¿Qué es un problema moral?

Hemos visto que lo moral y la corrección en el

comportamiento pueden hacerse desde varios
posicionamientos, entre ellos éstos: intuición, religión,
fundamentalismo, leyes y normas, costumbres, capricho,
superstición y otros. También desde diversas
concepciones éticas. Ahora bien, la racionalidad, no
siendo el único enfoque, frente a los demás ofrece
algunas características muy valiosas para entender lo
moral que es inherente a los proyectos o las acciones
biomédicas. Esto es así porque frente al problema moral
la razón nos conduce a escuchar, dialogar y rechazar la
intolerancia, la desidia y el autoritarismo.
Emprenderemos nuestro estudio de una lógica
(racionalidad) para estudiar y generar propuestas ante los
problemas morales y éticos. Empecemos: ¿qué es un
problema moral y cómo podemos explicarlo?

Qué es y cómo plantear un problema moral

Presentación. Normalmente todas las personas tenemos una idea de qué está bien y
qué está mal, en general. Sin embargo, abundan los ejemplos de situaciones en que
encontramos dificultades para tomar decisiones morales en el sentido de optar por lo
que creemos que es lo mejor para mí y un “nosotros” como familia, grupo,
institución o nación. Para decidir qué hacer debemos reconocer qué es más
importante, si comprar un inmueble para la familia (por bienestar o seguridad) o
hacer un depósito a nuestro ahorro (previsión por contingencias futuras); comprar
para el hospital un lote de medicinas (desarrollo de la medicina) o adquirir equipo
quirúrgico (desarrollo de la cirugía); intervenir ante un colega sobre un problema en
que él o ella tiene que ver; aceptar o no una donación o un regalo de un proveedor de
medicinas; intervenir o no ante un superior que comete abuso autoritario.
Ante tales problemas, es necesario hacer una estimación sobre lo que es más o
menos adecuado, más o menos correcto. Aunque a veces lo único que podemos
hacer, puesto que no hay otra posibilidad de elección, es optar por acciones que en
cualquier caso provocarán consecuencias indeseables. Estos últimos son los casos
más difíciles. Y así las cosas van caminando o se entorpecen con nuestras decisiones
tomadas en muchos casos sólo intuitivamente.
No obstante, con un pensamiento un poco más reflexivo, es posible analizar la
situación problemática desde el punto de vista ético y tomar decisiones basadas en
sólidos argumentos. Una manera deseable y razonable de hacer esto es siguiendo la
lógica de la ciencia de plantear claramente el problema moral para que mediante la
argumentación podamos llegar a conclusiones y recomendaciones. Cómo hacerlo es
el propósito de este texto.
Problemas Morales. Un problema moral es un conflicto entre dos o más posiciones
morales incompatibles y sus respectivos valores en un caso particular. No es la
pregunta de qué hacer, sino la de cuáles son los intereses o valores (o amenazas
sentidas, o necesidades o principios o aspiraciones o ideales u opciones de
superación) que se encuentran en conflicto en la situación real o ficticia, para uno o
más sujetos. Una vez que hemos comprendido el problema moral, ya tenemos un
primer paso para resolverlo en la práctica con razones y argumentos. O sea que un
planteamiento inteligente del problema moral nos ayudará a definir las acciones
necesarias para el caso específico. En lo dicho también queda claro por qué es
preferible el término “problema” ante el de “dilema”. Queda claro también que
cuando sólo nos preguntamos qué hacer y decidimos tomar una acción sin ninguna
reflexión ética hemos dejado de considerar la inherente moralidad del caso.

Al resolver el problema moral nos apoyamos en la ética para tomar decisiones y

tomar acciones en una situación real y particular. Esto no significa que podamos
decir a los demás en general qué es bueno, mejor o peor. Ésa sería una actitud
pretenciosa. No se trata de llegar a una recomendación aplicable para todos los
casos. La solución es aplicable sólo para el caso particular planteado. En otras
palabras, el análisis cuidadoso de los aspectos morales de un caso, y resolverlo, nos
ayuda a explicar los elementos morales implicados de la situación en particular.
Cómo plantear el problema moral del caso particular. Una manera sencilla de
exponer un problema moral es distinguir cuál (o cuáles, en plural) es el conflicto. Si
hay conflicto, ¿cuáles son los elementos que están en oposición o contradicción?
Para ello nos ayuda el concepto de que los problemas morales son
incompatibilidades o contradicciones entre los valores que sostienen los sujetos de
una situación particular. Los problemas morales son conflictos de intereses y
aspiraciones (expresiones de los principios y valores) que están en juego.
De lo anterior comprendemos que es indispensable plantear qué valores son los que
están en pugna y, en la situación particular, decir cuál o cuáles de los valores son los
que deben prevalecer por la vía de los procedimientos más aceptables éticamente
para procurar los resultados más dignos y justos. La deliberación se completa con el
análisis de las posibles consecuencias que habrá si reconocemos por un lado que el
más importante es tal valor o tal otro.
Una lista de ejemplos de situaciones o condiciones (nótese que hablamos de
situaciones o condiciones, no de valores) que son inmorales porque
presumiblemente producen daño social es la siguiente: afán desmedido de lucro,
autoritarismo, narcisismo, mediocridad, mentira, inequidad, exclusión, racismo,
sexismo, clasismo, falta de reconocimiento de la dignidad, irrespeto, seducción,
engaño, maleficencia, incoherencia, capricho, fundamentalismo, sectarismo,
excesivo acomodamiento, pereza, desinterés, aislamiento, individualismo excesivo,
despojo, abuso, negación del otro, entre muchos otros.
Por otro lado, algunos valores que persigue la práctica médica son estos: salud, vida,
prevención de la enfermedad y la muerte prematura, equidad, libertad, verdad,
calidad académica, calidad profesional, pertinencia social, servicio autonomía,
justicia, empatía, comunicación, pluralidad, democracia real, coherencia, dignidad,
respeto, reducción/eliminación del sufrimiento y el dolor, y muchos más.
Los términos mencionados no definen un problema moral por sí mismos, pero
orientan a lo que es importante: reconocer cómo tal valor se opone a cuál otro valor.
El problema moral sirve para empezar la reflexión sobre las posibles consecuencias
que podemos atisbar si un valor que debe ser subordinado frente al otro tiene
posibilidades de ser visto como superior lo cual, según podemos anticiparlo, causará
daño al individuo y a la sociedad o a ambos.
Por ejemplo, el rechazo por un paciente de un tratamiento necesario puede ser la
manifestación de un conflicto de valores, tales como la fe religiosa (un valor para el
paciente) y la salud, siendo la salud un valor intrínseco en las profesiones e
instituciones sanitarias y su personal. Hay que notar que también es un valor para el
paciente que rechaza el tratamiento debido, aunque vemos que en ese caso el sujeto
subordina el valor de su propia salud ante otro valor que estima como más
importante, su fe religiosa. Seguramente, en ese ejemplo hay que considerar muchos
aspectos en los que figuran la concepción de uno mismo en el mundo, la propia
trascendencia y miedo a consecuencias que el sujeto supone creíbles.
Algunos problemas bioéticos son más sencillos de resolver. Así, puede presentarse
un problema moral debido a un conflicto entre, por un lado, el valor del dinero y, por
el otro, la salud. En este caso, un determinado técnico o profesional podría
considerar que el valor del dinero es más importante que la salud, lo cual no es un
principio universalizable por los desastres a que puede conducir. Éste es un caso de
desmedido afán de lucro que una persona sólo muy raramente lo confesaría así. En
los casos similares a este ejemplo, podrían intervenir más de dos sujetos como, por
ejemplo, un administrador, el médico, el paciente, el visitador de la empresa
farmacéutica y otros.
Otros casos éticos que pueden ser reconocidos en las instituciones de salud pueden
enfrentar valores como el prestigio (manifestado como autoritarismo) y dignidad del
personal de salud que está a su cargo.
Pero muchas veces, tal vez en la mayoría de casos, los conflictos que encontramos
son entre dos o más valores, todos positivos. El problema es distinguir cuál valor
debe prevalecer. Éstos casos son probablemente los más usuales. Ejemplos de éstos
son los conflictos morales que observamos entre decir la verdad y cuidar la
susceptibilidad de otra persona; o entre buscar el orden institucional, la firmeza para
conducir a una institución y la tensión para dar la información suficiente al público;
o la autoridad necesaria de un director de área ante la dignidad y la necesidad de no
sentir imposición ni abuso, o la de tener y expresar las diferencias de criterios.
En estos casos en que los dilemas se dan entre aspectos deseables y otros más
deseables, o entre aspectos indeseables (o incorrectos) y otros más indeseables (o
más incorrectos) debemos apelar a criterios de proporcionalidad, es decir, que la
manera de analizarlos deben incluir juicios sobre cuál o cuáles valores deben
prevalecer en el contexto del caso, con estimaciones relativas entre los valores o los
elementos morales del caso.
El cuadro siguiente puede ayudar a generar un esquema que sirve, a su vez, para
expresar cuál es el problema o dilema moral de los casos bioéticos. Se trata de
pensar muy bien cuál es el valor (interés, aspiración, necesidad sentida, ideal u otra
de las tantas maneras de expresar los valores) principal de los sujetos (dos o más)
que intervienen en un caso particular. El cuadro orienta a pensar qué valor es el
principal en cada uno de los actores, y cuáles son los valores secundarios que
algunas veces confunden u obstaculizan el análisis.

Conclusión. Una vez que hayamos planteado correcta y claramente cuál es el

problema moral de una situación particular podemos continuar hacia la solución del
problema mediante los siguientes pasos o etapas de reflexión/deliberación. El
procedimiento completo será el siguiente:
1. Descripción de la situación problemática.
2. Valores en conflicto con mención de qué sujetos intervienen y por qué hay un
conflicto moral.
3. Argumentación, discusión o análisis.
4. Conclusiones éticas.
5. Recomendaciones prácticas.
En síntesis, hemos presentado una manera racional, deliberativa, plural y falible para
plantear los problemas morales. Con la aplicación reflexiva del procedimiento
mencionado podemos esperar el mejoramiento de nuestras destrezas para resolver
los casos que plantean problemas morales.

QUÉ HACER Y QUÉ NO HACER AL RESOLVER LOS CASOS BIOÉTICOS

Fase metodológica Sí No

Sentar las bases para resolver el

Emitir juicios morales al empezar. Dar
problema moral. Decir en qué consiste
juicios sin fundamento, sólo basados en la
tal problema en términos morales o
fe o "porque a mí me parece que es así".
éticos.

Expresar sólo los hechos y condiciones

Explicar el problema en términos morales
médicas o legales. Evadir el asunto moral o
y éticos. Especificar lo moral.
hacer una lista de valores.
Problema
Mencionar los sujetos que intervienen y Involucrar a todos los sujetos mencionados
sus respectivos valores morales (o quién en la descripción u otros que ni siquiera
sustenta qué valor). aparecen.

Explicar por qué hay conflicto entre los Dejar sin explicar las razones del confllicto o
valores en el caso particular o específico. desacuerdo

Sobre la base del problema moral

Empezar a argumentar sin haberse referido
mencionado, decir cuál valor es el más
al problema moral ya mencionado antes.
importante y quién lo sustenta.

Mencionar qué valores son secundarios.

Argumentación y Omitir la mención de los valores según cuál
Cuáles están subordinados ante el
análisis es principal y cuál es secundario.
principal, y por qué.

No justificar por qué tales valores son

Explicar por qué razones tal valor(es) es
primarios y secundarios en el cao
el más importante.
específico.

Ofrecer conclusiones y recomendaciones Ofrecer conclusiones y recomendaciones

acerca del caso planteado con base en lo antojadizas o sin base en l argumentación
anterior. anterior.

Indicar qué valor debe prevalecer en el

Conclusiones y Concluir con juicios generales no atinentes
caso particular y las decisiones que habrá
recomendaciones al caso.
que tomar.

Indicar recomendaciones pertinentes.

Presentar recomendaciones sin
Acciones que hay que seguir en el caso
fundamento o en general.
planteado.