adulto con autismo y un nivel
de inteligencia normal pase las pruebas no puede hacernos inferir
que posee un desarrollo normal de sus capacidades mentalistas. Si
un adulto de 30 años, autista, de inteligencia normal, pasa la prueba
de teoría de la mente de nivel de un niño de 6 años, no se puede
concluir que dicho adulto tenga un desarrollo normal en ese
dominio.
Como bien señalan Baron Cohen, Joliffe, Mortime y Robertson
(1997): todo lo que se podría concluir es que tiene intacta la
capacidad de teoría de la mente de un nivel de 6 o 7 años de edad.
Por lo tanto, desde el punto de vista de la investigación, se plantea el
desafío de elaborar nuevas pruebas que puedan ser aplicadas de
adultos, autistas de nivel alto o con síndrome de Asperger.
Tales pruebas apuntaran a la detección de indicadores sutiles de
inferencia mental en poblaciones con espectro autista leve.
Los antecedentes más recientes en esta línea son:
1) Pruebas en las que hay que realizar inferencias de lo que
alguien está pensando a partir de la dirección de la mirada;
2) Pruebas que apuntan a detectar estados mentales más
complejos (deseo, referencia, intención);
3) Pruebas que implican una gama más amplia de inferencia de
estados mentales en la expresión facial. Se utilizaron pinturas y
dibujos (Velazquez y Hockney) y se encontró que sujetos
normales mostraban un nivel significativo de acuerdo al
reconocer una amplia gama de estados mentales a partir de los
estímulos mencionados. (Se ha realizado incluso un estudio
trascultural) (Baron Cohen, Riviére, Cross, Fukushima, Bryant,
Sotillo, Hadwin y French, en prensa).
La tarea que propone Baron Cohen, Joliffe, Mortimore y Robertson
(1997) en uno de sus últimos trabajos se llama “Leer la mente en los
ojos” o “Tarea de los ojos”.
La tarea implica mirar fotos de la zona de los ojos y realizar una
elección forzada entre dos palabras, la que mejor describa lo que la
persona (de la foto) ésta pensando o sintiendo.
Tal tarea implica capacidad de teoría de la mente en el sentido que el
sujeto tiene que comprender términos de estados mentales y
relacionarlos con caras (con partes de la cara en este caso). Algunos
de los términos de estados mentales son “básicos” (feliz, triste,
enojado, atemorizado) y otros son más “complejos” (reflexivo,
arrogante, etc).
En un estudio, utilizado la “Tarea de los ojos”, contrastaron, entre
otras, la siguiente predicción: los adultos con autismo o síndrome de
Asperger, a pesar de tener un CL normal o por encima de la media,
presentarían déficit en una prueba específica de teoría de la mente.
Esto fue confirmado en el estudio.
Debería consignarse que algunos de los sujetos con autismo o
síndrome de Asperger de su muestra tenían estudios universitarios y
aun así puntuaban bajo en la tarea de los ojos. Para los autores, esto
sugeriría que este aspecto de la cognición social es independiente de
la inteligencia general.
Aunque tal prueba suponga un avance en la forma de abordar el
estudio de las capacidades mentalistas, consideramos que representa
ítems de elección a partir del estímulo visual bipolares y muy poco
sutiles (simpático – antipático – amistoso) en cuanto a gamas de
inferencia posibles.
Encontrar maneras de estudiar indicadores más sutiles que supongan
diferencias en cuanto a alteraciones más o menos leves dentro del
espectro autista implica un desafío a asumir.
Ese es el camino que ha tomado nuestras investigaciones, iniciadas
bajo la dirección de Ángel Riviére, cuya originalidad intelectualidad,
búsqueda apasionada y preocupación por la problemática de las
personas con autismo y sus familias, nos sirven de estímulo
permanente para continuar con la tarea emprendida.

“LA IMPORTANCIA DE ENSEÑAR”:

¿Qué hace que sea tan especial el gesto de señalar? Lo podemos


resumir en tres palabras: es un gesto intencional, intersubjetivo y
simbólico.
Cuando se señala es completamente consciente de lo que se está
haciendo y se sabe que con ello se está atrayendo deliberadamente
(intencional) la atención compartida y de esta manera será también
el foco de atención compartida y de esta manera será también el foco
de su intersubjetividad. También es simbólico, porque crea una línea
imaginaria entre el dedo y el objeto.
En los niños normales, LA ACCIÓN DE SEÑALAR APARECE A
LOS 11 MESES, a la misma edad en que está establecida la pinza
digital (que implica la separación afinada del dedo índice, lo que
constituye un marcador biológico, PERO NO SOCIAL).
Señalar a distancia es equiparable a la misma finalidad de
FOCALIZACIÓN, recordando al niño que está haciendo referencia
incluso antes de compartir el objeto de su interés con otra persona.

“EVALUACIÓN DE LA TEORÍA DE LA MENTE”:


La tendencia natural de “leer la mente de los demás” nos ayuda a
comprender la conducta de los otros, a anticiparla y coordinarla de
forma coherente con nuestra propia conducta. En definitiva, nos
ayuda a organizar el mundo y a vivir en él. Cabe suponer, que la
evolución de la compresión de la mente en el niño va relacionada
con el desarrollo neuronal de estos, que a su vez va en paralelo con
la socialización. De esta forma, como regla general se desarrolla a la
edad de 3 – 4 años la habilidad de entender las falsas creencia,
mientras que entre los 6 y los 7 años ya es posible entender las
representaciones mentales de los otros (Tareas de falsa creencia de
2° orden).
Para conocer cómo se desarrolla la comprensión de la mente en las
distintas etapas evolutivas, nuestro equipo de investigación utiliza
diversas tareas con el objetivo de estudiar de la forma más precisa
cada uno de los momentos evolutivos en los que se adquieren las
competencias necesarias para la comprensión de la mente, tanto
propia como la de los demás. Este trabajo pretende ser una
presentación de las pruebas de las que nos servimos para dicho
objetivo.
El estudio de la “teoría de la mente”, se inicia con el experimento de
Premack y Woodroff en 1978, en chimpancés, el cual consistía en
presentarle a un chimpancé llamada Sarah un video de un ser
humano que intentaba alcanzar un objeto inaccesible;
posteriormente se enseñaba a Sarah una serie de fotografías en
donde aparecían diferentes instrumentos y se le pedía que eligiera
aquella fotografía en que presentara el objeto que hacía posible
resolver el problema de alcance. Sarah tuvo éxito al escoger las fotos
que presentaban la solución del problema, con lo cual se demostraba
que los chimpancés no solo eran capaces de resolver problemas
físicos, sino que además comprendían cuando otro estaba intentando
resolver un problema de uso de instrumento.
Premack y Woodroff expusieron que dicha capacidad podría
llamarse “Teoría de la mente” puesto que lo que se hace es leer en
las acciones de los demás las intenciones subyacentes que explican
esas acciones y predecir que conductas debe realizar esa persona o
realizará esa persona animada con esas intenciones. (Gómez y
Nuñez, 1998).
Extrapolando a los humanos lo encontrado en Sarah, la hipótesis
planteada fue la siguiente: “Un sujeto tiene la teoría de la mente
cuando es capaz de atribuir estados mentales a los demás y a sí
mismo”. Un sistema de inferencias de estas características merece el
calificativo de teoría porque tales estados no son directamente
observables y es posible utilizar el sistema para predecir el
comportamiento de los demás. (Premack y Woodruff, 1978).
Astington, (1993) dice que el descubrimiento de la mente por el niño
significa el hacerse consciente de que las personas, incluido él
mismo, tienen mente y dentro de los estados o elementos de esa
mente están las creencias, deseos, sentimientos, pensamientos, con
base en los cuales realizan sus acciones, ¿Cómo se estudia el
desarrollo de la mente?
Las investigaciones acerca de la “Teoría de la mente” en los niños,
distinguen la edad entro los 3 y 5 años de vida como trascendental
en el desarrollo cognitivo, social y emocional del sujeto, dado que a
esta edad se adquiere la habilidad de reflexionar y comprender los
comportamientos, intenciones, pensamientos y sentimientos de los
demás. Según Abe e Izard (1999) en este rango de edad se dan 5
hitos evolutivos, estos son:
1) Creciente sentido de autoconciencia, que se manifiesta a través de
la expresión de emociones negativas (ira, enfado), de conductas
desafiantes y oposicionales, etc.
2) Incremento en la habilidad infantil de comprender a los demás,
distinguir entre su propio yo y el de los demás;
3) Creciente sensibilidad hacia las normas sociales y morales;
4) Emergencia de forma rudimentarias de emociones auto-
evaluativas, como la culpa, vergüenza, orgullo, etc.
El organismo que posee una “Teoría de la mente” tiene que ser
capaz de tener creencias sobre las creencias de otros,
distinguiéndolas de las propias. Debe ser capaz de hacer o predecir
algo en función de esas creencias atribuidas y diferenciadas del
propio.
Los resultados experimentales desde la investigación inicial de
Wimmer y Perner afirman que hay un momento temporal del
desarrollo, en torno a los cuatro años y medio en que los niños son
capaces de entender estados de “falsa creencia” y por tanto
desarrollan ya una teoría de la mente refinada. Los datos actuales
parecen indicar que entre los 4 y 5 años los niños desarrollan un
sistema conceptual completo del que se sirven para dar razón de su
propia conducta y de la ajena y que incluyen la noción básica de
creencia falsa.
¿CÓMO SE EVALUA LA TEORÍA DE LA MENTE?:

La teoría de la mente se puede evaluar mediante una gran variedad


de tareas. En el presente trabajo las hemos organizado en tre grupos:
- TAREA CLÁSICA: Incluirían las primeras tareas que se
utilizaron para evaluar la teoría de la mente, estas son, la tarea
de falsa creencia de primer y de segundo orden.

- AMPLIACIONES PORTERIORES: Se incluyen las tareas que


miden emociones secundarias por transgresiones de normas
socio-convencionales y morales y las historias extrañas de
Happé, que evaluarían la comprensión de la ironía, mentira y
mentira piadosa mediante una serie de viñetas cuyos
personajes son niños.

- TAREAS PROPIAS CREADAS POR NUESTRO GRUPO


DE INVESTIGADORES: Como las tareas de perro y tobogán,
en la cual de primera evalúa emociones primarias y primarias
paradójicas. Por último también se utilizarían los cuentos
tradicionales ya que son buenos indicadores en la medición de
teoría de la mente. ¿Cómo se estudia el desarrollo de la mente?

“TAREAS CLÁSICAS”:

Falsa creencia de primer orden: tarea de cambio inesperado de


objeto (Wimmer y Perner, 1983). La falsa creencia de primer orden
sería comprender que la representación del personaje es falsa con
respecto a una situación real, estaría en juego una capacidad
metarrepresentacional (Pylyshyn, 1978; Pener, 1991).
En las tareas de falsa creencia, para resolverla, el niño ha de tener en
cuenta la relación entre unos hechos y la representación que un
sujeto tiene de ellos.
Wimmer y Perner diseñaron la tarea de la falsa creencia, sirviéndose
del lenguaje. Esta tarea permite determinar la presencia o no en el
niño de capacidades de teoría de la mente.
En esta tarea se representa una secuencia de dibujitos, que se le va
explicando al niño. En primer lugar, aparecen dos muñecos (A Y B)
cuyo genero concuerda con el niño o niña entrevistado, y a su lado,
una cesta, una caja y una pelota. El personaje A guarda la pelota en
la cesta y se va. A continuación, el personaje B, que permanece en la
habitación, cambia la pelota de la cesta a la caja, y se va también.
Acierto se considera cuando el niño/a entrevistado contesta que el
personaje A buscará la pelota en la cesta, ya que se pone en el lugar
de A y en lo que piensa, puesto que A no ha visto como B cambiaba
la pelota de lugar. El niño/a tiene que darse cuenta de que el
personaje A posee una creencia falsa respecto a la situación,
distinguiéndola de su propia creencia o conocimiento acerca de la
localización real del objeto. Error, por el contrario, se considera
cuando el niño/a entrevistado contesta que A buscara la pelota en la
caja ya que no se pone en el lugar de A sino en lo que ha visto a lo
largo de la historia. ¿Cómo se estudia el desarrollo de la mente?
La habilidad darse cuenta de que el personaje de la historia posee
una creencia falsa, puede ser expresado como la capacidad para
detectar cuando alguien es engañado en una situación. La
discriminación explicita de que alguien ha sido engañado,
presupone, por una parte, la diferenciación entre los estados
mentales propios y ajenos, y por otra, alguna conciencia de la
capacidad de otros organismos de tener estados mentales de
creencia.
Según la mayoría de las investigaciones hacía de los 4 años se
produce la resolución correcta de esta tarea, observándose que
cuando el niño/a responde que buscará en la cesta, ya es capaz de
ponerse en el lugar del otro, adquiriendo así la habilidad de
solucionar las creencias falsas de primer orden.
FALSA CREENCIA DE SEGUNDO ORDEN (SULLIVAN Y
COLS 1994):
Las creencias falsas de segundo orden hacen referencia a la
capacidad que tienen los niños de atribuir falsas creencias a los
demás (María piensa que su madre cree).
Perner ofrece dos razones para justificar estas creencias. La primera
se refiere al hecho de que en la interacción social se produce una
“interacción de mentes”, en la cual tiene que tenerse en cuenta lo
que los demás piensan de los pensamientos de otras personas. La
segunda razón se refiere a que este tipo de creencias requiere la
comprensión de un rasgo principal de los estados mentales, su
naturaleza recursiva.
En el estudio de este tipo de creencias, el experimentador entrevista
individualmente a cada niño. Les cuenta la siguiente historia:
“María es una niña que requiere un gato para su cumpleaños. Su
madre le dice que no es posible tenerlo, pero que le comprará un
juguete. En realidad, la madre de María le compra el gato y lo
guarda en un baúl.” (El experimentador le plantea dos cuestiones)
1) ¿Le ha comprado su madre realmente a María un juguete para su
cumpleaños?
2) ¿Le dijo la madre a María que le iba a comprar un juguete para su
cumpleaños? (El experimentador prosigue con la historia) “Luego,
sin que su madre lo sepa, Maria encuentra el gato cuando va a coger
sus patines en el baúl” (El experimentador le plantea dos
cuestiones).
3) ¿Sabe María que su madre le ha comprado un gato para su
cumpleaños?
4) ¿Sabe la madre que María ha visto el gato en el baúl? (El
experimentador le cuenta la parte final de la historia).
“La madre y la abuela de María están hablando sobre el regalo del
cumpleaños de María. La abuela le pregunta a la madre ¿Sabe María
que le vas a regalar realmente para su cumpleaños? (El
experimentador le pregunta al niño)
5) ¿Qué le dirá la madre a la abuela? “Luego, la abuela le pregunta a
la madre ¿Qué cree María que le vas a comprar en su cumpleaños?
6) ¿Qué le contesta la madre a la abuela? ¿Cómo se estudia el
desarrollo de la mente?

“HABILIDADES SOCIALES EN EL AUTISMO”:

Una característica del espectro autista es no poder compartir foco de


interés, acción o preocupación con las otras personas. Las
conductas de “atención conjunta” son aquellas actividades de
comunicación social prelingüística que implica el empleo de gestos
(incluyendo señalar o mirar) para compartir el interés con respecto a
situaciones, objetos, etc. En personas con niveles más altos de E.A.
(espectro autista), hay también una dificultad para compartir
preocupaciones comunes, es decir, “poner en común” con otras
personas “la atención” y también “la acción” con respecto a objetos
o situaciones.
Las dificultades de “atención conjunta” constituyen la expresión más
clara de déficit de intersubjetividad secundaria. Es decir, que para
que el niño llegue a construirse como sujeto, es fundamental que
analice e internalice las interacciones humanas. Para llegar a esto
deberá, en cierta forma, “ser cómplice” de las interacciones
humanas, viviéndolas “desde dentro” como dotadas de sentido. Más
técnicamente, podemos decir que la adquisición de las funciones de
simulación, lenguaje, atribución mentalista, representación
simbólica, narración, etc., piden que el niño posea lo que Colwin
Trevarthen ha llamado “intersubjetividad secundaria”, cuya
característica esencial es “la dotación de sentido a través de un
proceso de conciencia compartida”. No consiste en “expresar cara a
cara las mismas emociones” que otro expresa, que es expresiva de la
“intersubjetividad primaria”. La intersubjetividad secundaria añade
algo más a la primaria: añade una actividad cognitiva manifestada
por el interés de compartir el mundo con el otro. Esta constituye una
prolongación de la primaria, en el sentido de que incluye una
“conjunción del afecto (componente emocional) y la actividad
cognitiva en relaciones que definen referencias conjuntas.”
Para poder desarrollar la intersubjetividad secundaria, cuyas
primeras manifestaciones se producen en el último trimestre del
primer año de vida (justamente cuando da comienzo la fase precítica
del autismo), el niño tiene que comenzar a ser capaz de acceder a su
propio mundo interno. Su desarrollo cerebral tiene que permitir un
cierto grado de elaboración cognitiva y análisis de las emociones y
de los estados internos propios. Solo así será posible que el niño
comience a darse cuenta, implícitamente, de que las otras personas
“son sujetos de experiencia” y de que es posible y deseable
compartir la experiencia propia con la de ellos.
Las dificultades para compartir el mundo, los trastornos cualitativos
de relación y sus deficiencias comunicativas, se han explicado en la
última década recurriendo a dos conceptos:
- INTERSUBJETIVIDAD: Aquí el autismo sería considerado
un trastorno de las pautas de relación afectiva, una especie de
“enfermedad de afecto”. Esta fue la formulación original de
Kanner (1943) y Asperger (1944), y la que heredan los
defensores de una imagen del autismo como un trastorno de la
intersubjetividad primaria.
- TEORIA DE LA MENTE: Desde esta perspectiva el autismo
se considera un “trastorno cognitivo”, la alteración de una
capacidad cognitiva muy esencial, la de atribuir mente o inferir
estados mentales de las personas.
¿Es el autismo, en realidad, un trastorno del mundo afectivo o del
cognitivo? A pesar de todo considera la alteración como un
“trastorno del desarrollo”. Sin duda, el origen de la teoría de la
mente (Premack y woodruff, 1978) de atribuir mente e inferirla,
no reside sólo en el desarrollo de las capacidades de
representación mental y razonamiento (cognitivo), sino también
en la evolución de las destrezas intersubjetivas primarias (SON
PRIMARIAS) de relación afectiva (capacidad de codificar
emociones) que muestran los bebés desde los dos o tres meses, y
las secundarias, que se presentan desde los ocho a los nueve
meses de vida.
Los autistas de bajo funcionamiento no comprenden bien (aspecto
cognitivo), que tipo de seres son las personas, literalmente “no
saben qué hacer con ellas”, como si carecieran de un cierto
mecanismo cognitivo que les permitiera descifrar a las personas y
entenderlas como seres dotados de mentes. Aunque, por otra
parte, los autistas de alto funcionamiento tienen dificultades para
empatizar (aspecto afectivo) con las personas, para sentir con
ellas, dificultades que no parecen ser sólo meramente cognitiva.
Esta doble cara, afectiva y cognitiva, de los fundamentos de las
anomalías de relación de las personas autistas sólo se explica
adecuadamente desde una perspectiva ontogenética, en las que los
procesos de inferencia son derivados de formas de cognición
emocionalmente implicadas en las interacciones de los bebés con
las personas y las cosas (por eso la terminología “comprender
intersubjetividad” implica ambas funciones: comprender-
cognitivo; intersubjetivamente-emoción).
Desde la teoría de la mente, existe en niños autistas la dificultad
de poder resolver la tarea de la:
- FALSA CREENCIA DE PRIMER ORDEN: Una persona
tiene una creencia sobre una situación, y esta cambia sin que lo
sepa, por lo que uno tendría que predecir una “conducta
equivocada” de esa persona con relación a la situación, basada
en una “falsa creencia”. Por ejemplo, José (espectador –
autista) ve que en una caja María coloca una muñeca y luego
se va; pero en ese instante, viene Elena y cambia de lugar la
muñeca colocándola dentro de una cajonera. Si se le
preguntara a José donde buscaría María su muñeca cuando
volviera, deberá predecir una “conducta equivocada” por parte
de María, ya que lo último que vio fue su muñeca en la caja (el
niño autista en este caso diría que buscará la muñeca en la
cajonera, no puede inferir el estado mental del otro y se rige
por lo que él ve). Alrededor del 80% de los autistas de más de
5 años de edad mental – edad en que resuelven esa tarea los
niños normales – fallan en la tarea. La gran mayoría del 20%
restante fallan en las tareas de “falsa creencia de segundo
orden”.
- FALSA CREENCIA DE SEGUNDO ORDEN: En este caso
uno tiene una falsa creencia sobre la creencia de otra persona.
Siguiendo el ejemplo anterior, si se le preguntara a José
(Autista) qué piensa Elena (creencia de primer orden) sobre lo
piensa María (creencia de segundo orden) en cuanto a donde
buscaría ella su muñeca. Si José responde incorrectamente es
porque no puede inferir estados mentales (ni de una persona, ni
de una persona sobre otra). Los niños normales infieren esta
tarea hacia los seis años.
Aunque algunas personas con trastorno de Asperger y alto nivel
cognitivo, resuelven incluso la falsa creencia de segundo orden,
fallan cuando se plantean tareas que suponen una actividad
mentalista más sutil y compleja, como responder a cuestiones sobre
historias, cuando dichas cuestiones implican tener en cuenta estados
mentales o inferir estados mentales de fotografías de miradas (es
decir, establecer análisis, correlaciones e integraciones de la
información del contexto).
Los defensores del modelo de la T.M han rastreado los orígenes
primeros de las capacidades mentalistas, insistiendo en que las
primeras conductas de comunicación protodeclarativa (conductas
comunicativas para compartir experiencias – distintas a las
protoimperativas conductas que utiliza para pedir instrumentalmente
cosas pero no para compartir) y las pautas de atención y referencia
conjunta – que ya empiezan a mostrar los bebés normales de 8 o 9
meses – son precursoras de la teoría de la mente (Baron Cohen,
1995)
“INTERVENCION CONDUCTUAL”:
“COMPRENDIENDO EL COMPORTAMIENTO DE LA
PERSONA AUTISTA (ANÁLISIS CONDUCTUAL):

Todo comportamiento posee uno de estos cuatro propósitos básicos:


1) Atención;
2) Evitación;
3) Control (poder);
4) Auto estimulación.
Cada vez que el A.T. observe un comportamiento que no desea que
se vuelva a repetir, debe intentar discernir con cuál de estos cuatro
propósitos el niño está usando dicho comportamiento. Existe una
manera de analizar la intención de la conducta y consiste en hacerse
estas tres preguntas:
1) ¿Cuál es el comportamiento que no debe repetirse?
2) ¿Qué estaba pasando en el entorno justo antes de que apareciera
la conducta? (antecedente).
3) ¿Qué paso después de dicho comportamiento? (consecuencia).
La pregunta uno (1) busca focalizarnos en el comportamiento
inapropiado que se quiere modificar. No focalizarse en el aspecto
general del comportamiento, como, por ejemplo, “no portarse mal”,
sino focalizarse específicamente en la conducta desadaptativa,
como, por ejemplo, “tirar el plato al piso”.
La pregunta dos (2) está diseñada para ver si existe un antecedente al
comportamiento que pueda ser considerado como causa. Esto puede
dar una idea acerca del propósito de la conducta, por ejemplo: si
justo antes de tirar el plato al piso, la mamá está hablando por
teléfono; esto puede llevar a inferir que el comportamiento puede ser
un intento de obtener la atención de la mamá.
La pregunta tres (3) es tal vez más importante para contestar
correctamente. ¿Cuál es la consecuencia de este comportamiento?
Muchas veces, si podemos hallar qué es lo que está reforzando el
comportamiento, se podrán tomar diseñar estrategias para eliminar
este refuerzo. Lo que se busca es no permitir que el comportamiento
tenga éxito.
Luego de haberse formulado y contestado estas tres preguntas el
A.T. tendrá una idea más acertada de cuál es el propósito por el que
un niño emplea o utiliza un determinado comportamiento o
conducta. El próximo paso es planear una intervención que dejará de
forzar lo inapropiado y comenzar a reforzar otros comportamientos
adecuados. La única forma de saber si se ha diseñado un buen plan,
es poniéndolo en práctica y confeccionando, además, en forma
sistemática, los registros de observación para comprobar si el
comportamiento disminuye. Si luego de un periodo razonable
(generalmente una o dos semanas), el comportamiento no se ha
modificado o extinguido, o por lo contrario ha aumentado, se deberá
abandonar el plan e intentar una táctica o modalidad de intervención
diferente.
Varios tratamientos han sido diseñados para tratar el autismo, unos
con mayor éxito que otros. El tratamiento por modificación
conductual es actualmente el más aceptado y el que permite obtener
mejores resultados. Favorecer especialmente la organización de la
conducta del niño y permite, a través de distintos programas y
estrategias, focalizar su atención para lograr el aprendizaje de las
conductas funcionales que la persona con autismo necesita para
desarrollar su vida con mayor autonomía.
“LA COMUNICACIÓN EN LOS NIÑOS AUTISTAS”:

Las conductas comunicativas aparecen en los niños normales en el


último trimestre del primer año de vida. Es en el cuarto estadio del
periodo sensoriomotor, cuando aparecen las relaciones
intencionadas. Estas pueden cumplir diversas funciones, por
ejemplo:
LA FUNCIÓN DE CAMBIAR EL MUNDO FÍSICO O
CONSEGUIR ALGO DE ÉL.
LA FUNCIÓN DE CAMBIAR EL MUNDO MENTAL de
compañero de internación, COMPARTIENDO CON ÉL UNA
EXPERIENCIA INTERNA,
Bates (1976), ha denominado a las primeras formas comunicativas
PROTOIMPERANTIVOS, y a las segundas
PROTODECLARATIVOS (declarativas u ostensivas, que buscan
compartir el mundo). Los niños autistas no desarrollan ni
protoimperativos ni protodeclarativos en el momento del desarrollo
esperado, es decir, en los últimos meses del primer año y los
primeros del segundo. No piden objetos, ni muestran cosas o
acontecimientos para compartir con otros su experiencia sobre ellos.
La función imperativa puede “aprenderse” por procesos de
asociación empírica entre conductas externas propias y
contingencias externas del medio. La función declarativa exige
necesariamente alguna noción intersubjetiva de los otros como seres
con experiencia interna. La única alternativa es contar con un
sistema simbólico, relativamente complejo, que permita intuir la
posibilidad de intercambiar experiencias con las personas.
Los niños autistas tienen una extrema dificultad para desarrollar el
lenguaje en su periodo esperado del desarrollo, ya que carecen de los
indicadores subjetivos que “disparan” o ponen en marcha los
mecanismos específicos de comunicación lingüística. Cuando esa
dificultad no es tan insuperable como para dejarles sumidos en el
mutismo, tienden a desarrollar un lenguaje poco funcional y
espontáneo, con alteraciones peculiares, como la ecolalia (repetición
de una palabra o frase que acaba de repetir el mismo u otra persona
en su presencia), la literalidad extrema de los enunciados y las
formas de comprensión, la presencia masiva de formas imperativas y
ausencia o limitación de las declarativas, la emisión de
verbalizaciones semánticamente vacías, irrelevantes o poco
adaptadas a las situaciones interactivas y una limitación extrema de
las competencias de conversación y discurso (las anomalías del
lenguaje autista son heterogéneas, múltiples y complejas).
Los procedimientos actuales de tratamiento del lenguaje en autismo
se caracterizan por varios rasgos:
1) Recurren a múltiples códigos y no sólo al leguaje oral para
mejorar las posibilidades comunicativas de las personas autistas.
2) Se acentúan los objetivos funcionales y pragmáticos, por encima
de los estructurales.
3) Tienen una inspiración evolutiva y psicolingüística de las que
carecían muchos de los procedimientos de los años 60 y 70.
4) Acentúan la importancia de desarrollar destreza lingüística y
comunicativas en contextos naturales.
Con frecuencia los niños que presentan los trastornos específicos
más severos del desarrollo del lenguaje receptivo (la agnosia verbal
auditiva- Worster - Drougt-1930- o el déficit semántico –
pragmático - Rapin y Allen- 1983) tienen síntomas autistas tan
acentuados que algunos investigadores propusieron que podían
existir una continuidad esencial entre el autismo y la disfasia
receptiva. Pero existe diferencias entre el lenguaje autista y el
disfásico suficiente para establecer dos categorías distintas: los
autistas suelen tener mayores dificultades de comprensión,
trastornos más marcados de las funciones comunicativas del
lenguaje y anomalías mayores – ecolalia, inversión deíctica,
emisiones estereotipadas, etc., que los difásicos.
“INTERÉS Y COMPORTAMIENTOS RESTRINGIDOS EN EL
AUTISMO”:
En uno de sus artículos, “la concepción de totalidades y partes en el
autismo infantil precoz”, 1949, Kanner destacaba: “El niño autista
desea vivir en un mundo estático en el que los cambios no se toleran.
Solo el propio niño puede permitirse modificar las condiciones
existentes y ninguna otra persona puede hacerlo. Es impresionante
hasta qué punto se preocupan los niños de asegurar la preservación
de la invarianza”. Desde una perspectiva cognitiva, la exigencia de
preservación de un mundo sin cambios, remite a la idea de que
existen anomalías y limitaciones en los procesos de anticipación, o
más en general en la formación de esquemas de acción o en el uso
de ellos. Dichos esquemas incluyen componentes estables
invariantes, y otros “a rellenar” para aceptar y asimilar lo nuevo, e
incluso inferirlo.
En el desarrollo humano normal, el momento de aparición de las
pautas de comunicación intencionada (9 – 18 meses) es también el
de desarrollo de los primeros esquemas en el que el niño, como
señala Piaget (1969), se aleja del aspecto conservador que tienen las
reacciones circulares primarias y secundarias de los 9 primeros
meses de vida, y su acción posterior funcionará no dejándose llevar
por la simple repetición sino subordinando al esquema principal otra
serie de esquemas transitivos. A medida que aumenta el nivel de
generalidad, abstracción y organización jerárquica de las relaciones
entre los esquemas, lo hace también el carácter innovador sobre la
capacidad anticipatoria mental del futuro.
La inflexibilidad está en relación directa con los déficits de
anticipación en el plano psicológico, y muy probablemente con
alteraciones neuroquímicas del sistema límbico y de las conexiones
entre éste y los lóbulos frontales. El patrón inflexible de
funcionamiento mental depende de las capacidades cognitivas de las
personas autistas y de la severidad de su trastorno. Es muy probable
que en casos severos predominen -, contenidos mentales inflexibles
y obsesivos, aunque también con poca frecuencia pueden
presentarse estereotípias, breves y esporádicas en comparación con
los niveles más bajos de autismo. Las estereotípias y los contenidos
mentales obsesivos forman parte de un mismo continuo que se
expresa en niveles distintos. La inflexibilidad se liga a una especie
de “compulsión hacia la forma” (La forma de una conducta, de un
espacio, de un recorrido, un movimiento o contenido mental)
excluyendo o limitando los procesos mentales que se guían por los
contenidos o los significados.
La inflexible dedicación a las conductas invariables (o a contenidos
mentales reiterativos), la dificultad para aceptar cambios y las
limitaciones para poder anticipar, trae como resultado la dificultad
para dar sentido a la acción propia. El concepto de sentido tiene que
ver con la relación y el contexto. Tal es así, que cualquier conducta
o acción carece de sentido, si son ajenas a los contextos. Las
dificultades que tiene los niños autistas para dar sentido a la propia
acción se relacionan con sus dificultades para “dejar en suspenso las
acciones sobre el mundo” (el verdadero significado), y crear otros
significados del mismo significante o referente concreto real; dicho
en otros términos presentan dificultades para la
“metarepresentación” (Leslie, 1988). Hay que recordar que los
sentidos no son propiedades intrínsecas (salvo la capacidad para dar
sentido, pero no el sentido en sí) ya que son asignaciones
funcionales dadas o mediadas socialmente.

“ESTRUCTURA DEL PROCEDIMIENTO DE INTERVENCIÓN”:


La estructura básica del procedimiento de intervención tiene tres
elementos y se la llama “triple relación de contingencia”. Estos
elementos son:
1) Un estímulo que produce una…
2) Respuesta que a su vez tiene una…
3) Consecuencia (refuerzo).
En una relación a la respuesta se deberá tener en cuenta, que al
menos en un principio, se utilizará el aprendizaje sin error, el cual
consiste en que las respuestas que el niño debe dar , estén siempre
predeterminadas o dadas con ayuda masiva por parte del terapeuta.
Estas respuestas serán reforzadas, tanto si las repite con éxito o si
son aproximaciones a la conducta que se intenta enseñar. Las
respuestas deberán estar adaptadas al nivel evolutivo del niño.
Una vez que el niño haya logrado un aprendizaje medianamente
estable de la respuesta esperada, los refuerzos deberán utilizarse de
la siguiente manera:
a) INTERCALAR: se eligen intervalos de tiempos o de ciertas
respuestas correctas en la que se dará el refuerzo, o bien;
b) INTERMITENTE: no se dan refuerzos en todos los ensayos
exitosos sino al finalizar la actividad específica.
“RELACIÓN MENTE – CONDUCTA”:

En el Autismo típico o de Kanner , al carecer el niño de un esquema


mental de organización de su conducta , este tendrá una alta
dispersibilidad atencional que retrasara su aprendizaje académico ,
dificultando la comprensión de las normas de su conducta, que por
consecuencia traerán severos trastornos comportamentales en su
adaptación social.
Por eso serán necesarios, que al trabajar su dispersibilidad
atencional, tenga que remitirse a os programas conductuales.

“OBJETIVO PRINCIPAL DE LA INTERVENCION EN T.G.D”:


Organizar la conducta (CONDUCTUAL)
…para …
ofrecerle un esquema mental (COGNITIVO)
que sea funcional (APRENDIZAJE FUNCIONAL)

“INTERVENCION CONDUCTUAL Y APRENDIZAJE


FUNCIONAL”:
El ser humano aprende solo aquello a lo que le encuentra sentido o
lógica, y rechaza lo que no le encuentra sentido (aprendizaje
consentido). Cualquier otro aprendizaje resultara ser puramente
mecánico o memorístico.
El aprendizaje consentido es un aprendizaje racional. El sentido lo
da relación del nuevo conocimiento con situaciones cotidianas
reales. Por lo tanto, para que un aprendizaje resulte consentido, en
casos de alteraciones neurológicas, será preciso que sea funcional,
especifico y fácilmente ejecutable por parte del niño.
La intervención conductual, implica este de aprendizaje funcional.

“PROPUESTA DE UN PLAN DE ACOMPAÑAMIENTO


TERAPEUTICO”:
Deberá tener en cuenta que no existe el modelo ideal, lo importante
es que cumpla la función de una guía clara y concreta, no solo para
el acompañante sino para el equipo y la familia.
EN EL CASO DE DISCAPACIDAD:
- Puede estar dividido por áreas: área conductual. Área
académica-cognitiva. Área autovalimiento. área socialización.
- En el caso de integración escolar el plan de acompañamiento
deberá reflejar la tarea específica A.T.
LINEAMIENTOS GENERALES:
- Debe ser claro, concreto y mostrar hacia donde se dirige el
acompañamiento.
- Debe ser realizado siguiendo los objetivos generales del plan
de trabajo propuesto por el equipo.
- Cada objetivo se viabilizará a través de actividades concretas y
factibles de llevar a la práctica.
- Deberán figuran los objetivos terapéuticos generales, el
encuadre, las actividades que permitirán llegar al objetivo
propuesto, opcional con una breve fundamentación de la
elección de la actividad (dependerá del equipo tratante).
- Se entrega una copia al equipo una a la familia. Según el caso
una al acompañado
“MODELO DE UN PLAN DE TRABAJO GENERAL”:

1) ÁREA CONDUCTUAL:
OBJETIVO GENERAL:
 Se apunta a la mejora y a la autorregulación conductual,
apuntando a la reducción, desvío o anulación de las conductas.
Auto estimulatorias y desadaptativas.
OBJETIVOS ESPECIFICOS:
 (Se determinarán de acuerdo a cada caso particular).
PROGRAMAS:
 Distribución geográfica.
2) ÁREA ALISTAMIENTO PARA EL APRENDIZAJE:
OBJETIVO GENERAL:
 A través de los distintos programas lograr una preparación o
un alistamiento básico para el aprendizaje en general.
OBJETIVOS ESPECIFICOS:
 (Se determinarán de acuerdo a cada caso particular).
PROGRAMAS:
 Postura
 Mirada
 Imitación no verbal (I.N.V.) funcional
 Ordenes básicas funcionales
3) ÁREA ACADEMICA-COGNITIVA:
OBJETIVOS GENERALES:
 Enseñanza-aprendizaje de programas académicos,
favoreciendo una futura inserción e integración socio
educativa.
OBJETIVOS ESPECIFICOS:
 (Se determinará de acuerdo a cada caso en particular).
PROGRAMAS:
 Reconocimiento de objetos (3D)
 Aparear (2D)
 Colores receptivos (R) y expresivos (E)
 Letras
4) ÁREA AUTOVALIMIENTO:
OBJETIVOS GENERALES:
 A través de distintos programas se apunta al desarrollo de
habilidades generales generando hábitos cotidianos y
funcionales para actuar en forma cada vez más autónoma.
OBJETIVOS ESPECIFICOS:
 (Se determinarán de acuerdo a cada caso particular).
PROGRAMAS:
 Lavarse manos y cara
 Peinarse
 Vestirse
5) ÁREA EDUCACION FISICA:
OBJETIVO GENERAL:
 A partir de las diferentes actividades planificadas de acuerdo a
cada caso se intentará mejorar la coordinación viso-motora,
con el fin de que pueda planificar sus propias acciones (meta-
fin)
OBJETIVOS ESPECIFICOS:
 (Se determinará de acuerdo a cada caso particular)
PROGRAMAS:
 Coordinación y equilibrio
 Circuito
 Actividades físicas simples
 Manipulación de elementos
6) ÁREA SOCIALIZACION:
OBJETIVOS GENERALES:
 A través de distintas actividades favorecer o mejorar la
interacción social con el otro.
OBJETIVOS ESPECIFICOS:
 (Se determinará de acuerdo a cada caso en particular)
PROGRAMAS:
 Saludar
 Compartir actividades
 Temas sociales (nombrar edad, domicilio, ciudad, teléfono,
cumpleaños, nombres de los familiares).
“LA FUNCIÓN DEL A.T. EN LA FAMILIA”:

Como ya hemos visto el trabajo de A.T. se desarrolla en diferentes


ámbitos: Ambulatorio, domiciliario, integración escolar,
institucional, etc. En los contextos domiciliario y ambulatorio
especialmente, el acompañante deberá establecer un fluido contacto
con la familia del acompañado y para esto tendrá que tener en cuenta
aspectos que son de relevancia para el éxito del comportamiento.
Vamos a introducir algunos básicos de la estructura familiar para
comprender fenómenos propios de este tipo de sistema, lo que
permitirá pensar en algunos recursos que le orienten al acompañante
sobre este tema y crear formas de implementación de estrategias
operativas.

“FAMILIA – DEFINICIÓN”:

Es un conjunto de personas ligadas por vínculos de parentesco. Este


sistema tiene lugares que están marcados culturalmente. La familia
es la encargada de canalizar las normas culturales de la sociedad
marcando los valores sociales que se destacan dentro de un grupo.
La familia es una creación de la cultura y se ubica entre el sujeto y la
cultura cumpliendo el papel de mediador entre ambas, señalando
desde ese lugar lo permitido y lo prescripto.
El acompañante deberá tener en cuenta al insertarse en un sistema
familiar aspectos muy importantes como, por ejemplo, la estructura
familiar, es decir el modo de interrelación existente entre sus
miembros, lo explícito o implícito de sus reglas y normas y sobre
todo el grado de regularidad en las relaciones y en los hechos
cotidianos.
Se puede hablar de distintos tipos de estructuras familiares:
- ESTRUCTURA DÉBIL: no hay reglas explícitas
- ESTRUCTURA FLEXIBLE: las reglas impuestas permiten
encontrar variantes según el momento en que se desarrollan.
- ESTRUCTURA RÍGIDA: las reglas no permiten excepciones
según sean las circunstancias familiares.
Otro aspecto al que se deberá prestar especial atención el A.T. se
relaciona con determinar si la familia se encuentra en crisis,
teniendo en cuenta que las crisis implican la ruptura de un orden
dado. Despierten temores ante un futuro que es reconocido como
incierto. Por lo general, el sentimiento que acompaña la crisis es la
desesperanza. Las crisis pueden ser cíclicas y no cíclicas: las
primeras están ligadas a las fases del ciclo vital y se denominan
crisis evolutivas. Las no cíclicas pueden llamarse accidentales, por
ejemplo, mudanzas, enfermedades, pérdidas laborales, muerte de un
familiar, etc.
Toda crisis supone un conflicto y requiere para su resolución de un
trabajo conjunto de todos los integrantes del sistema.
Ahora bien, ¿Qué datos fenoménicos señalarían que estamos en
presencia de una crisis?:
- El aumento de malos entendidos;
- Las conductas estereotipadas;
- La presencia de conductas conflictivas: infidelidad, violencia,
etc.;
- El aumento de reproches;
- El desacuerdo en la toma de decisiones;
- Las alteraciones de la vida sexual;
- Los síntomas en los hijos.
En lo que respecta a las crisis vitales, el pasaje de un momento del
ciclo vital a otro no se realiza siempre con naturalidad. La historia
del hombre transita entre crisis y resolución, ruptura y sutura.
Las crisis evolutivas emergen como un acontecimiento dentro del
suceder del ciclo vital. El ciclo vital se ve interrumpido por
episodios surgidos por accidentes de la vida que provienen de la
vida o del ámbito social. Estos cambios ponen en duda la estabilidad
de los vínculos previos y la forma de funcionamiento.
Las crisis originadas por el paso del tiempo llevan a la familia y a
sus miembros a una ruptura de creencias y valores hasta entonces
aceptados y compartidos. Sin embargo, no se deberá perder de vista
que toda crisis es también una apertura a la posibilidad de cabio.

“EL A.T. DEBERÀ TENER EN CUENTA AL INSERTARSE EN


UN SISTEMA FAMILIAR LO SIGUIENTE”:
- La dinámica familiar
- La interacción entre los roles
- Quienes ocupan y como son ocupados estos roles
- Las normas, reglas, mitos y tradiciones explícitas e implícitas
- El lugar que ocupa en el sistema familiar el acompañado
- La influencia de los distintos integrantes del sistema familiar
sobre el acompañado
- La historia de la familia con respecto a los acompañamientos y
a los acompañantes
“EL A.T. TENDRÀ QUE PONER EN PRÀCTICA LAS
SIGUIENTES ACTITUDES”:

- AGUDEZA: para estar alerta ante las situaciones que puedan


plantearse
- SERENIDAD: para actuar siempre con prudencia
- ÈTICA Y PROFESIONALISMO:
- FOCALIZARSE EN EL PLAN DE TRABAJO
- EVITAR SITUACIONES DE COMPLICIDAD
- MANTENER LA ASIMETRÌA: para hacer respetar el rol
- RECURRIR A LA SUPERVISIÒN
- ACTUAR CON LA FLEXIBILIDAD QUE REQUIERA LA
SITUACUÒN FAMILIAR
- RESPETAR Y HACER RESPETAR EL ENCUADRE

“LA REACCION DE LA FAMILIA ANTE LA


INSERCIÒN DEL A.T”:

Por lo general la familia podrá reaccionar en un primer momento:


- Aceptando al A.T. con alivio, como alguien que viene a
solucionar o a colaborar con la problemática del familiar en
recuperación.
- Se siente examinada, invadida o espiada
- Intentará mostrar todos los comportamientos apropiados o
esperables ante la situación
- Establecida la rutina del acompañamiento comenzará a
resistirse al mismo y a la presencia del A.T.
- Intentará responsabilizar al A.T. por las conductas
inapropiadas o desadaptativas del acompañado
- Buscará establecer alianzas con el A.T.
- Aparecerán conductas y estrategias tendientes a boicotear el
acompañamiento
- Falta de colaboración con el plan de trabajo del acompañante y
con el plan del tratamiento

“OBJETIVOS DEL ACOMPAÑAMIENTO”:


Los objetivos serán entre otros:
- Asesoramiento y orientación a los padres y al núcleo familiar
- Servir de modelo de intervención ante conductas disruptivas
- Brindar técnicas o recursos para la generalización de los
programas a prendidos
- Escucha empática
- Reforzar funcionalmente programas académicos
- Información permanente de la evolución del acompañamiento

“DISTINTOS TIPOS DE PADRES”:


En el acompañamiento domiciliario el acompañante se encontrará
con distintos estilos de ejercer los roles parentales. Por ejemplo:
- INCONSISTENTES: Saben lo que deben hacer, pero no lo
ejecutan
- PERMISIVOS: Dejan hacer todo sea bueno o malo
- AUTORITARIOS: Accionan con firmeza y sin perder de vista
el objetivo de la indicación
- OPERATIVOS: Accionan con firmeza y sin perder de vista el
objetivo de la indicación
Ser uno u otro tipo de papás depende de las características de los
padres de cada uno de ellos ya que repetimos modelos parentales.
“ERRORES MÀS FRECUENTES QUE COMETEN
LOS PAPÁS”:
- Hacen las cosas por sus hijos para no tomarse el trabajo de
enseñarles
- No toman en cuenta la importancia del lenguaje gestual y
corporal
- No son consistentes ni perseverantes en las pautas y en la
implementación de los programas
- No establecen reglas ni rutinas simples y concretas en la casa
- No utilizan lenguaje oral y gestual claro y sencillo y tampoco
verifican su comprensión
- No anticipan
- Les cuesta decidir en calma
- Se desbordan ante las conductas desadaptativas sobre todo
cuando ocurren fuera de la casa
“FUENTES DE ESTRÉS PARENTAL”:
Existen factores internos propios de la historia y la dinámica familiar
como así también factores externos (sociales) que llevan a los padres
a que se haga más pesada la “mochila” de tener un hijo con
discapacidad. Algunas de estas fuentes de estrés son:
- Falta de comprensión social frente a la discapacidad del hijo
(discriminación)
- Desconexión familiar y social (Aislamiento)
- Distribución del tiempo entre los hijos
- Sistema ineficiente e incomprensivo (educación, obras
sociales, etc.)
- Futuro del hijo
El A.T. deberá estar representado para, a través de una escucha
empática contener, orientar, y asesorar a los padres sobre estas
temáticas.
“ACOMPAÑANDO AL NIÑO Y A LA FAMILIA”:

El A.T. que se desempeñe en domicilio acompañará a un niño y


fundamentalmente a sus padres en el proceso de lograr una mejor
calidad de vida para todos los integrantes de la familia. Para ayudar
en este proceso, el acompañante deberá tener respuestas claras y
sencillas para las preguntas que puedan surgir.
Los padres, en algún momento de este proceso, se cuestionan y
buscan respuestas acerca de cómo piensa o siente su hijo. El A.T.
tendrá que ayudarlos a que logren un buen vinculo basado en el
amor, la comprensión, la perseverancia y el conocimiento de la
discapacidad.
Una de las preguntas que surgen generalmente en los padres es:
¿Cómo piensa mi hijo, igual que los demás? El autista “guarda” la
información en imágenes (como fotografías) y logra los conceptos o
definiciones por generalización, es decir por asimilación de
múltiples imágenes de un mismo concepto. Se generan, así, una
serie de características similares que le permiten establecer una
definición por la relación entre ellas, por ejemplo: para nosotros
definir un automóvil es sencillo, podemos decir que:
Es “cualquier vehículo con motor y ruedas que sirven para trasportar
gente o cosas”.
Un autista tiene que tener la imagen de varios automóviles, de
diferentes marcas, colores y estilos. Entonces por similitud entre
ellos puede establecer: “todos tienen ruedas, todos tienen motor,
todos transportan gente o cosas, todos esos son automóviles”.
Por lo tanto, mientras que nosotros al escuchar la palabra automóvil
simplemente pensamos en el concepto, los autistas tienen que traer a
su mente una gran cantidad de imágenes.
Es importante, también, que los padres tengan algunas pautas fáciles
de implementar y que mejorarán y facilitarán la relación con su hijo:
- Respetar el tiempo y el ritmo del niño-adulto autista para
relacionarse con él
- No hablarle al niño ni muy rápido ni demasiado lento. Ser
breve, claro y utilizar el lenguaje gestual acompañando al oral
o verbal
- Entender que las rabietas o los berrinches al igual que las
agresiones o autoagresiones no son dirigidas a los padres. No
existe la mala intención en el autismo
- Aceptar al niño como es trabajando en la mejora de su calidad
de vida todos los días
- Perseverar en la implementación de los programas y en las
pautas que deben seguirse por indicación del equipo tratante
Hay que aclararles a los padres que sus hijos autistas sienten, aman y
sufren al igual que nosotros, sólo que no saben expresarlo de la
manera a la que estamos acostumbrados.
A partir del diagnóstico de discapacidad los papas sienten que el
mundo se le viene abajo, comúnmente se dice que “quedan en
blanco”. Ese mundo se detiene y cuando vuelve a ponerse en
funcionamiento nada es igual, porque el niño, su hijo ya no es el
mismo.
Ante el diagnostico de discapacidad los padres atraviesan por
diferentes fases o etapas. Por lo general la primera ración es el
impacto, luego aparece la ira que va dirigida al profesional que da el
diagnóstico. Más tarde surge la negación dejando lugar al dolor.
Cada familia tiene su tiempo y su dinámica para entender que le está
pasando y para aceptarlo. El A.T. debe conocer y respetar este
tiempo para poder acompañar adecuadamente.
“SUGERENCIAS PRÁCTICAS PARA
COLABORAR CON EL TRATAMIENTO”:
- Establecer reglas y rutinas simples y concretas en el hogar
- Buscar la forma apropiada para que el niño sepa que se espera
de él (anticipar)
- Utilizar lenguaje oral y gestual claro y sencillo, verificando su
comprensión
- Ser consistentes y perseverantes aún en diferentes horas del
día, en lugares distintos, y ante diferentes personas
- Darle el modelo para que imite y pueda resolver situaciones
cotidianas, o ayudarlo a resolverla
- Ante una conducta desadaptativa, determinar que pasó antes
(antecedente) y que logró su hijo como ganancia
(consecuencia)
- Estrategias en la casa para hacer todo más funcional y práctico
(llaves dobles, campanitas en las puertas para detectar que el
niño está saliendo, traba arriba de la heladera, etc.)
- Aplicar el sentido común, decidir en calma
- No espere que el niño entienda ante las primeras indicaciones,
requiere tiempo, paciencia y perseverancia
- Lo que usted le da a su hijo es disciplina y que disciplinarlo no
significa dejar de quererlo
¿PADRES COMO CO-TERAPÉUTAS O COMO CO-
PARTÍCIPES DEL TRATAMIENTO?
- Los padres “siempre son padres”, y no terapeutas, por lo cual
su función es la de “ser papás”. Sería algo similar como si uno
fuese por vocación a elegir una carrera, y tuviera que (por
fuerza mayor) estar estudiando otra.
- Existen grandes desventajas al tomar a los padres como CO-
TERAPEUTAS en el tratamiento, ya que: podía ocurrir que
quieran tomar el manejo o la directiva del tratamiento, se
centrarían en aspectos más técnicos olvidándose de su función
profesional (y aun así lo fueran no habría suficiente
disociación emocional, etc.)
- Por lo tanto, se sugiere crear e implementar recursos y
estrategias que orienten a los padres para ser co-partícipes del
tratamiento (y no co-terapéutas).

“PREOCUPACIÓN DE PADRES CON HIJOS CON


AUTISMO KANNER”:
- EL LENGUAJE: que su hijo no desarrolle el lenguaje, más allá
de que pueda o no comunicarse.
- LA COMUNICACIÓN: una vez aceptada la imposibilidad del
desarrollo del lenguaje, buscan la manera de favorecer la
“intención comunicativa”.
- LAS AGRESIONES Y AUTOAGRESIONES: se desesperan
ante la poca tolerancia a la frustración que estos niños tienen y
el no poder contenerlos física y emocionalmente
- LOS BERRINCHES: ante la intensa en rutinas i ideas
obsesivas, irrumpen en fuertes conductas disruptivas
- LOS TRASTORNOS DEL SUEÑO: suelen tener desfasajes o
alteraciones para conciliar o mantener el sueño
- EL CONTROLS DE LAS ESTEREOTIPIAS Y
AUTOESTIMULACIONES: que generan muchas veces un
aumento pronunciado de ansiedad intensificando otros
síntomas asociados al cuadro (risas y llantos inmotivados,
hiperactividad, deambular sin sentido, estereotipias verbales,
etc)
- LA INCLUSION SOCIAL Y ESCOLAR: el ver y saber que su
hijo no podrá llevar una vida igual a la de un chico común,
sienten que “la sociedad” comienza a “discriminarlos”
- LA AUTONOMIA Y EL FUTURO: el que no exista un
establecimiento (hogar permanente) con especialistas
capacitados en el tema.

“PREOCUPACIONES DE PADRES CON HIJOS CON


SÍNDROME DE ASPERGER”:
- LA INSERCIÓN ESCOLAR: no existen programas adaptados
a sus necesidades especiales, el personal docente desconoce su
manera particular de aprender como las características que
definen su comportamiento.
- OBJETO DE BURLAS Y DE AGRESIONES: por ser muy
sinceros, inocentes e ingenuos (por ejemplo, no comprenden
los chistes con doble sentido)
- SE AÍSLAN Y SE RELACIONAN MEJOR CON ADULTOS:
al no ser comprendidos por sus pares, interacciona mejor con
adultos por ser aceptados
- LA AUTONOMÍA Y EL FUTURO: …
“INQUIETUDES DE LOS PADRES DE NIÑOS ASPERGERS”:
Los niños con Síndrome de Asperger, acuden a colegios no
especializados, pues su inteligencia no está afectada y son
perfectamente capaces de aprender, no obstante, en estos centros no
existen programas adaptados a sus necesidades especiales, motivo
por el cual es imprescindible que el personal docente conozca sus
peculiaridades, su manera tan particular de aprender, así como las
características que definen su comportamiento.
Quienes somos padres de un niño con autismo de alto
funcionamiento, sabemos que estas actitudes poco receptivas nos
hacen sentir especialmente frustrados, enfadados o angustiados, pues
cada curso escolar se nos presenta como una nueva incógnita en la
que necesariamente debemos volver a empezar.
Al no interpretar las emociones de otros y no saber expresar sus
propias emociones, otros niños pueden utilizarles.
Los niños con síndrome de asperger no saben interpretar las
intenciones, emociones, pensamientos y sentimientos de otros,
desconocen que su conducta tiene un efecto en los demás, esto es,
que deben aprenderlo desde la teoría como si se tratara de una
asignatura más, para así poder aplicarlo dentro de situaciones reales.
Lo que otros niños aprenden de manera instintiva y natural, como la
cortesía, la diferenciación entre acciones apropiadas e inapropiadas e
inapropiadas, la empatía, el niño con síndrome de asperger, debe
aprenderlo cognitivamente. Del mismo modo, la interpretación que
este hace el lenguaje es estrictamente literal, esto es, que desconoce
que las palabras tienen distintos y variados significados y se aplican
dentro de un contexto social, a esto se le conoce como dificultades
semánticas y pragmáticas. Como consecuencia de ello, el niño es
evidentemente ingenuo y vulnerable, no entiende bromas, mentiras,
engaños, metáforas, palabras con doble sentido. Así pronto se
convierte en blanco de burlas y agresiones por parte de quienes han
advertido su ingenuidad.
¿Quién no ha visto una película de Steven Spielberg?, ¿Quién no ha
oído hablar de Bill Gates?, PERO ¿Quién sabe que ambos están
diagnosticados con el síndrome de asperger? No esperamos que
nuestros hijos sean Bill Gates, pero saber que muchas personas con
autismo de alto funcionamiento han dado sentido a sus vidas nos
llena de proyectos y consigue que nuestra aceptación sea positiva.
“ESTRATEGIAS TERAPÉUTICAS PARA EL TRABAJO EN
CASA”:
Los padres constituyen una parte fundamental del tratamiento. Se
apunta a:
- Reforzar en casa, todo aquello que desde lo institucional se
esté trabajando. Para esto, las pautas deben ser muy claras y
funcionales a la hora de poder implementarlas.
- Para que estas pautas sean claras y los padres sientan el
compromiso de aplicarlas, es muy práctico, en las entrevistas
con los papás, entregarles una carpeta para padres detallando
como implementarlas
- Aun así, pueden surgir dificultades o dudas al momento de
aplicar las pautas acordadas en las entrevistas. Para lo cual,
sugerimos un A.T. a domicilio para que pueda servir de
modelo sobre como bajar a la práctica las sugerencias dadas
- También es muy útil ofrecer un módulo de entrenamiento para
padres en la institución, para que estos vean y trabajen con su
hijo, y observen como este puede responder a consignas que,
en la casa ni siquiera llega a prestarle atención
- Es favorable, a su vez, ofrecer un espacio para padres, donde
entre otros casos los mismos padres sepan que no son los
únicos que viven tales dificultades; y además puede ser muy
útil escuchar a otros papás como resolvieron algunas
dificultades similares o comunes a todos
- Hacerles saber que el tratamiento modificara en forma
significativa las deficiencias centrales del autismo, y facilitara
la adaptación al ambiente maximizando las potencialidades de
su hijo
“HERRAMIENTAS DE INTERVENCIÓN
PARA EL ACOMPAÑANTE TERAPÉUTICO
EN PATOLOGÍAS GRAVES”:

“ACOMPAÑANTE TERAPÉUTICO EN OTRAS


PATOLOGÍAS”:

Vamos a comenzar hablando sobre el acompañamiento en pacientes


esquizofrénicos focalizándonos en las características de los mismos
y en los medios terapéuticos que utilizara el A.T. para que el proceso
sea exitoso.

“¿CUÀLES SON LAS CARACTERÍSTICAS DE LA PERSONA


CON ESQUIZOFRÉNIA?:

As que se enumeran son las más relevantes para el cumplimiento del


rol del A.T.:
1) Dificultad para la adaptación social
2) Trastorno o perturbación en la comunicación y el lenguaje
3) Trastorno en la percepción, la memoria, la atención y el
pensamiento
4) Ideas delirantes
5) Trastorno de la voluntad y de la motricidad
6) Alucinaciones auditivas o visuales
“MANEJO TERAPÉUTICO CON ACOMPAÑADOS CON
ESQUIZOFRENIA”:
El acompañante deberá tener en cuenta lo siguiente:
1) Las consignas deberán ser simples para evitar la ambigüedad
2) Hablar con frases cortas, claras y concretas
3) Gran disposición a escuchar
4) Respuestas directas sin ambigüedad ni dobles sentidos
5) Tolerar el silencio
6) No preguntar con insistencia sobre un mismo tema para que no se
sientan perseguidos
7) Puntualidad y cumplimiento en la tarea ya que sin muy
observadores y no toleran la frustración

“¿CÓMO DEBEN SER LAS ACTIVIDADES QUE SE


REALICEN?”:
Las actividades que se implemente para llegar al objetivo
terapéutico planteado deberán ser:
1) No pueden ser planificadas con mucha anticipación ya que estas
personas son muy inestables
2) Se debe poder volver atrás, rever la salida, modificarla si se
observa incomodidad o sobre-exigencia
3) Las actividades deberán ser cortas y ser realizadas con un ritmo
lento
4) Evitar lugares donde haya concentración de personas o mucho
ruido
5) Hacer participar al acompañado en la planificación de las
actividades (no en la elección, es el acompañante quien elige la
actividad de acuerdo al objetivo terapéutico)
6) Es muy importante estimular en el acompañado, con mucho tacto,
todo lo relativo a un mejor cuidado de su apariencia personal.

“DEPRESIÓN (UNIPOLAR/EPISODIO
DEPRESIVO MAYOR)”:
Es un trastorno psicopatológico caracterizado por el estado de ánimo
deprimido o triste o por una pérdida de interés o placer en casi todas
las actividades, durante un periodo de al menos dos semanas. Los
síntomas más característicos son, entre otros:
- Dificultades en el sueño
- Dificultades en la actividad motora
- Cambios en el apetito
- Disminución o aumento de peso
- Falta de energía
- Baja autoestima o sentimientos de culpa
- Dificultad para pensar, concentrarse o tomar decisiones
- Pensamientos recurrentes de muerte o ideación suicida. Todo
esto provoca deterioro social, laboral, familiar o vincular
- El estado de ánimo es descrito como deprimido, triste,
desesperanzado, desanimado o como estar en un pozo. El
llanto no siempre surge en todas las personas depresivas. En
algunas, las quejas se refieren a dolores y molestias físicas. La
irritabilidad o la ira y los sentimientos de frustración ante cosas
no siempre relevantes acompañan a estos síntomas.
Generalmente disminuye o desaparece la capacidad para el
placer en consecuencia se produce un desinterés por las
actividades que antes le atraían. Se pierde la disposición para
disfrutar de la vida cayendo en el aislamiento social, vincular
y/o familiar
- Aparece en la mayoría de los casos, el insomnio (con
mantenimiento o despertar precoz) acompañado de intensa
angustia, por lo que le resulta difícil o imposible iniciar el día.
El acompañante deberá tener muy en cuenta que la persona que
sufre depresión se evalúa negativamente y con pensamiento de culpa
con respecto a hechos del pasado. Se siente inútil ya que presenta
una capacidad disminuida para pensar, concentrarse o tomar
decisiones, casi siempre se queja de perder la memoria y
frecuentemente se encuentra distraído. Todo esto lo lleva a perder
destreza laboral. El lenguaje suele estar reducido tanto en la
velocidad como en la amplitud de los contenidos. La visión del
mundo es negativa y el pensamiento dominante es negativo y
funesto. Sobrevalora lo malo y minimizar lo bueno. Estas
características son muy importantes para que el acompañante
determine su plan de trabajo y las actividades para lograr los
objetivos terapéuticos propuestos por el equipo tratante.
Estos síntomas remiten, gradualmente, con un adecuado tratamiento
psicofarmacológico acompañado de psicoterapia.

“PROPUESTAS DE UN PLAN DE ACOMPAÑAMIENTO


TERAPÈUTICO”:
LINEAMIENTOS GENERALES:
1) Debe ser claro, concreto y mostrar hacia donde se dirige el
acompañamiento
2) Debe ser realizado siguiendo los objetivos generales del plan de
trabajo propuesto por el equipo
3) Cada objetivo s viabilizará a través de actividades concretas y
factibles de llevar a la práctica
4) Deberán figurar:
- Los objetivos generales
- El encuadre
- Las actividades que permitirán llegar al objetivo propuesto
- Opcional una breve fundamentación de la elección de las
actividades (dependerá del equipo tratante)
5) Se entrega una copia al equipo, una a la familia. Según el caso
una al acompañado.
Se deberá tener en cuenta que no existe el modelo ideal, lo
importante es que cumpla la función de una guía clara y concreta, no
solo para el acompañante sino para el equipo y la familia.

“MODELOS POSIBLES”:
EN EL CASO DE DISCAPACIDAD:
- Puede estar dividido por áreas: área conductual. Área
académica-cognitiva. Área auto valimiento. Área
socialización.
- En el caso de integración escolar el plan de acompañamiento
deberá reflejar la tarea específica del A.T.

“ACOMPAÑAMIENTO TERAPEUTICO
EN TRASTORNO BIPOLAR”:
Este trastorno tiene dos denominaciones actualmente en uso:
trastorno bipolar o trastorno maníaco-depresivo. La primera de
ellas es la que más se utiliza ya que es la que menos estigmatiza.
Este trastorno produce severos cambios del ánimo oscilando entre la
depresión y la manía. Puede ser muy destructivo, causando rupturas
en las relaciones, pérdidas laborales, etc.
SINTOMAS CARACTERISTICOS DE LA FASE DEPRESIVA
QUE DEBERÁ TENER EN CUENTA EL A.T.:
1) Sentimiento de tristeza y abastecimiento
2) Autopercepción de inutilidad
3) Perdida de interés por las actividades preferidas
4) Sentimientos de pesimismo y desesperanza
5) Cambios significativos en los patrones de sueño de
descenso o por aumento
6) Cambios en la alimentación por aumento o por descenso
de la ingesta
7) Sensación de cansancio físico
8) Ideación suicida recurrente o intento de suicidio
Es muy importante que en un acompañamiento en trastorno bipolar
el A.T. tenga en cuenta lo siguiente:
1) La evolución de la patología (intenciones, intento de suicidio,
tratamientos, etc.)
2) Si se cuenta o no con apoyo familiar, tanto al acompañado
como al acompañante
3) La frecuencia con que se pasa del polo maníaco al depresivo y
viceversa
4) El apoyo del equipo terapéutico tanto para la elaboración de
las estrategias de trabajo como para la supervisión del
acompañante, sobre todo en la fase maníaca
SINTOMAS CARACTERÍSTICOS DE LA FASE MANÍACA
QUE DEBERÁ TENER EN CUENTA EL A.T.:
1) Exaltación del estado de ánimo (euforia)
2) Aumento excesivo de la vitalidad
3) Hiperactividad
4) Verborragia
5) Disminución de la necesidad de dormir
6) Autoestima elevada exageradamente
7) Familiaridad excesiva en el trato con los otros

FUNCIONES DEL A.T.:


Cuando se realiza un acompañamiento terapéutico en trastorno
bipolar las principales funciones del acompañante serán entre otras:
1) La contención: esta función será siempre una constante en
cualquier acompañamiento
2) Ayudar al acompañado a trazar o descubrir un proyecto de
vida
3) Asegurarle al acompañado compañía e impulsarlo al dialogo
sobre todo en la fase depresiva
4) Escuchar empática sobre todo en la fase depresiva
5) Cumplir siempre con las actividades, horarios y encuentros
pautados en el encuadre
6) Detectar y estimular intereses y motivaciones
7) Prestar atención a los cambios bruscos de humor (muy
importante esta observación en este tipo de trastorno)
8) Ayudar a incluir la noción de futuro
9) Prestar siempre atención a las alusiones al suicidio
Podría decirse que el acompañamiento en este tipo de trastorno se
torna complicado sobre todo cuando el acompañado ingresa en la
fase maníaca. En este polo disminuye muy notoriamente su
capacidad de escucha, por lo que será necesario, e muchos casos,
“poner el cuerpo” corriendo a un segundo plano la palabra como
instrumento de intervención.
Una persona en la fase maníaca presenta pensamientos acelerados e
incoherentes, mal juicio o insensatez, su atención es muy lábil por lo
tanto se distrae con mucha facilidad y la mayoría de las veces su
conducta social es inapropiada. Ante este cuadro el A.T. deberá
contener a partir del ejercicio de una marcada asimetría, pero sin
agredir, sino mostrando en todo momento paciencia y comprensión.
Se buscará poner los límites y las pautas necesarias hasta superar la
situación.
ACLARACION: La información que se incluye en el material está
focalizada, de un modo muy práctico, en cómo se acompaña en este
cuadro patológico. Es por eso, que, si bien todo lo teórico sobre
bipolaridad es relevante, consideramos que constituye información
extra para el acompañante y que puede ser extraída de cualquier
fuente bibliográfica. La propuesta del curso es aprender cómo se
acompaña en cada trastorno y no que se convierta en encuentros
sobre psicopatología. Sin embargo, se brindará siempre las
características principales de cada patología.
“TRASTORNOS DE ANSIEDAD”:

1) TRASTORNOS DE ANSIEDAD:
ANSIEDAD: se la define como una vivencia de temor ante
algo difuso, vago, inconcreto, indefinido. Se diferencia del
miedo en que éste se refiere a algo explícito y concreto. La
ansiedad provoca una impresión interior de temor, indefensión
y zozobra.
La ansiedad es una señal de alerta, advierte sobre el peligro
inminente y le permite a la persona tomar medidas contra la
amenaza. Es una manifestación esencialmente afecta lo que
significa que se trata de una vivencia, de un estado subjetivo o
de una experiencia interior. A esto se le añade un estado de
activación neurofisiológica que consiste en una puesta en
marcha de los mecanismos que se ocupan de la “vigilancia”
(fundamentalmente cortico-subcorticales mediatizados por la
formación reticular. La consecuencia es un estado de alteración
que, desde la psicología empírica se denomina hipervigilancia.
La psicofisiológica, en este caso, es similar a la del miedo y no
es otra cosa que una defensa organizada frente a estímulos que
rompen el equilibrio fisiológico. Se debe tener en cuenta, que
al mismo tiempo, esta ansiedad es adaptativa, ya que ayuda a
enfrentarse a ciertos requerimientos y vigencias concretos de la
vida.

“CLASIFICACIÓN DE LOS TRASTORNOS DE ANSIEDAD


SEGÚN EL DSM-IV”:

El DSM-IV, manual diagnóstico y estadístico de los trastornos


mentales, clasifica los trastornos de ansiedad de la siguiente manera:
FOBIAS: las divide en fobia específica y fobia social
TRASTORNO DE PÁNICO: con o sin agorafobia
TRASTORNO DE ANSIEDAD GENERALIZADA.
TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO.
TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO.
Es muy importante para el acompañante terapéutico tener en cuenta
las cuatro áreas que resultan afectadas por la ansiedad:
- Cognitivo o de pensamiento
- Conductual
- Motora
- Psicofisiológica
Las reacciones de ansiedad pueden ser provocadas por:
- ESTIMULOS INTERNOS: Las más importantes son las
emociones, los miedos o los pensamientos, ideas o imágenes,
generalmente ocurridos con anterioridad y reforzados por la
permanente exposición de ellos.
- ESTIMULOS EXTERNOS: Situaciones o percepciones de
amenaza o de peligro que ponen en riesgo la integridad
La ansiedad como reacción emocional ante la percepción de una
amenaza o peligro está presente a lo largo de toda la vida, y en
ocasiones nos sirve de protección ante posibles peligros. La ansiedad
normal es una respuesta apropiada ante una situación amenazante.
Por ejemplo: la ansiedad que se genera ante la presencia de un
animal peligroso, evitaría acercarnos a él y nos llevaría a
protegernos. Este tipo de ansiedad normal suele estar acompañada
por un crecimiento individual, cambios, nuevas experiencias.
Existe otro tipo de ansiedad conocida como patológica. Es la que
genera los trastornos antes mencionados. La ansiedad patológica
tiene una intensidad y duración exagerada, es una respuesta
inapropiada a un estímulo dado.
El A.T. deberá tener muy en cuenta para su intervención las
respuestas que se producen en el sujeto frente a esta ansiedad.
1) FORMA DE PENSAR: Aparecen preocupaciones,
inseguridad, miedo o temor, aprehensión, pensamientos
negativos de inferioridad, incapacidad, anticipación de peligro
o amenaza, dificultad para concentrarse, tomar decisiones,
sensación de desorganización, pérdida de control sobre el
ambiente, dificultad para pensar con claridad
2) ASPECTOS FISIOLÓGICOS O CORPORALES:
taquicardia, sudoración, dificultad respiratoria, náuseas,
molestias digestivas, tensión muscular, temblores, fatiga
excesiva, etc.
3) EN SU FORMA DE ACTUAR: comportamientos
inadecuados, movimientos sin una finalidad concreta,
paralización, tartamudeo, evitación de situaciones, etc.
La ansiedad es un problema cuando:
- Es de intensidad, frecuencia y duración alta
- No es proporcional con la gravedad objetiva de la situación
- El grado de sufrimiento subjetivo es alto
- El grado de interferencia en la vida cotidiana es alto o provoca
disfunción
Hay que tener en cuenta que la ansiedad se hace crónica con
facilidad, si la persona no tiene estrategias de afrontamiento ante la
situación de estrés.
“ESTRUCTURA Y RASGOS DE PERSONALIDAD”:
Consideraciones previas:
En el primer año de vida, el niño aprende qué respuestas
conductuales son efectivas y cuales no lo son. Aprende qué
respuestas conductuales lo guían hacia un lo placentero y qué
respuestas son castigadas o no placenteras.
El niño desarrolla un repertorio de conductas que son probadas
empíricamente, diseñadas para conseguir el refuerzo y también
evitar el castigo. Avanzado en el tiempo, empieza a practicar
respuestas conductuales especificas bastante consistentes en
situaciones diferentes, en este punto, se puede decir que el niño está
demostrando un hábito.
Mientras el niño continúa madurando, comienza a demostrar un
grupo repetitivo de hábitos. Este grupo colectivo de hábitos puede
ser referido como “rasgos”.
Finalmente, la “conducta” de los niños “se fija a un patrón preferido
de comportamiento”. Estos patrones no solo se vuelven resistentes a
la extinción, sino que el hecho de que hayan tenido éxito en el
pasado hace que estos patrones de respuestas sean altamente
prioritarios. Estos patrones constituyen la esencia y la sima de la
personalidad del niño. Cuando dichos “patrones conductuales se
vuelven inflexibles e inadecuados se los denomina trastornos”.
Se define a la “personalidad” como un patrón de rasgos
profundamente incorporado de conductas que persisten por largos
períodos de tiempo, y si dichos rasgos son rígidos se dice que tal
personalidad presenta un trastorno. Estas conductas, surgen de una
compleja interacción entre disposición biológica (temperamento) y
experiencias aprendidas (carácter), lo cual puede hacer que los
patrones conductuales sean flexibles o rígidos.
- TEMPERAMENTO: puede ser considerado como una parte
biológicamente determinada de la personalidad. Cada niño se
incorpora al mundo con un patrón distinto de tendencias de
respuestas y de sensibilidades.
- CARÁCTER: este puede ser considerado como la adherencia
de la persona a los valores y las costumbres de la sociedad en
la que vive.
“PERSONALIDAD NORMAL Y ANORMAL”:
Probablemente, la mejor forma de valorar una conducta como
normal o anormal es considerando la esfera cualitativa. Por eso, la
normalidad puede ser concebida como “la capacidad de funcionar
autónoma y competentemente; la tendencia a adaptarse al entorno
social de forma efectiva y eficiente (el poder respetar el encuadre);
una sensación subjetiva de satisfacción y eficiencia, y la habilidad
de autor realizarse o de alcanzar las propias potencialidades”
(Millon, 1981). En consecuencia, la anormalidad puede ser
entendida como un déficit en estas cualidades.

“ORIGEN Y CONFORMACION DE LA ESTRUCTURA


PSÍQUICA DE BASE DE LA PERSONALIDAD”:

Hemos visto que la personalidad se conforma con la interrelación de


factores biológicos y factores ambientales. Mientras que los factores
biológicos (temperamento) pueden sentar las bases para el desarrollo
de la personalidad, los factores ambientales (carácter) sirven para
refinar y finalmente determinar lo que creemos que constituye la
esencia de la personalidad.
La interacción entre los factores biológicos y ambientales dará como
resultado la:
“CONFORMACION DE LA ESTRUCTURA PSÍQUICA DE
BASE”:
Uno de los puntos más relevantes en este tema, es que los procesos
de desarrollo temprano son más significativos en la formación de la
personalidad que las experiencias más tardías. Según Millon (1981):
“las experiencias tempranas no solamente son fijadas más penetrante
y fuertemente, sino que sus efectos tienden a persistir y son más
difíciles de modificar que los efectos de las experiencias más
tardías”. Por lo tanto, las influencias tempranas, en los primeros
años de vida sin quizás las más importantes para la formación del
desarrollo de la personalidad.
- ESTRUCTURA DE PERSONALIDAD NORMAL: donde no
se encuentran trastornos de personalidad.
- ESTRUCTURA DE PERSONALIDAD BORDER (O DE
TIPO LIMÍTROFE): donde se ubican los trastornos de
personalidad más severos; dividida a su vez en limítrofe
superior y bajo
- ESTRUCTURA DE PERSONALIDAD DE TIPO
PSICÓTICO: que es un criterio de exclusión para los
trastornos de personalidad.
“TRASTORNOS DE PERSONALIDAD”:

“CRITERIOS DE IDENTIFICACIÓN PARA LOS DIFERENTES


TRASTORNOS DE PERSONALIDAD”:

“GRUPO A”: (raros y excéntricos)


- Trastorno paranoide
- Trastorno esquizoide
- Trastorno esquizotípico

- TRASTORNO PARANOIDE:
Se caracteriza por ser una persona mucha desconfianza y suspicacia,
donde las intenciones de los demás las interpreta como maliciosas.
 Sospecha, sin base suficiente, que los demás se van a
aprovechar de ellos, les harán daño o se les va a engañar
 Demuestra preocupación por dudas no justificadas (acerca de
la lealtad o la fidelidad de los amigos o socios)
 Se resiste a confiar en los demás por temor injustificado a que
la información que compartan vaya a ser utilizada en su contra
 En las observaciones o los hechos más inocentes, vislumbra
“significados” ocultos que son degradantes o amenazadores
 Suele albergar rencores durante mucho tiempo (por ejemplo,
no olvida los insultos, injurias o desprecios)
 Percibe ataques a su persona o a su reputación, que no son
aparentes para los demás y está predispuesto a reaccionar con
ira o a contraatacar
 Sospecha repetida e injustificadamente que su cónyuge o
pareja le es infiel
- TRASTORNO ESQUIZOIDE:
Se caracterizan por mostrar un marcado distanciamiento las
relaciones con los demás y son pocos expresivos a nivel emocional.
 Ni desea ni disfruta de las relaciones personales, incluido
el formar parte de una familia
 Escoge casi siempre actividades solitarias
 Tiene escaso o ningún interés en tener experiencias
sexuales con otra persona
 Disfruta con pocas o ninguna actividad
 No tiene amigos íntimos o personas de confianza, aparte
de los familiares de primer grado
 Se muestra indiferente a los halagos o las críticas de los
demás
 Muestra frialdad emocional, distanciamiento o
aplanamiento de la efectividad

- TRASTORNO ESQUIZOTÍPICO:
Son aquellos que se caracterizan por tener un notable déficit en el
ángulo social y una capacidad reducida para las relaciones
personales, así como distorsiones en contenido del pensamiento y de
lo que a veces percibe. Además, muestra un comportamiento muy
apartado de lo común.
 Suele hablar mucho de sí mismo (relacionando constantemente
los hechos y situaciones a él)
 Presenta creencias raras o de pensamiento mágico que influye
en el comportamiento (y no es consistente con las normas
subculturales, por ejemplo: superstición, creer en la
clarividencia, telepatía o “sexto sentido”, fantasías o
preocupación extrañas)
 Con frecuencia suele relatar experiencias perceptivas
inhabituales, donde incluye las ilusiones corporales
 También es común el pensamiento y el lenguaje raros (por
ejemplo: vago, circunstancial, metafórico, sobre elaborado o
estereotipado)
 Suspicacia o ideación paranoide
 Afectividad inapropiada o restringida
 Comportamiento o apariencia rara, excéntrica o peculiar
 Falta de amigos íntimos o desconfianza aparte de los familiares
de primer grado
 Suele presentar mucha ansiedad social excesiva que no
disminuye con la familiarización y que tiende a asociarse con
los temores paranoides más que con juicios negativos sobre
uno mismo.

“GRUPO B”: (inestables,


dramáticos y emotivos)
- Trastornos narcisistas
- Trastorno histriónico
- Trastorno antisocial
- Trastorno límite

- TRASTORNO NARCISISTA:
En este aparece un patrón de grandiosidad (en la imaginación o en el
comportamiento), una necesidad de admiración y una falta de
empatía. Además, puede presentar:
 Un grandioso sentido de autoimportancia (por ejemplo;
exagera los logros proporcionados)
 Está preocupado por fantasías de éxito ilimitado, poder,
brillantez, belleza o amor imaginario
 Cree que es “especial” y único y que sólo puede ser
comprendido por, o solo puede relacionarse con otras personas
(o instituciones) que son especiales o de alto status
 Exige una admiración excesiva
 Es muy pretencioso, por ejemplo, muestra expectativas
irracionales de querer recibir un trato de favor especial o de
que se cumplan automáticamente sus expectativas
 Pueden ser interpersonalmente explotadores, (por ejemplo,
saca provecho de los demás para alcanzar sus propias metas)
 Carecen de empatía: son reacios a reconocer o identificarse
con los sentimientos y necesidades de los demás
 Frecuentemente envidian a los demás o creen que los demás lo
envidian a él
 Presentan comportamientos o actitudes arrogantes o soberbios

- TRASTORNOS HISTRIÓNICO:
Manifiestan un patrón general de excesiva emotividad y una
búsqueda de atención constante, a saber, entre otras cosas:
 No se sienten cómodos en las situaciones en las que no son el
centro de la atención
 Se comportan con los demás de una forma sexualmente
seductora o provocadora
 Muestran una expresión emocional superficial y rápidamente
cambiante
 Utilizan permanentemente al aspecto físico para llamar la
atención sobre sí mismo
 Tienen una forma de hablar excesivamente subjetiva y carente
de matices
 Son fácilmente influenciables por los demás o por las
circunstancias
 Consideran sus relaciones más íntimas de lo que son en
realidad
- TRASTORNO ANTISOCIAL:
Se destaca por un patrón general de desprecio y violación de los
derechos de los demás. Sus características son las siguientes:
 Fracasan al adaptarse a las normas sociales en lo que respecta
al comportamiento legal (ya que repetidamente cometen actos
delictivos que son motivo de detención)
 Suelen ser deshonestos ya mienten repetidamente para estafar
a otros y obtener un beneficio personal o por placer
 Son muy impulsivos e incapaces para planificar el futuro
 También son irritables y agresivos, indicadas por peleas físicas
repetidas o agresiones
 Manifiestan despreocupación imprudente por su seguridad o la
de los demás
 Irresponsabilidad persistente, indicada por la incapacidad de
mantener un trabajo con constancia o de hacerse cargo de
obligaciones económicas
 Algo que los hace particulares es la falta de remordimientos,
como lo indican la indiferencia o la justificación del haber
dañado, maltratado o robado a otros.

- TRASTORNOS LÍMITE:
Esta caracterizado por un patrón general de inestabilidad en las
relaciones sociales, su propia imagen y su estado de ánimo, en
donde se observa una notable impulsividad. Sus características son:
 Temer ser abandonados (no sólo de forma real sino también
imaginaria)
 Son inestables en las relaciones sociales, ya que evalúan a la
gente en términos extremos de idealización y descalificación
 De acuerdo a su estado de ánimo (tan inestable) su identidad se
irá viendo afectada
 Muestran una notable impulsividad
 Suelen tener intentos o amenazas suicidas recurrentes, o bien
comportamientos de automutilación
 Son muy inestables a nivel afectivo, debido a lo reactivo y
cambiante que resulta ser su estado de ánimo, y que suelen
durar unas horas y rara veces unos días
 Demuestran sentimientos crónicos de vacío
 Incapacidad para controlar la ira (por ejemplo: muestras
frecuentes del mal genio, enfado constante, peleas físicas
recurrentes)
 Ideación paranoide transitoria

“DIFERENCIAS CON EL TRASTORNO BIPOLAR”:


Este diagnóstico es utilizado como una categoría residual cuando el
cuadro “no encaja” dentro de los esquemas nosográficos más
clásicos. Debe tenerse en cuenta que el efecto depresivo del
tratamiento borderline de la personalidad se caracteriza por cambios
de un día para el otro (o de una hora para otra), mientras que el
acceso bipolar mixto aparece más frecuentemente como un episodio
discreto –con un principio y un final bien marcados- y un curso
relativamente estable durante el episodio. La característica que más
ayuda al diagnóstico diferencial es la reactividad del borderline,
cuando se ve que los cambios de ánimo están relacionados con
acontecimientos que evocan la vivencia de abandono. Por otra parte,
en los enfermos bipolares es más frecuente la alteración marcada del
apetito y el sueño.
La ausencia de factores precipitantes y la historia familiar positiva
para trastorno bipolar orientan al diagnóstico de trastorno mixto.
“GRUPO C”: (sumisos, temerosos y ansiosos)

- TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO
- TRASTORNO POR EVITACION
- TRASTORNO POR DEPENDENCIA

- TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO:
Aparecen caracterizados por un patrón general de preocupación por
el orden, el perfeccionismo y el control mental y de los demás, sin
ser flexibles a su punto de vista, carente de espontaneidad ya que
todo lo realizan de forma programada o sistematizada. Es
característico también:
 La preocupación por los detalles, las normas, las listas, el
orden, la organización o los horarios, hasta el punto de perder
de vista el objeto principal de una actividad
 Dicho perfeccionamiento suele interferir con la finalización de
las tareas (por ejemplo, son incapaces de acabar con un
proyecto porque no cumplen con sus propias exigencias, que
son demasiado estrictas)
 Suelen dar una dedicación excesiva al trabajo y a la
productividad, excluyendo las actividades de ocio y las
amistades (cuando nada de esto es atribuible a alguna
necesidad económica evidente)
 Manifiestan una excesiva terquedad, escrupulosidad e
inflexibilidad, incluso cuando no tienen un valor sentimental
 También son reacios a delegar tareas o trabajos en otros, a no
ser que estos se sometan exactamente a su manera de hacer las
cosas
 Adoptan un estilo avaro en asuntos administrativos; el dinero
se considera algo que hay que acumular con vistas a
catástrofes futuras
 Muestran rigidez y obstinación

- TRASTORNO POR EVITACION:


Es un patrón general de conducta en el que se remarcan una notoria
inhibición social, sentimientos de inferioridad y una
hipersensibilidad a la evaluación negativa. Las características más
frecuentes son:
 Evitar trabajos o actividades que impliquen relacionarse con la
gente debido al miedo a las críticas, la desaprobación o el
rechazo
 Son reacios a implicarse con la gente sino están seguros de que
le van a agradar
 Demuestran temor a las relaciones íntimas debido a ser
avergonzado o ridiculizado
 La mayor parte del tiempo están preocupados por la
posibilidad de ser criticados o rechazados en las situaciones
sociales
 Están inhibidos en las situaciones sociales nuevas, a causa de
los sentimientos de inferioridad
 Se ven a sí mismos socialmente ineptos, personalmente poco
interesantes o inferiores a los demás
 Son extremadamente reacios a correr riesgos personales o a
implicarse en nuevas actividades debido a que pueden ser
comprometedoras.
- TRASTORNO POR DEPENDENCIA:
Este trastorno remarca la necesidad general y excesiva de que se
ocupen de uno, ocasiona un comportamiento de sumisión y adhesión
y temores de separación. Las características que los identifican son:
 Las dificultades para tomar las decisiones cotidianas, sino
cuentan con un excesivo aconsejamiento y reafirmación por
parte de los demás
 Sienten la necesidad de que otros asuman la responsabilidad en
los principales asuntos de su vida
 También presentan dificultades para expresar el desacuerdo
con los demás, debido al temor de la pérdida de apoyo o a la
aprobación de terceros
 Tienen dificultades para iniciar proyectos o para hacer las
cosas a su manera (debido a la falta de confianza en su propio
juicio o en sus capacidades, más que a una falta de motivación
o de energía)
 Van demasiado lejos llevados por su deseo de lograr
protección y apoyo de los demás, hasta que el punto de
presentarse como voluntarios para realizar tareas
desagradables
 Se sienten incómodos o desamparados cuando están solos,
debido a sus temores exagerados a ser incapaces de cuidarse a
sí mismo.
 Cuando terminan una relación importante, buscan
urgentemente otra relación que les proporcione el cuidado y el
apoyo que necesitan.
“LA INSERCIÓN LABORAL DEL
ACOMPAÑANTE TERAPÉUTICO EN LAS
ESCUELAS.
INTEGRACIÓN ESCOLAR”:

“INTEGRACIÓN ESCOLAR”:
¿QUÉ ES INTEGRAR?:
Integrar no es incluir. Supone la interacción permanente con los
otros miembros de la comunidad educativa. Debe considerarse una
oportunidad para que toda la comunidad educativa se forme en el
derecho por el respeto a la diversidad.

“FUNCIÓN DEL A.T. EN INTEGRACIÓN ESCOLAR”:


Los niños que presentan una disminución de sus capacidades
cognitivas, y a veces un marcado retraimiento social producido por
una discapacidad o una enfermedad, son los que “necesitan” de con
“A.T.” que facilite y favorezca un “proyecto de integración escolar”.
Es por esto, que en la formación de un A.T. se debe dar importancia
a la articulación de los conocimientos teóricos del fenómeno
psicológico con la practica en la institución escolar, es decir, la
aplicación de conceptos psíquicos a la función social que implica la
integración del niño a la comunidad educativa.
En el contexto cotidiano de la escuela, el acompañante terapéutico
abordará las cuestiones relativas a la integración y desenvolvimiento
del acompañado en las actividades relacionadas con el proceso de
enseñanza-aprendizaje, teniendo en cuenta el vínculo particular que
sostiene con el niño, en el marco de un trabajo interdisciplinario.
“INTEGRACIÓN DE PERSONAS CON NECESIDADES
EDUCATIVAS ESPECIALES”:
La integración escolar se presenta como una opción educativa útil
para potenciar el desarrollo y el proceso de aprendizaje de niños
con NNE. Es considerada como una estrategia adecuada y
conveniente para facilitar la integración social más amplia.
Estas líneas generales, el que un niño tenga NNE, significa que
presenta algún tipo de problema de aprendizaje a lo largo de su
escolarización que demanda una atención más específica y mayores
recursos educativos de los necesarios para otros niños de su edad.
La integración requiere de una labor en quipo con la EC (escuela
común) así como de la presencia del equipo de integración (EI) de la
EE (escuela especial) encargada de sostener al alumno y asesorar al
docente común a lo largo del proceso de integración. La integración
escolar puede adoptar distintas modalidades de acuerdo como las
particularidades de cada alumno y las instituciones en juego: tipo y
grado de deficiencia, características del entorno escolar y
circunstancias familiares.
Las adaptaciones curriculares son el mecanismo necesario del
sistema escolar para adecuar el proceso de enseñanza-aprendizaje a
las características diferenciales de los alumnos. Éstas surgirán de las
evaluaciones de todo el proceso y de la reflexión de todos los
profesionales. Esto significa que la repuesta educativa ante la
diversidad de los alumnos, en función de las adaptaciones
curriculares, ha de contemplar la temporalización y la priorización
de objetivos. Las adecuaciones curriculares no sólo han de hacer
referencia a los objetivos, sino también a la secuencia y la
organización de los contenidos (conceptos, hechos, procedimientos
y valores), a la dinámica en la clase y fuera de la misma, así como al
sentido de la evaluación. Están destinadas a favorecer el proceso de
inclusión del alumno, garantizando la interacción con otros en
condiciones de mayor igualdad.
“Las adaptaciones curriculares permiten que el niño utilice su actual
caudal de capacidades, mientras se fomenta la adquisición de nuevas
habilidades o aprendizajes generativos. Deben ser tan normales
como sea posible y tan específicas como sea necesario, pero bajo la
idea rectora de que adaptar el currículo nunca es banalizarlo” (Ricci,
1998:36)

“INTEGRACIÓN Y AUTISMO”:
Hablar de personas con espectro autista es hablar de personas que
presentan problemas para:
- Comunicarse
- Estar con otros y disfrutar de la compañía mutua
- Entender los pensamientos de los otros
- Anticipar que va a ocurrir después
- Comprender que ocurrió antes
Es hablar de personas que:
- Tiene un desarrollo deficiente de la interacción, comunicación
social y aprendizaje
- Progresan con su propio tiempo no alcanzado a veces los
mismos niveles que la mayoría de las personas en los
aprendizajes y habilidades
Es hablar de alumnos cuyas características más importantes son:
- No formulan preguntas
- No juegan ni exploran los materiales del aula
- No comprenden las bromas e ironías
- Es difícil saber si comprenden todo lo que aprenden
También es hablar de personas cuyo bienestar emocional,
aumento de conductas comunicativas y destrezas cognitivas se
pueden obtener en ambientes escolares donde la interacción con
otros niños les ofrezca modelos de identificación similares a los
que tienen en su familia y en la sociedad.
Si los modelos que se les ofrece son similares al suyo, por
ejemplo, de niños que no hablan o hablan poco o no utilizan el
lenguaje como forma de comunicación, les estamos quitando la
posibilidad de transitar por un ambiente natural donde
constantemente se vean expuestos y convocados a interactuar y
participar de la manera más natural posible.
Tenemos que tener muy en cuenta que la escuela se encuentra
frente al dilema de socializar a su alumnado ante valores sociales
tales como el individualismo, la falta de solidaridad, el
consumismo, la competencia desmedida y el narcisismo propios
de la sociedad actual o educarlo contrarrestando dichos valores a
través de vivir en sus aulas, la democracia, el respeto, la
solidaridad, la convivencia, la ética, la justicia, la dignidad, etc.
Todos estos valores son derechos humanos y por lo tanto
derechos de todos los seres humanos que no pueden enseñarse de
un modo instruccional, sino que hay que vivirlos,
experimentarlos.
Un proyecto de integración educativa supone:
- El trabajo de un equipo interdisciplinario y de la institución en
su conjunto
- Una concepción de lo que es un niño con necesidades
educativas especiales
- Que los programas pedagógicos no queden separados de los
valores, tradiciones, mitos o ideologías que subyacen a la
cultura de la institución
- Apoyo y asesoramiento a los padres de modo que las acciones
que se lleven a cabo estén dirigidas en un mismo sentido
- Que no sean solamente los niños con necesidades educativas
especiales los que se tengan que integrar a la escuela, sino que
toda la comunidad educativa se integre a las necesidades
especiales de aquellos.

“A.T. EN INTEGRACION ESCOLAR”:


Disposición 53/06, se encuadra en las precipitaciones de la
Resolución n° 1543/03 referida a “integración de alumnos con
necesidades educativas especiales en el contexto de una escuela
inclusiva” cuyo objeto es el “diagnostico pedagógico” y para ello
señala copia textual de fragmentos con conceptos fundamentales.
Un diagnóstico educativo no es ajeno o complementario respecto de
la escuela o curriculum escolar. Es un recurso más que impacta en
ambos, en la línea de los que algunos han determinado evaluación
basada en el curriculum, porque no recurre básicamente a
situaciones de pruebas independientes, sino a situaciones
propiamente curriculares vividas por el sujeto de aprendizaje,
tratando de aprehender las interacciones que se producen entre
alumnos, contextos, maestros, tareas, materiales. Pero también en el
sentido de que implica no sólo, ni fundamentalmente a unos
profesionales expertos, sino al conjunto de personas implicadas en la
educación del alumno, en el marco de una tarea cooperativa en la
que cada cual tiene sus responsabilidades específicas.
II) NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES:
1) ASPECTOS A EVALUAR: En este marco, hay que plantearse
sobre qué aspectos debe centrarse la atención. Se podría hacer un
listado interminable. Ante casos puntuales los equipos intervinientes
podrán necesitar información no habitual. Pero es necesario
priorizar: II
1.1) EN EL ALUMNO: Aspectos referidos a los procesos de
constitución subjetiva, relevantes para la toma de decisiones
pedagógico-didácticas. Capacidades, discapacidades, limitaciones y
necesidades de apoyo. Historia educativa y escolar. Competencia
curricular: nivel de competencia del alumno con referencia a los
aprendizajes propuestos, en el proyecto curricular institucional y en
el proyecto áulico, en cada una de las áreas. Deberán constatarse las
necesidades del alumno en lo referente a la apropiación de los
aprendizajes previstos en las expectativas de logro del diseño
curricular.
Estilo de aprendizaje: se refiere al peculiar modo que posee cada
alumno, de acuerdo con su necesidad educativa especial, para
construir sus aprendizajes. El estilo de aprendizaje contempla desde
las condiciones físico ambientales en que ese alumno concreto
trabaja más cómodo, sus preferencias ante determinadas formas de
agrupamiento, las características de su atención, la estructura y tipo
de motivación, sus actitudes frente a las dificultades, sus estrategias
de aprendizaje, su forma de resolver las situaciones problemáticas,
el tipo de contenidos y actividades que resuelve con mayor facilidad,
las interacciones y vínculos que entabla en el aula y en los
momentos de recreación, hasta los materiales y el tipo de lenguaje
que actúan como facilitadores del aprendizaje y su particular
respuesta ante propuestas alternativas de intervención docente, use
de nuevas estrategias, reorganización del contenido, recursos
facilitadores de la comprensión.
III) PROCESO DE INTEGRACIÓN:
En las distintas instancias de decisión, los equipos intervinientes,
tendrán que construir acuerdos de carácter pedagógico – didáctico
(estado inicial – seguimiento – evaluación). Organizativo y de
funcionamiento administrativo.
ESTRATEGIAS DE INTEGRACIÓN para seleccionar la estrategia
de integración adecuada los equipos intervinientes realizarán una
valoración pluridimensional en la que se entenderán los siguientes
aspectos, de acuerdo a los componentes del proceso de enseñanza y
de aprendizaje:
ALUMNOS: características del alumno relevadas en el diagnóstico.
Datos relevantes del contexto familiar, social, cultural, educativo y
económico del alumno.
DOCENTE: características del contexto escolar. Proyecto de aula.
Características de las intervenciones didácticas.
ADAPTACIONES CURRICULARES: adecuaciones curriculares
propiamente dichas. Adaptaciones curriculares de acceso.
Adaptaciones curriculares de contexto.
Las estrategias de integración serán diseñadas por los equipos
docentes intervinientes, en función de las características
anteriormente señaladas, con flexibilidad, pudiendo variar de
acuerdo con el proceso individual. Volviendo al tema de la famosa
DISPOSICION 53/06 la misma expresa lo siguiente:
1) Asistente personal cuando la autonomía progresiva del alumno
está comprometida por situaciones de salud que requieren de
asistencia personal en actividades de la vida diaria, vinculadas con
apoyos artificiales y/o mecánicos (por ejemplo, asistencia a los
sanitarios, aspiración de cánula y válvulas, mochila de oxígeno,
desplazamientos, entre otros), los equipos del sistema educativo
intervinientes, conjuntamente con la familia, evaluarán la
posibilidad de recurrir a la figura del asistente personal. Para ello,
podrán solicitar asesoramiento a la comisión del nivel central – a
través de la dirección provincial de enseñanza – a fin de viabilizar
dicha incorporación.
2) Profesional privado no docente cuando se trate de alumnos con
NEE de alta complejidad y asociadas a psicopatologías graves, se
considerará la necesidad, conveniencia, factibilidad, pertinencia o no
de incorporar la figura de profesionales privados no docentes. Al
plantearnos esta posibilidad se debe tener presente que, tanto en el
área de salud como en la educación, según el campo propio de cada
una, se llevan a cabo abordajes particulares y específicos. Ambas
áreas se encuentran implicadas e, indudablemente, interrelacionadas
y desafiadas para dar respuestas acordes a la vigencia plena de los
derechos de niños, niñas, jóvenes y sus familias.
En este marco, cuando sugieran solicitudes y/o propuestas de las
familias acerca de la integración de alumnos con esta problemática,
será tarea de los quipos intervinientes relevar la siguiente
información: un diagnóstico de salud completo y detallado,
realizado por una institución pública, con documentación que lo
avale. En caso de demora en los turnos adjudicados, con la debida
constancia y agotada la intervención de la U.E.G.D. a tal efecto, ésta
podrá avalar y aceptar provisoriamente una certificación emitida por
una institución privada. Información pedagógica completa con la
correspondiente propuesta de trabajo, que contenga: o reseña de la
trayectoria escolar del alumno; o la determinación de las NNE en el
contexto áulico e institucional actual; o la modalidad de apoyo a
esas necesidades con el accionar de todos los actores intervinientes;
o la articulación con el proyecto áulico e institucional; o informes de
cada uno de los profesionales docentes intervinientes; o posibles
estrategias de intervención conjunta de los recursos humanos
propios y existentes de las distintas direcciones de educación; o
previsión de tiempos, instrumentos y acciones de monitoreo.
Emisión de criterio de: o las instituciones involucradas con sus
respectivos equipos; o equipo distrital de inspectores areales,
coordinados por el inspector jefe distrital.
El conjunto de esta información, que conformará el legajo del
alumno, deberá ser elevada, vía jerárquica por Inspección Regional e
Inspección General a la Dirección Provincial de Enseñanza, para su
tratamiento en la Comisión correspondiente. Su elaboración y
organización no deberá constituirse en una tramitación o accionar
burocrático que demore la atención al alumno y respuesta a la
familia. Dicha comisión analizará el conjunto de la documentación y
evaluará las intervenciones del nivel central acordes a cada
situación. “Como verás, la tarea del asistente personal es para lo que
el acuerdo marco para la educación especial (Conocido como el A-
19) cumplimentar con lo que allí define como adaptación curricular
de acceso, ya que al posibilitar la permanencia física del alumno en
el ámbito escolar puede interactuar con el curriculum. Pero, para lo
que sería propiamente ADAPTACION CURRICULAR señala tal
documento (al A-19)”. Curriculares propiamente dicha: modifican
uno o varios de los elementos de la planificación, gestión y
evaluación curricular, tomando como base el diseño curricular de
cada provincia y la Ciudad de Buenos Aires, y los aprendizajes para
la acreditación que en estos se especifican. Las modificaciones que
involucren cambios de las expectativas de logros podrían implicar
modalidades distintas de acreditación y consecuentemente de
certificación de los aprendizajes. “Obviamente, para concretar tales
modificaciones es necesario el dominio de los diseños curriculares, y
a partir del diagnóstico pedagógico, ya señalado, poder realizar la
integración educativa propiamente dicha. Por estos motivos, creo, no
sé qué te parece, pero es evidente que hay que conocer cómo realizar
las implementaciones necesarias que posibiliten el adecuado
desarrollo de las potencialidades de los alumnos en el marco
educativo formal, además de manejar las DISPOSICIONES,
RESOLUCIONES, NORMATIVAS GENERALES Y LEYES
EDUCATIVAS Y DE SALUD.

“RESOLUCIÓN SOBRE ACOMPAÑANTES/ASISTENTES


EXTERNOS”:

El día 22 de Julio de 2013 salió la Resolución n°782/13 que


establece el accionar de un acompañante o asistente externo dentro
de las instituciones educativas. Esta resolución fue tratada y
propuesta por el Consejo General de Cultura y Educación, con el
objeto de regular el ingreso y precisar el alcance de la intervención.
Su contenido está relación a las leyes generales de educación: la de
educación Nacional Ley n°26.206 y la de Educación Provincial Ley
13.688; reemplaza a la Disposición n°53/06 (de profesionales
Privados No Docentes) que estaba en relación a la legislación
establecida a partir de la Ley Federal de Educación. Con esta
Resolución se completa el marco normativo, vinculado a la
educación de estudiantes con discapacidad o trastornos en su
desarrollo.
A continuación, se detalla el contenido de los anexos que contiene la
RM N° 782/13:
ANEXO 1: definición del campo de intervención, los alcances de la
actividad y las tareas que podrán desarrollar los
acompañantes/asistentes externos.
ANEXO 2: los requisitos para el ingreso de los
acompañantes/asistente externo
ANEXO 3: el trámite de solicitud y la documentación requerida para
la incorporación del acompañante/asistente externo
ANEXO 4: la intervención de los distintos actores en la toma de
decisiones
ANEXO 5: el circulo operativo referido a los pasos y las acciones
institucionales.
Respecto a esta normativa, es necesario tener presente algunas
consideraciones:
- El acompañante/asistente externo no es un cargo docente
- El ingreso de los acompañantes/asistentes externos está
avalado por la legislación vigente vinculada a los derechos y a
la atención de personas con discapacidad. El ingreso de un
acompañante/asistente externo no reemplaza la intervención
docente, ni sustituye a la maestra integradora.
CENTRO PSICOSOCIAL ARGENTINO.
BIBLIOGRAFIA: CURSO A.T.
MÒDULO 9 Y 10:
01. A.T. breve referencia conceptual

02. Caso nº1

03. Internamiento psiquiátrico

04. Procesamiento de internación psiquiátrica

05. Caso nº2

06. Una apuesta clínica frente a la vejez

07. Psicoanálisis en la tercera edad

08. El psicoanálisis en el tratamiento de las toxicomanías

09. Abordaje familiar en la clínica con toxicomanías

10. Los duelos en el cuerpo

11. En busca de la niña perdida (un caso de anorexia en la


infancia)
“ACOMPAÑANTE TERAPÈUTICO – BREVE
REFERENCIA CONCEPTUAL DEL ROL”:
(Sandra Barilari)

Es intención poder pensar el trabajo de A.T. desde un lugar


diferente que el habitual. Generalmente se hace referencia a
una perspectiva histórica desde la cual la figura del/la A.T.
surge, en un contexto institucional bastante particular y
relativamente reciente (el ámbito de la asistencia de la salud
mental en la República Argentina, más específicamente, en el
sector privado de capital federal y provincia de Buenos Aires),
en el marco del entrecruzamiento de dos disciplinas
principales: la psiquiatría y la psicología. Cabe recordar que
ambas disciplinas marcaron fuertemente su influencia en el
campo profesional e institucional, público y privado, de
asistencia y abordaje respecto de lo que se engloba, en la
actualidad, bajo el nombre de “patologías graves”. En esta
categoría cohabitan diversas conceptualizaciones, nosografías
y semiologías, las más de las veces incompatibles, que sin
embargo consensúan en incluir en ella, los cuadros de psicosis,
psicopatías, algunos tipos de adicciones y un ámbito
indeterminado y de difícil abordaje que incluye, no
suficientemente discriminadas, a las neurosis graves y a los
llamados casos bordeline o fronterizos.
Sin renunciar a estas referencias ineludibles, para pensar el rol
o función del/la A.T., hay que partir principalmente de las
dificultades y complejidades que enfrenta no ya los problemas
de teorización, sino el ejercicio mismo de la práctica en la
actualidad. Es decir, partir de la experiencia concreta y no de
aprioris escasamente ordenadores del debate que las misma
merece y suscrita.
Una práctica que, pensada desde la tarea misma, adquiere una
influencia importante de las variables que la atraviesan y
donde los trabajos sobre estos temas ofrecen al A.T., un
instrumento y una herramienta privilegiada para el desempeño
de la función, pero que escapan, sin embargo, de su verdadera
pertinencia, si olvidan la situacionalidad en donde las
conceptualizaciones vienen a instalarse en el momento del
“saber-hacer” o “saber hacer ahí” de una práctica donde la
singularidad y la cotidianidad interjuegan con la posibilidad de
las emergencia, de lo no esperado, permanente y
necesariamente.
El campo donde un/una A.T. se desempeña, por las
características de dispositivos y abordajes disciplinarios que
las patologías con las que trata tuvieron históricamente,
adquiere diversas líneas de sentido, estrategias y criterios que
interactúan entre sí a partir de cada caso. Todo caso, además
no puede pensarse sino es siempre en situación.
Poder aproximar algunas reflexiones sobre la particularidad del
campo a partir de la inherencia de algunas características
nombradas arriba, que incluyen, como decíamos,
necesariamente incompatibles, fenómenos de disfuncionalidad,
de superposición de roles, de exposición, etc., ofrece un
complemento necesario en todo intento de conceptualización
sobre la especificidad del/la A.T. en el contexto de un proceso
terapéutico global.
El/la A.T. se presenta cada vez más como un agente cuya
formación no se pone pasivamente a la sombra de una sola
disciplina, sino que, de modo crítico y creativo, tiende a
informarse y formarse en ámbitos tan distantes y tan cercanos
en la práctica como pueden ser la farmacología, el
psicoanálisis, la psiquiatría, la musicoterapia, la terapia
ocupacional, el trabajo social, el discurso jurídico, la
planificación de dispositivos alternativos, las elaboraciones
estéticas, etc. Si hay algo, en el marco de la heterogeneidad y
diversidad de estilos que caracteriza el campo de trabajo del/la
A.T., es por un lado la creciente preocupación por la
adquisición de instrumentos, herramientas y técnicas diversas,
y por otro la rápida adecuación, flexibilidad y plasticidad, que
van requiriendo las diversas situaciones a las que el/la A.T.
desde su lugar tiene que responder eficazmente.
El dispositivo de A.T. se intentará adaptar, manteniendo sus
lineamientos generales, a la clínica de los trastornos o
patologías graves.

“COMUNIDAD TERAPEUTICA “CASA PÚRPURA””:


Institución integrada a los siguientes programas de asistencia:
 CONNAF, Consejo Nacional de la niñez, la adolescencia
y la familia: cumplimiento con la Ley Nacional 23.849
CDN y la Ley 114 de Protección integral de los derechos
de niñas/os y adolescentes de la Ciudad de Bs. As.
 SEDRONAR, Secretaria de Prevención de la
Drogadependencia y la lucha contra el Narcotráfico:
ejercicio del rol de A.T. en la asistencia integral de
adolescentes y adultos, en tratamiento de rehabilitación
por consumo de drogas y alcohol, desempeñado en
dispositivos individuales, vinculares y grupales, por la
técnica en Familia y Minoridad. Sandra Barilari.

“INCUMBENCIAS Y ALCANCES DE LA FORMACIÓN Y EL


DESEMPEÑO PROFESIONAL”:
 Generar acciones técnicas para la educación no formal tanto en
el ámbito individual, familiar como comunitario,
especialmente de los sectores más vulnerables
 Dirigir un proceso de mediación familiar tendiente a la
solución de problemas interpersonales
 Trabajar en el tratamiento e inserción de jóvenes desviados y
transgresores legales
 Estar capacitada para el abordaje de las problemáticas
específicas, teniendo en cuenta las normas legales existentes en
el ámbito nacional e internacional y las nuevas tendencias en la
solución de conflictos
 Estar capacitados para el tratamiento de la problemática del/la
niña/a, adolescente y familia y mantener relación con equipos
técnicos pertinentes para poder poner en práctica
procedimientos correspondientes
 Participar en acciones en el ámbito individual, grupal, familiar
y comunitario, tendientes al desarrollo con conductas
participativas y solidarias
 Planear, aplicar y evaluar programas comunitarios e
institucionales, desde unidades de prevención, asistencia y
promoción de la salud de niñas/os, adolescentes y familias
 Elaborar, en relación profesional con equipos
interdisciplinarios, planes y estrategias conjuntas de
intervención con jóvenes desviados y transgresores legales,
tanto desde lo comunitario, familiar, institucional o desde la
acción desplegada por ONGs
 Desarrollar planes y mecanismos de evaluación de estrategias
de educación no formal
 Llevar a cabo procesos de mediación interpersonal, tanto en lo
familiar como en lo comunitario
 Detectar los casos problema, orientarlos y efectuar las
derivaciones al equipo de profesionales correspondiente
 Informas a las/lo niñas/os, adolescentes y su familia las
condiciones jurídicas en las que se encuentran encuadrados
 Participar en el proceso de orientación de las/los jóvenes en
situaciones de egreso institucional
 Intervenir en la prevención y tratamiento de la salud de los/as
jóvenes y niñas/os, según las indicaciones de los profesionales
intervinientes.

“ENTREVISTAS TERAPÉUTICAS”:
La variable clínica y psiquiátrica de las/os pacientes de Casa Púrpura
resulta diversa y responde predominantemente a las personalidades
antisociales, las neurosis de moderadas a graves, manifestándose
también conductas psicopáticas asociadas al consumo de tóxicos
Los problemas psicosociales que demandan frecuentemente atención
son la falta de escolarización, la incontinencia familiar o social ante
trastorno de conducta del/a adolescente; los antecedentes de
violencia doméstica y maltrato infanto-juvenil, con marcada
tendencia y reedición de situaciones de abandono y abuso sexual
infantil; los conflictos con la ley y la intermitente situación de fuga-
calle/ institucionalización.
Se promueve entonces con estas/os jóvenes en proceso de
tratamiento, un espacio psicoeducativo y orientador, que moviliza y
potencia las capacidades que cada individuo tiene para resolver sus
problemáticas.
Generando una exploración y abordaje según la problemática
planteada, con la alternativa participación de la red familiar y social
que ayude a resolverla. Se trabaja fundamentalmente con aquellos
que son significativos para el/la paciente, se trata además de hallar,
en la medida de lo posible, un articulador interno referencial.
“FOCALIZACIÓN DE DISPOSITIVO DE ENTREVIST DESDE
EL CONCEPTO DE RESILIENCIA”:
La resiliencia es un llamado a centrarse en cada individuo como
alguien único, es enfatizar las potencialidades y los recursos
personales que permiten enfrentar situaciones adversas y salir
fortalecido/a con alguna enseñanza, a pesar de estar expuesto a
factores de riesgo.
“PROMOVER LOS FACTORES RESILIENTES”:
 Estimular el desarrollo de las capacidades de escuchar, de
expresión verbal y no verbal y de comunicación en general
 Fortalecer la capacidad de manejo de rabia-enojo y de las
emociones contradictorias
 Reforzar la capacidad para definir el problema, de optar por la
mejor solución y llevarla a cabo
 Ofrecer preparación para enfrentar dificultades, limitaciones,
logros y obstáculos, ante las demandas de la sociedad (familia,
escuela, mercado laboral, etc.)
 Favorecer y acompañar el proceso reflexivo que permita el
abandono del consumo de tóxicos y complementariamente el
desarrollo simultaneo y equilibrado de conductas de
autocuidado, tendientes a la reducción de daños y la
promoción de mecanismos protectores
 Contener carencias sociales, afectivas y culturales que
aumentan la vulnerabilidad frente a los daños asociados al
consumo de tóxicos
 Favorecer la adherencia a los tratamientos médicos específicos
 Favorecer el proceso de autoconocimiento, el acceso medidas
de protección de ITS y métodos anticonceptivos
 Articular estrategias y armar una red de sostén que posibilite el
éxito terapéutico para iniciar o reubicar al adolescente en una
escolaridad adecuada, o ámbito de formación, etapa de
adaptación que resulta de difícil tránsito, requerido especial
trato y acompañamiento
 Promover la formación de agentes de prevención entre pares.
“ESPACIO GRUPAL”:
Un espacio donde promover la Resiliencia, relacionarse con un
individuo en su totalidad y llevar a la práctica el concepto BIO-
PSICO-SOCIAL, donde los aspectos biológicos, psíquicos y
sociales están en constante interacción.
La resiliencia y la prevención de enfermedades; y/o patologías
individuales o sociales, demandan una aproximación dinámica que
requiere de un enfoque integral y participativo.
“GRUPOS TERAPÉUTICOS”:
Acción sobre el grupo de adolescentes internados, promoviendo la
transformación, la conformación con reglas sociales, historias
individuales de los miembros y las circunstancias del grupo.
El grupo en términos generales adopta dos géneros de estrategias,
estrategias de permanencia, de refuerzo de la estabilidad, de
inmovilidad, o bien estrategias de cambio, de revisión y de
transformación.
En determinados momentos el grupo necesita, para resolver sus
conflictos o para cumplir sus objetivos, reforzar estereotipos,
afianzar sus prácticas comunicativas, convalidar roles y círculos.
“DISPOSITIVOS GRUPALES”:
 Grupos terapéuticos de adolescentes
 Talleres de autoestima para mujeres
 Talleres de prevención de ITS.VIH-SIDA
 Talleres de salud sexual y anticoncepción
Con modalidad reflexiva vivencial, incorporando técnicas adaptadas
al proceso grupal.

“OBJETIVOS”:
 Potenciar factores protectores en las/os jóvenes, elemento que
opera para mitigar los efectos del riesgo. Se consideran fuerzas
internas y externas que constituyen a que el/a adolescente
resista o aminore los efectos del riesgo, por lo tanto, reducen la
posibilidad de disfunción y problemas en estas circunstancias,
como los factores de riesgo los factores protectores involucran
también variables gèneticas, disposiciones personales, factores
psicológicos, situacionales y sociales.
 Fortalecer factores internos como la autoestima, el optimismo,
la fe, la confianza en sí mismo, la responsabilidad, la
capacidad de elegir o de cambio de las competencias
cognoscitivas.
 Favorecer la participación del/a joven en la toma de decisiones
estimulando la actitud crítica y respetando sus opiniones.
 Responder a las necesidades de las/ol adolescentes según los
diferentes procesos de tratamiento individual, crisis familiar
y/o tránsito comunitario.
 Facilitar oportunidades para hablar de sus problemas en grupos
a veces integrados por varones o por mujeres, otras veces
mixtos, contribuyendo de esta manera a hablar sin prejuicios
de la masculinidad, la femineidad y otros temas relacionados
con la salud.
 Promover un estilo de vida saludable que incluye la adecuada
inserción social de las/os jóvenes, el respeto en las relaciones
con el sexo opuesto, preparar a mujeres y varones para asumir
responsablemente el ejercicio de la sexualidad, conociendo las
responsabilidades, alegrías y placeres.
“EJES DE TRABAJO GRUPAL EN PROCESO
REFLEXIVO”:

RESPETO TOLERANCIA INTEGRACIÒN

Hacia sí mismo Flexibilidad Contigo misma/o

Hacia los otros Con los demás

Autovaloración Aceptación otro Del autorealizacion

CASO Nº1:
(INFORME ELABORADO POR A.T. –CPSA)

Paciente: Hernán
Edad: 15 años
Vive con: Verónica (su mamá), Esteban (el marido de la mamá) y
sus hermanos mayores
Prescripción: Internación en clínica psiquiátrica por espacio de 10
días
Diagnóstico: Psicótico, con leve retraso madurativo, bulimia, ideas
fijas y obsesivas, trastorno bipolar
Llega a la clínica por orden de una jueza de menores porque cuando
estuvo internado anteriormente la madre se lo llevó sin
consentimiento médico, ella no le da la medicación en la casa como
debería hacerlo.
Por otro lado, Hernán se había “caído” de la terraza para llamar la
atención de su mamá.
Mediación: Clonazepan, Stelazine, Litio, refuerzo con Fenergan y a
veces Halopidol.
Descripción: Se consigue estabilizarlo poco a poco pero los
síntomas no se han revertido todavía como por ejemplo:
preocupación con ideas fuera de lo normal, actos incongruentes y
movimientos repetitivos y faltos de propósito, expresiones de
emoción fuera de lugar, negligencia en su cuidado personal, falta de
atracción a diferentes actividades, incapacidad de llevar un
pensamiento a su conclusión, tendencia a asumir ciertas expresiones
y/o manerismos, agresivo ante la imposibilidad de hacer lo que
desea detrás. De hecho, reaparecerá tres siglos más tarde. Lo que
Foucault va a hacer es mostrar cómo se articulan a lo largo de la
historia discursos diferentes sobre la locura con prácticas de
encierro, de exclusión, mostrando que las concepciones de la locura
cambian, y lo que hay detrás de cada una de ellas.
La “Stultífera Navis”, la nave de los locos, es un objeto nuevo que
aparece en el mundo del renacimiento: un barco que navega por los
ríos de Renania y los canales flamencos. Los locos vagan en él a la
deriva, expulsados de las ciudades. Son distribuidos en el espacio
azaroso del agua (símbolo de purificación). La figura del loco es
importante en el siglo XV: es amenazador y ridículo, muestra la
sinrazón del mundo y la pequeñez humana, recuerda el tema de la
muerte, muestra a los humanos una alegoría de su final seguro. La
demencia es una señal de que el final del mundo está cerca. El loco,
en esta época, está vinculado a un saber oscuro.
Esta concepción va cambiando con el tiempo. En el mundo literario,
la locura sirve de sátira moral: la presunción (el loco se da atributos
que no posee), el castigo (la sinrazón le sobreviene por los excesos
de la pasión), la verdad por la doble mentira… Se la empieza a
considerar irónicamente, como un mundo de ilusiones, como una
figura conocida y menos temible.
Poco a poco cambia el antiguo panorama amenazador del loco, su
fluir una la barca incontrolada. El espacio del Hospital es crucial en
este cambio; el loco es ya retenido entre las cosas y el mundo, y
encerrado, a comienzos del siglo XVII. La experiencia clásica de la
locura se está forjado. La locura está entre nosotros, dócil y visible.

CAPITULO I: “EL GRAN ENCIERRO”:


La locura va a ser silenciada en la época clásica. En el siglo XVII se
crean grandes internados. En ellos se mezclan locos, pobres,
desocupados, mozos de correccional… En contra de lo que podemos
pensar, el hospital general (París) no tiene ninguna relación con lo
médico; es una instancia de orden, de orden burgués y monárquico,
vinculada a la justicia. Instituciones de encierro proliferan por toda
Europa en esta época, la práctica del encierro se generaliza, animada
por la condenación de la ociosidad (no por criterios de curación), por
imperativos de trabajo. La patria de la locura será el confinamiento,
a partir de estas prácticas de encierro.
Los desocupados y mendigos son también recluidos, con la novedad
de que se extraerá de ellos trabajo productivos. Además de disimular
la miseria social, se aprovechaba como mano de obra. El criterio de
trabajo y de ociosidad justifica inicialmente el espacio de la
reclusión. En la ley del trabajo hay una trascendencia ética: los locos
son identificados con la ociosidad, con la inutilidad social. Pero
sobre todo es el criterio moral el que anima esta condena: el taller de
trabajo forzado es una institución moral, encargada de castigar una
ausencia ética. El criterio de productividad desaparece a lo largo del
siglo XVII para dejar el descubrimiento el carácter represivo de
estas instituciones de encierro: la moral es aquí administrada, como
en otros sitios el comercio o la economía.
La locura es percibida en relación a la pobreza, a la incapacidad de
trabajar, a la falta de valores éticos. La razón y la moral funcionan
como criterio de exclusión, y van a fundamentar la práctica del
confinamiento. La antigua libertad de la locura acaba en la edad
clásica entre cuatro paredes.

CAPITULO II: “LOS INSENSATOS”:


El espacio del correccional agrupa a licenciosos, blasfemos,
libertinos, criminales, alienados…Todo esto es denominado
sinrazón, pero dentro de este ámbito confuso se va diferenciando
como algo específico la locura, los insensatos. De ellos se va a hacer
un espectáculo público, con visitas organizadas. De toda la
población amplia de la sinrazón, que era encerrada con secreto, con
vergüenza, se hace excepción con los locos, y son mostrados.
La locura es señalada, marcada, como escandalo (no como
enfermedad). Se la mira, como un animal de zoológico, como un
objeto, algo no humano. El criterio de animalidad marca la locura en
el siglo XVIII. Es el grado cero de la naturaleza humana: el loco no
es un enfermo, es un animal. Por tanto, la doma y el
embrutecimiento son los métodos para su dominación. Las prácticas
inhumanas de los internados (latigazos, palizas, encadenamientos,
maltratos de toda índole) se justifican por esa libre animalidad de la
locura, donde el hombre ya no existe.
También esto sirve de ejemplo moral: interesa señalar la locura
como ejemplo de en qué puede convertirse el hombre inmoral, desde
el punto de vista cristiano. Es una caída en lo animal, y por tanto el
loco es culpable.
El fondo de la sinrazón es lo esencial para la época clásica a la hora
de definir la locura, es el espacio que la hace posible. Es como si la
razón marcara el borde entre dos espacios: dentro están los hombres
razonables; todo lo no racional queda excluido, fuera del mundo
social, recluido en el asilo.

CAPITULO IV: “FORMAS DE LA LOCURA”:


Aquí Foucault aborda las formas concretas en las que el
pensamiento clásico (XVII y XVIII) ha conocido la locura.
I) MANÍA Y MELANCOLIA: la noción de melancolía en el siglo
XVI estaba formada por ciertos síntomas, consistentes en todas las
ideas delirantes que puede uno tener de sí mismo.
Se asignan tres A.T., ha hablado dentro de lo que pudo bastante,
pide todo el tiempo ver a su mamá, dice que su lugar es estar con su
familia, tiene sentimientos de culpa, cuenta que ha sido manoseado
por su hermana y la hija de su tía, que un hombre lo torturó.
Cuenta que vió escenas de sexo, que su mamá debe estar con él
porque es la única que lo quiere y es la que le diò la vida,
aparentemente podría haber abuso sexual.
Exige ciertas cosas (la comida, que lo vistan, que lo dejen solo, etc.).
INTERNAMIENTO PSIQUIATRICO
(Javier Sáez – sociólogo, Madrid)

A comienzos de los años 60 (en concreto en 1961) se producen dos


acontecimientos simultáneos en el mundo se la investigación social;
Se trata de la aparición de dos libros sobre el internamiento
psiquiátrico, historia de la locura en la época clásica de Michel
Foucault, internados: ensayos sobre la situación social de los
enfermos mentales, de Erving Goffman.
Las dos obras tienen planteamientos teóricos diferentes. Foucault
parte de la articulación de prácticas del decir (discursos sobre la
locura a través de la historia) y del hacer (formas de internamiento)
para conocer con qué criterios (de castigo, de moral, de pecado, de
falta, de error, de animalidad, de “liberación”, etc.) se ha ido
delimitando la locura a lo largo de la historia. También muestra la
arqueología de la psiquiatría, en qué condiciones y con qué intereses
ocultos nace esta ciencia en el siglo XIX. Es una historia de los
límites, de cómo una cultura rechaza algo convirtiéndolo en lo
exterior y encerrándolo. Es una historia de la producción de lo
marginal, de la individualización progresiva de la locura como algo
específico y apartado de la razón.
El libro de Goffman se sitúa en la actualidad, observando
minuciosamente los comportamientos sociales de interacción que se
dan en una institución total como el manicomio desde dentro,
viviendo allí como investigador. Así podrá describir los procesos de
agresión al yo como identidad subjetiva que se dan en estas
instituciones, la perdida injustificada de derechos para los internos,
la dudosa efectividad terapéutica de los manicomios, las
representaciones de reclusos y funcionarios en la escena social del
internado, etc.
El punto común de estas dos obras es el campo de estudio que
inauguran, y sus consecuencias sociológicas. La sociología
tradicionalmente se había ocupado del “orden social”, de la vida
social en su conjunto y de sus normas generales, de los derechos, de
los lazos sociales, del Estado, etc. (los sociólogos globales, y en
muchos casos simplificando la obra de Marx en un economicismo
barato).
La obra de Foucault y la de Goffman suponen una sociología de y
desde los márgenes, sobre esos lugares aislados de la sociedad
donde sobreviven el despotismo, la agresión, la perdida de los
derechos civiles, donde se produce la anormalidad y se justifica el
encierro. Esta sociología crítica se preocupa por lo local (no por lo
global), y sus consecuencias son importantes. Muestran cómo las
modernas, progresistas y democráticas sociedades occidentales son
capaces de mantener muchas instituciones de carácter represivo,
cuya finalidad no es fácil de justificar. En el caso de Foucault,
inscribe la psiquiatría dentro de una estrategia más general de saber-
poder, cuyos valores morales sobreviven camuflados tras el discurso
de un saber científico. Goffman crea el concepto de “institución
total”, y describe lúdicamente la violencia que hay implícita en este
tipo de espacio.

“HISTORIA DE LA LOCURA EN LA ÈPOCA CLÁSICA”:


CAPITULO I: “STULTIFERA NAVIS”:
Foucault concede una gran importancia a los lugares. En este
capitulo comienza precisamente hablando de los leprosarios y de su
desaparición final de la edad media en occidente. Como veremos,
que la lepra y la figura del leproso desaparezcan no implica que
ocurra lo mismo con la estructura de la exclusión que residía el
sistema causal de la melancolía se basa en un humor negro que hay
en el cerebro. Lo que Foucault resalta es que estas definiciones no
parten de una observación rigurosa. El debate sobre el humor
melancólico, frio y seco, se puede resumir en cuatro puntos:
1) La causalidad de las sustancias es reemplazada por el estudio
de las cualidades, que se trasmiten del cuerpo al alma sin
soporte.
2) Estas cualidades tienen una dinámica: el frio y la sequedad
entran en conflicto con el temperamento.
3) El conflicto puede nacer dentro de la misma cualidad.
4) Circunstancias de la vida pueden modificar las cualidades; por
ejemplo, el ocio hace trabajar menos al cuerpo y retiene
humores y calores perjudiciales.
La lógica secreta de las cualidades marca la noción de melancolía.
Además, es una unidad simbólica formada por:
- Longuidez de los fluidos,
- Oscurecimiento del espíritu,
- Viscosidad de la sangre,
- Espesor de los vapores,
- Viscosidad en los órganos.
Esta unidad no es conceptual ni teórica, sino sensible.
La manía se contrapone a la melancolía. El maniaco es impetuoso,
tenso. La causa de estos males se encuentra en movimiento de
espíritus animales: lentos en la melancolía, rápidos en la manía. En
general son mitos explicativos, no demostrados científicamente; sin
embargo, son los antecedentes directos de la psicología moderna.
Manía y melancolía se contraponen como dos manifestaciones de
una misma enfermedad. En todo caso, son temas imaginarios los que
organizan las explicaciones: es una estructura perceptiva lo que se
forma en los siglos XVII y XVIII, no un sistema conceptual o un
conjunto sintomático.
No se ha partido de la observación para llegar a imágenes
explicativas, sino al revés, lo imaginario determina la significación
de los síntomas.
II. HISTERIA E HIPÓCONDRÍA:
Poco a poco se van asimilando estas dos enfermedades, como
variedades de “una constitución morbífica de los espíritus”. A lo
largo de la época clásica van entrando en el terreno de las
enfermedades mentales, su posible origen orgánico queda olvidado.
La histeria es ardiente para la medicina de esta época, se produce
por el flujo de vapores cálidos. En cambio, la humedad en los
vapores internos, el enfriamiento de las fibras se asocia a la
hipocondría. No se consigue clasificar a estas dos enfermedades con
claridad. En este caso la histeria, son valores morales los que se
vinculan a valores orgánicos. Según se va abandonando la
explicación orgánica (útero, matriz, estómago, etc.) la histeria va
entrando en el mundo de la locura para la medicina.
La enfermedad circula por el cuerpo. Pero se diferencian distintos
tipos de cuerpos. La simpatía, la continuidad corporal en la
trasmisión nerviosa es la clave de las enfermedades nerviosas.
A finales del siglo XVIII esto va a cambiar. El enfermo ya no es
inocente, el tema de la culpa., de la falta moral va permitir que la
histeria ingrese ya en la locura. La psiquiatría se funda en este tipo
de valoraciones.

CAPITULO V: MÉDICOS Y ENFERMOS:


La terapéutica de la locura no se aplicaba en los hospitales, pues su
función era aislar, no corregir. Sin embargo, sí se da en la época
clásica un tratamiento para sanar las fibras nerviosas del loco,
centrándose en el cuerpo.
1) La consolidación: la locura es un compuesto de debilidades.
Por ello, se emplean métodos de fortalecimiento: aceite de
ámbar, cueros quemados, hierro (¡comer limaduras de hierro!),
etc. Los efectos de esta terapia no se verifican, es como si la
fuerza se transmitiera por contacto, directamente a las fibras.
2) La purificación: la idea de purificación total lleva a proponer
como terapias la trasfusión de sangre, el uso de medicamentos
que previenen la corrupción, producir quemaduras en la piel
(por donde saldrán los vapores corruptos), inocular la sarna al
enfermo, el uso del jabón (incluso comérselo), el vinagre, etc.
3) La inmersión: la idea de purificación por el agua unida al
efecto de modificación de las cualidades corporales que
proporciona, avala el uso de los baños en la curación de la
locura. Con el tiempo, tendrá todas las cualidades y valores
posibles, de forma que en el siglo XIX ya casi no se empleará.
4) La regulación del movimiento: la locura es agitación de los
espíritus, movimiento de fibras. Hay que suscitar en el enfermo
un movimiento regular y real. El viaje por mar, tratamientos en
máquinas de centrifugado, y otras técnicas intentarán hacer
volver loco al orden natural del mundo.
El siglo XIX inventa métodos morales: miedo como castigo, alegría
como recompensa, humillación: con ello se inscribe a la locura en el
juego de la culpabilidad. La psicología a partir de aquí se organiza
en torno al castigo. La locura se basa en la falta, en el error moral;
para atacar esta sinrazón se utilizan tres formas: el despertar, la
realización teatral y el retorno a lo inmediato.
Para Foucault es importante que la reducción que ha operado clásica
en la sinrazón percibiéndola de forma estrictamente moral será el
núcleo de todas las concepciones que el siglo XIX hará valer como
científicas, positivas y experimentales. La psicología nace separando
a la locura de la sinrazón, marginándola como algo insignificante.
CAPITULO VII: LA NUEVA SEPARACIÓN:
A comienzos del siglo XIX una queja se generaliza entre los
psiquiatras: se mezcla en el mismo sitio a los locos y a los
criminales. Una nueva conciencia de la locura surge de la
experiencia del confinamiento. En él se dan motines, quejas, luchas
que trascienden políticamente.
No es una actitud humanitaria hacia los locos lo que hace que se les
diferencia dentro de los internados: la mezcla es una injusticia para
los otros internos. La locura se individualiza cada vez más. Como
hemos visto, desde el espacio inicial del medioevo, caótico, donde
se mezclaban locos y cuerdos, o donde navegaba la nave de los
locos, se ha ido produciendo prácticas de separación cada vez más
refinadas hacia la locura.
Se establecen medidas para evitar un confinamiento prolongado de
mendigos y ladrones, pero se insiste en la necesidad de encerrar a
los locos, que además envilecen a los que los acompañan.

CAPITULO VIII: NACIMIENTO DEL ASILO:


La leyenda de que Pinel y Tuke introducen la filantropía merece una
revisión. La presunta “liberación” de los alienados esconde otro
significado: la religiosidad de Tuke hace que se separe a los locos
porque son un mal ejemplo para otros espíritus; a su vez, una vida
religiosa para los locos le devolverá al orden, la religión vigila desde
la razón para frenar a la locura (no para curarla). Se coloca al loco
en un ámbito moral, para que se vigile a sí mismo en la amenaza de
la ley y de la falta. El miedo es fundamental en el tratamiento de los
locos. Se organiza al loco en una conciencia de sí mismo; nueva
vuelta de tuerca del encierro: reclusión dentro de la propia
conciencia, del propio sentimiento de culpa. La libertad física de “el
retiro” de Tuke es paralela a un constreñimiento moral mayor y más
eficaz. Es decir, la locura es denominada (no liberada).
En Pinel no se trata de una segregación religiosa; es más, la religión
puede ser tratada como un objeto de la medicina, como causa de la
locura. Pinel trata de reducir las formas imaginarias, de domesticar
al loco en la dócil fidelidad a la naturaleza. Se pretende una
uniformidad moral, que haya una continua ética entre el mundo de la
locura y el de la razón, por las duras legislaciones en tres medios:
1) Silencio: se pide a los vigilantes y a los otros alienados que no
hagan caso al que delira, para que así se enfrente con el
ridículo del abandono, de la soledad.
2) Reconocimiento en el espejo: la locura debe mirarse a sí
misma, se dice a un loco que mire lo ridículo de la actitud de
otro loco; el primero cae en la cuenta y lo desprecia. Se
persuade al loco de que está loco para que se avergüence de
ello, para que se sienta ridículo al mirarse en los otros.
3) Juicio perpetuo: un tribunal continuo juzga a los locos con aire
temible; se convierte a la medicina en justicia: puede castigar y
juzgar. El loco se sabe vigilado, amenazado por un aparato que
funciona dentro del manicomio, se busca el arrepentimiento.
Estas propiedades fundan la psiquiatría moderna, y su carácter
pervive en la actualidad. El médico es juez y norma moral (no
conoce realmente la enfermedad, sino que la domina).
Los mitos de la objetividad científica van ocultando (no
suprimiendo) el sustrato moral en que nace y se desarrolla la
psiquiatría.
GOFFMAN Y LAS INSTITUCIONES TOTALES:
“Sobre las características de las institucionales totales”. En
internados, pp. 15 – 132. Ed. Amorrortu.
Goffman clasifica las instituciones totales de nuestra sociedad en
cinco grupos:
1) Las de cuidado de las personas incapacitadas e inofensivas:
hogares de ancianos, ciegos, huérfanos, etc.
2) Las de cuidado de personas que no pueden cuidarse a sí
mismas y además son una amenaza para la comunidad:
hospitales de enfermos infecciosos, los manicomios y los
leprosarios.
3) las que protegen a la comunidad de personas que atentan
deliberadamente contra ella: cárceles, presidios, campos de
trabajo, etc.
4) Las de carácter laboral: cuarteles. Barcos, campos de trabajo,
colonias, servicio en mansiones señoriales.
5) Los refugios del mundo, para formación de religiosos: abadías,
monast5erios, conventos, etc.
Goffman caracteriza las instituciones totales como una ruptura de las
barreras que separan los ámbitos de dormir, jugar y trabajar:
- Todos los aspectos de la vida se desarrollan en el mismo lugar
y bajo la misma autoridad.
- Cada etapa de la vida diaria de un miembro de estas
instituciones se lleva a cabo en compañía de un gran número
de otros, con el mismo trato y para hacer juntos las mismas
cosas.
- Todas las actividades de la vida diaria están estrictamente
programadas, en una secuencia que se impone desde arriba por
normas explicitas y por un cuerpo de funcionarios.
- Las diversas actividades obligatorias se integran en un solo
plan racional, para los objetivos de la institución.
Es decir, en estas instituciones se manejan las necesidades humanas
mediante la organización burocrática de conglomerados humanos
indivisibles. Se da una escisión básica entre internados (la gran
mayoría) y supervisores. Los primeros tienen limitado el contrato
con el exterior, y se sienten inferiores, débiles, culpables, etc.,
mientras que los superiores, como su nombre indica, se sienten por
encima, dominado a los reclusos. La información sobre éstos está
también restringida y controlada por una minoría.
Un aspecto que señala Goffman con mucho detalle es el de las
agresiones al yo, cómo se mortifica habitualmente y por distintos
procedimientos la identidad subjetiva del interno: anulación del rol
social, obediencia ciego, humillaciones en el trato con los
superiores, desposeimiento de posesiones u objetos personales,
uniformización, alimentación reglada, imperativos de confesar la
vida privada en público, contaminaciones, control de movimientos
(inmovilización, celdas especiales), violaciones de la intimidad,
castigos y amenazas, malos tratos, etc. Goffman analiza los efectos
devastadores que todos estos rituales de agresión tienen sobre el yo.
En el caso de los enfermos mentales, se comprende rápidamente que
estas estrategias no pueden ser beneficiosas para la salud mental,
sino todo lo contrario.
El autor expone las diferentes tácticas que adoptan los internos para
adaptarse a esa nueva situación de control: regresiones,
intransigencia, colonización, conversión, etc. También describe la
situación del personal laboral, y el desfase continuo entre ambos
mundos, y las ceremonias institucionales, una serie de rituales de
apariencia cara al exterior, o entre reclusos y vigilantes.
Otro aspecto interesante es el del desfase entre los presuntos fines
de las instituciones totales y la realidad. Entre los fines se puede
señalar el logro de algún objetivo económico, el tratamiento médico
o psiquiátrico, la purificación religiosa, la protección de la
comunidad contra la contaminación (moral y física), inhabilitación,
retribución, intimación y reforma, etc. Como se puede ver, la
presunta “curación” del loco y la “rehabilitación social” del preso,
no se producen en estas instituciones.

CONCLUSIÓN: MICROSOCIOLOGIA DEL DEPORTISMO:


Una característica común de los trabajos de Foucault y los de
Goffman es el interés por lo local, la mirada microscópica. En
oposición alas grandes teorías sociológicas de carácter global (Marx,
Weber, Durkheim, etc.), estos autores describen con detalle
discursos, practicas, ritos sociales, sin elaborar una teoría
trascendental de la historia o de la sociedad, sino mostrando el
cinismo de unas sociedades que se dicen libres y practican el
despotismo en lugares que ocultan a la investigación y a la opinión
pública (nada más difícil que investigar las cárceles españolas, por
ejemplo).
De esta forma, Foucault va a revolucionar el estudio del poder, al
cuestionar la visión tradicional que otorgaba al éste un lugar fijo,
visible, singular, jerárquico, identificado con el estado o la política
de gobierno, inmóvil. El estudio de Foucault de la medicina, la
psiquiatría, las cárceles, la historia de la sexualidad, la arqueología
del saber, inaugura una visión reticular y plural del poder, que
promueve la producción de discursos en distintos ámbitos (hablar
del sexo de uno mismo, configurar la figura del delincuente, del
loco, del pervertido, confesar todo lo que uno piensa a distintos
expertos en salud mental, etc.). El poder ya no estará localizado en
un lugar concreto, sino que será el conjunto de estas practicas que
nos constituyen en sujetos morales, o en sujetos de deseo, o en
objetos de la ciencia, sin una finalidad última ni un motor de la
historia.
En Goffman encontramos también esa mirada minuciosa, que
algunos han certificado como banal o superflua, pero que en realidad
muestra con lucidez la hipocresía de nuestras sociedades o la
injusticia de las instituciones, el carácter de máscara de nuestra vida
en sociedad, el significado de los rituales en publico y en los
internados.

PROCEDIMIENTO DE INTERNACIÓN
PSIQUIATRÍCA:

En caso que el profesional considere necesaria una internación


teniendo en cuenta el “riesgo para sí y para terceros” deberá:
1. Comunicarse con el SAME. Solicitar en coordinación médica
la ambulancia del Hospital Alvear o en su defecto una
ambulancia con un psiquiatra. La orden de internación deberá
llevar la firma de un médico.
2. Cuando amerite el riesgo se podrá solicitar la intervención de
la asesoría de menores e incapaces previa consulta a la central
de la cámara civil, quien informará qué asesoría se encuentra
de turno.
3. En caso que el profesional tratante considere pertinente podrá
solicitar intervención policial a la comisaria de la jurisdicción.

Coordinación Médica SAME


Guardia 4909-2043 (supervisión del SAME 24hs)
Directo: 3909-2020/23// 4922-1281
Conmutador: 4922-1810/5993/1157 // 4923-1051 al 58

CASO N°2:
(INFORME ELABORADO POR REDBA):

INFORME CLÍNICO:
Paciente: Mora
Edad: 75 años
A partir de las observaciones del acompañamiento terapéutico se
detalla a continuación la información clínica referida a la paciente en
cuestión.
Presenta alteraciones del patrón del sueño, falta de interés en la
alimentación, falta de concentración y distraibilidad, falta de
conciencia de enfermedad, preocupaciones somáticas con
proporciones delirantes.
No presenta deterioro cognoscitivo agudo.
Diagnostico DSM IV
Esquizofrenia F20.0x tipo paranoide (295.30)
Presencia de ideas delirantes y alucinaciones visuales y/o auditivas,
en el contexto de una conservación relativa de la capacidad
cognocitiva y de la afectividad.
Las ideas delirantes son de persecución, las alucinaciones están
relacionadas con el contenido de la temática delirante.
Se instrumentó la prueba SIDAM structured interview for de
diagnosis of dementia of alzheimer type, multi-infarct dementia and
dementia of de other etiology, according to DMS-III-R and CIE-10-
1990 (Autores: M. Zaudig, J. Mitterlhammer y W. Hiller).
El resultado de dicha prueba descarta la presencia de cualquier tipo
de demencia en la paciente.
Diagnóstico: debido a la variabilidad de la evaluación no es posible
disponer de unas conclusiones precisas en cuanto a la evolución a
largo plazo del estado de la paciente. La remisión completa, es decir
el retorno total al nivel premórbido no es habitual en este trastorno.
Acompañamiento terapéutico prestado desde el 9 de Julio y hasta el
17 de Agosto inclusive.

UNA APUESTA CLÍNICA FRENTE A LA VEJEZ.


MONICA MARCIANO.
(*) JORNADAS DE LA CLÍNICA LACANIANA; EFBA;
1996.

Debemos reconocer que en los tiempos que corren ocuparse de la


vejez no está de moda y hasta suele parecer de mal gusto-. Para la
modernidad, la vejez está tan devaluada como exaltada la juventud.
La edad acarrea descalificación.
Sin embargo, la prolongación de la vida nos confronta con el hecho
de que los ancianos existen y son cada vez más numerosos.
Algunos, muy pocos, gracias al prestigio y a la fortuna ganados a lo
largo de su vida, transitan la vejez rodeados de cuidados.
Algunos, muy pocos, se transforman en objeto de culto y veneración
casi religiosa. Su palabra cobra valor oracular y su persona suele
estar a buen recaudo de agresiones y exigencias excesivas.
Estos casos constituyen verdaderas excepciones.
Para la mayoría, llegar a la vejez implica enfrentarse a un doble y
doloroso problema: por un lado, lo real de la declinación orgánica,
más o menos marcada, pero siempre presente, que se produce en un
momento de la vida que conduce inexorablemente a la muerte; por
otro lado, el lugar de resto que el otro social le asigna al viejo: el
estado desconoce sus derechos, la seguridad social lo arrumba y lo
ignora, algunos vivillos lo transforman en mero objeto de lucro.
De las condiciones actuales en las que estamos inmersos, me
interesa recortar algunos rasgos que a mí entender tienen fuerte
incidencia en la difícil situación de la ancianidad.
Estos rasgos son:
 La aceleración temporal, que pareciera prescindir del tiempo
de comprender, reduciéndolo a un automatismo que deja fuera
de carrera a quien no pueda “seguirle el ritmo” a procesos cada
vez más inmediatas.
 El privilegio indiscriminado de todo lo que sea “tecnología de
punta”. De “ultima generación”, que deshecha y vuelve
descartable, por obsoleto, lo que pertenece a “generaciones
anteriores”.
 La construcción de “modelos-líderes-formadores de opinión”
que cristalizan un imaginario corporal ideal de pómulos lisos,
labios turgentes y músculos firmes… a cualquier edad.
Entiendo que este contexto no hace más que alimentar la convicción
de lo decadente e inútil que se vuelve un individuo toda vez que los
años le marcan otras coordenadas a su subjetividad, mientras asiste a
la degradación del linaje (lo precedente es obsoleto) y al
borramiento denodado de las marcas que el tiempo inscribe en el
cuerpo.
Sin embargo, llamativamente, antropólogos, historiadores, poetas,
parecen indicar en sus textos algo que es casi una constante: a lo
largo de la historia de la humanidad y asumiendo distintas
modalidades, la vejez estuvo regularmente acompañada del
abandono, el escarnio y la crueldad. No es una prerrogativa de
nuestros días la ruptura de los lazos sociales y efectivos con el
anciano.
Las sociedades primitivas abandonaban como un trasto innecesario a
esa boca que había que alimentar sin que pudiera ocuparse de
conseguir el sustento.
Mas adelante, organizaciones sociales avanzadas permitieron
mejorar la calidad de vida de sus integrantes, a la vez que
posibilitaban acumular riqueza. Quien llegaba a viejo siendo rico
estaba protegido, aunque mas no fuera por el temor que su poder
económico inspiraba.
Es notable que haya gran cantidad de observaciones que van en el
siguiente sentido: aun cuando los ancianos tuvieran un lugar público
reconocido y hasta una gran injerencia en los alumnos de Estado (el
Senado Romano, por ejemplo, o la Republica de Venecia) en la
esfera de la vida privada su situación era bastante desdichada: se los
denigraba solapadamente. Como decía Diderot, la vejez era honrada,
pero nunca amada.
Antipatía, rechazo. Es interesante como esto se filtra todo el tiempo,
aún en medios que han recibido suficientes capas de barniz cultural.
Sin ir mas lejos, Lacan, en algún lugar dice del Rey Lear “ese viejo
cretino”.
Freud escribía a los 63 años “quedé atónito al reconocer que el
invasor no era sino mi propia imagen reflejada en el espejo… El
personaje me había resultado profundamente antipático”.
Hay algo allí que, para el semejante, se vuelve insoportable.
Qué ilusión, ¿qué velo se rompe cuando la vejez se presenta?

Decía un poeta griego:


“Vejez, tú que eres la enemiga del genero humano, tú eres la que
estragas toda la belleza de las formas, tú transformas el esplendor de
los miembros en pesadez, la rapidez en lentitud”.
¡Amarga queja, dolorosa visión de las “formas” degradadas!
Juvenal, en sus “sátiras”, horrorizado y feroz, escribe:
“A qué serie de males no está sometida la larga vejez! En primer
lugar, ese rostro deformado, horroroso, irreconocible, en lugar de
piel, un feo cuero, esas mejillas que cuelgan, esas arrugas… Los
viejos son todos iguales: les tiembla la voz y los miembros también.
El cráneo y pulido ya no está cubierto de pelo…”
Algo queda al descubierto, que paradojalmente, trace al otro
irreconocible.
Recordamos a Lacan, en el seminario de Ética, habla largamente en
torno a la función de lo bello, y más precisamente de lo bello como
velo. No hay que pensar lo bello como hermoso o lo perfecto. Dice
Lacan que, en su efecto de enceguecimiento, lo bello nos impide y
nos libra de llegar a eso que lleva la impronta de la muerte y por
insoportable, no puede ser mirado.
Simone de Beauvoir en “la vejez”, desde las primeras páginas y con
precisión, pone al descubierto la catástrofe que implica esa estética
que se fracture, que se resiente la vejez. Tanto mas si pensamos, con
Lacan, a la forma del cuerpo humano como formal envoltura de
todos los fantasmas posibles del deseo.
No hay acaso un desfallecimiento de esa envoltura allí donde nos
cuesta reconocer en el anciano un semejante apto para el lazo social,
y pare el lazo libidinal, ¿Aun cuando no esté en la plenitud de su
potencia? ¿No hay un vaciamiento de cualquier condición
agalmática?
En los “cuentos de Canterbury” por citar un lugar entre tantos,
Chaucer cuenta que la fealdad de un anciano trace del amor un
ejercicio repugnante. Pregunto: ¿Repugnante para quién? Para
Chaucer, que en este cave, es el que mire la escena, aunque más no
sea en la ficción literaria que construye.
¿No es ese angustiante borde real presentificado en la decadencia del
cuerpo del anciano lo que alimenta el perjuicio y el desconocimiento
de una subjetividad deseante que aún lo habita?
Tengamos en cuenta que uno de los grandes mitos construidos
alrededor de la vejez habla de serenidad y de un aplacamiento mil
veces desmentidos. Esa supuesta armonía sería producto de la
desaparición del vigor sexual: la función, disminuida, arrastraría la
libido y entonces, pare tranquilidad de todos, ¡estaríamos rodeados
de abuelitas y abuelitos… toda ternura y sin sensualidad!
Claro, es inquietante reconocer, en el límite extremo de la condición
del perletre, sexo y muerte… hasta el final.
Sin duda el Psicoanálisis en este campo ha avanzado poco.
Hay marcas que pesan: Freud mismo tenía grandes prevenciones con
respecto a la vejez.
Como bien dice Laura D’Agostino, “Freud recomendó en varios
lugares no ir más allá de los 50 años. Los obstáculos: la no
plasticidad del psiquismo, el exceso de material. Se arriesgaron
hipótesis sobre las recomendaciones de Freud; la expectativa de vida
de la época en que escribió, los prejuicios aún imperantes sobre la
sexualidad de los viejos. Obstáculos que deberán seguir interrogados
cuando el que los anunciaba había develado la sexualidad de los
niños.
Efectivamente, hay allí un punto de detención. Para avanzar,
volvamos a Freud. A los 70 años se consideraba un invalido. Sin
embargo, 12 años después, la noche previa a su llegada a Londres,
tuvo un sueño. Soñó que desembarcaba en el mismo puerto que
Guillermo el conquistador. Como él, un fundador, como él, aún
dispuesto a proseguir la lucha.
La elocuencia de este sueño impone un comentario: el prejuicio y la
clínica psicoanalítica se llevan mal.
Una apuesta clínica fuerte a la vejez nos exige rescatar la frescura y
la pasión que ese sueño, como tantos otros, porta en sus letras. De no
ser así, traicionaríamos sin remedio la ética del Psicoanálisis.
Lacan afirma que el acto psicoanalítico supone al sujeto, apuesta al
sujeto y pone en acto el sujeto del inconsciente, allí se entrecruzan
una dimensión estructuM1 y una dimensión ética. Frente al cambio
de escena que impone la vejez, singularmente, cada uno, conducirá
su devenir o sobrevendrá la apatía y la indiferencia. Cada uno, pero
no sin los otros. Cada uno, pero no sin pasar por el campo del otro.
¿Si la cultura “light” anula aquello que angustia, por qué
sorprendemos de que anule la subjetividad de quienes, por haber
llegado a una edad avanzada, transforman un acontecimiento en una
verdad que nos incumbe, que toca el corazón de nuestro ser?
Las habituales expresiones “son cosas de viejo” o “trace cosas de
viejo”, en su animosidad o en su indulgencia, desconocen y aplastan
el valor de la enunciación. Cerrada la interlocución, empobrecida la
discursividad, qué chance le queda al sujeto de anoticiarse del
propio mensaje, ese que llega siempre desde el lugar del otro.
Entiendo que a ese lugar somos convocados en tanto analista, a
efectos de relanzar la relación del parletre al lenguaje.
Y no pare desconocer la cronología y los limites reales, sino pare
ponerla en juego en función de un posible reposicionamiento
subjetivo. Puedo afirmar que a este movimiento suele acompañarlo
un toque de humor.
Isabel 80 años y pico, llegó a la consulta traída por la angustia.
Recordaba con nostalgia los años dedicados a la actividad artística.
Avanzadas las entrevistas, un día relató una serie de complicaciones
con las que se había encontrado a la hora de resolver cuestiones
domésticas, cotidianas. Enfáticamente exclamó: “Estoy a Merced de
la caridad ajena”.
Con una sonrisa, interviene; ¿En serio? ¿No está exagerando un
poco?
¡Tengo 81 años!, exclamó.
“Es cierto; también es cierto que necesitaba ayuda. Pero de ahí a
conformarse con la caridad ajena…”
Se ríe y asocia: “Cuando mi marido fue a pedir mi mano, mi madre
le dijo que yo era una inútil, y él le contesto: ¿Una inútil? ¡Una
artista!”.
Intervengo, “Entonces, ya en aquel momento, Ud. No estaba a
merced de la caridad de nadie”.
Aliviada, comenta: “Cuantos años sin hablar de estas cosas…”
Más adelante habló de su testamento. No tenia hijos, había
sobrevivido a su marido, a su familia, a sus amigos. Dos años atrás
conocido en el barrio a una mujer joven y bella, mamá de dos
chiquitos, alegre y despreocupada. Isabel quedó deslumbrada: “en
algunas cosas me hacía acordar a mí cuando era joven”.
Rápidamente la nombró su heredera universal. A medida que la fue
conociendo descubrió con amargura que esta mujer era egoísta y
desconsiderada: “no puedo esperar de ella ni el más mínimo gesto
cálido”.
Mientras tanto, se afianzaba el lazo amistoso con Ana, la persona
que la ayudaba en las tareas de la case. Con sencillez y buen humor,
Ana intervenía allí donde Isabel encontraba sus límites, la
acompañaba respetando su intimidad.
Decía Isabel “¡Como pude equivocarme tanto!¡No quisiera que mis
libros y mis cosas queden en manos de esa mujer tan aura y
desconsiderada! No me despierta confianza… Pero… ¡Las cosas
están así!
Interviene: “Las cosas están así y así seguirán, mientras Ud. Lo
permita”.
Enojada respondió: “¿Y qué quiere que haga? ¿Qué cambie el
testamento? Me gritarían de todo: ¡Que estoy mal de la cabeza, que
soy una vieja loca!” Después de un rato y frente a mi silencio,
concluyó: “Está mal de la cabeza, es no hacer lo que uno sabe que
quiere hacer. Eso sí es estar mal de la cabeza”.
Isabel no se equivocó: fue Ana, transformada en su heredera, quien,
solidaria y humanamente, la acompaño en los últimos momentos.
Muchos siglos atrás, en Roma, alguien escribió:
“El viejo conserve todo su espíritu con tal de que no renuncie a
ejercerlo ni a enriquecerlo”.
Subrayo: con tal de que no renuncie.
¿No creen que es una frase de la cual podemos servirnos,
genuinamente, los psicoanalistas hoy?
PSICOANÁLISIS EN LA TERCERA EDAD.
CONSIDERACIONES PSICOANALÍTICAS DEL CUERPO DEL ANCIANO.
DR. EDGARDO KOROVSKY

La acción de la medicina, aunque no solamente ella, ha permitido en


los últimos cincuenta años que el promedio de la vida de las
personas se haya elevado. Esto ha hecho que la población mundial
por encima de los sesenta y cinco años, según señalan los estudios
demográficos, aumentara notoriamente, especialmente en los países
del llamado “primer mundo” y en ciertos otros del tercero, como,
por ejemplo, en el Uruguay, donde además intervienen para ello
entre otros factores, la emigración de adultos jóvenes.
Llama entonces la atención de escasez de trabajos psicoanalíticos
que se ocupen de la psicoterapia psicoanalítica del 20% de la
población general ¿Será acaso que los psicoterapeutas y
psicoanalistas se hacen cargo y ponen así de manifiesto la general
actitud gerontofóbica de la sociedad?
La recomendación de Freud de 1904 sobre analizabilidad, en el
sentido de que podían ser tomadas en tratamiento personas cercanas
a los cincuenta años, (y Freud tenía entonces cuarenta y ocho)
porque los ancianos acumulan demasiadas capas de material a
remover, ha tenido una gran influencia en los analistas, aunque bien
decía Abraham que es más importante la edad de la neurosis que la
cronológica del paciente. Cuando menor sea aquella, o más alejada
de la pubertad su iniciación, mejor será su pronóstico. El mismo
autor ha publicado acerca del tratamiento exitoso de dos pacientes
con neurosis obsesiva de cincuenta y cincuenta y tres años; Hanna
Segal describe el caso de un paciente de setenta y cuatro años que
tuvo excelente resultado, mientras que Pearl S. King (1980),
Leopoldo Salvareza (1991), Edgardo Rolla (1991) y Eduardo Aduci
(1987) han consignado los beneficios que el psicoanálisis puede
brindar a personas de edad avanzada. Pese a ello, distintas
circunstancias han hecho durante mucho tiempo del viejo un
marginado, no solo en la sociedad sino también para el psicoanálisis.
Un prejuicio bastante común, posiblemente basado en parte en lo
dicho por Freud y en parte en las dificultades que la tarea crea a los
analistas, reside en la creencia de que los viejos son inanalizables y
que sólo pueden recibir una terapia de apoyo. Sin embargo, la
experiencia señala que los pacientes de más de sesenta años, sin
graves deterioros cerebrales, son pasibles de un psicoanálisis de
pacientes añosos que ya hubieran tenido una experiencia analítica
con anterioridad. Resulta también adecuada la indicación de
psicoterapia psicoanalítica de grupo en los ancianos, con la
excepción de pacientes con demencia y cuadros de depresión
psicótica en periodos agudos.
Como consecuencia del aumento del promedio de vida se hacen más
comunes patologías propias de la llamada “tercera edad”, tanto en
las esferas somáticas, psíquica y vincular; pero no solo es importante
la investigación de la patología sino también de los procesos
evolutivos normales, precisamente para poder diferenciar claramente
aquellos de éstos. Algunos autores discuten acerca de si el
envejecimiento es un proceso normal o patológico. Esta ultima idea,
la del envejecimiento como una patología, parecería encubrir la
fantasía omnipotente de que, si logramos vencerla, conseguiríamos
la juventud perenne. La fuente de juvencia. Resulta más lógico
pensar que envejecer es un proceso normal de todo ser vivo, pero,
además, que existe una patología del envejecer. Es sobre esta
patología sobre la que se intenta influir para lograr, si fuera posible,
un envejecer más armónico. Muchas veces se confunden y catalogan
como patológicas lo que en realidad son reacciones comprensibles
de quien atraviesa determinados procesos, y al revés, se asume como
inevitable y hasta se identifica la vejez con signos que en realidad
corresponden a una patología.
Así como la pubertad, en tanto pasaje de la infancia a la
adolescencia, se marca abruptamente con la menarca en la mujer y la
capacidad eyaculativa en el varón, la aparición de los caracteres
sexuales secundarios y los cambios en la identidad, no existe en
verdad en el envejecimiento un hecho puntual que señale su
comienzo. Es un proceso que se inicia con el nacimiento o tal vez
antes y se continúa a lo largo de toda la vida. Ya Galeno decía que el
envejecimiento comienza en el momento mismo de la concepción. Y
es que, si miramos desde la vertiente biológica, por ejemplo, los
cartílagos articulares y no articulares comienzan a envejecer
alrededor de los veinte años; se han encontrado ateromas en las
arterias de jóvenes de dieciocho; la pérdida de células nerviosas,
aunque conservado la estructura del sistema, se produce a lo largo de
toda la vida. Resulta difícil entonces establecer una clara separación
entre la madurez y el comienzo de la senectud, como también entre
la senectud normal y la patológica, siendo muchas veces más una
diferenciación cuantitativa que cualitativa. Vamos envejeciendo, y
en un momento dado son sorprendemos viejos. Tal vez haya una
etapa previa, en la que nos damos cuenta de cuán viejos están
nuestros coetáneos. Sin embargo, se producen en este período de la
vida, cuyo comienzo la OMS han convenido en señalar a los sesenta
años, hechos significativos que pueden repercutir de una manera
intensa en el estado afectivo y social del geronte. La adultez de los
hijos; el nacimiento de los nietos; la jubilación, con el cortejo de
consecuencias que habitualmente acarrea: disminución del nivel
económico y social, inseguridad, sentimientos de minusvalía, de
marginación; la muerte del cónyuge y de amigos; los cambios en la
imagen corporal; el rol que la familia y en general su entorno le
otorga; todo esto configura lo que puede llamarse la “crisis de la
senescencia”. Así como en la edad madura muchas veces el
conflicto se plantea entre el ideal del yo y el yo por las aspiraciones
y expectativas ideales (que habitualmente provienen de la
adolescencia) que no se han podido materializar, pudiendo generar
una situación depresiva, en la senectud el conflicto pasa también,
predominantemente, por la crisis narcisista que implica asistir a la
propia declinación, además de las perdidas objétales. Toca realizar
el duelo también por las funciones corporales perdidas, por la
imagen corporal destruida o perdida. Por eso resulta importante
comprender muchos de los síntomas atribuibles a la vejez como
manifestaciones de defensas narcisistas. Y es precisamente en esta
etapa donde el correlato psicofísico se hace más notorio. El
envejecimiento trae aparejado una acomodación de las funciones
orgánicas a las nuevas condiciones determinadas por variaciones
metabólicas. Otro tanto se encuentra, en forma paralela, en el ámbito
psíquico, de tal manera que, mientras por un lado se mantiene la
fuerza de lo pulsional, la capacidad para controlarlo va
disminuyendo, así como también la capacidad para adaptarse a los
requerimientos del mundo exterior. Ella hace que muchas veces se
recurra a la somatización como manera de control (y a la vez de
expresión) de afectos desbordantes, tales como miedo, agresividad o
sentimientos de pérdida, así como manifestaciones eróticas que el
viejo puede sentir como indebidas a su edad, y, por consiguiente,
también se manifiestan “fuera de lugar”. La posibilidad de
comprender el sentido de los síntomas corporales como expresión de
afectos inhibidos, y de fantasías inconscientes (además de las
resignificaciones conscientes y preconscientes, y sin desconocer los
factores etiológicos de orden biológico) entramados en la biografía
del paciente, tiene un valor practico, ya que en ocasiones la
medicación puede llegar a empeorar el cuadro en lugar de mejorar al
paciente anciano, muy habitualmente sometido a una polifarmacia.
El cuerpo, que también es biografía, señala con sus cicatrices a
quien quiere y puede leerlas, los mojones de una historia que así
complementa su relato verbal. El psicoanálisis, al posibilitar la
investigación del sentido inconsciente de los síntomas corporales
entramados en el vivenciar del paciente, configura una comprensión
psicosomática con efectos terapéutico. Aún sin entrar de lleno en la
patología, podemos referir de una manera muy somera, algunos
síntomas comunes en la senectud, cuyo sentido inconsciente abre
posibilidades de una comprensión mas profunda del paciente añoso.
La reducción de la capacidad física se debe en gran parte a la
inactividad, y ésta resulta muchas veces de la depresión.
La osteoporosis se acelera con inmovilidad, y a su vez, se vincularía
con la falta de sostén que puede padecer el anciano. La relación
entre menopausia y osteoporosis ha sido claramente señalada, pero
no se ha puesto suficiente énfasis en el proceso de elaboración de la
menopausia y su vinculación con las fantasías de sostén, originadas
en la identificación temprana con una madre que cumple también la
función de sostén. Las rigideces articulares pueden expresar las
dificultades para la adaptación a los cambios coyunturales que la
vida requiere. La falta de flexibilidad equivaldría al aferrarse a las
viejas posturas por el temor a no poder adaptarse a nuevas
exigencias. En el mismo sentido, la columna vertebral, con sus
osteofitos, artrosis y exageración de las curvaturas, señalarían la
acción del peso de los ideales que doblegan. La hipertensión
(esencial) puede representar la expresión de la rabia y la humillación
reprimida, a la vez que la manera de mantener la postura erguida, el
narcisismo a salvo, aún a costa de transformar su árbol vascular a la
manera de un hidroesqueleto. La calificación de los ateromas pasaría
a materializar esta fantasía. Respecto a la sexualidad, en el varón,
aunque se mantiene el deseo, los cambios fisiológicos hacen que,
por ejemplo, la erección peniana demore en producirse normalmente
el doble o triple de tiempo habitual que, en el joven, lo que puede
llevar al anciano a desesperar, a sentirse impotente, o a renunciar a
la genitalidad. En ocasiones, por lo contrario, puede observarse una
hipererogenización, apareciendo la clásica imagen del “viejo verde”,
ya sea en el sentido de quien “quema sus últimos cartuchos”, ya con
características perversas por un debilitamiento de las defensas. Una
queja habitual en los pacientes añosos reside en la pérdida de
memoria. Los geriatras diferencian la llamada “pérdida normal o
fisiológica de la memoria en el anciano” de la “pérdida de memoria
patológica”. En la primera los olvidos son puntuales, en el sentido
de referirse a nombres propios, cosas, números o fechas; con
características transitorias y reversibles, preferentemente de hechos
recientes, y sin interferir en general con la vida del paciente. En
ocasiones, aparece como manifestaciones de la depresión. La
pérdida de memoria patológica, que es progresiva, indica un proceso
de deterioro. Sin embargo, desde el psicoanálisis, podemos
comprender las motivaciones efectivas que condicionan la represión,
a veces por desplazamientos, e incluso en pacientes con trastornos
cerebrales de tipo arterioescleróticos se advierte, por ejemplo, que el
hijo cuyo nombre no recuerda o a quien no reconoce es aquel con
quien el anciano está enojado, con lo que la amnesia adquiere
sentido. Por lo contrario, la reiteración de evocaciones (que muchas
veces tanto molesta a la familia) Implica un intento de reafirmación
narcisista, con el rescate de experiencias positivas, que sirven
además de puente temporal con las nuevas generaciones.
Si bien Freud nos ha enseñado que el complejo de Edipo se hunde y
va al fundamento, parecería que, como un submarino, nos acompaña
durante toda la vida. Es en el campo de transferencia y
contratransferencia en el tratamiento edípicos inconscientes, que,
emergiendo de la atemporalidad, se actualizan también en la
neurosis de transferencia. El análisis de pacientes mayores es más un
problema para el terapeuta que para el paciente. Y es que si, como
dice Racker, cada paciente hombre es para el inconsciente del
análisis, el padre, y cada paciente mujer, la madre, resulta
comprensible que esto se incrementa si la edad real de los pacientes
es suficientemente mayor que la del terapeuta. Y habitualmente
acercarse y reconocer la sexualidad de los padres puede resultar
difícil, por la consiguiente activación de los remanentes adípicos no
resueltos. De la misma manera, la idea de que las personas mayores
están más cerca de la muerte genera en los analistas jóvenes
sentimientos de culpa por la sensación de “mentar la cuerda en la
casa del ahorcado” y el miedo a generar depresiones, y en los
analistas más viejos, tener que encarar la propia finitud, a la vez que
el riesgo de quedar presos de la identificación concordante con el
paciente. En otros casos, la edad manifiestamente mayor del
paciente puede funcionar como contrarresistencia en el terapeuta
más joven a analizar las transferencias parentales que el paciente
hace sobre él. Uno de los aspectos que adquiere significativa
importancia en el curso de cualquier análisis es el de los vínculos
parentales (con los padres de la infancia y los padres del adulto) y
las identificaciones. Habitualmente, las relaciones con los padres son
elaboradas a través de la relación transferencial con el analista, y si,
por ejemplo, el analizando se refiere al deterioro de los padres por el
envejecimiento, es muy probable que sea comprendido como una
referencia al deterioro que encuentra en la figura del analista. Sin
embargo, no es tan común que, además, sea también interpretado
como la percepción que el analizando tiene en su propio proceso de
envejecimiento y deterioro, ese que, como decíamos, se viene
produciendo a lo largo de la vida. Aunque las pérdidas narcisistas
son procesadas en todas las edades, aquellas que estarían referidas al
envejecer han sido catalogadas habitualmente como los cuadros
melancólicos más habituales en esta etapa vital. La
contraidentificación melancólica, el sentimiento de inutilidad e
impotencia también pueden afectar al analista, que debe estar atento
a ello para rescatarse. Pudiera parecer obvia resaltar la importancia
que adquiere el análisis de la contratransferencia con estos pacientes,
pero vale la pena hacerlo.
En aquellos casos en que son los hijos del anciano quienes se hacen
cargo del costo del tratamiento, esto puede llegar a generar una
herida narcisista en el paciente, que se expresa en la transferencia
como la resistencia a depender de alguien menor. También la idea de
ser una carga activa los sentimientos depresivos. En un punto donde
el psicoanálisis linda con la filosofía, creemos con Freud que no
podemos tener una representación inconsciente de nuestra propia
muerte porque ella está fuera de nuestra vida. Las representaciones
de sí podemos tener, conscientes y preconscientes, provienen de la
experiencia ajena, en el sentido de la muerte de los otros. Es decir,
que siempre son los otros los que se mueren. A través de las
idealizaciones religiosas respecto a la muerte, y los relatos de
quienes presumen de “haber resuelto”, se puede reconocer la
reiteración de representaciones de nacimiento y fantasías
desiderativas y de carácter reivindicativo. De ahí la necesidad de
procesar el duelo por la pérdida de la vida (que sería lo que en
realidad se teme) y, agregaríamos, la envidia hacia los que quedan,
los que van a disfrutar de algo que uno dejará. En el análisis de
pacientes viejos y terminales, parece impropio hablar de “calidad de
muerte”, cuando en realidad se trata de la “calidad de vida” que se
puede tener hasta el final.
Estas reflexiones tienen el propósito también de acentuar la
necesidad de la formación terapeuta que encare el tratamiento de
ancianos, en tanto resulta obvia que ha de tener suficientemente
elaborada su situación edípica, como para hacerse cargo de
cualquiera de los lugares del triangulo que le puedan tocar en la
transferencia. Igualmente, se requiere que elabore su propio proceso
de envejecimiento para que, como dice Salvarezza (1991), el
encuentro con la vejez de sus pacientes no se convierta en una
prueba constante de su juventud, adoptando una actitud contrafóbica
de reafirmación narcisista. El análisis personal, la información
teórica y el entretenimiento constituirá pues, como es habitual en la
formación analítica, el trípode sobre el cual se ha de pasar la
preparación de un terapeuta que ha de ocuparse de la psicoterapia de
los viejos.
Antes de terminar quiero hacer una breve referencia precisamente a
la vejez del psicoanalista. Suele ocurrir que, con el tiempo, el
psicoanalista también puede envejecer. Cabría preguntarse en qué
medida ella incide en su tarea profesional. Por supuesto que lo
habitual es que halla acumulado experiencia clínica y de vida que le
permitiría una actividad prolongada. El prestigio alcanzado y cierto
grado de idealización de expacientes y alumnos ayudan seguramente
a sostenerse narcisisticamente y en parte paliar las inevitables
consecuencias que la vejez acarrea. Dependerá también de la
creatividad conservada, del grado de involución, y obviamente, de
los avatares de la vida. Pero, sobre todo, de la elaboración del
proceso normal de envejecimiento que la vida acarrea. Al fin y al
cabo, también para los terapeutas puede ser válido aquello de que se
envejece según se ha vivido.
En estos finales del siglo XX, en donde la sociedad en su totalidad
mira al futuro incluyendo y previendo los distintos impactos de
culturas longevas, creemos que será importante que el psicoanálisis,
al igual que en su momento lo hizo con los niños, se plantee la
forma de encarar lo que cada vez más aparece necesario: el
tratamiento de pacientes añosos.
Este trabajo plantea algunos de los problemas con los que el
psicoanalista se encuentra al tratar pacientes en la llamada edad, esto
es, por encima de los 60 años.
1. La recomendación que en 1904 hacía Freud ha tenido gran
influencia entre los analistas, y aunque Abraham decía que es
más importante la edad de la neurosis que la cronológica del
paciente, el viejo sigue siendo un marginado, no solo para la
sociedad, sino también para el psicoanálisis. Un prejuicio
bastante extendido es que el viejo es inanalizable, sólo pasible
de una psicoterapia de apoyo. Pero la experiencia clínica
muestra que personas de más de sesenta años, sin graves
deterioros cerebrales, son pasibles de un psicoanálisis
convencional con grandes beneficios para su evolución.
2. Si bien Freud nos ha enseñado que el Complejo de Edipo se
hunde y va al fundamento, el tratamiento de ancianos
demuestra que en realidad nos acompaña como un submarino a
lo largo de toda la vida. En el campo transferencial-
contratransferencial se redescubre la vigencia de los
contenidos edípicos, que, emergiendo de la atemporalidad, se
actualizan en la neurosis de transferencia. Esto constituye una
de las mayores dificultades para el analista.
3. La conflictiva narcisista adquiere en el anciano significativa
importancia, en tanto los duelos no sólo deben realizarse por
los objetos perdidos, sino también por aspectos del yo,
representados por funciones yoicas, corporales, o cambios en
la imagen corporal.
4. Se plantean algunas modificaciones en la técnica que podrían
resultar necesarias.
5. Por último, se hace una breve referencia a la vejez del
psicoanalista, ya que puede ocurrir que, con el tiempo, éste
también envejezca, y cómo ello puede influir en su tarea.
EL PSICOANÁLISIS EN EL TRATAMIENTO DE LAS TOXICOMANÍAS.
POR MARIA EUGENIA GABES.
(*) Reunión Lacanoamericana de Psicoanálisis; Rosario; 1999.

“Si el analista no está en condiciones de curar la toxicomanía, en


cambio es de su incumbencia señalar por donde se insinúa la
muerte” S. Le Poulichet desde hace un tiempo con algunos colegas
nos viene preocupando, pero en el buen sentido, el desarrollo de la
práctica psicoanalística que se da en instituciones que precisamente
no son psicoanalísticas, pero donde somos convocados para
desplegar nuestra clínica.
En este caso me referiré a las instituciones que atienden
exclusivamente la problemática adictiva.
Creo que es importante ubicarnos brevemente en el contexto social,
económico, político y geográfico en que nos toca trabajar con esta
especie de “epidemia de fin de siglo”, como se ha dado en llamarla,
que es la toxicomanía.
A pesar de las dificultades por las que hoy atraviesa el psicoanálisis
en nuestro país y también en otros, y no sólo por factores
económicos, para quienes lo practicamos es un desafío enfrentarnos
con este tipo de patologías que hoy convocan al trabajo.
Hasta mediados de los años ochenta, los analistas que ya habíamos
comenzado con nuestra formación trabajábamos con una población
de clase media culta, con entradas económicas respetables que les
permitirán pagar dos o tres sesiones semanales de análisis.
La concurrencia a los hospitales nos ponía frente a patologías mas
severas y, además, nos confrontaba con un tipo de población mas
humilde. La inclusión del psicoanálisis en los hospitales es un
antecedente en la relación que desde hace mucho tiempo el
psicoanálisis mantiene con los ámbitos públicos e institucionales.
La demanda de tratamiento en los servicios hospitalarios se
relacionaba casi exclusivamente con patologías tales como
psicosomáticas graves, psicosis e histerias igualmente graves, según
mi experiencia.
Excepto el consumo de alcohol, eran pocas o ninguna las
oportunidades en que nos consultaban por adicciones,
El alcoholismo era difícilmente tratable en tanto los pacientes no se
reconocían como enfermos a pesar, en muchos casos, de la gravedad
de su estado. Una vez solucionado el problema por la vía médica,
como la desintoxicación o la medicación, el paciente que era
derivado, dejaba de concurrir porque además no tenía ningún interés
en desprenderse de su adicción. Era muy difícil establecer allí una
relación terapéutica, mucho menos analítica. Por otra parte, en
nuestro país como en muchos otros la institución alcohólicos
Anónimos brinda un lugar de contención para las personas
consumidoras, y a la vez le brinda una certeza, la de ser alcohólicos
para toda la vida.
Las drogas duras, como se las denomina actualmente, estaban
reservadas para algunos pequeños grupos de alto poder adquisitivo o
muy exclusivos y no se conocía que hubiera una demanda de
tratamiento como se presenta en la actualidad.
Tal vez el consumo de marihuana se hizo más popular a fines de los
sesenta y en los setenta, pero restringido a los movimientos hippies e
intelectuales que se caracterizaban por ciertas posturas bohemia y
romántica como ocurría también a fines del siglo diecinueve y
principios del veinte. Este tipo de consumo no generaba, por lo
menos al principio pedidos de tratamiento.
Ya en los años ochenta y luego de haber atravesado la dictadura
militar, las costumbres se hicieron más liberales, los jóvenes
comenzaron a tener más libertades y los padres menos miedo. Pero
para esta altura Buenos Aires no era más lugar de tránsito de la
droga, sino lugar de consumo y de comercialización. Junto a este
estado de las cosas, apareció la epidemia de Sida.
La economía del país sufrió grandes cambios y, con ella, la
sociedad. La vida se hizo más dura y más difícil, pero las drogas se
abarataron y se transformaron en producto de consumo accesible a
cualquier nivel social, tan así que hoy los jóvenes de clase media,
estudiantes secundarios, van a las “villas”, lugares de extrema
pobreza, a adquirir cocaína de la peor calidad. También para ellos es
fácilmente alcanzable, y más aún en los estratos sociales los
pegamentos hacen estragos en la salud física y mental de los niños
de la calle.
A partir de esta realidad variadas institucionales decidieron hacerse
cargo de este fenómeno, sobre todo por las múltiples consecuencias
que el acto adictivo provoca. Así la ley, la medicina y las diversas
disciplinas que conforman las prácticas relacionadas con la salud
mental tomaron la responsabilidad de dar una respuesta o al menos
una solución parcial al problema.
Las obras sociales y las empresas de medicina pre paga no atendería
a pacientes adictos o con sida; gracias a una ley reciente, están
actualmente obligadas a hacerlo.
Las instituciones “especializadas” han proliferado; también la
cantidad de toxicómanos.
Eta forma de presentarse hoy las patologías, que no es que sean
nuevas sino que reúnen características casi epidémicas, conmueve
también al campo del psicoanálisis, en especial casi epidémicas,
conmueven también al campo del psicoanálisis, en especial cuando
se trata de atender a estos pacientes, pues muchos de ellos presentan
trastornos que si bien pueden estar asociados a neurosis y psicosis
desarrollan otras características, por ejemplo, aquellas donde hay un
impulso directo a la acción y donde están privilegiados mecanismos
tales como la renegación, el acting out y el pasaje al acto.
Esto implica que dichas patologías no nos permiten conformar la
situación analítica donde nos es posible pactar con el paciente y de
ese modo emprender una cura.
En el capitulo seis de “el esquema del psicoanálisis Freud nos indica
refiriéndose a las psicosis y a las neurosis graves que hay que
“renunciar a ensayar nuestro plan curativo en el caso psicótico y en
neurosis graves” o como lo denominamos en la actualidad,
fenómenos de borde. Y continúa diciendo Freud “esa renuncia puede
ser definitiva o solo temporaria, hasta que hallemos otro plan más
idóneo para él”.
Sostengo la segunda opción de Freud, toda vez que además somos
requeridos para atender otros fenómenos tales como las anorexias,
las bulimias y las patologías psicosomáticas graves.
Freud había hecho referencia anteriormente a estas cuestiones en
textos como neurosis actuales, debate sobre el onanismo,
introducción del narcisismo, y otros, donde una de las cosas que más
le preocupaba era la dificultad que presentaba este tipo de pacientes
para estableces una relación transferencial con el analista, que
posibilitara la cura pues lo que él percibía era la falta de demanda,
una demanda del sujeto que lo incluyera en una relación con el otro,
sin un interrogante que reforzara o diera cuenta de esa relación, esto
no lo decía en esos precisos términos.
Freud comparaba en estos escritos a las conductas onanistas con las
toxicómanas, pues esos sujetos despreciaban la relación con el
mundo, los compromisos afectivos, la elección de objeto, el trabajo,
haciendo de sus prácticas lo más importante de sus vidas.
En “Malestar en la cultura”, Fred introduce la cuestión del uso de
tóxicos para poder atemperar los sufrimientos que la vida le depara
al sujeto humano.
Cuando Lacan, se refirió al problema propuso que el toxicómano
que era aquél que produjo una ruptura con “la cosita de hacer pipi”,
frase que dio y da lugar a innumerables interpretaciones, pero que se
mueve a los analistas a interrogarse sobre su sentido.
Para Eric Laurent, esa frase de Lacan alude a la ruptura con el goce
fálico; es decir, que la toxicomanía – en vez de conformarse como
un síntoma, una formación de compromiso – se transforma en una
formación de ruptura con el goce fálico. Un goce que queda por
fuera de la producción del fantasma.
En este contexto, resumido, por cierto, en este entrecruzamiento
entre el psicoanálisis y este “mal” que nos reúne hoy, las
toxicomanías, nos encontramos algunos psicoanalistas.
La abstinencia compulsiva de la droga es la estrategia principal de la
que valen la mayoría de las instituciones que se ofrecen para
resolver el problema en el momento actual, dado por algunos
modelos sobre todo de origen italiano y americano.
Así se abrieron instituciones, tales como las comunidades
terapéuticas, dirigidas por quienes padecieron este mal y pudieron
salir de él, decidieron entonces implementar un tipo de cura basado
en la reeducación social, en el aprendizaje de normas, en los
cambios de conducta, en el aislamiento como una forma de alejar al
adicto a las drogas.
También en ese momento hay instituciones de tratamiento
ambulatorio que se ofrecen a la comunidad, donde los analistas
formamos parte del equipo terapéutico.
Tal vez la pregunta, el interrogante es cómo se sitúa el psicoanálisis
allí donde no hay demandas, y si no la hay, ¿con que herramientas
contamos? Creo que una de ellas y de las más efectivas es la
entrevista.
¿Estamos en condiciones de decir los analistas que conducimos las
entrevistas, si éstas son psicoanalíticas? Pienso que sí, coincidiendo
con Noemí Lapacó en que “la mayoría de las veces las entrevistas
son el único modo posible de abordaje y otras la condición de
posibilidad de un análisis, ya que inician y estructuran un campo
simbólico”.
Es necesario de cualquier modo saber qué es lo que se demanda, que
las preguntas no queden sólo del lado del analista o del equipo
terapéutico pues es sabido que el toxicómano silencia su palabra,
pues corre el peligro de perder goce de ella.
Tenemos claro que la vía de los simbólico solamente no es todo lo
eficaz que podemos esperar, pues estamos enfrentados con pacientes
cuyo mundo simbólico se halla empobrecido, que vienen de una
experiencia de satisfacción inenarrable, que sus preguntas circulan
sólo a través del placer que les proporciona drogarse y que se
representan a través de una escena que reclama la presencia del otro,
otro que no es reconocido como tal sino es por la necesidad o la
urgencia de satisfacción pulsional.
A la problemática particular del tratamiento de adictos se agregan, el
panorama cultural actual, la globalización, la invitación cada vez
más feroz al consumo, la marginalidad, la pobreza, el desempleo y la
institucionalización de la drogodependencia.
Hay para mí dos preguntas a formular. La primera es si es posible
que el psicoanálisis opere allí donde alguien se presenta como “un
adicto” y la segunda si es posible que esa cura se lleve a cabo en el
ámbito institucional que, de antemano, se presenta como una
respuesta al problema de las drogas y que se funda en un conjunto
de normas no pensadas para el psicoanálisis; que está, por su misma
naturaleza en una posición interrogante.
En las instituciones a las que me refiero se toma como meta
principal la abstinencia del sujeto adicto, el control del consumo por
medio de análisis de orina, la implementación de terapias grupales,
familiares y multifamiliares, reuniones con grupos de allegados y
principios como no drogas, no alcohol, no violencia, no compañías
peligrosas y, en algunas, no sexo. Se solicita el compromiso
consciente del paciente para que cumpla con estas pautas.
Quien propone este tipo de tratamiento para la supuesta cura de la
drogadependencia parte de la afirmación de que el acto adictivo es
producto de una elección consciente y que tal vez de ese mismo
modo pueda abandonarla. Es por eso que se propone llevar adelante
un programa donde los que concurren dejen de drogarse, con una
actitud voluntarista, y esto no es criticable, sólo que no se espera que
surja por deseo del paciente, de allí muchos de los fracasos de estos
tratamientos.
Es en el psicoanálisis y en el deseo del analista donde se tiene en
cuenta la posibilidad de la producción de un efecto subjetivamente.
Sin embargo, pienso – aunque parezca una contracción – que los
analistas tenemos en el trabajo institucional un terreno fértil para el
desarrollo de la clínica; sobre todo porque en nuestro medio cultural
se tiene aceptado al psicoanálisis como una herramienta válida en el
proceso de cura de varias dolencias.
En los casos de las toxicomanías nos encontramos con que la
demanda no nos llega a través del sujeto adicto sino a través de un
tercero que si se angustia ya que el llamado paciente no tiene ningún
compromiso subjetivo con su acto aun cuando la situación familiar
es ha tornado insostenible, ya sea por la violencia que se genera o
por el medio familiar o por el laboral.
Pero, como lo expresé hace un rato, estos pacientes con que nos
encontramos no presentan síntomas, ni angustia, aunque ella en
ocasiones aparece frente a la posibilidad de tener que privarse de la
droga. Las situaciones de violencia o autoagresión, que generan
ponen en escena situaciones que, para nosotros, analistas, pueden
querer decir algo, pero que, para ellos, no quieren decir nada. Esto lo
pienso en tanto el acto de drogarse carece de representaciones
simbólica, queda por fuera en muchos casos de la trama
fantasmática.
Descubrimos, con frecuencia, que la droga les permite a algunos
sujetos superar algún tipo de inhibición como puede ser responder
ante exigencias sociales, familiares, sexuales. En estos casos, no es
la tendencia a la acción la que los impulsa a drogarse, sino todo lo
contrario; pero lo que si se hace evidente es la dificultad que tienen
para relacionarse, para establecer lazo social.
En la escena que monta el adicto podemos leer los analistas, un
llamado al otro; pero, para que el sujeto se entere de esto, es
necesario hacérselo saber, crear allí un lugar simbólico donde el
sujeto pueda ser alojado. Esto podrá, tal vez, abrir un interrogante,
hacer suponer al paciente que hay algo que desconoce; es decir, que
pueda abrirse allí una instancia tal que produzca una demanda, en
estos casos no podemos contar con que esto se produzca por efecto
transferencial, sino que es tarea del analista abrir allí la posibilidad,
inventar otras formas de abordaje.
En diversas ocasiones algunos pacientes encuentran en la institución
un lugar. Recién al llegar allí perciben que alguien se ocupa de ellos,
que a alguien les puede interesar lo que les sucede o lo que les puede
sucedes, es decir que se crea en ese acto otra escena, un lugar
artificial, simbólico donde han podido finalmente ser escogidos a un
costo muchas veces demasiado alto.
Un joven que era gran consumidor, faltaba siempre en los
momentos más importantes para la familia – cumpleaños, fiestas de
navidad y año nuevo – y aprovechaba esos momentos para llegar a
estados de sobredosis. Lo encontraban tirado, lo internaban y, desde
el hospital, hacían llamar al padre. Es que, según descubrió en las
entrevistas, él creía que su padre tenía preferencias por su hermano
mayor.
Este paciente decidió pedir tratamiento cuando el padre estuvo
dispuesto a no concurrir más a su llamado, si éste era porque había
consumido.
Este paciente, se dispuso a cumplir con todas las pautas que las
instituciones le ofrecían, reuniones grupales, terapia familiar,
entrevistas individuales, mediante las cuales pudo tomar
conocimiento de los problemas con su padre. Cumplió con todos los
requisitos exigidos por la institución y logró una transferencia con
ella. Este joven pudo encontrar que podía hacer otras cosas en su
vida que no fuera consumir drogas, pero algunas de esas cosas con
el mismo contenido narcisista autoerótico y excesivo y renegatorio
desplazado también al cuerpo, como, por ejemplo, entrenamiento
corporal, pesas o atletismo, hasta llegar a la extenuación, cosa que le
fue señalada. Esperemos que esta nueva práctica no sea otra puerta
para volver al consumo; eso no lo sabemos.
En la institución donde trabajo con estos pacientes se propicia el
acercamiento del paciente a su familia, para ella hay espacios de
terapia familiar, también encuentros multifamiliares donde cada
concurrente refiere la problemática con su pariente en tratamiento.
Reuniones con allegados que desean colaborar en la cura y grupos
de pacientes.
Dado que pienso que circunscribiendo solamente el problema a la
adicción se pierde, se empobrece, se mutila de algún modo la
posibilidad de ir en busca de otros recursos con que cuentan quienes
concurren allí a buscar alivio a su padecimiento, que tal vez puedan
encontrar que hay otras formas de goce, que los acerque más a un
mundo simbólico, se me ocurrió proponer un trabajo de taller con
pacientes consumidores de drogas y también de alcohol.
Denominamos a este espacio “Taller creativo”. La consigna fue la
discusión de temas aparentemente ajenos a la problemática adictiva.
Al principio yo elegía los temas, eran literarios, tales como la
introducción del Decamerón que los impactó mucho ya que allí se
relata como un grupo de personas acosadas por la peste que asolaba
a Florencia en esos momentos resuelven reunirse durante diez días y
diez noches para relatar historias llenas de contenidos humorísticos
y eróticos, que de algún modo los reconciliara con la vida.
También trabajamos con recortes periodísticos de actualidad y
política, con poemas, cuentos y películas. A medida que los
participantes del taller se fueron integrando, ellos mismos proponían
y trían los temas, recortes, productos propios como escritos, poesías,
relatos de sus vivencias, pinturas, dibujos. Al fin de ese año
prepararon tarjetas de augurios para las fiestas.
Esto formó parte del tratamiento donde se incluyó la posibilidad de
un acercamiento a un mundo propio de signos y símbolos, donde
cada uno pudo encontrar una o varias marcas significantes que los
acercará más a un espacio subjetivo propio.
Esto es sólo un adelanto de un trabajo que estoy preparando para
otro momento, pero que deseaba compartirlo con ustedes.
Si las toxicomanías no son estructuras en sí mismas, sino que
cabalgaban sobre otras estructuras, si no podemos hablar aquí de
formaciones del inconsciente, si no se presentan como un síntoma,
donde en las historias aparecen serias dificultades en la elaboración
de los duelos, donde la desmentida no está al servicio de la
represión, es difícil entonces encontrar cabida para la práctica
analítica ya que ésta se dirige al encuentro del sujeto y su deseo.
Pero esto no implica renunciar, sino sostener los fundamentos del
psicoanálisis y a la vez encontrar nuevos caminos, y no me refiero a
la interdisciplina, sino a que el analista en su deseo se autorice a
crear un marco simbólico, un nuevo campo discursivo para ese
sujeto del lenguaje a advenir. Esto será posible si el analista que está
allí no olvida los tres instrumentos que sostienen su práctica, su
propio análisis, su análisis de control y su formación.
Tampoco se trata de trabajar en oposición, ni de renunciar a un
convencimiento probado, sino de aprender del otro y transmitir
aquello que nos ha llevado años elaborar y de estar convencidos que
el inconsciente existe y que produce efectos.

ABORDAJE FAMILIAR EN LA CLÍNICA CON TOXICÓMANOS.


(“La cocina” de un dispositivo)
Por Alicia Donghi.

“Cuando el enfermo es remitido al médico o cuando aborda, no


digan que espera de él pura y simplemente la curación. Coloca al
médico ante la prueba de sacarlo de su condición de enfermo, lo que
es totalmente diferente, pues esto puede implicar que él esté
totalmente atado a la idea de conservarla. Viene a veces a
demandarnos que lo autentifiquemos como enfermo; viene de la
manera más manifiesta, para demandarles lo que preserven en su
enfermedad, que lo traten del modo que le conviene a él, que le
permitirá seguir siendo un enfermo bien instalado en su
enfermedad.” (Jacques Lacan. Psicoanálisis y medicina, 1996)
La drogadicción como síntoma exige nuevas modalidades de
abordaje. Estamos frente a una patología sin precedentes que, de la
mano de la vertiginosidad de la época, adquiere ribetes y variantes
que la complejizan, no sólo con la introducción de nuevas drogas en
el mercado, sino también por las diferentes formas de consumirlas.
Las drogas, otrora atribuidas a las clases altas, se han difundido a
todos los niveles sociales. En América Latina, desde las “favelas”
brasileras, pasando por “los rancheríos” venezolanos y llegando
hasta “nuestras villas” argentinas, las familias se amplían en las
esquinas de los barrios y suburbios y, a veces, reemplazan a la
familia tradicional, cuando no se adosan, tiñendo de segregación y
confusión el problema.
Al ser uno de los negocios más lucrativos, junto con el armamento y
el petróleo, su comercialización es fuente de supervivencia para
muchas familias, grupos y, porque no, naciones enteras. Así es como
los “diseñadores de drogas” van modificando y ampliando la lista de
productos: del clásico polvo de clorhidrato de cocaína a nuevas
versiones como el “crack”, “pasta base”; de la anfetamina al
“éxtasis”, “sedas”, “ketamina” y anorexígenos diversos.
Un joven de clase media, puede transformarse en dealer para
rebelarse frente a los padres, pero al mismo tiempo ese trabajo puede
ser una alternativa en una sociedad con desocupación creciente.
El epígrafe pretende situar uno de los clásicos “malentendidos”, que
en el caso del abordaje familiar se potencia y se puede transformar
en un “círculo vicioso”. El malentendido comienza cuando las
familias nos consultan y traen (en el sentido de “es traído”) para que
curemos, a un miembro de la familia que es el “elegido”, “favorito”
o como cada familia quiera llamarlo.
Pero curar no suele ser un concepto unívoco, ni lo mismo para
todos; más bien es amplio y ambiguo. Puede significar, desde que
sea bueno o se comporte como corresponde, hasta la cuestión más
terrorista de “conviértalo en un ente” hasta “aniquílelo porque es la
manzana podrida que nos arruina la vida a nosotros, los buenos y
sanos”.
Estos criterios no coinciden con los que, supuestamente, llevaríamos
adelante quienes nos ocupamos de recibir estas demandas de
tratamiento. Estar advertidos de estas sinuosidades, puede rescatar la
ética del psicoanálisis, a la vez que no subestimar a cada familia
como institución con sus leyes propias, las que deberemos conocer y
reconocer antes de invadir su privacidad.
“¿Quién tirará la primera piedra?”
La frase popular reza lo siguiente: “La ropa sucia se lava en casa”.
Entonces, cuando planteamos que la estructura tradicional
ideológica de estas familias es altamente conservadora y autoritaria,
debemos entender que es la que establece que aquel a quien se lo
denominó “el elegido”, “el chivo emisario”, “el emergente de la
patología familiar”, “el paciente identificado” o “el idiota de la
familia”, como dice Olivenstein (tomando el término de Sartre), etc.,
debe seguir ocupando ese lugar.
En consecuencia, surgen fuertes resistencias ante nuestro accionar
terapéutico, porque de una forma inconsciente y mediante un
complejo juego interaccional, ya se ha designado a alguien para
ocupar y así debe quedar.
En este punto, se requiere una habilidad suficiente para intervenir
sobre cada una de las “políticas familiares”, con el objetivo final de
una nueva distribución de goce, que responsabilice a todos, en el
sentido de la implicación compartida, y que deje de hacer necesario
el sacrificio del “elegido”.
Para esto, es preciso romper con autoritarismo esclavizantes que
ubican a las distintas partes en el lugar de objetos, con la “mudez”
que encubre el consumo. No solo son autoritarismos paternos, “el
elegido” también puede esclavizar a todo el resto con su posición. A
veces, se requiere que el terapeuta familiar tome el rol activo, desde
integrar transitoriamente algunas alianzas, negociando
“responsabilidades” en la familia como en el equipo tratante, con los
acompañantes, operadores y, sobretodo, con el que detentando el rol
de terapeuta individual será el que recibirá la demanda de análisis,
siempre y cuando se logren despejar estas dialécticas familiares, que
dejan al paciente en el lugar segregado del “silencioso consumo” y
traban el pasaje al “bien decir”.
Es dable observar, en más de una oportunidad, que el consumo es
bisagra en el tiempo de separación madre-hijo, donde se instala
como forma de sustracción del lugar de ser el falo de la madre,
proporcionando al mismo tiempo la consistencia en ser que lo
mantiene estancado en ese lugar de objeto, en la dialéctica familiar.
Es probable, entonces, que estas madres hagan resistencia en los
puntos de “mejoría” subjetiva del hijo, generando alarma en la
familia y en el equipo tratante, justo cuando se descongela el tema y
empieza a circular la palabra donde antes sólo había consumo.
En esos momentos, como se dice en la jerga futbolera, al terapeuta
familiar “lo tienen de hijo”, ejerciendo una marcación estricta, no
dejándolo mover o no permitiendo que mueva mas nada. Si el
terapeuta puede sostener este lugar de depositario de las quejas y
lamentos, que otrora ocupará el hijo sin dejarse chupar o vaciar (que
no termine “agotado” como el hijo) puede ayudar a enfrentar ese
duelo a la familia y preservar, así, la neutralidad del análisis
individual del paciente.
Por ejemplo, en el caso del dispositivo montado con M.(20años), fue
preciso que el terapeuta familiar sostuviera la demanda de la madre
y calmara las quejas que arriesgaban la prosecución del dispositivo,
citando a los hermanos menores para blanquear un consumo familiar
generalizado (incluyendo al padre con sus psicofármacos) y el de
ella misma de inocentes aspirinas. Así, se pudo instalar la pregunta
por la sexualidad que derivó en entrevistas de pareja, produciéndose
en la madre un desplazamiento, de las intrigas sobre el consumo del
hijo mayor a la pregunta sobre las infidelidades del marido, que
precedieron el inicio del consumo de M.
Es incalculable, al principio se redistribuirá la familia después del
transito por la experiencia familiar. Al irse rompiendo, algunos
pactos perversos, se descubren secretos que mantenían a todos
amordazados y en lugares indiferenciados y equívocos.
Por ejemplo, en otro dispositivo, la familia fue cambiando su
configuración, al intervenir sobre ciertos pactos crónicos de
funcionamiento. Es el caso de una decena de entrevistas familiares
con familia de N. (padre, madre y hermana de 5 años)
implementadas, sobretodo, por situaciones violentas entre madre e
hijo. El consumo de N. (15 años) era ocasional y funcional a sus
huidas del hogar, tras las peleas frente a los límites fallidos de la
madre, que culminaban en palizas mutuas. El padre, impotente, no
podía intervenir. Se decidió una internación breve, no tanto por el
consumo sino por las situaciones riesgosas en las que incurrían N. en
la calle, pegando y haciéndose pegar cuando se alcoholizaba. En el
ínterin, las entrevistas de pareja permitieron situar el deterioro de la
pareja y el deseo mutuo de separarse oculto, hasta para ellos
mismos, por la alarmante violencia casera y callejera de N. Por
contactos sindicales del padre, verano de por medio, al externarse se
fue a trabajar y vivir a un camping con unos caseros que de niño
intervinieron en su crianza, especie de familia sustituta. N. retomó
sus estudios secundarios en marzo. Por esa fecha, los padres se
separaron y comparte, alternativamente, los fines de semana con
cada uno. Su relación con ellos mejoró, visiblemente, y se redujeron,
también en forma notable, las actuaciones.
En ambos casos, el consumo de estos hijos parecía estar al servicio
de taponar la pregunta por una posible separación conyugal de los
padres, visualizándose madres que constituyen y mantienen a sus
hijos, crónicamente, en el lugar de adictos, rehenes de relaciones
deterioradas con sus cónyuges (que, a su vez, tampoco operan en el
sentido de la ley paterna) y tapones de un duelo, que no se animan a
emprender.
“La cocina” de un dispositivo:
El paciente, que de ahora en adelante llamaremos Emy, llega a
nuestro centro de día, a través de la derivación de un colega
relacionado con la formación de postgrado que realizamos en la
universidad. El venía tratándolo, en forma ambulatoria, en un centro
privado del cual es director, con la intervención de una psiquiatra
para su medicación.
Ante el empeoramiento del paciente y su renuncia a internarse, se
resuelve su consulta por un dispositivo de internación domiciliaria.
Realizando el diagnóstico situacional con la familia y su pareja, se
conviene como estrategia que continúe su tratamiento individual,
incorporando acompañantes terapéuticos en horas claves y la
realización de entrevistas familiares. Este espacio va a tener un lugar
sorprendente en relación a los avatares transferenciales, ya que las
entrevistas familiares van a ser la sede que concentra transferencia y
sus consecuencias o virtudes: actings.
La demanda de los padres, tiene como trasfondo la saturación por el
fracaso de los recursos terapéuticos anteriores (comunidad
terapéutica, desintoxicación en clínica médica, etc.); la del paciente,
en la de su novia, personaje clave en el pedido de tratamiento ya
“que no es del palo” y quiere que él deje de consumir. Sin duda, su
encuentro con ella fue crucial ya que sirvió para generar una
pregunta por la causa, en alguien que venía teniendo como única
respuesta el consumo, en forma progresiva, desde hacía 5 años.
Al momento de la consulta, estaba por cumplir 21 años, mayoría de
edad, cifra que hay que contemplar por el pasaje que implica en su
“decisión” ya que tenía alguna consciencia de que, a partir de esa
edad, la ley penalizaría sus actos. Por otra parte, la obra social le
cubría el tratamiento hasta esa edad, en consecuencia, el dispositivo
contaba con un plazo de 3 meses, condicionamiento que a juzgar por
la falta de límites imperante en esa familia tuvo un lugar en ciertos
progresos en esa etapa.
Si bien E. no quería ser internado, paradojalmente, vivía internado
en su propia casa. No salía de su habitación en donde se encerraba a
consumir, recibiendo visitas diarias de usuarios que venían a
comprarle marihuana, la que cultivaba en macetas, constituyéndose,
así como un “modesto dealer”. “La merca” que consumía la
compraba en la villa y, frecuentemente, lo llevaba al padre hasta allí
con el auto “para evitarle peligros”.
La madre presenta una incipiente obesidad, habiendo realizado
múltiples tratamientos por este problema. El padre es químico y
maneja parte de una curtiembre propiedad del abuelo de E, Tiene
una hermana discapacitada de 12 años y un hermano mayor casado
que, actualmente, espera un hijo.
E. consume cocaína que cocina mezclándola con bicarbonato. Esta
variedad de consumo, no sólo implica un ritual importante para que
la misma no se queme, sino que la calidad de la misma tiene que ser
“pura” y el nivel de nocividad es tan elevado como el efecto
inmediato que produce. A esta forma de consumo, agrega otra, que
es colocarse en el lagrimal una línea, provocándole una disminución
importante de la visión, en forma irreversible, de continuar.
La finalidad de su consumo, pareciera, es la pura satisfacción de la
pulsión de muerte. El goce, inscribiéndose en la modalidad autista
del pasaje al acto donde el riesgo de sobredosis, es evidente:
“comienzo y no puedo parar… No recuerdo cuando empiezo ni
cuando consumo”. En cambio, el consumo de marihuana se regula
en otra contabilidad de goce. No es una preocupación para él, siendo
responsable en sus procedimientos, no extralimitándose e
inscribiéndose en un circulo sujeto al régimen fálico de intercambio
con otros, con el significante dinero como hilo conductor.
En el acto de la consulta, no trabajaba y no había terminado los
estudios secundarios. Se dedicaba a consumir y a estar con su novia,
cuando ella no trabajaba.
E. tiene una gran atracción por las plantas, sobretodo, los cactus; los
que siembra en su casa junto con las plantas de marihuana. En algún
momento, frente a una pelea, por un cactus, se mostró permeable a
una intervención que lo asemeja: blando y frágil por dentro, duro y
punzante por fuera. Impulsivo, hiperquinético, medio sonámbulo de
chico, pero “el elegido”; así lo definía su madre.
El material discursivo de las primeras entrevistas familiares
circulaba en torno a la violencia de Emy frente a su hermana, como
no pudiendo vérselas con su discapacidad, y también contra su
madre que “la maleducaba”. Cabe consignar que la persona más
estimulada de la familia era, sin duda, esta chica discapacitada. Ante
la pregunta de si ser drogadicto se asimila a ser discapacitado, se
ubica algo del orden del ser jugándose en esta disputa imaginaria
con la hermana, como un llamado a ocupar un lugar en el deseo
materno. El padre aparece como tibio en sus apreciaciones, medio
pusilánime e incapaz de intervenir más o menos adecuadamente
frente a los conflictos. Desde acompañarlo a comprar droga hasta
invadir su habitación furtivamente para sustraerle compacts, se
comporta como un par.
Emy intenta dejar de consumir, situándose las primeras señales de
abstinencia: vértigo, taquicardia, susceptibilidad, irritabilidad,
ataques de pánico al salir a la calle. Caída en el puro cuerpo, a falta
de un cuerpo simbólico o andamiaje sintomático que ordene el
deseo. La causa es la falta orgánica y su efecto se hace sentir en el
organismo: angustia somática.
La compulsión a consumir se producía al quedarse solo en la casa
donde los amigos del palo le tocaban el timbre para “comprar o
vender”. Se acentuaban los viernes a la tardecita, acercándose el fin
de semana. Esto llevará a ubicar un dispositivo diario de
acompañantes terapéuticos, 3 horas por día, desde que se iba la
novia hasta que volvía la madre del trabajo, y los viernes y sábados a
partir de las 19 horas.
Situaremos la serie de actings que permitieron un avance en la
subjetividad:
1. Primer acting: Llega un viernes el acompañante y Emy se
encierra a consumir a “la vista de todos”. El acompañante se
comunica con el centro, pedimos hablar con él y envía el
siguiente mensaje: “Yo les voy a contar lo que me pasa cuando
pueda”. Primer llamado al otro y respuesta subjetiva
intentando nombrar algo de lo que ocurre. Por otro lado, el
acompañante se queda conversando afuera con la madre que se
lamenta diciendo que pasó su adolescencia cuidando a su
hermano alcohólico y ahora a su hijo. Con esta información,
dada por el equipo, se producen asociaciones interesantes en la
sesión familiar siguiente: el hermano de la madre de Emy se
vuelve alcohólico al morir su padre alcohólico. Allí, nos
enteramos que la madre de la madre, su abuela, era cocinera.
Enfermo hace 5 años y la agonía y muerte de un cáncer
terminal que la postra, transcurre en una habitación de la casa
de Emy donde, luego, él pasa a armar su cuarto (no nos
olvidemos que es el cuarto donde el “cocina” la cocaína). La
madre agrega que su madre enferma tomaba pastillas para
dormir y, al morir, ella las guardó en el placard de ese cuarto.
Ante la pregunta “¿Las guardó para quién?”, el paciente
responde que empezó “empastillándose” con esas pastillas,
hace 5 años.
2. Segundo acting: Llegan a la sesión madre e hijo discutiendo,
ante un aparente robo en el trayecto a la consulta. Ella baja un
momento del auto y él le sustrae unos pesos de la cartera. Cabe
destacar que no es una conducta habitual del paciente
portando, por esto mismo, un carácter mostrativo. Ocurre algo
sorprendente ante una intervención nuestra: “vos nos estás
mostrando tu miedo de no encontrar trabajo y tu deseo de tener
dinero de algún modo”. Asevera con un llanto inusual
rompiendo, así, una permanente actitud defensiva. La madre,
ante eso, se conmueve y concluye: “A él le pasa como a mí:
cuando tengo dibujado un alfajor en la frente, hasta que no lo
como no paro”. Desde ese momento, se acaban las discusiones
madre e hijo en sesión y en la vida, dando paso a un momento
de separación frente a la alineación inicial con la madre donde
las actuaciones eran maniobras fallidas de separación de ese
lugar del “cocinero” postrado, consumiéndose en la
discapacidad y la enfermedad, taponando el duelo no realizado
en la madre con respecto a su madre y a su hija discapacitada.
3. De la endogamia a la exogamia: Pasaje del ser objeto de la
madre a la pregunta por la mujer y la cuestión homosexual (El
otro que puede y goza). Ya han pasado 3 meses de tratamiento,
cumple 21 años, se acaba el contrato con la obra social,
abandona el tratamiento individual y los padres piden
continuar un tiempo más las entrevistas familiares, pasando a
pagar con “cueros” de su curtiembre. Cesan los
acompañamientos y, por las tardes, va al kiosco donde trabaja
la novia. Cuando ella le comunica que su patrón no quiere que
vaya más, comienzan pensamientos celotípicos cuando se
demora: que lo engaña con algún cliente. Ante la
interpretación sobre él se persigue de que otro tenga más que
ofrecerle a su novia, ya que él se quedó sin estudiar ni trabajar,
decide buscar trabajo. Pide a su abuelo paterno trabajo, en
alguna de sus curtiembres, bajo la promesa de cumplir con los
requisitos. Una rencilla familiar de proporciones inusitadas
desencadena una decisión muy importante para Emy. Quiere
cocinar panqueques con la novia, la madre se opone porque no
quiere que ensucie la cocina con “harina”. Se pelean, discuten
y el padre, que nunca interviene, lo echa de la casa (piensen
que lo echa por querer cocinar panqueques y no lo ha echado
por cocinar cocaína en su pieza). El paciente en una sesión
familiar le dice: “Me querés echar por cocinar panqueques y
no me has echado con los desastres que hice el año pasado”. A
partir de esto, los padres le ceden la cocina los domingos y
ensaya recetas con la novia como ayudante de cocina.
4. Del síntoma a la consistencia del sinthome o hacia un saber
hacer con el goce: En el ínterin, comienzan pesadillas que lo
atormentan con un contenido que se repite: compra cocaína de
mala calidad, al cocinarla se estropea y no puede fumarla. Al
despertar, le invade la compulsión a consumir y, en algunas
oportunidades, la realiza, dice que “para desmentir el sueño”.
Una nueva pesadilla introduce un elemento diferencial: sueña
que cocina oro y se lo fuma. Esta vez, si bien se despierta
angustiado y se atormenta todo el día, no recurre al consumo.
Asociaciones espontaneas, lo conducen a una pulsera de oro
que es “la única” que sobrevive a la venta masiva e
indiscriminada de sus joyas y las de su familia en la peor época
de su consumo. Su origen se remota a un regalo de la familia
de su madre, pero termina quedando en manos del abuelo
paterno que lo guarda y al que, recientemente, él se lo reclama.
La ecuación oro-dinero, el abuelo que le da trabajo, más el
trabajo asociativo que se inaugura espontáneamente,
determinan un movimiento en el dispositivo: pasaje a un
análisis personal. Decide empezar un curso de chef. A la fecha,
hace ya 3 meses que no consume. Proyecta para el año entrante
inscribirse en la escuela de Jardinería del Botánico. Entrada en
un régimen fálico para la pulsión, dejando de poner el “cuero”,
yendo más lejos que el padre – al que no le da el cuero y sigue
pagando con “cueros” -, yendo más lejos, eso sí, no sin antes
haberse servido de él.

Notas y referencias: Lacan, J (1996) Psicoanálisis y medicina.


Intervenciones y textos I Ed. Manantial (1993). Kalina, E. y
otros (1996). Teoría y practica de psicoterapia familiar del
adicto. Actualización. La familia del adicto y otros temas Ed.
Nueva visión.

LOS DUELOS EN EL CUERPO


(David Szyniak)

La clínica psicoanalítica de nuestros días nos enfrenta


permanentemente con nuevos desafíos. Anorexia y bulimia;
adicciones; síndrome de pánico; sida; síndrome de fatiga crónica;
trastornos de narcisismo; intensos dolores corporales; depresiones
crónicas; etc., son algunos de los nombres que tienen estos síntomas
con los que los pacientes llegan a nuestra consulta. La particularidad
de muchos de ellos es que atraviesan, se colocan del lado de la
mostración en el cuerpo. Nos muestran sufrimiento. Es la propia
noción de clínica, el inclinarse, la que se ve conmovida por esta
avalancha de formas que nos obligan a repensar la eficacia y la
dirección de los tratamientos que conducimos. Neurosis narcisistas,
clínica de borde, son algunos de los nombres con los cuales se
agrupan estos cuadros para poder pensar las estructuras que no
ropaje de época desafía la “talking cure” freudiana.
Para aquellos que nos llamamos psicoanalistas en inclinarnos no es
solamente una muestra de humildad ante los problemas, sino
también una muestra de desconocimiento ante los diversos desafíos
que nos coloca la cultura y en particular nuestra práctica. Clínica y
cura, todos conocemos aquel viejo chiste psicoanalítico donde dos
amigos se encuentran y uno le pregunta al otro –“¿Qué tal, te
mejoraste de tu síntoma? Después de hacer 10 años análisis, vos te
piyabas.”- Y el otro le contesta –“No, me sigo piyando, pero ahora
no me importa”-. Poner en revisión el imaginario social de nuestro
oficio, trabajar sobre la posibilidad de la eficacia de nuestro saber
intentando que el sujeto puede ligar este, su síntoma a un objeto
causa de deseo. Dejar de piyarse, recortar su goce y que tal vez
advenga algo del amor y de la creación.
La idea de cura ha cambiado a través de los siglos. Bien sabemos
que no es lo mismo la cura psicoanalítica que la cura médica. Tal
vez nuestro oficio nos acerque más a la noción de cura de la antigua
Grecia. La metanoia (trasmutación de sentimientos) en la cuidad
médica de Epidaurus era el cuidarse a sí mismo a través del
conocerse a sí mismo. Pero ¿en que consistía cuidarse?, ¿Cómo
podemos pensar hoy en esta temática? El cuidado estaba referido al
poder hacerse preguntas, interrogándose sobre la propia existencia,
pero al mismo tiempo realizar una experiencia de cuidado con uno
mismo, hacerse interrogantes y conjugar ejercicios corporales que
tendrían que ver con los rumbos de la vida.
Entre psicoanalistas, comienza a ser consenso, que nuestra práctica
clínica excede el hacer consciente lo inconsciente. Si el conocerse
también tiene que ver con el cuidarse, las formas tradicionales de
insight no alcanzan. Es deseable buscar intervenciones de otra
calidad. Conocerse y cuidarse de otra manera en el setting analítico
transferencial.
Es el filósofo francés Michael Foucault quien recuerda el “gnothi
sauthon” como el cuidarse y el conocerse articulados entre sí,
Foucault sostiene que la civilización occidental ha desarrollado una
discursividad del conocerse desvinculada del cuidarse a sí mismo
como si pudiesen disociarse estas prácticas. En el mismo sentido el
historiador francés Paul Veyne nos recuerda que los hombres no
encuentran su verdad, sino que la producen como producen su
historia, la verdad es muchas veces una historia contada en síntomas,
sino que el qué está enfermo es el sujeto. Pero ¿De qué sufren estos
pacientes’? ¿Por qué nos consultan’? ¿Cómo es lo que padece’?
Fue la preocupación por las formas de la cura; el estancamiento de
algunos tratamientos; la aparición de diversos signos corporales en
algunos pacientes lo que me llevó hace casi veinte años, a acercarme
al análisis bioenergético. El análisis bioenergético es una
psicoterapia que se propone integrar en el tratamiento propuestas de
experiencias con el cuerpo del paciente a la elaboración analítica.
Para Alexander Lowen, creador de la terapia bioenergética, la
terapia psicoanalítica tal cual él la conoce a mediados de la década
del 50 en EE. UU. No da respuestas a algunas de las problemáticas
que tienen que ver con la clínica y la cura de pacientes neuróticos.
Su noción fundamental es que si bien el análisis ayuda a comprender
muchas cosas no hace con que las personas sientan más. La idea de
“sentir más” como direccionamiento de la cura viene asociada, en
este autor, directamente a la idea de “insigth”; a la conocida noción
de “recordar con emoción” que había sido propuesta por Freud. Lo
que importa en esta concepción es la noción de que si el recuerdo
esta asociado a la emoción puede producir un efecto abreactivo o
catártico y que a partir de ese momento lo que se encontraba
“fijado” en un síntoma comience a tener movilidad funcional.
Lowen retoma algunas proposiciones de S. Ferenczi (Psicoanalista
Húngaro) que había desarrollado la idea de una “técnica activa” en
situaciones en las cuales el análisis tradicional no podía avanzar en
el tratamiento de determinados pacientes. Ferenczi también
denomino a esta técnica como bioanálisis o análisis desde abajo y la
pensó con diversas técnicas como relajación y la catarsis, queriendo
encontrar también un fundamento biológico a la persistencia de la
neurosis.
Una de las ideas básicas de Lowen es que el organismo vivo se
expresa más claramente a través del movimiento que a través de las
palabras; de todas maneras, aclara que no es sólo a través del
movimiento. La pregunta que Lowen se hace es: ¿Silas
problemáticas de la personalidad y del carácter están tan férreamente
estructuradas en los movimientos físicos; en la forma de la
respiración, en las tensiones musculares; ¿no debería la empresa
terapéutica orientarse también al trabajo físico? Esta va a ser la
piedra fundamental de la creación, por parte de Lowen, de lo que él
va a denominar “Análisis Bioenergético”. Conjunción del análisis
del carácter planteado por W. Reich y la practica de ejercicios
físicos de tensión y relajación en diversas zonas del cuerpo.
Acompañado por propuestas expresivas de diversa índole.
A la hora de apuntar las diferencias entre la terapia bioenergética y
las técnicas psicológicas tradicionales Lowen señala tres elementos
diferenciadores. El terapeuta bioenergético analiza no solamente los
problemas psicológicos del paciente sino también la expresión física
del problema, y como esta se manifiesta en la estructura corporal y
fundamentalmente en el movimiento; la segunda cuestión sería que
la técnica envuelve una tentativa sistemática de liberar la tensión
física encontrada en los músculos contraídos espásticamente y el
último elemento de diferenciación sería que en la relación entre
terapeuta y paciente es incrementada de una dimensión que no está
presente en las técnicas verbales tradicionales dado que se hace un
trabajo físico aparte del tradicional trabajo verbal.
Los tres elementos son al mismo tiempo tres propuestas para
transformar el dispositivo analítico tal cual era, y aún es practicado
en los círculos psicoanalíticos ligados a la international
Psicoanalitical Asociation (I.P.A). Este dispositivo innovador
provendría de comprobar que muchos pacientes pasan años en
Psicoanálisis sin cambios significativos en sus miserias neuróticas.
El diagnostico de la diferencia está, para Lowen, en la manera de
abordar el tratamiento. Si los analistas, en general, se ocupan de
abordar el pensamiento de las personas, se mantienen en la dualidad
mente-cuerpo. El pensamiento puede transformarse, pero el cuerpo
vuelve a repetir. En las propias palabras de Lowen: “… Freud luchó
contra este problema durante toda la vida. De esta lucha surgieron
formulaciones más claras, (que constituyen la “psicología del YO”).
Sin embargo, el mismo problema confronta a los actuales analistas
de modo tan agudo como fue con Freud”.
La solución que ofrece Lowen a esta problemática es volver a situar
la mirada en el cuerpo a partir de las “expresiones energéticas” de
las emociones y los afectos. Solución que a mi entender es una
regresión a un saber médico como forma de cerrar el enigma que nos
lega Freud en su texto “Análisis terminable e interminables”, cuando
sostiene que:
“El resultado (de los refuerzos pulsionales) es en todos los casos el
mismo y confirma el poder incontrastable del factor cuantitativo en
la acusación de la enfermedad. En este punto, continua Freud, tengo
la impresión de que debería avergonzarme por todas estas trabajosas
elucidaciones, ya que lo que ellas dicen es algo hace mucho
consabido y evidente. Y, en efecto, siempre nos hemos comportado
como si lo supiéramos; solo que en nuestras representaciones
teóricas las más de las veces hemos omitido tomar en cuenta el
punto de vista económico en la misma medida que el dinámico y el
tópico. Mil disculpas es, pues, advertir así sobre esa omisión”.
La bioenergética nacida como un desarrollo del psicoanálisis
americano sufrirá y sufre de algunos de los límites y errores en los
cuales este se habría estancado restando como práctica
adaptacionista del yo. Mi presentación de hoy está jalonada de
aquella búsqueda que encontró, en la relectura de Freud que hace
Lacan, nuevo impulso para pensar nuestra práctica y la teoría que la
sostiene.
LAS MARCAS DEL CUERPO:
Si partimos del cuerpo, que es aquello que se muestra predominante
en estas nuevas formas de sufrimiento, es porque necesitamos volver
a pensar la propia noción de cuerpo en Psicoanálisis deshaciendo el
viejo equivoco de la dualidad mente-cuerpo; psique-soma.
Diferenciamos cuerpo de organismo, el cuerpo es un organismo
marcado por la relación con otro, otro primordial, no hay cuerpo sin
relación con este otro, pero al mismo tiempo la relación con este
otro nos hace portadores, aún sin saberlo en los tiempos
constitutivos de sus marcas, de sus deseos, y también de sus
palabras. Esta será la noción de cuerpo que sostendré en este texto.
Cuerpo marcado por el amor, que en los tiempos constitutivos es un
amor alienante, pero al mismo tiempo un amor que nos da vida.
Amor y deseo. Sostendré que la formulación de Lacan de los tres
registros articulados para pensar nuestra vida anímica también nos
puede servir para pensar el cuerpo. Los tres registros a los que me
refiero son simbólicos, el imaginario y el real.
Sabemos también que la propia noción de cuerpo en la medicina y
en nuestro saber cotidiano han cambiado con el discurso científico,
hoy podemos nombrar partes del cuerpo que no nombramos a
principio de siglo. Es esófago, la ubicación del hígado, del páncreas,
saber algo mas sobre nuestra musculatura y sobre nuestras
articulaciones, etc. Este cuerpo ha sido disecado, parcializado,
exaltado, etc. En el nombramiento perdemos un organismo, el poder
nombrar las partes del cuerpo no es un proceso ocioso, produce un
cuerpo diferente. Proceso de duelo del organismo para devenir
cuerpo. Castraciones diversas que transforman incesantemente un
organismo en cuerpo.
Tomemos dos elementos que el psicoanálisis nos brinda para pensar
la temática del cuerpo. El primero es el desvalimiento o el
desamparo que Freud nombra con la palabra hilflosigkeit y que es
que para nuestras primeras funciones de la vida dependamos de otro.
Dependemos de los cuidados, del deseo, de los toques, de las
caricias de otro. El estado de desamparo es un dato estructural en
nuestra historia. La importancia del recién nacido humano incapaz
de realizar una acción coordinada eficaz para aliviar las primeras
tensiones de necesidad. De este dato nos interesa resaltar dos
consideraciones. La primera es el lugar de la mente. Más
explícitamente de la “función materna” como un lugar de
omnipotencia. Influencia decisiva en la estructuración del sujeto que
se constituye así en la relación con otro primordial y omnipotente.
(El famoso dúo narcisismo/madre fálica). La segunda consideración
es en relación a la “angustia” que puede provocar este estado de
desamparo y que se convierte en el “prototipo” de la situación
traumática. Cualquier perdida y/o separación nos puede volver a
remitir a estas vivencias.
La segunda característica humana es que nacemos en la lengua de
otro. Nacemos en un mundo donde vamos a escuchar un lenguaje y
vamos a adquirir ese lenguaje, pero en el camino de adquirir esa
lengua ¿la lengua devendrá nuestra? Seremos hablados por esta
lengua y hablaremos esta lengua dependiendo de que posición
tengamos en la vida; de como constituyamos esta posición en la
vida. La lengua maternal en la cuál el niño llega al mundo aún antes
de nacer es una intrusión violenta. Es Freud que nos alerta cuando
estudia las fantasías sexuales, quien dice que estas son constituidas
con los restos de lo visto y oído. Traducción necesaria, operación
que realizamos para poder vivir en ese desamparo. Pero como
sabemos; traducir viene de traición (traudutore; traditore). Lo
traumático sexual es intraducible, permanece incomprendido,
marcado como un enigma.
Parece más claro expresarlo en las palabras de Elias Cannetti,
escritor y premio Nobel de literatura 1981, que en su libro “La
lengua suelta” nos cuenta su propia historia. En sus primeros años
hablaba con su familia en Ladino. Vivian en una comunidad judía de
Bulgaria. Cuando tiene 8 años su padre muere y la madre como
duelo por la muerte de su marido deja de hablar Ladino y Búlgaro y
comienza a hablar con él la lengua íntima que hablaba en privado
con su marido que era el Alemán. No vuelve a hablar Ladino con
Cannetti con lo cual el aceleradamente (tenía 8 años y ya se había
mudado de Bulgaria para Viena) debía hablar Alemán. “…Todos los
acontecimientos de aquellos primeros años fueron en Ladino y en
Búlgaro. Después se me han traducido en su mayor parte al Alemán.
Solo los acontecimientos especialmente dramáticos, muertes u
homicidios y los peores terrores se me han grabado en Ladino, y de
manera exacta e indeleble”.
El Alemán nos dice Cannetti, era una obligación, un deseo materno,
era la posibilidad de entender este mundo que su madre en duelo
intentaba reconstruir. Al igual que el infante desvalido quedaran
zonas intraducibles, inconsciente compuesto de palabras y marcas en
el cuerpo. Cannetti consigue atravesar el duelo en donde podría
haber quedado como prisionero víctima del Alemán – madre
(destino) para convertir ese rasgo en un estilo creativo. Alineación y
separación como dos operatorias diversas. Seres parlantes marcados
por un trauma fundante (castración en el ser). Trauma de amor por el
desvalimiento y trauma por la “lengua extranjera” que nos baña al
nacer.
En el sentido de la separación ¿Podemos ubicar dos pérdidas que
serán dos duelos diversos, palabras que alienan al sujeto al deseo del
otro y resto del goce del otro que clama en el cuerpo?

AFECTOS E INTERVENCIONES DEL ANALISTA:


El análisis, siempre limitándonos en este caso a la neurosis, es en ese
sentido una historia de amor y dolor. En el campo del imaginario el
amor nos lleva a la fusión de los amantes, caracterizada tal vez por
el mito del andrógino. En el campo de lo simbólico es Lacan el que
nos anticipa que es dar lo que no se tiene (el falo), a alguien que no
lo es (el falo), y en lo real es donde se escribe esta letra y esta carta
de amor. La pulsión es la marca del otro en el cuerpo y es sin objeto.
La carta de amor en lo real, en el campo del análisis la escribe la
experiencia analítica. Psicoanálisis como síntoma de nuestro tiempo,
intervenciones que permiten esta separación de las palabras letales
del otro aunque reste, aún en esta experiencia, un objeto. Lacan lo ha
denominado objeto A. que tendrá que ver con algo pulsional que
resta duelar siempre del otro en nosotros. Línea demarcatoria entre
objeto de goce y objeto causa del deseo. Lugar en donde se ubica la
experiencia analítica. Tomemos como más clásico el ejemplo del
destete. Separación que nos recuerda de que algo es mortal y finito.
Destete que tiene como condición que halla una madre deseante de
otro objeto que pueda destetar. Desamparo, desarraigo que guarda
para sí en el cuerpo del sujeto un lugar pulsional, que abre y cierra
entre el adentro y el afuera; labios que pulsan, posibilidad de la
palabra y también del grito, construcción del autoerotismo y del
narcisismo y también posibilidades de identificación a un pedazo del
cuerpo que se separa, que podrá ser mirada, voz, seno, excrementos,
etc. Fijación que por su brillo nos mantiene en el campo del goce, el
ser para otro. Esta experiencia clama desde el cuerpo. ¿Cuáles serán
las operatorias del analista cuando lo que viene a nuestro consultorio
no es del campo de lo que alcanza, de lo que se dice con palabras y
es lo que está puesto en el cuerpo? Si el síntoma se basa en sí mismo
y el acting, (como duelo no realizado se muestra a otro), podemos
considerar las afecciones corporales como una forma de llamado al
otro.
Imagen de Juana, es una mujer llegando casi a los 50 años con un
cuerpo de niña, parece inconmovible. La imagino sentada frente a la
computadora, conversa con alguien dentro de la internet, es de las
primeras que esta conectada en este país, es su gran orgullo. Nada
de carne, su cuerpo es de un gran otro cultural, le interesa la realidad
virtual. Hay una incomodidad, consulta por un dolor de columna. Ha
sido revisada por infinidad de médicos, no hay diagnostico certero.
Este es el momento de la consulta, pero ¿es este un síntoma?
Interrogante que rondará siempre el tratamiento. Hay también una
anestesia general, una historia de no sentir nada, “no tengo deseo, no
quiero nada más que estar con la computadora; ¿Es malo eso?, ¿Me
tendría que tratar?” En el manuscrito G. Freud nos habla de la
anestesia corporal, la anestesia como contraria a la voluptuosidad,
opción tanática contraria a esa energía que también circula por esos
carriles. Juana y el software con el cual entra en internet funcionan
de la misma manera, sin carne, pero por circuitos energéticos
informativos. Anorexia; perdida de la orexis de la libido, falta de
sensación voluptuosa. ¿Se podrá amar a alguien a través de la
internet? Nada de carne, tal vez autoerotismo, momento primigenio
en donde se deriva la constitución. ¿Escenas de la clínica del sujeto
que ponen en primer plano algo del posible pensar la operatoria de
un analista a través de los tres registros que nos ha legado Lacan
(real, simbólico, imaginario) ?, ¿Es posible pensar una operatoria a
través de lo real? ¿Cómo pensar el estatuto de los afectos?
Sabemos que el dolor y los procesos de duelo no son lo mismo que
la angustian. El dolor es una respuesta a la pérdida de objeto, la
angustia es una respuesta a la posibilidad de la pérdida de objeto.
Pero que pasa cuando no hay otra manera de velar el puro dolor de
la existencia. ¿Cómo serán las intervenciones del analista? La
cuestión, nos convoca Lacan en “L INSU”, es saber si; si o no; el
afecto se ventila con la palabra. Algo de lo real que no se cubre ni
con palabras ni con imagen. ¿Limite del psicoanálisis? ¿Limite de
nosotros psicoanalistas? Odio, amor, culpa, dolor, etc. Formas-
afectos que circulan, real del cuerpo y cuerpo de lo real.
Detengámonos en el tema del dolor.
Duelo y dolor, sabemos que son de la misma raíz, pero estamos
interesados en esta operación tributaria del momento de la castración
fundante. Duelo que en el neurótico se va perturbando en muchas
más ocasiones que ante la pérdida de un ser amado. Es Jean Allouch
quien nos advierte sobre la visión romántica que Freud sostiene en
su texto “Duelo y melancoliza”; visión romántica del duelo. Si este
duelo por el objeto no ha sido concluido; y como nos recuerda Eva
Lerner en la neurosis es casi siempre así, en los enfrentamientos de
la operatoria del duelo con la pregnancia de algún objeto se produce
una batalla que podemos llamar de vida o muerte. O sea, de duelo
resto patológico, pero ya en la otra acepción de la palabra, en la
forma de desafío, en la forma de lucha. Lucha contra la castración;
pero lo que está amenazado es la capacidad deseante del sujeto.
¿Qué sucede con los pacientes que traen estas marcas en el cuerpo,
que vienen a nosotros con estas marcas/afectos en el cuerpo?
Sostengo que el dolor en este caso es un afecto, sabemos también
que es imposible la elaboración de un duelo sin el atravesamiento
por el dolor, dolor en el campo de lo simbólico. La palabra dolor
puede ser del alma, o del cuerpo.
Intentando categorizar la noción de afecto Isidoro Vegh nos acerca a
través de una relectura de texto freudiano “Lo inconsciente” una
posibilidad de pensar, en la metapsicología freudiana cual sería el
destino de los afectos. Nos dice Isidoro Vegh- “El significante se
reprime, el sentimiento se suprime” – y teníamos dos operaciones de
verdrangung (pasar de consciente a inconsciente) y la unterdrukung
(nombra el paso del consciente al inconsciente descriptivo, es decir
al preconsciente). Esto es: las ideas se reprimen, los sentimientos se
suprimen. Isidoro Vegh nos plantea, a partir de una minuciosa
lectura de Freud, una tercera operación que es la entziehung
(sustracción) tanto a la conciencia como al inconsciente. Se
desprende de esta categorización un enigma ¿A dónde va este afecto
que no está ni en el consciente ni en lo inconsciente? Vegh nos
acerca una respuesta. A mi me sirve pensar que ese afecto – “Está en
el cuerpo”-. Es de manera semejante como también como categoriza
Lacan en el seminario de los “cuatro conceptos” cuando nos dice
que el efecto, esa música va a otra parte. Afectos que circulan en lo
real, en una relación de desenlace con lo simbólico y lo imaginario.
¿Es posible pensar la operatoria de un analista; algunos tramos de un
tratamiento con intervenciones que tengan que ver con una
“reestructuración de la percepción” de la percepción de Juana de
este dolor/afecto; la posibilidad de ligarlo con su vida. Sabemos que
la operación de castración fundante nos deja con dos duelos; duelos
por el perfil letal de los significantes del otro y también duelo en el
reclamo pulsional que esta en el cuerpo. ¿Será posible pensar
operatorias para esta bio-energía que circula en el cuerpo?
Recordaremos a Lacan cuando cita a Heráclito –“Bios es el arco de
la vida, pero su obra es la muerte”-.
Le propongo a Juana que se relaje en el diván y que se demore en
este dolor de su columna; se detiene en una respiración tensa. Hace
un largo silencia; asocia una escena infantil con su madre y su
hermana. Es el velorio de su padre. Parece conmocionada.
Partiendo de lo real del dolor del imaginario de sus enlaces afectivos
comienza a circular. Proceso de duelo. Juana se demora en el dolor
sostenida transferencialmente por mi presencia como analista.
Reestructuración de la imagen inconsciente del cuerpo, que como
nos diría Francoise Doltó, es un imaginario que no está compuesto
sólo de imágenes. ¿Pero porqué estos pacientes escriben sus
sufrimientos, sus afectos en signos corporales? Falta de espacio
psíquico nos dice Julia Kristeva. ¿Cuáles serán las operatorias más
eficaces que puedan transformar un cuerpo alienado a otro a un
cuerpo enigmático, pero protagonista? A no desesperar los
interrogantes son siempre un prólogo para escribir, y este puede ser
el comienzo de una historia.

EN BUSCA DE LA NIÑA
(UN CASO DE ANOREXIA EN LA INFANCIA)
Por Gabriela Altaraz.

-Abuelita, que boca tan grande tienen – dijo Caperucita.


El lobo respondió: - Es para comerte mejor.
Y se abalanzó sobre ella.

Particular es el encuentro que se produce entre un niño y un analista,


y será afortunado cuando cierta verdad que se revela desnuda
permita relanzar la apuesta a una ficción. En el pasaje inevitable por
cuestiones de estructura, el sujeto atraviesa en muchas ocasiones
situaciones de gran desamparo; singular encuentro con otro cuando
se presenta amenazante, o con escaso registro de un deseo que
sostenga al niño en posición de objeto causa del mismo. Deseo
opaco que de alguna manera deberá, por un lado, develarse en los
significantes que ese niño encarna en el tratamiento, y por otro,
velarse cuando se presenta en su crudeza, dejándolo caer del
escenario ficcional que la infancia requiere.
Eduardo Gluj dice, en una clase del seminario las huellas de la
infancia: “Es necesario que la verdad no vuelva sobre el sujeto, sino
que en la infancia recaiga del lado parental. El campo de la infancia
es correlativo a la responsabilidad del otro, no hay responsabilidad
que recaiga sobre el niño”. En la paciente sobre la que trabajaré a
continuación “la verdad, en tanto que parental, no recayó sobre la
responsabilidad de los padres. Esta verdad se presenta como un
retorno de lo reprimido de los padres que impide reconocer una
respuesta lúdica y, del lado del niño, toma al cuerpo como respuesta,
el cuerpo como consistencia. Entonces, o bien la respuesta al otro se
toma en el campo de la representación como campo de juego, o es el
cuerpo el que es tomado en la respuesta”.
Propongo, entonces, un recorrido que permita pensar sobre algunas
cuestiones que se plantean como ciertos padecimientos anoréxicos
en la infancia, tomando el cuerpo como consistencia, como
anudamiento en el que convergen las historias y los mandatos de las
mujeres antecesoras de esta paciente.
Paciente y analista se encuentran y, si bien la dirección del
tratamiento será responsabilidad de la segunda, habrá que ir
siguiendo las migajas arrojadas en el bosque hasta llegar a la bruja y
a la casa de chocolate, donde una niña aguarda ser encontrada.
La niña y la muerte:
Avanza la parca noche
Descansa detrás de un velo
Los pies cubiertos de ojos
A las orillas de un cedro
Una niña la mira
Los ojos de lagartija
La noche se esconde parca
Los ojos de purpurina.

Conocí a Lila en la cama de un hospital de Provincia, contaba con 6


años de edad y pasaba 14kg. Según diagnostico medico:
desnutrición grado II. La paciente se negaba al alimento y vomitaba
la comida, tenía broncoespasmos, brotes alérgicos y un cabello
larguísimo que llovía sobre su pequeña espalda. Sus padres no
habían notado lo flaquita que estaba. Permaneció internada unos días
y al irse de alta comenzó su tratamiento conmigo por consultorios
externos.
La paciente tenía tres hermanos mayores, y hacía solo tres meses
había llegado otro hijo a la familia. Lila, la única niña, había
pronunciado una frase terrible que despertó el temor de sus padres:
“Me quiero morir” le confió a su hermano, que la cuidaba en su
lecho de enferma.
Lila vivió desde los dos meses y medio hasta los cinco años con sus
abuelos paternos, quienes la cuidaban mientras su madre trabajaba.
Ellos le daban “todos los gustos”. La niña había tenido dos
internaciones anteriores por broncoespasmos, y en una ocasión su
padre casi la ahoga tratando de salvarla con respiración boca a boca.
Su padre dirá que es caprichosa, la reina, la única mujer, y que está
muy celosa de su nuevo hermanito. Lila se ubicará para él como su
debilidad, presentándose un poco gustosa, bocado tentador, reina y
única mujer, una “nenitamente” según palabras de la niña.
Lila cuenta que tiene mucha memoria, y recuerda cuando era
chiquita una ola la arrastró hasta que pudo nadar a la orilla.
Memoria, me moría, me quiero morir una ola te puede asfixiar, te
puede ahogar como un broncoespasmo. Ante la pregunta por el
“¿Qué me quiere el otro?, la niña responde con su propia
desaparición.
Ciertas teorías sexuales comienzan a jugarse en el tratamiento, los
niños vienen como caca, salen por el intestino, entonces los niños
entran por la boca. Nace un niño intragable que es preciso vomitas:
su nuevo hermano Roque le declara jague mate a esta reina.
Su majestad, la Tirana:
lo que se transmitirá de boca en boca entre madres e hijas serán…
insultos.
Lila me insulta: “¿Qué tenés, mierda en la cabeza? ¿Sos tarada,
nena? Dale, hace lo que te digo, imbécil, la puta que te parió.” La
boca como letrina. Lila se va de boca para hacerme mierda, mi lugar
en el juego será entonces el de la pobre cenicienta, y el suyo, desde
luego, la malvada madrastra. Responderé a todos los reclamos, me
quejaré lastimosamente de sus órdenes, la niña-madrasta me manda
callar, no soporto mis lamentos.
Un abrir y cerrar de boca para vomitar cierto exceso que recae sobre
ella, exceso que entrará en ficción y caerá sobre mí con toda la
fuerza del odio, intentando rechazar algo que viene del otro y resulta
indigerible. Su apellido – que contiene la palabra “amo” – desviará
la ruta del amor y seguirá la vertiente del amo y el esclavo, el odio
amo y señor, nena tirana.
En las sesiones surge el relato de un nuevo personaje muy querido
para ella: su bisabuela está gravemente enferma de desnutrición. Lila
desea irse con ella al más allá, “son carne y uña”, según palabras
aportadas por su madre. Cierta identificación al síntoma se revela
encarnada en el cuerpo, como la uña en la piel. Nuevamente ante la
pregunta ¿Puedes perderme? La niña responde con su propia
desaparición, cierta falta que no se inscribe como una presencia-
ausencia, sino que marca su cuerpo, identificado al de su abuela, y la
lanza a un más allá que la arrastra como una ola al fonde del mar.
Luego de largas sesiones de maltratos e insultos, digo enojada: “yo
así no juego más”, y ese delgado límite que sostiene la ficción de la
escena amenaza con quebrarse – no te sigo más el tren, no vamos
juntas al más allá. Luego de algunos minutos de perplejidad y
atisbos de irse del consultorio, el juego se reanuda. Momento de
corte en el que la analista quiere patear el tablero, momentos que se
presentan demasiado reales y que en esta oportunidad anoto a cuenta
propia, pero que insistirán en el tratamiento, rasgaduras del juego
donde el velo cae y lo angustioso aprieta el cuello. Huesos
demasiado duros de roer y ni un queso a la vista para los ratones.
Entonces un día empezamos a jugar al muerto, jugarlo para no selo,
distancia entre el juego y lo real. Sesión tras sesión ella muere en
accidentes terribles, toda ensangrentada. Lazos de sangre que ya no
serán “pactos de sangre hasta que la muerte los separe”. Algo
empieza a separarse, a ser diferencia.
El pez por la boca muere:
Ni salmón, ni caviar.
Un día entra y se pega a la puerta con la boca abierta, entonces me
doy cuenta de que es un pez que tengo que pescar para que entre al
consultorio. Cierra y abre la boca intermitentemente, no puedo
pescarla, pongo una lombriz y se la come junto con mi caña, después
me come entera, luego a mí y a mi hija. Nos come, nos mastica y
nos escupe. Así como hace la ballena de pinocho, nos escupe;
maltrechas, pero enteras. De pronto ya no es más un pez, ahora es un
tiburón, el proceso de caza y digestión se repite. Tragar al otro,
identificación oral: que el otro sea digerible de alguna forma, no
tiburón que la destroza y se la come. En el lugar de la escena de una
madre dando la papilla a su hija aparece un tiburón que la hace puré.
La niña es ofrecida como alimento para otro que, en vez de mostrar
su cara amable, muestra los dientes.
Entonces, como por arte de magia, el pescado se convierte en un
pajarito malherido. El pajarito introduce la vía del amor en el
tratamiento, un personaje bueno que ayuda a los niños enfermos y
reparte comida a los niños pobres, un dechado de bondad, un alma
caritativa que se apiada de los otros. De todos modos, no hay que
ilusionarse: si bien el vuelo de los pajaritos anuncia la llegada de la
estación del amor, muchos inviernos crudos habrá que pasar aún.

En la cocina familiar se paga por la comida


Érase un buitre que me picoteaba los pies.
Ya había desgarrado los zapatos y las medias y ahora me picoteaba
los pies.
Siempre tiraba un picotazo,
Volaba en círculos inquietos alrededor y luego proseguía la obra.
De repente vi que había comprendido todo:
Voló un poco, retrocedió para lograr el ímpetu necesario
Y, como un atleta que arroja la jabalina, encajó el pico en mi boca,
profundamente.
Al caer de espaldas sentí como una liberación;
Que, en mi sangre, que colmaba todas las profundidades y que
inundaba todas las riberas,
El buitre irreparablemente se ahogaba.
El pequeño pececito, que había comenzado a tomar clases de
natación, un día falta a sesión. La vez siguiente me encuentro una
niña con el ojo violeta debido a una caída contra un ladrillo. Su
madre ya no la lleva a natación y está faltando al colegio porque
llora mucho. Sus padres pusieron un negocio de comidas –“A mí me
hacen trabajar, lavar la lechuga y los morrones”, dirá Lila-, y su
hermano Gustavo ya no pertenece a la familia, debido a una pelea
familiar.
Las escenas de juego continúan explorando la vertiente del amor, y
el regalo como don de amor empieza a aparecer en escena: ella
muere en un accidente por amor a un compañero de escuela, un
esposo le hace regalos costosos a su mujer e hija, ella tiene un
restaurante y me regala comida en agradecimiento y amistad.
Las escenas entre madre e hija toman peso en el tratamiento: a la
accidentada siempre la cuida otro, pero nunca su madre, quien
decide abandonarla en varias oportunidades y, en un momento de
mucha tensión en que la hija ha sido arrollada por un tren, su madre
pasa a su lado sin siquiera mirarla. ¿Para qué ofrecer la vida,
entonces? ¿Para qué darse la cabeza contra un ladrillo? El sacrificio
de amor pone a prueba a otro que parece no registrarla: ni el ojo
morado, ni la cara hinchada. En el dejar de comer se confunden la
lógica de la demanda con la necesidad, circuito del hambre que, en
la entrada al lenguaje, se equivoca siempre con la demanda de amor,
demanda de alimento que el otro brinda. Pero este otro no brinda,
sino más bien escupe, vomita. Este otro no da nada, es mezquino:
“Para comer hay que trabajar”. Y, ante ese otro que a veces la mira y
a veces no, Lila hace su huelga de hambre como forma de pescarlo.
Los lazos familiares parecen cortarse con facilidad y,
repentinamente, uno se puede quedar fuera. Grandes problemas con
una herencia amenazan con dejar a su familia en la calle. “No hay
casa no comida”, entonces Lila no come. Una vez más, el don de
amor por la vía del sacrificio.

Serás la madre de tus nietos, o serás madre:


Madres, hijas, prostitutas, mujeres
Aserrín, aserrán,
Los maderos de San Juan,
Piden pan, no les dan,
Piden queso, les dan hueso
Y les cortan el pescuezo.

Al contar su historia, la madre de Lila, Amanda, cuenta la historia de


las mujeres de esa familia. Una frase insistirá a lo largo de las
entrevistas: “Yo nunca fui madre”. De pequeña había sido criada por
su abuela paterna quien, cuando su nieta creció, le cobraba el
alquiler y los impuestos de la casilla donde vivían. La madre de
Amanda que nunca ocupó de ella, sin embargo, crió a todos sus
nietos. A los 6 años de edad, Amanda fue objeto de abusos por parte
de unos primos y, al enterarse, su madre la acusó de haberlos
provocado.
Su padre, un rico comerciante del negocio alimentario, trataba a su
única hija mujer como a una reina. El hombre padecía una diabetes
infanto-juvenil y, en sus últimos años, se había dado la gran vida,
descuidándose por completo hasta encontrar la muerte, que puso un
freno a tanto despilfarro. En sus tiempos de juerga llevaba a su hija a
recorrer la noche y, en esas salidas, se encontraba con diversas
mujeres. Una vez falleció el padre, la madre fundió el negocio de
comidas. Era éste, pues, un padre que ubicaba a su hija como mujer,
cómplice de sus amores y encargada de sus negocios, desplazando a
su esposa de ese lugar. Nuevamente aparece “una reina para mi
padre”.
Amanda, quien encuentra un gran parecido con su hija por lo
manejadora y lo brusca, cuenta que de niña sólo tenía juguetes de
varón, y que su madre siempre le decía que si una es madre no debe
ser mujer. Por eso, desde que nació Lila ella ya no usa polleras ni se
pinta.
Luego de ese relato cabría preguntarse donde está la niña. La
infancia ha sido borrada de un plumazo tras peticiones, por parte de
sus mayores, de ser un niño o una mujer mandona y provocadora.
Un día, Lila trae maquillaje para pintarnos, y confiesa que su madre
la acusa de pintarse como puerta - ¿O como una puta?
En su trabajo sobre la dirección de la cura en el psicoanálisis con
niños, Liliana Cazenave se apoya en Freud y Lacan para explicar las
posibles salidas del complejo de Edipo en la mujer, y en lugar que
han tenido las mismas a lo largo de la historia: “Dos caminos se
presentan para una mujer, dividiéndola en su deseo y con respecto a
su goce: el de la mujer y el de la madre”.
El niño ocupa para la madre el lugar de causa de deseo. Es el tapón
de su feminidad que está en relación con el goce femenino más allá
del falo. En la antigüedad greco-romana las madres-esposas estaban
lado fálico, excluida del lugar de la posición femenina en relación al
objeto causa y en relación al goce femenino, quedando las
prostitutas en el lugar del goce sexual y excluidas del estatuto
subjetivo. El discurso cristiano instituye el estatuto subjetivo de la
mujer y el niño intentando ligar la mujer toda al falo por la vía de la
maternidad pretendiendo así subsumir la mujer a la madre,
eliminando la disyunción madre-puta e intentando que el goce
femenino esté en falta, eliminar a la mujer del lugar del objeto causa
del deseo.
Dos mandatos dejan a Amanda sin salida: “Serás la madre de tus
nietos” y “Si eres madre, mujer será tu hija”. Ni madre, ni mujer: el
lugar de mujer es equiparado a una prostituta. Hay aquí una
encerrona de estos mandatos maternos que se transmitirán de mujer
a mujer, de madre a madre, de abuela a nieta. Por eso Amanda, al
concebir a Lila, deja a su esposo e hija por un tiempo para irse con
otro hombre, en una ultima aventura como mujer antes de tener que
cederle este lugar a su hija, la nenitamente. Se trata, pues, de
identificarse a una abuela porque falta una madre, madreabuela,
mujeres que se sacan los ojos y se mezquinan hasta lo que no tienen.
La cuestión será, entonces, sostener a una madre que pueda ser
madre de su hija, y a una hija que pueda ser niña y no mujer o
prostituta, intentando cubrir – con el delicado velo del “toque
femenino” – cierta transmisión entre mujeres que queda cortada,
mujeres mezquinas que no se regalan nada, todo se lo cobran,
aunque haya que pagar con la vida.
Pregunto a Amanda quien le enseño a cocinar, ya que es ella la que,
tomando la posta de su padre, retoma el negocio familiar vendiendo
comida con su esposo: “Nadie me enseñó, aprendí sola. Mi abuela
me dijo: Ahí tenes las ollas, ahí tenes la comida, arréglate.”
Entonces pido a Amanda que me pase las recetas de unas tortas. Su
voz y su cara se transforman al contarme trucos y detalles para que
la comida salga más elegante, mientras su hija escribe grande en un
corazón lo mucho que me quiere.
Ante la promesa de enviarme una torta la semana siguiente, espero
ansiosa la próxima sesión. Pero entre estas mujeres nada es gratis, y
la torta llega con un mensaje, supuestamente avergonzado, de su
hija, quien me pide un peso a cambio de la misma. Pagar por
comida, pagar con un peso, pedido materno que se traslada en
transferencia a Lila a mi persona. Entonces equivoco el mensaje, y
le envió una nota de agradecimiento por semejante regalo.
En esta lógica materna que la hija trae, y según la cual todo se paga,
la vida se debe, pero no como deuda de filiación que se pagará con
la generación siguiente como modo de trasmisión del linaje. Cierta
inversión impone a los hijos pagar a los padres – con un peso, con el
cuerpo, con la vida. “Amar es dar lo que no se tiene”, frase que
supone una falta de juego, que estas madres taponan al imponer
condiciones.
Punto de cocción:
Y si de escribir se trata, Lila me escribe el mensaje de su madre en
una hoja, escribe corazones donde habla de amor, Amanda me
escribe recetas de cocina y yo pienso en escribir este caso luego de
una supervisión en donde la escritura se plantea como un camino
posible ante esos “huesos duros de roer” – intragables – del otro. Y
así también se escribe algo que está ausente, algo que falta, que da
vergüenza: se escribe para producir alguna otra cosa.
Se obtiene el punto de cocción cuando la comida llega a su
temperatura justa. Este tratamiento aún no la ha alcanzado, ya que
continua en curso. Todavía la analista sigue recogiendo las migajas
que conducen a la casa de chocolate y tratando de seguir a la niña,
que en algunas ocasiones se oculta en los bosques, pero ya no
solamente con las brujas, a veces también con las hadas.
Concluyo recordando aquel libro, como agua para chocolate, libro
de recetas de cocina que se transmiten de generación en generación,
y que permite que algo entre esas mujeres pueda ser donado, algún
dulce para cubrir la amargura.
Trabajo presentado en las III jornadas de Resistencia de
Psicopatología del Hospital.
GRACIAS Y UN FUERTE ABRAZO.

Prof. Daniel González – Psicólogo social Sede Central.


Prof. Ana María Caro- Psicóloga Social Sede Morón Centro.
Transcripción: Elizabeth Anahi Auletta - Psicóloga Social Sede
Morón Centro.

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