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Bina 5 (Joselyn y Lesly)
La actividad comenzó con una serie de sentadillas explosivas, un ejercicio que
demandaba energía y coordinación para impulsarnos con fuerza desde una posición baja. Luego, pasamos bajo una colchoneta suspendida, emulando una escena de entrenamiento policial, lo que requería agilidad y control del cuerpo. Después de esto, realizamos marometas, un movimiento que no solo desafió nuestra flexibilidad, sino también nuestra confianza al rodar por el suelo.
El circuito continuó con un cilindro que debíamos atravesar, lo cual implicaba fuerza y un buen uso del espacio para avanzar sin perder el control. Luego vino la etapa de los saltos con ambos pies sobre varios obstáculos. Algunos participantes encontraron esta parte más difícil, ya que al saltar abrían las piernas, lo que les restaba estabilidad, ¡haciendo que el movimiento pareciera un “pum, pum”!
La siguiente sección nos puso a hacer “patitos” en zigzag, un ejercicio que requería agacharse y avanzar manteniendo una posición baja, lo que fue especialmente desafiante para las piernas. Finalmente, la actividad cerró con un ejercicio de equilibrio. Tuvimos que subirnos a una superficie angosta y mantenernos firmes mientras caminábamos hacia arriba, un reto que puso a prueba nuestra concentración y control corporal.
Esta dinámica fue más que un simple circuito físico, pues integró varios beneficios importantes. Por un lado, permitió trabajar la fuerza, la coordinación, el equilibrio y la resistencia, ya que cada etapa implicaba un tipo de movimiento diferente. Además, ejercicios como las sentadillas explosivas y los patitos fortalecieron los músculos de las piernas, mientras que las marometas y el cilindro fomentaron la flexibilidad y la confianza en el movimiento.
Por otro lado, algunas etapas del circuito presentaron desafíos particulares. Mantener el equilibrio en superficies inestables o angostas fue difícil para algunos, especialmente para quienes no están acostumbrados a este tipo de ejercicios. Los saltos con ambos pies también evidenciaron la necesidad de practicar movimientos controlados para evitar desestabilizarse. Sin embargo, estas dificultades resultaron ser una oportunidad para identificar áreas de mejora y desarrollar habilidades motoras esenciales.
En resumen, este circuito dinámico combinó ejercicios divertidos y desafiantes,
logrando un equilibrio entre trabajo físico, desarrollo de habilidades y superación personal. Fue una experiencia que no solo fortaleció el cuerpo, sino que también estimuló la confianza y la resiliencia frente a nuevos retos.
