Interculturalidad Trabajo Con Canciones.

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Interculturalidad

Belén Torres y Dominique Mañ an


4°B
Técnico en atenció n de pá rvulos
INTRODUCCIÓN

¿Qué entendemos por interculturalidad?


Entendemos por interculturalidad que refiere a la presencia e
interacció n equitativa de culturas diversas y la posibilidad de
generar expresiones culturales compartidas, a través del diá logo
y el respeto mutuo, fenó meno social, cultural y comunicativo en
el que dos o má s culturas o, mejor dicho, representantes de
distintas identidades culturales específicas, se relacionan en
términos de igualdad, sin que ningú n punto de vista prevalezca
sobre los demá s.
Entonces, en este trabajo estaremos presentando las distintas
culturas con sus respectivos cuentos, canciones, leyendas,
etcétera, de cada una para así obtener conocimiento y poder
compartir el mismo con el pá rvulo.
Quechua.
Wuayra. (Cuento)
Wuayra (viento) era una niña que vivía en un lejano pueblo, pertenecía a la
comunidad quechua, el hambre y la pobreza rondaban su humilde casita. Wayra
se levantaba cuando el sol comenzaba a desperezarse en el horizonte, salía rumbo
a las montañas a buscar leña para ayudar a sus padres y flores para llevarle a su
maestra.
Mientras se dirigía a las montañas en el camino se encontraba al señor cactus,
acariciaba sus flores y seguía camino, le decía buenos días al halcón que
sobrevolaba sobre su cabecita saludándola con un sonido suave, buenos días don
zorro y él respondía con un aullido y así empezaba Wayra su día juntando leña,
flores y saludando a todo ser viviente que encontraba en su camino.
Un día notaron su ausencia, Wayra ya no iba a buscar leña ni flores, preocupados
halcón y zorro, se acercaron a su casa, sus padres le informaron que padecía una
rara enfermedad, la cual según el médico indio no tenía cura.
La flor del cactus dijo que en un lugar entre las montañas y en sus picos crecía
una planta curativa pero ¿Como llegarían a ella…
El halcón y el zorro se ofrecieron para ir en busca de esa extraña planta
A la mañana siguiente bien tempranito partieron hacia las montañas, cuando
llegaron se dieron cuenta que el zorro no podría subir. Siguió el halcón solo entre
las montañas, se encontró con su primo lejano el cóndor y le conto lo que
sucedía, el cóndor le dijo déjalo por mi cuenta yo subiré hasta el pico de la
montaña, te traeré esa planta curativa.
El cóndor emprendió el vuelo perdiéndose entre montañas y nubes, había pasado
media día hasta que el halcón vio al cóndor que venía con su vuelo majestuoso y
en su pico traía la tan ansiada cura para Wayra.
Volaron hasta donde habían dejado al zorro, y allí les surgió otro problema, como
llevarían el halcón y el zorro la planta ya que el cóndor debía regresar a las
montañas, de pronto se les acerco un cazador, ellos asustados le contaron lo que
les pasaba, el cazador saco una soga y ato la planta en el cuerpo del zorro y así
emprendieron el regreso halcón y zorro.
Cuando llegaron le entregaron la planta al médico indio, él se encargó de hacer
una infusión y darle a tomar a wayra , su recuperación fue lenta pero positiva y
así es como un grupo de amigos y manos solidarias salvan la vida de Wayra.
Fin.

Los loros (Mito)


Cuenta una leyenda quechua, que hace mucho tiempo, en la época de los
Incas, los loros eran unos animales muy inteligentes. Tenían un lenguaje
propio, y eran capaces de razonar y usar la lógica igual que los humanos. Los
incas, maravillados ante estas aves, decidieron mostrárselas a todos los jefes
de la zona. Éstos, al comprobar la facilidad que tenían estos animales para
aprender conocimientos nuevos, ordenó a los sabios enseñar a estas aves el
lenguaje de los humanos. Además, les ordenó enseñar a los loros todo lo que
sabían, hasta materias tan complejas como las ciencias o las matemáticas. La
intención de estos jefes incas era que los loros pudieran extenderse por todo el
mundo, y compartir de esta forma la sabiduría y la cultura inca con todos. Qué
hicieron los loros al regresar a la selva. Pero los loros, una vez que
aprendieron el lenguaje de los indios y todos los conocimientos de los
humanos, regresaron a su lugar natal, a la selva, y pensaron: – ¡Ahora sí que
seremos los reyes de la selva! Sabemos todo lo que saben los humanos. No
habrá nadie que consiga superar nuestra sabiduría, y todos tendrán que
respetarnos y obedecernos. Los loros comenzaron a gritar y a dar órdenes a
todos los demás animales en el idioma de los humanos. Sus gritos eran tan
estridentes que el resto de los animales se asustaron mucho. Además, los
animales captaron en los gritos de los loros, gestos de soberbia y prepotencia.
Como los otros animales no estaban dispuestos a dejarse dominar por los
soberbios loros, respondieron gritando más aún. El tono de voz de todos los
animales aumentó cada vez más, hasta que la selva se convirtió en un lugar
insoportable y ruidoso. El dios de las aves, al darse cuenta de lo que estaba
pasando, se enfadó tanto con los loros por haber creado ese espantoso clima,
que decidió castigarlos, arrojando un puñado de arena en el pico de cada uno.
De esta forma, la boca de los loros se volvió negra, perdiendo además la
capacidad de razonar. Y por eso, desde entonces, los loros solo son capaces de
repetir lo que oyen.
Sinti: Donde el puma se esconde. (Leyenda)
Este es un relato en quechua que escuché de las propias palabras de los
abuelos de mi tierra que nos da una gran enseñanza y mantiene latente la
esperanza de liberación de nuestro pueblo. Aquí la leyenda traducida al
castellano. Hace muchos años vivía en estos lares dos hermanos Apus: Sinti y
Tiriqmana, ellos se querían mucho, se ayudaban y compartían todo. Así
vivieron por cientos de años. Una tarde por el camino que cruzaba entre los
dos Apus apareció un joven cansado que se asomó a descansar a la sombra del
Apu Tiriqmana entrando en un profundo sueño. En ese momento el Apu
Tiriqmana pensó en sí mismo: “tengo mucha hambre, voy a comérmelo a éste
joven, sin que mi hermano se dé cuenta”. Cuando el Tiriqmana estaba a punto
de comérselo, el Apu Sinti que había intuido la intención de su hermano le
preguntó: “¿hermano, no pensarás comértelo solo ese churu gallo que está
entre tus piernas?”. El Tiriqmana le respondió que él había visto primero al
joven y por eso tenía derecho a comérselo solo, ante esto el Apu Sinti lo
reprochó: “No puede ser hermano, nosotros siempre hemos compartido todo,
además, eso es lo que nos ha enseñado nuestros padres”. Así se enfrascaron en
una fuerte discusión, cuyas voces retumbaba en toda la quebrada, hasta que el
joven ante tanta bulla se despertó asustado y continuó caminando. Desde aquel
día los dos hermanos se enemistaron e incluso levantaron a sus ayllus del uno
contra el otro encabezando ataques con huaracas y piedras. Wachwalla, la
madre Apu de los dos hermanos, al enterarse de las peleas de sus hijos llamó
al gran Amaru o gran serpiente para encargarle la misión de hacer entender a
los hermanos que no sigan peleando y que vivan en paz; pero, el Tiriqmana
muy soberbio no aceptó el consejo de su madre. El Amaru o gran serpiente
regresó ante la madre Wachwalla manifestándole que sus hijos se habían
convertido en malos y soberbios, sobre todo el Tiriqmana que no aceptaba
ninguna disculpa de su propio hermano ni escuchaba los consejos de su
madre. Entonces, la madre Wachwalla muy indignada dictó una sentencia:
“Serpiente, por haber fracasado en tu misión te convertirás en un gran río y
separarás para siempre a mis hijos” y luego castigó a sus hijos, hizo caer una
lluvia de fuego sobre el Tiriqmana y su pueblo; mientras que al Sinti lo
convirtió en un gran puma de roca maciza para que un día reviva y en la
oscuridad de la noche murió también su Ayllu porque el sol se había
escondido por el humo de la lluvia de fuego. En la actualidad podemos
observar a los cerros Sinti y Tiriqmana en la carretera Abancay – Casinchihua,
en el sector de Carolina distrito de Pichirhua; el Apu Sinti en forma de puma
agazapado, se puede divisar antes de entrar al poblado de Yaca. Y en verdad,
cuando visitas las cuevas del Sinti encuentras cientos de cráneos
amontonados, mientras que en el Tiriqmana los utensilios de piedra están
todos rajados y los esqueletos humanos calcinados. Los abuelos al contarnos
esta leyenda nos hacían reflexionar que no es bueno vivir en discordias y
rencillas entre hermanos porque tarde o temprano se paga lo malo que se hace;
además, expresaban que algún día el Apu Sinti reviviría para luchar por el
pueblo y liberarlo de tanto sufrimiento, “ya los tiempos están cambiando, ya el
Pachakutiq está volviendo, pronto los quechuas, los pueblos originarios y los
comuneros seremos fuertes, unidos y libres, pronto nuestros hijos tendrán una
mejor vida”, decían en tono reflexivo y de esperanza.

Surphuy (Canción)
Isariway, chutariway, surphuy, wakanki, pallchay
Isariway, chutariway, surphuy, wakanki, pallchay

Surphuy t'ika pallaspaiki


Hakay macq'ta haku niwan

Kayna wata tusuqmasiy


Maytaq kunan kaypinachu?

T'ika pallana pampapiqa


Iru Ichullas winayusian

T'ika pallana pampapiqa


Raki rakillas winayusian

Chaychus mana yuyarispa


Noqari mana waqaykuyman

Tira, recoge… flores de surphuy, wakanki, pallchay


Tira, recoge… flores de surphuy, wakanki, pallchay.

En el lugar donde recogimos flores de surphuy


Este chico me dijo que fuera con él.

La pareja de baile del año pasado,


¿Dónde está hoy?

En el lugar donde recogimos flores


Sólo la maleza como iru ichullas crece
En el lugar donde recogimos flores
Sólo la maleza conocida como raki rakillas crece.

Si no te acuerdas de mi
Pues tampoco voy a llorar por ti.
(Poema)
Tres Amantes Tengo…
.
Tres amantes tengo
Tres amores son míos
Porque si muriese uno y me deja el otro
Quedarme pueda con el más mozo.
.
Oh, viajero, que te alejas
Ve, ataja ese río precipitado,
Anda tú, cierra su corriente
Con el barro o con el tepe.
.
Oh, tú que muy lejos te vas
Corre, ataja a esa mestiza
Yendo tú, detenla allí
Con el maíz o con el mote.
.
Y si mi mote y mi maíz
Detenerla no pudieran
Mi chicha y mi mote verás
Como tienen un gran poder.
Mapuche.
EL CAMPESINO (cuento).
En una casa dormían dos campesinos, y se levantaban de madrugada. Un día
de invierno uno de los hermanos se enfermó y llegaron tres machis, le
prepararon remedios medicinales como el natri, el canelo, coscoipo y el
romero y después se mejoró. Tiempo después volvieron a cultivar sus campos,
sembraron trigos. Y un día llegaron unos visitantes del pueblo; estaba
lloviendo muy fuerte y los dos campesinos seguían sembrando. Los visitantes
decían que los mapuches no eran trabajadores, pero en ese momento
comentaron que el campesino con viento, sol, frío, y lluvia siempre trabaja
para vivir un mañana mejor.

El mito mapuche de la creación (Mito): Miles de lunas antes que


llegaran los colonizadores, Chau Padre gobernaba el cielo y la tierra junto a
Kushe Madre. De día, Chau Padre iluminaba y vigilaba sus creaciones, el
cielo, las estrellas, nubes, ríos, bosques y la tierra donde podían vivir todas las
criaturas, entre ellas, los mapuches. De noche, Kuche madre cobijaba el sueño
de todas las criaturas vivientes. Con el tiempo, algunos de sus hijos
comenzaron a manifestar un impulso de rebelión azuzando a sus hermanos a
negar y desconocer la influencia y el poder de Chau Padre en el mundo. Dicen
los abuelos de nuestros abuelos que Chau sufría profundamente por la
ingratitud y agravios de sus hijos al mismo tiempo que paulatinamente crecía
su rabia contra los ingratos. Kushe Madre intentaba calmarlo pidiéndole que
no diera importancia y los perdonara. Entonces Chau Padre, iracundo explotó
como los volcanes, con todas sus fuerzas tomó a sus hijos y los arrojó desde lo
alto sobre las montañas rocosas. La cordillera tembló brutalmente con los
impactos de los cuerpos gigantescos los cuales se hundieron en la piedra
formando dos inmensos agujeros. Kushe Madre, desesperada queriendo mirar,
abrió una ventana en el cielo que hoy conocemos con el nombre Kuyén o
Madre Luna, la cual desde entonces vigila el sueño de los hombres. Kushe se
precipitó llorando entre las nubes dejando caer enormes lágrimas sobre las
montañas que inundaron rápidamente las profundas cavernas dejadas por el
impacto de los jóvenes, formando dos lagos vecinos, el Lacar y el Lolog,
brillantes como la misma cara de Kushe y hondos como su pena. Dicen
nuestros abuelos que cuando el gran Chau volvió a la calma, abrió una gran
ventana redonda en el cielo para mirar lo ocurrido, esa ventana sería conocida
como Antú, el Padre Sol, y su misión desde entonces es prodigar abrigo a
todas las criaturas y alentar la vida todos los días. Miles de lunas después
Chau Padre y Kushe Madre volvieron a crear la vida en la tierra. Esta vez el
hijo creado se sentía terriblemente solo, triste miró al cielo y dijo: “¿Padre, por
qué he de estar solo?”. “En realidad necesita una compañera”, dijo Ngnechén,
el espíritu progenitor. Pronto le enviaron desde lo alto una mujer de cuerpo
suave y grácil, la que cayó sin hacerse daño cerca del primer hombre. Ella
estaba desnuda y sintió mucho frío, por lo que para evitar morir helada, echó a
caminar. Y sucedió que a cada paso suyo crecía la hierba, y cuando cantó, de
su boca brotaron mariposas e insectos a raudales, y pronto llegó al hijo creado
Lituche, el armónico sonido de la fauna. Cuando estuvieron uno frente al otro,
dijo ella: -Qué hermoso eres, ¿cómo he de llamarte? -Yo soy Lituche, el
hombre del comienzo - replicó él. -Yo soy Domo, la mujer, estaremos juntos y
haremos florecer la vida amándonos - dijo ella. -Así debe ser, juntos
llenaremos el vacío de la tierra - dijo Lituche. Mientras la primera mujer y el
primer hombre construían su hogar-ruka, el cielo se llenó de nuevos cherruves
(espíritus). Estos traviesos cherruves eran torbellinos muy temidos por la tribu.
Lituche pronto aprendió que los frutos del pewén eran su mejor alimento y
con ellos hizo panes y esperó tranquilo el invierno. Domo cortó la lana de una
oveja, luego con las dos manos, frotando y moviéndolas una contra otra hizo
un hilo grueso. Después en cuatro palos grandes enrolló la hebra y comenzó a
cruzarlas. Desde entonces hacen así sus tejidos en colores naturales, teñidos
con raíces. Cuando los hijos de Domo y Lituche se multiplicaron, ocuparon el
territorio de mar a cordillera. Mucho tiempo después, tuvo lugar un gran
cataclismo, las aguas del mar comenzaron a subir guiadas por la serpiente
gigante Kai-Kai Filu. Al darse cuenta de que sus criaturas corrían grave
riesgo, Chau Padre buscó una arcilla especial y modeló una serpiente
benefactora Tren-Tren, con la misión de proteger a los hombres, ella elevó la
cordillera más y más. Cuando las aguas se calmaron, comenzaron a bajar los
sobrevivientes de los cerros. Desde entonces a estos hombres se les conoce
como “Hombres de la tierra” o Mapuches. Siempre temerosos de nuevos
desastres, los mapuches respetan la voluntad de Ngnechén y tratan de no
disgustarlo. Trabajan la tierra y realizan hermosa artesanía con cortezas de
árboles y con raíces tiñen lana. Con fibras vegetales tejen canastos y con lana,
mantas y vestidos. Aún hoy en el cielo Kuyén y Antú se turnan para mirarlos y
acompañarlos. Por eso la esperanza de un tiempo mejor nunca muere en el
espíritu de los mapuches, los hombres de la tierra. Al cabo, el padre quiso
bajar y ver con sus propios ojos los frutos de su obra. Chau padre apareció un
día entre los mapuches como si fuera uno más, cubierto por un cuero y con la
cabeza desnuda. Les enseñó a cumplir los trabajos y a respetar los ciclos del
tiempo asociado al arte de la siembra y la cosecha, la elección de las semillas
y la conservación de los alimentos. Les hizo un gran regalo: el fuego. Así fue
como ganó otro nombre: Küme Huenu, que quiere decir “lo bueno del cielo”,
como lo llamaron los hombres. Chau Padre volvió a su casa y pasó otro
tiempo muy largo, tan largo que la gente se fue olvidando de muchas
enseñanzas que había recibido, dejó de ser buena y empezó a pelearse entre sí;
los propios descendientes de sus hijos hablaban de sus antepasados sin ningún
respeto. Y mientras, se quejaban de todo e insultaban mirando al cielo. Los
hombres se robaban y se asesinaban entre ellos. Cada vez que se asomaba a
contemplar el estado de su creación, el gran Chau se daba vuelta enseguida y
apretaba los labios con amargura. La humanidad desafió nuevamente el orden
celestial de Chau Padre, el cual propició la acción destructora de la serpiente
Kai-Kai Filu la cual agitando violentamente su cola producía gigantes olas de
espuma blanca, aterrando y ahogando a la comunidad por su mala conducta.
La serpiente benefactora Tren-Tren vivía en la montaña de la salvación la cual
lanzó su silbido de alerta, que se coló por todas las quebradas como si fuera un
viento, convocando a todos los mapuches. El pueblo huyó aterrado hacia las
alturas de los cerros acosados por la furia de las olas agitadas por los terribles
movimientos de la cola de la serpiente Kai-Kai Filu que poco a poco atrapaba
a las personas ahogándolas. Por su parte el gran Chau enviaba rayos de fuego
que terminaban por aniquilar a los que lograban sobrevivir a la gigantesca
inundación. Todos murieron, menos un niño y una niña que sobrevivieron en
el abismo profundo de una grieta. Únicos seres humanos de la tierra crecieron
sin padre ni madre, desabrigados de palabras y amamantados por una zorra y
un puma, comiendo los yokones que crecían en las alturas. De ese niño y esa
niña descienden todos los mapuches, resucitados.

Las lágrimas de la luna (Leyenda):


Cuenta una antigua leyenda mapuche que la luna: Cuyén y el sol: Antú se
casaron muy enamorados, un día de otoño ante la presencia de Nguenechen;
Dios. Cuyén tenía un carácter suave y un corazón tierno y atendía las
necesidades de la mujeres y los niños, en cambio Antú tenía un corazón bravo
y valiente y se preocupaba por todos los hombres. Todo iba muy bien, pasaban
sus días recorriendo el cielo, cuidando de todos los mapuches, pero con el
paso del tiempo comenzaron a tener discusiones y diferencias que finalmente
los llevaron a separarse para siempre, desde ese momento comenzaron a
recorrer solos el cielo. Antú comenzó a salir de día y Cuyén comenzó a salir
de noche. Cierto día, cuando Antú estaba calentando la tierra, fijo su mirada
sobre una hermosa mujer enamorándose perdidamente de ella, la llevo al cielo
y le puso el nombre de astro dorado: Collipal que nosotros conocemos como
lucero. Una noche en la que Cuyén salió a recorrer los cielo más temprano los
sorprendió besándose muy enamorados y sin poder contener su llanto, lloro
tanto que sus lágrimas llegaron hasta el Mapu: la tierra. Cuenta la leyenda que
así fue como se formaron los hermosos lagos del sur y fue al ver la belleza de
lo que había creado que Cayú: la Luna volvió a sonreír.

El niño feliz (canción):


Saludos a toda la gente
Yo estoy feliz porque estoy mirando el Sol
Yo estoy feliz porque estoy mirando el Mar
Y tengo un buen consejo
Y tengo un buen cariño
En todas partes me quieren
Por eso bailo, por eso canto
Por todas partes cantarán los niños ahora
Por todas partes bailarán los niños ahora
Saludos a toda la gente
Yaa, yaa, yaa, yaaaa (Kefafan)
Marimari kom pu che
Inche ayüwkülen Antu ñi azkintunieel,
inche ayüwkülen Lafken ñi azkintunieel.
Ka nien kiñe ngülam,
ka nien küme poyen,
ka nien küme ŋülam,
fill püle poyeneken.
Fey mew püruken,
fey mew ülkantuken.
Fill püle nga ülkantuay
pu pichike che fewla,
fill püle nga püruay
pu pichike che fewla.
Poesía mapuche (Poema):
Al agua llamamos CO
a las cenizas TRUFKEN
al pan llamamos COFKEN
y a las hermanas LAMNGEN.

Al sol llamamos ANTU


y la luna es KILLEN
las estrellas, HUANGUELEN
y brillan igual que tú.

Niñitos PICHIKECHE
confíen en NGUENECHEN
que nadie los va a cuidar
mejor, mejor que él.

Rapa Nui
Historia de Rapul Ti (Cuento):
Hace mucho tiempo, los hombres de Isla de Pascua debían batirse en una gran
prueba. Debían esperar que Manutara, el pájaro de la suerte, pusiera sus
huevos en el motu; debían nadar luego hasta la roca, tomar el huevo, y volver
a la isla. El que lograba hacerlo sin romper el huevo, era declarado príncipe de
la isla. La mayoría de los isleños no habían tenido suerte en esta difícil prueba,
pero la novia de Rapu Iti, Moko Pingüe, estaba segura de que él podría vencer
y convertirse así en el príncipe de la isla. Cuando llegó el momento, Rapu Iti y
los demás participantes se lanzaron al mar, braceando contra las violentas
olas. La competencia era muy pareja, todos los participantes eran grandes
nadadores. Pero Rapa Uti llegó primero hasta la roca, colocó el huevo en el
cesto que llevaba, lo ató a su cabeza y sin demora nadó de regreso a la isla
venciendo a todos sus contrincantes. ¡Su novia no cabía en sí de felicidad!
Colocó una guirnalda hecha con plumas del Manutara alrededor de su cuello,
y fue levantado por los aires y reconocido como príncipe por todo el pueblo
Rapa Nui. El príncipe se casó con su novia, protegió a su pueblo, y gobernó
con justicia durante muchos años. Hasta hoy se recuerda su nombre y se lo
venera como el más sabio, afortunado, fuerte y bondadoso gobernante de Rapa
Nui.

Hotu Matu’a y los siete exploradores (Leyenda):


Cuenta la leyenda que el Ariki (rey) Hotu Matu’a habitaba en un bello
continente llamado Hiva. Una noche recibió en sueños el mensaje de que su
tierra se hundiría por lo que debía buscar un lugar al que llevara a su pueblo.
Por consejo de un sabio vidente, Hotu Matu’a envió a siete exploradores en
dirección al sol naciente, a buscar una tierra propicia para vivir y sembrar
ñame (base de su alimentación). Después de varios días de navegación, los
siete exploradores llegaron a una isla pequeña y deshabitada pero que les
pareció lo suficientemente fértil para vivir. Se dice que además del ñame, los
exploradores llevaron consigo un moai y un collar de madreperlas, y que esto
fue abandonado cuando volvieron a su tierra Hiva, dejando sólo a uno de los
exploradores en la isla. PUBLICIDAD Tiempo después Hotu Matu’a llegó a
la isla en dos grandes embarcaciones acompañado de su séquito formado por
su mujer, su hermana y otras 100 personas. Desde entonces la isla tomó el
nombre de Te pito o te henua, que significa “ombligo del mundo”. Esta
leyenda ha dado origen a que algunos investigadores concluyan que cuando
Hotu Matu’a llegó a la Isla de Pascua, ésta ya estaba habitada y que encontró
además del ñame, varios moais en pie. Algunos creen que los siete
exploradores representan las siete generaciones o tribus que habitaron el lugar,
de las que sólo una sobrevivió y se mezcló con la gente de Hotu Matu’a.

Cómo nació el Aku-Aku (Mito):


Unos diablos, una tarde calurosa, se despojaron de sus ropas para entregarse
al sueño. Pero aconteció que pasó un joven de apuesta figura y pudo observar
con gran admiración que sus cuerpos carecían de carne y se les podía ver y
contar las costillas. A Takuihu -que así se llamaba el joven- se le quedó
fuertemente grabado en la memoria tan extraño espectáculo. Otro diablo por
ahí cercano había estado observando la escena y prorrumpió en grandes gritos,
hasta despertar a sus colegas y les refirió que Takuihu los había sorprendido
durmiendo. Los diablos, por temor al ridículo en que caerían entre los isleños
si Takuihu contaba algo sobre su curiosa contextura, resolvieron salirle al
encuentro, jurándose darle muerte si les decía que los había visto desnudos.
Interrogado el joven, que no tenía un pelo de tonto, negó con todo aplomo.
Juró en tal forma, que los diablos lo creyeron sincero. Los diablos lo
acompañaron hasta su casa y no dejaron de vigilarlo y escuchar sus
conversaciones, por si hacía comentarios sobre sus escuálidos cuerpos.
Durante dos días estuvieron escuchando pero el joven les había espiado y
guardaba la más absoluta reserva. Después de este tiempo se retiraron, seguros
de que el secreto de sus ridículos cuerpos no era conocido por ningún mortal.
Pero cuando Takuihu se vio libre de los diablos, cogió un trozo de toromiro y
talló en él la figura descarnada que tenía en su memoria. Tal fue la razón de
las primeras imágenes de Akauaku que se tallaron en Pascua y éste el medio
de comunicación que encontró el nativo sin recurrir al lenguaje, para contar lo
que había visto”

Rapa Nui Mi Amor (Canción)


Hakaroe maitoru haite mahingae
Akaro akaro maite atua moto hinememe
Mato kiraro ki rapa nui ta hoka hingae

Yo te añoro mi Pascua querida


Hangara Tue Re Rapa Nui Toku Matu
Miro el mar con la luna brillando
Y te lloro en mi canto aquí estoy

Mi Rapa Nui te doy


Todo mi ser mi voz
Y creo que mi canto
Es solo amor por ti
Tepito te enua
(Tepito te enua)
En mi sueño estás tú
(En mi sueño estas tú)
Viajo a la noche tibia
Hacia tu cielo azul

Contenta estoy cantando


Y desde aquí te bailo
Recibe tú esta ofrenda
Es solo amor por ti
Contenta estoy cantando
Y desde aquí te bailo
Recibe tú esta ofrenda
Es solo amor por ti

Hiria Ha Hiria Ha Hiria Ha


Hiria Ha Hiria Ha Hiria Ha
Hiria Ha Hiria Ha Hiria Ha
Hiria Ha Hiria Ha Hiria Ha
Hiria Ha Hiria Ha Hiria Ha
Hiria Ha

Mi Rapa Nui te doy


Todo mi ser mi voz
Y creo que mi canto
Es solo amor por ti
Tepito te enua
(Tepito te enua)
En mi sueño estás tú
(En mi sueño estas tú)
Viajo en la noche tibia
Hacia tu cielo azul

Contenta estoy cantando


Y desde aquí te bailo
Recibe tú esta ofrenda
Es solo amor por ti
Contenta estoy cantando
Y desde aquí te bailo
Recibe tú esta ofrenda
Es solo amor por ti

Contenta estoy cantando


Y desde aquí te bailo
Recibe tú esta ofrenda
Es solo amor por ti

Hiria Ha
Hiria Ha

Rapa Nui (Poema):


Eres un lunar de mar
Surgiendo de sus entrañas
Azulada de su espuma
Tienes el tiempo escondido
En volcanes apagados
Milenarios esculpidos
Gigantes alineados

Yo te quiero conocer
He sentido tu llamado
Quiero ver tu amanecer
Tus misterios atrapados
Rapa nui es como te llamas
Pascua te lo han apodado
Nombre nacido de nombres
De tus isleños dorados
Dicen los que a ti han llegado
Que entre tus arenas blancas
Algo en ellos se ha apozado

Tú la bordeada de azul
Tan sola entre cielo y mar
Tu suelo tiene el bailar
Con un collar de tus flores

Aymara
La poza embrujada (cuento):
Había, cerca del río que parte en dos el camino que va desde Guañacagua
hasta Chitita, una vertiente que entregaba, desde lo más profundo de la
montaña, transparentes aguas, que con mucha gracia se fueron estancando
hasta formar una poza de agua dulce, a la cual acudía toda la gente del sector
para calmar su sed. Bajo ese chorro de agua dulce se formó una gruta
misteriosa. Y de ella, varias mujeres, habían visto salir a una misteriosa mujer
muy joven y hermosa que se refrescaba con los agradables y fríos salpicones
de agua que burbujeaban en las adormiladas aguas del pequeño estanque.
Junto a la aparición de la bella mujer los jóvenes del sector iban
desapareciendo uno a uno. Todo indicaba que las desapariciones sucedían
cuando estos jóvenes se acercaban a la refrescante poza. Un anciano quiso
desentrañar el misterio y sacrificó a su joven hijo. Nada le dijo de sus
intenciones, y le mandó a buscar agua de la poza de la vertiente. Luego, le
siguió y escondido tras unos arbustos vio como su hijo sacaba agua. Cuando
ya daba vuelta para marcharse escuchó una voz de mujer llamando a su
vástago. En efecto, la mujer, que era una princesa inka hechizada, comenzó a
aparecer en la poza y el joven maravillado por su belleza desnuda no pudo
resistir al llamado. Excitado hasta la locura comenzó a desnudarse, y con
señas comunicaba a la hermosa mujer que ya iba a su encuentro. Se empinó en
los pies y se zambulló en las aguas. Luego de un rato, en la palma de la fresca
y hermosa mano de la mujer había un sapo, que con sus grandes ojos afligidos
miraba la belleza del rostro hechicero. Después de un rato, la joven besó al
sapo en su hocico y lo lanzó a la orilla de la poza. El anciano, triste, contó a la
gente lo ocurrido con su hijo. Pero, a pesar de todo, los jóvenes no resistían la
idea de ir a ver una belleza tal; y así de ese modo, la hermosa y fresca
vertiente, con sus apacibles aguas es habitada por cientos y cientos de sapos,
que, desde un tiempo ido, y hasta hoy lloran y lamentan el encuentro con la
hermosa y dulce mujer, y que de un momento a otro puede aparecerse a
cualquiera, tal como ayer, hoy y siempre.

Origen de la Quinua (Leyenda)


Dicen, que antiguamente la gente aymara podía encontrarse y conversar hasta
con las estrellas. De allí que relatan que, en tiempos muy antiguos, en las
cercanías del LagoTiticaca, en la temporada en que las chacras empezaban a
tener los primeros productos, por las noches alguien arrancaba las matas de las
papas, pero había un joven que cuidaba las chacras, por lo que una noche
quiso sorprender al ladrón de las chacras. Así en la noche aparecieron varias
jóvenes campesinas, entonces atrapó a una de ellas, huyendo las demás, por lo
que de inmediato tenía que llevarlo donde el mayku, pero casi al amanecer la
joven se convierte en ave y se fue volando hacia lo alto hasta llegar a donde
sus compañeras que eran las estrellas, de lo que el joven se quedó admirado.
Pero al día siguiente se fue donde el cóndor para suplicarle que le llevara
donde las estrellas que habían huido de la tierra, entonces el cóndor lo condujo
a donde la joven estrella. Ella vivió junto al joven alimentándolo con quinua,
así el joven quería regresar a la tierra para ver a sus padres. La estrella envió
quinua, desconocida en la tierra, desde entonces se siembra la quinua para que
sirva de alimento al aimara, producto que hasta entonces era desconocida por
la humanidad.

Los achachilas y La veta de Plata (Mito):


Un arriero, que una noche transitaba por el camino que sube al Cancharani,
oyó un estruendoso tropel de animales de carga, vino a su encuentro un indio
que le intimó a que se regresase, porque no podía seguir adelante, el paso
estaba obstruido y si insistía su muerte era segura. El arriero retrocedió alguna
distancia y acampó en un lugar cercano al Cancharani. Pero a cierta hora de
mucha oscuridad quiso cerciorarse de lo que había ocurrido, y se dirigió al
sitio donde había recibido el aviso. Y escondiéndose al costado del camino vio
desfilar una gran cantidad de mulas cargadas de grandes bloques de plata. Una
de las bestias se embarrancó rendida por el inmenso peso de su carga. El
arriero fue en su auxilio, y notó que el animal se encontraba con una canilla
rota. Le descargó la plata que llevaba, la que pesaba mucho, y señalando bien
el lugar volvió asombrado a su alojamiento. Al día siguiente vino a buscar la
carga y no la encontró: la mula había desaparecido y en el sitio donde cayó
sólo había un saltamontes con una pata quebrada, que cojeaba penosamente.
El genio del cerro con el inmenso poder que posee

había transformado a todos los saltamontes de este lugar en mulas, con el


objeto de arrancar las riquezas que encerraba en su seno y trasladarlas al fondo
del Lago Titicaca. Desde esa noche asombrosa comenzaron a desaparecer las
vetas que se encontraban en todo el sector de Cancharani.

Kamisaraki (Canción de saludo):


       
Kamisaraki jilata Kamisaraki
Kamisaraki Kullaka Kamisaraki
Waliki jilata
waliki kullaka
Kamisaraki kamisaraki, kamisaraki

Aka aruntäwi jilatanakankiwa


aka aruntäwi kullakanakankiwa
Taykaru aruntañani
awkiru aruntañani
Kamisaraki kamisaraki kamisaraki
Poema Aymara (Poema):
Pueblo del Kollasuyo
tierra de aymaras
tus hijos te saludamos.
Padre sol, padre sol
Madre luna, estrellas,
alegran mi corazón
Túpac Katari, Bartolina Sisa,
danos tus fuerzas
para defender al pueblo del Kollasuyo
Madre tierra, madre tierra,
no llores
te estoy invitando coca
para darte fuerza.
Conclusió n
Cada cultura tiene distintas formas de expresarse ya sea
en canciones, mitos, cuentos o leyendas, todos tienen
algú n modo de hacerse ver y también hacer que se pueda
admirar la forma en que lo hacen. Las culturas, ademá s,
aunque sean distintas, todas se unen con el objetivo de
comunicar ya sea en cuentos, poemas, etcétera.
En conclusió n, luego de investigar a fondo, creemos
ambas que el sentido de la interculturalidad es unir a
toda la ciudadanía independientemente de lo que se les
ha inculcado por su forma de vivir. Ademá s, quedamos
realmente asombradas con la imaginació n que tienen al
redactar aquellos mitos o leyendas cuyo objetivo siempre
resalta en sacarle el por qué a las cosas, y que nosotras al
leerlo, quedamos conformes e incluso formó debate.

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