Youseff I An

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Cmara Nacional de Apelaciones en lo Contenciosoadministrativo Federal, Sala IV 23/06/1998 "Youssefian, Martn c. Secretara de Comunicaciones". 2 Instancia.

-- Buenos Aires, junio 23 de 1998. Considerando: I. Martn Youssefian, invocando su carcter de usuario del Servicio Bsico Telefnico, inici la presente accin de amparo contra el Estado nacional --Secretara de Comunicaciones-- a fin de que la demandada se abstuviese de prorrogar el perodo de exclusividad de las Licenciatarias del Servicio Bsico Telefnico Nacional e Internacional (empresas Telecom Argentina Stet-France Telecom S. A., Telefnica de Argentina S. A. y Telintar S. A.) sin cumplir con la realizacin previa de una audiencia pblica. II. Que, a fs. 79/81 vta., se present Consumidores Libres Cooperativa Limitada de Provisin de Servicios de Accin Comunitaria y adhiri a la accin iniciada por Martn Youssefian. A fs. 121/122 vta. hizo lo propio el Defensor del Pueblo de la Nacin. III. Que, a fs. 92/104, el Estado nacional --Secretara de Comunicaciones-- de la Presidencia de la Nacin contest el informe previsto en el art. 8 de la ley 16.986. IV. Que, a fs. 150/159, la juez de 1 instancia dict sentencia, haciendo lugar a la accin de amparo impetrada. Para as decidir, descart las defensas de falta de legitimacin activa incoadas por la parte demandada y --sustancialmente-- sostuvo que, en virtud de lo normado en el art. 42 de la Constitucin Nacional, debera darse oportunidad a los demandantes de ser odos, con carcter previo a la decisin sobre la pertinencia de la prrroga del perodo de exclusividad en la prestacin del servicio bsico telefnico. V. Que la demandada apel tal decisin y fund su recurso. A fs. 189/195 vta., 209/219 vta. y 220 contestaron el traslado conferido del memorial presentado por la demandada, el Defensor del Pueblo de la Nacin, Martn Yossefian y Consumidores Libres, respectivamente. VI. Que, a fs. 221/223, el doctor Martn Youssefian solicit a la juez de 1 instancia que librase oficio al magistrado Federal de Comodoro Rivadavia, doctor Luis Vila, a fin de que ste se inhibiese de seguir entendiendo en los autos caratulados "Telefnica de Argentina S. A. c. Estado nacional". A fs. 237/237 vta., la a quo desestim el pedido de inhibitoria incoado. Tal decisin fue apelada por el demandante a fs. 244/247 vuelta. VII. Que, a fs. 243 y 271, este tribunal, como medida para mejor proveer, corri traslado de la totalidad de las actuaciones producidas en el expediente a Telefnica de Argentina, a Telecom y a Telintar S. A. por el trmino de 10 das. VIII. Que, a fs. 286/301, se present Telecom de Argentina Stet France Telecom S. A. e interpuso recursos de aclaratoria y de revocatoria contra la decisin que orden el traslado aludido en el considerando precedente y solicit que se declarase la nulidad de todo lo actuado en estos autos. IX. Que, a fs. 310/319 vta. se present Telefnica de Argentina S. A., deduciendo igual requerimiento. Subsidiariamente, interpuso recursos de aclaratoria y de revocatoria contra lo decidido a fs. 243 y solicit la ampliacin del plazo all dispuesto. X. Que, a fs. 381/391, se present Telecomunicaciones Internacionales de Argentina Telintar S. A., pidiendo tambin aclaratoria de la decisin de fs. 271 e interponiendo recurso de revocatoria contra lo resuelto. Requiri, asimismo, que se declarase la nulidad de todo lo actuado. XI. Que, a fs. 398/401, el Defensor del Pueblo de la Nacin contest el traslado conferido respecto de las presentaciones efectuadas por Telecom, Telefnica de Argentina y Telintar S. A. A fs. 416/426 vta. hizo lo propio "Consumidores Libres" cooperativa limitada y, a fs. 430/447 vta., dictamin el Procurador Fiscal de Cmara. Inhibitoria. XII. Que, as planteadas las cuestiones objeto de decisin por parte de esta Sala, corresponde en

primer trmino referirse a la inhibitoria planteada por Youssefian. Al respecto, resulta menester destacar que en el art. 16 de la ley 16.986 se establece que " ... no podrn articularse cuestiones de competencia, excepciones previas ni incidentes". As, slo el juez de la causa y el fiscal poseen la facultad de discutir tal cuestin, estando vedada a las partes tal posibilidad. Por otra parte, tampoco puede desconocerse la circunstancia de que en el art. 15 se establece que "slo sern apelables la sentencia definitiva, las resoluciones previstas en el art. 3 (rechazo 'in limine litis' de la accin) y las que dispongan medidas de no innovar o la suspensin de los efectos del acto impugnado". XIII. Que, en tal contexto, este tribunal entiende que --del examen de las normas en vigor-- no puede sino extraerse que el recurso de apelacin interpuesto contra la resolucin mediante la cual se rechaz la inhibitoria en cuestin ha sido mal concedido. En efecto, teniendo en cuenta que la primera misin del intrprete de un texto legal es la de asignar pleno efecto a la voluntad del legislador, cuya fuente inicial es la letra de la ley, no puede dejar de destacarse que, como se seal, en la ley de amparo se establece que slo resultan apelables las resoluciones a que se hace referencia en el aludido art. 15 (confr. esta sala, 29 de mayo de 1995, "in re": "Adamo, Hctor y otros c. Estado nacional --CSJN-- s/ queja"), entre las cuales --claro est-- no encuadra la decisin en cuestin. Por otra parte, la conclusin referida encuentra sustento en la interpretacin armnica y sistemtica de las normas en juego (reiteradamente establecida por la Corte Suprema de Justicia de la Nacin como pauta bsica de interpretacin del derecho; pues en la materia en examen se ha instaurado un sistema limitado de apelacin, disponindose taxativamente las cuestiones que resultan susceptibles de tal recurso, lo que tambin se conjuga con el efecto en que deben ser concedidas las apelaciones que fuesen procedentes (confr. esta sala, 24 de junio de 1997, "in re": "Telefnica de Argentina S. A. --incidente-- c. Estado nacional --Secretara de Comunicaciones-Res. 268/344/97 s/ amparo"). Recursos de aclaratoria. XIV. Que, as decidida la cuestin atinente a la inhibitoria impetrada, corresponde, en segundo lugar, referirse a las aclaratorias solicitadas por las empresas Telecom, Telefnica de Argentina y Telintar S. A. en relacin con el traslado que, por el plazo de 10 das, les fue conferido respecto de todo lo actuado en el presente expediente a fs. 243 y 271. Conforme a lo normado en los arts. 272 y 166 inc. 2 del Cd. Procesal, en virtud del pedido efectuado dentro del plazo de 5 das de notificada la resolucin objeto de la aclaratoria, y sin sustanciacin alguna, el tribunal posee la facultad de "corregir... cualquier error material; aclarar algn concepto oscuro, sin alterar lo sustancial de la decisin y suplir cualquier omisin en que hubiese incurrido sobre alguna de las pretensiones deducidas y discutidas en el litigio". En tal contexto, este tribunal entiende que la aclaratoria impetrada debe ser rechazada, en tanto --ms all de la discrepancia que al respecto han manifestado las empresas recurrentes-- sus decisiones de fs. 243 y 271 son suficientemente claras, no habindose incurrido en error alguno: por su intermedio se corri a aqullas traslado de todo lo actuado en estos autos por el plazo de diez das. Lo expuesto, como se dijo, no se debi a la inadvertencia o desacierto del tribunal, sino que halla basamento en las razones que a continuacin se expondrn y que deben integrarse con las que "ut supra" se vierten, al decidirse, lo atinente a la nulidad planteada. XV. Que nuevas consideraciones del tribunal sobre el tema llevan a considerar que, como bien lo ha sealado la sala III de esta Cmara, "No cabe duda que cuando la Reforma de la Constitucin Nacional reconoci la existencia de nuevos derechos que pueden ser globalmente caracterizados como de incidencia colectiva: cuando, adems, les otorg proteccin jurisdiccional e identific a los distintos sujetos que podan hacerlos valer ante el Poder Judicial, esas normas constitucionales produjeron un impacto en el mbito del proceso". "Este impacto trasciende los aspectos vinculados con la legitimacin y alcanza tanto a los sujetos que pueden integrar la litis como a los alcances de la sentencia" (confr. resolucin de la mentada Sala recada en la causa "Defensor del Pueblo de la Nacin --Incidente III-- c. Estado nacional s/

amparo ley 16.986", con fecha 23 de setiembre de 1997). Es en virtud de tal impacto que las normas del Cdigo Procesal resultan insuficientes para contener un universo de casos para los cuales no fueron concebidas. En efecto, ms all de que en la propia ley 16.986 se previ la aplicacin de las disposiciones procesales en vigor slo de manera supletoria, lo cierto es que las normas contenidas en el aludido cdigo de rito referidas a la actuacin de terceros en el proceso y a la integracin de la litis fueron pensadas para regir situaciones ciertamente diversas a las que se plantean en el marco de lo que en doctrina ha sido denominado como "amparo colectivo". As las cosas, en virtud de las peculiaridades propias de la accin de amparo y --en particular-de las de este tipo de amparos, no resulta irrazonable concluir en que las crticas vertidas por las recurrentes en relacin a la falta de respeto a las formalidades previstas en el Cdigo Procesal para integrar la litis o citar a un tercero deben ser desestimadas. Entindase bien: el tribunal, frente a la realidad de la existencia de una afectacin cierta -aunque mediata-- de la esfera de intereses de las empresas en cuestin, haciendo uso de las facultades que a l se conferan en los arts. 34 y 36 del mencionado Cd. Procesal, decidi correr a aqullas traslado de todo lo actuado en el presente expediente. De tal modo, y en la medida de dicha cierta y mediata afectacin por parte de la sentencia que recayere en este juicio, se dio oportunidad de ser odas a las empresas prestadoras del servicio pblico telefnico. Con tal disposicin se procur posibilitar a las interesadas desplegar todos los medios a su alcance para el mximo ejercicio de su derecho de defensa. Recursos de revocatoria. XVI. Que, as resuelto lo atinente a las aclaratorias impetradas, y aun cuando --en razn de los argumentos en los cuales se las intent sustentar-- en cierta medida ya se ha adelantado opinin acerca del tema que se tratar a continuacin, corresponde en este estado referirse a las revocatorias incoadas por Telecom, Telefnica de Argentina y Telintar S. A. contra las resoluciones de este tribunal que corren glosadas a fs. 243 y 271. En primer lugar, resulta menester sealar que --a criterio del tribunal-- en el caso de autos no se configura un supuesto de excepcin que autorice a prescindir del principio en virtud del cual tanto las resoluciones dictadas por el tribunal de alzada en general, como as tambin, en particular, las decisiones tomadas con fundamento en las facultades propias del rgano jurisdiccional previstas en los arts. 34 y 36 del Cd. Procesal, no son susceptibles de ser impugnadas mediante el recurso de reposicin previsto en el art. 238 del mentado cuerpo normativo. Ese supuesto de excepcin se configura cuando la resolucin atacada se funda en circunstancias errneas, o contiene evidentes errores materiales que justifican el apartamiento de aquella solucin para evitar cercenar el derecho de defensa en juicio, preservar la buena direccin del proceso y evitar dilaciones y remedios por otras vas ms complicadas (confr. esta sala, 7 de marzo de 1995, "in re": "Mirella Taller Electromecnica c. S.E.G.B.A. s/ contrato administrativo", entre muchos otros), lo que no ocurre en la especie. Por otra parte, la decisin en la que se les corri traslado de todo lo actuado en el presente expediente no les provoca a las recurrentes gravamen alguno, en tanto en el caso de que aqullas hubiesen entendido que la cuestin debatida en el "sub lite" no las afectaba, les hubiera bastado con no intervenir en l. En consecuencia, en virtud de las razones expuestas y las que se examinarn con mayor profundidad al estudiar lo atinente a la nulidad impetrada, este tribunal entiende que tanto la revocatoria como la aclaratoria deben ser rechazadas. Solicitud de ampliacin de plazo. XVII. Que, por otra parte, igual suerte debe correr la solicitud de ampliacin de plazo efectuada por Telefnica de Argentina S. A. en su presentacin de fs. 310/319. Ello es as en virtud de las razones expuestas en los considerandos precedentes y en tanto, dadas las caractersticas propias de la expedita accin intentada, el plazo de diez das establecido para que el traslado de todo lo actuado fuera contestado no aparece como irrazonable. Tngase presente, en tal sentido, que tal es el lapso establecido en el art. 486 del Cd. Procesal para la

contestacin de la demanda en el juicio sumario. Nulidad de todo lo actuado. XVIII. Que, haciendo mrito de que sus mandantes no haban tenido participacin alguna en la causa, los apoderados de Telecom, Telefnica de Argentina y Telintar S. A. solicitaron que se declarase la nulidad de todo lo actuado. Al respecto, en primer lugar se debe recordar que la sancin prevista en los arts. 169 y concs. del Cd. Procesal procede cuando no se han guardado las formas esenciales del proceso, vulnerndose el derecho de defensa en juicio (confr. esta sala, 6 de febrero de 1993, "in re": "Casas, Ricardo Pascual y otros c. Estado nacional s/ juicio de conocimiento"; 9 de junio de 1994, "in re": "Prez Ferro, Norberto Valerio c. C.P.A.C.F. (Tribunal Etico)" 16 de setiembre de 1994, "in re": "Barquin, Carlos R. c. Universidad Nacional de Quilmes", publicado en Doctrina Judicial, 1995-2-8; entre muchas otras causas) y es de interpretacin restrictiva (confr., dem 17 de junio de 1993, "in re": "Incidente de regulacin del perito contador Jos Luis Casas en los autos: "Katic y Hendic S. R. L. c. Y.P.F. s/ cumplimiento de contrato"; 6 de diciembre de 1993, "in re": "Aparicio, Ren Rodolfo c. Gobierno de la Nacin - M de Defensa (E.M.F.A.) s/ haber de retiro de Fuerza Arm. y de Segur."). Asimismo se requiere --por aplicacin de la regla segn la cual no hay nulidad sin perjuicio-que el vicio en cuestin ocasione a quien peticiona la aplicacin de dicha sancin un dao serio e irreparable que no pueda ser subsanado sino con su acogimiento. Tanto ese perjuicio como el inters jurdico que se procura subsanar deben ser expresamente mencionados por quien alega la nulidad, siendo insuficiente, a tal efecto, una invocacin genrica de principios o garantas, o el uso de frmulas imprecisas (arg. art. 172, Cd. Procesal; esta sala, 26 de marzo de 1992, "in re": "Anteurquiza, Hugo Ramn c. Caja de Retiros, Jubilaciones y Pensiones de la Polica Federal s/ cobro de australes"; 13 de agosto de 1992, "in re": "Monpal, Vicente Jos c. YMAD s/ actuacin por separado art. 250 Cd. Procesal"; 13 de abril de 1993, "in re": "Giordano, Rafael Bruno c. Banco Central s/ ordinario"; 28 de marzo de 1995, "in re": "Bobillo, Luis Ignacio c. Estado nacional (H. Cm. de Dip. de la Nac. y ANSES s/ empleo pblico"). XIX. Que, ello asentado, este tribunal entiende que en el caso no se han configurado los mentados recaudos que haran procedente la nulidad pedida, por cuanto --contrariamente a lo sostenido por las nulidicentes-- la situacin planteada difiere de aquella que se trat en la resolucin dictada por este tribunal en los autos "Impsat S. A. c. Estado nacional - M de Economa y Obras y Servicios Pblicos s/ amparo ley 16.986" (expediente N 40.380/95) con fecha 21 de diciembre de 1995. En efecto, aquella causa versaba sobre la accin de amparo interpuesta por la empresa Impsat S. A. contra el Estado nacional --Ministerio de Economa y Obras y Servicios Pblicos-- a fin de que se dejase sin efecto la res. ME 100/95 del 3 de agosto de 1995 (BO 10/VIII/95), en la que se haba autorizado a las empresas telefnicas a arrendar enlaces de la red telefnica pblica para la prestacin de servicios de telecomunicaciones que no eran telefona bsica. Vale decir, que las prestadoras del servicio bsico telefnico resultaban ser las beneficiarias directas del acto administrativo cuya legitimidad se discuta en sede judicial. En la aludida resolucin, el Ministro de Economa y Obras y Servicios Pblicos haba hecho lugar a los recursos de alzada interpuestos por Telecom Argentina Stet France Telecom Sociedad Annima y Telefnica de Argentina S. A. contra las resoluciones de la Comisin Nacional de Telecomunicaciones Nos. 1197 del 8 de mayo de 1995 y 189 del 1 de febrero de 1995 (arts. 1 y 2). Asimismo, haban sido rechazados los recaudos jerrquicos presentados por IMPSAT S. A. contra las resoluciones de la ex Secretara de Obras Pblicas y Comunicaciones N 58 del 9 de febrero de 1995 y N 118 del 24 de marzo de 1995 (art. 6). En consecuencia, lo que resulta importante destacar, y que surge con claridad de la resea efectuada precedentemente, es que adems de haber sido dictada la aludida resolucin ME 100/95 como consecuencia de un trmite administrativo en el que fueron parte Telefnica de Argentina S.A., Telecom Argentina Stet France Telecom S. A. y Startel S. A., la sentencia recada en 1 instancia haba sido contraria a los derechos de las licenciatarias del servicio bsico

telefnico, resultando stas directa e inmediatamente afectadas por ella, circunstancia que justificaba de por s la intervencin necesaria de las interesadas. Por el contrario, en el "sub examine" lo que se pretende es que el Estado nacional se abstenga de prorrogar el perodo de exclusividad de las Licenciatarias del Servicio Bsico Telefnico Nacional e Internacional (empresas Telecom Argentina Stet-France Telecom S. A., Telefnica de Argentina S. A. y Telintar S. A.) sin la previa participacin de los usuarios (a travs de la realizacin de una audiencia pblica). As, en los presentes autos no est en discusin el derecho de las mentadas empresas a la obtencin de la aludida prrroga; dicha materia resulta ajena a esta litis. Lo que constituye el objeto de esta causa radica, simplemente, en la imposibilidad de decidir tal cuestin sin la indicada previa participacin de los usuarios. En sntesis, mientras que en el aludido precedente "Impsat" quienes haban articulado la nulidad de todo lo actuado en el proceso eran las directamente beneficiarias del acto all impugnado (con lo que la afectacin directa, cierta e inmediata surga prstinamente en tal caso), en el "sub examine" la afectacin es mediata, aunque cierta, en tanto las nulidicentes son las prestadoras del servicio bsico telefnico, y su intervencin no fue resistida por la parte actora. XX. Que, por ser ello as, y en tanto no pueden desconocerse las caractersticas propias de la accin intentada y el hecho de que lo debatido, en el "sub lite" es una cuestin de puro derecho, la oportunidad que se ha otorgado a las empresas prestadoras del servicio bsico telefnico para que intervengan en la causa no parece vulnerar su derecho de defensa en juicio. Lo cierto es que --ms all de las genricas manifestaciones vertidas al respecto-- las nulidicentes no han indicado con claridad las defensas que se habran visto privadas de oponer en razn del curso tomado en las presentes actuaciones. Como ya se adelant, en estos autos se corri traslado de todo lo actuado a las indicadas empresas a los efectos de que, en la medida de su afectacin mediata y cierta, tuviesen la oportunidad de tomar la intervencin que estimasen pertinente en el expediente. Y, a entender de esta sala, tal oportunidad resulta suficiente como para desechar los planteos atinentes a la afectacin del derecho de defensa en juicio. XXI. Que, por ltimo, abona tambin la solucin anticipada el hecho de que en el dec. 264/98 (B. O. 13/3/98) --en el que, entre otros temas, se admitieron las presentaciones efectuadas por las licenciatarias, la sociedad prestadora de servicios internacionales y los operadores independientes en los trminos del programa de transicin hacia la liberacin total del mercado telefnico-- se estableci que " ... la vigencia del presente ser operativa una vez agotadas las instancias judiciales respectivas en los autos 'Youssefian, Martn c. Estado nacional - Secretara de Comunicaciones s/ amparo', y en consecuencia desaparezcan los impedimentos procesales dictados en dichos autos que restringen al Poder Ejecutivo Nacional y/o por delegacin expresa a la Secretara de Comunicaciones de la Nacin, las facultades propias y excluyentes para la determinacin del procedimiento y adopcin del presente en el marco de la relacin contractual vigente entre el Estado nacional y las LSB" (confr. art. 23). Por ser ello as, resulta claro que este tribunal debe, sin ms dilaciones, expedirse sobre la procedencia y admisibilidad de la accin intentada. XXII. Que, al respecto, en primer trmino corresponde recordar que en el art. 43 de la Carta Magna, se establece que toda persona puede interponer accin expedita y rpida de amparo, siempre que no exista otro medio judicial ms idneo, "contra todo acto u omisin de autoridades pblicas o de particulares, que en forma actual o inminente, lesione, restrinja, altere o amenace, con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, derechos y garantas reconocidos por esta Constitucin, un tratado o una ley. En el caso, el juez podr declarar la inconstitucionalidad de la norma en que se funde el acto u omisin lesiva" (prr. 1). En el prr. 2 de dicha norma se dispone que "podrn interponer esta accin contra cualquier forma de discriminacin y en lo relativo a los derechos que protegen al ambiente, a la competencia, al usuario y al consumidor, as como a los derechos de incidencia colectiva en general, el afectado, el defensor del pueblo y las asociaciones que propendan a esos fines,

registradas conforme a la ley... ". Obices formales. XXIII. Que, en tal contexto, y en lo que se refiere a los bices formales que se han opuesto a la procedencia de la accin incoada, este tribunal entiende que ellos deben ser desechados. En lo atinente a la supuesta falta de idoneidad de la va escogida, el Estado nacional se limita a realizar una serie de citas doctrinarias y carentes de sustento fctico ("Los juzgados estn abarrotados de acciones de amparo. Para cualquier cosa y contra cualquier acto, una accin de amparo, como si se tratara de una aspirina, que sirve para calmar los dolores, bajar la fiebre, evitar el infarto, curar las insolaciones, disimular el cansancio, entre otras cosas"). Ms all de la dudosa pertinencia de la irona deslizada por el apelante --que podra llegar a entenderse como un intento de ignorar y tornar en letra muerta no slo la norma contenida en el nuevo art. 43 de la Constitucin Nacional, sino incluso la interpretacin acordada a la ley 16.986 con anterioridad a la reforma constitucional de 1994--, no puede dejar de advertirse que --tal como surge del examen que del caso se realiza "ut infra"-- la pretendida necesidad del tratamiento de la cuestin trada al conocimiento de este tribunal en el marco de una accin ordinaria aparece como inaceptable, en virtud de las particulares circunstancias de la causa. Recurdese que la existencia de cauces ordinarios para discutir la cuestin planteada en la presente causa no lleva, de por s, al rechazo de la accin intentada, dado que, segn lo dispuesto en el art. 43 de la Carta Magna, dichos procesos deben resultar ms idneos que la demanda de amparo (confr. esta sala, 20 de diciembre de 1996, "in re" "Impsat S. A. c. Estado nacional - M de Economa y O.S.P. s/ amparo ley 16.986"); circunstancia que no se configura en el "sub lite" en tanto la demora inherente a tales procesos podra hacer ilusoria la proteccin que persiguen las demandantes. Por su parte, en lo que respecta a la extemporaneidad con que habra sido iniciada la presente accin, el Estado nacional no realiza una crtica concreta y razonada de lo que considera equivocado en el fallo que apela (art. 265, Cd. Procesal) --en tanto debe entenderse por tal la fundamentacin y explicacion lgica de por qu el juez ha errado en su decisin (conf. esta sala, causas "Firestone de la Argentina S. A. c. Estado nacional (D.G.I.) s/ medida precautoria", 3/10/91 y "Andreoni, Hctor Eduardo c. Estado nacional (D.G.I.) s/ juicio de conocimiento", 6/11/92, entre muchas otras)--, limitndose a reiterar lo sostenido al contestar el informe previsto en el art. 8 de la ley 16.986, sin rebatir lo afirmado por la a quo acerca de la inexistencia de un acto concreto por parte del Poder Ejecutivo nacional a partir del cual se hubiera debido computar el plazo previsto en el inc. e) del art. 2 de la mentada ley. Legitimacin. XXIV. Que, en lo que se refiere a la legitimacin de Martn Yossefian, cabe destacar que --en lo que aqu interesa-- ste inici la presente accin en su calidad de usuario del servicio bsico telefnico. La parte demandada afirma que su contraria carece de legitimacin al no haber probado el perjuicio que sufrira en el mencionado carcter de usuario de dicho servicio. Sin embargo, no resulta irrazonable sostener que, como vecino de esta Capital y usuario --al menos-- de la telefona pblica (tal como sostiene a fs. 64), el actor podra verse afectado por la decisin atinente a la prrroga de la exclusividad en la prestacin del aludido servicio, en el caso de que ella se adoptara con desconocimiento de las normas constitucionales. En efecto, la circunstancia de no haberse previsto la posibilidad de intervencin de los usuarios -garantizada en el art. 42 de la Constitucin Nacional-- basta para reconocerle un inters suficientemente concreto, directo e inmediato, merecedor de tutela judicial en los trminos del art. 2 de la ley 27 (confr. doct. de esta sala, 5/8/97, causa "Fernndez, Ral c. Poder Ejecutivo nacional" --La Ley, 1997-E, 535--). XXV. Que razones anlogas llevan tambin a sostener la improcedencia de los agravios vertidos en torno de la falta de legitimacin de la Cooperativa Limitada de Provisin de Servicios de Accin Comunitaria "Consumidores Libres" y del Defensor del Pueblo de la Nacin. En tal sentido, y en lo que respecta al agravio de la apelante relativo a la falta de inscripcin de la asociacin actora en el registro previsto en el prr. 2 "in fine", del art. 43 de la Constitucin

Nacional, este tribunal entiende que debe tenerse por suficiente el hecho de que "Consumidores Libres" Cooperativa Limitada de Provisin de Servicios de Accin Comunitaria fue inscripta en el Registro Nacional de Asociaciones de Consumidores mediante res. 710/97 del Secretario de Industria, Comercio y Minera. En efecto, contrariamente a lo sostenido por la recurrente, la autorizacin prevista en los arts. 56 y 57 de la ley 24.240 no aparece como tendiente a normar situaciones diversas a las contempladas en los arts. 42 y 43 de la Constitucin Nacional. Por el contrario, la interpretacin que mejor se condice con el claro espritu de los nuevos textos constitucionales, as como la que surge de la voluntad expresada por el constituyente en la Convencin Reformadora del ao 1994, es la de que las aludidas normas constitucionales no hicieron sino otorgar categora y respaldo constitucional a la proteccin contenida en la ley de defensa del consumidor, dando a usuarios y consumidores, as como a las entidades que los nuclean, la posibilidad de utilizar la sumarsima va de la accin de amparo. Es demostrativo de lo expuesto lo sostenido por el miembro informante del dictamen por la mayora en la reunin N 31, del 16 de agosto de 1994, en la cual se trat el tema de la defensa de la competencia, del usuario y del consumidor, al manifestar: "Nos queda el derecho operativo, que es el amparo. Todos los derechos de ndole programtica estn all debidamente receptados y tienen su proteccin. Si no existiera una accin operativa como sta, todo lo que estamos analizando sera muy lindo pero no tendra operatividad y carecera de virtualidad jurdica. Estamos convencidos de que el amparo, tal como est planteado, asegurar que los derechos del consumidor, que los derechos colectivos y sociales, a travs de una frmula explcita que el texto contiene, y los derechos programticos, puedan ser ejercidos eficazmente en el pas". Ms especficamente, cabe recordar lo sustentado por Martino de Rubeo en cuanto a " ...la decisin de otorgar rango constitucional a la figura del usuario y del consumidor... ". Igualmente ilustrativas resultan las intervenciones de Parente y de Romero. Por otra parte, en lo que se refiere al Defensor del Pueblo de la Nacin, no puede dejar de tomarse en cuenta la legitimacin procesal que genricamente se le confiere en el art. 86 de la Constitucin Nacional, y tambin que en el art. 43 de sta se regula de manera especfica su habilitacin para intervenir en los juicios de amparo en casos como el "sub examine". Debe dejarse en claro, asimismo, que su participacin lo es en defensa de un derecho de usuarios y consumidores: el de participacin en el control de los servicios pblicos, que se vera afectado por una ilegtima omisin de la Administracin. Por ser ello as, no puede sino concluirse en que el actor Maiorano posee legitimacin activa para intervenir en la causa. Fondo de la cuestin planteada. XXVI. Que, en cuanto al fondo de la cuestin planteada en autos, no es posible soslayar que en el nuevo art. 42 se ha establecido que "Los consumidores y usuarios de bienes y servicios pblicos tienen derecho, en la relacin de consumo, a la proteccin de su salud, seguridad e intereses econmicos; a una informacin adecuada y veraz; a la libertad de eleccin y a condiciones de trato equitativo y digno. Las autoridades proveern a la proteccin de esos derechos, a la educacin para el consumo, a la defensa de la competencia contra toda forma de distorsin de los mercados, al control de los monopolios naturales y legales, al de la calidad y eficiencia de los servicios pblicos, y a la constitucin de asociaciones de consumidores y usuarios. La legislacin establecer procedimientos eficaces para la prevencin y solucin de conflictos, y los marcos regulatorios de los servicios pblicos de competencia nacional, previendo la necesaria participacin de las asociaciones de consumidores y usuarios y de las provincias interesadas, en los organismos de control". El citado art. 42 tiene una doble proyeccin: el derecho de los usuarios y consumidores a la proteccin de sus intereses personales y econmicos, y el correlativo deber del Estado de asegurarlos; deber que tambin es exigible a los proveedores de bienes y servicios (confr. Germn Bidart Campos, "Tratado Elemental de Derecho Constitucional", t. VI, ps. 308/309; Abel Fleitas Ortiz de Rozas, "La proteccin del usuario", ponencia realizada en las Jornadas Jurdicas sobre Servicio Pblico de Electricidad, 8 y 9 de junio de 1995). Estas garantas son

operativas, y no dependen de su reglamentacin, atento a su naturaleza y a la va judicial que se prev expresamente en el art. 43 de la Constitucin. XXVII. Que, por otra parte, procede tener presente que, ya con anterioridad a la reforma constitucional, en el art. 30 del dec. 1185/90 se dispuso que "Toda fiscalizacin y actuacin llevada a cabo por la Comisin Nacional de Telecomunicaciones (hoy, Comisin Nacional de Comunicaciones) respetar el derecho de defensa de las partes. Sern aplicables al respecto la ley de procedimientos administrativos y el dec. 1759/72 y sus modif., as como las siguientes normas adicionales: a) La Comisin Nacional de Telecomunicaciones publicar la iniciacin de toda fiscalizacin o actuacin en la cual considere que los usuarios o terceros pueden aportar informaciones o puntos de vista importantes y tiles, a cuyo efecto indicar el plazo durante el cual debern presentarse las manifestaciones por escrito de usuarios o terceros para ser tenidas en cuenta en cuanto fueren pertinentes. b) A partir del 1 de enero de 1994 la Comisin Nacional de Telecomunicaciones podr disponer, con carcter extraordinario, que ciertas fiscalizaciones o actuaciones sobre aspectos de grave repercusin social incluyan una audiencia pblica a la cual podrn presentarse para efectuar las manifestaciones en forma oral los miembros del pblico que se anoten al efecto con la anticipacin que la Comisin Nacional de Telecomunicaciones disponga y que sean admitidos al efecto por sta". XXVIII. Que, en tales condiciones, es adecuado interpretar que el instituto de la audiencia pblica (que, tras la Reforma del Estado dispuesta en virtud de la ley 23.696, resulta previsto en las leyes regulatorias de los servicios pblicos de transporte y distribucin de la electricidad y del gas y en el mentado dec. 1185/90) constituye uno de los cauces posibles para el ejercicio de los derechos contemplados en el mentado artculo 42 de la Constitucin Nacional. Ello es as porque la realizacin de una audiencia pblica no slo importa una garanta de razonabilidad para el usuario y un instrumento idneo para la defensa de sus derechos, un mecanismo de formacin de consenso de la opinin pblica, una garanta de transparencia de los procedimientos y un elemento de democratizacin del poder, sino que --en lo que hace al "sub examine"-- resultara una va con la que podran contar los usuarios para ejercer su derecho de participacin en los trminos previstos en el invocado art. 42 de la Constitucin Nacional antes de una decisin trascendente. Corresponde aclarar que lo expuesto no implica que la audiencia pblica sea el nico camino vlido a seguir en el caso (o en otros supuestos de decisiones atinentes a los servicios pblicos). XXIX. Que, en efecto, un nuevo estudio de la cuestin debatida en autos (con la mayor amplitud que permite el presente estado procesal) impone una aclaracin de los trminos vertidos provisionalmente en la oportunidad en que se decidi la medida cautelar decretada en autos. No puede dejar de advertirse que lo insoslayable es la necesaria participacin de consumidores y usuarios con carcter previo a la toma de decisiones como la aludida en el "sub lite". El instituto de la audiencia pblica no es sino uno de los medios a travs de los cuales podra tener lugar dicha participacin. As, este tribunal entiende que en el presente estado de cosas la adopcin de tal mecanismo para hacer viable la aludida participacin resultara la ms adecuada. Esta interpretacin se condice con los objetivos tenidos en mira por la Secretara de Comunicaciones al dictar la res. 57/96, por la cual se aprob el Reglamento General de Audiencias Pblicas y Documentos de Consulta para las Comunicaciones; y, en cuanto a la trascendencia del acto a dictar y a la necesidad de convocar una audiencia pblica, tambin concuerda con lo dispuesto en el art. 6 de la ley 24.076 y lo que surge del inciso g del art. 28 del anteproyecto de ley 1672/96 presentado el 28 de agosto de 1996 por el senador Vaca y otros. Sin embargo, no puede ignorarse la circunstancia de que, al no estar normativamente predeterminada la conducta, la adopcin de la medida concreta --que puede ser la indicada u otra que de modo anlogo asegure la necesaria participacin de usuarios, consumidores y asociaciones que los nuclean-- corresponde al poder administrador, quien debe contar con la libertad necesaria para cumplir su funcin de gestor de los intereses pblicos. En efecto, es indudable que no compete a los jueces la eleccin de una posibilidad entre dos o ms igualmente justas; y que la plena judiciabilidad (consagrada en los arts. 116 y 117,

Constitucin Nacional) no les permite reemplazar o sustituir los otros poderes en el ejercicio de las atribuciones que les son propias. Sin embargo, tambin ha de tenerse en cuenta que ello no implica que el ejercicio de una actividad discrecional por parte de la Administracin Pblica excluya la revisin judicial. Dicha revisin ha de ejercerse a efectos de verificar si esas facultades, efectivamente, han sido ejercidas --o, como en el caso, para asegurar que lo sean-- conforme al ordenamiento jurdico, considerado ste como un todo comprensivo de lo que las normas expresamente preveen, de lo implcito que resulta de su espritu o finalidad, de los principios que surgen de ellas por analoga, y de los principios generales del derecho (entendidos como los principios naturales o de derecho natural o aquellos que principalmente deben buscarse en la Constitucin Nacional). XXX. Que, en resumen, corresponde precisar que la solucin a la que se arriba en el "sub lite" no importa emitir juicio alguno sobre la procedencia o improcedencia de la prrroga del perodo de exclusividad. Tampoco se cuestiona lo acordado contractualmente entre el Estado nacional y las prestadoras del servicio bsico telefnico (si cumplieron lo establecido en los captulos X y XII del Pliego de Bases y Condiciones para el Concurso Pblico Internacional para la Privatizacin de la Prestacin del Servicio de Telecomunicaciones, tendrn derecho a la prrroga --confr. art. 13.5 de tal pliego--). Lo que en el presente pronunciamiento se dispone es, simplemente, que --en virtud de una razonable interpretacin de lo normado en el art. 42 de la Constitucin Nacional-- no podra adoptarse la ltima decisin indicada sin posibilitar la participacin de los usuarios, consumidores y/o de las asociaciones que los nuclean. Tal participacin podr articularse a travs de la realizacin de una audiencia pblica o a travs de la implementacin de otro mecanismo que permita en forma adecuada el conocimiento por parte de los aludidos sujetos de los antecedentes fcticos y documentales que hacen a la resolucin que habr de adoptarse, permitindose --asimismo-- el ofrecimiento y produccin de la prueba que estimen pertinente. A tal fin, la demandada --dentro del plazo de diez das de notificada la presente resolucin-deber poner en conocimiento de este tribunal la instrumentacin de la medida ordenada, a los efectos de controlar su adecuacin al presente pronunciamiento y, en particular, de asegurar el respeto al principio del debido proceso adjetivo, con los alcances que a l se le asignan en el inc. f) del art. 1 de la ley nacional de procedimientos administrativos. XXXI. Que, por ltimo y a mayor abundamiento, no puede desconocerse la circunstancia de que la solucin a la que se arriba en los considerandos precedentes es la que mejor se compadece con el nuevo texto de la Constitucin Nacional, as como con el espritu del cual estaba imbuido el constituyente reformador del ao 1994. En efecto, tal como resalta el Estado nacional, tras la aludida reforma constitucional no se ha abandonado la forma representativa de gobierno consagrada en el art. 1 de la Constitucin. Mas ello no puede llevar a ignorar las circunstancias de que en sta se han incluido (en sus arts. 36 al 43) una serie de nuevos derechos y garantas para los ciudadanos y de que en aqulla se han abierto nuevos cauces para su participacin, adoptndose figuras de democracia semidirecta. Por lo expuesto, y odo el Procurador Fiscal de Cmara, se resuelve: I. Denegar la apelacin impetrada en lo atinente a la inhibitoria incoada por el actor Martn Youssefian. II. Rechazar las revocatorias, aclaratorias, solicitud de ampliacin de plazo y planteos de nulidad efectuados por Telecom, Telefnica de Argentina y Telintar S.A. III. Ordenar al Estado nacional-Secretara de Comunicaciones que, previo a decidir acerca de la prrroga del perodo de exclusividad de las licenciatarias del servicio Bsico Telefnico Nacional e Internacional posibilite la debida participacin de los usuarios y de las asociaciones que los nuclean, permitindoles un adecuado conocimiento de los hechos y, en su caso, el ofrecimiento y produccin de la prueba que aqullos estimen pertinente. La instrumentacin de la medida ordenada deber ponerse en conocimiento del tribunal dentro del plazo de 10 das de notificada la presente, a los efectos de verificar su adecuacin al pronunciamiento. IV. Imponer las costas en el orden causado, en atencin a que las particularidades de la causa tornan conveniente apartarse del principio objetivo de la derrota consagrado en los arts. 14 de la ley 16.986 y 68 del Cd. Procesal.

El doctor Uslenghi dijo: I. Adhiero a todo lo resuelto por mis colegas y a los fundamentos exhibidos en los consids. I a XXX, permitindome agregar las siguientes consideraciones: Que, por ltimo, y a mayor abundamiento, no puede desconocerse la circunstancia de que la solucin a la que se arriba en los considerandos precedentes es la que mejor se compadece con el nuevo texto de la Constitucin Nacional, as como con el espritu del cual estaba imbuido el constituyente reformador del ao 1994. En efecto, tal como resalta el Estado nacional, tras la aludida reforma constitucional no se ha abandonado la forma representativa de gobierno consagrada en el art. 1 de la Constitucin. Mas ello no puede llevar a ignorar las circunstancias de que en sta se han incluido (en sus arts. 36 al 43) una serie de nuevos derechos y garantas para los ciudadanos y de que en aqulla se han abierto nuevos cauces para su participacin, adoptndose figuras de democracia semidirecta. En tal sentido, no cabe duda de que la profundizacin del sistema democrtico de gobierno, en nuestros das, pasa por asegurar con canales jurdicos idneos la articulacin de la voluntad ciudadana, y por promocionar una expresin ms de ella (confr. Alejandro J. Uslenghi y Walter O. Gatti, "Aportes para una teora de la participacin administrativa", R.A.P., 162-40). Por otra parte, y si bien el derecho a la participacin ciudadana --an antes de la reforma constitucional del ao 1994-- se encontraba encapsulado dentro de la trama de derechos y garantas no enumerados, pero que nacen de la soberana del pueblo y de la forma republicana de gobierno (confr. art. 33, Constitucin Nacional), teniendo en consideracin la jerarqua constitucional otorgada a los pactos internacionales enunciados en el prr. 2 del inc. 22 del actual art. 75, no puede dejar de sealarse que hoy se encuentra expresamente citado en el art. 21 de la Declaracin Universal de Derechos Humanos, en el que se afirma que: "1. Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su pas directamente o por medio de representantes libremente escogidos". A su vez, en el apartado a) del inc. 1 del art. 23 de la Convencin Americana sobre Derechos Humanos, se exige que todos los ciudadanos deben gozar --entre otros derechos y oportunidades-- "De participar en la direccin de los asuntos pblicos, directamente o por medio de representantes libremente elegidos". Similares formulaciones lucen en el art. 25 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos y en el art. 20 de la Declaracin Americana de los Derechos y Deberes del Hombre. La regulacin de un procedimiento previo al dictado de actos de alcance general que contemple la participacin ciudadana es altamente beneficiosa, en orden a conseguir una mayor eficacia en la accin de los rganos administrativos y en punto a lograr un mximo grado de acierto en la decisin. La intervencin en el trmite de sujetos portadores de intereses colectivos proporciona a la Administracin, adems de aportes tcnicos, la oportunidad de realizar una valoracin preventiva de las consecuencias polticas y sociales de sus actos, esto es, del agrado u oposicin que puede encontrar una futura decisin. Ello, sin perjuicio de constituir una razonable reglamentacin del derecho de los interesados a participar en las decisiones administrativas trascendentes que hacen al gobierno o direccin de los asuntos pblicos. -- Mara Jeanneret de Prez Corts. -- Guillermo P. Galli. -- Alejandro J. Uslenghi.

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