Examen Parcial Sucesiones (Imprimir)
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Si nos vamos al origen, al derecho de obligaciones, la sucesión supone la transmisión de una posición
jurídica en una relación jurídica sin que esta relación jurídica se extinga.
La sucesión puede ser inter vivos o mortis causa. Cuando es por causa de muerte, eso provoca la
sucesión en su posición jurídica, es decir, hay un cambio de titular. Imaginemos que B muere y tiene
muchas relaciones jurídicas (deudas, obligaciones familiares, etc), que pasa a ocuparlas C.
La sucesión se puede producir de dos formas: (1) puede ser que el heredero entre de forma automática
en la relación jurídica, esto es, que se produce de forma automática (sucesión contractual o pacto
sucesorio) o (2) que la sucesión se haga en dos etapas, la primera es la muerte de la persona y la
segunda, que el heredero acepte la herencia y por lo tanto, pase a formar parte de esa posición.
Mientras que el heredero acepta, o no, decimos que la herencia está yacente (art. 411-9 CCCat). Ahora
bien, para hacer desaparecer esa fase en la que los bienes estaban yacentes, retrotraemos esos efectos
y decimos que el heredero lo es desde el momento en que fallece el causante.
En el CCCat tenemos lo que llamamos fundamentos de la vocación por causa de muerte, de forma
más sencilla, por qué vías podemos llamar a una persona para que sea nuestro heredero (art. 412-3).
Nos dice que la sucesión mortis causa puede ser voluntaria o puede ser legal. La voluntaria tiene dos
modalidades:
1. Voluntaria: lo escoge la persona causante, o sea, la que muere. El causante puede otorgar
testamento (sucesión testamentaria) o puede determinarse el heredero mediante un pacto
sucesorio, que se hace en vida y generalmente es con un familiar (heredamiento). Este tipo de
sucesión es la regla general. Por lo tanto, en principio, es la que prevalece.
2. Legal: en defecto de voluntad del causante, la ley decide. SIEMPRE tiene que haber heredero,
no hay posibilidad de que quede en el aire. En este caso hablamos de sucesión legal o
intestada. Si en la lista que da la ley, resulta que ninguno de ellos puede ser heredero, en
último lugar queda la Generalitat de Catalunya. Sólo tiene lugar a falta de heredero instituido
y es incompatible con el heredamiento y con la sucesión testamentaria universal (411-3-2).
Entre estos dos tipos de sucesiones siempre se prefiere la primera, la voluntaria, puesto que el
causante puede elegir quién es el heredero.
Ahora bien, entre testamento y pacto sucesorio, se prefiere el pacto sucesorio, pese a que en la
práctica el 80% de ciudadanos lo que hacen es otorgar testamento. El testamento se puede modificar y
revocar libremente, en cambio el pacto sucesorio es algo bilateral, ya que hay otra persona implicada
con la que he pactado. En el testamento no me vinculo con nadie, simplemente elijo libremente, ahora
bien, cuando ya he hecho un pacto con alguien, no puedo modificarlo de forma unilateral.
Es recomendable otorgar testamento desde aquel momento en que poseo X patrimonio (me compro
una casa) y modificarlo tantas veces como se quiera o se necesite.
Puede darse el caso en que se haya hecho un testamento y a su vez se haya hecho un heredamiento. En
este caso el heredamiento prevalece sobre el testamento. ¿Por qué? Porque en el heredamiento no lo
he declarado yo sola sino que hay otra persona implicada, hay un acuerdo de voluntad. Dicho esto,
sólo puedo hacer testamento (sucesión testada) si no he hecho previamente un heredamiento, porque
si lo he hecho, ya no podré hacer testamento porque el pacto prima sobre él.
Así pues, el art. 411-3 CCCat determina que la sucesión testada universal sólo puede producirse a
falta de heredamiento. La ley considera preferente el contrato sucesorio sobre el testamento.
El derecho de sucesiones catalan tiene normas que provienen del derecho romano pero también tiene
otra parte de normas que vienen de la costumbre o de otras comarcas de Catalunya. El derecho catalán
se fija mucho en el derecho sucesorio alemán y también se positiviza la jurisprudencia del TSJ Cat.
Hay excepciones a esta regla fundamental, es decir, situaciones en las que no hace falta institución de
heredero:
- Cuando el causante que es el que ha otorgado el testamento (testador) tiene la vecindad civil
de Tortosa y el derecho de esa comarca es el que lo rige
- Cuando no nombro heredero pero nombro una albacea universal
- Testamento meramente revocatorio: es un testamento en el que hay una cláusula que dice que
se revocan los testamentos anteriores
Segunda regla: universalidad del título de heredero → el heredero sucede en todas las posiciones
jurídicas del causante, tanto en las posiciones jurídicas activas como en las pasivas (art. 411-1). El
heredero va a adquirir los bienes, va a ser titular de los derechos, se va a subrogar en todas las
obligaciones (salvo en aquellas que sean personalísimas, que no se transmiten al heredero). El
heredero va a quedar vinculado por los actos del causante también y deberá cumplir las cargas
hereditarias. El título de heredero es un título adquisitivo universal (la herencia es una universalidad).
Hay casos en los que puede haber más de una persona que suceda al causante, es decir, que haya una
pluralidad de herederos. Cada uno tiene una cuota o un derecho abstracto en proporción a la cuota que
le haya dejado el causante, ya que éste puede distribuir la herencia como quiera.
Tercera regla: nemo pro parte testatus pro parte intestatus decedere potest → traducido al español
quiere decir que “nadie puede morir en parte testado y en parte intestado”, esto es, la sucesión testada
e intestada son incompatibles. No puede darse la sucesión en parte de forma voluntaria y en parte de
forma legal. El heredero sólo puede suceder por un único título. Esto quiere decir que los títulos
sucesorios son incompatibles entre sí. Por ello hay una jerarquía entre ellos y es que la voluntaria es
jerárquicamente superior a la legal (proviene del derecho romano y se mantiene así a día de hoy en el
CCCat). Dentro de la voluntaria se prefiere el pacto sucesorio al testamento.
¿Qué pasa cuando yo he dejado una herencia a mi heredero una parte de mis bienes pero hay otra
parte que no he dispuesto y no se puede acudir a la sucesión intestada? Se da un acrecimiento al
heredero, es decir, un incremento a la cuota del heredero. Como norma general, el heredero ocupa
todas las posiciones jurídicas
Cuarta regla: perdurabilidad del título de heredero (semel heres, semper heres) → si has sido
nombrado como heredero, lo serás siempre. No se puede poner un término final ni una condición
resolutoria porque dejaría de ser heredero.
Hay una excepción a la perdurabilidad del título de heredero que es la sustitución de fideicomisarios.
Por ejemplo, que el causante o fideicomitente le diga al heredero fiduciario (primer heredero) que
cuando tenga 3 hijos, la herencia será para ellos (herederos fideicomisarios). Cuando se cumpla cierta
condición, en este caso, que nazcan los hijos del fiduciario, la herencia pasará a ser de ellos.
Fideicomiso universal: cuando se grava en la herencia (la totalidad) y fideicomiso particular cuando se
grava en el legado (un bien concreto).
En el derecho catalán el legitimario sólo tiene derecho a una cuota. El legitimario no es heredero salvo
que se le atribuya ese título, es simplemente un acreedor.
La herencia tiene un activo y tiene un pasivo, como cualquier patrimonio. En el activo tiene bienes y
derechos y en el pasivo tiene obligaciones (art. 411-1).
Los derechos de la herencia son de crédito y reales, salvo que sean derechos reales vitalicios
(personalísimos), que no se transmiten al heredero porque se extinguen con la muerte del causante.
Dentro de la herencia de una persona puede existir el derecho a adquirir otra herencia. Ejemplo: hay
un causante y instituye como heredero a X. X mientras decide si acepta o no, fallece, dejando tres
hijos. Estos tres hijos se encuentran en la situación de que, dentro de la herencia de su padre, tienen el
derecho a aceptar la herencia del causante principal (ius delationis: derecho a aceptar o repudiar una
herencia).
El pasivo comprende las deudas que dejó el causante en el momento de fallecer. Pero hay otras deudas
que nacen a causa de la muerte de esa persona. Esos gastos se llaman cargas hereditarias. Las cargas
hereditarias pueden ser de dos tipos: en sentido estricto y en sentido amplio. Las primeras son todos
aquellos gastos relacionados con el sepelio, gastos de enfermedad, entierro, o los que se generan en el
cumplimiento de algunas disposiciones testamentarias. En sentido amplio son: el pago de legítimas, el
pago de legados o bien otras atribuciones que haya establecido el causante. Esta diferencia entre
cargas hereditarias se hace por la responsabilidad del heredero. En sentido estricto, el heredero
responde por las cargas ilimitadamente, es decir con todos sus bienes o patrimonio personal salvo que
afecte a beneficio de inventario, que entonces limita su responsabilidad al patrimonio hereditario y
mantiene el suyo intacto. En sentido amplio de las cargas hereditarias, la responsabilidad siempre se
limita a los bienes de la herencia, afecte o no a beneficio de inventario.
Hay un patrimonio o contenido digital que también forma parte de la herencia. El legislador catalán lo
recoge en el artículo 411-10.
Se entiende por voluntades digitales en caso de muerte las disposiciones establecidas por una
persona para que, después de su muerte, el heredero o el albacea universal, en su caso, o la persona
designada para ejecutarlas actúe ante los prestadores de servicios digitales con quienes el causante
tenga cuentas activas.
El causante, en las voluntades digitales en caso de muerte, puede disponer el contenido y el alcance
concreto del encargo que debe ejecutarse, incluyendo que la persona designada lleve a cabo alguna o
algunas de las siguientes actuaciones:
Las voluntades digitales pueden ordenarse por medio de los siguientes instrumentos: testamento,
codicilo o memorias testamentarias. NO POR PACTO SUCESORIO.
Si el causante no lo ha establecido de otro modo, los gastos originados por la ejecución de las
voluntades digitales corren a cargo del activo hereditario.
El causante de la sucesión
El derecho catalán en su libro IV no se aplica a todas aquellas personas que fallecen en Cataluña o que
tienen sus bienes en Cataluña. La ley que es aplicable en cualquier estado de la UE, tenemos que
acudir siempre al Reglamento Europeo de Sucesiones. Este es del año 2012 pero entró en vigor en el
año 2015. Se aplica a todos los EM de la UE, exceptuando Dinamarca, aunque el causante sea
ciudadano de un Estado que no pertenezca a la Unión, pero que sí haya fallecido dentro de un EM. A
un causante se le aplica una única ley para su sucesión (principio de unidad), pese a que tenga
conexiones con diferentes estados. Es importante tener en cuenta que el Reglamento sólo se aplica
dentro de los EM de la UE o, en caso de que las normas de conflicto de un tercer Estado nos reenvíe a
la UE.
El artículo 21 del RE 650/2016 establece una regla general. Establece que la ley aplicable a la
sucesión de una persona es la del Estado en la que el causante tuviera su residencia habitual en el
momento del fallecimiento. Esta regla general tiene dos excepciones:
- que el causante tenga un vínculo más estrecho o una conexión más estrecha con otro estado,
en cuyo caso se aplicaría la ley de este mismo
- que el causante haya decidido en un acto mortis causa que se aplique la ley de su nacionalidad
Vecindad civil: residir 10 años en un territorio (en este caso en Cat) sin decir nada, es decir, sin
manifestar que eso no se quiere. O 2 años manifestando ante el Registro Civil que quiere esta
vecindad civil.
Para convertirse en sucesor con el título de heredero se tiene que aceptar la herencia, ya que si no lo
acepta, no se obtiene el título. Puede ser una aceptación expresa, asumiendo todas las deudas del
causante, incluso viéndose afectado mi patrimonio (pura y simple) o, asumiendo las deudas pero sin
que se vea afectado mi patrimonio (a beneficio de inventario).
El concepto de “a beneficio de inventario” significa que me acojo al beneficio de limitar mi
responsabilidad como heredero y además hago un inventario.
Se puede aceptar la herencia de forma tácita. Esta aceptación se da cuando se deduce de la actividad y
actos que realiza el heredero ya que éste es el único que puede realizar estos comportamientos. Por
ejemplo, si en el momento en que la herencia está yacente, ocupan una finca que es propiedad de la
misma, y esta persona interpone una demanda. De manera tácita está aceptando esa herencia, ya que
nadie más podría actuar de esa manera.
Puede ser que en el testamento se identifique a una persona concreta, que se de nombre y apellidos de
la misma. Pero, puede darse el caso en que se haga de forma genérica (por ejemplo, cuando se habla
de parientes). En la ley, hay normas interpretativas para interpretar la voluntad del causante. Estas se
hallan en el Libro IV del CCCat.
Lo que se pretende es hallar la verdadera voluntad del causante sin necesariamente sujetarse al sentido
literal de sus palabras (interpretación subjetiva). Para ello se tiene que tener en cuenta los bienes que
ha dispuesto el causante (criterio objetivo). A raíz de la voluntad del causante y de lo que dice el
CCCat, podremos determinar si es un heredero o si es un legatario. Por ejemplo, si el causante dice
que X el heredero de un bien concreto, no hay más herederos, entonces X pasará a ser heredero y los
demás bienes de la herencia acrecen. Ahora bien, si hubiera más herederos, entonces X pasará a ser
legatario, pues sólo se le ha otorgado un bien concreto.
Diferenciamos entre dos grupos de legado: los legados de eficacia real y los de eficacia obligacional
(art.427-10):
Los primeros se dan cuando el legatario adquiere un bien concreto determinado y propio del causante.
Puede ser un bien o un derecho (real o de crédito) que es titularidad del causante. Ese legado tiene
carácter sucesorio. Si el causante lo que hace es legarle un derecho real que todavía no existe y que se
va a constituir cuando él fallezca, también es un legado de eficacia real. Este legado tiene carácter
sucesorio.
En el segundo caso el causante grava al heredero con una prestación, de hacer o no hacer a favor del
legatario. Nace una relación de acreedor (causante) y deudor (legatario). Este legado no constituye
título sucesorio.
Si hablamos del legatario, éste se convierte en propietario del bien de forma automática. Que la
adquisición provisional que se da de forma automática se convierta en definitiva, puede hacerse de
manera expresa o de forma tácita. Si no repudia el bien (ius delationis), se convertirá en propietario de
forma definitiva.
TEMA 2. FASES DE ADQUISICIÓN DE LA HERENCIA
Adquirir una herencia implica un proceso. El título de heredero sólo se adquiere mediante la
aceptación, regla que proviene del derecho romano. Se hace mediante un acto voluntario por parte del
heredero que es la aceptación. Los efectos de esa aceptación se retrotraen al momento de la muerte del
causante. Es como si no hubiera habido ningún momento en que esas posiciones jurídicas se
encontrasen vacantes, porque todo el tiempo ha habido un titular, es decir, se elimina el concepto de
herencia yacente.
Adquirir una herencia es un proceso que pasa por diversas fases: se inicia con la muerte de la persona
y se acaba con la aceptación del heredero.
Vocación hereditaria
La vocación supone un llamamiento general a todos los posibles legitimados para adquirir la herencia,
a todos aquellos que tienen una expectativa a ser heredero de ese causante, ya sea mediante pacto,
testamento o ley.
Plantea la cuestión de qué condiciones se han de dar en un sujeto para ser designado eficazmente
como heredero y poder suceder al causante. Hay un presupuesto absoluto que se tiene que dar en
todos los casos: la capacidad para suceder en general a una persona (mortis causa), no para suceder a
una persona concreta → tener personalidad jurídica, porque si no, no se pueden adquirir derechos ni
obligaciones. El que no tiene personalidad jurídica, no puede suceder a nadie. ¿Cómo o desde cuándo
se adquiere la personalidad jurídica en nuestro ordenamiento? Con el nacimiento (art.211-1). Además,
se necesitan unos requisitos de capacidad específicos, que tienen que ver con la capacidad para
suceder a ese causante en concreto:
1. Capacidad sucesoria→ no es lo mismo que capacidad para suceder. El llamado como heredero
tiene que existir en el momento de la muerte del causante (412-1.1). Esta capacidad sucesoria
específica que debe tener el llamado se aplica a las tres fuentes de la sucesión: pacto, testamento o ley.
Cuando el llamamiento se hace en testamento o en pacto sucesorio y dentro del pacto sucesorio el
heredamiento, se necesita un requisito adicional que es que la persona llamada no esté afectada de una
prohibición legal (inhabilidad sucesoria).
La capacidad sucesoria del llamado como heredero puede hacer referencia a personas físicas así como
a personas jurídicas. Si el llamado como heredero es una PF, tenemos una regla muy importante del
art. 412-1.1 que dice que en el momento de la apertura de la sucesión ya han nacido o han sido
concebidas (nasciturus) y que además sobrevivan al causante.
Surge un problema: ¿cómo sabemos que en el momento que fallece el causante, ese sujeto estaba ya
concebido? → aplicamos la regla del artículo 235-4 que establece que, una gestación dura 300 días.
De esos 300, los primeros 120 se consideran periodo de concepción y por ende no puede heredar
porque es concepturus. Cabe la posibilidad de que el concepturus se convierta en nasciturus y
adquiera capacidad → HEREDEROS FIDEICOMISARIOS. Cuando el primer heredero coexiste,
aguanta la herencia hasta que llegan a concebirse los fideicomisarios. //Causante → primer heredero
(fiduciario) → segundo heredero (fideicomisario)//
También puede ser que se usen técnicas de reproducción asistida, y haya nacido después de la muerte
del causante. Si a la mujer se le insemina antes del fallecimiento, sí tendrá capacidad sucesoria. En
cambio, si se hace posteriormente a la muerte del causante, se tiene que iniciar como máximo 270 días
después de la muerte del causante si este último ha dado su consentimiento en vida. En este caso,
tendrá capacidad sucesoria (235-8.2).
El heredero o llamado como heredero tiene que sobrevivir al causante: se excluye la premoriencia y la
conmoriencia (los dos fallecen en un hecho único, en teoría a la vez). Uno debe sobrevivir al otro
como mínimo 72hs.
La inhabilidad sucesoria → sucede que el llamado como heredero tiene capacidad para suceder pero
está afectado de una prohibición especial para suceder a ese causante concreto, debido a la posible
relación que haya tenido con el causante. Esa persona es inhábil para suceder a ese causante.
El artículo 412-5 hace un listado de aquellos que son inhábiles por haber tenido una relación especial
con él: notario, testigos, intérprete, personas que le asisten en la enfermedad, etc. La razón o el
fundamento de la norma es proteger la voluntad del causante. Pero hay una excepción → que el
causante sea una persona dependiente y haya sido cuidada por alguien. Esos cuidadores pueden ser
instituidos como herederos en un testamento abierto o en pacto sucesorio. Hay un tercero, el notario,
que puede verificar que el tercero no ha podido interferir en la voluntad del causante y que es una
voluntad libre.
Si se designa a un inhábil, esa designación es ineficaz.
Para que una PJ tenga capacidad sucesoria es necesario que esté constituida legalmente en el
momento de la apertura de la sucesión. Cuando el causante muere, esa persona jurídica ya existe.
Cabe la posibilidad de que el propio causante ordene en el testamento que se constituya una fundación
y que los bienes de la herencia vayan destinados a esa fundación. Tenemos que esperar a que se
constituya válidamente para que acepte la herencia y de esta forma, se retrotraigan los efectos y sea la
heredera.
2. Dignidad sucesoria → es una dignidad del llamado a la herencia como heredero respecto del
causante. La indignidad sucesoria se encuentra recogida en los artículos 412-3 a 412-8. Supone una
sanción de carácter civil que se le impone al designado como heredero porque ha llevado a cabo toda
una serie de conductas en relación con el causante o sus familiares que son especialmente graves u
ofensivas, y la mayoría de esos comportamientos se califican como ilícito penal. Para que una persona
sea declarada indigna, es necesario que exista declaración judicial.
La causa de indignidad se puede perdonar por el causante, algo muy habitual en la práctica. Si
se da el perdón, ya no se considerará indigna a esa persona. Ese perdón funciona de dos
formas:
- Rehabilitar al indigno: hablamos de rehabilitación cuando el causante conoce que
existe esa causa de indignidad y aún así otorga testamento a su favor. Esto implica un
perdón tácito.
- Remisión de la indignidad: el causante conoce la causa de indignidad y se ha
reconciliado con el indigno, lo ha perdonado en vida. Si el indigno no es rehabilitado,
esa designación como heredero es ineficaz (si hay declaración judicial o si el indigno
reconoce la causa).
La acción de indignidad tiene un plazo de caducidad de 4 años, desde que el legitimado activo tiene el
conocimiento de la causa.
Si el heredero es declarado indigno a posteriori, tendrá que devolver los bienes de la herencia y si no,
pasará a ser considerado poseedor de mala fe.
La indignidad sucesoria es personalísima, sólo afecta a ese llamado a ser heredero, no a sus
descendientes. Cuando se le declara judicialmente indigno o cuando él mismo reconoce su causa de
indignidad, esa disposición o llamamiento será ineficaz. Tendremos que pasar al siguiente
llamamiento, es decir, considerar a otro posible heredero.
Una herencia se puede ofrecer más de una vez a una misma persona. Por ejemplo, una persona
instituye a su hijo heredero en testamento y el hijo repudia. No hay nadie más, así que se abre la
sucesión intestada. El primer llamado vuelve a ser el hijo, pero esta vez por ley. ¿Si ha repudiado la
primera, puede aceptar las segunda? En el derecho español, no . En el derecho catalán (461-11), sí. Se
le permite que la acepte pero tiene que asumir todo el contenido del testamento, que se convierte en
codicilo.
En el caso de que no haya testamento y vayamos directamente a la ley, si se repudia la legal y luego
aparece testamento donde se le llama como heredero, tanto el CC como el CCCat dan una segunda
oportunidad para que el llamado como heredero pueda aceptar la testada. Esto solo en caso de que se
desconociera la existencia de este testamento. Si lo conocía, se consideran repudiadas las dos, tanto la
legal como la testada y se queda sin nada.
El testamento
Un testamento es un negocio jurídico de última voluntad en virtud del cual una persona ordena el
destino que le va a dar a sus relaciones jurídicas para después de su muerte. Hay que tener en cuenta
que esas relaciones jurídicas subsistan a la muerte de la persona, es decir, que no sean personalísimas.
La forma de organizar en Cataluña es hacer testamento y nombrar varios herederos. Como mínimo
deberá haber un heredero universal.
La cláusula testamentaria donde el testador nombra un heredero se conoce como institución de
heredero (es imprescindible que haya como mínimo uno).
Cabe la posibilidad de que el testador no instituya heredero y el testamento siga siendo válido. Por
ejemplo, si nombra un albacea universal. Puede nombrar un albacea y no distribuir la herencia en
legados. Lo que hace el albacea es liquidarla (pagar deudas, etc) y posteriormente darle el destino
solicitado por el testador a la parte que haya sobrado.
También puede ser que sea un testamento meramente revocatorio, que dice que revoca los anteriores.
1. Es un negocio por causa de muerte (421-2). Los negocios jurídicos mortis causa que se
regulan en el libro IV son el testamento, el codicilo y las memorias testamentarias.
Por otro lado, existen negocios jurídicos antes de la muerte del causante. El pacto sucesorio se celebra
inter vivos, aunque la mayoría de efectos se darán después de la muerte de la persona. La donación
mortis causa la regula el libro IV también pero es también un negocio inter vivos, que tiene una
eficacia que se pospone al momento posterior al fallecimiento del causante.
2. El testamento lo otorga individualmente la persona: existe una forma concreta para llevarlo a
cabo (ad solemnitatem). El código establece una tipología de testamentos y no cabe ninguno
más. No hay libertad de forma, sólo caben dos tipos:
- Testamento notarial abierto o cerrado
- Testamento ológrafo
2. Disposiciones sucesorias sin carácter patrimonial: todas las que tienen que ver con los restos
mortales del testador, el funeral, etc. Se suman a ellas las que versen sobre el nombramiento
de personas a las que se les atribuyen una serie de facultades para que intervengan en la
sucesión.
Tipos de testamento
Si existe fedatario público el testamento es notarial, de lo contrario, será ológrafo.
1. Notarial abierto: se hace pública la voluntad del testador. Es el 90% de los testamentos en la
práctica. El otorgante va al notario, le explica lo que quiere hacer con sus bienes, pide
asesoramiento, redacta el notario el testamento, se lo lee al testador o lo hace él mismo y se
firma. El notario debe comprobar la capacidad del testador. En principio no es necesaria la
presencia de testigos, salvo que haya dificultades de firmar, que entonces se añadiría la
medida de apoyo.
2. Notarial cerrado: no se hace pública su voluntad. Muy pocas veces se otorga. Hay que
diferenciar dos fases: la privada, que es cuando el testador escribe el testamento u otro en su
nombre (si se hace en un soporte electrónico debe firmarse con firma digital reconocida). Una
vez hecho esto, se mete en un sobre y se lleva al notario. Aquí empieza la fase pública. El
notario no sabe lo que hay dentro del sobre, solo hace una diligencia, levanta acta diciendo
que ese sobre contiene el testamento de esa persona y firma. Se guarda en la notaría. Una vez
haya muerto el testador, si aparece algún interesado, se insta a la apertura del testamento y el
notario procede.
El testamento ológrafo es el único que se entrega sin presencia de fedatario público. Se redacta y se
firma un documento por el propio testador. Sólo podrán otorgarlo mayores de edad o menores
emancipados.
- Tiene que estar por escrito de su puño y letra, da igual el soporte
- Debe constar la fecha y el lugar del otorgamiento. Si falta la fecha, esto determina la nulidad
del testamento.
- Firmado por el testador. Si falta la firma, el código presume que el testador lo ha querido
revocar, salvo que pueda demostrarse lo contrario.
- No es necesario que conste la hora, a diferencia del testamento abierto notarial y el cerrado.
- Si el testador tacha alguna palabra o enmienda, tendrá que salvarlas.
Hay que comprobar que ese documento contenga realmente la voluntad testamentaria → adveración.
La adveración la lleva a cabo el notario, con la finalidad de conservarlo y expedir las copias
necesarias. El plazo de caducidad para llevar el testamento ológrafo al notario es de 4 años, desde el
momento en que fallece el causante.
Una vez se ha autenticado, entonces, se puede confirmar y comprobar notarialmente que el documento
reúne los requisitos para ser el testamento de la persona y por tanto, se retrotraen los efectos al
momento de la muerte del causante y se abre la sucesión.
Si caduca el testamento a los 4 años o un testamento es nulo, no se abre automáticamente la sucesión
intestada, sino que hay que ver si hay testamentos anteriores que se puedan revivir.
Es un negocio mortis causa donde se expresa la última voluntad de una persona referida a
disposiciones o atribuciones a título particular. No cabe otorgar atribución a título universal
(heredero), legados, beneficiarios.
Tiene la misma tipología y los mismos requisitos formales que el testamento.
Tiene un contenido mucho más limitado que testamento y codicilo. Tiene como finalidad principal
complementar un testamento.
Es un negocio jurídico que hará siempre referencia a un testamento. Tendrá que hacerse por escrito,
firmado por el causante en todas sus hojas. De forma excepcional, podrá firmarse con firma
electrónica.
Debe hacer referencia al testamento anterior al que complementa.
Son disposiciones relacionadas con objetos personales, ajuar doméstico, joyas o cantidades dinerarias
que no pueden exceder del 10% del caudal relicto.
El objeto de la interpretación es la voluntad testamentaria, la voluntad del testador, que suele ser una
voluntad escrita. La voluntad puede ser expresada por el testador, por un notario o por una tercera
persona (p.ej, en testamento cerrado, el causante puede encargar a un tercero que lo haga). El autor del
testamento pueden ser diferentes personas. Esto puede llevar a problemas de interpretación. Lo que
tenemos que averiguar es cuál es la voluntad del causante.
El intérprete suele ser un juez, ya que estos problemas suelen darse en el núcleo de un proceso
judicial. Un albacea universal también tiene facultades para interpretar la voluntad testamentaria,
ejecutarla y darle el destino que corresponde. El intérprete va a fundamentar su labor interpretadora en
3 principios:
- Averiguar la verdadera voluntad del causante sobre todo si constata que quien redactó el
documento no plasmó la verdadera voluntad (421-6.1)
- La interpretación que haga debe perseguir la eficacia de las cláusulas testamentarias (favor
testamenti) (421-6.2). Buscar la interpretación que mantenga la eficacia del negocio jurídico
siempre de acuerdo con la voluntad del causante
- Cuando se ha impuesto una carga o un gravamen al favorecido por el negocio jurídico, en
caso de duda, siempre se interpreta restrictivamente la carga.
Criterios interpretativos:
1. Criterio literal → si la redacción no ofrece ninguna duda, nos ceñimos al sentido literal de
las palabras. Se conoce con la expresión latina in claris non fit interpretatio.
2. Criterio sistemático → las cláusulas testamentarias no deben interpretarse aisladamente sino
que tienen que ponerse en relación las unas con las otras para hallar la voluntad del causante y
que de esta manera tengan el máximo de eficacia. Si tenemos distintos documentos,
tendremos en cuenta todos ellos, con la única finalidad de hacer valer la voluntad del causante
en su máxima expresión.
El libro IV dice que si existiese contradicción entre dos cláusulas testamentarias, eso provoca la
ineficacia de ambas. Puede ser que la interpretación de una cláusula sea extremadamente difícil y en
ese caso, se tiene por no puesta.
Hay que hacer una distinción fundamental entre la ineficacia del negocio jurídico y la ineficacia de
alguna disposición.
Se contemplan como causas de ineficacia del negocio jurídico:
Puede ser que se produzca la nulidad de alguna disposición de ese negocio jurídico. Se puede llegar a
declarar la nulidad de esa parte sin que afecte a las otras. Es una nulidad PARCIAL, a diferencia de la
anterior que es TOTAL.
Las consecuencias de la nulidad → si es nulo un testamento, esa sucesión se puede regir por un
testamento anterior que sea válido. Si no hay testamento anterior válido, entonces se abre la sucesión
intestada. Todos los codicilos y memorias basados en un testamento, caen con él, salvo que puedan ser
compatibles con el testamento anterior válido o si la ley establece que debe mantenerse la validez.
En un testamento que concurre una causa de nulidad, puede convertirse en válido → conversión del
testamento nulo: persigue que la voluntad testamentaria sea eficaz.
Puede darse la convalidación de un testamento nulo → cuando las personas legitimadas para ejercer
la acción de nulidad, que conocen la causa de nulidad, a pesar de eso, admiten la validez de ese
negocio jurídico (testamento, codicilo o memoria) o no ejercitan la acción en el plazo o renuncian a
ejercitarla. El legislador entiende que quieren que sea válida la voluntad testamentaria.
2. La revocación: concepto, clases y efectos. Revocación material del testamento ológrafo.
Disposiciones incompatibles.
La revocación de un negocio jurídico mortis causa puede ser total o parcial. Para revocar totalmente
un testamento, se debe otorgar uno nuevo y revoco el anterior. Si no quiero otorgar otro testamento,
puedo otorgar pacto sucesorio y de esta forma se revoca el testamento anterior.
Un codicilo o una memoria testamentaria sólo pueden revocar parte del contenido del testamento, no
el testamento mismo. Puede ser que un testamento posterior revoque únicamente una parte del
anterior.
El presupuesto para que un testamento posterior revoque al anterior es que el posterior sea válido, es
decir, que reúna los requisitos que establece la ley. Si no los cumple, no tendrá efecto revocatorio del
anterior.
La revocación puede ser expresa porque el propio causante o el notario establece, en el propio
testamento nuevo, una cláusula revocatoria de todos los NJ anteriores. El artículo 422-9.5 admite el
testamento meramente revocatorio.
Si no existe voluntad expresa, puede existir una voluntad tácita de revocación. Aquí entramos en la
interpretación. Hay que tener en cuenta la cronología, la incompatibilidad de cláusulas, por ejemplo,
que las cláusulas del testamento posterior no coincidan con las del anterior, de esta forma, se revoca el
anterior.
La incompatibilidad también se aplica, de igual manera, para memorias y codicilos.
La institución de heredero, los legados y las demás disposiciones que se hayan ordenado a favor del
cónyuge del causante devienen ineficaces si, después de haber sido otorgados, los cónyuges se
separan de hecho o legalmente, o se divorcian, o el matrimonio es declarado nulo, así como si en el
momento de la muerte hay pendiente una demanda de separación, divorcio o nulidad matrimonial,
salvo reconciliación.
Las disposiciones a favor del conviviente en pareja estable devienen ineficaces si, después de haber
sido otorgadas, los convivientes se separan de hecho, salvo que reanuden su convivencia, o se
extingue la unión por una causa que no sea la defunción de uno de los miembros de la pareja o el
matrimonio entre ambos.
Las disposiciones a favor del cónyuge o del conviviente en pareja estable mantienen la eficacia si del
contexto del testamento, el codicilo o la memoria testamentaria resulta que el testador las habría
ordenado incluso en los casos mencionados en los dos párrafos anteriores. El presente artículo
también se aplica a los parientes que solo lo sean del cónyuge o conviviente, en línea directa o en
línea colateral dentro del cuarto grado, tanto por consanguinidad como por afinidad.
TEMA 4. LA INSTITUCIÓN DE HEREDERO
En el derecho catalán admite que un tercero amplíe la voluntad del causante, designando heredero un
grupo de personas.
Normas de interpretación de la voluntad (423-7 y -8), mayormente para cuando el causante hace
una designación genérica. Por ejemplo, cuando dice que sean herederos mis hijos: se entiende que se
refiere a todos los descendientes del orden intestado.
FINALIDAD COMO HEREDERO → El causante puede destinar la herencia o una cuota de ella a
una finalidad pública o privada. Por ejemplo, destinarla a la beneficencia. Para ello normalmente se
instituye albacea para destinar esos bienes. Si no hay albacea hay que seguir el proceso del art. 428-3
→ transformar los bienes en dinero y se destina la mitad de ese dinero a la confesión religiosa a la que
pertenecía el causante y la otra mitad a la Generalitat, que lo destinará a finalidades asistenciales.
Lo normal es que se utilice la palabra heredero para señalar las personas designadas como tal, pero no
es imprescindible, es suficiente que de las palabras que emplea el causante haya una voluntad clara e
indubitada para instituir heredero a alguien concreto, por el principio de voluntad del testador.
Voluntad de querer incluir a los no excluidos de los llamados en la intestato. Pueden, por tanto, excluir
de la sucesión en el testamento a determinadas personas que están llamadas a suceder al causante en la
sucesión intestada, y así dejar claro que los llamados no excluidos serán herederos.
Principio nemo pro parte → obligando al causante a destinar todos los bienes y disponer sobre ellos,
pq si no procede el acrecimiento de los coherederos.
Heredero instituido en cosa cierta (se le asigna bien concreto) → se le considera prelegatario del
objeto (como si fuera legado) y heredero de los demás bienes.
Heredero instituido en derecho de usufructo de herencia pero no se nombre heredero sobre la nuda
propiedad → se entiende que se establece sustitución fideicomisaria a favor de los herederos
intestados al extinguirse el usufructo. Usufructuario será heredero fiduciario y fideicomisario será el
heredero según el orden sucesorio intestado.
Principio “semel heres semper heres” (423-12) → quién es heredero lo es para siempre.
No hay condiciones ni términos resolutorios. Salvo en sustitución fideicomisaria.
En el derecho catalán el término incierto (ocurrirá pero no se sabe cuándo). La muerte de la persona
cuando se establece en una institución no se contempla como término, sino como condición. Por tanto,
una institución de heredero ordenada para después de la muerte de una persona se ha hecho bajo la
condición de que esa persona sobreviva (423-13.2).
Sí se puede poner condición suspensiva en la institución de heredero. Esto impide que se produzca la
delación de la herencia hasta que se haya cumplido ese hecho o acontecimiento puesto como
condición. Mientras se espera al cumplimiento del acontecimiento (porque hay vocación pero no
delación). Sin embargo, la situación de yacencia de la herencia puede llevar al heredero a solicitar la
posesión y administración de la herencia mientras tanto.
Las condiciones, para que sean válidas, tienen que tener unos mínimos, ser un hecho posible y lícito.
Si no es válida la condición se entenderá por no puesta. Salvo que de la voluntad del causante se
desprenda que el cumplimiento de esa condición ilícita era imprescindible para ser heredero, por lo
que quedará anulada la institución de heredero vinculada a la condición.
- Condición captatoria (requisito para ser heredero es que nombres o no a alguien concreto
heredero tuyo) contra voluntad de testar de la institución de heredero (son nulas). Otra que se
tiene como no puesta es la que prohíbe impugnar el testamento.
El modo sucesorio
Si el testador quiere vincular la adquisición de la herencia o legado al cumplimiento del modo, será
una condición suspensiva. En caso de duda, se aplica favor debitoris, interpretando que favorezca al
gravado, es decir, el modo. El modo siempre grava atribuciones gratuitas, testamento o donación.
Las personas que pueden exigir el cumplimiento del modo, según lo dispuesto en el artículo 428-2
CCC son la albacea, el heredero, el legatario, … El favorecido por el modo no puede exigirlo, no es
sujeto legitimado.
El CCCat permite que el gravado cumpla el modo por equivalente, conmutación (pasarlo a dinero).
Para convertir el modo se necesita autorización judicial.
La prohibición de disponer se regula dentro del modo. Puede ser que el causante prohíba disponer de
la herencia a la institución de heredero pq vaya a destinarse a otra persona, es como una sustitución
fideicomisaria. La prohibición de disponer será de carácter temporal, no puede durar más que la vida
de esa persona ni más de 30 años.
No entra en examen:
Institución de heredero en la que participa 3ra persona complementando la voluntad del causante.
Disposiciones fiduciarias → 2 tipos:
- 1er grupo → dentro de un grupo, el fiduciario (tercero) elige quien instituir como heredero.
Designación de heredero por fiduciario (art. 424-1 a 10). Puede que sea el cónyuge o pareja estable
quien elija heredero entre los hijos comunes o bien cuando lo eligen 2 parientes próximos al causante
(cada uno de una línea, paterna y materna).
- Tercero al que se le confía la voluntad de instituir heredero a una persona. Declaración de ciencia.
Herencia o legado de confianza art. 424-11 a 15. Se le pide que reserve en secreto quien es heredero y
le atribuya los bienes.
ALBACEA:
Persona que se encarga de ejecutar todas (albacea universal) o parte de las disposiciones
testamentarias (albacea particular) que el causante dispone para ello. Ocupa un lugar secundario en la
sucesión, es el heredero, el ejecutor natural de las disposiciones del causante.
El cargo de albacea implica que sea voluntario. De forma expresa o tácita. La voluntad puede retirarse
en pocas ocasiones. Es un cargo personalísimo y temporal por lo establecido por el causante o un año
en su defecto y con un plazo máximo de 30 años. El cargo también es retribuido, en un porcentaje del
activo líquido de la herencia (un 5% albacea universal y un 2% para el particular).
TEMA 8. LA SUCESIÓN INTESTADA
La sucesión intestada o abintestato es la sucesión que se defiere por ley. Cuando los sucesores que han
sido nombrados en testamento o, no hay testamento, la ley es la que ordena la sucesión. Así como
establece el CCCat en su artículo 441-1 “la sucesión intestada se abre cuando una persona muere sin
dejar heredero testamentario o en heredamiento, o cuando el nombrado o nombrados no llegan a
serlo.
La ley dice quienes serán los sucesores y en qué orden serán llamados.
El título sucesorio: a excepción del usufructo vidual abintestato, es siempre sucesión universal a título
de heredero.
Normalmente se da la sucesión abintestato cuando las personas no prevén que van a fallecer y de esta
forma, lo hagan sin haber nombrado a nadie.
Art. 411.3.2 CCCat → la sucesión intestada sólo puede tener lugar en defecto de heredero instituido y
es incompatible con el heredamiento y con la sucesión testada universal.
La finalidad que tiene la ley en estos casos no es otra que evitar que el causante fallezca sin heredero,
lo que supondría la infracción del principio sucesorio básico del derecho civil catalan cual es la
necesidad de la institución de heredero.
La sucesión intestada es subsidiaria de la voluntaria, pues aquélla sólo se abre en defecto de esta.
La sucesión intestada no se abre sino cuando no hay heredero instituido voluntariamente, sea
testamento o pacto sucesorio:
- Puede deberse a que no se han otorgado
- Que el testamento resulte nulo o ineficaz
- Que el instituido heredero no ha querido o no ha podido ser heredero, sin que operen ni la
sustitución vulgar ni el ius transmisionis.
En la sucesión intestada, la vocación se efectúa a favor de unos determinados parientes y del cónyuge
o conviviente de hecho.
Este parentesco es por consanguinidad y por adopción.
En último término ante la ausencia de parientes contemplados por la ley y del cónyuge o conviviente
de hecho, la necesidad de que la persona tenga un sucesor universal provoca la sucesión por la
Generalitat de Cataluña.
Regla general: todos los parientes no suceden simultáneamente. La ley establece unas preferencias
entre ellos o unos órdenes sucesorios determinados por la proximidad del parentesco con el causante.
- El llamado de grado más próximo excluye a los demás, salvo casos en los que procede el
derecho de representación
- Si faltan parientes más cercanos la herencia se defiere a los restantes parientes de grado en
grado y si no, la Generalitat.
El derecho de acrecer se produce con preferencia entre los miembros de una misma estirpe.
2. El cónyuge y el conviviente de hecho
En defecto de hijos y descendientes sucede el cónyuge superviviente o pareja estable. El legislador
catalán trata por igual a los convivientes con independencia de su orientación sexual y además les
otorga los mismos derechos intestados.
La sucesión del cónyuge se supedita al mantenimiento de la convivencia entre la pareja al tiempo del
fallecimiento del causante:
- No tiene derecho a suceder si en el momento de la apertura de la sucesión estaba separado del
mismo judicialmente o de hecho o si estaba pendiente una demanda de divorcio, etc.
- Sucede lo mismo con la pareja de hecho.
El cónyuge viudo o conviviente también deviene heredero ab intestato si todos los hijos de consuno
renuncian a la herencia. Para ello se requiere:
- Que todos los hijos del causante repudien la herencia
- Que lo hagan en vida del cónyuge viudo o del conviviente sobreviviente
- Que el cónyuge viudo o el conviviente sobreviviente sea el progenitor de todos ellos
De conformidad con lo que establece el artículo 442-5 del CCCat “el cónyuge viudo o el conviviente
en pareja estable superviviente puede optar por conmutar el usufructo universal por la atribución de
una cuarta parte alícuota de la herencia y, además, el usufructo de la vivienda conyugal o familiar”
3. Ascendientes
En defecto de hijos y descendientes y de cónyuge o conviviente, la herencia se difiere a los
progenitores a partes iguales. Si solo sobrevive uno de los dos, la delación se extiende a toda la
herencia (uno de los ascendientes se queda con todo).
Si el causante se muere sin hijos, sin descendientes, sin cónyuge o conviviente y sin progenitores, la
herencia se difiere a los ascendientes de grado más próximo pero con la peculiaridad de que si existen
dos líneas de parientes del mismo grado (abuelos maternos-paternos) la herencia se divide por líneas y
dentro de cada línea por cabezas.
El hijo es el causante y tiene a sus dos padres muertos. Tampoco tiene hijos pero sí tiene ascendientes
que sobreviven. Tiene a sus dos abuelos por parte de madre y a sus dos abuelos por parte de padre. De
esta forma, el 100% de su herencia se divide en 2, que sería un 50% para cada línea y dentro de esta
línea, dividimos entre dos cabezas. En este caso, cada abuelo recibiría un 25% de la herencia.
4. Los colaterales
Si no son herederos ni los descendientes, ni el cónyuge o conviviente ni los ascendientes, la herencia
se difiere a los parientes colaterales hasta el 4º grado.
La preferencia de grado en línea colateral es a favor de los hermanos y de los sobrinos, tanto si estos
suceden por derecho de representación o si lo hacen por derecho propio (a falta de hermanos).
Los hermanos por derecho propio y los hijos de hermanos por derecho de representación suceden al
causante con preferencia sobre los demás colaterales.
Si concurren a la herencia hermanos e hijos de hermanos y éstos son llamados por derecho de
representación, pueden darse dos situaciones:
- Si existe una sola estirpe de sobrinos → estos perciben por cabezas lo que corresponde a la
estirpe.
- Si existen dos o más estirpes de sobrinos → se acumulan las partes que correspondan a las
estirpes llamadas y todos los sobrinos que las integran suceden en el conjunto por cabezas.
Las cuotas correspondientes a las estirpes se dividen por cabezas, o sea, a partes iguales, entre todos
los sobrinos que las componen, sin tener en cuenta el número de integrantes de cada estirpe. Dentro de
las estirpes, que son llamadas por derecho de representación, puede frustrarse la delación a un sobrino
(art. 442-10.3 CCC).
Si alguno de los sobrinos no puede o no quiere ser heredero, opera el acrecimiento a favor de los
restantes sobrinos por partes iguales (tanto de los de la estirpe como el resto).
Si el sobrino que provoca la vacante es único en su estirpe o si se frustra la delación a favor de toda
una estirpe de sobrinos, la cuota de la estirpe se reparte entre los hermanos vivos y la estirpe o estirpes
de sobrinos que queden, proporcionalmente.
Ejemplo → el causante de la herencia es uno de los hermanos. No tiene hijos y sus padres están
muertos. Tiene 3 hermanos, A, B y C. A está vivo y no tiene hijos, B tiene un hijo y ha premuerto, y C
ha premuerto también con 5 hijos.
En el caso de que sólo hubiera una estirpe de sobrinos, el hijo único de B que ha muerto, este va a
recibir la misma cuota que los hermanos vivos del causante. Si la herencia era de 900 euros, A y C
recibirán 300 euros y B1 (hijo de B), otros 300.
En el caso, son dos las estirpes de sobrinos, B1 y C1,2,3,4,5, según el CCCat lo que corresponde a
cada estirpe se acumula, es decir, los 300 de B y C se acumulan, por ende, 600 y se dividen entre el
total de cabezas, que en este caso son 6 sobrinos. Cada uno de ellos recibiría 100 y el hermano vivo,
los 300 que le corresponden.
En defecto de hermanos, suceden los sobrinos, por derecho propio y por cabezas.
Si no existen hermanos, ni hijos de hermanos, la herencia se difiere a los demás parientes de grado
más próximo en línea colateral dentro del 4º grado por cabezas sin derecho de representación ni
distinción de líneas:
- Primero los tíos (tercer grado)
- A falta de tíos, los primos, los hermanos del abuelo del causante y los hijos de los nietos
(todos 4º grado)
En virtud del derecho de representación cuando una persona no llega a ser heredero intestado porque
ha premuerto al causante, su parte no acrece a los demás sucesores del mismo grado sino que son
llamados sus descendientes.
- La Ley coloca a los descendientes del sucesor premuerto en el lugar que le correspondería a
éste: “por derecho de representación los descendientes de una persona premuerta declarada
ausente o indigna son llamados a ocupar su lugar en la sucesión intestada”.
Si solo uno o alguno de los llamados no llegan a ser herederos, la cuota hereditaria que les habría
correspondido acrece la de los demás parientes del mismo grado, salvo derecho de representación, si
es de aplicación.
Por ejemplo, los biznietos pueden ocupar el lugar del abuelo premuerto en la sucesión del bisabuelo si
nieto y padre han muerto. Si no existen descendientes o estos no quieren ni pueden heredar, la
herencia se difiere al siguiente orden configurado por el cónyuge o el conviviente.
Si es de aplicación el derecho de representación entre descendientes la herencia se divide por ramas o
estirpes y no por cabezas, los representantes de cada rama se reparten a partes iguales la porción que
le habría correspondido a su representado.
- En línea colateral → el derecho de representación no se extiende más allá de los hijos del
hermano, de los sobrinos y, cuando concurran con sus tíos (hermanos del causante) pues si
sólo hay sobrinos, estos suceden al causante por derecho propio y por cabezas.
Esta sucesión por estirpes recibe una modulación en la sucesión de colaterales, (442-10.2 CCC) nada
ocurre si sucede una única estirpe de sobrinos, pero si concurren dos o más se fusionan las estirpes y
todos los sobrinos sucesores, con independencia del número de integrantes de cada estirpe, suceden
por cabezas.
La representación sucesoria opera en caso de premoriencia, ausencia e indignidad del llamado, pero
no cuando éste repudia la herencia.
Como novedad: si todos los descendientes de primer grado repudian a la vez y son hijos del viudo o
viuda activan el desplazamiento de la herencia hacia el cónyuge, padre o madre que haya quedado
viudo.
No solo opera el derecho de representación a favor de los descendientes del siguiente grado sino que
la herencia ya no se difiere en línea descendente, aunque existan nietos del causante, pasa a ser del
cónyuge sobreviviente del causante.
Como regla general se pierden los derechos sucesorios con la familia de origen salvo dos excepciones
(442-2 a -4)
1. Caso de la adopción del hijo del consorte o conviviente (443-2 CCC):
El adoptado adquiere derechos sucesorios respecto del nuevo padre o madre adoptivos sin perder los
que ya tenía con quien sigue siendo con plenos efectos jurídicos su progenitor por naturaleza.
Sí pierde sin embargo los derechos sucesorios con la familia del otro progenitor sustituido por el
cónyuge o conviviente, salvo los existentes entre los hijos adoptivos y los ascendientes de dicho
progenitor sustituido.
2. La adopción que se produce dentro de la familia hasta el cuarto grado (443-3 CCC):
Se mantienen los derechos sucesorios ab intestato entre el adoptado y sus ascendientes de la rama
familiar en que no se ha producido la adopción, con las particularidades siguientes:
- En la sucesión del adoptado y en la de sus descendientes dichos ascendientes de origen sólo
suceden si no existen ascendientes de los padres adoptivos.
- En la sucesión de los ascendientes de origen , los hijos adoptados por un pariente de la otra
rama familiar sólo suceden si no existen hijos o descendientes del causante que no hayan sido
adoptados por otra persona.
Posibles situaciones:
A) Manuel tío de David (hermano de su padre Paco) adopta a David. Si David fallece sin
descendientes, en su sucesión sería primero Manuel y sólo los ascendientes de origen (su abuela
Teresa) si falta Manuel.
B) En la sucesión de Teresa abuela de origen sólo será Abel heredero (en representación de su padre)
y su tío Manuel (por derecho propio).
En los casos vistos anteriormente los hermanos por naturaleza conservan el derecho a sucederse
recíprocamente ab intestato, aunque hayan sido adoptados por familias distintas y legalmente ya no
sean hermanos (443-4 CCC).
De conformidad con el artículo 443-5 CCC:
- Los derechos sucesorios de estos casos quedan excluidos si se acredita que el causante y el
sucesor no han mantenido trato familiar.
- Los derechos sucesorios respecto a la familia de origen están supeditados a la condición de
trato familiar entre los afectados por la sucesión.
La Generalidad actúa como liquidadora y debe destinar los bienes heredados o su producto a
establecimientos de asistencia social o a instituciones de cultura preferentemente del último domicilio
o residencia habitual del causante en Cataluña.
Ejemplo:
Carlos huérfano de padre, heredó a los 10 años de su abuelo Tomás una finca, al año siguiente fallece:
la finca la hereda con preferencia su bisabuelo padre de su abuelo antes que su madre Antonia.
Antonia madre de Carlos será heredera de los bienes no troncales de Carlos y tendrá derecho a la
legítima materna sobre los bienes troncales (cuarta parte del valor de la finca).