CELULAS MADRE
CELULAS MADRE
CELULAS MADRE
INDICE
2. Introducción
2.1. Breve explicación
Las células madre son muy prometedoras para los nuevos tratamientos médicos. Conoce los tipos de
células madre, sus usos actuales y posibles, y el estado de la investigación y la práctica.
Las células madre son la materia prima del cuerpo; a partir de ellas se generan todas las demás células
con funciones especializadas. Bajo las condiciones adecuadas en el cuerpo o en un laboratorio, las
células madre se dividen para formar más células llamadas células hijas.
Estas células hijas se convierten en nuevas células madre o en células especializadas (diferenciación)
con una función más específica, como células sanguíneas, células cerebrales, células del músculo
cardíaco o células óseas. Ninguna otra célula del cuerpo tiene la capacidad natural de generar nuevos
tipos de células.
Los investigadores esperan que los estudios con células madre puedan ayudar a lo siguiente:
Generar células sanas para reemplazar las células afectadas por la enfermedad (medicina
regenerativa). Las células madre pueden ser orientadas para convertirse en células específicas
que se pueden usar en personas para regenerar y reparar tejidos que la enfermedad ha dañado
o afectado.
Las personas que podrían beneficiarse de las terapias con células madre incluyen aquellas con lesiones
de la médula espinal, diabetes tipo 1, enfermedad de Parkinson, esclerosis lateral amiotrófica,
enfermedad de Alzheimer, enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular, quemaduras, cáncer y
osteoartritis.
Las células madre pueden tener el potencial de crecer hasta convertirse en tejido nuevo para su uso en
trasplantes y medicina regenerativa. Los investigadores continúan ampliando el conocimiento sobre
células madre y sus aplicaciones en la medicina regenerativa y de trasplante.
Entre las nuevas áreas de estudio se encuentra la eficacia del uso de células madre humanas que han
sido programadas a fin de que se conviertan células de tejidos específicos para probar nuevos
medicamentos. Para que las pruebas de los nuevos medicamentos sean precisas, se debe programar las
células para que adquieran las propiedades del tipo de células a las que se dirige el medicamento. Se
están estudiando técnicas para programar células a fin de que se conviertan en células específicas.
Por ejemplo, se pueden generar células nerviosas para probar un nuevo medicamento para una
enfermedad nerviosa. Las pruebas podrían demostrar si el nuevo medicamento tuvo algún efecto sobre
las células y si estas sufrieron algún daño.
3. Cuerpo
3.1. Secciones temáticas
3.1.1. Células madre
Las células madre tienen el potencial de convertirse en muchos tipos diferentes de células en el cuerpo.
Ellas sirven como un sistema de reparación para el organismo. Hay dos tipos principales de células
madre: las células madre embrionarias y células madre adultas.
Las células madre o células troncales son células que se encuentran en todos los organismos
pluricelulares y que tienen la capacidad de dividirse (a través de la mitosis) y diferenciarse en diversos
tipos de células especializadas, además de autorrenovarse para producir más células madre. En los
mamíferos, existen diversos tipos de células madre que se pueden clasificar teniendo en cuenta su
potencia celular, es decir, el número de diferentes tipos celulares en los que puede diferenciarse. En los
organismos adultos, las células madre y las células progenitoras actúan en la regeneración o reparación
de los tejidos del organismo.
Las células madre se diferencian de las otras células del cuerpo en tres maneras:
Los médicos y los científicos están entusiasmados sobre las células madre porque podrían ayudar en
muchas áreas diferentes de la salud y la investigación médica. El estudio de las células madre puede
ayudar a explicar cómo ocurren enfermedades graves como el cáncer y defectos de nacimiento. Algún día
se podrían utilizar las células madre para crear células y tejidos para el tratamiento de muchas
enfermedades. Ejemplos incluyen la enfermedad de Parkinson, enfermedad de Alzheimer, lesión de la
médula espinal, enfermedades del corazón, diabetes y artritis.
3.1.2. Hay varias fuentes de células madre:
Células madre embrionarias. Estas células madre provienen de embriones que tienen de 3 a 5 días
de vida. En esta etapa, un embrión se llama blastocisto y tiene alrededor de 150 células.
Estas son células madre pluripotentes, lo que significa que pueden dividirse en más células madre o
pueden convertirse en cualquier tipo de célula del cuerpo. Esta versatilidad permite que las células
madre embrionarias se utilicen para regenerar o reparar tejidos y órganos afectados por una
enfermedad.
Células madre adultas. Estas células madre se encuentran en pequeñas cantidades en la mayoría
de los tejidos adultos, como la médula ósea o la grasa. En comparación con las células madre
embrionarias, las células madre adultas tienen una capacidad más limitada para generar diferentes
células del cuerpo.
Hasta hace poco, los investigadores pensaban que las células madre adultas solo podían crear tipos
de células similares. Por ejemplo, los investigadores pensaban que las células madre que residen en
la médula ósea podían generar solo células sanguíneas.
Sin embargo, la evidencia emergente sugiere que las células madre adultas pueden crear diferentes
tipos de células. Por ejemplo, las células madre de la médula ósea podrían crear células óseas o del
músculo cardíaco.
Esta investigación ha llevado a la realización de ensayos clínicos tempranos para probar la utilidad y
la seguridad en las personas. Por ejemplo, actualmente se están probando células madre adultas en
personas con enfermedades neurológicas o cardíacas.
Células adultas modificadas para que tengan las propiedades de las células madre
embrionarias. Los científicos han transformado satisfactoriamente las células adultas normales en
células madre mediante la reprogramación genética. Al modificar los genes de las células adultas, los
investigadores pueden reprogramar las células para que actúen de manera similar a las células
madre embrionarias.
Con esta nueva técnica, se podrían utilizar células reprogramadas en lugar de células madre
embrionarias y prevenir el rechazo del sistema inmunitario a las nuevas células madre. Sin embargo,
los científicos aún no saben si el uso de células adultas modificadas causará efectos adversos en los
humanos.
Los investigadores han podido tomar células comunes del tejido conectivo y reprogramarlas para que
se conviertan en células cardíacas funcionales. En estudios, los animales con insuficiencia cardíaca
que fueron inyectados con nuevas células cardíacas presentaron una mejora en la función cardíaca y
en el tiempo de supervivencia.
Células madre perinatales. Los investigadores han descubierto células madre en el líquido
amniótico, así como en la sangre del cordón umbilical. Estas células madre tienen la capacidad de
convertirse en células especializadas.
El líquido amniótico llena la bolsa que rodea y protege al feto en desarrollo en el útero. Los
investigadores han identificado células madre en muestras de líquido amniótico extraídas de mujeres
embarazadas para pruebas o tratamiento, un procedimiento llamado amniocentesis.
3.2. Información clave
3.2.1. La gran plasticidad de las células madre
La gran plasticidad de las células madre Las células progenitoras o células madre ocupan cierto
protagonismo desde hace algún tiempo en el escenario científico mundial gracias a su enorme
plasticidad. Son células inmaduras, porque aún no se conoce su destino final. Y es precisamente esta
inmadurez su principal atractivo y lo que las convierte en unas células con un extraordinario potencial. La
posibilidad de conseguir a partir de ellas cualquier célula o tejido de nuestro organismo ha provocado un
gran debate mundial acerca de su uso y de su fuente de obtención. Si las enfermedades tienen su origen
en las células, las células madre pueden suponer el inicio de una nueva era en la medicina: alcanzar la
tan soñada curación para enfermedades mortales mediante tejidos y órganos diseñados a medida. Pero
la investigación con células madre es un problema controvertido, porque va mucho más allá del ámbito
científico. En este debate también están implicadas disciplinas como la ética, la política y la religión.
Algo tan complejo como la formación de un nuevo ser se inicia a partir de una sola célula. Nacemos a
partir de esta única célula, el cigoto, que se forma de la fusión de un óvulo (femenino) con un
espermatozoide (masculino). Esto significa que existen células capaces de formar un individuo completo;
por tanto, son células totipotentes, y son las únicas del organismo que poseen esta característica. El ser
totipotentes significa que son capaces de generar cualquier otro tejido; pueden incluso hasta formar un
individuo completo. El cigoto comienza a crecer y se inician las distintas fases de división celular, hasta
formar una gran masa de células indiferenciadas, que serán capaces de generar cualquier tejido u órgano
del cuerpo. Después de haber sido fecundado el óvulo en las trompas de Falopio y dar lugar al huevo o
cigoto, éste desciende al útero materno para convertirse en embrión y, a partir de la octava semana de
gestación, en feto.
Las células progenitoras o células madre se denominan así porque a partir de ellas se pueden generar
todos los tipos de células existentes en un organismo. Serán madres, y por tanto progenitoras, de toda
una descendencia celular que estará encaminada hacia la generación de tejidos y órganos para formar un
individuo completo. Una célula madre podrá convertirse en célula de la piel, neurona o célula del pulmón,
todo depende de cómo se dirija su camino hacia la especialización. Esta capacidad de ser cualquier
célula se conoce como pluripotencialidad y podría ser una característica exclusiva de las células madre
embrionarias. Serán capaces de generar cualquier tipo de célula, desde una célula del riñón hasta un
glóbulo rojo, pero no de generar un individuo completo.
Las células que se encuentran en el embrión se denominan células madre embrionarias y están
presentes en embriones de 7-14 días de desarrollo, si bien es posible aislarlas también de embriones de
tan sólo cinco días. Son células pluripotentes y es precisamente esta capacidad lo que hace que los
científicos de todo el mundo sueñen con extraerlas de embriones humanos para poder cultivarlas en el
laboratorio y engendrar los más de doscientos tipos de células que componen el organismo humano. Este
gran sueño tiene como fin reproducir en el laboratorio el milagro que sucede en el vientre materno, el
milagro de la vida. Ya es posible acariciar el sueño de iniciar una gran revolución en la medicina que
permita reparar órganos dañados o tejidos enfermos con recambios vivos, engendrados en el laboratorio
y adaptados a las necesidades de cada paciente.
Investigar con células madre embrionarias
La pluripotencialidad de las células madre embrionarias constituye su atractivo primordial, pero también
es su principal caballo de batalla y el gran reto de los investigadores. Una vez que las células madre
embrionarias han sido extraídas, se debe detener su ciclo de maduración e impedir que avance, con el fin
de moldear su nueva identidad. En términos sencillos, sería como tratar de conservar la pluripotencialidad
de las células madre embrionarias para cultivarlas en el laboratorio y dirigir su diferenciación según las
necesidades del paciente que se va a tratar. Pero la diferenciación no se produce al azar y está
controlada por complejas reacciones. Se hace necesario conocer hasta el más mínimo detalle de las vías
de señalización y saber con exactitud cómo se genera una neurona o una célula del hígado. Hasta
entonces, los tratamientos con células madre no podrán ser una realidad aplicable en humanos.
En la edad adulta se renueva la piel, se curan las heridas y se produce el crecimiento del pelo. Esto
implica que durante todo el desarrollo de la vida de una persona aún existen células relativamente poco
especializadas y poco diferenciadas, como para crecer y dividirse para ayudar al organismo a
regenerarse y repararse. Son células madre adultas y, aunque en pequeñas cantidades, pueden
encontrarse en el organismo repartidas en órganos y tejidos tan diversos como la piel, el músculo, el
corazón, el cerebro, la retina o el páncreas. Sin embargo, se diría que permanecen dormidas hasta que
son despertadas por diferentes señales, como una lesión o una enfermedad. Las células madre adultas
ya no son pluripotentes, sino multipotentes, y por tanto organoespecíficas. Uno de los ejemplos más
claros de células madre adultas son las células de la médula ósea, que son capaces de generar todos los
tipos de células presentes en la sangre. A diferencia de las células madre embrionarias, es probable que
una vez que las células madre adultas se despierten sólo puedan originar células que correspondan a su
tejido de origen, de modo que una célula madre adulta del cerebro sólo podrá convertirse en una
neurona, pero no en una célula de la sangre.
Los tratamientos con células madre adultas no son ninguna novedad y desde hace más de 40 años se
emplean como terapia contra la leucemia, un tipo de cáncer de la sangre. Para ello se recurre a los
trasplantes de médula ósea de donantes, que tienen como finalidad dotar al organismo enfermo de una
nueva remesa de células sanas que sean capaces no sólo de reponer las células enfermas, sino también
de sustituirlas definitivamente por nuevas células sanas. Aún no está claro cómo las células de la médula
ósea contribuyen a la curación de enfermedades. Durante mucho tiempo se pensó que las células madre
de la médula ósea se limitaban a sustituir a las células enfermas. Sin embargo, parece que no se dedican
exclusivamente a realizar esta función sustitutiva, sino que también ayudan a las células enfermas (y a las
que aún se mantienen sanas) a reforzar su capacidad de regeneración. Es como si dotasen a las células
enfermas de nuevas energías para hacer frente a la enfermedad.
3.3. Imágenes
Células madre
Célula madre de adulto.
4. Conclusión
Las células madre de origen embrionario tienen una sorprendente plasticidad, ya que a partir de
ellas pueden generarse todos los tipos celulares existentes en el organismo. Esta plasticidad les
confiere un extraordinario interés científico y médico.
Las células madre adultas están más especializadas que las células madre de origen
embrionario, pues a partir de ellas pueden generarse diferentes tipos de células de un tejido u
órgano concreto. Actualmente, se están utilizando células madre obtenidas del cordón umbilical
en trasplantes en niños con leucemias.
Trabajos recientes en la literatura científica han demostrado que se puede modificar el destino
de una célula y convertirla en algo diferente. Esto abre nuevas posibilidades en el campo de la
investigación con células madre adultas y ofrece alternativas a la clonación terapéutica.
A pesar del futuro prometedor que ofrece el uso terapéutico de las células madre, en la
actualidad las investigaciones con células madre son una gran controversia, sobre todo en lo
referente a su origen, ya que en su mayoría proceden de embriones y, en concreto, de aquellos
desechados en los tratamientos de infertilidad.
La clonación no se puede utilizar como se quiera, porque puede llegar a ser peligroso para
todos, pero por otro lado vemos que es beneficiosa para las personas porque curaría muchas
enfermedades que no han podido ser tratadas.
5. Bibliografía
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